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TERCERA EDICION

11entice
Hall
Susan C. Cloninger
'■ )

de lu petsonaíidad Tercera edicióti

SUSAN C. CLONINGER
Riissell Sage College

•|KAl)ll(:(;i(')N:
Alberto Santiago Fernández Molina
'l'nuliictnr ¡yrofcsiondl

María Elena Ortiz Salinas


/'rofcsord Asocúicla de la ¡•'acullad de l'sicolo}>ía
Ihnrersiddd Nacional Autónoma de México

RI'VISIÓN 'I'HCNICA:
Doctora Grizel Ariadne Salomón Pineda
Ihnretyidad Andhnac. (lampns Nocle

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CLONINGER, SUSAN C.
üSsfESSii.;" [E ?!ü?lü EíL'OÍECA
Teorías de la personalidad

PEARSON EDUCACIÓN. México. 2003

I.SBN: 970-26-0228-9
c'^'-rvil
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Iry Su.s;m C. Cicningcr. puhlLshcd hy I'e:ir.son Fducation, Inc., puhli.shin« as PUEN I ICI: "| IM.|., INC., (:, .nyrii'iu • dOiH) All riuiiis
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jZa p' erspectiva
psicoanaíCtica

pcrsjx'fliva psicoanalílica sobif la pcrsonaliciacl se lia vuello uno de los enibcjues más am-
pliamenle eonoeidos fuera de la psieolot;ía. Denlro de ésla, liene sus fieles seguidores y acérri
mos crílicos. Li idea ceniral de la perspectiva ¡isicoanalílica es el inconsciente. lái palabras
sencillas, e.sie crincepio afirma c]ue la gente no está consciente de los determinantes más imjior-
tantes de su comportamiento, líl autoeniendimienlo es muy limitado y con frecuencia erróneo,
bl concepto del inconsciente, propuesto |X)r breucl, proporciona a los pacientes en terajiia una
manera de |ien.sar acerca de su comportamiento, estados de ánimcí u otros síntomas cjue pare
cen e.star luera del alcance de .sus intenciones con.scientes, de manera (jue ha sido un concepto
valioso en el ámbito terapéutico (Piers, 1998).
lodos los enlocjues psicoanalíticos mantienen el concepto de un inconsciente dinátnico. es
decir,(|ue tiene motivaciones o energías y por tantr) puede inlluir en el comjiortamientc:) y la e.\-
[XTÍencia. Varias teorías psicoanalíticas de.scriben de manera diferente el incon.sciente. Sigmund
l-reud (véase el capítulo 2) propu.so c]ue el inconsciente está formado por deseos .sexuales y
agresivos rjue no .son aceptables para la personalidad con.sciente. Para Oarl jung (véa.se el capí
tulo .^), el incon.sciente no es primordialmente .sexual; consiste de motivaciones más generales,
las cuales pueden tener un contenido espiritual. Otros teé)ricos, incluidos .Melanie Klein (19 tb)
y I íarry Stack .Sullivan (1953), describieron al inconsciente como una composición de concep
tos primitivos acerca del sí mismo y de las relaciones con otras personas, especialmente la ma
dre como el primer "otro" c|ue encuentra el lactante.
A jx'sar de e.sias variaciones, los psicoanalí.stas comparten postulados característicos:

1. 1.a personalidad está fuertemente inlluida por determinantes incon.scientes.


2. i;l incon.sciente es dinámico, o motivacional, y e.stá en conflicto con otros a.s-
pectos del incon.sciente y con la conciencia.
.3. Ivl incon.sciente .se origina en la experiencia tem¡5rana.

Pl psicoanálisis .se originó y continúa desarrollándose en el contexto de la p.sicoterapia. Sus


comunicaciones profesionales están restringidas enormemente a las rr^visias y a las organizacio
nes(|ue están luera de la tradición científ ica académica de la com(íidbacié)n empírica de las pro
posiciones teé)rica.s. .Su informaciéin principal proviene de los informes de los pacientes en
terajiia, a los cuales .se les alienta a expre.sar sus pensamientos c|ue, de otra manera,.serían de
sechados. i;l hecho de (jue la ¡irecisión hi.sté)rica tle e.stas inferencias no .sea reguhirmenie veri
ficada con evidencia externa ha sido el foco de una gran controversia, cuando las infen-ncias
30 • Parte I La perspectiva psicoanaiítica
acerca del abuso sexual han llevado a los pacientes a confrontar a sus sii(íuc'sios abusacloros.
Los psicoanalistas por lo general dudan C]ue las complejidades de la personaliclatl, en espeei;il
los procesos inconscientes, puedan ser medidas con instmmentos objetivos (el. Sugerinan,
1991). Cuando se emplea una medición formal, por lo regular los psicoanalistas utilizan la.s tccni-
casproyectivas. Éstas presentan estímulos ambiguos, tales como manchas de tinta en la conocitla
prueba de Rorschach, y se les pide a los pacientes(o sujetos de estudio)(|ue digan lo c|ue \'i'n.
Tales técnicas son por lo general menos confiables c|ue los cuestionarios, [lero sus partidarios
sostienen que ellas proporcionan acceso a niveles más profundos de motivación ((ue no (.'stan
disponibles a la percatación con.sciente.
La teoría psicoanaiítica de la personalidad supone cjue estos reportes pro|)orcionan inlonna-
ción que es ampliamente aplicable, no sólo para aquellos c|ue buscan ayuda terai>éutit a. sino
también para la población en general. Hsta .suposición es, sin embargo, de.saíiada por (|uienes
se encuentran fuera del marco psicoanalítico. Otra objeción es c|ue los teóricos jxsicoanaliticos
no han especificado con claridad los tipos de evidencia cpie refutarían la teoría i>.sicoanalitK a. A
menudo la personalidad es de.scrita como algo c|ue consiste en una motivación consciente( por
ejemplo, autocontrol) y una motivación incon.sciente opuesta(por ejem[)l(j, libertad .si-xual). I.n
tal caso, cualquier comportamiento observado es consistente con la teoría. Si un.i pe rson.i se
comporta con autocontrol, se presume que el consciente es la causa; si se o xse r\ .i i^romise 111
dad, entonces se dice que el inconsciente determina este comportamiento,(aentiiicainenle-, la
teoría no puede ser comprobada si ninguna observaciem es consistente con c a. o e s 11 rí ic ci
hle, como se explicó en el capítulo 1. M explicar de manera potencial cada ob.serv;icion, i-l p.si-
coanálisis ha debilitado su estatus científico. Desde el punto de vista del modelo de I;. leoru.
presentada en el capítulo 1, la teoría psicoanaiítica no ha especificado con cLiric ac as de i lui
ciones operacionales de sus construcios teóricos. DelMdo a que estos .son vagos, las obser
vaciones empíricas no están unidas a los constructos teóricos de una manera en t|ue puedan .se
especificados de antemano con claridad. En su lugar, la intuición ('-introspección c linica ) re-ah-
^estas uniones. El pensamiento metafórico ocurre donde el cientiíico pragmático pre-i le-ra e-1 ri
guroso pensamiento concreto. . ,■ • n n
Puerade la psicología, la teoría psicoanaiítica se ha vuelto popular. ,Su inlluent la .se re-ile-ja e
el arte y en la literatuia, en el cine y en la cultura popular. Con el decaimiento ele la religión tr;i-
dicional y del pensamiento místico, el psicoanálisis se ha vuelto, para mué hejs. una mane ra e e
contactar las fuerzas irracionales dentro de la personalidad humana, la cual es lo sul le lente-inen-
le "científica" según los estándares del siglo XX. Si e.sto es una luncion legitima y si el psico;ina-
lisis la llena de manera adecuada son cuestiones ele debate.

9untas (Je estuci i

S'SlSZlS-'
P'ucoanaliüca!' principales de la 'perspecti- 2. objeciones
p.sicoanalítica? se han hecho contra la perspecin a
FREUD
psLcoandiisLs clásico

inopsis del capítulo


El psicoanálisis clásico Mecanismos de defensa
Sublimación
Introducción: Un resumen de la teoría Medición de las defensas
de Freud
Desarrollo de la personalidad
El inconsciente Las cinco foses psicosexuales
Determinismo psíquico
Niveles de lo conciencia Tratamiento psicoanalítico
Efectos de lo motivación inconsciente Técnicas de terapia psicoanalítico
Origen y naturaleza del inconsciente Lo controversia sobre la memoria
recuperada
Estructuras de la personalidad
El ello
Psicoanálisis y los métodos
El yo de la ciencia
El superyó Los experimentos de Silvermon
Cognición inconsciente
Conflicto intrapsíquico
Hipótesis de lo energía Resumen
Ansiedad
32 * Capítulo 2 FREUD: El psicoanálisis clásico

©grafía de Sigmund Freud


SICMIINI) I Ui;i II)
Sigmund Freud nació en 1856 dentro de una familia judía
en la predominantemente católica ciudad de Freiberg, Mo-
ravia (entonces parte del imperio austrohúngaro pero ahoni
parte de la República Checa). A la edad de cuatro años su
familia se mudó a Viena, que siguió siendo su hogar casi
hasta su muerte.
Freud fue uno de diez hijos, incluidos los dos medios
hermanos del primer matrimonio de su padre. Su papá se
volvió a casar a la edad de 40 años y su joven esposa dio a
luz a ocho niños. Sigmund fue el mayor y, por lo que .se sa
be, el favorito de su madre. Ella esperaba que él fuera gran
dioso, le daba la única lámpara de aceite de la casa y no
f>ermitía que su hermana lo molestara con el piano, mien
tras él estaba estudiando. Su papá, un comerciante en lana,
no muy exitoso, fue una figura de autoridad y rígida dentro
de la familia
Freud estudió medicina en la Universidad de Viena; se especializó en neurología. Intento .ser
catedrático y publicó cinco estudios de investigación a la edad de 26 año.s. A la luz ile lo (|in.'.se
na mas tarde su teoría, conocida por .su énfa.si.s sobre el sexo, una intere.sante nota bi.sioric .i di
ce que en unos apuntes de su investigación neurológica inloriiK) el de.stubriniii.'nio ile las
gónadasde una anguila. Estudió las propiedades ane.stésicas de la cocaína; casi perdi() la fama
por poco margen, pues un colega había publicado en esta área antes cpie él. De manera .x-iilis-
la, sin embargo, la medicina académica no pagaba bien y la di.scriminación en contra de- los ju
díos hacía improbable que él lograra um alui posición como la cjue de.seaba. Por lanío. I reud
tomó el con-sejode un profe.sor, se dedicó a la práctica privada como neurólogo clínico y pron
to pudo casarse con su prometida de cuatro años atrás, Martha Bernays. l,a unión produjo seis
niños, incluida su hija Ana, quien siguió los pa.sos de su padre como [)sicoa na lista.
En su práctica, Freud vio una variedad de pacientes psiciuiátricos, incluidos muchos diagnos
ticados como histéricos, un tra.storno psicológico que produce síntomas físicos sin daño físico
corporal. Durante su larga carrera, Freud desarrolló nuevas formas de pensar acerc;i tk- i'str)s
trastornos, formulando a.sí la teoría del psicoanálisis. Su reputación reba.só los confiiu-s de Vie
na. Fue bien recibido en E,stados Unidos, en e.special después de .su serie de conlerencias en la
Universidad de Clark, Massachusetls, en 1909. Su teoría fue controvertida debido ;i su én!;i.si.s
sobre la sexualidad infantil. Fue también criticada como una ciencia judía, porcpie trataba trastor
nos psiquiátricos que entonces se pensaba afectaban en particular a los judíos. Sin lug;ir :i dud;is. el
antisemitismo de su sociedad influyó en gran medida en Freud y sus pacientes (11. P. blum,
1991). Los nazis quemaron los trabajos de Freud y de otros en 19.5.5, como parte de sus ata(|u<,'.s
en contra de los intelectuales judíos(incluido Einstein), y en repetidas ocasiones atacaron su ca
sa en Viena en los años anteriores a la Segunda Cluerra Mundial. La .salud de Freud (,'staba de
cayendo en este tiempo; tenía cáncer en la boca, agravado por su adicción a los puros.
Finalmente, en 1938 huyó de Viena, a la edad de 82 año.s, y se fue a Londres, donde murit) en
19.59.
Introducción: Un resumen de la teoría de Freud • 35

¿I ps I cOa n a Iá c o

l'rohaliiiMiK'nli' ninguna luoría cío la porsonalidacl ha sido tan anipliamonte conocida o tan con-
trovvrsial como la propuesta por Sigmund i'rcud. I'rcud com[xin)su teoría con las ideas de Cu-
pérnico,(|uien sostenía (|ue los lium;inos no viven cal c*l cvntro del universo, y ele narvvin, cjuien
clesech(') la idea de c|ue los humanos l'ue.sen una es|iecie creada jior .separado. Li humanidad lite
aiin m:i.s humillada por la aseveracicm de l Yeiicl (l92S/19áS, ¡i. S) ciue dice c|ue la rax.cín no go
bierna el comportamiento, líl pro¡iuso cgie las fuerzas psicokígicas incon.scientes afectan en forma
poclero.sa al [len.samiento humano y al comiiodamiento. listas fuer/ais .se originan en las emocio-
tic-s de la niiiez y contim'ian su innuencia durante tocia la vicia. I'reuci reiire.sentcí a los humanos
como seres movidos por sus impulsos c|ue "en sí mismos no .son buenos ni malos" (¡i. 21.^). pe
ro c|ue tienen ambas cla.ses de efectos, listas fuerzas alimentan los logros ¡lositivos de la cultura
pero lambicMi llevan a la guerra, al crimen, a la enfermedad mental y a otras miserias. 1.a teoría
|isicoanalítica ha transformado nuestro entendimiento del .sexo y de la agresicín y ha llevado
a la gente de la era iio.sfreudiana a nunca confiaren realidad en su experiencia con.sciente.

Introducción: Un resumen de la teoría de Freud

Li teoría de freud tiene implicaciones [lara las principales preguntas teóricas, tal como se pre-
.sentan en la tabla 2.1.

Tabla Introducción o lo teoría de Freud

llilc-rencias individuales la gente difiere en sus mecani.smos de defen.sa del yo. los cua-
Ic-s controlan la expresií'm de las fuerzas primitivas en la perso
nalidad.

Adaptaciim y ajuste Li salud menl:il involucra la cajiacidad de amar y de- trabajar. fl


psicoanálisis proporciona un método para superar el conllictí)
psicolcígico incon.sciente.
I'n )ce.s()s c()gn< tscitive ).s No.se puede confiaren la experiencia con.sciente con freiiieniia
ik-bkio a las distorsiones proilucitlas por los iiuxanismos di' de-
íénsa incon.scienies.

Sociedad ■follas las .soi iedades tratan con los conllictos humanos universa-
k's y llevan a la represión di- los tle.seos iniliviikuiles. la religión
trailicional es pue.sta a prueba como un mecanismo de deíen.sa
compartiiio.
Inlluencias biolíígicas 1.a rnotivaciíín .sexual es la base ile la personalitlaif fas dileren-
cias en la heri-m ia |iui'ik'n inlluir i'ti i'l nivel ik-l impul.so .si'xual
(libido) y i'ii los íiaiómenos lak-s como la liomo.sexu.ilidatf
1 X'sarn illo del niño fa experii-ncia en los priimaos ailos es critica para la lormai ion
de la personaliilad. fos conllii los psii-o.si'xuak-s orak-s. anales y
fálleos (eihpicos) son ci'ntrales
De.sarrollo del adulto 1.a [lersonalitlail lululla c:imbia muy poco.
36 * Capítulo 2 FREUD: El psiccxináíísis clásico
El inconsciente

Cuando se le pregunta a la gente f>or qué hizo algo, por lo regiilur puede eonu-siur sin nuieha
dificultad.¿Porqué decidió leer este capítulo? ¿Por qué decidió e.studiar psicología? Aum pie. co
mo mucha gente, usted pudiera pensar que conoce las respue.stas a estas |>regiintas y a imichas
otras, Freud sugirió que los determinantes más importantes del coniporlainientí > n« > i stá n dispo
nibles para nuestro pensamiento consciente. Si esto es cierto para las clecisic >nes riitinaria.s de la
vida,es todavía más cierto para los trastornos psicológicos, tales como los <|ue moti\ an a la gen
te a buscar ayuda profesional.

Determinismo psíquico
Al principio, Freud como los psiquiatras de hoy. buscó las causas físicas de los trastornos psi
quiátricos. Como neurólogo,sabía que un daño en el cerebro y las neuronas podna ca.isar tiue
los individuos se comportaran de formas extrañas, incluyendo los sintotnas I tsict ,.s c(.nu, la jx-r-
dida de la sensación (anestesia)o la perdida de movilidad (partilisis) y los sínt.>nu.s eme ,e.< males
como la ansiedad y la depresión. Para algunos pacientes, sin embargo, no .se pod.an encon-
las causas fls¡¿s. Los colegas de Freud pensaron que .ales pacien.e., r-s,airan s.ou.InnrU.
opreparando
Rugiendo sus síntouus.
el camino paraUsolro
fuerzas ex.emas
enfotiiie a la corriente
psicodinamico principal ríe L. ,n.al,r-,,e, es a^^^^
(l-.llenberger,
populares uaurron los trastornos físicos y psicológicos ntedtante la c„l,.ct.<-,..tr <k las „
mediante el "magnetismo animar. Algunos psiquiatras franceses trataron a ^
hipnosis, aunque la principal corriente mti-dica lo considero como'"i'" Po' v t í
un hospital de Paris donde Freud estudu. durante cuatrr, n.eses entre V ■i ^ ;
jean Martín Charco, demostrar que los síntomas psiqu,átr,co.s ..ochan "
hipnosis. Más tarde,se impresionrS por el descubrimiento de JrrseJ tireur r u" r F
que tritjo a la memoria rccuetdos tempranos durante un trance htpnouco se .tltvto sus
nías cuando el trance leiminó. . ■ . ,
Estas evidencias sobre la hipnosis hicieron que Freud cambiara el ni<.delo purmm
de los trastornos psiquiátricos a la psiquiatría "dinámica" (,>.s>c»log.ca) l.lk nlx ge
Freud se convenció de que las fuer/as inconscientes tenían el poder de inlluir.n c U( niix>ri.
nriento. una suposidónlmada dctcrmini-smo psíquico. Hl término .se- reí.ere- a U
«"posición cíenrifica fundamental de la ley de causa y efecto. Hl concepto ck-l cknernumsuu. ps.-
quico permite que los factores psicológicos.sean las causas. _
Al principio, Freud Í1895/I966b) trató de entender cómo los faciore.s psK|UKos, tales cc
ios eventos iraumáücos producían cambios físicos en el sistema nerviosc,. I or etempio. po.siiilo
que la ansiedad de un encuentro sexual traumático podría, al modilicar las conexiones de- .sis-
lema nervioso, producir los síntomas de ansiedad más tarde. Hrcnid se dio cuenta de <|iie el iiii-
eroscopio no sería una herramienta de investigación apnipiada para su leona. Los m-urologos
no sabían dónde buscar después de tocio, estos cambios eran ixir mucho mas .suiiles c|iic- l.is
toscas lesiones con las que generalmente trataban. Así <,uc Freud se dirigió a métodos menos
directos de invesügación a través del análisis del material clínico M método clínico es bien
aceptado dentro de la neurología, donde con frecuencia se diagnostica el daño nervioso con
base en los síntomas del comportamiento, tales como la parálisis y el dolor, en lugar de l c-x:i-
men físico de las neuronas.
Conforme su teoría se desarrollaba, Freud se fue alejando de la neurología, la cual tiese ansa
sobre un modelo físico del comporumiento humano, y fundó una nueva ciencia, basada i-n las
cau.sas mentales (Siilioway, 1979). Llamó a esui nueva ciencia psicoanálisis Id psicoanálisis
presta e,sirecha atención al contenido del pon.samienlo en lugar de a las neuronas <|ue lo hacen
posible..Si un neurólogo orientado fisiológicaincnie pudiera .ser imaginado como siguiendo el ras
tro neural,entonces el practicante de! psicoanálisis podría |X'n.sarse como el <|iie sigue- el r.isiro
El inconsciente • 37

ik' las itliMs. (ionio lYonci ciosciihric), iiuicho del pcnsaniicnlo está esconciiclo, aun para el cjue
lo esi;i pi-nsaniio.

Niveles de la eoiieiencia

Algunos lie mii siros |iensaniientos se eonoeen con raeilidatl y pudiera ser que eso es todo lo
que hay en nuestra mente, l'reud vio los límites de este enfoque, "l.o que está en su mente no
i-s iiléntii'o a aqui-lio de lo i|ue usted está consciente;(|ue algo esté pasando por su mente y que
lo e.scuchi- son ilos cosas iliferentes"(S. 1-reud, 192S/l9s8, p. 8).
I'reuil [lostulo tres niwk's tle la conciencia y com|iarií la mente con un iceberg que Ilota so-
tin- i'l ;igua.(ionio ésti-, .sólo una |iequeñ;i (xirte de la mente se puede ver en realidad: la men
tí' consciente. Asi l omo en l:i superficie ilel agua, a veces visible y a veces sumergitlo, está la
mi'titi' preconsciente.(ionio un iceberg, grandes peligros yacen en lo que no .se ve. Por últi
mo, e.xisti- un;i gran nxisa —que es la mayor parte de la mente— que está e.scondida, como la
masii ik- un iceberg que se i-ncuentra Ixijo el agua: la mente inconsciente.

HL(i(1N.S(illiNlli

lil nivi'l consi irnli- se refii-re a las e.xperiencias de las cuales la persona .se da cuenta, incluyen
do los n-cui-rdos y acciones intencionales. Li conciencia funciona de manera realista, según las
reghis di'l i'.sp;icio y ilel tiempo. Nos percatamos de la conciencia y la aceptamos como noso
tros; nos iik'ntific;imo.s con ella.

El PRlitiONStilliN Tli

Algo ilel ni;iteri;il del cu;il no nos percatamos en un momento dado puede ser traído con rapi
dez a nuestni ;itención; este materi;il recibe el nombre í\cpreconociente. Incluye la información
en l;i que no .se está pen.sando en e.se momento, pero que puede .ser recordada, si es nece.sario;
por ejemplo, el nombre de .soltera de su nuidre. l-il contenido del preconsciente no es en princi-
[lio distinto del con.sciente. Los pensamientos se mueven con rapidez de uno al otro.

El INCON.SCtl'Nfli

i:i tercer nivel tle la conciencia es diferente. .Su contenitlo no se mueve rá|iidamente hacia la
conciencia, fá iiiconscnotle se refiere a los proce.sos mentales de los cuales la persona no se da
cuenta, l al m:iteri:il ¡lermaneceen el inconsciente, ya que hacerlo con.sciente |iroduciría mucha
ansiechiil. .Se dice que este materi;il .se encuentra reprímido-, esto es, que .se resiste a volverse
con.sciente.
Pntre los contenidos del inconsciente están los recuerdos traumáticos olvidados y los deseos
ni'g;idos. l in niiio (|ue ha sufriilo de abuso .sexual, por ejemplo, con frecuencia reprimirá este
recuerilo. ;il tener ;imnesia ile este terrible suceso. l-Lste olviilo ¡irotege a la víctima de la ansie-
ilail que acompaiiana el recuerdo tle las exiieriencias traumáticas. Los de.seos también pueden
caus;ir imsiedad si nos avergonzamos de lo cjue deseamos. Por ejemiilo, un niiio pudiera de.sear
(|ue su hermano pequerio muriera, tle nuineni que no hubiera com[ietencia por el amor de los
l):ulres. ILste deseo es rechaz;itlo por la conciencia como horrentio y malo, así t|ue es reprimido.
Los freutli;mo.s los llaman tle.setis negados ya que neg;imo.s tenerlos, lil incon.sciente .se \'ue!ve, en
efecto, el montcín tle b;i.sur;i que l;i concienci;i tir;i. lis emocioixilmente molesto y menos ci\ ili-
z;nlo (jue l;i conciencia.
38 * Capítulo 2 FREUD: El psicoanálisis clásico

Efectos de la motivación inconsciente

El comportamiento está determinado por la combinación de las liier/:is conscientes i' incons
cientes. Éstas pueden actuar de forma sutil de modo c|iie las acciones de la jiersona ¡):ire/.can
comprensibles y racionales, como si la conciencia por sí .sola determinara el comi)<»rtaniiento.
De manera alternativa, las fuerzíts inconscientes pueden interferir con las intenciones consc ien-
tes. Este conflicto produce pensamientos y comportamientos irracionales, l-.l inti-res parti». iilar
de Freud, como clínico, estaba en los casos en c]ue las fuerzas del consciente y cU-l inc < )nst ien-
te estuvieran en conflicto.

Síntomas físicos
Muchos de los pacientes de Freud tenían síntomas físicos c|ue no podían .itribuir.sc .i nini.,iina
causa orgánica. Influido por su estudio de la hipnosis con C.harcot. I rt ud argiimi nto cur ()s c a
sos de histeria de conversión repre.sentan el impacto de las fuer/..is inconsc it ntt s s( > -)rc c
cuerpo y que producen los síntomas físicos de parálisis, mutismo,.sordera, ceguc-ra. t.cs u otr.>s
trastornos parecidos a las enfermedades físicas, pero que ocurren en cuerpc,s í,.s,ca.,K-ntc- n<.ríña
les y sin daño (Breuer y Freud, 1925/1955). liste diagnó.stico es menos común c-n la a. tu.didad
(M. M.Jones, 1980), y su aparición está influida por las creencias acerca de l.i enlerined.ul.(|i c
varían a lo largo del tiempo y segim la cultura íl abrega, 1990). . . .
Un ejemplo visible de histeria de conversión es la anestesia en ^nante. l-.n este- ""-storno t n
paciente no tiene sen.sación física del tacto o dolor en la mano en el
ha. La sensación sobre el brazo arriba de la muñeca es norma . o cxi.s c i ' iK-r\ ios is
ñas que,.si estuvieran dañadas, pcjdnan
'
I producir cí»l ir-isiorno
c. ,yva íiue acuellasfi,.i inu.pr
t i-lul.is lyilosas
ni-r\ i oor
. u:Ar-i oror'f'in l'i sí'nsacion en pane cicm anK*nra/x) pc>i
responsables de la .sensación del los dedos tamihén sirvc-n para otras par-
amba de la muñeca, y aquellas neuronas que' '. ^sí cpie, q.or (|ué ocurre c-n al
tes del brazo. U anestc.sia en guante es impoM^^^^^^^ en'guante es producida por las fuerzas
gunos pacientes? Freud so.stuvo que una unidad y ck-1 brazo como otra;
^■cologicas. Un paciente pien.sa acerca de la n^ neurolc'.gicamente). Una pc-rsona ,,ik- sufre
unidades p.sicológicas (sin embargo, '"«.ntiro hacír podría .sentirse impul.sacLi por e.s-
de mucha ansiedad acerca de cuál mano puede se ' 1
ta razón psicológica a tener una anestesia en guante corno síntoma

Hipnosis
En la hipno.sis, un individuo (el sujeto) experimenta un estado altamente sugestionable-, lia lita
do trance, en el cual las sugerencias de un hipnotista influyen en " V iré
rimenta o recuerda. El hipnotista puede sugerir que el brazo del su.eto se ev inte e-n e-1 a a
^tiiomáticamente, y el sujeto intentaría hacerlo, o ciue el sujeto luera incapaz de hae e-r algo e,ue
por lo regular es ficil de hacer, como doblar el brazo. Uts sugestiones puede-n tainh.e-n alte
as percepciones, lo cual causa que los sujetos vean cosas que no están aln, o vie e-ve-rsa. o
sentir dolor. En la mente popular, la hipnosis pueele ser empleada para lorzar a las perse.nas a
hacer lo que de otra manera no harían, incluyendo actos criminales <. sexuales. I)t- 'H-clto. la
evidencia de la investigación no apoya e.stas a.severaciones (Cjib.son, 1 y-) ), itero a travc s c c a sn
fiestión poshipnólica, en la cual el hipnotista sugiere una acción en particular o c-xpc-i R-ncia
(sen.sación) que ocurrirá cuando el trance hipnótico termine, pueden ocurrir benc-licios tera
péuticos. Por ejemplo, el hipnotista pudiera sugerir que un sujeto sienta una .sensacu >n «.le asi ixia
cuando fume un cigarro; después del trance, el sujeto experimentará la sensación ck- así ixia. h;i-
ciendo de la hipnosis una manera de dejar el cigarro (Spanos y otros, 1992-199.5). L;i hipnosis es
empleada también para tratar la ansiedad, el asma, las enlermedades de la pit 1 (psc .ria.si.s \ v«. ITU-
El inconsciente • 39

j;as). n;iiist.'a. liuiiniia y anort'Xia nerv iosa, así como otras enlenneciacies(I'rankel, 1987)..Se emplea
para proporeionar alivio a los cioiores cíe eabe/a y a otros tijios ele cU)lor (Bovvers, 199i; Kralt.
1992; Patter.son v otros. IW2; Primavera y K;ii.ser. 1992: \'an cler Doesy Van Dyck. 1989). lai hip
nosis si- lanplea también p;ini recliieir el tiempe) ele hospitali/aieión después de una cirugía
(Uhmklield. 1991 ). Pn ri'sumen. la inve.stig;ición conlirma c|ue la adición de la hipnosis a otras
lormiis ik- ti-nipia. la psicotlin;imica y la terajiia cognitivo-conductual, mejora los resultados del
tratamiento (Kirsch y l.ynn. 199S; Kirsch. Montgomer>' y .Sapirsiein. 19*^^).
I!st;is ter.ipi;is p;irecen ;itestiguar l:i capacidad de la hipnosis para dirigir el poder del incons
ciente h;ici;i pn>pi'>sitos de ;iyiKla. pero la hipntxsis continúa siendo un lentimeno ctrntroversial.
De acuerdo con Prnest I lilg;ird (I9~"(). IW i). la hiimosis es un estado ele hi conciencia tiue e.stá
ilis(K Í;ido lie l;i experiiMici;! normal. Psto es, la conciencia está diviilitla en dos(o más) partes
simuliániMs y una Ixirreni laitre ellas protiuce amnesia,(lomo resultado ile e.sta barrera, una
pane —-ki que expri'.sa un;i sugestiiín hipni')tic;i— por e|empk>. no recordará lo ciue pa.st) cuando
la |X'rson;i estalxi en otro estailo de conciencia, la parte i|ue recibió la sugestión tiel hipnotista
(Kirsch y l.ynn. IW8).
()lros h;m cue.stion;ido la teorki ile l;i neodi.sociaciiín tic 1 lilgard (el. Kirsch y l.ynn. 1998; Or
ne. 19S9. 1971; .si;iva y .killá. 1988). argumentando que los factores sociales como la expecta-
ciiín ilebi'ii .ser consiileniilos para enti'iiiler la hipnosis y otros estados ili.sociativos tales tomo
el tristorno ik- per.son;iliil;iil múltiple (.Spanos. P»i). Pos sujetos hi|>noti/ados a menudo .se
comport;m ile m;miT;i simihir a la gente que no lo e.stá. [K'ro .se les ha in.stniido a actuar tomo
si lo esiuvierm. P.ste halki/go cuantío menos incrementa la pt).sibilitlatl tie cjue la hipnosis i>u-
tliera ser sim|ilemente un p;i|>el bien ;ictuatlo y no un est;itk) sejiarado de la concientia.
I.;is oitthis cerebniles y otras metliciones fisiciltígicas no son dilerentes bajo la hipnosis cjut
en una conciencia normal (Silverstein. 199.'^). Muchos de los lentanenos reportados bajo hii')rio
sis |'>uilier;m .ser re.sult;itlo tiel tieseo tIe cumplir con kis peticiones tiel hipnoti.sta (Ornt. I
19"^); Sp;mo.s y otros. bW.'O. Pos re|X)rte.s tIe las exix'riencias tIe k>s .sujetos hipntXixados put
tien result;ir tIe la sugestiiín. se.sg;mtlo sus reportes conlorme lo tleiiKintlaba la situatión. I or
ejemplo, cuantío los investigailores hipnotizaron a sujetos experimentales y les dieron una su
gestiiHi hipniítica tIe sortiera. los sujetos juzgaron los tonos autlitivos menos Inertes t|Ut
lio ellos no est;iban hipnotizatlos. Pn un en.sayt)sub.secuente. cuando no estaban hipnotizat t)S.
la tlechiriciiMi tiel ex|X'riment;idor tIe que ellos habúin sitio puestt>s en hipnosis tambit n Ikvo
a los sujetos a juzgar los .sonitlos conu) menos Inertes, aun cuantío ellos no habían sitio hii>no
tiziitlos t'iKiiulo e.scucharon la suge.stion t)cuantío e.scucharon el ttvno que e.staban juzgantkí. Pos
sujetos control sin la sugestitín tIe la hipnosis juzgaron los .sonitlos como más Inertes. Si tstaban
conecttitlos ;i un aparato tIe tubo lal.so. t|ue .supuestamente servía como una cla.se tIe tkttttor
tIe mentinis jxira intlicar al experimentatlor lo t|ue en realidatl experínx*ntaban. los sujetos cam
bi;iban su historia y re[rort;iban los ttrnos con más precisitin (Perlini. I laley y Butzel. IW8). Di
inve.stig;ici(')n tal y como e.stá claramente muestra que los re|x>nes hipniíticos .son inlluitlos ¡xir
Pi sugestiiSn y tjue los sujetos hipnotizatlos corrigen sus reportes para aju.star.se a lo tjue tilos
creen que se es[X'ra tIe ellos. Clontrario a lo t|ue mucha gente, incluso muchos p.sicotera|XHiias
creen, los recuertlos obtenitlos de manera hipntítica .son con Irecuencia impreci.sos y no ts ptv
sible estar .st'guro tIe cuántio .son preci.sos y cuántio no(Kihlstrom. I99 i. I99S; PintLsay y Ktad.
IWS; l.ynn y otrt>s, 1997; Nash, 1987; Steblay y Btxhwell. B»i; Yapkt>. IW i)

PSICDSIS

l ina forma extrem;i tIe tra.stornt> mental es tienominada/w/casK. Pos |i.sicotict>s piertien el tontat-
lo con la re;ilitlatl y experimentan el inconsciente tIe una manera pura a través tie aliu uuu iones,
ven y e.st"uch;m ctxsas t|ue no están presentes en realitlatl. Li irracionaliilatl tiel comport;imientt>
psictítico rellej;i la irracionalitPitl .suby;icente tiel inconsciente.
* Copílulo 2 FREUD: El psicoanálisis clásico
Sueños

Freud apreciaba los sueños como "la manera más fácil y scgiini pani llegar al ini «>n-si-i<.-nu' lai
la vida de vigilia, las fuerzas del consciente restringen de manera ptKlerosa las f iiiTz;is in;K e|>-
tables del inconsciente. Durante el sueño, las fuerzas represoras de la eoneieiu ia se n-lajan y el
inconsciente amenaza con irrumpir en la conciencia. 1-I.sio dis|>arj la an.sieda<l. lo cual aini-naza
con desjjertar al que duerme. El dormir es protegido mediante el disfraz ilel inconscii-iiie que
aminora la amenaza a través de la forma .simbólica en el sueño.
Por lo general, el sueño disfraza el cumplimiento de un deseo repritiiido (S l-reiicl.
1900/15)53). Considere el sueño de un joven:

Estaba en la playa con mi novia y otros amigos. J labi'umos esiudo nadaiicU > y csiál )a-
mos.senlüdo.s en la playa. Mi novia tenía miedo de perder su libro ile Ixá.silli > y m- luaii-
tuvodiciendo que estaba .segura de í|ue lo perdería en la playa.(Uall. pp. s7-SK,)

El sueño tecordado (aquí, la historia de la playa y del libro de IkjIsíIIo) .si- ck-signn como el
contenido manifiesto del sueño. La inlerpretaciáu delsueño es el prtKc.so ck- inferir los de
seos inconscientes di.sfrazíidos en el sueño. Su significado escondido, revi-hulo por ki interpre
tación de los símixtlos del sueño, -se denomina contenido latente del sueño. 1 in libro de
bolsillo es un símbolo freudiano de los genitale.s femeninos, así(|ue el sueño siinl>oliz;i c-l deseo
del soñador de que su novia perdiera su virginidad en la playa, bi interprelacií ui tlel sm-ño es
como un dc-codificador. El proceso de codificación, el ctial ha |)roclucido el sueño, se Ihiiua tra-
hajo delsueño. Las ideas.son e.xpresadas mediante símiíolos, de manera (|ue puc-den ser visua
lizadas. Una gran cantidad de material es con frecuencia condensada en una lornia tnás breve.
Las ideas problemáticas son desplazadas de sus objetos originales para ch.sfnizar las ide as <|ue
producirían un conflicto (S. Ereud, 1935/196.3a, pp- 86-H7).
Mientras que la teona de Freud sugiere que los .sueños responden a los eventos ck- la vida,
no lo hacen de una manera clara y obvia. Los sueños reportados por la gente c|ik- h;. c-.xpc-n-
mentado eventos traumáticos no revelan el tipo real del trauma (Brenne.s, l«/;7). Con c-l lin de
entender el significado cmtxrional de los sueños,es ncce.sar¡o seguir las asociaciones ck-1 sona
dor para ver hacia dónde lo llevan. Freud. por ejemplo, le pidii', a una mu|er esiadounidense
qne le había escrilo una carui acerca de un .sueño problemático, que k- cl.,esc- cual era c-l signi
ficado del nombre "Mildred Dowl". En el sueño, la pareja romántica de la mu|er k- había envia
do una cruel nota diciéndole que .se había casado con una señorita Mildred Dowl yquec-ILKen
el sueño)se había apuñalado a sí misma en la dese-spcración. Como l-reuci dijo, sin c-l conoei-
mientodel origen del nombre,sólo era posible una inlerprctacicin limitada del suen<.(Ik-níatnin
y Dixon, 1996).
Los investigadores confirman que los .sueños contienen mucha eniocion (Mcrrii. Siickgold,
Pace-Schott, Williams y Uol>son, 1994). La gente cuyas pruelxis de personalidad indic;in cjue
son represores reporta sueños con niveles relativamente altos de agresión, lo cual iipoya la
'"krpretación de que los sueños expresan lo (|uc es reprimicki en la vida consciente- (Ik íl y
1998). Los investígadores han encontrado también (|ue algunas pc-rsonus puc-ck-n c-star c< ins
cientes de que están soñando aun mientras el sueno continúa y (gie pueck-n iníluir i-n c-l curso
del sueño, un fenómeno llamado sueño lúcido (Kahan y Ulk-rge. 1994 )- Las alic-rnativas al
modelo de la interpretación del sueño de Ereud han sido dc.sarrolladas por Cari lung ( wase c-l
capítulo 3) y otros(por ejemplo, Blagrove, 199.3; llermans, 1987). l'na sugc-rc-nci;i i-s ciuc los
sueños funcionan para promover las relaciones de apego(acerca ck- las cuales habLiremos más
en el capítulo 6); por ejemplo al promover relaciones madre e hijo y unitín de- |>;irc-ja .sexual
(Zborowski y McNamara, 1998). l-'uera del psicoanálisis, mientras <)ue algunos nc-urocieniíficos
iníluyentes niegan que los sueños tengan algún .significado (Crick y Mitchi.son, I9H()), otros psi
cólogos han propuesto mcxielcjs para entender los sueños que giran .si >bre la les iría c< igm iscitiva
mtiderna y que incrementan el entendimiento de la neurología (Antrobu.s, 1991; Cicogua. Cava-
El inconsciente • 41

IUto y HosiiH-lli. I Wl; I lohson. 19SS; i loiison y Stickjíoki, 199 Í). Sin einharjío. a pesar de estos
ili'sarroiios. l'ri'iKl es jtenerainienle eonoeido como el teórico c|iie llevó los sueños al dominio
ríe la in\i'sii_yat'it')n ciiaitífica.
Lis eanu iiTisticas del trahajt) del sueño(|ue l-reud describió)(condensación, desplazamiento,
simbolismo, i-li .). representan el luncionamientt) del inconsciente de numera más líeneral.
l Yeuil enieiulio no nada más los sueños y la psicosis,sino los asixvios del com|X)namiento nornuil
lU- tollos los ilí.is como resultailo ile una motivaciim incon.scienle.

b\ I'SK.OI'AIDI.IXÜA di; L\ VIDA COTIDIANA

l'ri'uil ilescribio i'l impacto ilel inconscienie en una amplia varietlatl de comportamientos ile la
líi-nii- normal. Oenomini) a tales feni'imenos. en alemán. l-\>blU'istuny,eii, lo cual podria ser tra-
iluciilo. lie ai'ui-rdo con .Str.ichey t.S. lYeuil. l^VbXitja. p. i'i). como "actos lallidos" o "lunciones
lalliilas". Li ili'saTortunatía trailuccion par.i este concepto es una palabra inventada, parapra-
xias .\1;is coiminmenie. la tiente se refiere a ellas como actos fallidos frcudianos o "la ¡usico-
patolojíia lie la viila cotiiliana
l no ili- los actos lalliilos freuilianos más comunes es el relato inexacto, o lapsus Hngucw. Por
eji'm|)lo, al irse ile una fiesta aburriila. uno |)ixlría decir, "estoy tan contento nue tenjjo que ir
me ya ", inientanilo ilecir. "lo siento, me lenj^o que ir ya". H1 incon.sciente dice la verdad, care
ciendo ilel taclo lie la conciencia, l.os errores de memoria .son otra clase de acto lallido
Iretiiliano; |)or ejemplo, olvitlar el cumpleaños tle un pariente no muy t|uerido. Otros actos la-
lliilos freuilianos incluyen los errores al e.scuchar. perder o dejar luera de su lugar las cosas y los
errores ile acci(')n. Alfreil Stieglitz. en l^.'Ss. e.scribió varias cartas a su esposa. Cieorgia O Keelle.
y a su amante. Dorothy Norman, pero coloci)cada carta en el sobre equiviK'ado de manera que
su espo.sa recibía la carta que era i)ara .su amante (Lisie. 1980. j). 227)..¡Pra éste un simple error,
o incon.scienlemente .Siieglitz i|uería confrontar a su espo.sa con su otra relación? lales atciden-
ti*s". par.i un fnniiliano. no son casuales sino(|ue .son motivatlos por los ile.seos inconscientes. Ll
ileti-rminismo p.síi|uico nos hace estrictamente re.s[)onsable.s por toilas nuestras acciones.

Humor

l-reuil( I91()< lO.'^tib) ile.scribió el humor como una expresión segura de un conllicto reprimido,
ili'rix anilo placi'r |)or la liberación ile la tensiiMi a través de un chiste. Nos reimos de chistes si
expresan temas o conllictos que .son importantes de manera incon.sciente. pero que de manera
conscienii' son inaivjMables (véa.se Ruch y llehl, 1988. para evidencia contraria). Im lanátiio.
¡X)r eji-mplo, encontrará ¡)anicularmente entretenidos los chi.sies raciales, l-reud dió muihos
i-jemplos lie chi.sies en .sus e.scritos. l'no que .sobrevive a la trailuccion ilel alemán al inglés i-s el
siguii-nie:

Dos juilio.s SI- i-iK'iii-ntran i-n i-l baño público ilcl vcciiiilario. 'V.Ya lomaslc un l)año? .
pregunta uno ile ellos. "^;i!i')mo:''", pregunta el otro. "/;aca.so taita alguno.-'" (.S. t-reuil.
l')t(), t'Xv^t), p. ¡y.)

(iomo un sui-ño. el chiste es terso. 'Tanto los sueños como el humor con Irecuencia uliliztin
la téi nica ile la condensación,en los cuales ilos o más imágenes .se combinan para lonnar una
imagi'n i|ue unifica los signifii'ailos y los impulsos de ambos. l-;l humor ile e.ste chiste .se logrti
meilianii- i-l ilobli- signifii ailo ili- la palabra lomar, proporcionanilo una manera de expri-.sar la
actiiuil(o impulso) antisemita de ijue los judíos .son rateros, en lugar ile limpios. IX'bido a i|Ui'
el anii.si-mitismo i's inilirecto y ilisfrazailo, i-l chiste puetle .ser aci'ptable para aqui'llos i|ue no
confesarían con.si ienlemente .sentir el anli.semilismo. Hoberi Wyer y James tlollins( 1992) criti
can 1-1 análisis de l-reud como in.soslenible. ya que existen muchas cosas(|ue considi-ramos co-
42 • Capítulo 2 FREUD: El psicoanálisis clásico
mo chistosas sin una irrazonablemente larga lista ele emociones refiriniiclas. (l-.llos ¡presentan
una extensa teoría del humor que incluye conceptos de la investigacicm cognoseiiiva.)
El maestro del humor, Charlie Chaplin, expresó una opinión consistente con el eniot|iie ¡isi-
coanalítico de que lo irracional es la clave del humor;

A travc-s del humor, vemos en lo que parece nicional, lo irniclonai; lo <|iie pari-ii- iiii-
portanle,sin importancia. Esto... pre.serva nuestra .salud. Debido al lium< >r est.mu >s nu -
nos abrumados por las vicisitudes de la vida. Activa nuestrí > .sentidc > de la pr< )jk irc ion y nt >s
revela que en una exageración de lo .serio acecha lo ahsiirdc> (19í> l. pp- I -i I i >•

Segtín la nota, debemos estar contentos de t|ue el incon.sciente, kr irrat ional. .se a jiartc ck la t x
periencia de todos nosotros y no sólo de los pacientes psic|uiatricos.

Pruebas proyectivas
FInalmeme, lamo los clínicos como los invcsllsaclorcs hiiscan un inóloílo |>ara r. "■lar e l iniilc-
rial Inconscieme cuando asi lo soliciten, de manen, <|ue puedan d,apm,sucar a J
probar las hipótesis psicoanaliticas. Para este propósito, han desarrollado las pruebas proyec
Uvas. Entre as pruebas proyecrivas más ampliamente ttttltaadas la praettea r .. . i . st^ n .1
pnteba de tnancL de tlnu, de Uonschach y la pmeba de aperce|Xton , .ñ.;
1996). u ntayona de las pmebas (no proyecUva.,) rc-albat, preíitinla.s e.xplt. .tas I >r ,c n I , una
prueba puede
yectiva presenmprcRumar
aúllente"¿Sesicnle
o al suletofeliz
en laestttdlo
mayorunpane del tiem|>or
estímulo a, l:n emir.,Me . nn.t i>rue ta.i |> e
ünta o una fotografía, y le da mínimas in.striicooncs para^ .s,qM,.sici<->n c-s que las
".ancha de üntar Xuénteme una hiMom^^^^ Ine-onse te-nte..
respuestas en tales condiciones mi ' persona podría decir, en una prueba no proyc-etiva.
esconocidoaun por el que responc • ^ incluso hacer una bi.sioria st)bre la fotografía cjue
que el o ella es feliz la mayor parte del ' historias más felices ck- la tnistna fotografía,
descnba tristeza y dolor. Si n'irraclorcle la historia? A vc-cc-s la hisK.ria relatada
cno es razonable .suponer (jue el clolcjr esU e ^ inter¡írc-tac i. ui profc-sio-
en relación con un e^stímulo proyectivo c:a.si < P ,.pya
hÍo?a"efésTa:''"Sobm fo"ograffa de un niño tnirando tm viohár Tmttlukm^tne
q:S=¿rbIrrSenL InLmac^
bho' perturbado
hospiiallzacicin por un largoyperiodo.
era Quiza u. • acuerdo; clespuc-s ck- tocio, no nut-
cha gente compara los libros de música con cadáveres.

Origen y naturaleza del inconsciente


¿Ue dónde viene este poderoso y penetrante ¡nconscienteV frcucl asever.', <|uc- ora < roud., |rr¡t.re-
■ó por la experiencia, sobre uxio en la nlbez. Esto ocurre a través dé ,m|X>rtanto mor atustuo ck
represión. A nadie le gusta enfocarse en los pensamientrrs desagratlalrlés m os <|uo |>uo,Icm c vi-
tar.se. De acuerdo con la hipótesis heclonisla de Frcucl, la gente busca c-l placci y c-vita c-1 clolc^r.
Esta simple idea ha sido incluida en muchas teorías psicolcigicas, en una gran varic-clacl ck- lortnas
(Miggins, 1997). En la teoría de Freud, los impuLsos hcclonistas hacia c-l placc-r con írc-cuc-ncia es
tán acompañados por pensamientos dolorosos, puesto ciue el placer violaría las rc-striccionos
morales que hemos aprendido. U represión es un mecanismo para cjuitar los |x-n.saniic-ntos ck-.sa-
gradables, incluyendo impulsos no aceptables, de la conciencia. lx)S pc-nsamic-nlos y k )s rc-cnc-rclos
Esfructuras de la personalidad • 43
son ri.-primicl<)s (¡lorcjcniiilo, se hacen ineonseienies) si son ciolorcwos o si cslán asociados con
aliío doloroso.

Estructuras de la personalidad

Para esiaiilecer con maycír claridad la lensicín enire el inconscienlc. que busca expresión, y la
conciencia.(|ue irala de iVenar las Tuerzas del incon.scienie. I'reud describicí ires estructuras de
la personalidad. Pl ello es liriniilivo y la Tuenle de los impulsos hioUigicos. lis inconsciente. Pl
yo es la parte- raciontil y competente de la iiersonalidad. Ps la estnictura de la persc^nalidad más
con.scienie (sin embartto, no del todo con.sciente). lil supcryó está formado por las regias e
ideales de- la sociedad c|ue el individuo ha internalizado. .Algo del supeiycí es consciente, pero
mucho de- c'-l permanece en el inconsciente.
Aunc|ue sc' encuentran entre los conce|:)tos mejor c-onocidos de Preud. cá introdujo los t(?rmi-
nos filo, yo y sii/H'iTÓ(SU hipcitesis c'Structural) un ¡loco tarde en el de.sarrcillo de su tec^ría. Su li
bro. 1:1 yo y el ello. c|ue describe estas estructuras, no fue pulilicado hasta 1923. cuando él ya
estaba c-erca de cumplir los (i() años.
(iada estnictura sir\'e a una función diferente. Por ejemplo, considere los diversos aspectos
ck- comer, l'na persona siente hambre y cjuiere comer. Li lunción motivacional pertenece al
ello. .Antes ile t|ue el hambre pueda ser .satisfecha, es nece.sario cocinar o ir a un re.stauninte,
t|uizd.s [ilanttir algi) y cosecharlo. Pstas funciones de planeación y de enfrentamiento pertenecen
al yo. Atlemás. existen "deberes" cpie deben considerarse: consejo acerca de lo que es nutritivo
y los i'stándares de la cocina del gastrónomo. Pstos estándares ideales y morales pertenecen al
superyó.
Pn la nii'táfora tle manejar, el ello corresponde al motor de un auto, el yo corresponde a la
diri'cción y el supers'ó repre.senta las reglas del camino. Pn la metálora correspondiente a la épo
ca tle Preud, el yt)

es eonin un hombre .sobre el lomo ilel caballo, quien tiene(|ue contener la lortale/.a su
perior del eab;illo...(xin frecuencia un jinete, si no va a sepanirse de su caballo, es obli
gado a guiarlo por dontle (|uiere ir; de la misma manera el yo está en el lugar para
translórmar la voluntad tlel ello en acck'in como si íue.se propia (S. l-reud. tñi.'i/ I9(i2b.
p. PS),

Como el jinete en el lomo del caballo de Preud, el yo parecie.se estar guiando más de lo que es
en verdad.

K1 ello

P1 ello, el cual contiene los instintos biológicos, es la única estnictura de la personalidad ¡tresen-
te al nacimiento, Punciona .según el principio del placer. Pn otras palabras, es hedonista y su
objetivo es satisfacer sus tleseos, lo cual reduce la tensión y por tanto trae placer.

IlNPKtilA psíquica: LlBIIX)


Preiiil propuso c|ue el ello t\s la fuente de la energía psíciuica. llamada libido, cjue es .sexual. 1.a
motivacir'in para todos los aspectos de la personalidad .se tleriva de esta energía, la cual puede
.ser transformada tlesde su forma instintiva original a través de la socializaciiSn, Toda la energía
jxira los logros culturales —¡xira obras de arte, la |x)lítica. la educacitín— r's energía sexual,
transformatla. Al contrario, la represicín inmoviliza la i-nergía. haciéndtrla inaccesible para lo
gros iiKis altos.
44 • Capítulo 2 FREUD: El psicoanálisis clásico
Instintos de vida y de muerte: Ergs y Thána tos
La energía psíquica es de dos clases. Eros,el "inslinlo de vida", inoiiva los c c )iiip< )rtainic'nio.s de
manlenimienlo de la vida y el amor. Al principio, Frcud sintió (|iie toda libidc > er.i ck- i*sia t lase y
es la energía descrita por lo general en su teoría. Más tarde, postule') una si-giinda ioriii.i de c ner-
gía psíquica, también innata. Thánatos, "el in.stinto de muerte", es una luer/.a dc-struetiva cjue
nos dirige de manera inevitable hacia la muerte, el último alivio a la tensión ek- \i\ir Moti\a t^
da clase de agresiones, incluyendo la guerra y el suicidio. Con í ret uent ia. I ri ud puso t niasis *. n
lo erótico, la energía sexual y el conflicto sobre su expresión. 1.a muerte y 11 t onllit i< > ai i nate
esto, de acuerdo con algunos teóricos, deberían recibir más atiuii ion (por t ji miilo. .Arni t >
otros, 1997; Becker, 1973).

Características de los instintos


Debido a que Freud entendió todo funcionamiento de la personalidad tonu i ¡.plintos
energía instintiva, se sabe que los principios fundamentale.s t c a
proporcionan un marco básico para entender la personalidac . ..sto.s putc i
tro aspectos básicos de los instintos: fuente, ímpetu, finalidad y o 1)1 lo.

1. Fuente. Toda energía psíquica .se deriva de los l áutidad de


gano del cuerpo. No hay energía que sea .se'irán.síonn:i de manera
energía que una persona üene no cambia a lo largo . dirigida hacia las necesi-
quese "invierte" en forma diferente. Al principio, la cncrgu
|1 pui-de ser redirigida ha-
dades biológicas. Conforme transcurre el desarrollo, esta
eia otras inversiones, tales como las relaciones interpersona
fuerza o cualidad molivai ional. Corre.s-
2. ímpetu. El ímpetu de un in-stinto se refiere no .si- satisface y decrece
Ponde a la fortaleza del estímulo instintivo; es alto ci . c-levado ím[X'tu i-n el estímu-
en el caso contrario. Por ejemplo, un lactante ham^rien"' únix-tu.(aumdo el ímpetu es
o del hambre; una vez alimentado, tiene hambre con u pueck- surgir a través de
ajo,el estímulo puede no tener efectos obscrvab es; PJ-'""" ^' h-imbriento se despierta,
•a interrupción de otras actividades. Por ejemplo, un lactant
^ I ,.l iirincioio de homeostasis. o i-stado de
Finalidad. Los insüntos funcionan de acuerdo c I intentan preservar el estado ideal
equilibrio, un principio tomado de la biología. Los instint ,s n|entar^í
e equilibrio para el organismo. Los cambios que se reducir la tensii'in. k > cual es
Perimentados como tensión. i.a finalidad de todos los i s ^, instintos operan de
P centero. (Piense en el placer de comer cuando tic ' simnlementi- a protiucir
acuerdo con lo que Freud llamó el principio del placer, .se i ^ restricciones de la
placer mediante la reducción de la tensión, de inmediato y sin in i
realidad.
La reducción de la tensión ocurre cuando el instinto biológii'o ^ ^Z
.clirecta, por ejemplo, cuando un lacunte hambriento
excitado sexualmente logra el orgasmo. Sería un error, sin embargo, c . .. i . i-i
facción directa del estímulo biológico puede reducir la tensión.
libido también permiten una reducción de la tensión. Un artista puede experimi "kir ri
de la tensión cuando se soluciona un problema creativo. Fn una de sus f ilmai u)nes. .hai he C.K -
Plin(1964)declaró:
la solución(a un problema creativo)se revelaría de repente por sí mism.i, t
capa de polvo fuera barrida del piso de mármol; ahí e.staha el bernn ).s< > m< >s;ui c >< p le es-
tíiba buscando, tzi tensión .se ha ido(p. IHH; énfasis agregado).
Tales formas sanas y .socialmente aceptables de reducir la tensión son denominadas snhHntct-
ción. Sin embargo, las expresiones indirectas de la libido no siempre reducen la i)re.sion del ins-
Estructuras de la personalidad • 45
linli). Por lo lanii). una clL'sviac'it')n criMiica cío un cslacio de reposo, honieoslálico, ocurre en los
inili\ iiluos (¡ue no encuentran maneras de reducir la tensicin, por ejeinctio, los neurckicos.
1. ()hji't<>. Id ohjeio ríe un instinto es la jiersona o la co.sa en el mundo cjue son deseadas de ma-
ner.i t|ue el instinto puetia ser .szitisfecho. Por ejemplo, el objeto del estímulo del hambre de un lac-
tanti- es i-l |iei ho de su madre: le trae .satisfacción. Id objeto de un adulto .se.xualmetite e.xcitado es
su |xireja si'xual. 1.a inversicín de la enert>ía psíc|uica en un objeto en particular .se llama catexis.
,;(^)u<.' l iase ili' pari-ja? Catn respecto al objeto de un instinto es de lo más variado, la de mayor
inllui-ncia en la experiencia en relación con las motivaciones fundamentales de la persona. Al-
.uunos hombres .sexualmi'iite excitarlos buscan utia mujer ijíual a su madre; otros bu.scan enire
una v;trii'il;iil de clasi-s ili- mujeres o ;i un hombre, o hasta una fototírafía o la ropa interior o un
niño o cualijuiera ile un;i \a.sta .selección de objetos sexuales. Ijs mujeres, por supuesto, lam-
bii'n \';irían lai itnm mediila en su selección tie objetos sexuales.
Id hecho de qui- l;i libitio se;i capa/ de ser ilirigida hacia tantos diversos objetos, no lijados
desde lo biológico, .se denomin;i pleislicií¡ac/ del instinto. lista plasticidad es mucho mayor en
los humtmos i|ue en los anim;iles inferiores. i]ue parecen venir con sus imctulsos "(ireconecta-
dos a vttrios objetos específicos. Ajirender de la e.xperiencia. seleccionar los objetos de las po-
sibiliilades en id ;mibiente y a[)render a adaptarse a la realidad, ocurren en el yo. Id ello, en
contriste, luncionti con un mecanismo muy primitivo conocido como proce.so primario.
Di'.sile Preutl. uno ile los mayores de.sarrollos en la teoría psicoatialílica ha sido el incremen
to de la titi-nciiln sobre estos objetos del deseo, hasta las relaciones interpersonales que los pa
cientes ilesarrollan. liste enloi|ue de relaciones ohfcíales calá menos interc.sado con la búsqueda
tlel i'uerpo por la liberaciiln de la tensión y tnás con la fomia en que la gente se relaciona entre
sí (B;ichant. I.ynch y Richards. 199^;.Sugarmati. 199S).

I'tlNCdONAMIIiN IC) PRIMI TIVO: PROCIÍSC) PRIM/VRIO


l'.l idlo lunidona según el proceso primario ¡zuramente instintivo y no .socializado, hl proceso
primario es t;in ciego e inllexible como los impulsos instintivos que atraeti a una polilla a la 11a-
tiia de una vela, y sus con.secuencias pueden ser tan mortales, lil proce.so primario ignora el
tiempo, no reconoce [');isado ni futuro, .sólo el momento pre.sente. Demanda una gratilicación
inmeili;tta; no puetle espenir o planear. .Si la realidad no puede satislacer sus impulsos, puede
recurrir a una gratificaciiln alucinatoria del deseo, esto es, imagitiar sitnplemente que sus nece-
sidailes son cumplidas. Así como un soñador se.xualtnente excitado evoca a su amante, un indi-
viiluo psicótico podría alucinar un bote en un tnar picado. Ksto. por supuesto, no es adaptativo
en el mundo real.
I.os organismos sitnples en ambientes naturales pueden ser capaces de luncionar bastante
bien con .sólo sus impulsos biológicos(o ello), operando de acuerdo con el iiroce.sií primario,
los humanos, sin embargo, deben adaptarse a un atiibiente .social complejo, y el ello, luncio-
nanilo .según el proce.so primario y el instinto ciego, no puede adaptarse o aprender, bs el yo el
c|ue puetle beneliciar.se de la ex|>eriencia.

El yo
f.l yo es la i'structura de la (ler.sonalidad que contluce a la unidad de la personalidad y tjue está
en contacto con el mundo real. Opera de acuerdo con el principio de realidad, listo es. puede
entenili'r con precisión la realiilatl y adaptarse a sí mismo a las restricciones tlel mundo real. Kl
yo i^uetle retra.sar la gratificaciiin y planear, listas habilidades .se denominan proceso secun
dario
l.a salutl tiiental rec]uiere tle un yo fuerte, uno t|ue .se itueda delentler en contra tle la ansie-
tlad mientras todavía permite al individuo luchar en el mundo rixil externo con alegría. Un yo
ili'bil puetle no tlelenilerse en formti adecuatla en cotiira ile la ansieiltil. o pueile requerir que
46 * Capítulo 2 FREUD: El psicoanálisis clásico
una persona se comporte de manera rígida con el fin de evitar la ansieclaci. Si e l yo st coiapsa,
ocurre un episodio psicótico.

El superyó
La tercera estructura de la personalidad, el superyó, es el representante interno tie las rc-glas y
restricciones de la familia y la sociedad. Genera culpa cuando actuamos conlrarianu nu a sus
reglas. Además,el superyó se nos presenta con un ideal del yo, el cual es una inia.L,L ii c c o c|iit
queremos ser, nuestros estándares internos. Debido a que el superyó se cle.sarro a a it inpran.
edad, representa una forma inmadura y rígida de la moralidad. I.n la jerga c i jisic oan,i i. i. .
superyó es "arcaico" y en buena medida inconsciente. I reud .so.stuvo cjut nuc siro si ntimi n
de culpa está con frecuencia lejos de la realidad actual, y repre.senui la comprensión mmachira de
un niño pequeño. . ,. . , 1 1„ a
Ana I-reud (1935) da ejemplos para ilustrar la naturaleza arcaica c e la'prohihi-
de un hombre que, de niño, robaba dulces. Se le enseno a no lace t dulces lun
don en su superyó. De adolescente, se ruborizaba con culpa cada
cuando ya no estaban prohibidos (p. 97). hn debido a un castigo
-pación que requiriera rlrlccicncs parentales de la
temprano por desnudez, hn ambos casos, ei .| y
niñez y fracasó en su adaptación a la situación adulta. , P in l'reud I i cHica
SisLnd Freud rechazad mucho la rclisKm como inmadura . nu-
madíra no se logra a través del superyó sino a través del yo, la unic, cstrut tura ,k
lidad que se adapta a la realidad actual.

CONFUao INTRAPSÍQUICO
El ello, el yo y el superyó no siempre coexisten en forma ,x.cífica.
ción inmediata de los impúlseos, mientras que el superyó in-
cualquier satisfacción
trapsíquico placentera
El yo trata de los
de reprimir los impulsos
desecís inaceptables, pero no . , 1 , r-on
materiales reprimidos tienen energía, y esta energía trata de regresar el ^
Ciencia. Es como un cubo de hielo que es sumergido por deba,o ele la ^
baja una y otra vez. Como un recibo o una cita al dentista envidados, el matenal rt pnmitlo anu n. /.
con regresar. Debido a que el dolor .se encuentra asociado con el matenal
tratando de reprimirlo, como la mano que empuja al hielo debajo del agua, . y '•
ciliar las demandas en conOicto del ello y del superyó, mientras que
consideración la realidad extema, con sus oportunidades limitadas de salislacc r im, ul.

Hipótesis de la energía
Frcud omcndiú cs.c rcnómcno desde el punu,de vl,sra de la ,/e to
de los pen.samientos inaceptables O impulsos rccjuiere de energía psKjUK a. ..I ^'
lu rvl'"-;-;"
so que busca expresión no debe exceder la tuerza represiva o la represión rac asara y t n
reprimido se volverá con.scientc. Mientras más energía se invierta en el conllicto intrairsiquieo,
menos disponibilidad habrá para tratar con la realidad actual.
Aunque la hipótesis de la energía por lo general es catalogada como una metah ira anticuac a
de los físicos del siglo XIX, describe de manera ajita la experiencia del agotamiento que puede
sobrevenir por el e.stré.s psicológico no resuelto, o por la necesidad del yo de dirigir las activi
dades (la "función ejecutiva del yo", en el lenguaje de l'reud). Muraven, l'ice y baumeister
(199H)informan que el pedir a unos sujetos exjyerimenlales(|ue .suprimieran sus (lensamientos
Conflicto intropsíquico • 47
(aciTca ili- un osd lilancci) a sus t-niofioncs. llevó al impedimento del desem[")eño de una varie
dad lie tan-as experimentales(tales como ai^retcm de manos y la solución de anagramas), como
si su i-nergía hubii-si- sido tiisminuida |ior el esfuerzo de autorregulación. Iin otro estudio, en-
lonir.iron (|ue los .sujetos exiierimentales se dieron por vencidos con antelacitín cuando inten
taban soiui ionar los problemas si se les hacía comer a fuerz;! rábanos en lugar de chcxolates. una
í)pi it)n ciiK' parece iiaiier ilisminuido la energía de su yo (Baumeister, Bratsiavsky. ¡Vluraven y
l il i', i W<S). 1.a supresicín emocional también tiene sus electos adversos en el de.sempeño en ta
ri-as di- laboratorio (Baumei.ster. Bratsiavsky, Muraven y Tice, 1W8)y en la vida.

Ansiedad

Li ansii-daii si-ñala i|ui- i-i yo fraca.sa en su tarea de adaptarse a la realidad y de mantener una
ix-rsonalitiail inti-graiia. bi (insicclad nctirólica señala c|ue Icxs impulsos del ello pueden irmm-
pir (supi-rai ion de la ri-jiresion) y ser expresados. Una persona cjue no acepta los deseos sexua-
li-s podría i-.s¡x'rarse iiue sufriera de ansieilail neurótica, bt (insictUicl moral indica el temor de
que i-l propio superx'i) de uno responda con culpa. Una persona que racionalmente cree que es
ai'epiabli- tomarsi- la larili- libre, posponienilo el trabajo ¡iara el día siguiente, jxiede sin duda
sulrir ili- ansii-ilail moral si i-l supeiyé) ilemantla más trabajo, bi ansiedad de la realidad indica
qui- el muntlo i-xierno amenaza con un peligro real. 1-á saber cjue los accidentes automovilísti-
i'os son m;is probables cuantío el conductor está cansado pudiera |iroducir una ansiedad real
cuantío alguien ha mani-jatlo tlemasiadas horas.

Mecanismos de defensa
l-.l \'o i-mplea varias estrategias pani re.solver el conllicto intrapsícjuico. hstos mecanismos de
defensa se ailoptan si la expresicMi tlirecta del imixilso del ello es inaceptable para el sujx-ryó
o t-s |K-ligro.sa t-n el muntlo real. Todos los mecanismos de defen.sa empiezan con la represión de
los im|)ul.sos inaceptables, esto es, los fuerzan a ,ser inconscientes. Sin embargc), la represión
consume ent-rgía. Para conservar energía, el yt) utiliza una variedad de mecanismtxs de delensa
(|ue ilislrazan un irnpul.so inace[ítable. Al distorsionar la fuente, la linalidad, y el objeto tlel im-
pul.so, evitan la repn-salia ilel .su[x-ryt'>, permitiendo al impufso, en electo, evadir al cen.sor. De
esta manera, no i-s necesaria una represión total del impulso. Bstc) reduce los recjuerimientos
lie energía para la represión, en forma análoga a la manera en que se permite que el vapor .sal
ga de la olla tle ¡iresiim para reducir la fuerza ret|uerida para mantener la tapa, bxlavía más,
evita la i-xperiencia de la ansiedad, c]ite es un as[X'cto cjue subyace a todos los mecanismos de
delensa (Paulhus, l-ridhantller y 1 layes, 1997; Titrvey y Salovey, l')9.'^-B)9 ').
l.os mi-canismos de tlefen.sa varían tle.sde los muy primitivos, primero desarrollados en la in-
lancia, ha.st;i los más matluros, tlesarrollados más tartle (Kernberg, 199-1; Vaillant, 1971, 1992.
199.-S). Mientras que totlo mundo necesita de los mecanismos tle tlelen.sa para enirentar la vitla, la
gt-nte i|ut- está nx-jor ;itl;iptatla utiliza tlefen.sas más maduras, mientras que el empleo extenso
tlt- tlelt-n.s;is |irimitivas es enfermizt). Por ejemplo, las jiarejas tjue utilizan mecanismos tle delen-
s;i más nxitluros .se ajustan mejora la paternitlatl cuantito nace su primer hijo (Ungerer, Waters
y Barnett, 1997).
1.a negación t-s un mecanismo tle tlefen.sa primitivo ct>n el cual el intlivitluo no .se tía cut-n-
la tlt- ;ilgunos ;ispi-ctos tle la re;ilitl;itl o tlel sí mismi> tlolortxsos o prtivtx'atlores tle ansietlatl. Por
t-jt-mi^lo, una persona putlit-ra negar tiue el fumar está contribuyendt)a sus problemas tle .salutl
a pe.s;ir tlt- las chmts afirmaciones tle e.se efecto por parte tle un tiiétlict:) competente. I.a nega
ción t-s un mecanismo normal tle tlefen.s;i t-n los niñtxs preescolares, pero, conforme alc;inz.an
los siete, tx ho y nueve años tle etlatl, los niños la emplean con luenos frecuenci;i, y utilizan me
canismos til- tlt-li-n.sa más matluros en su lugar tales como la [iroyecciiái (C'.ramer, 199"'; t.r.imer y
Block, I99H). C.iumdo ctinliniía en l;i ;itlullt-z, es tlt- mala ;itlaplaci(')n. y;i t|ue involucra un;i m;i-
yor tli.storsiifn tle la realitlatl.
48 * Capítulo 2 FREUD: El psicoanálisis clásico
En la formación reactiva, un impulso que no se acepta es reprimido y su oiniesio <.-s desa
rrollado de manera exagerada. Por ejemplo, un niño ciue odia a .su hermana menor pueile rei^ri-
mirlo y en su lugar sentir amor por ella. La defensa puede ser diagramada así:

Odio a mi hcnruma -> amo a mi hermana

Cuando sólo se admite el amor, pero no su opuesto, un psicoanalista sosix-cha qui- i-l odit> es
tá presente pero es negado. De igual manera,en las personas altamente modest.is se pui de so.s
pechar que se defienden del exhibicionismo. La gente cjue crece con ctkligos morales muy
estrictos, donde no se le permiten los placeres normales de la niñez, a veces .si- viic-lve en con
tra de sí misma y utiliza la formación reactiva como una defensa en contra de los impulse >s adul
tos para obtener gratificación; por tanto, se vuelve excesivamente buena y se intlin.ial insulto
moral en contra de las fallas de otras personas(Kaplan, 1997).
En la proyección, ante el propio impulso inaceptable de la persona, se pie-nsa en cambio
que pertenece a alguien más. Un hombre es tenuido a robar, pero su inerte- sentido e-tiec (su-
peryó) no le permite siquiera pemsaren robar, entonces puede proyectar su impuLso inae e-pta-
ble a otra persona:

Ouie-ro rollar-» e-.sa persona eslá roininelo

Los chivos expiatorios culturales con frecuencia se vuelven los blancos de- la proye-ceii m. acu
sados
De estademanera,
crímenes y actos inmorales ciue son
el confiictointrap.síciuico realmente
individual los impuLsos
contribuye repnmielos de-1 ae iisaelor.
al pre-iuicio.
El mecanismo de defensa del desplazamiento di.storsiona el ob)e-lo ele- impuLso. I-. ele-si» a-
zamiento es menos primitivo que la proyección, ya c|ue se ve al impuLso. de- mane-ra aele-ciuiela.
como perteneciente al individuo; sólo .se distorsiona el objeto. l>or e-)emiilo, un nino c,ue- e-.stc
enojado con el padre puede no ser capaz conscientemente de admitir e-1 eno|o ek-bieU. al le-mor
de una venganza y por culpa. El impulso agresivo puede .ser di.slrazado al dirigirlo hacia e-l he-r-
mano:

Quiero la.stimar a papá -» Quiero lastimar a mi hemuino

Sospechamos que los sentimientos son debidos al desplazamiento, c-n lugar ck- ser causados
por el comportamiento real del hermano,si son desproporcionalmentc fuerlt-s en comparacK)n
con lo que la situación actual debería justificar o si la persona tiene frc-cuenteiiu-nte nn¡-)uLso.s
agresivos en una amplia variedad de situaciones. El desplazamiento de otras emocK>nt-.s. tales
como la dependencia y la sexualidad, también puede ocurrir.
La identificación es un proceso de pedir prestada o fundir la identidad ck- uno con aciuella
de alguien más. Es parte del desarrollo normal; los niños .se identifican con sus padres, las ninas
con sus madres, y el resto de nosotros con los héroes culturales. También puede .ser un mec a
nismo de defensa, evitar el reconcícimiento de las propias inadecuaciones y ansiosamente
adoptar la identidad de alguien más en su lugar. Un ejemplo de la iclentificacic'>n como un me
canismo de defensa penetrante es Grey Owl, un inglés c|ue .se identificó tan fuertemente- con las
historias de los indios del Oeste que se mudó a Canadá, vivió con la gente nativa y al linal se
volvió tan parecido a ellos en actitudes y apariencia que pa.só como indio (Dickson, 1973). La
identificación a veces funciona para superar los.sentimientos de impotencia. El acl< >ptar la ick-n-
tidad de alguien que tiene poder sobre nosotros, aun si el poder no se utiliza c-n nuestro bene
ficio, se denomina identificación con el agresor. Ikx ejemplo, los niños[iueden iclentil icar.se- con
padres abusivos o los rehenes con sus captores.
En el mecanismo de defensa del aislamiento, lc»s pensamientcxs relacionados con alguna
ocurrencia dolorosa son disociados de otro pensainiento y por tanto no rc-corclados Ack-más,
Conflicto intropsíquico • 49
las i.'in()(. i()iii's (|iK' orciinarianK'nti.' csiarfan conectadas con los pensamientos se van. Por ejem
plo. lina persona ciue ha pertlitlo a im ser (iiierido a cansa de su muerte puede aislar esta expe
riencia. no pi-nsar en el ser amado por la pena c|ue podría ocasionarle.
Id iiK-canísmo tk- defensa de la racionalización involucra el dar razones plausibles, pero
falsas. ;i una acción para disfrazar los motivos verdaderos. Por ejemplo, un padre pudiera ra-
l ionaliz.ar dar tle nal.uadas a su hijo, diciendo que le enseriará al niño a ser más obediente; sin
emlxirqo. el vertladero motivo puede .ser c]ue el padre esté re.sentido con el niño. Ui racionali-
/.;ici(')n iinolucra reLiiivamenie poca distorsicín. de manera que es considerado un mecanismo
di- rk'fensa relaiivamenie maduro.
Id mec;mismo ck- defensa de hi intelecmalización previene el reconocimiento claro, sin
disiorsiones. de un impuLso a inivés ile una explic;ición excesiva o distorsionada. Una persona
<|ui' l onu- <.'11 exci'so (luede dar much;is razones: "necesito vitaminas extras para manejar el es
trés"; "siempre subo de peso en el invierno"; y asi sucesivamente. A veces la intelectualización
tr;ib;ij;i conu) un;i ;iciiiud de las uv;is veriles; nos convencemos intelectualmente a nosotros mi.s-
mos ik'(|ue no (lueremos lo c|ue no potlemos tener. Margaret Sanger de.scribió la pérdida de su
casa ri'cién consiruitki a causa del fuego;

Ni csl;ih;i desilusion;KÍ:i ni ilolitki... Pn ese instante aprendí l;t lecciim de ki fiitilid;id de


kis sii.st;niei;is niateri;iles. ¿it <|ué t;inta inip()rtanci;t tenúin espiriuialnienie si podían de-
s;i|i;irecer tan lápidaiuentei'... ^'o podía... .ser Icliz .sin ellas (iy.-fS/1971, p.6 i).

liste mec;misnu) de defensa es ailaptalivo. aúnente defensivo, ya que distorsiona el dolor de la


tr;igetli;i.

Sublimación

Li sublúiiación es ki form;i tnás de.se;ible y ,saludable de tratar con los itiipukstis inaceptables.
Ocurre cmindo el individuo eticuentra una finalidad y un objeto socialmente aceptables para
expre.s;ir un impulso itiaceptable. listo iiemiite una descarga indirecta del itiipukso, de manera
c|ue se reduce su presitín. 1.a sublitnacieín ocurre cuando los ;irti.sias tran.slortnan los deseos pri
mitivos eti ;trte. Los impulsos agreesivos puedeti .ser sublitnados a través de las cotnpeleticias
atk'tie';ts. l'n freudiano interpretaría los actos de atiior de la Madre leresa, bañar y alitiie tit,ir al
"m;i.s pobre de los pobres"(tk)nzalez-Balado y Playfoot, 19cS5), como la .sublimación de la tno-
tivaci(')n .sexu;il. Detitro de ki teorki freudiana, ésUi es la interpretación tnás elogio.sa que puede
haciTse' sobre' alguien.

(ÍKlk\TIVIDAD

Le)s individuos creativos e'stán particularmente interesados en los tmxlelos de sublitnación y han
sido de interés para los psicoanalistas, empezando con .Sigmutid 1-reud (1910/1957). Retienen la
habilidad, perdida para la tnayoria de no.sotros, de acceder al tnundo de la fantasía del ello. A
dilérencia de los [>.sicótico.s, no son irremediabletnente atrapados en el ello y, a diferencia de los
niños, inieden funcionar con un yo maduro, bi gente creativa es ca[Xiz de lo cjue de.scribe el
p.sie'oati;ili.si.s cotilo "regresitíti al .servicio del yo"(Kris, 1952/1964). La inve'stigacióti conlirtna la
hipótesis p.sico;tnalitica de (|ue los artistas cre'ativos pueden catnbiar rápidatnente entre el pen-
satniento controlado (una funcieín del yo) y el [len.samiento no regulado (el incon.sciente). Los
¡lulividuos psicóticos ]iueden ae-ceder al materi;il inconsciente, tatnbiem, pero tienen dilicultad
|xira regre.sar al [x-n.samiento controlado (Wild, 19()5). lil e'.sciuizofrénico, en contraste con el
|ioela, no [Hiede etnplear la tne'láfora ctitno un puente entre la realidad y la itnaginacion (Reiti.s-
dorf, 199.5-199 í). Los mí.sticos religiosos, al igu;il ([ue ios individuos creativos.[Hietk'n tener uti;i
;iliniel;id por el incon.sciente (.Stiller y otros. 199.5).
50 * Capíhjio 2 FREUD: El psicoanálisis clásico
Los artistas surrealistas, corno Salvador Dalí, muestran explícitamente las imáí^i-nes del mate
rial inconsciente en su trabajo. Freud,sin embargo, valoró más al yo cpie al ello, tU- manera c|iie
sólo llegó a respetar a Dalí después de haberse convencido de la capaeidail tle i < >nin >1 \ de ex
presión del artista(Romm y Slap, 1983; Rose, 1983). Us bú.sciuedas de la c reaiividail tales como
la pintura y la escritura pueden liberar el conflicto inconsciente de manera si-gura. <|iie ts e
propósito de los mecanismos de defensa.

Medición de las defensas


La mayoría de las descripciones de los mecanismos de defen.sa se deri\an ck las hisu )rias tk
casos clínicos. Con base en largas entrevistas con el cliente, el terapeuta ckst riht 1< )s t sliu'y; '
yo por transformar un material incon.sciente inaceptable a través de los mr c ani.smos ti c
del yo. Tales historias, sin embargo, tienen desventajas para los propósitos de 1^'
Por un lado, son extremadamente tardadas, requieren de tlocenas o aun i k nios t t u n
vestigación por cada persona estudiada. Además, exi.ste un problema c t kmi la u it.
a que el terapeuta es tanto el entrevistador como el intérprete del malenal. es c i ic i s.
qué grado otro observador independiente llegaría a la misma interprctac ion.
Para la inve.stigación, se ha hecho una evaluación más si.stemática de
fensa, mediante el uso de pmebas psicológicas. Us pruebas proyecuvas. menf.dis
cia para la evaluación clínica como también para la investigación, ¡Hieden se r m. r
para los mecanismos de defen.sa. listo se ha realizado con la prueba de ^
(TAT por sus siglas en inglés)(por ejemplo, P. Cramer, 1987) y con la pa.eba clH 1 <. .st h it q ^
ejemplo, Cooper, Perry y O'Connell, 1991; Hxner, 1986; Viglione. Brager y I alk ^
vestigación que emplea la TAT ha encontrado que los paciente.s
saludables después de la terapia que antes de ella (Cramer ^ „H-fmismos
Los inventarios de autorreporle también han sido clesarrc>lladt>s para c vak . • ^ ■
de defensa preferidos de la gente (Andrews, Pollock y Stevvart, 198); Hanks y I u •
1982) y las estrategias de enfrentamiento (Amirkhan, 1990, 199á), mcluyt- mk, , i
represión para defenderse de los pensamientos y sentimientos negativos( I u^t y y ' ^7
1993-1994). Algunos estudios indican que las manipulaciones experimenlak-.s
sa(P. Cramer, 1991; Cramer y Gaul, 1988), lo cual incrementa la segundad de c|uc la i •
válida. No se ha demostrado, sin embargo, que estas diversas mediciones, las pruc bas .
autorreporte como las proyectivas, sean indicadores válidos del uso de los mei anismos
fensa en la vida cotidiana de la gente. .,,iVi'ni i-
A1 mismo tiempo, cuando los investigadores han tenido sujetos tiue reporlan e ^
miento en la vida diaria en el momento en que se sentían estresados, utilizando una i 01 I •
ra portátil, estos reportes no correspondían muy bien con posteriores re|H)rte.s retrospi c .
(Stone y otros, 1998). Sin una mejor evaluación, este aspecto de la teoría jxsicotinaliiii a 1 c I
de ser probado de manera adecuada. Desafortunadamente, exi.ste un esixicio entre Os rt i c •
retrospectivos de enfrentamiento que los investigadores miden en el cuestitmano y las t > xsi
ciones clínicas del enfrentamiento cjue los terapeutas ol^Licncn.

Desarrollo de la personaudad
Uno de los legados de Freud es que la experiencia en la niñez inlluye potencialnuMiie en la per
sonalidad del adulto. Fl desarrollo de la personalidad involucra una serie de conllictos entre el
individuo, quien quiere satisfacer sus impulsos in.stintivos, y el mundo .social (especialmente la
familia), el cual re.stringe este deseo. A través del de.sarrollo, el individuo encuentra numeras tle
obtener tanta gratificación hedonisla como sea posible, dadas las restricciones tle la sot ietlatl.
Eístas estrategias adaptativas constituyen la personalidad. Fl refrán popular "árbol que torcido
Desarrollo de lo personalidad • 51
t-Ti-i io. nimi a si- i-niiiTi-zt)'" lii-scrihc |X'rrcctanicnle la icoría psicoanalílica ele! clusarrolki. Así
lomij un áriiol lia in-ciiio lorciilo en conciiiii)nes adversas de viento y terreno, el humano adul
to muestra electos ilistorsionados permanentes de las luchas en la niiiez.
i-ri'uil projiuso(|ue las membranas mucosas del cuerpo podrían ser la luente física de los im
pulsos del i'llo. las zonas donde se enfocaba la libido. Kstas zonas son respon.sables
i'n líran nu-tliila de la sensaciiín y jxiede estar a.sociadas con el aumento y reducciiin de la ten
sión. como el modelo ile la libiilo lo reciuiere. Lis diferentes zonas son centrales a diferentes
i'dailes debiilo a los cambios de la maduraciiin (¡xir ejemplo, los cambios físicos asociados con
la i'ilail). I'ara el ailulto. la zona eriigena es el área i»enital. A temprana edad,sin embargo, otras
zonas dan más placer: en la prinu-ra infancia, la boca; y des[Xiés. el ano. Impulsada por facto
res lie la mailuniciiín. toila l;i genti- se de.sarrolla a través de las mismas etapas psieosexuales
(viM.si- la t;ibl;i 1.1).
Id lactante, bajo la tiranúi ilel principio del placer, ciuiere .ser alimentado inmediatamente
siempn- que tenga hambre. lin realiilail. la alimentaciiin se retra.sa a veces y finalmente el infan
te i's ili-sii-tiiilo. l iste es el conllicto de la primera eta[Xi [wico.sexual. la fase oral, fin la .segunda, o
fase anal, el niño ilisfruta el controhir los intestinos, reteniendo y expuls;indo las heces fecales
di' acuertlo con su voluntad; pero el conllicto con las fuerz.a.s restrictivas de la sociedad emerge,
conlormi- l;i hmiilia ilem;inila el control de ir al baño. F.l conllicto .sobre la satisfacción del im-
ixilso en la terceni lase psicosexu;il. l;i fase fálica. se enfoca en el castigo por la masturbación
y la l omplej;! fantasía ilel niño .sobre una uniiln .sexual con el padre del sexo opuesto, un deseo
qui- es frustntdo ya que está en conllicto con el tabú universal del incesto.
Id de.s;irrollo ile la |X'rson;ilid;id ocurre conforme el yo encuentra nuevas e.strategias para en-
Irentarsi' con Lis frusiriciones impuestas por la .socializ.;ición. Si ésta es demasiado severa o re-
pentina. el joven yo no ix)drá enfrentarla y el de.sarrollo de la personalidad se dañará. De
repenii'..severos gol[X'.s i|ue están más allá de la capacidad del niño de enfrentar, llamados trau
mas p.sK|uico.s. incluiilo el abuso .sexual y el descubrimiento temprano de los adultos realizan-
tlo el coito (l:i "escena primitiva"). I.;i e.scena [primitiva ha sido comparada con los intentos de
los niños pei|ueños sobrevivientes del holocausto por entender la e.xperiencia del holocausto
lie sus ixidres: "un conix'imiento c|ue abnima al niño que no sabe qué hacer con un conoci
miento cjui- él o ella no pueden aún comjirender"(Auerhahn y Luili. 1998. p. .-^71). Tales even
tos |X()ilucen una fijación, en la cual los im[-)ulsos son reprimidos en lugar de liberados.
Id i'strés tnuimático e.xceile la cap:iciilad tlel yo j'iara integrar la experiencia traumática con el
ri'sto lie la per.sonaliilad. ;isí cjue permanece separarlo, ilisociado de la conciencia ordinaria. Ta
les ilisociaciones ix urren en la contlicicín clínica llamada írastonio de estrés[yostranmálico. l ina

Tabla 2.2 Fases del desarrollo psicosexual


Fase Edad Conjliclo Resultados

l'a.se oral n;ii imiento ;i los 12 me.ses ilestete optimismo o pesimismo


;iilicciones al talxico.
;ilcohol

f ase an;il 1 ;i .•) años eniren;imiento pani terqueilail


ir al .sanit;irio coilici;!
f;i.si' f;ilii;i .■) a s años m;i.sturb;ición y iilentificiicion ilel rol .se\ii;il
conllicto ili' f:di|X>/fHectr:i moraliiLtil (.sujx'iyo)
vaniilail

Liti-nci;! 5 ;mo.s a la [Xibert;iil


f;i.si- gi-nital pubiTtail a la m;iilurez
52 * Capítulo 2 FREUD: El psicoanálisis clásico
forma extrema de disociación ocurre en el ircislorno depenionaliclcul mtUHfdf. 1.a explicación
psicoanalíüca de la disociación de estos trastornos ha sido puesta a prueba (lor invi sii^adores
recientes, quienes no han encontrado un enlace lo suficienlemente ruerii- i-nire i.-l trauma y
los síntomas disociaiivos como para asegurar ciue uno cau.sa los otros (l>i<.-r-s. IbbH; riliinan,
Nashy Lemer, 1994; Yehuda y McFarlane. 1995). lin apoyo a la pcjsibilidad tle <|ue i-l trauma pu
diera causar la disociación, sin embargo, existen hallazgos acerca de (|ue los cambios en los
neuroiransmisores producidos por drogas resultan en amnesia temporal (.Mssi-n. Knopiinin y
Schacter, 1987). El trauma podría producir amne.sia si es lo suficientemente sevi-ro como para
alterar el funcionamiento normal del neuroiransinisor que es nece.s;irio jiara iormar ios n-cuer-
dos permanentes.
Por lo regular, los efectos producidos por la fijación son mucho menores «|ue i-sto.s trastor
nos severos y son evidenciados por síntomas menos dramáticos. I.os electos espi-cíl li-os ile la fi
jación dependen de cuándo, en la progresión del desarrollo a través de varias lasi-s. ocurre la
fijación, Veamos estas fases.

Las cinco fases pslcoscxualcs


Existen cinco fases universales del desarrollo. l-ix.'ud creyó que la ,x.-rsonalkl;td s.- 1<.nnaba esencial
mente hacía el final de la tercera fase, a la edad de cinco años aproximadamente. I'ara e.itotuv.s.
el individuo ha desarrollado his estrategias básicas para expre.sar los impiiís..s, esiraiegms <|tie
constituyen el nijcleo do la personalidad.
La fase oral
Ufase oral del dcurrolloocorre de.,de el nacimiemo hasla la eda<l de un an„ apr,,Morada,,,eo-
tpe. Durante
n esta fase,
r laI zona eroget^a
• rt.i es la
i-i 1^^^
iv)ca V las actividades [)íacen(iTas .se t i-niran aíri.'tit-
dor de la alimeniación (mamar). Al princip"^, en • • • • i i i
ee. -I. i 'I111CIU.1LI011 Olí. i í , esciipienilo lo (lui' i'S tle-
llamada sadisuK, oral, involucra el de.sa-

omnjpotenic.
rvmr%* Lsicscnlimicnlopa.saenL'!dc.sarrc)ll<)n<)rmai.
I \ )nfíriTlill (I^CTO
c .
rdCHIclC) C'H i . .p.sicO-
»,>
El sentimiento de omnipotencia infantil por lo genera! da pa.so a l.i \n rc.ii.u ton de t|tK las
necesidades son satisfechas a través de los objetos amados en el nuintio no inagu .imenie. l-on-
forme el lactante aprende a a.sociar la presencia de la madre con la sa .síacc ion del mipuLso del
hambre, la madre se vuelve un olMci"separado y ocurre la i>nmera dilerenc lac ion del .si mismo
los demás. U fijación en la primera fase psicosexual resulta en el desarrollo de- un tipo de
personalidad de carácter oral, cuyos rasgos incluyen por lo general o/,/ím,.s,»o. Y
dependencia. Sin emlwrgo,a veces las air.iclerísticas opuestas son mtis aparc-nies, Debido a la
formación reactiva, por ejemplo, la persona fijada en c.sia etapa puede mostrar pesintismo en
l^Srtr de optimismo, llevando a una a.soclacion entre la fijación oral y la depresión «A. I.ewts.
1993). Algunos estudios apoyan la hipotética relación entre la lijacic-.n or.il y el comportamien
to conformista y dependiente. U gente con evidencia de fijación en esta fase (imaginería oral
en la prueba de Korschach).se conforma más con ios juicios de otros sobre una tan-a de ¡meto
ríe Upo Asch, particularmente en la presencia de una figura de autoridad de estatus alto (Mas-
l'ng, Wciss y Roihschild ]968;'rribich y Me.sscr, 1974), y es más probable (|uc- imlaiuen en las
pruebas de personalidad la necesidad de ayuda (crNeill y Bornslein, 1990). (>l ros estudios, sin
embargo, no apoyan esto, lo ((uc sugiere que los intereses t)raies en el sentido más liii-r;il. esto
es,ia preocupación por la comida y el comer", pcKlrían no estar relacionados con la di-penden
cia, contrario a la teoría de Freud (Bornslein, 1992, p. 17). Algunos psicoanalistas modi-rnos tit
een entender la dependencia en términos de las relaciones con la demás gi-nli- (rt-laciones de
objeto), en lugar de oralidad (Bomsiein, 1996).
Desarrollo de lo personalidad • 53
hay atvrca cit- los lrask)rniís aiinicniarios? Part-cc sensato prej;iinlarsi la aiiorcxíci iicr-
rost! y la iriiliinia se orÍ4>inan a ¡lanir ele tenias no resueltos en la lase oral del desarrollo. Freud
pi-nsc) que los trastornos aliinentarios cine observe') en sus pacientes podrían deberse a dificulia-
eles en la la.se oral (Vounií-Hruehl. lWO). Sin enibarjío, otras causas han recibido una atención
mayor e-n ai'ios recientes, incluyendo temas de independencia y autonomía y factores culturales
tales como el énfasis en un cuerpo delgado (Brj'ant y Bates. 198S; Davis y Yager. 1992; Dolan,
1991; l';ite, Pum;irieg;i. 1 lester \ Chirner, 19921

I ASI; ANAL

Dunmie el .segundo y el tercer ;iño.s. el pLicer tlel niño se experimenta en un;i parte diferente
ilel cu<.'r|io. el ;ino. Id tleseo del niño(a)[lor controhir sus movimientos intestinales e.stá en con-
llicto con l;i (.lem;ind;i st)ci;il tlel entrenamiento para ir al baño. Id placerse experimenta al prin-
cijiio ;i ira\ és tle l;i nueva h;ibilid;id tle retener l;is heces, la fase anal retentiva, y luego en la
e.\|ii'rienci;i de hi del'ec;icir')n ;i voluntarl. la f;ise an;il exjiulsiva. Si existe una lijación en esta la
se. el result;klo posible .sería conllictos continuos .sobre los temas del control, de retener y libe-
r;ir. Id carácter an:ü se distingue por tres características, scnlklo ele orden, ¡uirsintotiia y
ohslinaciún. his ciuiles están correlacirinadas en muchos estudios empíricos ((.ireenberg y Fis-
her. 1978; pero vé;ise una opinicín contraria en 1 lili. 197()). 1.a fijación anal puede .ser expresada
por tem;i.s reUicionados con el dinero. ;icumul;irlo o gastarlo, como heces simbólicas(Wollens-
tein. BW.'S). tlomo fue predicho por la propuesta de Freud de que el humor e.xpresa el conllicto
inconsciente (descrito anteriormente), los sujetos ex[")erimentales c|uienes puntuaron alto en los
ni.sgos ;males (obstinaci(')n. .sentido de orden y parsimonia)encuentran que los chistes sobre te
nnis anales .son particularmente divertidos (O'Neill. tíreenberg y Fisher, 1992).

FA.SF FALICA

Di' los tres a los cinco ;iño.s(o un poco más tarde), el área erógena primordial del cueqx)es la
zona genital. Freud llami'ia esta etapa del desarrollo la fase fálica, loque rellejaba su convicción
de que el lalo(pene)es el órgano más importante del de.sarrollo tanto de los hombres como de
las mujeres.(Los críticos de Freud lo juzgan severamente por ser lalocéntrico.) l'.l deseo del ñi
ño jior i'i pLicer sexual se expre.sa a través de la masturbación, la cual es acompañada de lanta-
sñis importiinies(y, para los críticos, increíbles). F.n est;i etapa, los hombres y las mujeres siguen
caminos del di-.sarrollo diferentes.

Desarrollo del honibre:el conflicto de lidi¡)o De acuertlo con Freud. el niño (|uiere matar a .su
pailre y reemi)l;izarlo como la pareja sexual de .su madre. Fl univer-sal conflicto de Edipo en el
hombri' se deriva ile la obra de .Sófocles. lidipo Rey, en la cual sin desearlo f.dipo iisesina a su
padre y toma ;i su profiia madre como es(X).sa. Fl chico teme cjue si .su padre supiera lo c|ue de
sea. le castigaría de la manera más apropiada a este crimen: la castración. La ansiedad de cas
tración. el temor de (|ue su pene sea cortado, es la ansiedad motivadora del niño en i'sta lase.
.Vlieninis i|ue tal imsiedad de castraci(')n [ludiera parecer una idea increílile. la amenaza de la
casintciéin ocurre en algunas circunstancias grote.scas. .Se nos dice,¡lor ejenijilo. que .Adollo 1 h-
tler ordenó cjue los artistas fueran ca.sirados si empleaban los colores ei|Uivixado.s ¡lara los cie
los y las pnideras (Waite. 1977. p. .^0). También .se ha sugerido c|ue muchos de los [iroblemas
.sexuales (jue los piicientes llevan a las clínicas médicas que tratan la dislunción .sexual son tle-
rivailos tle la ;msiedad de castraciiín. lin otras culturas, la ansiedail ile castracié)n se exc>re.sa en
lorma diferente; por ejemplo, en el sure.ste de Asia, el fenómeno del koro es la ansieilad repen
tina de (jue el peni'(o, en las mujeres, la vulva y los [X'zones).se regre.se al interior ilel cui'rpo
(DSM-IV; Kirm;iyer, 1992).
54 * Capítulo 2 FREUD: El psicoanálisis clásico
En el desarrollo normal, la ansiedad de castración es reprimida. !.a an.sii-tlad itit (.n.si ienie de
castración puede ser desplaztida, experimentada como el temor a una ton.silot toim'a (Ci. S.
Blum, 1953, p. 87)o como el temor a una enfermedad, l-reud creyó (jiie la .siíililohia. n-mor de
ser infectado con la sífilis, se deriva de la ansiedad de castración (.S. l-reud. 19.3,3/ 19()óa. p. 5^2).
Hoy en día él podría relacionar el temor exagerado al SIDA como evidenc ia di una susiiiuc ion
similar. , ,.
En una resolución sana del conflicto de Edipo, el niño abandona su laniasía i i n i mj .
al papá y en su lugar decide volverse como su padre. Mediante esta idi nt il ii at i< )n. i mn g•
dos desarrollos importantes: 1)la internalización de la conciencia, llamada supi r\ '\ i. l-i
delamiento apropiado de acuerdo con su sexo ma.sculino. Lti concimc ia i s a m
ansiedad de castración: entre más fuerte sea el temor, mas Inerte e suixt><).
(1923/1962b, p. 38)tan memorablemente decía, "el superyó ... es el hen-c en.
Edipo".

Desarrolloclelamujerelconjlictodernectra
yerquecarecen de un pene, las ninas creen que .oi,. Mjiimo (envidia del pene). Como
ñas interpretan su clítoris como inferior al pene y ce.sean c. p ulrc- A diferencia
en los nL,las niñas en la fase faüca lanutsean con la timcm se^ul
de los niños, las niñas deben cambiar su apego ero ico cáiieto es facilitado por i'l eno-
Preedípico para ambos sexos) por el de su padre. l-.ste , ..c- U. ca.s-
jo de la niña hacia su madre por no ser lo suficientemente poderosa para ,
d^eión. , , 1 de- castr;ici(')n ile la ni-
Freud (1933/1966a, p. 590) lista tres rcninidad normal. I'or compUjo
ña: inhibición sexual o neurosis, complejo c e nu . p(,r logros inapropiados para las
masculiniclacl, Freud ciuiso decir que la ic.s'compromi.sos femeninos tradicio-
niujeres, tales como avances en la carrera para e , (^■on l-reud. resulta en ac c-ptar el
nales de la familia. El desarrollo femenino norma , „ ^ jcmeninos como la pasividatl
papel de esposa y madre y en el permanecer sin hijos y muc has 1< > hacen.
y el masoquismo. Las mujeres ahora puede • ..^..vcricic'jn de f-reud de cjue las mujerc\s
'duchos psicoanalistas de la actualidad rechazan a ' • ^ satisfacer sus dc.sc-os innatos
saludables necesitan convertirse en espcxsas y mac re. clesarrollo. las nuijc-res en
ÍM. G. Morris, 1997). Sin la ansiedad de ca.stracion P'^^' , y con un superyo más dé-
^oría están menos desarrolladas p.sicológicamente c|ue .so.stienen c|ue los factores
'!• Naturalmente, esta aseveración ha .sido rechaza a pcyr c
■ ^ qin- i'-rciul de.scri-
yullurales pueden explicar de manera adecuada la accp ati ' Caplan. I9H Í). fambién
'ó como masoquismo biológicamente determina o P""^ ^ , pn,jt^.rc's rc-portan m;is ver-
contradice los registros empíricos de las ^'''^^''^'"T^lnl'i^miu/moral), y tienen mayor empatia (xm
guenza y culpa (interpretado como evidencia del c " . .lific-in más alto c|ue los hombres
sentimientos de cítras personas (Tangney, 1990, 199á) y califican mas
en el nivel del desarrollo del yo (por ejemplo, Mabry, 1993).
1

Incesto: el abandono de Freud de su hipótesis sobre la seducción '


teoría a lo largo de muchas décadas. En su visión final, la fantasía
xual con su padre es sólo eso: una fantasía. Anteriormente, reuc , . . , nuiieres Su hipó-
real, en lugar del imaginado, era importante en las historias de sus pac ie • • • ^
cíe la seducción, la cual más tarde abandonó, sostenía C4ue la seducc ión d 1 , .
apropiadamente dicho, violación) de su hija era re.sponsable del clt--'>arrollc) c | .. ■
quiátricos, específicamente, histeria (S. Freud. 1896/1962a; McC.rath, 1986). ¿I or c|ue cambio
opinión Freud?
El abandono de Freud de la hipótesis de la .secluccic'm es aceptado por los fri-uclianos ortodo
xos como la corrección de un error temprano. Los críticos no están de acuerdo.
Desarrollo de lo personalidad • 55
I)i)s punios sf cstaiik'cii.'ron más allá ele la controversia: el ahuso sexual ele lew niñew ocurre
e'on mucha Ire-cue-ncia lamhie'-n. y lieme ele'clexs ne\t;alivos ele largo plaze) en el funcionamiente")
psicol(')gice> (Cahill, l.le-welyn y Pearson, 1991).
Re-gre'sanilo a la iiregunla hisiorie-a. ^;i:)e)r eiue- 1-reuel cambio ele opinieín. primero creyendo
(liK- sus pacientes habían sielo alaeaelas sexualmente y más larde concluyendo e|ue esto había s¡-
elo imagin;tci()n.-' d'neliera ser(jue se estuviera elefendienele) a sí mismo en contra de la sexspecha
de (|ue' su propio paelre' lo se'elujo a eM y a sus hermanos (Kuplersmiei, 1992)? lin crítico.jelTrey
Ma.s.son( 19.S i. |i, 1.^ i). acu.si) a l'reuel ele una'lalta ele valeir", peinienelo los intereses ele la carre-
r.i por encima ele sus pacientes. Otros han elefenelido a l'reud (peir ejemplo, Lawrence, 1988; R.
Paúl. 198S; Rose'nman, 1989). A través de la te'oría ele 1-re^uel. los pensamientos y elese^os .son muy
importante's y los e-ventos reale-s .son menos im]:)ortante.s. Los pen.samientos y las fantasías pue-
de-n .ser cambiadas a travé-s ele la terapia y los heche)s no(Birch. 1998), así que el análisis se con-
ce-ntra e-n lo (|ue' e-1 recuerelo elel abu.so significa para el paciente, ahora, en lugar del abuse)
simple-me-nte- como un hecho hi.stifrie'o. Los recuerelos del abuse).se vuelven, en efecto, narracio-
ne-s (lile- sil-ven como metáloras organizaeloras ele la experiencia; sin embargo, la teoría que se
e-nloc;i e-n e-1 ine-e-sto lantii.seaelo mientras ejue ignora el ince-sto real, invita a la crítie'a (Mack,
1980),
,;Puelie-ni un ince-sto re-al ¡xire-ee-r se-r .sólo una fantasía e) un incesto imaginado? A primera vis
ta. pare-cería imposible- confunelir a los elos. Un estuelio experimental reciente, ne) obstante,
mue-stra eiue- ;t ve-ce-s las e.\[)e-riencias e.sire.sanles son ree-e)relaelas erre)neamente ce)me)imaginaelas
e-n \'ez de- re-ale-s. l'n e-stuelio controhielo ele laboratorio, pe)r supuesto, no pue-de e^xponer a le)S
su je-tos ;i un;i vie'limiztte'icín se-xual. Pn su lugar, un evento mene)S severo la sustituyó. Robert
Kunze-ndorl y Cinely Moran (199.^199 i) hicieron que sus estudiantes trataran ele resolve-r ana
gramas. Algunos suje-tos re-cibieron proble-mas cjue te-nían e]ue ser resuelte).s (tales como las le
tras jOKl'. (|ue- pue-ele-n re-ae-onn)dar.se' para hacer la palabra JOCKEY), mientras que otros
re-cibie-n)n anagram;ts sin solucieín (come)C^YSOKE). Durante parle de la prueba, los sujete)s pu-
elie-ron ve-r |)i.st;is e|ue- le-s ayuelaron a solucionar los anagramas (tales como RAC.lí) preiyectadas
e-n una pantalla. Más tárele en la prue-ba. las |)islas fue-re)n leíelas y se les instniyó para que- .se- las
imaginaran e-n la pantalla. 1 lubo otras manipulaciones e\\pe-rime-ntale\s en algunos gnipets di.se-
ñaelas |);ir;i |)rotlue"ir tilios nive-le-s ele- ansie-elael acerca elel éxito; .se les elijo e|ue la prueba meelía
inielige-nci;i y. e-n e'ontraste- con sus pre)pias elificultaeles (pueste) e|ue sus anagramas e^ran impo-
sibk-s). poelúm ve-r a otros re-solver los anagramas ele- una manera m;is rápida. Se re-alizaron
I)nieba.s de personalielael pan medir ;m.sieelael y defensa. El re.sultado es intrigante. Los sujetos que
e-stuvie-ron te-me-rosos ele- Irae'asar era más probable- que reportaran que- las pistas para k)s ana-
gntmas (|ue fracasaron e-n resolver habían sido pistas'imaginaelas", aunque ele hecho estas pis
tas h:ibían sielo proye-e'taekis e-n la pantalla. Ne) olvidaretn ce)mpletamente las pistas; reportare)n
(lue- las pist;i.s se habí;in presentaelo (al .ser leídas en voz alta). Si bien, en sus re-cuerelos. las pis-
t;t.s pare-e'ie-ron imaginada.s en lugar ele- vista.s en realidad. Si esta elistorsión en la me-moria oe'u-
rre- e-n los e-stueliante-s unive-rsitarie)s e'on la tarea relativamente ine)fe-nsiva de- .solucionar
rom[)e-cabe-z;is ve-rbales. ¿petelría algiín proce-so similar e)currir entre- las víctimas ele- abuso se-xual
e-n la nir)e-z? ,.;l'uelie-i'an re-corelar a veces el ince-sto e'omo un evento imaginaelo? La evick-ncia es e.s-
e'a.sa. ;isí c|ui- .sólo [)e)ele-mo.s e-specular. Pe-ro si le)s proce.se)S similare-s a este- t-.\pe-rime-nto e'ontre)-
Lido oe'urrie-ron t-n el ámbiie) más impe)rtante ele- la viela misma, ayuelarían a e-xplie'ar por e|ue-
I re-uel Ik-g(') a cre-e-r (|ue- el inex-.sto era fanta.se-ado.
Daviel l'inke-lhe)r y sus e-olegas re-portan una encue-.sta nacional ele- e-.staele)uniek-nse-s. e-n la cual
27'Mi ele- las muje-re-s y 16% ele los hombre-s informaron algún ti|)o ele- abu.so ,se-xual cuanelo niños.
1 )e- todos, 13'K) ele las mujert-s y 9% ele los homl)res rei)ortaron una historia ele e'oile) re-al o su in
tento. Sin e-mbargo, la pre-gunta fue formulaela ampliamente, elejanelo ()oe'o claro lo que- había
oi'urrielo cuando los e-ntre-vist;tdo.s elije-ron sí: "(ai;mck) niño (inelicanelo te-ne-r una e-dael ele- 18 o
me-nos). puelie-ra re-corelar haber te-nielo alguna e-xi)crie-ncia c|ue ahora uste-el poelría con.siek-rar
como abu.so ,se-xual, e'omo alguien tratanelo a tenienelo alguna cla.se ele- re-laciein .se-xual e'on us
ti-el, o ;ilgo p;u'i-cielo?"(Einkelhor. llot;iling. l.evvis y Smith. 1990. |). 20).
56 • Capítulo 2 FREUD; El psicoanálisis clásico
El tema es más compiejo que simplemente la prevalencia del incesto. 1.a relación i-nire el in
cesto y los resultados de una salud mental adversa debe también .ser anali/.ida. A<|uell< >s <|iie han
sufrido abuso sexual cuando niños tienen un rie.sgo enorme de sufrir una variedail ck- ira.si( »rno.s,
incluyendo trastorno de estrés ptostraumático, ansiedad, depresicm. suicidio, imsiorno íronteri/.o
de la personalidad, trastorno de personalidad múltiple, disociaci(')n, abuso de drogas y alcohol,
victimizadón sexual, dificultad en las relaciones y baja autoe.stim;i (Alti-r-Keid y otn >s. lysí); Marnard
y Hirsch, 1985; Browne y Finkelhor, 1986; Connors y Monse, 199.5; deCliesnay. I9.S5; Ki-mlall-
Tackett, Williams y Finkelhor, 1993; Ki.ser, Meston, Mill.sap y Fniiti, IWI; l.i-ifer. .Sliapiro. Martone
y Kassem, 1991; Saitman y Solomon, 1982; Shapiro, Ix'ifer, Martone y Ka.s.sem. 1990; .Sik )n. 1992;
Tricketty Putnam, 199.3). A pesar de la evidencia de la patología entre much;i.s vic timas, ;il.mi-
nos no desarrollan los .síntomas. Hasta ahora, la inve.stigación indica tjue i-xiste un nuiyor ckiño
cuando el abuso es más invasivo, cuando el abusador emplea la fuerza físic a o c-s coc-rc itivo.
y cuando los padres no creen en los informes de los niños acerca del abu.so (.Sp;ic'e;irelli, 199-1).
Conforme los investigadores y terapeutas de.sarrollen modelo.s má.s detallacki.s de cauno lo.s
niños enfrentan el abu.so sexual ÍSmith y Jones, 199'í; .Spaccarc-lli, 199 i). c-spinunos podc-r en
tender porqué un niño desarrolla severos síntcrmas mientra.s otro e.sc.ip.i ap.irc nteiiiente incc'r-
lume, e intervenir de manera má.s eficiente.
La evidencia acerca del funcionamiento del .sistema nervio.so es relevante- pani c-stc is dc-hates
sobre el recuerdo o la fantasía del abu.so y rrtros traumas. Cuando una pc-r.sona o. como .sabe
mos de los estudios controlados, un animal de experimentación, es expuc-sta ;i muy ;ilt< .s niveles
do tensión, el cerebro re.sponde p.sicolcrgicamente de formas c|ue ¡medc-n ;dtc-r;.r I;. mc-moria.
Los neurocientíficos modernos han de.scubierto una ba.se biológica pani l;i ¡imnc-sm producid;!
Poria tensión. En estudios con ratas, la tensión .se creó con un doloro.so choc,uc- c-k-c trico c-n.sus
patas cansándoles que olvidaran ccrmo c.scapar de un tan(|ue de agua. ..i.s ratas <|uc no sulrie
ron ul dolor nadaron a una plataforma sumergida cuya locahz;icion habían .iprc-ndido pre
viamente, no así las que sufrieron el choque eléctrico antes de la prueba. 1.a tc-ns.on e;m.so un
incremento en la holona glucocorlicoide, la cual interfirió con lo.s inen.sa,c-.s nema es c-n el
hipocampo del cerebro, un área concxida por .ser importante para la nu-mon; (de(.)uers i;m.
Roozendaal y McCaugh, 1998). listas y otras con.secuencias bio<|uimica.s de un.i ti nsion .si s i ra,
especialmente en el cerebro inmaduro, podrían causar amnesra debido a r.izoiu-.s biologiia.s
(Bremnery otros 1995, 1996; Van der Kolk y Fi.sler, 1995). ¿Que hay acerc;i de l;i asevenii ion
de algunos terapeutas de que los .síntomas del cuerpo re.sultan de eventos traunKitici )s olvitki-
dosfRaiican, 1996)? Es posible aún, neurológicamcnte, c|ue las emociones y las respuestiis del
cnerpo pudieran registrar los efectos del trauma mientra.s cpie la memoria de k )s eveiui)s se pier
de, puesto que el cerebro proce.sa tales recuerdos de diferente manera; ;i través del hipi >c;impo
para el evento, y a través de la amígckila para las emociones y la memoria corponil(Hyrd, 199 i).
i-a aseveración psicoanalíüca de c|ue la tensión puede cau.s;ir la amnesia es |xirci;ilmente c<)rrec-
h». en cuanto a que la tensión en el e.studio de la rata descrito anteriormente s, interlirii. con la
memoria. El mecanismo, sin embargo, no fue como pen.saron los |j.sicoanah,si;i.s l-.l estres (ten
sión) alteró la memoria debido a una razón biológica y no por(|iie el recuerdo de his nitas hu-
hiera sido muy doloroso. En este estudio, de hecho, la memoria hubiera sido un ;ihvi( >. (^)ui/.;i, ;d
t^nfocarse en el dolor del recuerdo en lugar de en los mecani.smos biológicos, el psii i niixilisis ha
estado equivocado.
La controversia está muy lejos de terminarse, con el continuo delxite .sobre l;i pri-v;ilenci;i ili-l
mcesio,sus efectos psicológicos, y la pregunta hi.stórica de las motivaciones de l-reud p;u;i ;ib;m-
donar la hipóte.sis de la .seducción. Los psicoanali.stas e.stán reconsiderando Lis a.se\ i-r;ieione.s
teóricas, incluyendo el amplio tema del papel del complejo de l-:di|)o en el de.sarrollo (Simón,
1991). F,1 contexto cultural ilel de.sarrollo no puede ser ignorado. Para algunos crítii os. i-l lenui
del incesto e.stá intrincadamente relacionailo con el poder del hombre en la socii-ihid (I k-rinan
y Hirschman, 1977). bi controversia se ha trasladado a las corti-s, también, dondi- i-xisti-n luicios
de niños que a.severan haber sido abu.sados por stis padres. Los jui-i"i'.s y jurados i'st;in i li-i iilii-n-
Tratamiento psicoanalítico • 57
cío si cT abuso hic real o iniajíinacio con base en si el interrogatorio ele terapeutas y otros ayiictó
a cic-sciibrir reciiercios reiirimiclos o si éstos fueron creados por ellos mediante el poder de la sii-
gc-stion ((.eci y bruck. 1993; OIshe y Watters. IWi; Pressiey y Círossman, 199't). Id sistema le
gal. [lor supiic-sto. rc-(|uiere decisiones acerca de ciué ctimportamiento cx'urricí en realidad, y el
psiioaiuilisis. por(|ue está interesado en la "verdad subjetiva", nci es muy adecuado para pro
porcionar la inibriiKicicHi nece.saria (birch. 1998).

¡{¡'cctos de lafijación bi teoría |xsicoanalítica dice c|ue la lljacicSn en la fa.se fálica re.sulta en di-
lic ult;ides en la lornuición del .su|X'r\-ó; en la identidad del rol sexual; y en la sexualidad, inclu
yendo la inhibición sexu;il. la promiscuidad sexual y la homosexualidad. I.os problemas con la
identilic:K ion del rol sexiuil (aceptar los estándares culturales del comportamiento del hombre
y la mujer) pudienin originarse de las dificultades en esta fa.se. lista lormuia clásica asume cjuc^
l;is normas sexu;iles culturales serán aceptadas por los individuos .sanos; no permite la posibili
dad de- (|ue his normas del rol .sexiuil estén ellas mismas en la necesidad de cambio.
freud asevere')([ue la ixT.sonalidad .se forma principalmente durante estas trc\s primeras la.ses
irsico.sexuales. cuando .se establecen los mecanisnxis básicos del yo para lidiar con ios impulsos
libidinak's. .Si ocurre la lijacii')n, la neurosis específica dejíenderá de la fase en la que se dañó el
elesarrollo. Mientras más temprana la lljación. más .serio el trastorno resultante. Freud sugirió
(|ui' la e.s(|ui/.oln.'ni;i. la par.moia. la neurosis ob.sesiva y la histeria eran resultado de una severa
lijacion en las primeras tres lases, re.s|iectivamente(Sulloway. 1979).

I ASI- ÓF. LATT-NCIA

bi nine/ metlia es un periodt) de relativa calma de los imjxilsos sexuales, así que el modelo de
I ri'ud .sobre la ten.si(')n libidinal dice poco acerca de esta fase.(Es, sin embargo, un periodo im
portante di'l di'sarrollo tie ;icuerdo con otras teorías.)

Iw\ FA.SE CiENIT AL

bi fase genital em|)ie/.a en la pubertad. En contraste con los objetos sexuales autoeróticos y de
la hiniasía del niño lálico. el atlullo genital de.sarrolla la capacidad de experimentar satislacción
sexiKil con un objeto del .sexo o|)uesto. El carácter genital es el ideal de Freud de un comple
to desarrt)llo. Se de.sarrolla si las lijaciones han sido evitadas o si han sido resueltas a través del
psicoanálisis. I al per.st)na no tiene conllictos significativos i^reedípicos; disfmta una sexualidad
satislactoria; y le interesa la satisfacción de la jxireja de amor,evitando el narcisismo egoísta. La
eix-rgí;i p.sK|uica sublimada está disixjnible para el trabajo, lo cjue produce gozo.
freiiil consiileraba a la neurosis en e.sencía como una disfunción .sexual. Debido al inheren
te conllicto entre las demanilas biológicas y los rec|uerimientos de la civilización, algún grado
de conllicto neurótico es inevitable, pero puede ser minimizado a través de la aceptación de las
necesidailes sexuales, lín la era |X)slreudiana, el desemixmo .sexual y el goce son ampliamente
ai'eplatlos couu> e.stáixhires ;i ser alcanzados.

Tratamiento psicoanalítico
lín el adulto sano, tanto la .satisfacción sexual directa como la sublimacitín indin-cta de los im-
pul.sos .sexuales ixnirren, llevando al famo.so criterio de Freud de .salud mental. I.iehcn tind Ar-
fh'iicn. e.sto es,"amor y trabajo". Tal resultado ixairre si no hay graves fijticiones en el desarn>llo
o si las lijaciones son resueltas a través del tratamiento psicoanalítico. FreutI de.scribió el ¡'si
coanálisis con la metáfora de la art|ueok)gía. líl proce.so analítico trata de "excavar" el material
primitivo "enterrado" ¡lor largo tiempo mediante la represitín y traerlo ti la superlicie. ;i la con-

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