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El acto administrativo debe satisfacer todos los requisitos relativos al objeto competencia,
voluntad y forma y producirse con arreglo a las normas que regulan el procedimiento
administrativo. Consecuentemente, los vicios son aquellas fallas o defectos con que el acto
aparece en el mundo del derecho. A su vez, esos vicios o irregularidades afectan al acto en
la medida o magnitud del requisito concretamente violado.
El acto administrativo tiene que satisfacer todos los requisitos relativos al objeto (causa),
competencia, voluntad (finalidad, procedimiento, motivación), forma y producirse con arreglo
a las normas que regulan el procedimiento administrativo. Así, cuando en el dictado de un
acto administrativo se ha excluido o incumplido total o parcialmente alguno de sus
elementos esenciales, se dice que está viciado.
En este orden de ideas, se define a los vicios como aquellas faltas o defectos con que el
acto aparece en el mundo del derecho y que, según el ordenamiento jurídico vigente,
lesionan su validez; o también como el irregular cumplimiento o el incumplimiento de algún
requisito exigido por el orden jurídico para el acto administrativo.
El vicio en el objeto por violación de facultades regladas puede ser calificado como muy
grave o grosero.
3) Imprecisión u oscuridad: El objeto del acto debe ser cierto. Por ello, la falta de
certeza, la imprecisión o indeterminación, o la oscuridad vician el objeto del acto. La
oscuridad debe ser insanable o insuperable; es decir, que realizando un razonable esfuerzo
de interpretación no sea posible encontrar el sentido del acto. La imprecisión u oscuridad
insalvable vician groseramente al acto.
1) En razón del grado: El acto puede estar viciado de incompetencia en razón del
grado de dos supuestos esenciales:
4) En razón del tiempo: Se refiere a los casos en que un órgano tiene facultades
conferidas sólo durante un periodo determinado. A efectos de determinar si el acto está o no
viciado, habrá de atenderse al tipo de plazo y a la finalidad por él perseguida: teniendo en
cuenta si dicho plazo es el límite al ejercicio de potestades administrativas, su transgresión
vicia el acto; si, en cambio, el plazo es en favor del administrado, el acto es válido, sin
perjuicio de la responsabilidad del agente. Respecto de la calificación del vicio, será
considerado como muy grave o grosero atendiendo a las particularidades del caso concreto.
Vicios de la voluntad
1) Actos que omiten decidir: el acto no resuelve puntos oportunamente propuestos por
el recurrente y comprendidos en el expediente, que además son conducentes a la
solución del caso.
2) Decisiones que prescinden de los hechos: el acto desconoce hechos acreditados en
el expediente, o se funda en hechos o pruebas inexistentes o carece de una
situación de hecho que lo justifique.
3) Actos que prescinden de toda fundamentación normativa seria, o incurren en error de
derecho: la falta de fundamento jurídico debe tener cierta envergadura para que
invalide el acto; el requisito de la motivación suficiente abarca tanto a los hechos
como al derecho aplicable; es más importante la motivación fáctica que la jurídica, ya
que esta última es más fácilmente suplible por el intérprete o destinatario del acto. En
este sentido se aplican los principios elaborados por la Corte Suprema en materia de
sentencia arbitraria, en cuanto a la invalidación de actos, en los supuestos de falta de
fundamentación normativa seria o comisión de error de derecho.
4) Actos ilógicamente motivados: un acto fundado en razonamientos falsos, o que no
tienen relación con los fundamentos del recurso.
c) Error: El error debe ser esencial, es decir versar sobre un aspecto importante del
acto, y en virtud de él la voluntad de la Administración debe resultar excluida. Si reviste
estas características el vicio es muy grave, de lo contrario, puede ser leve o grave, según las
circunstancias.
La distinción es importante porque la calificación del vicio es diferente y, por tanto, son
también diferentes las consecuencias que acarrea. Si fuera vicio de error, el acto sería
anulable, vicio grave; en cambio, siendo el vicio en el objeto el acto es nulo o inexistente,
vicio muy grave o grosero.
d) Dolo: La LNPA caracteriza este supuesto como aquel acto que tiene como
existentes hechos o antecedentes inexistentes o falsos. Sin embargo, pueden darse otros
supuestos, además del previsto por la norma. Puede haber dolo del administrado, que debe
ser previo a la emisión del acto y determinante para la adopción de la decisión; puede haber
dolo del funcionario y hasta connivencia dolosa entre funcionario y administrado, producto
de soborno o cohecho.
Vicios de forma:
Los defectos de forma normalmente determinan la anulabilidad del acto (vicios leves o
graves), porque su naturaleza es estrictamente instrumental
1) Defectos de la declaración
a) Forma escrita: En cuanto a los requisitos que exige la forma escrita del acto
administrativo se puede manifestar:
- La falta de fecha puede ser subsanada por la notificación del acto, teniéndose por
fecha la de su notificación, y en cuyo caso el acto es válido. Sin embargo, hay casos
en que la fecha es necesaria para determinar si no se ha excedido el límite temporal
de una competencia o para determinar si se han cumplido los requisitos de sesión y
quórum de los órganos colegiados; en cuyo caso, el vicio puede llegar a ser
calificado como muy grave.
- La falta de mención del órgano del cual emana el acto, si no puede determinarse de
ninguna manera, constituye un vicio muy grave y hasta grosero en la forma del acto.
- La falta de firma es un vicio grosero, ya que la firma acredita que la voluntad
efectivamente ha sido emitida en la forma que el acto indica.
El acto no produce efectos jurídicos hasta que haya sido notificado y, por tanto, no es acto
administrativo, tal y como se ha definido, como como productor de efectos jurídicos
inmediatos.
Nulidad: teoría de la invalidez administrativa.
Ahora bien, la teoría de la invalidez administrativa debe explicar cuáles son las
consecuencias jurídicas que habrán de asignarse a esos vicios o defectos. La gravedad de
las consecuencias se mide por la lesión que produce el acto administrativo en los intereses
de los afectados y en el orden público y jurídico estatal, dando lugar a distintas categorías de
consecuencias jurídicas aplicables a los actos según el vicio de que adolezcan.
Sin embargo, para algunos autores la denominación bajo la cual se agrupan las
consecuencias que se derivan de un vicio no es esencial; lo verdaderamente importante es
determinar cuáles son esas consecuencias.
a) No se considera regular;
b) Carece de presunción de legitimidad y ejecutividad;
c) Los particulares no están obligados a cumplirlo y los agentes públicos tienen el
derecho y el deber de no cumplirlo ni ejecutarlo;
d) La declaración de inexistencia produce efectos retroactivos (extunc);
e) La acción para impugnarlo judicialmente es imprescriptible;
f) En sede judicial procede de oficio la declaración de inexistencia.
b) Diferencias específicas:
Nulidad absoluta (art. 387): son los actos La Ley Nacional de Procedimientos
que contravienen el orden público, la moral Administrativos regula esta clasificación en forma
o las buenas costumbres. La nulidad expresa en sus arts. 14 y 15:
absoluta puede declararse por eljuez, aun Nulidad absoluta (art. 14 de la Ley): - El acto
sin mediar petición de parte, si es afectado de nulidad absoluta no goza de
manifiesta en el momento de dictar presunción de legitimidad por tener un vicio grave,
sentencia. Puede alegarse por el Ministerio es decir que no se necesita investigación previa
Público y por cualquier interesado, excepto para constatar su nulidad y debe ser revocado en
por la parte que invoque la propia torpeza sede administrativa de oficio (salvo que el acto
para lograr un provecho. No puede estuviera firme y consentido y hubiera generado
sanearse por la confirmación del acto ni por derechos subjetivos que se estén cumpliendo -art.
la prescripción. 17 de la Ley-, en cuyo caso solamente opera la
revocación judicial).
- Esta nulidad se da cuando el vicio afecta a los
elementos esenciales del acto (arts. 7 y 8)
lesionando el orden e interés públicos (por ello no
es subsanable). La acción para demandar la
nulidad es imprescriptible y su extinción produce
efectos retroactivos.
Nulidad relativa (art. 388): los actos a los Nulidad relativa (art. 15 de la Ley): - El acto
cuales la ley impone esta sanción sólo en afectado de nulidad relativa es aquel que tiene un
protección del interés de ciertas personas. vicio leve, no manifiesto, que no afecta elementos
La nulidad relativa sólo puede declararse a esenciales del acto, es prescriptible y tiene cierta
instancia de las personas en cuyo beneficio estabilidad (se presume legítimo y por eso es
se establece. Excepcionalmente puede tratados como válido hasta que sea anulado o
invocarla la otra parte, si es de buena fe y revocado de oficio o a pedido de parte).
ha experimentado un perjuicio importante. - Se pide una investigación previa para que el juez
Puede sanearse por la confirmación del determine su invalidez.
acto y por la prescripción de la acción. La - El acto puede ser saneado (corregir los vicios
parte que obró con ausencia de capacidad leves o defectos que tiene dicho acto) a través de
de ejercicio para el acto, no puede alegarla los 2 sistemas establecidos en el articulo 19:
si obró con dolo a) Ratificación por el órgano superior, ante la
incompetencia en razón de grado y solamente
cuando esté permitida la avocación, delegación o
sustitución.
b) Confirmación, por el órgano que dicto el acto,
subsanando éste el vicio que afectó a aquél
Nulidad parcial: es la que afecta a una o Nulidad no manifiesta: como el vicio que tiene el
varias de sus disposiciones. La nulidad de acto administrativo no surge en forma notoria, se
una disposición no afecta a las otras exige una investigación, juzgamiento para conocer
disposiciones válidas, si son separables. Si el vicio de hecho y consagrar al acto nulo.
no son separables porque el acto no puede
subsistir sin cumplir su finalidad, se declara
la nulidad total. En la nulidad parcial, en
caso de ser necesario, el juez debe integrar
el acto de acuerdo a su naturaleza y los
intereses que razonablemente puedan
considerarse perseguidos por las partes.
DE LAS NULIDADES DEL ACTO ADMINISTRATIVO
ARTÍCULO 25.- Si se hubiere incurrido en una irregularidad, omisión o vicio que no llegare
a impedir la existencia de alguno de sus elementos esenciales y la administración no lo
saneare, el acto podrá ser anulado en sede judicial.
ARTÍCULO 28.- El acto administrativo regular, del que hubieren nacido derechos subjetivos
a favor de los administrados, no puede ser revocado, modificado o sustituido en sede
administrativa una vez notificado.
Sin embargo, podrá ser revocado, modificado o sustituido de oficio en sede administrativa si
el derecho se hubiere otorgado expresa y válidamente a título precario. También podrá ser
revocado, modificado o sustituido por razones de oportunidad, mérito o conveniencia
indemnizando los prejuicios que causare a los administrados.
a) ratificación por el órgano superior, cuando el acto hubiere sido emitido con
incompetencia en razón de grado;
b) confirmación por el órgano que dictó el acto subsanando el vicio que lo afecte.
Los efectos del saneamiento se retrotraerán a la fecha de emisión del acto objeto de
ratificación o confirmación.
ARTÍCULO 30.- Si los elementos válidos de un acto administrativo nulo permitieren integrar
otro que fuere válido, podrá efectuarse su conversión en éste consintiéndolo el administrado.
La conversión tendrá efectos a partir del momento que se perfeccione el nuevo acto.
Es decir:
Naturaleza: El reglamento tiene un régimen jurídico propio, distinto del de los actos
administrativos y de los simples actos de la Administración sin perjuicio de que, como lo
prevé el art. 37, se les pueda aplicar supletoriamente el régimen jurídico de los actos
administrativos, en cuanto sea compatible con su naturaleza.
A este respecto, actualmente, los marcos regulatorios de servicios públicos consagran como
requisito previo e ineludible a la adopción de cualquier decisión, sea ésta general o
particular, el mecanismo de las llamadas “audiencias públicas”.
A manera de síntesis, entre las materias administrativas, son las típicamente reglamentarias
las que pertenecen al ámbito organizativo interno de la Administración. Las que implican
imposición de obligaciones o limitación de derechos de los ciudadanos, sólo han de limitarse
a ser complemento de la ley, requiriéndose la habilitación específica que en cada caso la ley
haya hecho al reglamento.
ARTÍCULO 38.- Todo reglamento debe ser publicado para tener ejecutividad. La publicación
debe hacerse con su transcripción íntegra y auténtica, en el Boletín Oficial de la Provincia
y/o en los medios que establezca en sus disposiciones.
ARTÍCULO 39.- Toda iniciativa que tienda a modificar o sustituir normas reglamentarias
deberá ser acompañada de una relación de las disposiciones vigentes sobre la misma
materia y establecerá expresamente las que han de quedar total o parcialmente derogadas.
Cuando la reforma afecte la sistemática estructura del texto, éste se ordenará íntegramente.
Se los llama autónomos porque su dictado no depende de ley alguna. Se manifiestan por
medio de instrucciones y circulares de cumplimiento obligatorio para los agentes
subordinados a ellas, so pena de hacerse pasible de sanciones por el incumplimiento. Como
se dijo anteriormente, no se publican en el Boletín Oficial, sino que comúnmente se dan a
conocer mediante su exposición en avisadores de la Administración
Algunos autores rechazan denominar a estos reglamentos “delegados”, dado que el órgano
legislativo no puede delegar facultades en el órgano ejecutivo.
Finalmente, interesa remarcar las diferencias que existen entre un reglamento de necesidad
y urgencia y un decreto-ley. El decreto-ley no supone un estado de necesidad y urgencia,
emana de un ejecutivo de facto, y si bien existe el órgano legislativo en el orden normativo,
no existe en el de la realidad existencia. El reglamento de necesidad y urgencia, en cambio,
supone un grave estado de necesidad y urgencia, emana de un ejecutivo de iure y se emite
existiendo el Congreso en ambos órdenes.
Dictámenes
ARTÍCULO 41.- El dictamen o informe técnico será requerido cuando sea obligatorio en
virtud de norma legal expresa o sea conveniente para resolver la cuestión planteada. Los
dictámenes o informes contendrán:
Concepto: Son actos jurídicos de la Administración emitidos por órganos competentes que
contienen informes y opiniones técnico-jurídicas preparatorias de la voluntad administrativa.
Del análisis del concepto se advierte:
En cuanto a los requisitos de forma que deben cumplir estos actos, además de los comunes
a toda la actividad administrativa, ellos figuran normalmente enunciados en las normas de
procedimiento administrativo y se relacionan con la indicación de fecha, lugar, resumen de la
cuestión objeto de la consulta, opinión fundada y conclusiones.
Tipos: La doctrina y la legislación han reconocido tradicionalmente tres tipos:
1) Facultativos: Son aquellos que la Administración no está obligada a requerir, pero puede
voluntariamente solicitarlos y aceptar o no sus conclusiones.
2) Obligatorios: Los órganos activos están obligados a requerirlos por imposición del orden
normativo, pero no están obligados a conformarse a ellos. Son cuasi-vinculantes, es
obligatorio solicitar el parecer, y facultativo el ser o no consecuente con él. Se ha
manifestado reiteradamente que el requerimiento y la consideración del dictamen son
elementos necesarios para la formación de la voluntad administrativa.
Régimen jurídico: Los hechos administrativos tienen un régimen jurídico propio y autónomo
de cada una de las diversas formas jurídicas de la función administrativa. Constituyen en sí
una actividad neutra, que no es en principio legítima ni ilegítima, a menos que se trate de
“vías de hecho administrativas”, que comporten un obrar manifiestamente prohibido y lesivo
al orden jurídico.
Estas llamadas vías de hecho constituyen una irregularidad grosera cometida por la
Administración contra el derecho de propiedad o contra una libertad pública, generando la
ilicitud de obrar administrativo y consecuentemente la responsabilidad patrimonial de la
Administración Pública.
CIRCULARES E INSTRUCCIONES
ARTÍCULO 40.- Las instrucciones y circulares internas no obligan a los administrados, pero
éstos pueden invocar en su favor las disposiciones que contengan, cuando ellas establezcan
para los agentes públicos obligaciones en relación a esos administrados. Deben exponerse
las instrucciones y circulares en vitrinas o murales en las oficinas respectivas durante su
vigencia y compilarse en un repertorio o carpeta que permanecerán a disposición de los
agentes públicos y de los administrados.