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22 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, enero 2011


Karl Deisseroth es miembro de las facultades de bioingeniería
y psiquiatría de la Universidad Stanford. En 2010 se le concedió
el Premio Internacional Nakasone por su contribución al desarrollo
de las opsinas microbianas y la optogenética.

NEUROCIENCIA

Control del cerebro


por medio de la luz
La optogenética permite estudiar el funcionamiento del sistema
nervioso con una precisión extraordinaria y podría mejorar
el tratamiento de enfermedades psiquiátricas
Karl Deisseroth

C
a a a, a o o a a - cronización muy precisa. Debido a esa complejidad, los neuró-
frento a las limitaciones de mi campo. A pe- logos carecen de un conocimiento profundo sobre el funciona-
sar de los nobles esfuerzos de médicos e in- miento del cerebro. Se ignora el modo en que ciertos patrones
vestigadores, nuestro limitado conocimiento de actividad en determinadas neuronas originan, en última
sobre las raíces de las enfermedades psiquiá- instancia, pensamientos, recuerdos, sensaciones y sentimien-
tricas dificulta la búsqueda de tratamientos y tos. Por extensión, tampoco se sabe la manera en que los defec-
contribuye a la estigmatización de este tipo tos físicos del cerebro provocan las diferentes enfermedades
de trastornos, principales causantes de la disminución de la es- psiquiátricas, como la depresión o la esquizofrenia. De ahí que
peranza de vida o de discapacidad en todo el mundo. Sin lugar los tratamientos psiquiátricos sean, esencialmente, fruto de la
a dudas, la psiquiatría necesita responder a esa dificultad. Pero casualidad: sirven de ayuda para mucha gente pero en muy po-
según el filósofo de la ciencia Karl Popper, antes de poder hallar cos casos resultan reveladores.
respuestas debemos saber plantear nuevas preguntas. En otras No debe sorprender pues que, en un artículo publicado en
palabras, necesitamos nuevas técnicas. I a C a en 1979, el premio Nobel Francis Crick
Sin embargo, a causa de la enorme complejidad del cerebro sugiriese que la mayor dificultad a la que se enfrenta la neuro-
de los mamíferos, el desarrollo de técnicas adecuadas constitu- ciencia consiste en llegar a ejercer el control sobre un cierto
ye una tarea ardua. El órgano es un intricado sistema formado tipo de neuronas sin afectar a otras. Los estímulos eléctricos no
por miles de millones de neuronas de múltiples tipos que se cumplen ese requisito, ya que los electrodos constituyen un ins-
hallan interconectadas según distintas configuraciones. Las cé- trumento demasiado rudimentario: allá donde se inserten esti-
lulas intercambian señales eléctricas y una gran variedad de mulan a todas las células sin distinguir entre tipos celulares;
mensajeros bioquímicos en tan solo milisegundos, con una sin- además, sus señales tampoco pueden desactivar con precisión

EN SÍNTESIS

Durante largo tiempo, los neurólogos han carecido Mediante la inserción de genes de opsinas en ciertas neuronas y la Aunque la optogenética se halla todavía en
de un método preciso para estudiar el funcionamien- aplicación de destellos luminosos es posible excitar esas células en sus albores, ya está generando datos poten-
to del cerebro. De forma inesperada, ha surgido una determinados momentos. Esta técnica, la optogenética, permite llevar cialmente útiles sobre los mecanismos
solución a partir del estudio genético de microorga- a cabo experimentos sumamente precisos en un tipo concreto de neurológicos de algunas enfermedades psi-
DARREN BRAUN

nismos que presentan opsinas, unas proteínas que neuronas de animales con libertad de movimiento, algo que con los quiátricas, lo que contribuirá a mejorar su
reaccionan ante la luz. electrodos o los métodos tradicionales no se puede conseguir. tratamiento.

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a las neuronas. Más tarde, Crick planteó la posibilidad de utili- PROYECTAR LUZ SOBRE LA VIDA
zar la luz como método de control, porque se podía aplicar me- El empleo de la luz para intervenir en sistemas vivos no es nue-
diante destellos de distintos colores en momentos y lugares vo en biología. Durante mucho tiempo, los investigadores han
concretos. Pero por aquel entonces, nadie sabía cómo lograrlo. utilizado un método óptico, denominado CALI, para destruir
En ese tiempo, en un campo de la biología bien alejado, se es- ciertas proteínas y, por tanto, inhibir su acción; asimismo, se ha
taban estudiando unos microorganismos que solo más adelante aplicado láser para eliminar células concretas, como en el gu-
resultarían de interés en psiquiatría. Se sabe desde hace unos 40 sano Caenorhabditis elegans. Por el contrario, Richard L. Fork,
años que algunos microorganismos producen proteínas que re- de los laboratorios Bell (en el decenio de los setenta) y Rafael
gulan el flujo de cargas eléctricas a través de sus membranas en Yuste, de la Universidad de Columbia (en 2002), publicaron mé-
respuesta a la luz visible. Esas proteínas, cuya síntesis depende todos para estimular neuronas por medio de láseres que altera-
de un conjunto de genes de opsinas, ayudan al microorganismo ban en parte las membranas celulares. En la última década, el
a extraer energía e información de la luz del entorno. En 1971, equipo de Gero Miesenböck, en ese tiempo en el Centro Memo-
Walter Stoeckenius y Dieter Oesterhelt, por aquel entonces en la rial Sloan-Kettering para el estudio del Cáncer, y el grupo de
Universidad de California en San Francisco, descubrieron que Ehud Isacoff, Richard H. Kramer y Dirk Trauner, por aquel en-
una de esas proteínas, la bacteriorrodopsina, actuaba como una tonces en la Universidad de California en Berkeley, utilizaron
bomba de iones de un solo componente. Se trataba de una ex- sistemas de múltiples componentes para modular por medios
traordinaria maquinaria molecular compacta, activada breve- ópticos determinadas células. Introdujeron así una proteína que
mente por fotones de luz verde. La identificación posterior de regulaba las neuronas junto con un compuesto químico que ac-
otras proteínas de la misma familia —las halorrodopsinas en tivaría la proteína al ser estimulada con luz ultravioleta [véase
1977 y las canalorrodopsinas en 2002— permitió avanzar en el «Observación y control del cerebro», por Gero Miesenböck; I -
estudio de los genes individuales de sistemas simples. a C a, diciembre de 2008].
En retrospectiva, resulta Sin embargo, la destrucción de proteínas o células de inte-
Lo atrayente que la solución al problema rés limita, obviamente, las opciones experimentales. Asimismo,
planteado por Crick —hallar los métodos basados en múltiples componentes, a pesar de su
de la optogenética una estrategia que lograra el elegancia y eficacia, plantean dificultades prácticas y todavía
reside en la avance espectacular de la no se pueden aplicar de modo generalizado en los mamíferos.
neurociencia— en realidad Se hacía necesario, por tanto, adoptar una estrategia basada en
posibilidad ya existía antes de que él lo un único componente. Se comprobó entonces que tal estrategia
de controlar formulase. Sin embargo, de- no permitía aprovechar ninguno de los métodos antiguos, sino
determinados bieron transcurrir más de que debía basarse en las proteínas fotosensibles de un solo
30 años para reunir las ideas componente de los microorganismos: bacteriorrodopsinas, ha-
sucesos en ciertos y crear la técnica de la opto- lorrodopsinas y canalorrodopsinas.
tipos de células genética. En 2000, mucho después de descubrirse la bacteriorrodpsi-
La optogenética combina na y la halorrodopsina, el Instituto Kazusa para la Investigación
en momentos los conocimientos en genéti- del ADN, de Japón, publicó en la Red miles de nuevas secuen-
concretos ca y óptica para controlar su- cias génicas del alga verde Chlamydomonas reinhardtii. Al exa-
cesos específicos en el inte- minarlas Peter Hegemann, a la sazón en la Universidad Regen-
rior de ciertas células de un tejido vivo (no solo de las neuronas). bursg en Berlín, quien había pronosticado que el alga contaría
Consiste en el descubrimiento y la inserción de determinados con un canal iónico activado por la luz, se fijó en dos largas se-
genes en las células para convertirlas en fotosensibles; com- cuencias similares a las de la bacteriorrodopsina. Consiguió co-
prende además otras técnicas que permiten suministrar luz al pias de ellas del Instituto Kazusa y le pidió a Georg Nagel (por
cerebro, dirigir el efecto de la luz hacia los genes y células de in- entonces investigador principal en Frankfurt) que comprobase
terés y evaluar los resultados o los efectos de ese control ópti- si codificaban canales iónicos. En 2002, Hegemann y Nagel des-
co. Lo atrayente de la optogenética reside en la posibilidad de cribieron su hallazgo: una de esas secuencias codificaba un ca-
controlar determinados sucesos en ciertos tipos de células en nal de membrana formado por una proteína que respondía ante
momentos concretos. Ese nivel de precisión no solo resulta no- la luz azul; cuando recibía el estímulo lumínico, regulaba el flu-
vedoso sino que, muy probablemente, es crucial para el conoci- jo de iones con carga positiva. De ahí que la proteína se denomi-
miento biológico. nara canalorrodopsina-1, o ChR1. Durante el siguiente año, los
La relevancia de cualquier suceso en el interior de una célu- grupos de Nagel y Hegemann exploraron la otra secuencia y
la solo se puede comprender en el contexto de los aconteci- nombraron canalorrodopsina-2, o ChR2a, a la proteína que co-
mientos que tienen lugar en el resto del tejido, del organismo dificaba. Casi de forma simultánea, John L. Spudich, de la facul-
completo o incluso en el marco más amplio de su entorno. Un tad de medicina de la Universidad de Texas, en Houston, demos-
cambio de unos milisegundos en el inicio de un impulso ner- tró por su cuenta la importancia de esos genes en la respuesta
vioso en la neurona puede, en algunos casos, invertir el efecto de Chlamydomonas ante la luz. Sin embargo, el descubrimiento
de la señal en el resto del sistema nervioso. Hoy en día, miles de de las canalorrodopsinas no supuso un avance inmediato para
científicos utilizan la optogenética para aprender cómo deter- la neurociencia, como había sucedido con las bacteriorrodopsi-
minados patrones de actividad en ciertos conjuntos de neuro- nas y las halorrodopsinas en los decenios precedentes.
nas dan lugar a una fisiología y comportamientos complejos en Algunos científicos me han confesado que ,en un principio,
gusanos, moscas, peces, aves, ratones, ratas y monos. El trabajo habían pensado en insertar genes de opsinas de bacterias o algas
ha permitido ahondar en el conocimiento de afecciones huma- en neuronas con la intención de corregir mediante luz células al-
nas, entre ellas la depresión, los trastornos del sueño, la enfer- teradas, pero luego habían desechado la idea. Era poco probable
medad de Parkinson y la esquizofrenia. que las células animales sintetizasen las proteínas microbianas

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MICROBIOLOGÍA

El origen humilde de las proteínas fotosensibles


Algunos tipos de algas y otros microorganismos dependen para su entorno. Los distintos tipos de opsinas se diferencian en cuanto a la foto-
supervivencia de las opsinas, unas proteínas sensibles a la luz visible. Al sensibilidad y al comportamiento. Los genes de las opsinas constituyen
iluminarlos, estos canales proteicos regulan el flujo de iones a través de la base de la optogenética, técnica que los neurólogos están utilizando
las membranas, lo que permite a las células extraer energía de su hoy para controlar los patrones de actividad en neuronas escogidas.

Microorganismo

Chlamydomonas reinhartii es un alga unicelular Volvox carteri es un alga estrechamente relacionada Natronomonas pharaonis es una arqueobacteria
móvil, dotada con un par de flagelos que le con Chlamydomonas; consta de cientos de células que vive solo en aguas hipersalinas.
permiten nadar en agua dulce. que adoptan la forma de una colonia globular.

Hábitat

Suelo y ambientes de agua dulce de todo el mundo Estanques, lagos, charcas y acequias Lagos alcalinos e hipersalinos de Egipto y Kenia
FUENTE: “OPTOGENETIC INTERROGATION OF NEURAL CIRCUITS: TECHNOLOGY FOR PROBING MAMMALIAN BRAIN STRUCTURES,” POR F. ZHANG

Canal Longitud de onda: 470 nanómetros (nm) 535 nm 589 nm 589 nm


TONI ANZENBERGER REDUX PICTURES (suelo); ERIC STRIFFLER NEW YORK TIMES/REDUX PICTURES (charca); ULRICH DOERING ALAMY (lago);

ET AL., EN NATURE PROTOCOLS, VOL. 5, N.O 3; 18 DE FEBRERO DE 2010 (canales y gráfica); BRYAN CHRISTIE (ilustración)

Ion de sodio Ion de sodio Ion de cloro

La canalorrodopsina ChR2 permite el paso de los La canalorrodopsina VChR1 responde a algunas La halorrodopsina NpHR regula el flujo de iones
iones de sodio en respuesta a la luz azul. longitudes de onda de la luz amarilla y verde. de cloro en respuesta a la luz amarilla.

Respuesta relativa a la luz


1,0 ChR2 VChR1 NpHR
0,8
0,6
0,4
0,2
0
400 450 500 550 600 650
Longitud de onda (nm)

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de forma eficiente y segura; sin duda, el producto resultaría de- elevada de todo-trans retinal (el cofactor químico esencial para
masiado lento o sería insuficiente para ejercer un efecto. Ade- que los fotones activen las opsinas microbianas), con lo que
más, para funcionar, las proteínas necesitarían un cofactor adi- bastó añadir un gen de opsina a las neuronas seleccionadas
cional —un compuesto relacionado con la vitamina A denomina- para obtener la reacción.
do todo-trans retinal— para absorber los fotones. El riesgo de En 2006, junto con Mark Schnitzer, de la Universidad de
perder tiempo y dinero era demasiado grande. Stanford, publicamos un artículo de revisión donde denomina-
No obstante, para mi equipo de bioingeniería de la Universi- mos optogenética a la nueva estrategia. Para entonces ya la
dad Stanford, la motivación para avanzar en el campo de la psi- aplicaban laboratorios de todo el mundo. Empleaban versiones
quiatría clínica superaba con creces el elevado riesgo de fraca- de genes sintetizadas por mi equipo, con un rendimiento ópti-
sar. Durante mi especialización en psiquiatría, había sido testi- mo en células de mamífero. A día de hoy, hemos enviado los ge-
go de primera mano de la ineficacia y los efectos secundarios de nes a unos 700 laboratorios.
medicamentos y tratamientos, entre ellos la terapia electro-
compulsiva. Esa experiencia me animó a hacer frente al desa- MEJOR QUE LA NATURALEZA
fío. Con ese fin, en 2004, en calidad de investigador principal El número y la variedad de aplicaciones de las técnicas optoge-
de Stanford, formé un grupo con los estudiantes de doctorado néticas se ha extendido con rapidez gracias a una increíble con-
Edward S. Boyden y Feng Zhang. Introdujimos canalorrodop- vergencia de la ecología y la ingeniería. Los investigadores van
sina-2 en neuronas de mamífero en cultivo mediante la conoci- añadiendo nuevas opsinas a su repertorio de técnicas a medida
da técnica de transfección; cortamos así el gen de ChR2 y un que las descubren en el mundo natural. También utilizan la in-
tipo de interruptor específico, o promotor, y los insertamos en- geniería molecular para modificar las opsinas conocidas y
tre los genes de un vector (un virus benigno) para que transpor- aumentar su eficacia en diversos experimentos con una gama
tara el material genético añadido hasta el interior de las célu- más amplia de organismos.
las. Los promotores aseguran que las opsinas codificadas solo En 2008, el estudio del genoma de una especie de alga dis-
se expresen, o se sinteticen, en los tipos de neuronas seleccio- tinta, Volvox carteri, dirigido por Feng Zhang, puso de mani-
nados (por ejemplo, en aquellas con capacidad de segregar el fiesto una tercera canalorrodopsina (VChR1), que respondía a
neurotransmisor glutamato). la luz amarilla en vez de a la luz azul. La aplicación de VChR1
Contra todo pronóstico, el experimento funcionó. Sin nada junto con la otra canalorrodopsina permite controlar de forma
más que destellos de luz visible, logramos un control fiable, con simultánea poblaciones mixtas de células: la luz amarilla inter-
una precisión de milisegundos, sobre el patrón de emisión de viene en algunas de ellas y la luz azul envía una orden distinta a
impulsos nerviosos o de potenciales de acción de la célula (las las otras. Hace poco hemos descubierto que la canalorrodop-
oscilaciones de voltaje que permiten la transmisión de infor- sina más eficaz es un híbrido de VChR1 y ChR1 (sin la contribu-
mación de una neurona a otra). En agosto de 2005, mi equipo ción de ChR2). Entre las otras opsinas modificadas (creadas
publicó el primer artículo sobre la introducción de un único junto a Ofer Yizhar, Lief Fenno, Lisa Gunaydin, Hegemann y
gen de opsina microbiana en neuronas de mamífero para obte- sus estudiantes) se incluyen mutantes de canalorrodopsina ul-
ner en ellas una respuesta precisa a la luz. Se comprobó que las trarrápidos y ultralentos que permiten ejercer un control ex-
canalorrodopsinas (y más tarde también las bacteriorrodopsi- traordinario sobre el inicio y duración de los potenciales de ac-
nas y las halorrodopsinas) activaban o desactivaban las neuro- ción. El primer tipo de mutantes origina potenciales de acción

BRYAN CHRISTIE
nas de forma exacta y segura en respuesta a la luz. El efecto ob- más de 200 veces por segundo, mientras que el segundo hace
servado fue en parte fruto de la casualidad, puesto que los teji- que las células adopten o abandonen estados excitables esta-
dos de mamífero presentan de forma natural una concentración bles mediante sencillos destellos de luz. En la actualidad, nues-

PROCEDIMIENTOS

Conseguir que las neuronas reaccionen a la luz


En los estudios optogenéticos, se insertan genes de opsinas
en neuronas con la ayuda de virus transgénicos. A continuación,
se desencadena la actividad neural mediante destellos de luz
y se observan los efectos en el comportamiento de los animales
de experimentación. Virus
Gen de opsina

Promotor

Se combina un gen de opsina con un promotor, elemento que hará El gen modificado se inserta en un virus que, a continuación,
que el gen se active solamente en un tipo de célula específico. puede inyectarse en el cerebro de un ratón.

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tras opsinas más recientes responden también a la luz de color da, en mamíferos con libertad de movimiento. Además, para
rojo oscuro, próxima a la región del infrarrojo, que se mantiene medir las señales eléctricas obtenidas mediante optogenética,
enfocada con mayor precisión, penetra en los tejidos con más hemos desarrollado instrumentos, de una precisión de milise-
facilidad y se tolera muy bien. gundos, en los que se han integrado fibra óptica y electrodos
La ingeniería molecular ha ampliado la aplicación de la op- («optrodos»).
togenética desde el control del comportamiento eléctrico de las La estimulación óptica y los registros eléctricos pueden rea-
células hasta el de los procesos bioquímicos. Gran parte de los lizarse de modo simultáneo sin que interfieran entre sí. Ello
medicamentos aprobados actúan sobre receptores acoplados a permite observar los cambios en la actividad eléctrica de los
proteínas G, una familia de proteínas de membrana. Estas de- circuitos neuronales responsables de las funciones motrices y,
tectan los señalizadores extracelulares (como la adrenalina) y, al mismo tiempo ejercer el control óptico sobre esos circuitos
en respuesta a ellos, modifican los niveles de las señales bioquí- mediante opsinas microbianas. Cuanto más abundantes y com-
micas intracelulares (como los iones calcio) y, por tanto, la acti- plejas sean las señales optogenéticas aplicadas y las señales
vidad de las células. Raag D. Airan y otros en mi laboratorio eléctricas obtenidas en los circuitos neuronales, más nos
añadieron el dominio fotosensible de una molécula de rodopsi- aproximaremos al desarrollo de técnicas de «ingeniería inver-
na a receptores acoplados a proteínas G. Desarrollaron así una sa»: podremos inferir la función computacional e informacio-
serie de receptores denominados optoXR que respondían con nal de los circuitos neuronales a partir del modo en que trans-
rapidez a la luz verde. Cuando mediante un virus se insertan las forman nuestras señales. La ingeniería inversa de los circuitos
construcciones génicas de optoXR en el cerebro de roedores de neuronales sanos abrirá nuevas vías para la identificación de
laboratorio, los receptores resultantes nos permiten intervenir propiedades y actividades alteradas en las enfermedades psi-
en procesos bioquímicos en los animales mientras se desplazan quiátricas y neurológicas. Ese conocimiento facilitará el de-
por la jaula. Por tanto, hoy en día es posible ejercer un control sarrollo de tratamientos que restablezcan la normalidad en
óptico rápido sobre las rutas bioquímicas de determinados ti- esos circuitos.
pos de células, tanto en placas de Petri como en mamíferos no
inmovilizados. Este control bioquímico abre nuevas vías para INGENIERÍA INVERSA EN LA MENTE
la aplicación de la optogenética en casi cualquier tipo de célula La importancia de la optogenética como herramienta de inves-
o tejido biológico. tigación, en especial cuando se utiliza junto con otras técnicas,
Muchos de los genes de opsinas naturales que se descubren sigue creciendo con rapidez. En los últimos años, la neurocien-
en los genomas de diversos microorganismos codifican proteí- cia ha avanzado en buena medida gracias a la obtención de imá-
nas que las células de mamífero no sintetizan bien. Pero Vivia- genes del cerebro mediante resonancia magnética funcional
na Gradinaru, miembro de mi grupo, ha desarrollado una se- (RMf ). Esa técnica proporciona mapas detallados de la actividad
rie de estrategias generales para mejorar su introducción y neural en respuesta a diversos estímulos. En realidad, la RMf
expresión en esas células. Una de ellas consiste en añadir frag- solo muestra los cambios en los niveles de oxígeno en la sangre
mentos de ADN a los genes de las opsinas para que actúen a de diferentes regiones del cerebro, cambios que únicamente re-
modo de «códigos postales». Estos aseguran que los genes se presentan de forma aproximada la actividad neural real.
transporten a los compartimentos adecuados de las células del Por ese motivo, siempre había persistido la duda de si esas
mamífero y se traduzcan en proteínas funcionales. Y con las señales complejas eran desencadenadas por un aumento de la
herramientas de fibra óptica que desarrollamos en 2006 y actividad local de las neuronas excitadoras. Sin embargo, en
2007, hoy se puede emplear la luz para el control optogenéti- mayo de 2010, mi laboratorio combinó la RMf y la optogenéti-
co de cualquier región del cerebro, ya sea superficial o profun- ca (RMfo) y verificó que el inicio del impulso en las neuronas

Fibra óptica

Neurona
Neurona
sensible
a la señal

El virus infecta un gran número de neuronas pero, gracias al Sondas de fibra óptica insertadas en el cerebro del animal transmiten destellos
promotor, solo un tipo de ellas sintetizará la proteína opsina. de luz al cerebro para controlar patrones específicos de actividad neural.

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excitadoras locales bastaba por sí mismo para desencadenar las los procesos normales de recompensa como a las patologías de
complejas señales detectadas por RMf. Además, el uso conjun- los sistemas del placer implicados en la depresión y en el consu-
to de la optogenética y la RMf permitía cartografiar circuitos mo de drogas.
neurales funcionales con una precisión y una integridad impo- La estrategia optogenética también ha mejorado nuestro co-
sibles de conseguir mediante electrodos o medicamentos. Por nocimiento sobre la enfermedad de Parkinson, que conlleva
tanto, la optogenética está ayudando a validar y a generar una una alteración del procesamiento de la información en deter-
enorme cantidad datos científicos en los campos de la neuro- minados circuitos del cerebro responsables de las funciones
ciencia y la psiquiatría. motrices. Desde los años noventa, algunos pacientes con par-
De hecho, el impacto de la optogenética ya se ha dejado sen- kinson han experimentado cierto alivio de los síntomas gracias
tir en algunas cuestiones relacionadas con enfermedades huma- a la estimulación cerebral profunda. Esa terapia consiste en im-
nas. En animales, hemos utilizado la técnica en células que pro- plantar un dispositivo similar a un marcapasos que aplica es-
ducen hipocretina, un tipo de neuronas alojadas en una región tímulos eléctricos oscilatorios, a intervalos de tiempo específi-
profunda del cerebro que se sabía estaba relacionada con la nar- cos, en ciertas regiones muy profundas del cerebro, como el nú-
colepsia, un trastorno del sueño. Hemos descubierto que ciertos cleo subtalámico. Sin embargo, las promesas que ofrece esta
tipos de actividad eléctrica en esas neuronas provocan el estado técnica en la enfermedad son limitadas, porque los electrodos
de vigilia. Por tanto, si se encontrase algún día la forma de indu- estimulan también a las neuronas colindantes de forma no se-
cir clínicamente esa actividad neural, se podría ofrecer un trata- lectiva y no se dispone de suficientes datos médicos sobre el
miento ante ese trastorno. Pero el mayor interés reside en el co- tipo de estímulos que se deben aplicar.
nocimiento de que determinados tipos de actividad en un tipo Hace poco hemos utilizado la optogenética para estudiar mo-
concreto de células da lugar a comportamientos complejos. delos animales de la enfermedad de Parkinson. Hemos ahonda-
La optogenética también está ayudando a determinar la ma- do en la naturaleza de los circuitos dañados y en los mecanismos
nera en que las neuronas productoras de dopamina (dopaminér- de acción de las intervenciones terapéuticas. Hemos descubier-
gicas) generan sensaciones gratificantes y de placer. Mediante to así que la estimulación cerebral profunda resulta más efecti-
optogenética, mi equipo indujo pulsos de actividad, a diferentes va cuando no va dirigida a las células sino a las conexiones en-
intervalos de tiempo, en conjuntos específicos de neuronas do- tre ellas, lo que modifica el flujo de actividad entre regiones del
paminérgicas de ratones con libertad de movimiento. Identifi- cerebro. Y junto con Anatol Kreitzer, de la Universidad de Cali-
camos los tipos de estímulos que parecían desencadenar una fornia en San Francisco, hemos realizado una cartografía fun-
sensación gratificante en los animales. En ausencia de cualquier cional de dos rutas en los circuitos cerebrales del movimiento:
otro tipo de señal o de recompensa, los ratones preferían pasar una que ralentiza los movimientos y otra que los acelera y po-
más tiempo en los lugares donde sus neuronas dopaminérgicas dría contrarrestar los síntomas del parkinson.
habían recibido determinados pulsos. Esos datos permiten sa- Hemos logrado también la estimulación de un tipo de célu-
car conclusiones sobre la actividad celular que subyace tanto a las, las neuronas productoras de parvalbúmina en la neocor-

RECURSOS MOLECULARES

Cada vez más herramientas genéticas


Las posibilidades de la optogenética van aumentando gracias a los sensibles. Las nuevas opsinas con las características deseadas, bien
ajustes realizados en los genes de las opsinas conocidas. Asimismo, solas o combinadas con otras, permiten resolver enigmas biológicos
se buscan en la naturaleza genes que codifiquen otras proteínas foto- mediante experimentos antes impensables.

LONGITUD DE ONDA
OPSINA ORIGEN MICROBIANO A LA QUE RESPONDE UTILIDAD

Mutantes ultrarrápidos de Alga Chalmydomonas 470 nanómetros Activación o desactivación rápida de impulsos nerviosos,
la canalorrodopsina (ChR2) reinhardtii (activación máxima) con una precisión de milisegundos y una frecuencia de hasta
200 veces por segundo

Opsinas Alga Chalmydomonas 470 nm para la activación; Excitación o desactivación de neuronas mediante
con funcionamiento reinhardtii 546 nm para la desactivación breves destellos de luz. Gracias a su sensibilidad a la luz,
escalonado (mutantes de algunos mutantes son particularmente útiles en experimentos en los que la luz
ultralentos de ChR2) debe atravesar un volumen considerable de tejido (como
en el cerebro de mamíferos)

Canalorrodopsina VChR1 Alga Volvox carteri 535 y 589 nm Activación de impulsos nerviosos. Como VChR1 responde
a la luz amarilla y ChR2 a la azul, ambos tipos de opsinas
se pueden utilizar juntas para controlar de forma simultánea
e independiente la excitación nerviosa en poblaciones mixtas
de neuronas

OptoXR Sintético, 500 nm Control rápido de las rutas bioquímicas, en lugar de las señales
a partir de la rodopsina eléctricas, en células escogidas. Se puede utilizar en animales
y de receptores acoplados de experimentación con libertad de movimiento
a proteínas G

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FILOSOFÍA

¿Representa la optogenética un desafío ético?


Hoy en día, la optogenética se suma a ciones y recuerdos tienen su origen en su- parcial. El psiquiatra no es ajeno a esos plan-
otras técnicas que modulan el cerebro, como cesos eléctricos y bioquímicos que se produ- teamientos, más si se tiene en cuenta nues-
los fármacos psicoactivos y las intervencio- cen en el interior de determinadas neuro- tra capacidad actual para influir sobre las
nes quirúrgicas, con capacidad de ejercer un nas y que siguen unos patrones temporales emociones humanas y sobre la construcción
fuerte efecto, lo que plantea cuestiones éti- concretos. El control sobre estos componen- psicológica de la realidad.
cas y filosóficas. Sin embargo, la optogené- tes mentales clave plantea desafiantes cues- Pero los tiempos cambian, como lo ha
tica es más segura y está menos cargada de tiones filosóficas, desde la conveniencia y demostrado el rápido desarrollo de la opto-
consideraciones éticas que las estrategias justificación de esas intervenciones en un de- genética en los últimos años. Para lograr un
clásicas. La creciente potencia y especifici- terminado caso, hasta cuestiones más abs- salto cualitativo en la precisión temporal y
dad de la optogenética va ligada a su com- tractas acerca de la naturaleza del yo y de celular de nuestras intervenciones resultan
plejidad técnica; resultaría casi imposible uti- la voluntad propia, y de la posibilidad de necesarias las atentas consideraciones de la
lizarla en un paciente que se mostrara modificarlas. sociedad, tal y como sucede con otras técni-
reticente a ella. Históricamente, las intervenciones neu- cas avanzadas. Por tanto, los neurólogos
Sin embargo, a raíz de la precisión de la rales mediante cirugía, medicamentos o elec- deben poder explicar a personas legas el sig-
optogenética surgen otras cuestiones más trodos han sido tan rudimentarias que dichos nificado y la importancia de los experimen-
sutiles —y quizá más interesantes—. Hasta aspectos filosóficos han resultado más teóri- tos optogenéticos para la comprensión de la
cierto punto, todos los aspectos de nuestra cos que prácticos; los defensores de la ética mente humana y el tratamiento de las enfer-
personalidad, prioridades, capacidades, emo- y de la ley los han abordado solo de forma medades psiquiátricas.

teza, para que modulen las oscilaciones gamma (ritmos de sistema neural que surgen de la dinámica electroquímica de
actividad cerebral de una frecuencia de 40 ciclos por segun- las células y de los circuitos que lo componen. Ello cambia por
do). Se sabía desde hace tiempo que los pacientes con esqui- completo nuestra idea sobre el funcionamiento de los tejidos
zofrenia presentaban defectos en las células productoras de eléctricamente excitables, tanto en la salud como en la enfer-
parvalbúmina, y que las oscilaciones gamma eran anómalas medad. Sin duda, hemos recorrido un largo e impredecible ca-
tanto en la esquizofrenia como en el autismo. Pero se desco- mino, que empezó cuando nos maravillamos ante la forma en
nocía la relación causal entre esas observaciones. Gracias a la que una extraña proteína bacteriana, la bacteriorrodopsina,
optogenética, hemos demostrado que las células productoras reaccionaba ante la luz.
de parvalbúmina aumentan las ondas gamma y que estas
ondas incrementan a su vez el flujo de información en los cir- RECOMPENSA INESPERADA
cuitos de la corteza. En los congresos de la Sociedad de Neurociencias estadouni-
En mis pacientes con esquizofrenia, observo una altera- dense y en otras conferencias, algunos colegas han manifestado
ción en el procesamiento de la información en la que ciertos la conveniencia de centrar las investigaciones en un único gran
sucesos triviales se interpretan de forma incorrecta como proyecto de corta duración —por ejemplo, sobre la enfermedad
parte de tramas o patrones más amplios (un problema que de Alzheimer— en lugar de dedicar esfuerzos a diferentes estu-
probablemente provoque paranoia o delirios). Los pacientes dios. Sin embargo, una estrategia dirigida y focalizada podría
padecen también algún error en los mecanismos internos de demorar el avance general en este campo y apartar de nuestra
notificación que permiten identificar los pensamientos auto- trayectoria ciertos ámbitos de la naturaleza, distantes e inexplo-
generados (un problema tal vez responsable del aterrador fe- rados, de donde pueden surgir ideas realmente innovadoras.
nómeno de «oír voces»). En mis pacientes con un trastorno La optogenética nos enseña que lo viejo, lo frágil y lo raro
del espectro autista, advierto en cambio un procesamiento —incluso las células presentes en la suciedad de un estanque o
demasiado restringido de la información: pierden la imagen en los inhóspitos lagos salados del Sahara— pueden resultar
general y se concentran en exceso en una parte de un objeto, cruciales para comprender nuestra identidad y el mundo que
persona o conversación. Esos defectos dan lugar a alteracio- nos rodea. La evolución que ha seguido el desarrollo de esta
nes en la comunicación y en el comportamiento social. Com- técnica subraya el valor de proteger los nichos ambientales ra-
prender mejor las oscilaciones gamma permitirá, por tanto, ros y la importancia de apoyar la ciencia básica.
profundizar en el conocimiento de estas enfermedades com-
plejas.
Desde el punto de vista médico, considero apasionante PA R A S A B E R M Á S
este tipo de estudios, porque se aplican principios de la inge- Millisecond-timescale, genetically targeted optical control of neural activity. Edward S.
niería y la tecnología cuantitativa a la investigación de enfer- Boyden y col. en Nature Neuroscience, vol. 8, págs. 1263-1268; septiembre de 2005.
medades psiquiátricas devastadoras, en apariencia confusas e Optical deconstruction of parkinsonian neural circuitry. Viviana Gradinaru y col. en Science,
intratables. La optogenética está contribuyendo a que la psi- vol. 324, págs. 354-359; 17 de abril de 2009.
Temporally precise in vivo control of intracellular signaling. Raag D. Airan y col. en Nature,
quiatría adopte un enfoque próximo a la ingeniería de redes, vol. 458, págs. 1025-1029; 23 de abril de 2009.
en el que las funciones complejas del cerebro (y los comporta- Optogenetic interrogation of neural circuits: technology for probing mammalian brain
mientos que generan) se interpretan como propiedades del structures. Feng Zhang y col. en Nature Protocols, vol. 5, n.o 3, págs. 439-456; 18 de febrero de 2010.

Enero 2011, InvestigacionyCiencia.es 29

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