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Concepto: Son aquellas cuyo objeto consiste en la entrega de una cosa cierta que se encuentra determinada en su
individualidad. El deudor sólo cumple la prestación entregando esa cosa y no otra.
Modo de cumplimiento: La obligación de dar no se circunscribe sólo a la entrega de la cosa. Pesan sobre el deudor otros
deberes secundarios de conducta que se ubican anteriores al cumplimiento y están orientados a posibilitarlo:
● Deber de información.
● Derecho y carga de inspeccionar la cosa al momento de la entrega. Principios que rigen el cumplimiento de estas
obligaciones.
● Excepto disposición en contrario, antes de la tradición de la cosa el acreedor no adquiere ningún derecho real.
● Los frutos son cosas muebles. La posesión de buena fe de una cosa mueble hace presumir su propiedad.
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● Salvo previsión legal en contrario, nadie puede transmitir a otro un derecho mejor o más extenso que el que tiene.
● Para que se genere la obligación de indemnizar es preciso la presencia de todos los elementos de la responsabilidad civil: anti
juridicidad, daño, factor de atribución y daño.
● Una vez efectuada la elección de las obligaciones de género opera la concentración de a obligación y se aplican las reglas
sobre la obligación de dar cosas ciertas.
Estos principios resultan de importancia para facilitar la solución ulterior de todos los problemas que se presentan con relación a
las distintas obligaciones de dar.
● Excepto disposición legal en contrario, antes de la tradición de la cosa el acreedor no adquiere ningún derecho real (arts. 750,
1891, 1892, 1924 y concs.)
● Los frutos son cosa muebles. La posesión de buena fe de una cosa mueble hace presumir su propiedad, salvo que se trate de
cosas robadas o perdidas (art. 1895)
● La propiedad de los frutos se adquiere en el momento de precepción (arts. 1895, 1935 y concs.)
● Salvo previsión legal en contrario, nadie puede transmitir a otro un derecho mejor o más extenso que el que tiene (art. 399), ni
puede recibir un derecho mejor y más extenso que el que tiene el transmitente.
● Para que se genere la obligación de indemnizar es preciso la presencia de todos los elementos de la responsabilidad civil: anti
juridicidad (incumplimiento), daño, factor de atribución (subjetivo y objetivo)
● Una vez efectuada la elección en las obligaciones de género (art. 762) opera la concentración y se aplican las reglas sobre la
obligación y se aplican las reglas sobre la obligación de dar cosas ciertas (art. 763)
Transferencias del dominio y constitución de otros derechos reales por acto entre vivos. Distintos sistemas.
● Sistema romanista (de título y modo): Para la constitución del derecho real es menester la presencia de dos hechos
productores: el título y el modo. El título es el acto jurídico que tiene por finalidad la transmisión de un derecho propio del
disponente capaz y legitimado a tal efecto, al adquirente igualmente capaz, instrumentando conforme los requerimientos del
ordenamiento jurídico determinan para alcanzar el fin previsto. El modo está dado por la tradición de la cosa. La tradición se da
cuando una parte entrega una cosa y la otra la recibe. Es el hecho material de la entrega de la cosa.
● Sistema de adquisición de los derechos reales por el solo consentimiento: La constitución y transmisión de derechos reales
por acto entre vivos opera por el solo consentimiento de las partes. Ante las numerosas críticas que recibió, se llevaron a cabo
algunas rectificaciones. En materia de cosas muebles el derecho real se constituye por el solo consentimiento, pero para que
sea oponible a terceros es necesaria la tradición. Y en materia de cosas inmuebles el derecho real se constituye por el solo
consentimiento; sin embargo, para que sea oponible a terceros es menester su inscripción en el registro inmobiliario
(consensualismo mitigado)
● Adquisición de los derechos reales por la sola inscripción registral constitutiva: En materia de cosas muebles rige el sistema
romanista de título y modo. En materia de cosas inmuebles, se consagra el régimen de inscripción registral constitutiva
conforme al cual la mutación real no se produce sin la correspondiente registración.
Efectos entre partes de las obligaciones de dar cosa cierta para constituir derechos reales:
Se destruye física o materialmente en forma total. Debe tratarse de un menoscabo que altere su propia sustancia
tornando a la cosa inaprovechable económicamente.
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Se pierde o desaparece sin que se sepa de su existencia.
Es puesta fuera de comercio. Conforme a lo dispuesto en el art 755 CCCN, el propietario es quien soporta los riesgos.
En las obligaciones de dar cosas ciertas, el dueño es el deudor. En cambio, tratándose de obligaciones de restituir cosas
ciertas, es el acreedor quien reviste tal carácter.
Si la pérdida no es imputable al deudor, se extingue la obligación por imposibilidad de incumplimiento.
Si la pérdida de la cosa proviene de un hecho imputable al deudor, subjetiva u objetivamente, la obligación no se
extingue, sino que se modifica su objeto y se convierte en la de pagar el contravalor económicos de la cosa más los
daños y perjuicios.
● Deterioro de la cosa: cuando a cosa experimenta una alteración intrínseca en su estructura que, sin degradar su esencia,
disminuye su valor económico. ○ Deterioro por causas no imputables al deudor: Se da la imposibilidad de incumplimiento
conduciendo a la extinción de la obligación, sin responsabilidad del deudor. ○ Deterioro por causas imputable al deudor: Si el
deterioro es imputable al deudor, el acreedor tampoco está obligado a recibir la cosa deteriorada. Tiene, en cambio la
posibilidad:
Aceptar la cosa en el estado en que se encuentra, con disminución del precio y demandar la reparación de los daños
que la inconducta de aquél le ha generado.
Reclamar la modificación del objeto obligacional originario por el contravalor económico de la cosa más la
indemnización por perjuicios.
Exigir una cosa equivalente, si la hubiera, más daños y perjuicios.
● Mejoras: El aumento del valor intrínseco de la cosa. ○ Mejoras naturales: incremento inseparables que la cosa recibe por
hechos de la naturaleza (aluvión y avulsión). Autoriza al deudor a exigir un mayor valor. ○ Mejoras artificiales: provienen del
hecho del hombre. Pueden ser:
necesarias: su realización es indispensable para la conservación de la cosa. El deudor está obligado a realizar las
mejoras necesarias, sin derecho a percibir su valor.
útiles: son beneficiosas para cualquier sujeto de la relación posesoria. El acreedor tiene derecho a exigir el retiro de la
mejora y que la cosa sea repuesta a su estado anterior; puede reclamar los daños y perjuicios por tal situación. Si la
cosa puede ser retirada y el acreedor desea mantenerla, deberá abonar el costo de la mejora.
suntuaria: es la de mero lujo o provecho exclusivo para quien la hizo. No son indemnizables por el acreedor, quien
puede oponerse a su retiro si ello daña la cosa. Si la mejora puede ser retirada y el acreedor desea mantenerla debe
abonar su costo.
de mero mantenimiento: reparación de deterioros menores originados por el uso cotidiano de la cosa. Están a cargo
del deudor.
● Frutos: Son los objetos que un bien produce, de modo renovable, sin que se altere o se disminuya su sustancia. Hasta el día de
la tradición, los frutos percibidos le pertenecen al deudor; a partir de esa fecha, los frutos devengados y los no percibidos
corresponden al acreedor.
Naturales: producciones espontáneas de la naturaleza, que se generan sin la intervención del hombre, que solo se
limita a recolectarlos.
Artificiales: son aquellos que se producen por la industria del hombre o por la cultura de la tierra, verbigracia, tala de
montes, cosecha de trigos.
Civiles: Rentas que la cosa produce.
Puede suceder que el deudor de una obligación de dar cosa cierta para constituir derecho reales, obrando de mala fe, se
obligue también respecto a otras personas a cumplir similar prestación. Lo que origina un conflicto de intereses entre los
distintos acreedores. Concurrencia de varios acreedores
Bienes inmuebles: Art 756 CCCM: Si varios acreedores reclaman la misma cosa inmueble prometida por el deudor, son todos de
buena fe y a título oneroso, tiene mejor derecho:
Bienes muebles: Art 757 CCCN: Si varios acreedor reclaman la misma cosa mueble prometida por el deudor, son todos de buena
fe y a título oneroso, tiene mejor derecho:
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1. el que tiene emplazamiento registral, en el caso de los bienes muebles registrables
Obligación resarcitoria subsidiaria: El acreedor de buena fe que resulta frustrado en su derecho tiene acción contra el deudor
conforme a las reglas de imposibilidad de incumplimiento, que incluyen la reparación de los daños sufridos.
● Responsabilidad por destrucción total (pérdida) o parcial (deterioro) de la cosa debida: El poseedor de buena fe, no responde
de la destrucción total o parcial de la cosa, sino hasta la concurrencia de provecho subsistente. El de mala fe responde de la
destrucción total o parcial, excepto que se hubiera producido igualmente de estar la cosa en poder de quien tiene derecho de
restitución. (Art 1936 CCCN). ○ Pérdida de la cosa no imputable al deudor: Como regla, la obligación se extingue, sin
responsabilidad. La solución es distinta:
Si el poseedor de la cosa es de buena fe y existen un provecho con relación a la cosa. En tal caso, responde la
concurrencia del mismo.
Si el poseedor de la cosa es de mala fe sume las consecuencias fortuitas que le impiden cumplir y debe responder por
la destrucción total o parcial de la cosa.
● Deterioro de la cosa no imputable: es aplicable el régimen legal de la pérdida de la cosa no imputable al deudor.
● Pérdida de la cosa imputable al deudor: Se modifica el objeto y se convierte en la de entregar el contravalor económico de la
prestación más los daños y perjuicios.
● Deterioro de la cosa imputable al deudor: El acreedor recibe la cosa en el estado en que se encuentra y tiene derecho a ser
resarcido por los daños y perjuicios.
● Mejoras:
Naturales: La cosa aumenta para su dueño, por lo que el deudor debe restituirla con dichos aumentos sin que ello le
genere ninguna situación favorable.
Artificiales:
o Necesaria: El deudor tiene derecho a reclamar el costo de la mejora.
o Útiles: son indemnizables al deudor que de buena fe las realiza, pero solo hasta el mayor valor adquirido de la
cosa.
o Suntuarias: No son indemnizables al deudor.
o De mero mantenimiento: No son indemnizables.
o Expensas: Pesan sobre el deudor y no son reembolsables.
● Frutos: El poseedor de buena fe hace suyos los frutos percibidos y los naturales devengados no percibidos. El de mala fe debe
restituir los percibidos y os que por su culpa deja de percibir. Sea de buena fe o de mala fe, debe restituir los productos que
haya obtenido la cosa. Los frutos pendientes corresponden a quien tiene derecho a la restitución de la cosa.
● Productos: Sea poseedor de buena o mala fe, el deudor siempre debe restituir los productos que haya obtenido de la cosa.
Es posible que el deudor de una obligación de dar cosas ciertas para restituir constituya otra obligación de entregar la misma
cosa a un tercero. En tal caso puede producirse un conflicto entre el dueño de la cosa, acreedor a la restitución, y dicho
tercero.
● Conflicto de acreedores sin posesión: Si quien debe restituir la cosa se obligó a entregarla a más de una acreedor, el deudor
debe entregarla al dueño.
● Conflicto de acreedores con posesión: Cuando la obligación de dar cosa cierta para restituir tiene por fin restituirlas a su
dueño, si la cosa es mueble no registrable y el deudor hace, a título oneroso, tradición de ella a otro por transferencia o
constitución de prenda, el acreedor no tiene derecho contra los poseedores de buena fe, sino solamente cuando la cosa fue
robada o se ha perdido. En todos los casos los tiene contra los poseedores de mala fe.
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Obligaciones de dar cosas ciertas para transferir el uso o la tenencia.
Art 749 CCCN: Cuando la obligación de dar una cosa determinada tenga por objeto transferir solamente el uso o la tenencia de
ellas, se aplican las normas contenidas en los títulos especiales.
Cuando la obligación de dar una cosa determinada tenga por objeto transferir solamente el uso o la tenencia de ellas, se aplican
las normas contenidas en los títulos especiales.
El nuevo código mantiene, en lo sustancial, la metodología y criterio del código civil anterior (art. 600), aunque con técnica más
depurada, en cuanto remite a las normas contenidas en los títulos especiales y no, solamente, al arrendamiento y al depósito.
La solución adoptada resulta plausible. La heterogeneidad de situaciones jurídicas y de efectos que pueden presentarse en estas
obligaciones, ligadas a las especificidades de cada relación en particular (locación, comodato, deposito, etc.), impiden una
regulación orgánica y sistemática.
Corresponde introducirnos en las llamadas obligaciones genéricas, cuyo objeto está configurado de manera más amplia, por
referencia a un género, o sea a un sector de la realidad en el que se hallan insertadas diversas cosas no consideradas
individualmente o bien en función de algún parámetro objetivo determinado por las partes precisar lo debido.
El objeto está inicialmente indeterminado, de manera provisional y relativa, pero es determinable en función de su pertenencia
un género y por el número de individuos de esa especie (obligaciones de dar cosas inciertas no fungibles) o por una cantidad,
peso o medida (obligaciones de dar cantidades de cosas)
Art. 764 CCCN: Aplicación de normas. Las normas de los parágrafos 1, 2, 3, 4 de esta Sección se aplican lo pertinente, a los casos
en que la prestación debida consiste en transmitir, o poner a disposición del acreedor, un bien que no es cosa. Cuando la
obligación tiene por objeto la transmisión o la puesta a disposición de bienes que no sean cosas, se aplican lo pertinente a las
normas y reglas de las obligaciones de dar.
Obligaciones de género.
Concepto: Es aquella cuyo objeto recae sobre cosas determinadas sólo por su especie y calidad.
Caracteres
● La determinación del objeto se efectúa teniendo en cuenta el género o especie y el número de individuos de aquel que deben
ser entregados.
● Hasta tanto no opere la individualización, rige el principio el género nunca perece, por lo que el deudor no podrá alegar
imposibilidad de pago.
La individualización.
Concepto: Es el acto por el que se individualiza y determina el objeto de la obligación de género. Se lo denomina elección. Es un
acto unilateral que emana del deudor o el acreedor.
● Imposibilidad de invocar el caso fortuito como causal de liberación: Rige el principio de que el género nunca perece.
● Mora en la elección: SI a elección la tiene el deudor y éste incurre en mora, el acreedor queda facultado para efectuarla. Si la
elección la tiene el acreedor y no la realiza, se aplica el mismo criterio.
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Efectos de las obligaciones de género después de producida la elección
Después de hecha la elección opera el fenómeno de concentración, y se aplican las reglas sobre la obligación de dar cosas
ciertas.
Bolilla 5
El dinero: Es la moneda que autoriza y emite el Estado con la finalidad primordial de servir como unidad de medida de valor de
todos los bienes, como instrumento de cambio y como medio de pago.
Funciones económica.
Unidad de medida o valor de los demás bienes.
Instrumento de cambio: La moneda es una unidad representativa y portadora de valor. Ergo, tiene una función
instrumental en el intercambio, que permite a quien lo dispone adquirir bienes y servicios idóneos para satisfacer sus
necesidades.
Instrumento de ahorro:Permite la reserva de valores través de la conservación de lo ganado y no gastado.
Instrumento de acumulación de riqueza: El dinero sirve también como instrumento de depósito y de realización futura
dinámica de ese valor.
Instrumento de producción (capital): Es un factor esencial para la producción de bienes y servicios.
Factor que influye en forma determinante en la producción, en el empleo y en los precios: Desde una perspectiva
macroeconómica, el Estado puede hacer uso de su control de la oferta monetaria para estimular el crecimiento de la
economía cuando ésta decrece, o para frenarla cuando los precios comienzan a subir.
Funciones jurídicas
Instrumento de pago:Es siempre apto para solventa, con poder cancelatorio, las obligaciones que lo tienen por objeto,
inclusive por vía de equivalente.
Desempeña un cometido relevante como objeto de la prestación de deudas de dinero.
Funciones políticas y sociales
Instrumento para la política en las relaciones gobernantes y gobernados: La moneda es entendida como un producto
socioeconómico y como una forma específica de las relaciones de producción.
Instrumento apto para satisfacer necesidades individuales y colectivas: A través de sus funciones permite la unión y el logro
de finalidades comunes.
La moneda metálica, o de contenido intrínseco, acuñada en metales nobles, precioso, como el otro y la plata, cuyo valor
está ligado al del metal que representa. Su utilización en la vida diaria es prácticamente nula.
Moneda papel. Es un billete que emite el Estado cuando éste garantiza al portador una cierta cantidad de oro, plata o
divisas. Este tipo de moneda es propia de un esquema de convertibilidad monetaria, pues el Estado se obliga a entregar en
canje al portador de cada billete que así lo requiera, determinada cantidad de metal precioso o de divisas, según los casos.
Tiene curso, legal pero no forzoso. Y puede ser representativa o fiduciaria,
Papel moneda. Se trata de billetes que emite el Estado, pero estos carecen de respaldo en metálico o en divisas y no son
susceptible de conversión alguna (curso forzoso). El valor de la moneda fiduciaria depende de la confianza que merezca en
la comunidad el Estado emisor, que es quien le otorga curso legal y forzoso. La moneda argentina En el sistema argentino
actual coexisten como moneda:
o El peso, que ha dejado de ser moneda convertible luego de las modificaciones introducidas por la ley 25.561. Es un
papel moneda, no convertible, que tiene curso legal y forzoso.
o El peso oro de la ley 1139, del año 1881, del que sólo se han acuñado el llamado “argentino oro” y el “medio
argentino oro”. La inflación y el papel moneda La inflación es el aumento sostenido del nivel general de precios.
Las principales causas que contribuyen a generarla son:
La emisión monetaria del Estado.
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El aumento excesivo de la demanda de bienes y servicios no seguido de una oferta correlativa que
permita equilibrarla a valores constantes.
El incremento de costes de producción de ciertas actividades que terminan reflejándose a los precios de
mercado por vía de una perturbación en la oferta.
Las expectativas inflacionarias, componente psicológico social de extrema importancia.
La demanda real de dinero que surge de dividir el circulante por el nivel de precios decrece radicalmente.
Los precios se vuelven muy inestables, lo que incide en la erosión de los salarios.
Opera negativamente en la distribución de la riqueza, con secuelas sociales y políticas generalmente muy graves.
Degrada la economía real en dos ámbitos fundamentales: la producción y la eficiencia económica.
Afecta principalmente a los sectores más desprotegidos de la sociedad, que dependen de ingresos fijos, quienes ven
menguados su ingreso y su capacidad de compra.
La inflación y el dinero:Afecta las principales funciones del dinero: ser unidad de cuenta, instrumento de cambio o
instrumento de pago.
Desvalorización y depreciación monetaria: La depreciación monetaria es un fenómeno estrictamente económico, que se
traduce en la pérdida de poder adquisitivo de la moneda en el mercado de cambio o de bienes. La desvalorización
monetaria, en cambio, requiere de un acto legislativo que establece una relación de cambio entre las divisas extranjeras y la
unidad monetaria, en un nivel inferior al que tenía hasta ese momento.
Extensión de las obligaciones de dar dinero cuando sobreviene alteración en el poder adquisitivo de la moneda. Nominalismo y
valorismo.
Se controvierte cuál debe ser la extensión de una deuda de dinero cuando se altera el valor intrínseco de la moneda en el
intervalo que transcurre entre el momento en que la obligación es exigible y la fecha en que se realiza el pago. Encontramos
dos soluciones que dan respuestas no coincidentes:
El principio nominalista:Es aquel que otorga relevancia jurídica al valor nominal del dinero. Es decir, que según este
principio la obligación se extingue de conformidad con su importe material.
El valorismo: La extensión de las obligaciones dinerarias no se determina por su valor nominal, sino en función del poder
adquisitivo de la moneda.
Concepto: La obligación dineraria es aquella que tiene por objeto la entrega de una cantidad de moneda nacional de curso legal.
También se la denomina obligaciones pecuniarias. La obligación de valor es aquella que tiene por objeto un valor abstracto o
una utilidad, constituido por bienes, que habrá de medirse necesariamente en dinero en el momento de pago.
Para la doctrina mayoritaria la distinción es ontológica. Se trata de dos tipos de obligaciones distintas, que difieren en el
objeto debido, pues en tanto en las obligaciones dinerarias lo adeudado es siempre una suma de dinero, en las de valor lo
comprometido no es dinero sino un valor, que recién en el momento del pago se traduce en dinero.
Pizarro-Vallespinos: La distinción entre deudas dinerarias y de valor no es ontológica y se trata de un simple medio técnico
al que los juristas apelaron para superar situaciones injustas originarias por la aplicación del principio nominalista en
épocas de inflación elevadas. En las dos obligaciones lo adeudado es dinero.
Rige el principio nominalista absoluto en su plenitud. El deudor debe la suma nominalmente adeuda y se libera entregando la
misma cantidad nominal “correspondiente a la especie designada”, el día del vencimiento, cualquiera sea la eventual
fluctuación que pueda haber experimentado el poder adquisitivo de la moneda entre el momento del nacimiento de la
obligación y el del pago. Se prohíben la adopción de mecanismo de actualización monetaria, indexación de precios, variación de
costos o repotenciación de deudas, cualquiera fuere su causa, haya o no mora del deudor. Esto es así, salvo las excepciones
previstas en la normativa.
Cláusulas de estabilización: Son aquellas que insertan las partes en los actos jurídicos con la finalidad de preservar en forma
progresiva y real el valor de las obligaciones dinerarias que se proyectan en el tiempo y de sustraerlas del rigor del principio
nominalista. Este tipo de cláusulas son aceptables dentro de lo que se llama un nominalismo flexible o relativo que permite su
apartamiento mediante la inserción convencional de mecanismo de ajuste. Son, en cambio, rechazadas en los sistemas que
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consagran un nominalismo absoluto o rígido, que cierra las puertas a todo apartamiento por vía legislativa, judicial o
convencional. Es lo sucede actualmente en nuestro país.
Código Civil y Comercial Art 765:Si por el acto por el que se ha instituido la obligación se estipuló dar moneda que no sea de
curso legal de la República, la obligación debe considerarse como de dar cantidades de cosas y el deudor podrá liberarse dando
el equivalente en moneda de curso legal.
La decisión de optar por esta normativa, se debe a una solución de carácter estrictamente legislativo, que apunta a incentivar el
pago en moneda nacional de deudas pactadas en moneda extranjera.
La deuda de interés
Interés. Concepto: El interés es el fruto civil que produce un capital y se traduce en el rédito, rendimiento o provecho financiero
que aquel genera. Los intereses se generan en forma gradual y paulatina a través del tiempo, en función del capital, de una
tasa, y otro parámetro que puedan tener incidencia.
La tasa de interés. Sus componentes Concepto: Puede ser definida como el rendimiento de la unidad de capital en una
determinada unidad de tiempo.
El rendimiento, ganancia o rédito que produce el capital: La diferencia entre la tasa activa y la tasa pasiva constituye la
ganancia de la entidad en esa materia (spread).
Las escorias o resacas, La tasa de interés aparente:
La prima por desvalorización de la moneda durante el tiempo que transcurra hasta el recupero del capital. La tasa de
interés como parámetro de ajuste por depreciación de la moneda: Se incluye en la tasa de interés un prima por la posible
pérdida de valor adquisitivo de la moneda en el tiempo que pueda operar hasta el momento del recupero del dinero.
El riesgo cambiario:A mayor riesgo cambiario, mayor tasa de interés e inversamente. La tasa de seguridad por el riesgo de
restitución del capital (prima por seguro de insolvencia): A mayor riesgo de recupero, mayor tasa de interés. Por esto,
cuando el deudor es solvente, o cuando se otorgan garantías suficientes, la tasa de interés es más reducida que en caso
contrario.
Cargas tributarias y costos operativos:
El costo financiero en la tasa bancaria: El préstamo de dinero que los bancos realizan en operaciones de crédito se canaliza
mediante la previa captación de recursos de tercero, por los que ellos pagan un interés. Ese costo financiero para la
obtención del dinero maraca el piso a partir del cual se calcula la tasa activa.
Tasa de interés activa y pasiva:La tasa de interés pasiva es la tasa que una entidad financiera paga a los ahorristas que
efectúan en ella sus colocaciones. Tasa de interés activa es aquella que cobra una entidad financiera a los clientes que
requieren de financiamiento a través operaciones de crédito de distinta naturaleza.
Tasa de interés positiva y negativa: Tasa de interés positiva es aquella que está por encima de la tasa de inflación efectiva.
Cuando sucede lo contrario, la tasa es negativa, con evidente pérdida para el acreedor.
Tasa de interés nominal y real: Tasa de interés nominal es el rendimiento monetario en los fondos invertidos. Tasa de
interés real es el rendimiento de los fondos expresados en bienes y servicios.
Tasa de interés simple y compuesto: Se entiende por tasa simple aquella que genera el interés de forma exactamente
proporcional al capital, tiempo y la tasa. La tasa es compuesta o efectiva cuando los intereses devengados se suman al
capital, periódicamente, generando intereses sobre el monto total.
Tasa de interés puro y tasa de interés aparente o bruto:Arriba.
Tasa de interés adelantado o anticipado y tasa de interés vencido. La tasa de descuento:Interés vencido es aquel que se
produce, paga o capitaliza una vez transcurrido el tiempo de colocación. Interés anticipado o adelantado es aquel que es
cobrado anticipadamente al tiempo del otorgamiento del préstamo.
Tasa de interés fijo y tasa variable: Tasa de interés dijo es aquella que, como su nombre lo indica, permanece inmutable
durante el periodo en que se aplica. Tasa de interés variable es aquella que puede experimentar modificaciones tomando
como referencia la evolución de otras tasas representativas.
Tasa de interés directo y sobre saldo: El interés es directo cuando se calcula sobre el total del capital adeudado, sin tener en
cuenta las amortizaciones que puedan irse efectuando en el capital. El interés sobre saldo, en cambio, se determina
teniendo en cuenta el saldo de capital, una vez efectuada cada amortización.
Según su origen
o Voluntarios: surgen de la voluntad de las partes de un acto jurídico.
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o Legales: reconocen su génesis en la propia ley.
Según quien practica la determinación de la tasa de interés aplicable
o Convencionales: son las propias partes quienes precisan no sólo la procedencia del interés sino también la tasa
pertinente.
o Legales: La fijación de la tasa de interés es efectuada directamente por la propia ley
o Judiciales: En ausencia de determinación convencional o legal, pueden los jueces fijarla, tanto en materia de
intereses compensatorios como moratorios.
Según su función económica
o Intereses compensatorios, retributivos o lucrativos: Son aquellos que se adeudan como contraprestación o precio
por la utilización de un capital ajeno.
o Intereses moratorios: Son los que se deben en caso de mora del deudor en el cumplimiento de una obligación,
o Intereses punitorios: Pizarro - Vallespinos: El interés punitorio regula y predetermina las consecuencias de la mora
en una obligación dineraria, sino que actúa también adicionalmente como una pena civil.
Como regla general, las obligaciones de dar dinero no llevan intereses lucrativos, salvo previsión convencional o legal en
contrario (Art 767 CCCN).
Los intereses compensatorios, lucrativos o retributivos proceden cuando son establecidos libre y voluntariamente por las
partes, con el sólo límite de no resultar excesivos o exorbitantes. (Primera excepción). También proceden
los intereses compensatorios cuando la ley así los dispone. (Segunda excepción)
Régimen legal de los intereses moratorios Art 768 CCCN: A partir de su mora el deudor debe los intereses correspondientes. La
tasa se determina:
Tasa de interés moratorio aplicable ¿Qué tasa de interés deben los tribunales aplicar en los supuestos legales que lo
establecen?
Tasa pasiva:Una doctrina propugna la aplicación de interés pasiva. En apoyo a esto se ha dicho:
o Aplicar la tasa activa importaría desvirtuar la desindexación perseguida por la ley 23.928.
o Si se priva al acreedor del derecho de disponer el dinero que se le adeudaba al vencimiento de la obligación,
resulta más lógico que se le reconozca la misma tasa que un banco le habría pagado.
o Otorgar la tasa activa importaría un beneficio injustificado para el acreedor quien en sede judicial obtendría más
que en el propio mercado.
o la tasa activa tiene incorporado un plus constituido por el costo financiero propio de las entidades que se dedican
a la intermediación de capitales, el que obviamente no pesa sobre el acreedor.
Tasa pasiva más un “plus”: El Tribunal Superior de Justicia de Córdoba ha sustentado un criterio distinto. Dispuso aplicar la
tasa pasiva promedio del Banco Central de la República Argentina más un interés nominal 1%, con la finalidad de preservar
el contenido económico de la sentencia. Ese plus ha ido cambiando a través de los años y actualmente alcanza el 2%
mensual.
Tasa activa: Pizarro- Vallespinos comparten esta posición por las siguientes razones:
o Son completamente válidos los acuerdos de intereses que se basen en la evolución periódica de la tasa de interés
de plaza.
o La ley 23.928 prohíbe la actualización monetaria o indexación por vías directas, pero legitima la actualización por
vía indirecta de intereses.
o El sistema debe desalentar la morosidad y la litigiosidad.
o No es correcto considerar que el acreedor sólo tiene derecho a obtener el interés que un Banco le habría pagado a
través de la colocación del dinero en depósito a plazo fijo.
o No parece sólido el argumento de que las tasas activas importan enriquecimiento para el acreedor.
o Siempre quedará la facultad morigeradora del tribunal para reducir la tasa de interés a petición de parte y en
función de las circunstancias del caso.
Ningún obstáculo existe para que puedan acumularse los intereses compensatorios y los moratorios, pues ambos responden a
causas distintas.
Puede suceder que las partes hayan pactado solamente la tasa de intereses compensatorios, sin efectuar previsión alguna en
materia de intereses moratorios. Producida la mora del deudor, el acreedor siempre tendrá la posibilidad de reclamar la
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aplicación de la tasa de interés en materia de intereses moratorios. La Corte Suprema de Justicia se ha pronunciado en este
sentido.
Cierta jurisprudencia, hoy superada, entendió hace décadas que la liquidez era requisito indispensable para la procedencia de
intereses moratorios. Sin embargo, ha terminado por prevalecer una concepción distinta, que no exige el requisito de la
liquidez como condición necesaria para que opere la mora del deudor y la procedencia de los intereses moratorios. En apoyo a
esta concepción, adherida por Pizarro-Vallespinos, se aduce que la ley no exige dicho requisito y que la falta de liquidez de una
obligación no puede ser obstáculo para que un deudor diligente y de buena fe ofrezca el pago de lo que él razonablemente
considera que debe, y en caso contrario, lo consigne judicialmente.
Tratándose de intereses punitorios convencionales, resulta aplicable el régimen previsto en materia de cláusula penal. En
materia de intereses punitorios legales, debe aplicarse el régimen estatuido por la normativa específica que determina la
procedencia y de manera subsidiaria el régimen previsto en el código civil y comercial para los intereses moratorios.
Curso de los intereses. Reglas aplicables según los distintos tipos de intereses.
Intereses compensatorios: Deben distinguirse dos momentos:el de su devengo, los intereses compensatorios voluntarios
comienzan a devengarse desde la fecha que digan voluntariamente las partes. Rige plenamente el principio de la
autonomía de la voluntad; y su vencimiento, que está dado por el momento a partir del cual el interés es exigible, lo cual
varía según se trate e intereses adelantados o vencidos. Los intereses compensatorios legales se devengan desde el
momento mismo en que la erogación que genera el crédito es efectuada y su exigibilidad se produce de pleno derecho, con
prescindencia de toda idea de mora.
Intereses moratorios y punitorios: Los intereses moratorios y punitorios, de origen convencional y legal, se devengan y son
exigibles a partir de la mora del deudor.
Concurso preventivo: La declaración de la apertura del concurso produce la suspensión de los intereses que devengue todo
crédito de causa o título anterior a la presentación, salvo aquellos garantizados con hipoteca o prenda. Como consecuencia
de ellos se produce lo que se denomina la cristalización del pasivo.
Quiebra: La declaración de quiebra también provoca la suspensión de todo tipo de intereses. Sin embargo, la ley autoriza
que los compensatorios devengados con posterioridad que correspondan a créditos amparados por garantías reales
pueden ser percibidos hasta el límite del producido del bien gravado después de pagadas las costas, los intereses preferidos
anteriores a la quiebra y el capital.
Deudas de valor e intereses. Nada obsta a que la deuda de valor pueda generar intereses, compensatorios o moratorios, los
que se deben calcular sobre el valor actualizado. La actualización de la deuda de valor obedece al mantenimiento del poder
adquisitivo de la moneda, en tanto los intereses hacen a la productividad que se ha frustrado a raíz de permanecer impago
el capital adeudado.
Las obligaciones en moneda extranjera pueden devengar intereses compensatorios, moratorios y punitorios.
La moneda de pago.
La tasa de interés que se aplica en el mercado internacional o nacional a las obligaciones en esa especie monetaria.
La tasa de interés aplicable a las deudas de valor, cuando el pago se realice en moneda nacional.
El anatocismo
Concepto: Es la capitalización de los intereses que se acumulan al capital, constituyendo una unidad productiva de nuevos
intereses. También se lo denomina interés compuesto.
El artículo 770 CCCN dispone: No se deben intereses de los intereses, excepto que:
A. Una cláusula expresa autorice la acumulación de los intereses del capitall, con una periodicidad no inferior a seis meses;
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B. la obligación se demande judicialmente; en este caso, la acumulación opera desde la fecha de la notificación de la demanda;
C. la obligación se liquide judicialmente; en este caso, la capitalización se produce desde que el juez manda a pagar la suma
resultante y el deudor es moroso en hacerlo;
La usura.
Son intereses establecidos en términos y condiciones que arrojen, finalmente, resultados exorbitantes por su elevado monto,
en relación con el capital que los produce.
Art 771 CCCN:Los jueces pueden reducir los intereses cuando la tasa fijada o el resultado que provoque la capitalización de
intereses excede, sin justificación y desproporcionadamente, el costo medio del dinero para deudores y operaciones similares
en el lugar donde se contrajo la obligación. Los intereses pagados en exceso se imputan al capital y, una vez extinguido éste,
pueden ser percibidos.
La obligación de intereses se extingue por cualquiera de las vías previstas por el ordenamiento jurídico.
Dado que tratándose de intereses compensatorios dicha obligación tiene carácter accesorio, tratándose de intereses futuros,
todavía no devengados, también puede operar su extinción por vía de consecuencia: extinguida por cualquier causa la
obligación principal (capital), la accesoria sigue igual suerte. Es una aplicación de los principios generales.
Bolilla 6:
Obligaciones de hacer
Concepto: Es aquella cuya prestación consiste en la realización de un hecho o de un servicio; se traduce en un compromiso
positivo de energía de trabajo orientado a satisfacer un interés del acreedor.
Comparación con las obligaciones de dar. Existen entre ellas diferencias evidentes:
En las obligaciones de dar la nota que la caracteriza se refleja en la entrega de la cosa. En las de hacer, la actividad
reglamentada consiste en la ejecución de un hecho.
Las obligaciones de dar otorgan al acreedor prerrogativas más intensas que las de hacer, pues su cumplimiento puede ser
perseguido con el auxilio de la fuerza pública aunque para ello sea necesario ejercer violencia.
En las obligaciones de dar la persona del deudor es, por lo general, irrelevante para el acreedorr, ya que ellas ponen acento
en la cosa misma. En las obligaciones de hacer, en cambio, la persona del deudor puede presentar especial importancia
para el interés del acreedor.
Prestaciones de hacer fungibles e infungibles : La prestación es fungible cuando el interés del acreedor se satisface con la
realización de la actividad debida, con total independencia de quien sea el sujeto que la realiza. La prestación de hacer es
infungible cuando el interés del acreedor se satisface si el propio deudor realiza la conducta debida (intuito personae).
Prestación de hechos y servicios: En las prestaciones de servicios el objeto consiste en la realización de un compromiso de
energía independiente de la obtención de un resultado determinado. En las prestaciones de hechos, el compromiso de
energía debe traducirse en la obtención de un resultado material o intelectual.
Obligaciones de hacer de medio y de resultado.
Prestaciones instantáneas o permanentes.
“Art. 775 CCCN: EL obligado a realizar un hecho debe cumplirlo en tiempo y modo acordes con la intención de las partes o con la
índoles de la obligación. Si lo hace de otra manera, la prestación se tiene por incumplida, y el acreedor puede exigir la
destrucción de lo mal hecho, siempre que tal exigencia no se abusiva.”
Por tiempo propio debe entenderse el plazo fijado expresa o tácitamente por las partes para el cumplimiento de la obligación.
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En lo que hace al modo del cumplimiento de las obligaciones de hacer, esta expresión debe ser entendida como comprensiva de
todas las particularidades sustanciales y circunstanciales de la ejecución moduladas a la luz del principio rector de la buena fe.
En este contexto, los usos y buenas costumbres pueden desempeñar un papel protagónico.
Derecho de tener por no realizada la prestación: El acreedor puede prescindir de la mala ejecución de lo obrado por el
deudor y exigir a éste un nuevo cumplimiento, haciendo abstracción de lo realizado. Ello implica considerar irrelevante lo
hecho deficientemente, como si no hubiera sucedido.
Derecho a la destrucción de lo mal hecho : En casos de razonable gravedad el acreedor puede pedir que se desmantele la
obra irregularmente realizada. Tiende a prevalecer un criterio estricto en el que el acreedor no puede obrar por su propia
autoridad, por lo que mediando oposición del deudor debe recabar la pertinente autorización judicial.
Deficiencias temporales: Frente al cumplimiento tardío, el acreedor no tiene derecho de rechazar el hecho ejecutado por el
deudor en tanto y en cuanto el plazo no sea esencial y el deudor ofrezca el resarcimiento del daño y perjuicio causado por
la mora.
Deficiencias de la prestación cumplida por no ajustarse a otras modalidades. Gravedad de la misma: Para que el acreedor
pueda tener la prestación por no ejecutada o, más todavía, hacerla destruir, es preciso que la deficiencia sea de cierta
importancia y gravedad y que no haya sido consentida por el acreedor. De lo contrario, su proceder estaría en pugna con lo
dispuesto por el art 775 CCCN por ser abusivo.
El acreedor no debe haber consentido el mal cumplimiento:
o Carga de la prueba: Si el deudor no ejecuta el hecho, al acreedor le basta con acreditar la existencia de la
obligación y alegar su incumplimiento; pesa en tal caso sobre el deudor la prueba de haberlo ejecutado. Si el
deudor ha ejecutado el hecho, pero de manera defectuosa, corresponde al acreedor demostrar la falla en la
ejecución y su entidad.
La ejecución forzada.
Conforme al dispuesto en el art 777, inciso a, el incumplimiento imputable de la prestación da derecho al acreedor a exigir su
cumplimiento específico.
¿El CCCN permite la ejecución forzada y violenta sobre la persona del obligado? La respuesta negativa se impone, pues tal
interdicción surge de elementales garantías constitucionales que impiden legitimar conductas que puedan importan violencia
sobre el deudor. Es necesario distinguir aquellos supuestos en los cuales el objeto de la prestación puede ser escindido de la
persona del deudor de otros en los cuales estos son imposibles.
En el primer caso, procede la ejecución forzada y el empleo de la fuerza pública para compeler al deudor a que cumpla
(propietario de empresa de transportes obligado a transportar un contingente a Brc). El hecho es escindible de la persona del
deudor.
Cuando el hecho adeudado no es escindible de la persona del deudor, por constituir una emanación de la personalidad, la
ejecución forzada directa tiene un límite categórico: no puede haber violencia sobre la persona del deudor(médico obligado a
realizar una intervención quirúrgica).
Frente a la mora del deudor, la ley permite al acreedor hacer cumplir coactivamente la prestación por un tercero, a cargo y
costo del deudor (Art 777, inc. b).
Mora del deudor: La ejecución por sí o por un tercero a cargo y costo del deudor sólo procede mediado mora en sentido
estricto, esto es un retardo imputable a dicho sujeto que no quita la posibilidad de cumplimiento tardío.
Interés del acreedor. Quid de la fungibilidad de la prestación: Pizarro-Vallespinos: La fungibilidad de la prestación constituye
un requisito indispensable para la procedencia de la ejecución por otro. Sin embargo, se admite que el acreedor pueda
renuncia a la fungibilidad de la prestación y recibirla por un tercero.
Quid de la autorización judicial: El nuevo CCCN ha suprimido lisa y llanamente la exigencia de la autorización judicial previa.
Ella deviene, de tal modo, innecesaria. Una vez que se ha realizado el hecho comprometido por el deudor, mediante la
intervención de terceros, nace el derecho del acreedor de pedir el reembolso de lo erogado al deudor, más los daños y
perjuicios.
La iniciativa de pago por un tercero no proviene del acreedor sino de una exigencia que efectúa el propio deudor o de un acto
espontáneo de un tercero que paga una deuda ajena.
Fracasado el cumplimiento específico de la prestación procede la reparación de los daños y perjuicios que el incumplimiento del
deudor ha causado al acreedor. En este caso, se aplica la normativa general de la teoría de la responsabilidad civil y en
particular las disposiciones de los artículo 739, inc. c; 777, inciso c; 1716 y concordantes.
Incumplimiento no imputable al deudor. Si la inejecución del hecho obedece a cuestiones no imputables al deudor, la obligación
se extingue sin responsabilidad alguna de su parte en razón de mediar imposibilidad de pago.
Obligaciones de escriturar.
Dentro de nuestro sistema normativo el contrato de compraventa de inmuebles tiene carácter formal no solemne, pues la ley
exige que sea instrumentado en escritura pública(art 1017, inc. a). De tal modo, el boleto de compraventa genera, entre otras
obligaciones, una específica, de hacer: la obligación de escriturar. Se considera que la prestación de hacer escritura pública es
fungible y susceptible de ser ejecutada por un tercero (juez) a cargo del deudor. En definitiva, ante el incumplimiento de la
obligación de escriturar, el acreedor puede tener la condena a escriturar y que ante su renuncia a cumplir la sentencia de
condena fuese el propio juez quien ejecute la prestación por el deudor a su costa, u suscriba la escritura pertinente.
Definición “Art. 858 CCCN: Se entiende por cuenta la descripción de los antecedentes, hechos y resultados pecuniarios de un
negocio, aunque consista en un acto singular. Hay rendición de cuenta cuando se las pone en conocimiento de la persona
interesada…”
Requisitos:
Se requiere que sea hecha de modo descriptivo y documentado, incluyendo todas aquellas referencias y explicaciones que
sean razonables para su comprensión. La rendición de cuentas debe ser integral, o sea comprensiva de todo el curso de
actividades cumplidas en el desempeño del mandato. La información debe ser transmitida de manera clara, veraz, objetiva
y comprensiva.
Deben acompañarse los comprobantes de ingresos y egresos, salvo que sea de uso no extenderlos.
Los comprobantes respaldatorios deben concordar con los libros que en su caso, lleve quien las rinda.
Oportunidad.
La rendición de cuentas debe ser realizada en la oportunidad que las partes estipulan o disponga la ley. Por imperio de esto
último tiene que ser realizada:
Al concluirse el negocio.
Si el negocio es de ejecución continuada, al concluir cada uno de los períodos o al final de cada año calendario.
Aprobación “Art 862 CCCN: La rendición de cuentas debe ser aprobada expresa o tácitamente. Hay aprobación tácita si no es
observada en el plazo convenido o dispuesto por la ley, o en su defecto, en el de treinta días de ser presentada en debida
forma. Sin embargo, puede ser observada por errores de cálculo o de registración dentro del plazo de caducidad de un año de
recibida.”
Obligaciones de no hacer
Concepto: Es aquella que tiene como objeto una conducta negativa del deudor que se traduce en una omisión o en un tolerar.
La actividad omisiva del deudor debe ser frente a determinados actos que normalmente tiene la facultad de ejecutar.
Clases
Cumplimiento específico
La abstención debe ser cumplida en el tiempo y modo acorde con la intención de las partes y con la índole de la obligación. Rige
las disposiciones generales del cumplimiento obligaciones y en particular la directiva del artículo 775 para las obligaciones de
hacer, que aplica también en esta materia.
Art 778: El incumplimiento de una obligación de no hacer “permite reclamar la destrucción física de lo hecho y los daños y
perjuicios”. El acreedor no se encuentra habilitado para hacer justicia por mano propia. Debe, por lo tanto, requerir
autorización judicial para obtener la destrucción de lo realizado, por sí o por un tercero. De lo contrario, importaría en
numerosos supuestos la posible comisión de un delito.
Ejecución forzada
Al igual que en las obligaciones de hacer, procede la ejecución forzosa de la obligación de no hacer salvo cuando sea menester
ejercer violencia sobre la persona del deudor. Para ello a obligación debe ser duradera o periódica. Si, en cambio, se tratare de
una de cumplimiento instantáneo y el deudor hubiese realizado ya la conducta, la idea de cumplimiento tardío deviene
imposible porque la inobservancia del deudor nos conduce lisa y llanamente a la situación jurídica de incumplimiento absoluto.
En las obligaciones de no hacer instantáneas se presume siempre la imposibilidad de cumplimiento tardío. En tal caso, frente a
la realización del hecho, el acreedor no tiene otro remedio que reclamar la pertinente indemnización de daños.
La doctrina dominante se inclina por no aceptar la ejecución por otro a cargo del deudor por considerar que se trata de
prestaciones por naturaleza infungibles. De allí que si la actuación a desplegar consiste en un comportamiento negativo, el
único que puede efectuarlo es el sujeto obligado.
Según una doctrina muy difundida, en las obligaciones de no hacer no cabe la posibilidad de mora en sentido estricto, ya que la
realización de la violación del deber de abstención por parte del deudor determina una situación de incumplimiento definitivo
e irreversible. La aplicación del instituto de la mora devendría, en este ámbito, imposible. Otro corriente, a la que adhiere
Pizarro-Vallespinos, exhibe criterios menos rígidos y estima que dicha conclusión no puede ser extendida en forma generalizada
a todas las obligaciones de no hacer. Tratándose de obligaciones de no hacer instantáneas, es evidente que la idea mora resulta
insostenible. La situación es distinta cuando se trata de obligaciones negativas de tracto duradero o continuo. En tal caso, es
posible que la mera realización del hecho a cuya abstención se ha obligado el deudor no importe una situación de
incumplimiento absoluto sino de mora debitoris. El acreedor todavía puede tener interés en que la prestación se cumpla y así
reclamarlo.
Ejecución por equivalente. Indemnización de daños y perjuicios. En caso de incumplimiento el acreedor tiene derecho a obtener
la indemnización de los daños que derivan de él.(Art. 730, inc. c, y 777, inc. c).
Incumplimiento no imputable al deudor. Si el incumplimiento del deudor obedece a causas no imputables, la obligación se
extingue.
Son aquellas que tienen por objeto una pluralidad de prestaciones. La multiplicidad de objeto puede ser conjunta o disyunta. En
la primera existe una diversidad de prestaciones debidas en forma acumulativa. Las obligaciones de objeto plural disyunto
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versan sobre varias prestaciones distintas debidas de forma disyuntiva. El deudor se libera entregando alguna de esas
prestaciones.
Obligación alternativa
Concepto: Es aquella cuyo objeto está constituido por varias prestaciones establecidas en forma disyuntiva, distintas e
independientes entre sí, de las cuales el deudor debe ejecutar solamente alguna de ellas para liberarse.
Importancia. Para Pizarro-Vallespinos tienen una gran importancia en nuestro tiempo y están llamadas a cumplir una función
jurídica y económica relevante:
Constituyen un elemento adecuado y dinámico para crear una vinculación entre las partes y programas la prestación,
dejando cierto margen de libertad a aquel que sea titular del derecho de elección.
Cumplen una función asegurativa y de sobrevivencia de la obligaciónn pues permiten marginar las consecuencias negativas
que arroja la imposibilidad sobrevenida de la prestación.
Tiene gran importancia en el ámbito de la contratación moderna. Se erigen en una herramienta jurídica útil en las
relaciones entre empresarios y consumidores, en cuanto amplían las proyecciones de la contratación masiva, favoreciendo
las distintas expectativas de todos ellos.
La alternatividad constituye un instrumento útil para quienes se proponen celebrar un negocio jurídico cuando todavía no
se han producido aquellas situaciones económicas cuya resolución en uno u otro sentido puede ser influyente para la
estructuración definitiva de la relación negocial.
Fuentes:
Las obligaciones alternativas pueden surgir de la voluntad de las partes o de la ley. Derivan de la voluntad cuando nacen de
contratos o de actos jurídicos unilaterales, inter vivos o mortis causa. Emergen de la ley cuando ella la consagra de manera
directa.
Naturaleza jurídica.
Dos cuestiones fundamentales se han discutido en torno a la naturaleza jurídica de esta figura:
Teoría de la pluralidad de vínculos: Hay tantas obligaciones como prestaciones que integran su objeto, todas ellas
adecuadas en forma consustanciada y condicionadas recíprocamente entre sí. La ejecución de alguna determina la
extinción de las demás.
Teorías del vínculo único: Sólo se persigue el cumplimiento de una sola obligación. Si el acreedor no puede pretender más
que una prestación entre varias que integral el objeto de la obligación alternativa es precisamente porque no hay allí más
que una obligación única.
Objeto único indeterminado:En la obligación alternativa el deudor no debe ambas prestaciones sino una de ellas, en
abstracto antes de que opere la elección y de manera concreta después de ella. Si el deudor alternativo alcanza la
liberación cumpliendo con una sola prestación es porque solamente una debía.
Objeto plural:La obligación es un vínculo jurídico único y perfecto entre acreedor y deudor que recae sobre varias
prestaciones, cada una de las cuales es debida, bajo la condición resolutoria de si es cumplida cualquiera de las otras.
Cumplida dicha condición las restantes prestaciones desaparecen como si no hubieran existido.
Pizarro-Vallespinos: En la obligación alternativa hay una pluralidad de objetos debidos y unidad de objeto de pago. Dicha
pluralidad debida en forma alternativa constituye un rasgo esencial de estas obligaciones y resulta absolutamente
compatible con la idea de vínculo único. Todas las prestaciones se encuentran antes de la elección en el mismo plano,
dentro del objeto debido alternativamente, aunque sólo aparezca una en el momento de la extinción. Una cosa es que al
momento de cumplirse la obligación solamente una de las prestaciones sea ejecutada y otra, muy distinta, es que las
restantes, las no elegidas, no hay integrado nunca el objeto de la obligación.
Caracteres.
La facultad de elección
El art. 780 CCCN establece: Excepto disposición en contrario, la facultad de elegir corresponde al deudor.
Nuestro sistema reconoce de manera subsidiaria al deudor la facultad de elección por aplicación del principio del favor
debitoris. Es llamada alternativa regular. Cuando la facultad de elección le corresponde al acreedor o un tercero, se la llama
alternativa irregular.
Una importante corriente de opinión ha objetado los parámetros clásicos que presiden la elección cuando se trata de
obligaciones alternativas insertas en una relación de consumo.
Se señala, que la alternatividad es utilizada frecuentemente por los proveedores profesionales de bienes y servicios cuando
publicitan sus ofertas, dado que ella representa un instrumento útil para competir en el mercado y, frecuentemente, para
seducir al consumidor, ofreciéndole el atractivo de optar por varias prestaciones.
Cuando esta modalidad es insertada en el ámbito de las relaciones de consumo, la opción acordada a favor del deudor puede
desequilibrar la relación prestacional ahondando la desigualdad de las partes. En estos supuestos la naturaleza de la obligación
y el principio de la buena fe imponen que, en ausencia de previsión convencional, la facultad deba recaer sobre el acreedor
(consumidor) y no sobre el deudor.
Mora en la elección.
Cuando quien tiene la facultad de practicar la elección omite injustificadamente ejercitarla, incurriendo en mora, el Código Civil
y Comercial lo resuelve expresamente:
Si la parte a quien corresponde la elección no se pronuncia oportunamente, la facultad de opción pasa a la otra.
Si la facultad de elección se ha diferido a un tercero y éste no opta en el plazo fijado, corresponde al deudor designar el
objeto de pago.
Efectos de la elección.
Concreción de la prestación:la elección concreta de la prestación que habrá de cumplirse y produce el correlativo descarte
de las otras.
Irrevocabilidad: Por razones de seguridad jurídica.
Quid del efecto retroactivo: La condición no opera retroactivamente, excepto pacto en contrario. Esto quiere decir que al
momento de la elección, se consideran a las prestaciones desechadas como si nunca hubiesen existido.
Prestaciones periódicas:En las prestaciones periódicas, la elección realizada una vez no implica la renuncia a la facultad de
optar en lo sucesivo.
Evicción y vicios ocultos: La evicción y vicios ocultos que presentan la prestación no invalidan la elección practicada.
Nulidad de la elección: Si la elección es declarada nula renace la virtualidad de la obligación alternativa por aplicación de los
principios generales.
Acerca del pretendido efecto novatorio: No hay sustitución del objeto por uno nuevo, sino determinación del objeto que
habrá de ser cumplido y correlativa eliminación de las restantes prestaciones que se hallaban in obligatione.
La teoría de los riesgos. ¿Qué sucede cuando durante la existencia de la obligación alternativa opera algún hecho, imputable o
no a las partes, que determina la imposibilidad de cumplir con alguna o con todas las prestaciones debidas o su deterioro?
Habrá que analizar distinguiendo según se trate de una obligación alternativa regular o irregular y con arreglo a las
contingencias sobrevenidas lo haya sido con culpa o sin responsabilidad alguna de las partes.
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a) Si la imposibilidad sobrevenida de una de las prestaciones debidas proviene de causas ajenas a la responsabilidad de las
partes o atribuibles a la responsabilidad del deudor, la obligación se concentra en la restante. Si, en cambio, obedece a causas
atribuibles a la responsabilidad del acreedor, el deudor tiene derecho a optar entre dar por cumplida su obligación, o cumplir la
prestación todavía posible y reclamar los daños y perjuicios emergentes de la mayor onerosidad que le cause el pago realizado,
con relación al que resultó imposible.
b) Si todas las prestación resultan imposibles, y la imposibilidad es sucesiva, la obligación se concentra en la última, salvo si la
imposibilidad de alguna de ellas obedece a causas que comprometen la responsabilidad del acreedor. En tal caso, el deudor
tiene derecho a elegir con cuál queda liberado.
c) Si todas las prestaciones devienen imposibles por causas atribuibles a la responsabilidad del deudor, y la imposibilidad es
simultánea, éste se libera entregando al acreedor el valor de cualquiera de ellas. Ello, lógicamente, sin perjuicio de la
responsabilidad por daños que pueda corresponderle.
d) Si todas las prestaciones resultan imposibles por causas ajenas a la responsabilidad de las partes, la obligación se extingue.
a) Si una de las prestaciones debidas resulta imposible por causas ajenas a la responsabilidad de las partes, o atribuibles a la
responsabilidad del acreedor, la obligación se concentra en la restante. Si la imposibilidad proviene del deudor, el acreedor
tiene el derecho de exigir la prestación que es posible o el valor de la que resulta imposible más daños y perjuicios.
b) Si todas las prestaciones resultan imposibles y la imposibilidad es sucesiva, la obligación se concentra en la última, excepto
que la imposibilidad de la primera obedezca a causas que comprometen la responsabilidad del deudor; en este caso el
acreedor tiene derecho a reclamar el valor de cualquiera de las prestaciones.
c) Si todas las prestaciones resultan imposibles por causas atribuibles a la responsabilidad del acreedor, y la imposibilidad es
simultánea, el acreedor tiene derecho a elegir con cuál de ellas queda satisfecho, y debe al deudor los daños y perjuicios.
c) Finalmente, si todas las prestaciones resultan imposibles por causas ajenas a la responsabilidad de las partes, la obligación se
extingue.
Elección por un tercero. Las opciones conferidas al deudor y al acreedor pueden ser ejercidas a favor de aquellos, por un tercero
a quien le haya sido encargada la elección. En tal caso, se aplican las mismas reglas antes estudiadas.
Deterioro.
Deterioro fortuito de alguna de las prestaciones: El acreedor tiene derecho a obtener una disminución proporcional del
precio o bien disolver la obligación.
Deterioro fortuito de todas las prestaciones alternativamente debidas: Subsiste plenamente el derecho del acreedor de
elegir entre cualquier de las prestaciones deterioradas. Ello no implica recibirla, pudiendo rechazar la cosa deteriorada y
disolver la obligación, o en su defecto, recibirla con una disminución proporcional del precio.
Deterioro de una prestación imputable al deudor:La misma solución que cuando el deterioro es fortuito.
Deterioro de una prestación imputable al deudor y de la otra por caso fortuito: La responsabilidad del deudor lo inhibe de
elegir entre las prestaciones deterioradas. El acreedor opta por recibir la cosa deteriorada con una disminución
proporcional del precio, o bien, extinguir la relación obligacional.
Deterioro de todas las prestaciones por causas imputables al deudor: El acreedor tiene la posibilidad de recibir la cosa
deteriorada con una disminución proporcional del precio o bien extinguir la relación obligacional, más daños y perjuicios.
Deterioro de una sola prestación por causa imputable al acreedor: El deudor puede elegir la prestación deteriorada, sin que
corresponda una disminución del precio o bien elegir la intacta y reclamar daños y perjuicios.
Deterioro de una prestación por causas imputable al acreedor y de la otra por caso fortuito: El deudor puede elegir la
prestación deteriorada, sin que corresponda una disminución del precio o bien elegir la intacta y reclamar daños y
perjuicios.
Deterioro de todas las prestaciones por causas imputables al acreedor: El deudor puede elegir la prestación deteriorada,
sin que corresponda una disminución del precio o bien elegir la intacta y reclamar daños y perjuicios.
Deterioro de una prestación por causa imputable al deudor y de la otra por causa imputable al acreedor: El deudor puede
elegir entre las distintas prestaciones deterioradas.
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Deterioro fortuito de alguna de las causas de las prestaciones: El acreedor tiene derecho a elegir por cualquiera de las
prestaciones debidas. Si elige la deteriorada, puede pedir la disminución proporcional del precio.
Deterioro fortuito de todas las prestaciones: Subsiste plenamente el derecho del acreedor de elegir entre cualquier de las
prestaciones deterioradas. Ello no implica recibirla, pudiendo rechazar la cosa deteriorada y disolver la obligación, o en su
defecto, recibirla con una disminución proporcional del precio.
Deterioro de una sola prestación por causa imputable al deudor: El acreedor no puede verse afectado en su derecho a
elegir por dicha circunstancia.
Deterioro de una prestación por causa imputable al deudor y otra por caso fortuito:
Deterioro de todas las prestaciones por causas imputables al deudor:
Deterioro de una sola prestación por causa imputable al acreedor.
Deterioro de todas las prestaciones por causas imputables al acreedor.
Deterior de una prestación por causa imputable al acreedor y de la otra por causa imputable al deudor.
Mejoras
La producción de mejoras naturales o la realización de mejoras artificiales no tienen incidencia alguna en el derecho del deudor
de elegir por cuál de las obligaciones habrá de cumplir. De hacerlo por la prestación alcanzada por la mejora, tendrá o no
derecho a exigir un mayor valor, según corresponda, por aplicación del régimen general previsto en las obligaciones de dar
cosas ciertas para constituir derechos reales.
Obligaciones alternativas irregulares. El acreedor puede libremente optar por cualquiera de las prestaciones que se encuentran
in obligatione. Si elige aquel respecto de la cual se produjo la mejora natural o artificial debe pagar mayor valor, siempre que el
deudor tenga derecho a exigirlo.
Frutos. Antes de efectuada la elección, todos los frutos corresponden al deudor, o sea, su dueño. Una vez concretada ésta
última, la obligación es de dar una cosa cierta y se aplica dicho régimen.
Concepto: Son aquellas en las que el deudor debe entregar una cosa incierta pero comprendida dentro de un número de cosas
ciertas de la misma especie.
Naturaleza jurídica: Para Pizarro-Vallespinos se trata de obligaciones alternativas, en tanto estamos frente a un supuesto de
indeterminación dentro de un género de cosas determinadas.
Efectos.
Obligación facultativa
Concepto y denominación: Es aquella que tiene por objeto una sola prestación, pero que permite que el deudor pueda
voluntaria y discrecionalmente optar por sustituirla por otra distinta y liberarse cumpliendo ésta última. Lo facultativo no es la
obligación, sino la posibilidad de sustituir su objeto por otro a opción exclusiva del deudor.
Naturaleza jurídica
La obligación facultativa tiene objeto único, por lo que la naturaleza jurídica está dada por dicha prestación. El deudor puede
liberarse cumpliendo con otra que se encuentra en facultad de pago, que se denomina prestación facultativa, también llamada
accesoria.
Caracteres
Unidad de objeto: El deudor sólo debe una prestación in obligatione, por lo que el acreedor no tiene sino derecho a
reclamar la misma.
Causa única.
Unidad de vínculo jurídico
Sólo el deudor está legitimado para sustituir la prestación debida por otra que se encuentra en facultad de pago y cuyo
cumplimiento es idóneo para liberarlo.
La prestación debida y la que se encuentra in facultate solutionis no se hallan en el mismo plano. Comparación con las
obligaciones alternativas
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En las obligaciones alternativas encontramos pluralidad de prestaciones adeudadas in obligatione y unidad de prestación in
solutione. En la obligación facultativa, en cambio, la prestación debida es única aunque admite una pluralidad de
prestaciones el momento del pago.
Las prestaciones en la obligación alternativa son distintas e independientes entre sí y se encuentran en plano de paridad. En
las obligaciones facultativas, hay disparidad de prestaciones.
La naturaleza de la obligación alternativa se determina por la prestación elegida, en la obligación facultativa se rige por la
prestación principal
En las alternativas, la facultad de decisión puede recaer sobre cualquiera de las partes o un tercero. En las facultativas, sólo
recae sobre el deudor.
La nulidad de una de las prestaciones alternativas debida no afectan la validez de la obligación, y en la nulidad adeudada
en una obligación facultativa provoca la nulidad de toda la obligación.
En las obligaciones alternativas regulares el acreedor sólo puede pedir el pago al deudor de alguna de las prestaciones que
forman el objeto de la obligación, estando el deudor en libertad para elegir cual; en la obligación facultativa, en cambio, el
acreedor sólo puede exigir la prestación principal que le es adeudado, sin posibilidad de reclamar la que se encuentra en
falta de pago.
La obligación alternativa se extingue solamente cuando todas las prestaciones que integran su objeto han perecido por
causas no imputables al deudor y siempre que éste no se encuentre antes constituido en mora; la obligación facultativa, en
cambio, se aniquila cuando existe la imposibilidad de pago de la prestación principal.
La prestación en facultad de pago puede ser de dar, de hacer o de no hacer. Y nada impide que el deudor pueda cambiar la
modalidad de cumplimiento, siempre y cuando siga siendo el mismo objeto.
La facultad de optar.
Es la prerrogativa que tiene el deudor de sustituir la prestación adeudada por aquella que se encuentra en facultad de pago.
Efectos Los efectos de la obligación facultativa están alcanzadas por el principio de interdependencia que existe entre la
prestación adeudado (principal) y la que se encuentra en facultad de pago. Rige a regla de los artículos 856 y 857.
Bolilla 7:
Concepto. Antecedentes: Si bien Demogue no fue el primer jurista en distinguir las obligaciones de medios y resultados, sin
duda fue quien mejor puso en evidencia estas categorías y su utilidad y trascendencia para resolver numerosos problemas que
plantea la responsabilidad por incumplimiento obligacional (contractual). Fue también el primero en emplear con sentido
definido las expresiones “obligaciones de medio” y “de resultado”. La doctrina se asentó sólidamente en Francia, España e
Italia, y se proyectó a nosotros con vigor.
La evolución del distingo entre obligaciones de medios y de resultado Demogue sistematizó la distinción dentro de un contexto
de responsabilidad obligacional (contractual) marcadamente subjetiva, con un sentido preciso como pragmático y limitado:
determinar el régimen de la carga de la prueba. Su construcción fue desplegada en el marco de la controversia entre las
doctrinas de la unidad y de la dualidad de la culpa. Frente a ellos, Demogue sostuvo que el sistema de la prueba era el mismo
en el caso de culpa delictual o contractual, desarrollando estas ideas: existen supuestos en donde el deudor de una obligación
se compromete a obtener un resultado, que, en caso de no lograrse, provoca el incumplimiento y determina presunción de
responsabilidad, salvo que el deudor demuestre caso fortuito o la fuerza mayor. Son las obligaciones de resultado. En otros
casos, en cambio, el deudor no se obliga a la obtención de un resultado, sino a poner diligentemente de su parte lo medio
idóneos para alcanzarlo. Son las obligaciones de medios. Su teoría se sintetiza de la siguiente manera: para determinar si el
acreedor tiene o no que probar la culpa del deudor, no se debe ponderar si la obligación proviene de fuente contractual o
extracontractual, sino si se trataba de una obligación de medio o de resultado.
Objeciones a la distinción
Existen unos prestigios a corriente que rechaza abiertamente la distinción entre obligaciones de medios y de resultado. Los
principales argumentos:
a) Toda obligación es, al mismo tiempo, de medios y de resultado:Siempre tiende a la obtención de un resultado o finalidad
(pues de lo contrario carecería de objeto) y supone para ello la presencia de unos medios tendientes a concretarlo, sin los
cuales tampoco es concebir su esencia.
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b) La distinción es excesivamente hermética y por ende inadecuada para abarcar todos los matices que se dan en la práctica,
tanto en lo atinente a la carga de la prueba cuanto factor de atribución
c) La responsabilidad por incumplimiento obligacional (contractual) reposa en la idea de culpa y sólo excepcionalmente es
objetiva.
d) La distinción conduciría a soluciones injustas en materia de carga probatoria, privilegiando a ciertos sectores por encima de
otros: La distinción conduciría a otorgar al deudor de una obligación de medios una protección excesiva, poniendo en
cabeza del acreedor de la carga de probar que aquel no prestó “los medios adecuados o lo hizo con imprudencia”, lo cual
no sería razonable y “serviría de pretexto para que se consagraran sentencias injustas”.
e) La tesis de resultado aleatorio en las obligaciones de medios traslada el alea al acreedor:Es injusto para el acreedor, en
tanto el riesgo corre para él.
f) La distinción sólo es procedente en materia contractual: En el ámbito de los hechos ilícitos nunca podría hablarse de una
obligación preexistente, en base a la cual formar la distinción.
g) La clasificación es dogmática y no legal:hoy ha perdido todo sentido, ya que el nuevo Código Civil y Comercial lo
contempla.
h) Imposibilidad práctica de determinar con precisión cuándo se comprometen resultados
La cuestión en el Código Civil y Comercial. Artículo 774 CCCN: La prestación de un servicio puede consistir:
A. en realizar una actividad, con la diligencia apropiada independientemente de su éxito. Las cláusulas que comprometen a los
buenos oficios, o a aplicar los mejores esfuerzos están comprendidas en este inciso;(obligación de medio)
B. en procurar al acreedor cierto resultado concreto, con independencia de su eficacia. (Obligación de resultado ordinaria)
C. en procurar al acreedor el resultado eficaz comprometido. La cláusula llave en mano o producto en mano está comprendida
en este inciso. (Obligación de medio agravada)
Obligaciones divisibles
Concepto: Art. 805: Obligación divisible es la que tiene por objeto prestaciones susceptibles de cumplimiento parcial.
Noticia histórica: En el derecho romano, la problemática de la divisibilidad e indivisibilidad de las prestaciones fue abordado de
manera predominantemente casuística. Los jurisconsultos romanos no llegaron a elaborar una teoría general sobre esta
cuestión. Se consideraba que no sólo eran divisible de dar cantidades de cosas susceptibles de fraccionamiento material, sino
también la de dar cuerpos ciertos: si bien respecto a tales objetos no podía haber división física, sí cabía la división intelectual.
La división intelectual se proyectó al antiguo derecho francés, donde adquirió particular complejidad. Vélez Sarsfield se apartó
drásticamente de esas ideas, y siguiendo en gran medida las enseñanzas de romanistas como Savigny y Maynz,
fundamentalmente a Freitas, sólo ponderó a la hora de determinar la divisibilidad de una prestación, si posibilidad de
fraccionamiento material en cuanto al momento de su cumplimiento, sin tomar en cuenta en lo más mínimo la divisibilidad
intelectual que puede recaer sobre cualquier derecho.
El Código Civil y Comercial, asienta el régimen legal sobre esta premisa: la divisibilidad de la obligación depende de la naturaleza
de la prestación y de su aptitud para ser fraccionado. Ello surge claramente del artículo 806 CCCN: La prestación jurídicamente
divisible exige la concurrencia de los siguientes requisitos:
A. ser materialmente fraccionable, de modo tal que cada una de sus partes tengan la misma calidad del todo;
B. no quedar afectado significativamente el valor del objeto, ni ser antieconómico su uso y goce, por efecto de la división.
Son divisibles:
las obligaciones de dar sumas de dinero:por la naturaleza fungible, genérica y divisible del dinero.
las obligaciones de valor: ante su necesidad de traducirse en dinero al momento del pago.
las obligaciones de género, siempre que el número de cosas que deban ser entregadas sea igual o múltiplo exacto al
número de acreedores y deudores. En caso contrario, resultan indivisibles.
obligaciones de hacer: excepto que hayan sido convenidas por unidad de medida y el deudor tenga derecho a la liberación
parcial.
obligaciones de no hacer: son siempre indivisibles.
obligaciones alternativas: la divisibilidad o indivisibilidad de la obligación alternativa se determina en función de la
prestación elegida.
obligaciones facultativas: la divisibilidad e indivisibilidad se determina atendiendo a la mal denominada prestación
principal.
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Efectos de la divisibilidad en relaciones entre acreedores y deudores
El principio general de fraccionamiento Formulación “Art 808 CCCN: Si la obligación divisible tiene más de un acreedor o más de
un deudor, se debe fraccionar en tantos créditos o deudas iguales, como acreedores o deudores haya, siempre que el título
constitutivo no determine proporciones distintas.
Cada una de las partes equivale a una prestación diversa e independiente. Los acreedores tienen derecho a su cuota y los
deudores no responden por la insolvencia de los demás.” El principio general de fraccionamiento que admite nuestro código en
materia de obligaciones de sujeto plural cede frente a dos supuestos: en el plano de la obligación, la indivisibilidad; en el del
vínculo jurídico, la solidaridad. Medida del fraccionamiento en las relaciones entre acreedores y deudores
¿Cómo se determina en las relaciones entre acreedor y deudor la parte que cada uno tiene derecho a cobrar o deber de pagar?
La solución surge del artículo 808 CCCN:
I. Se debe esta, en primer término, a lo determinado en el título constitutivo de la obligación, o en un acuerdo ulterior, expreso
o tácito. Los convenios que a tales fines internamente realicen los acreedores o los deudores entre sí son inoponibles a la
contraparte, aunque de suma utilidad para reglar las relaciones internas entre aquellos.
II. No existiendo determinación de partes desiguales en el título constitutivo de la obligación, la ley presume que el
fraccionamiento opera por partes iguales.
III. Si la pluralidad de sujetos es sobreviniente, por muerte del acreedor o del deudor, la división se efectúa en proporción a la
parte por la cual cada uno de ellos es llamado a la herencia.
Exigibilidad: Cada acreedor sólo tiene derecho a exigir al deudor la cuota que le corresponde y cada deudor únicamente está
obligado a cumplir con la parte que tiene en la deuda. Pago El deudor o codeudor sólo están obligados a pagar la parte que le
corresponde en la deuda y en la medida del crédito del acreedor o de cada coacreedor.
La regla de la divisibilidad del artículo 806 no puede ser invocada por el codeudor a cuyo cargo se deja el pago total de la
deuda, Cabe distinguir según el acuerdo en el que se establece que uno de los codeudores tiene a su cargo el pago íntegro de la
deuda se realice con o sin intervención del acreedor.
Otros modos extintivos. La novación, remisión, compensación y confusión limitan sus efectos a los sujetos de la obligación entre
los cuales han tenido lugar y propagan sus efectos a los demás.
Insolvencia: La insolvencia de un codeudor es soportada por el acreedor quien no puede reclamar a los demás codeudores la
parte que correspondía al insolvente.
Cosa juzgada: La sentencia dictada en un juicio contra uno de los codeudores de una obligación divisible, o a favor de uno de los
coacreedores, solamente tiene consecuencias para los sujetos que intervinieron en aquél.
Mora: En las obligaciones simplemente mancomunadas de objeto divisible e indivisible los efectos de la mora de cualquiera de
los codeudores o coacreedores son personales y no se propagan.
Culpa y dolo: La culpa y el dolo de uno de los codeudores no tienen efecto respecto de los otros.
Reglas aplicables ¿Qué sucede cuando un codeudor paga más de su parte de la deuda? El CCCN resuelve la cuestión en el
artículo 810:
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1. Si lo hace sabiendo que en la demasía satisface una deuda ajena, se aplican las reglas de la subrogación por ejecución de la
prestación por un tercero.
2. Si efectúa el cumplimiento prestacional en la convicción de ser deudor por el todo, o si el acreedor ya percibió la demasía,
tiene derecho a repetir lo pagado por aplicación de las reglas del pago indebido.
¿Qué ocurre si habiendo varios acreedores y un solo deudor, éste paga la totalidad de la deuda a uno de aquellos? No se librera
frente a los demás, a quienes debe pagar su cuota correspondiente.
Medida de la contribución o distribución. La medida de contribución entre los codeudores y de la distribución entre los
coacreedores se realiza tomando en cuenta la cuota que a cada uno le corresponde en la deuda o el crédito divisible.
Obligaciones indivisibles
Concepto: Es aquella cuya prestación no es susceptible de cumplimiento parcial, por lo que sólo puede ser cumplida por entero.
No permite fraccionamiento alguno.
Indivisibilidad material: es objetiva y obedece a un criterio puramente físico pues en razón de su propia naturaleza la
prestación no puede ser dividida en partes homogéneas al todo y tener su valor proporcional ha dicho todo.
Indivisibilidad voluntaria: Centra su atención exclusivamente en la voluntad de los sujetos obligados. “indivisión
convenida”
Indivisibilidad legal: es establecida por la ley, que asigna dicho carácter a una prestación que por naturaleza no lo tiene.
La indivisibilidad de la prestación en las obligaciones de dar, hacer, no hacer, alternativas y facultativas. Dispone el artículo 815:
Se consideran indivisibles las prestaciones correspondientes a obligaciones:
Efectos de la indivisibilidad en la relaciones entre acreedores y deudores. Conviene tener en cuenta dos notas fundamentales de
la obligación indivisible que tienen importancia en el plano de los efectos entre acreedores y deudores:
1. El principio de propagación de los efectos, en virtud del cual ciertos hechos ocurridos entre uno de los coacreedores y uno de
los codeudores proyectan su consecuencias a los restantes. La propagación de efectos debe relacionarse con el carácter
compacto e insusceptible de fraccionamiento que tiene el objeto debido.
2. El principio de prevención, conforme al cual la facultad que tiene el deudor de elegir a cuál de los acreedores efectúa el pago
cesa si alguno de éstos demanda judicialmente su cumplimiento.
Exigibilidad.
Derecho de los acreedores al pago total. Art. 816 CCN: Cada uno de los acreedores tiene derecho a exigir la totalidad del pago a
cualquiera de los deudores, o a todo ellos, simultánea o sucesivamente. El acreedor, o cada acreedor, pueden demandar por
separado al deudor común o a cada deudor si fuesen varios, o a todos ellos conjuntamente. Este efecto no se produce porque
cada acreedor lo sea por el todo, sino porque no puede demandar una parte. Correlativamente, cada codeudor debe pagar
todo, no porque deba todo, sino porque no puede pagar una parte. El carácter compacto o concentrado de la prestación así lo
determina.
Derecho de pagar. Cualquiera de los deudores tiene derecho de pagar la totalidad de la deuda a cualquiera de los acreedores.
Principio de prevención.
El deudor puede pagar la deuda a cualquiera de los acreedores y dispone, en principio, de amplias facultades para elegir a cuál
de ellos hacerlo. Ese derecho, sin embargo, cesa si es demandado por alguno de los acreedores; en tal caso el pago debe
hacerse a éste.
1. Demanda judicial:Basta con cualquier actuación judicial en virtud de la cual uno de los acreedores exteriorice el propósito de
percibir la prestación.
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Demandas articuladas por varios acreedores. En tal caso, el pago debe hacerse a todos ellos.
Efectos del pago a un acreedor distinto al que notificó la demanda: El pago realizado en violación del principio de prevención es
inoponible al acreedor que lo ejercitó.
Novación: Varía según se realice entre el acreedor con uno de los deudores o entre uno de los coacreedores con el deudor.
o Cuando ella tiene lugar entre el acreedor y uno de los deudores, se propaga los efectos y extingue la obligación de
los restantes codeudores.
o Cuando hay pluralidad de acreedores y un deudor, se requiere de unanimidad de aquellos para extinguir el crédito
por novación.
Compensación: Nada impide que una deuda de dinero asumida en forma indivisible por dos deudores respecto de un
acreedor pueda ser compensada. Operada la compensación entre un acreedor y un codeudor, la obligación se extingue,
quedando por dilucidar los efectos internos.
Confusión: La confusión operada entre uno de los acreedores y uno de los deudores tiene efectos estrictamente
personales.
Remisión de la deuda:
o Cuando la remisión de la deuda indivisible es efectuada por uno de los acreedores a favor del deudor común, sólo
tiene efectos personales y no es oponible a los demás acreedores. Se requiere unanimidad de los acreedores para
que el crédito se extinga por remisión.
o Cuando la remisión es efectuada por el acreedor a favor de uno de los codeudores, rige lo dispuesto por el artículo
835, inc. b, que se aplica subsidiariamente en materia de obligaciones indivisibles.
Transacción: Se aplica subsidiariamente el régimen previsto para las obligaciones solidarias (art 823). Cabe señalar dos
situaciones distintas que son regladas de manera similar en el nuevo código:
o Si la transacción tiene lugar entre el acreedor único y uno de los codeudores indivisibles, rige de manera
subsidiaria lo dispuesto en el artículo 835, inc. d: la transacción hecha con uno de los codeudores solidarios
aprovecha a los otros, pero no puede serles opuesta.
o la transacción celebrada entre uno de los acreedores y el deudor no es oponible a los otros acreedores, excepto
que quieran aprovecharse de ésta.
Insolvencia: Cabe formular la distinción:
o Si uno de los codeudores resulta insolvente, los demás deben soportarla.
o Si media imposibilidad absoluta de pago por causas imputables a todos los deudores, la insolvencia es soportada
por el acreedor pues la indemnización de pagar daños y perjuicios que procede en tal supuesto es divisible,
hipótesis en la cual solo puede reclamar cada codeudor su cuota parte.
Prescripción: La prescripción cumplida propaga sus efectos entre todos los integrantes del polo activo y pasivo de la
obligación perjudicando a los primeros y beneficiando a estos últimos. Puede, por ende, ser invocada por cualquiera de los
deudores contra cualquiera de los acreedores.
Interrupción de la prescripción: Cuando es efectuada por alguno de los coacreedores con respecto a alguno de los
deudores propaga los efectos respecto a todos. En consecuencia, beneficia a los primeros y perjudica a los segundos.
Cuando la interrupción de la prescripción se realiza por petición judicial, ésta expande sus efectos hacia los restantes
coacreedores pues la facultad asignada en el artículo 816 es de pertenencia común.
Suspensión de la prescripción:La suspensión de la prescripción operada entre uno de los acreedores y uno de los deudores
también expande sus efectos a los restantes cointeresados.
Cosa juzgada: Se aplica subsidiariamente el artículo 832.
Mora, culpa y dolo: Los efectos de la mora y de la culpa de cualquiera de los codeudores o coacreedores son personales y
no se propagan.
Cláusula penal: Los efectos son siempre personales.
Muerte de un acreedor o de un codeudor:La muerte de un acreedor o de un deudor no provoca ninguna alteración en la
indivisibilidad de la prestación, que conserva plenamente ese carácter respecto de los herederos.
Contribución entre codeudores indivisibles: Cuando uno de los codeudores indivisible paga la totalidad de la deuda, repara
la totalidad de los daños o realiza los gastos en interés común.
Participación entre acreedores: Cuando uno de ellos recibe la totalidad de la prestación, los demás tienen derecho a que
les pegue el valor de lo que les corresponde conforme a la cuota de participación de cada uno de ellos, con los alcances
que determina el artículo 841.
Concepto: Son aquellas que sólo pueden ser satisfechas por entero (por eso son indivisibles) a través de una actuación conjunta
de las partes(de allí su irregularidad).
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Casos:
La obligación de otorgar escritura traslativa de dominio que pesa sobre varios condóminos o a favor de varios adquirentes,
la que puede ser requerida por todos los adquirentes a todos los transmitentes de manera conjunta.
La obligación de colaboración, particularmente cuando se trata de prestaciones que requieren un trabajo en equipo o que
supongan una estrecha cooperación entre varias personas.
Efectos:
Los acreedores y los deudores deben actuar de manera conjunta pues el cumplimiento requiere de la colaboración organizada
de todos.
Bolilla 8:
Concepto: Las obligaciones son de sujeto único o de sujeto plural. Las primeras tienen un solo acreedor y un solo deudor, las
segundas presentan más de un sujeto en alguno de los polos de la relación jurídica, o en ambos.
Clasificación
En la primera los sujetos se vinculan por intermedio de la conjunción “y”, de manera “que son concurrentes los unos con los
otros, en relación a sus deudas (si se trata de deudores) o sus créditos (si se trata de acreedores)”. En la llamada pluralidad
disyuntiva o alternativa, en cambio, existe una diversidad originaria de acreedores o deudores excluyente entre sí, de suerte
que la elección de cualquiera de ellos deja sin efecto al crédito o la deuda de los otros. Lo expresado lleva a la conclusión de
que la única forma de mancomunación posible es la conjunta.
Diferentes especies de mancomunación conjunta. Las obligaciones conjuntamente mancomunadas se clasifican en:
Simplemente mancomunadas (Art 825): Existe una pluralidad de vínculos disociados entre cada uno de los acreedores y
deudores que integran la relación obligatoria. Las cuotas respectivas se consideran deudas o créditos distintos los unos de
los otros.
Solidarias (Art 827). Se advierte la existencia de una pluralidad de vínculo coligados entre sí, que como regla derivan de la
única causa generadora de la obligación. Cada uno de los obligados tiene por sí solo e individualmente el deber de cumplir
íntegramente la prestación objeto de la relación obligatoria.
Tanto las obligaciones mancomunadas como las solidarias pueden tener objeto divisible o indivisible. Esto permite clasificar las
obligaciones de mancomunación conjunta de la siguiente forma:
Obligaciones simplemente mancomunadas de objeto divisible (Marco y Juan adeudan a Marcelo cien pesos).
Obligaciones simplemente mancomunadas de objeto indivisible (Juan y Pedro adeudan a Marcelo un caballo determinado)
Obligaciones solidarias de objeto divisible (Juan y Pedro adeuda en forma solidaria a Marcelo cien pesos).
Obligaciones solidarias de objeto indivisible (Juan y Pedro adeudan en forma solidaria a Marcelo un caballo determinado).
Caracteres.
Pluralidad de sujetos en cualquiera de los polos de la obligación o en ambos. Puede ser originaria o sobrevenida.
Unidad de objeto: La prestación es debida por todos los deudores a todos los acreedores.
Causa de fuente única. La causa generadora de la obligación es única y es la misma para todos los acreedores y deudores.
Pluralidad de vínculos. Se trata de una relación obligacional única con pluralidad de vínculos disociados o coligados en un
verdadero haz.
Método del Código Civil y Comercial. Distingue entre obligaciones divisibles e indivisibles, por un lado, y mancomunadas simples
y solidarias, por otro.
Tal como se ha legislado, cuando hay pluralidad de sujetos termina conduciendo al criterio simplificado, por cuanto la
regulación de las obligaciones simplemente mancomunadas contenida en los artículos 825 y 826 remite al régimen de las
obligaciones divisibles e indivisibles. Con lo cual, a través de una interpretación integradora de dicha normativa, se llega al
mismo resultado: un principio general dado por la divisibilidad y dos excepciones: indivisibilidad y solidaridad.
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Concepto: Art 825: La obligación simplemente mancomunada es aquella en la que el crédito o la deuda se fracciona en tantas
relaciones particulares independientes entre sí como acreedores o deudores haya. Las cuotas respectivas se consideran deudas
o créditos distintos los unos de los otros.
Cuando la obligación simplemente mancomunada tiene objeto divisible, el fraccionamiento opera en toda su plenitud. El
crédito y la deuda se dividen en tantas partes como acreedores o deudores haya. El régimen legal de las obligaciones
simplemente mancomunadas de objeto divisible coincide de manera total con lo previsto para las obligaciones divisibles. (Art
826 CCCN)
La circunstancia de que el objeto sea indivisible no obsta a la existencia de una pluralidad de vínculos disociados entre los
distintos acreedores y deudores. Sin embargo, determina una manera particular de actuar de los primeros que no alcanza a
desnaturalizar a la obligación que nos ocupa como mancomunada, pues, en ningún caso, cabe considerar que cualquier
acreedor tiene derecho por entero al crédito, ni que cualquier deudor está obligado de manera íntegra a la satisfacción de la
deuda.
El régimen legal de las obligaciones simplemente mancomunadas de objeto indivisible es el previsto en nuestro código para las
obligaciones indivisibles. (Art 826 CCCN).
Cuando existe una relación jurídica obligatoria con pluralidad de sujetos, la ley presume la existencia de mancomunación
simple, operando el fraccionamiento del crédito y deuda en tantas partes como acreedores o deudores haya. Cuando la
prestación es indivisible no opera el fraccionamiento de la prestación, aunque sí la disociación de vínculos jurídicos.
Concepto: Obligación solidaria es aquella emanada de una causa única en virtud de la cual cualquier acreedor puede exigir a
cualquier deudor el cumplimiento íntegro de la prestación, como consecuencia del título constitutivo o de una disposición legal,
con prescindencia de la naturaleza divisible o indivisible de la prestación. (Art 827 CCCN)
Antecedentes históricos
Las obligaciones correales: El derecho romano conoció la división entre obligaciones mancomunadas y solidarias o
correales, según se diera distribución de la deuda entre partes, con alcances bastante similares a los actuales. La
mancomunación era la regla y la solidaridad la excepción, cuya interpretación debía ser siempre restrictiva.
La denominada solidaridad imperfecta las llamadas obligaciones in solidum. Según una calificada doctrina, en el derecho
romano se habría distinguido entre solidaridad perfecta e imperfecta. En la solidaridad perfecta concurran dos elementos
fundamentales: cada deudo respondía por el todo y existía plena propagación de efectos como consecuencia de la
representación recíproca de los coligados. En la solidaridad imperfecta, en cambio, sólo se daba el primer efecto pero no el
segundo. La distinción pasó al derecho francés y sus resabios llegaron a nosotros.
Clases de solidaridad. Función económica y jurídica de cada una de ellas. La solidaridad puede ser activa, pasiva y mixta:
Solidaridad activa: Es activa cuando existe una pluralidad de acreedores un solo deudor. Cada uno de ellos reclamará la
totalidad de la prestación al deudor, quien queda liberado con el pago efectuado a uno solo. Poco frecuente en la práctica,
constituye un instrumento de cierta facilidad para el cobro del crédito por los acreedores. Facilita también la liberación del
deudor.
Solidaridad pasiva: Es aquella en la cual existe una pluralidad de deudores y un solo acreedor y permite al acreedor
reclamar de cualquiera de los deudores el pago íntegro de la deuda. Tiene una importancia enorme por cuanto actúa
directamente en el ámbito de las garantías personales, al vincular en el mismo plano a varios acreedores frente al acreedor,
potenciando su valor como instrumento de crédito.
Solidaridad mixta: Es aquella que presenta pluralidad de acreedores y deudores. Es todavía más excepcional su práctica que
la solidaridad activa.
Fuentes de solidaridad
1. La enunciación legal: El código civil y comercial reconoce como fuentes de solidaridad a la ley y a la voluntad: esta última
debe estar plasmada de manera inequívoca en el título constitutivo de la obligación.
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3. La solidaridad legal: Es impuesta cuando la ley quiere brindar máxima protección al interés del acreedor, dotándolo de
mejores posibilidades de cobro. En nuestro sistema no existe otra solidaridad legal que la pasiva.
Caracteres
Caracteres genéricos:
o Pluralidad de sujetos: Requiere multiplicidad de acreedores, o de deudores, o de ambos.
o Unidad de objeto: El objeto de la obligación debe ser único e idéntico para todos los codeudores y acreedores.
o Unidad de causa fuente
o Pluralidad de vínculos
Caracteres específicos:
o Exigibilidad de la prestación: El acreedor o cada acreedor puede exigir a cualquier deudor el cumplimiento íntegro
de la prestación.
o Carácter expreso de la solidaridad. El principio general de la mancomunación simple en el código civil y comercial:
En nuestro sistema, la solidaridad constituye una excepción a los principios ordinarios del derecho común, por lo
que debe surgir expresa e inequívocamente de la voluntad o de la ley.
o Pluralidad de vínculos coligados
Prueba de la solidaridad.
Dado su carácter excepcional, la solidaridad no se presume y debe ser probada por quien alega su existencia. Ante la duda, la
obligación se considera simplemente mancomunada. La acreditación de la solidaridad no está sujeta a formalidades. Se aplican
los principios generales que rigen la actividad probatoria, admitiendo cualquier medio de prueba.
Extinción de la solidaridad.
La solidaridad cesa por renuncia que de ella haga el acreedor en la solidaridad pasiva, o por acuerdo celebrado por el deudor
con alguno de los coacreedores solidarios, en la solidaridad activa.
La renuncia a la solidaridad:La solidaridad pasiva se extingue por la renuncia de la misma efectuada por el acreedor en
favor de alguno de los deudores o de todos ellos.
Renuncia absoluta: Se produce cuando el acreedor, sin renunciar a su crédito, abdica expresamente a la solidaridad en
beneficio de todos los deudores solidarios, consintiendo la división de la deuda, que se transforma en simplemente
mancomunada.
Renuncia relativa a la solidaridad: Difiere de la absoluta solamente en lo cuantitativo, pues sólo proyecta sus efectos sobre
alguno de los deudores pero manteniendo la solidaridad respecto de los restantes. El deudor beneficiado con la renuncia a
la solidaridad continúa obligado pero en forma de simplemente mancomunada.
Efectos de la renuncia parcial de solidaridad: Sólo se proyectan a las relaciones entre el acreedor y los codeudores solidarios, sin
producir efecto alguno en el ámbito de las relaciones internas. Esto explica que el deudor favorecido con la renuncia parcial de
la solidaridad no se vea eximido, por esa circunstancia, de afrontar las acciones recursorias o de regreso.
Retractación de la renuncia a la solidaridad. Efectos: La renuncia a la solidaridad, absoluta o relativa, expresa o tácita, puede ser
retractada por el acreedor mientras no sea aceptada por el deudor.
Extinción de la solidaridad activa :Se admite pacíficamente que no es suficiente la mera renuncia de algún coacreedor a la
solidaridad activa para que opere la mutación de la obligación solidaria en mancomunada simple. En todos los casos es
necesario alcanzar un acuerdo con el deudor de exclusión de la solidaridad activa. Si el mismo se realiza con la intervención
de todos los acreedores, opera la modificación de la obligación por cambio de naturaleza o de vínculo.
Efectos esenciales
o Exigibilidad. Derecho al cobro del crédito:Art 844 CCCN: El acreedor, o cada acreedor, o todos ellos
conjuntamente, pueden reclamar al deudor la totalidad de la obligación.
o El principio de prevención.
o Pago: El deudor está facultado para pagar la deuda a cualquiera de los acreedores, salvo que hubiere operado a su
respecto el derecho de prevención. El pago realizado por el deudor extingue la obligación y propaga sus efectos a
los restantes coacreedores y codeudores.
o Pago parcial: Todo pago parcial, aunque sea percibido por uno de los coacreedores, se imputa a favor de todos los
interesados.
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o Novación:La novación realizada entre cualquier coacreedor con el deudor extingue la obligación solidaria respecto
de los restantes coacreedores.
o Compensación: La compensación total o parcial efectuada entre cualquier coacreedor con el deudor propaga sus
efectos a los otros coacreedores.
o Renuncia: La renuncia del crédito efectuada por cualquier coacreedor a favor del deudor también tiene efectos
expansivos, sea absoluta o relativa. En tal caso, el acreedor responde frente a los demás coacreedores de la
misma manera en que si hubiese recibido el pago y en la medida de las respectivas acciones internas o de regreso.
o Dación de pago:Si uno de los acreedores recibe en pago de la deuda una prestación distinta a la debida, extingue
la obligación con respecto a los restantes coacreedores y libera al deudor.
o Transacción: Como regla la transacción realizada por uno de los acreedores solidarios con el deudor es inoponible
a los demás acreedores. Excepto que éstos quiera aprovecharse de ella.
o Confusión:La confusión opera entre uno de los acreedores solidarios y el deudor tiene efectos personales y sólo
extingue la cuota del crédito que le corresponde a aquel.
Efectos accidentales o secundarios de la solidaridad activa
o Pérdida no imputable de la cosa debida: La obligación queda extinguida para todos los coacreedores.
o Mora del deudor: La constitución en mora del deudor efectuada por parte de un coacreedor propaga sus efectos a
los demás coacreedores, a quienes favorece.
o Mora del acreedor:El CCCN no lo regula. Pizarro-Vallespinos consideran que se producen los mismos efectos que
en la mora del deudor.
o Indemnización de daños y perjuicios: Puede ser reclamada por cualquiera de los acreedores del mismo modo que
el cumplimiento de la obligación principal.
o Demanda de intereses. Anatocismo: La demanda de intereses articulada por cualquier coacreedor contra
cualquiera de los codeudores solidarios permite la capitalización de intereses en los términos del artículo 770, inc.
b, no sólo para quien acciona, sino también para los demás coacreedores.
o Prescripción liberatoria.
Interrupción de la prescripción:Los efectos de la interrupción de la prescripción efectuada por cualquiera
de los coacreedores respecto de cualquier codeudor se propagan beneficiando a todos los demás
integrantes del polo activo.
Suspensión de la prescripción:También la suspensión de la prescripción operada entre un coacreedor y el
deudor expande sus efectos con relación a los demás acreedores.
Dispensa de los efectos de la prestación cumplida: La dispensa de los efectos de una prestación ya
cumplida tiene efectos personales y sólo favorece a aquel coacreedor que se ha encontrado impedido
temporalmente en el ejercicio de una acción, por dificultades de hecho o por maniobras dolosas del
deudor.
o Muerte de un acreedor solidario: Art. 849 CCCN: Si muere uno de los acreedores solidarios, el crédito se divide
entre sus herederos en proporción a su participación en la herencia. Después de la partición, cada heredero tiene
derecho a percibir según la cuota que le corresponde en el haber hereditario.
o Principio de participación: La normativa prevé el supuesto de extinción del vínculo obligatorio por pago,
compensación, dación de pago, renuncia o transacción efectuada por uno de los acreedores con el deudor. En tal
caso, cobra relieve el derecho de participación de los restantes acreedores sobre el crédito solidario.
o Régimen legal:
La ley presume, iuris tantum, que los acreedores solidarios tienen derecho a la participación con los
alcances previsto en el art. 847.
La distribución debe ser realizada entre los coacreedores de acuerdo con la parte que cada uno de ellos
tenga en el crédito.
En defecto de determinación de la cuota de participación por alguno de los parámetros que establece el
artículo 841, se presume que ella es por partes iguales.
o Distintas situaciones que pueden presentarse:
Cobro de la totalidad del crédito por un acreedor: Los demás tienen derecho a que les pague el valor de lo
que a cada uno les corresponde, conforme a la cuota de participación de cada uno.
Renuncia al crédito solidario: Se produce la extinción del vínculo obligatorio. No obstante, esto no impide
que los demás coacreedores tengan derecho de participación contra el renunciante.
Compensación legal:Idéntica solución cuando opera la extinción del crédito por compensación legal.
Otros modos extintivos:En el caso de que la extinción de la obligación solidaria se produzca por novación,
dación de pago, transacción o compensación convencional o facultativa con uno de los acreedores, el
resto de los coacreedores también tienen derecho de participación, a su elección, por la parte que tienen
en el crédito (Art 841 CCCN).
Reembolso de gastos:El CCCN reconoce el derecho del acreedor solidario que realiza gastos razonables en
interés común, a reclamar a los demás la participación en reembolso de su valor.
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Efectos de la solidaridad pasiva entre partes:
Efectos esenciales:
o Exigibilidad.
Derecho del acreedor a exigir el pago a cualquier codeudor. Art 833 CCCN: El acreedor tiene derecho a
requerir el pago a uno, a varios o a todos los codeudores, simultánea o sucesivamente.
Acerca de las demandas sucesivas y la prueba de insolvencia: El acreedor no debe probar la insolvencia
del demandado para accionar ulteriormente contra otros obligados.
Las obligaciones solidarias y el concurso y la quiebra del codeudor:
o El concurso preventivo no hace caducar el plazo, por lo que el acreedor debe insinuar su crédito
en sede concursal y canalizar su pretensión en el marco de las consecuencias previstas en ella.
o En cambio, la quiebra del codeudor sí provoca la caducidad de los plazos con relación al fallido,
mas no respecto de los restantes codeudores solidarios.
o Si se declara la quiebra de varios obligados solidariamente, el acreedor puede efectuar la
verificación del crédito en cada uno de dichos concurso, por la totalidad del crédito.
o El codeudor solidario paga después de producida la quiebra de otro coobligado se subroga en los
derechos del acreedor hasta el monto efectivamente desembolsado, contra el concurso.
Facultad de cobro parcial: La ley faculta al acreedor a reclamar a algún deudor solamente la parte que le
corresponda y no el todo. Lógicamente, debe tratarse de una obligación divisible.
o Novación: La novación efectuada entre un codeudor y el acreedor produce propagación de efectos y extingue la
obligación de los restantes codeudores.
o Compensación:La compensación operada entre el acreedor o cualquiera de los deudores solidarios propaga los
efectos y extingue la obligación solidaria.
o Remisión de la deuda: La remisión de deuda realiza por el acreedor a favor de alguno de los deudores propaga los
efectos a los restantes coobligados y extingue la obligación solidaria.
o Dación en pago: También la dación de pago tiene efectos expansivos y sigue la relación obligatoria.
o Confusión: La confusión operada entre un codeudor solidario y el acreedor produce efectos personales expansivos
y sólo extingue la cuota de la deuda que corresponde a éste.
o Transacción:Art 835, inc. d: la transacción hecha con uno de los codeudores solidarios, aprovecha a los otros, pero
no puede serles opuesta.
Efectos accidentales
Responsabilidad. Incumplimiento y mora: La mora y el incumplimiento imputable propagan plenamente sus efectos y
obligan a todos los codeudores a responder por el valor de la prestación y a indemnizar los daños causados.
Dolo en el incumplimiento de la obligación solidaria: los deudores responden, como regla, por los daños que son
consecuencia inmediata y mediata previsible del incumplimiento obligacional o contractual. Las consecuencias agravadas
propias del incumplimiento doloso de uno de los codeudores no son soportadas por los otros.
Insolvencia de un codeudor
o Principio general: La insolvencia de uno de los codeudores no afecta al acreedor quien tiene derecho de accionar
por el todo contra los demás.
o Insolvencia y dispensa de la solidaridad: La dispensa de la solidaridad efectuada por el acreedor a favor de un
codeudor solidario no obsta a que éste deba contribuir a soportar la insolvencia de los otros coobligados.
o Insolvencia y remisión parcial de la deuda: En caso de mediar remisión parcial de la deuda en favor de un
codeudor solidario y de resultar otro codeudor insolvente, el solvente puede ejercitar la acción recursoria contra
el beneficiario exigiéndole la parte pertinente conforme a las reglas antes señaladas.
Prescripción
o Interrupción de la prescripción:propaga sus efectos beneficiando a todos los acreedores y perjudicando a todos los
deudores.
o Suspensión de la prescripción: La suspensión de la prescripción operada entre el acreedor y cualquier deudor
solidario propaga sus efectos con relación a los demás, sea el objeto de la obligación divisible o indivisible.
Muerte de un codeudor solidario:Art 843: Si muere uno de los deudores solidarios y deja varios herederos, la deuda ingresa
en la masa indivisa y cualquiera de los acreedores puede oponerse a que los bienes se entreguen a los herederos o
legatarios sin haber sido previamente pagado. Después de la partición, cada heredero está obligado a pagar según la cuota
que le corresponde en el haber hereditario.
Relaciones internas
Acción de contribución, recursoria o de regreso: Es aquella que el ordenamiento jurídico reconoce al codeudor que ha
pagado la totalidad de la deuda solidaria para reclamar a los restantes la parte que les corresponde en dicho pasivo.
(Principio de contribución, art 840). Dicho reintegro puede darse por dos vías diferentes:
o Con sustento en la relación jurídica particular que liga a los codeudores entre sí (art 841 y concs.)
o Por aplicación de las reglas que rigen el pago por subrogación (art 915, inc. a)
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Medida de la cuota de contribución: Art 841: Las cuotas de contribución se determinan sucesivamente de acuerdo con:
o lo pactado
o la fuente y la finalidad de la obligación o, en su caso, la causa de la responsabilidad;
o las relaciones de los interesados entre sí;
o las demás circunstancias.
Insolvencia de un codeudor: Puede suceder que el codeudor solidario que paga la totalidad de la deuda vea afectada su
pretensión de reintegro en razón de la insolvencia de alguno de los restantes coobligados. En tal caso la cuota
correspondiente al codeudor insolvente es cubierta por todos los obligados a prorrata de su interés en la deuda.
Insolvencia y dispensa de la solidaridad: La dispensa de la solidaridad realizada por el acreedor a favor de un codeudor
solidario no altera en lo más mínimo su obligación de jugar la insolvencia de alguno de los otros codeudores.
La acción de regreso en los hechos ilícitos: Dispone el artículo 1751 que si varias personas participan en la producción de un
daño que tiene una causa única, se aplican las reglas de las obligaciones solidarias.
La solidaridad pasiva en el concurso preventivo y en la quiebra de un codeudor solidario. Nociones generales
Concurso preventivo. Efectos del acuerdo homologado:art 55 de la ley 24.522: En todos los casos, el acuerdo homologado
importará la novación de todas las obligaciones de origen o causa anterior al concurso. Esta novación no causa la extinción de
las obligaciones del fiador ni de los codeudores solidarios.
Quiebra. La declaración de quiebra del fallido produce la caducidad de los plazos otorgados al fallido desde una sentencia de
quiebra. La quiebra de un codeudor no altera cualitativamente el derecho del acreedor, que puede reclamar a los restantes
codeudores no concursado el cumplimiento de la prestación.
El acreedor de varios obligados solidarios puede concurrir en quiebra de los que estén fallidos y procurar la verificación de su
crédito por el todo en cada una de ella por el valor nominal de los títulos hasta el pago íntegro.
El obligado no fallido que paga después de dictada la sentencia de quiebra queda subrogado legalmente a los derechos del
acreedor hasta el monto del crédito cancelado y sus accesorios derivados del derecho de repetición.
Efectos comunes a la solidaridad pasiva activa. La solidaridad y las defensas que pueden oponerse Art 831 CCCN: Cada uno de
los deudores puede oponer al acreedor las defensas comunes a todos ellos. Las defensas personales pueden oponerse
exclusivamente por el deudor o acreedor a quien correspondan, y sólo tienen valor frente al coacreedor a quien se refieran. Sin
embargo, pueden expandir limitadamente sus efectos hacia los demás codeudores y posibilitar una reducción del monto tal de
la deuda que se les reclama, hasta la concurrencia de la parte perteneciente en la deuda del codeudor que las puede
invocar. Distintas clases de defensas:
Defensas comunes: Se vinculan con la obligación en sí misma y gravitan sobre todos los sujetos alcanzados por los
diferentes vínculos jurídicos.(Las causas que determinan la extinción total de la obligación, la prescripción cumplida, las
acusas de nulidad que afectan a toda la obligación)
Defensas de carácter estrictamente personales: Son aquellas de carácter eminentemente subjetivo que sólo pueden ser
invocadas por alguno de los deudores, o contra alguno de los acreedores.
Defensas personales con efecto expansivo: Cuando, sin perder el carácter personal, pueden expandir limitadamente sus
efectos hacia los demás codeudores, y posibilitar una reducción del monto total de la deuda, que se les reclama, hasta la
concurrencia de la parte perteneciente en la deuda al codeudor que las puede invocar.
La cosa juzgada
Art 832 CCCN:La sentencia dictada contra uno de los codeudores no es oponible a los demás, pero éstos pueden invocarla
cuando no se funda en circunstancias personales del codeudor demandado. El deudor no puede oponer a los demás
coacreedores la sentencia obtenido contra uno de ellos; pero los coacreedores pueden oponer al deudor, sin perjuicio de las
excepciones personales que éste tenga frente a cada uno de ellos.
Semejanzas
o Debe haber pluralidad de sujetos, unidad de objeto debido, unidad de causa y pluralidad de vínculos.
o Los efectos relativos a la exigibilidad y al pago son coincidentes.
o El objeto debido es insusceptible de fraccionamiento.
o La interrupción y la suspensión de la prescripción propagan sus efectos.
o La novación convenida entre el acreedor común con alguno de los deudores extingue la obligación de los demás.
o El régimen de los efectos de la cosa juzgada es similar.
o El régimen de defensas previsto en materia de solidaridad se aplica subsidiariamente en las obligaciones
indivisibles.
Diferencias:
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o En la solidaridad el fundamento de la propagación de efectos anida en la particular estructura del vínculo jurídico
con prescindencia de la naturaleza divisible o indivisible del objeto de la obligación. En cambio, en la indivisibilidad
los efectos derivan del carácter compacto de la prestación, que la torna insusceptible de fraccionamiento.
o En la obligación solidaria cualquier codeudor está obligado a pagar la totalidad de la prestación a cualquier
coacreedor porque recíprocamente cada uno de ellos es acreedor o deudor por el todo. En la obligación
indivisible, en cambio, debe pagar el todo, no porque lo deba, sino porque no puede pagar una parte.
o La novación, la dación de pago y la remisión de deuda efectuada entre un coacreedor y el deudor extingue la
obligación solidaria; en cambio no propaga sus efectos en las obligaciones indivisibles.
o La compensación propaga sus efectos en las obligaciones solidarias. En las indivisibles tiene menor aplicación.
o La mora y los factores de atribución propagan sus efectos en las obligaciones solidarias, no así en las indivisibles.
o La indemnización por incumplimiento obligacional es debida por todos los codeudores solidarios, en cambio, en las
obligaciones indivisibles recae proporcionalmente sólo sobre quienes son responsables del incumplimiento.
o A partir del momento de la partición, la muerte de un acreedor o codeudor solidario extingue la solidaridad
respecto de los herederos, que sólo responden por su cuota parte. No tiene, en cambio, efectos en materia de
indivisibilidad,
El fiador contrae una obligación en interés ajeno. En cambio, en la solidaridad, se asume tal carácter obrando en interés
propio.
La obligación del fiador es accesoria de una principal, cuyo cumplimiento garantiza. La obligación solidaria tiene carácter
principal.
El fiador puede oponer al progreso de la acción todas las defensas personales del deudor principal. El codeudor solidario
nunca puede oponer defensas estrictamente personales que correspondan a los demás codeudores.
Cuando la fianza no es solidaria, el fiador goza de excusión de bienes del deudor, salvo casos previstos en el artículo 1864.
El codeudor solidario, no goza de tal prerrogativa.
Obligaciones concurrentes
Concepto: Son aquellas en las que varios deudores deben el mismo objeto en razón de causas diferentes. Se las denomina
también in solidum, convergentes o conexas. Presentan estos caracteres:
Identidad de acreedor.
Identidad de objeto debido.
Pluralidad de deudores.
Diversidad de causa fuente para cada uno de los obligados.
La diversidad de causa fuente para cada uno de los obligados es la esencia de la figura (obligaciones concurrentes) y es el
que realmente las distingue de las obligaciones solidarias y justifica algunos de sus efectos particulares.
Que a diferencia de lo que sucede en la obligación solidaria, que es por naturaleza una relación jurídica única en las
obligaciones concurrentes encontramos una pluralidad de obligaciones autónomas, que emanan de causas distintas.
Efectos. Art 851 CCCN:Excepto disposición especial en contrario, las obligaciones concurrentes se rigen por las siguientes
reglas:
a) el acreedor tiene derecho a requerir el pago a uno, a varios o a todos los codeudores, simultánea o sucesivamente;
b) el pago realizado por uno de los deudores extingue la obligación de los otros obligados concurrentes;
c) la dación en pago, la transacción, la novación y la compensación realizadas con uno de los deudores concurrentes, en tanto
satisfagan íntegramente el interés del acreedor, extinguen la obligación de los otros obligados concurrentes o, en su caso, la
extinguen parcialmente en la medida de lo satisfecho;
d) la confusión entre el acreedor y uno de los deudores concurrentes y la renuncia al crédito a favor de uno de los deudores no
extingue la deuda de los otros obligados concurrentes;
e) la prescripción cumplida y la interrupción y suspensión de su curso no producen efectos expansivos respecto de los otros
obligados concurrentes;
f) la mora de uno de los deudores no produce efectos expansivos con respecto a los otros codeudores;
g) la sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada dictada contra uno de los codeudores no es oponible a los demás, pero
éstos pueden invocarla cuando no se funda en circunstancias personales del codeudor demandado;
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h) la acción de contribución del deudor que paga la deuda contra los otros obligados concurrente se rige por las relaciones
causales que originan la concurrencia.
Casos
La responsabilidad del principal por el hecho del dependiente y la de este último frente a la víctima.
La responsabilidad de dueño y del guardián de la cosa que produjo el daño con su intervención activa.
La responsabilidad por actividades riesgosas por su naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su
realización, que gravita sobre quien la realiza, se sirve u obtiene provecho de ella, por sí o por terceros.
La responsabilidad del comodatario negligente y del ladrón frente al dueño de la cosa.
La responsabilidad del autor de un ilícito y del asegurador de la víctima.
La responsabilidad civil de los propietarios de establecimientos educativos privados y estatales y la del docente autor de
hecho directo del daño.
Responsabilidad civil indistinta del autor de un daño y de la compañía aseguradora frente a la víctima del siniestro.
La responsabilidad por saneamiento en virtud de enajenaciones sucesivas.
La responsabilidad del constructor, del contratista, del proyectista y de cualquier otro profesional ligado al comitente por
un contrato de construcción de una obra realizada en inmueble destinado por su naturaleza a tener larga duración.
Obligaciones disyuntivas
Concepto e importancia: Son aquellas que están establecida en favor de un acreedor que se encuentra indeterminado entre
varios sujetos o que pesan sobre sobre un deudor indeterminado entre varios sujetos indeterminados. En materia de letra de
cambio se admite que ésta pueda tener la indicación de varios tomadores en forma alternativa, en cuyo caso los derechos
cambiarios sólo pueden ser ejercitados por cada beneficiario de la letra excluyendo a los demás. También el pagaré puede
contener la indicación alternativa de distintos tomadores, supuesto en el que opera la solución antes indicada. Es igualmente
frecuente la designación de beneficiarios en forma alternativa en ciertos contratos de seguro. También en el contrato de
depósito bancario, cuando el mismo está a nombre de dos o más personas.
Caracteres.
Pluralidad originaria de vínculos: Varios sujetos pasivos o activos, emplazados originariamente en forma alternativa.
Indeterminación de los sujetos: Los sujetos activos y pasivos definitivos se encuentran provisoriamente indeterminados
como consecuencia de la mencionada alternatividad.
Unidad de objeto debido:El pago hecho a un acreedor o a un deudor (elegidos) extingue totalmente la relación obligacional
para todos.
Condicionalidad: La obligación asumida alternativamente por dos o más sujetos está condicionada de forma resolutoria a
que pague el objeto debido a otro deudor. Diferencias con las obligaciones solidarias:
En las obligaciones solidarias acreedores y deudores son concurrentes, y en las disyuntivas, en cambio, se excluyen entre
sí.
En las obligaciones solidarias existe un interés común y grupal de los sujetos que en ella intervienen, que no se da en las
obligaciones disyuntivas.
En las obligaciones solidarias rige el principio de distribución y participación en la solidaridad activa y pasiva,
respectivamente, donde los sujetos emplazados en el polo activo y pasivo son extraños.
Quien pretenda algún tipo de derecho a reintegro o participación deberá acreditar una causa paralela a su acreencia. La
mera existencia de una obligación disyuntiva no le alcanza para ello, dado que esa figura es puramente instrumental y
carece, por sí sola, de dicha virtualidad.
En la solidaridad cualquiera de los acreedores tiene derecho a demandar el cumplimiento de la prestación, ya que todos
ellos son titulares del crédito. En cambio, en las obligaciones activamente disyuntivas ningún acreedor puede aisladamente
demandar el cobro total de la deuda hasta tanto no sea elegido.
Régimen legal
Disyunción pasiva
Art 853:Si la obligación debe ser cumplida por uno de varios sujetos, excepto estipulación en contrario, el acreedor elige cuál
de ellos debe realizar el pago. Mientras el acreedor no demande a uno de los sujetos, cualquiera de ellos tiene el derecho de
pagar. El que paga no tiene derecho a exigir contribución o reembolso de los otros obligados.
Disyunción activa
Art 854: Si la obligación debe ser cumplida en favor de uno de varios sujetos, excepto estipulación en contrario, el deudor elige
a cuál de éstos realiza el pago. La demanda de uno de los acreedores al deudor no extingue el derecho de éste a pagar a
cualquiera de ellos. El que recibe el pago no está obligado a participarlo con los demás.
Bolilla 9.
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Efecto de las obligaciones: los efectos de las obligaciones son las consecuencias de índole jurídica que emanan de la relación
obligacional; se plasman en los distintos medios orientados a satisfacer el interés del acreedor, y a posibilitar que el deudor
ejercita regularmente el derecho y el deber que tiene de cumplir.
Efectos de los contratos: consiste en generar un orden normativo en virtud del cual se crea, modifica, transfiere o extingue una
determinada relación jurídica patrimonial entre las partes.
Diferencia entre ambos: el contrato es una fuente de obligaciones; la obligación es un efecto del contrato.
Efecto relativo
ARTICULO 1021.- Regla general. El contrato sólo tiene efecto entre las partes contratantes; no lo tiene con respecto a terceros,
excepto en los casos previstos por la ley.
ARTICULO 1022.- Situación de los terceros. El contrato no hace surgir obligaciones a cargo de terceros, ni los terceros tienen
derecho a invocarlo para hacer recaer sobre las partes obligaciones que éstas no han convenido, excepto disposición legal.
ARTICULO 1023.- Parte del contrato. Se considera parte del contrato a quien:
c) manifiesta la voluntad contractual, aunque ésta sea transmitida por un corredor o por un agente sin representación.
ARTÍCULO 1024.- Sucesores universales. Los efectos del contrato se extienden, activa y pasivamente, a los sucesores universales,
a no ser que las obligaciones que de él nacen sean inherentes a la persona, o que la transmisión sea incompatible con la
naturaleza de la obligación, o esté prohibida por una cláusula del contrato o la ley.
Nociones generales crédito y deuda: aparecen fuertemente ligados, conectados y elevados a un plano superior en el que ambos
homogéneamente dan lugar a una relación obligatoria. A la posición pasiva del deudor siempre se le contrapone fáctica-
económica y jurídicamente, la posición activa del acreedor.
Primariamente entendido como derecho del acreedor a la ejecución de la prestación debida, el crédito constituye un verdadero
derecho subjetivo que tiene como situación correlativa al deber jurídico calificado que asume el deudor. El acreedor tiene
mucho más que una simple expectativa de conducta futura del deudor. Dispone desde la gestión misma de la obligación de un
poder jurídico de actuación para satisfacción de su interés.
Tutela satisfactiva.
A partir de la ausencia de pago espontáneo operan, a requerimiento del interesado, a las vías qué el ordenamiento le confiere al
acreedor. Las vías de compulsión que tienen por finalidad conminar el deudor para que cumpla se insertan dentro de la tutela
satisfactiva.
l) Puede intentar la ejecución forzada (directa) en forma específica o por un tercero a fin de obtener el objeto de la prestación
en especie. El acreedor, ante la falta de cumplimiento voluntario del deudor, acude a los organismos jurisdiccionales del estado
y obtiene una sentencia de condena a costa del deudor. Plasma, de tal modo, la ejecución forzada y, en algunos casos, violenta
(salvo en materia de obligaciones de hacer y de no hacer donde rige el límite que no haya violencia sobre la persona del deudor).
II) En defecto de ello, puede reclamar el contravalor dinerario de la prestación, que no es sino un sucedáneo o sustituto de la
prestación específicamente debida, al que la doctrina clásica tradicionalmente ha denominado efecto anormal de la obligación.
No nos hallamos en tal caso frente a una relación nueva, distinta, nacida del incumplimiento contractual, que entra en
sustitución de la no cumplida, se trata de la misma obligación que modifica su objeto y se convierte en la de pagar el contravalor
económico más la indemnización de los daños causados. Es una solución lógica si se tiene en cuenta que deuda y
responsabilidad no constituyen dos tramos de la relación obligatoria que actúan separados, sino todo lo contrario. Si este valor
económico que se paga cumple dicha función, tampoco cabe confundirlo, como a menudo sucede, con los daños y perjuicios
que deriven del incumplimiento el daño moratorio y compensatorio, según los casos, es un adicional, en función de las diversas
situaciones que puedan presentarse.
2. El segundo límite surge de la propia función económica y social para la cual le ha sido reconocido su derecho. Art 10
3. El principio de la buena fe, que constituyen el marco en el cual se despliegan las relaciones obligatorias. Deudor y
acreedor deben obrar con cuidado, prevención y según las exigencias de buena fe. Art 9, 729, 961.
4. El orden público de protección se erige también en un factor limitativo del derecho de crédito, imponiendo conductas
imperativamente en importantes ámbitos del derecho privado y acotando la extensión de ciertas prerrogativas.
ARTÍCULO 804.- Sanciones conminatorias. Los jueces pueden imponer en beneficio del titular del derecho, condenaciones
conminatorias de carácter pecuniario a quienes no cumplen deberes jurídicos impuestos en una resolución judicial. Las
condenas se deben graduar en proporción al caudal económico de quien debe satisfacerlas y pueden ser dejadas sin efecto o
reajustadas si aquél desiste de su resistencia y justifica total o parcialmente su proceder.
La observancia de los mandatos judiciales impartidos a las autoridades públicas se rige por las normas propias del derecho
administrativo.
Concepto: son condenaciones conminatorias de carácter pecuniario que los jueces aplican a quien no cumple con el deber
jurídico impuesto en una resolución judicial.
Conforme una perspectiva procesal es una medida de coerción patrimonial orientada a alcanzar la ejecución procesal, que tiene
su fundamento en el imperium en qué caracteriza a la jurisdicción, y se plasma en El poder del que está investido el juez para
hacer cumplir sus resoluciones.
De acuerdo con una perspectiva sustancial, las sanciones conminatorias también constituyen un medio de compulsión o
coerción patrimonial, que pesa sobre el sujeto pasivo del deber impuesto en una resolución judicial quien, en la mayoría de los
casos, es el deudor de una obligación.
Asume tal carácter en cuanto constriñe al sujeto pasivo a adecuar su conducta a lo ordenado en sede judicial, con riesgo de
soportar una sanción económica.
La conducta impuesta en la relación judicial puede estar referido al cumplimiento de la pretensión adeudada, en cuyo caso su
naturaleza de medio compulsorio fluye nítidamente, en estrecha relación con los mecanismos legales que el artículo 730 del
código civil y comercial acuerdan al acreedor para lograr que el deudor le procure aquello a que se ha obligado. Conforme a ese
enfoque, las sanciones conminatorias constituye una medida de coerción patrimonial que persiguen un doble propósito:
asegurar el pleno acatamiento de las medidas judiciales, como manifestación del imperium de los jueces para hacer cumplir sus
mandatos y, de manera contingente, en el plano obligacional, lograr aún contra su voluntad renuente del deudor, el
cumplimiento específico de lo adeudado.
Ambos aspectos aparecen íntimamente ligados, pues la medida combinatoria tendiente a lograr el respeto de una orden judicial
determinada (aspecto procesal) conlleva por implicancia la observancia en especie del deber jurídico (y, en su caso, de la
obligación) contenida en la resolución judicial pertinente.
A través de las astreintes, se comunica el sujeto pasivo de un mandato impuesto en una resolución judicial a realizar una
conducta determinada. Pero además de esta función conminatoria, la astreinte tiene también una función sancionatoria,
aunque esta es apreciable sólo en una segunda etapa de la imposición. Esta última función es eventual, ya que puede no
concretarse en caso de que el juez las deje sin efecto, cuando entienda que el deudor ha justificado su renuencia, deponiendo su
actitud o por cualquier otra circunstancia justificativa. En tal caso no hay sanción conminatoria pero si compulsión.
En resumen, tiene dos finalidades: la conminatoria y la sancionatoria. Una constituye la razón de la otra, pues si la figura de las
astreintes se quedará reducida a una simple amenaza (función conminatoria) sin posibilidad de su ulterior efectivización
(función sancionatoria), su imposición sería totalmente inoperante como medio de presión. Jurisprudencialmente esta dualidad
ha sido señalada en los siguientes términos: las astreintes cumplen dos funciones fundamentales a través de la dinámica del
proceso: función combinatoria y función sancionatoria. La función combinatoria de las astreintes surge de la decisión judicial
mediante la cual se impone una condena pecuniaria a quien no cumple una orden impartida por el magistrado en uso de sus
facultades. La función sancionatoria de las astreintes se da en el supuesto de que el obligado pesa la sanción conminatoria, no
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efectiviza su deber jurídico, ya que no existe mira coacción psicológica sino, estricta sanción, traducida en la directa aplicación
de lo que hasta ese momento constituyó un amenaza.
Bolilla 10.
Concepto: no verificado el cumplimiento voluntario, la dificultad al acreedor hacer cumplir coactivamente la prestación por un
tercero, a cargo y costo del deudor, siempre que le eche pudiste ser ejecutado por otro. La ejecución por un tercero aparece
genéricamente reglado en el artículo 730, inciso b, y por el artículo 770, inciso b CCyC.
La ejecución por un tercero se inscribe dentro de la tendencia de procurar el cumplimiento específico de la obligación antes de
acudir a la solución de los daños y perjuicios. A través de la ejecución por otro, el sistema brinda al acreedor una vía de ejecución
forzosa que, aunque imperfecta, mitiga las desventajas y los riesgos de la ejecución indirecta.
Vale remarcar que el acreedor no puede obligar a un tercero a que ejecute una prestación ajena, pues ello estaría en pugna con
el principio de relatividad de los negocios jurídicos y de las obligaciones. Será siempre necesario la aceptación derecho tercero.
Cuando esto ocurre, el acreedor queda legitimado para ejecutar el hecho incumplido por cuenta del deudor, lo cual importa
reconocerle derecho a obtener el reembolso de los gastos efectuados.
Tratándose de obligaciones de dar cosas ciertas que se encuentran en poder del deudor, la posibilidad de ejecución de la
prestación por un tercero es prácticamente nula, atento a la imposibilidad de obtener un bien idéntico en el mercado. En este
caso, el medio legal idóneo y eficaz para lograr la ejecución específica es la forzosa contra el patrimonio del deudor a fin de
obtener el desapoderamiento de la cosa objeto de la obligación.
La cuestión es distinta cuando la cosa cierta comprometida no se halla en el patrimonio del deudor, sino en poder de un tercero,
supuesto en el cual el cumplimiento por otro es teóricamente posible.
Tratándose de obligaciones que principian siendo de género o de cantidad, y se transforman luego del acto de elección o de
individualización en obligaciones de dar cosas ciertas, el criterio es distinto. Por ejemplo, aquellos productos elaborados en
serie, como automóviles o electrodomésticos, que sólo se distinguen por un número de fabricación que no alteren la sustancia
de la cosa, en tal caso nada impide que el acreedor puede obtener el cumplimiento de la obligación por otro acosté y cargo del
deudor. La solución no puede ser otra tratándose de obligaciones de género, en cuyo caso el espectro de adquisición de una
cosa de idénticas características a través de un tercero se amplía considerablemente. En tal caso, el acreedor puede
facultativamente pedir que se cumpla la obligación a expensa del deudor, sin perjuicio de su derecho a optar por la ejecución
forzada directa.
Las mismas conclusiones son predicables en materia de obligaciones de dar sumas de dinero, donde nada obsta a que el
acreedor pueda satisfacer las expectativas incumplidas mediante el suministro de los fondos esperados por un tercero.
Acción directa.
ARTÍCULO 736.- Acción directa. Acción directa es la que compete al acreedor para percibir lo que un tercero debe a su deudor,
hasta el importe del propio crédito. El acreedor la ejerce por derecho propio y en su exclusivo beneficio. Tiene carácter
excepcional, es de interpretación restrictiva, y sólo procede en los casos expresamente previstos por la ley.
Se trata de una protección excepcional, que requiere la expresa consagración normativa, orientada a brindar al acreedor, bajo
ciertas circunstancias, una tutela jurídica enérgica y eficaz.
ARTÍCULO 737.- Requisitos de ejercicio. El ejercicio de la acción directa por el acreedor requiere el cumplimiento de los
siguientes requisitos:
b) una deuda correlativa exigible del tercero demandado a favor del deudor;
d) ninguno de los dos créditos debe haber sido objeto de embargo anterior a la promoción de la acción directa;
c) el tercero demandado puede oponer al progreso de la acción todas las defensas que tenga contra su propio acreedor y contra
el demandante;
e) el deudor se libera frente a su acreedor en la medida en que corresponda en función del pago efectuado por el demandado.
En sentido amplio, un acto es fraudulento cuando sus otorgantes actúan bajo el amparo formal de una norma legal, pero en
realidad persiguen eludir otra u otras normas, que les impedirían obtener el resultado que se han propuesto. Plasma, en
esencia, una maniobra engañosa mediante la cual se pretende evadir una previsión legal o causar un daño a terceros, o ambas
cosas. El fraude engloba dos grandes tipologías: por un lado el fraude a la ley y por otro el fraude los actos jurídicos en perjuicio
de terceros. La acción revocatoria o Paulina se refiere al fraude en los actos jurídicos, que anteriormente era la única legislada
expresamente por el código civil.
El fraude de los acreedores es aquel que se comete a través de actos o negocios jurídicos, válidos, por regla general, positivos o
de actuación, unilaterales o bilaterales, destinados a enajenar derechos y facultades o abdicarlas, en perjuicio de los acreedores
pues provoca o agravan la insolvencia o violentan la igualdad de los mismos teniendo conciencia de obstaculizar o impedir la
prestación debida.
Es un vicio propio del acto jurídico en cuanto afecta el requisito de la buena fe, por la provocación del deudor de su propio
estado de insolvencia, o por la agravación de un estado preexistente, para privar así a sus acreedores de la garantía sobre la cual
pueden hacer efectivos sus créditos. El remedio contra el fraude a los acreedores lo constituye la acción revocatoria, también
nominada Paulina en homenaje al pretor Paulus, que dio su nombre a la acción anual otorgada a los acreedores para revocar los
actos realizados por el deudor en fraude de sus derechos.
Esta acción es la protección judicial que tiene por objeto obtener la revocación del acto fraudulento, en la medida necesaria para
hacer efectivo el crédito del acreedor que la ejerce, mediante la ejecución del bien sustraído indebidamente del patrimonio del
deudor. La acción revocatoria tiene por finalidad suprimir los efectos perjudiciales del acto fraudulento, haciéndolo inoponible al
acreedor que el ejercita. El nuevo código civil y comercial la regula en su artículo 338 "declaración de inoponibilidad" todo
acreedor puede solicitar la declaración de inoponibilidad de los actos celebrados por su deudor en fraude de sus derechos, y de
las renuncias al ejercicio de derechos o facultades con los que hubiese podido mejorar un evitado empeorar su estado de
fortuna.
ARTÍCULO 338.- Declaración de inoponibilidad. Todo acreedor puede solicitar la declaración de inoponibilidad de los actos
celebrados por su deudor en fraude de sus derechos, y de las renuncias al ejercicio de derechos o facultades con los que hubiese
podido mejorar o evitado empeorar su estado de fortuna.
Ejecuciones individuales: en ella el acreedor ostenta un título en el que hay incorporado un crédito en dinero, qué trae
aparejada ejecución una sentencia de condena a su favor. El ordenamiento jurídico consagra vías orientadas a procurar al
acreedor de ejecución específica (ejecución forzada específica y por terceros), o por equivalente pecuniario, a cuyos efectos
reconoce procedimientos encaminados a la enajenación forzado de los bienes del deudor, qué permitan aplicar luego dichos
importe de pago de la deuda.
La ejecución individual se desenvuelve a instancia del acreedor y para satisfacción de su crédito, mediante 1 o varios bienes
determinados del deudor. Ella tiene mira el incumplimiento y su objeto es compeler al dora ejecutar aquello que sea obligado
(dar, hacer o no hacer).
Ejecución colectivo: supone necesariamente que el deudor se encuentre en estado de cesación de pagos, caracterizada por un
estado general y permanente de impotencia patrimonial para ser frente a obligaciones exigibles, y la igualdad de condiciones de
todos los acreedores que concurran al concurso.
Tiene una regulación especial prevista en la Ley de Concursos y Quiebras 24522, cuya normativa es de orden público.
La quiebra provoca el desapoderamiento de pleno derecho de los bienes del deudor existentes desde la fecha de su declaración
y de los que adquiera hasta su rehabilitación, para proceder a la ulterior liquidación y distribución de su producido entre los
acreedores, en función de la naturaleza de sus créditos. El desapoderamiento impide que ejercite los derechos de disposición y
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administración. Quedan excluidos los derechos no patrimoniales, bienes inembargables, indemnización por daño material o
moral a su persona etcétera.
El concurso preventivo, en cambio, tienda a la celebración de un acuerdo entre el deudor concursado y sus acreedores, qué
reglará el cumplimiento futuro de las obligaciones del deudor. Podrá a tal fin, acordarse quitas, esperas, constitución de
sociedad con los acreedores, capitalización de créditos, etcétera.
Cuando el acuerdo preventivo es aceptado por un número de acreedores suficiente, en función del régimen mayoría previsto
por la ley, y conforme al procedimiento por ella reglado, el mismo deviene obligatorio para todos los acreedores, incluyendo a
los que hubieran rechazado la propuesta y a los que no hayan concurrido a exteriorizar su acreencia.
Bolilla 11.
El derecho que tiene el acreedor, en primera etapa, se plasma en un poder de exigir un determinado comportamiento.
Producido el incumplimiento de la obligación se ingresa en la fase de responsabilidad, otorgándose al acreedor un poder de
agresión patrimonial, orientada a satisfacer su interés de manera específica o por equivalente. Le son reconocidos un conjunto
de derechos, facultades y acciones que se ejercen contra el patrimonio del deudor.
En materia obligacional rige el principio según el cual " el patrimonio del deudor es la garantía común de los acreedores". Por tal
motivo:
1. La responsabilidad del deudor es patrimonial (no existe una responsabilidad por incumplimiento obligacional qué sea
haga efectiva sobre su propio persona).
2. Cómo regla, el deudor responde con todos sus bienes presentes y futuros. La garantía común confiere al acreedor la
facultades necesarias para asegurar la capacidad económica del patrimonio el deudor y para impedir, disminuir o hacer
desaparecer su insolvencia.
3. Todos los acreedores concurren la situación paritaria frente a su deudor (par conditio creditorum), salvo que medien
causas de preferencia.
4. Los acreedores están legitimados para satisfacer su interés sobre cualquier bien del deudor que sea declarado
inembargable o inajenable.
5. Tratándose de patrimonios especiales autorizados por la ley, la garantía comprende todo los bienes que a la integran,
por ejemplo en los casos de declaración de ausencia con presunción de fallecimiento, durante el período de prenotación, de
sociedad unipersonal y de fideicomiso. El patrimonio separado es una masa de bienes destinada a responder al pago de cierta
deuda. Plasma una universalidad jurídica que cuenta con una finalidad específica, sin alcanzar personería jurídica propia través
de la constitución de un ente ideal, toda vez que siempre pertenece a un sujeto.
Un deudor solvente es, un deudor responsable. Como consecuencia de ello, la ley permite al acreedor velar por la efectividad su
crédito, reconociéndole distinto medios para remover los obstáculos o eliminar los peligros que amenazan su cobro. No se trata
de conceder al acreedor un derecho de prenda potencial y abstracto, sino de dotarlo de facultades apropiadas para impedir que
el deudor de mala fe, por acción u omisión, prepare, concreta o potencialmente, una situación de insolvencia; y para que en el
caso de producirse ésta, pueda ser disminuida o superada. Se reconoce en tal supuesto el derecho del acreedor de conservar el
patrimonio de su deudor, a fin de ulteriormente ejecutar sus bienes. En cambio, un deudor de buena fe no se ve afectado, por
cuánto dispones de amplias prerrogativas para administrar y disponer de sus bienes. Tú calidad de deudor no le crea ninguna
interdicción.
El derecho de crédito está expuesto a riesgos, a ciertas contingencias su peligros de menoscabo directo o indirecto del interés
jurídico del acreedor, que van de la simple posibilidad de lesión hasta la insatisfacción total y absoluta de la prestación.
Tal situación justifica su tutela conservatoria, orientada a su defensa y protección mediante un conjunto de facultades y acciones
que el ordenamiento jurídico atribuye al acreedor para preservar o realizar su interés en la relación obligatoria. A través de ella
se procura preservar la integridad del patrimonio del deudor y prevenir los efectos de un eventual incumplimiento.
Las medidas de tutela preventiva del crédito son el conjunto de medidas protectorias del interés del acreedor orientadas a
mantener la solvencia del patrimonio del deudor, aumentando su composición actual, o evitando la disminución o pérdida de su
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activo, o bien poniéndolo a resguardo de un potencial incumplimiento obligacional. Plasman una protección anticipada del
derecho de crédito y constituyen una manifestación relevante de la función preventiva de la responsabilidad civil. Las medidas
preventivas tienden a garantizar sus intereses y asegurar la composición de la garantía común. Influyen indirectamente también
para que el deudor cumpla con lo debido.
Clases: las medidas de tutela conservatoria del crédito pueden ser objeto de distintas clasificaciones.
1. Atendiendo al riesgo que previenen, se distinguen las facultades y acciones que protegen al acreedor de la conducta
maliciosa o reticente al cumplimiento de lo debido, de la inercia o negligencia, del fraude y del riesgo de insolvencia del deudor:
a. Acciones y facultades que protegen al acreedor de la conducta maliciosa o reticente deudor que incumple la obligación
judicialmente reconocida. Se insertan dentro de esta categoría las astreintes. Son vías ejecutivas del crédito pero mediata e
indirectamente traducen también una función conservatoria.
b. Acciones y facultades que protegen al acreedor frente a la inercia o a la negligencia del deudor en el ejercicio de sus
derechos. Son las que intervienen cuando éste impide mejorar su solvencia económica o evitar un perjuicio para su patrimonio,
tal lo que sucede con la acción oblicua o subrogatoria.
d. Medios de tutela frente al riesgo de insolvencia del deudor. en tal caso la protección opera mediante medidas
conservatorias, destinadas a preservar la garantía común, tales como a la acción de simulación, el embargo preventivo, el
inventario de bienes del deudor, etc.; medidas preventivas propiamente dichas, por las que se evita el endeudamiento excesivo
por parte del deudor (la publicidad sobre el estado patrimonial del obligado a través de registros o base de datos, o por medio
de registros que informan sobre su situación de cumplimiento o incumplimiento de créditos o medidas curativas, que se dirigen
a arreglar o solucionar situaciones de endeudamiento excesivo o de insolvencia.
a. Medidas de garantía. Son de origen convencional y están dirigidas a reforzar o asegurar el derecho del acreedor y a
proporcionar mayores facilidades en caso de realización compulsiva del crédito. Dentro de ellas encontramos las garantías
personales, como la fianza, el aval y para algunos la solidaridad; y las garantías reales, como la hipoteca, la prenda y la anticresis.
b. Medidas conservatorias. Tienen evitar la frustración de interés del acreedor, preservando la solvencia y garantía
patrimonial del obligado; comprenden las acciones de naturaleza procesal como el embargo, el secuestro, etc.; la acción
pauliana, de simulación, la resolución por incumplimiento y la suspensión de cumplimiento.
c. Medidas coercitivas. Son aquellas que, sin implicar la ejecución y liquidación del patrimonio del deudor, ni el
requerimiento coactivo del derecho de crédito, constituyen una clara manifestación de su ejercicio, pues inciden directamente
sobre la conducta del deudor y tienden al cumplimiento. Así, por ejemplo, el derecho de retención.
3. Según los efectos que producen sobre el patrimonio del deudor. Este es el criterio predominante en el derecho
argentino, los medios protectorios son clasificados teniendo en cuenta los efectos que producen sobre el patrimonio del deudor.
a. Medidas cautelares. Tienen carácter judicial y están dirigidas a evitar la salida de algún bien el patrimonio del deudor,
en desmedro de la garantía colectiva de los acreedores. Comprenden el embargo, la inhibición general de bienes, la
indisponibilidad de un bien, la anotación de la Litis, prohibición de innovar, las medidas cautelares innovativas, la intervención
judicial y la prohibición de contratar, entre otras.
b. Medidas precautorias. Son míos que tienden a asegurar la existencia y certidumbre del derecho de crédito, aunque no
afectan por sí la integración actual o futura del patrimonio del deudor. Así, por ejemplo, la documentación del crédito, el
reconocimiento de la deuda, la confección de balances e inventarios, la interrupción de la prescripción por petición judicial, la
suspensión de la prescripción por interpelación fehaciente, etcétera.
c. Medidas de garantía. Tienen por finalidad disminuir el riesgo de incumplimiento de insolvencia por parte del deudor. Se
caracterizan por transferirlo a este último a un tercero, asegurando mayor probabilidad de cobro. Comprenden las garantías
personales (fianza, aval, cláusula pena, etcétera) y las reales (hipoteca, prenda, anticresis, warrant).
d. Medidas de integración. Se dirigen a mantener o a recomponer la solvencia del patrimonio del deudor. Están
orientados a restituir o a incorporar bienes del mismo, o a impedir que su egreso injustificado y arbitrario provoque o agrave la
situación de insolvencia del obligado. Se incluyen dentro de esta categoría la acción de simulación, la acción subrogatoria y,
según algunos, la acción pauliana.
e. Medidas de deslinde. Están orientadas a evitar la confusión patrimonial cuando el heredero debe responder con sus
bienes propios por las deudas de la sucesión. Se reconocen a favor de los acreedores del heredero, para cobrar sobre los bienes
de este último, con preferencia a los acreedores del causante.
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f. Medidas autosatisfactivas. Son medidos urgentes y excepcionales dispuestas en una resolución judicial que ordena la
satisfacción inmediata del interés del acreedor (actor), aún antes del dictado de la sentencia definitiva y sin que ello implique
pronunciarse sobre el derecho de aquel. Proceder con el fin de evitar la producción de perjuicios que se podrían producir en
caso de la inactividad del magistrado y podrían tornarse de muy dificultosa o imposible reparación en la oportunidad el dictado
de la sentencia definitiva. Así por ejemplo, la entrega inmediata de una prótesis para mitigar el efecto dañoso sufrido por un
trabajador a raíz de la amputación de un brazo provocada por una máquina del demandado. Aun cuando tienen por fin evitar el
grave perjuicio de un derecho del acreedor cuya verosimilitud ha sido reconocida por los jueces (lo que nos ubica dentro de la
tutela preventiva del crédito) constituyen verdaderos recursos certificados de este último, lo que ha llevado a encuadrarlo como
una especie de tutela anticipada de los derechos.
Medidas cautelares.
1. Embargo.
Es una resolución judicial cautelar por la cual se individualizan derechos o bienes determinados del deudor, afectando los el
pago de la obligación cuya existencia reconocimiento se discute en el proceso judicial. Tiene a impedir que los efectos de la
sentencia de bengala ilusorios. El embargo sobre bienes inmuebles se traba mediante la anulación de la orden judicial en el
registro de la propiedad. El embargo sobre bienes muebles registrables opera de la misma manera. Tratándose de bienes
muebles no tratándose de muebles no registrables se realiza a través del secuestro de la cosa por el oficial de justicia y otro
funcionario equivalente autorizado y la designación de un repositor de la misma. El embargo de crédito se realiza a través de
notificación judicial al deudor de la misma ordenada por el juez.
El bien embargado puede ser enajenado como tal pero dicha enajenación es inoponible al embargante, cabe una excepción
cuando se trate de una cliente de buena fe a título oneroso que haya ignorado la existencia de la medida cautelar.
Quién vende como libre de gravamen un bien embargado incurre en el delito de defraudación contemplado en el artículo 173
inciso 9 del código penal.
Es preventivo cuando la medida es solicitada antes o durante la tramitación del juicio para preservar la ejecución futura de los
bienes afectados.
Tiene carácter ejecutivo el embargo que garantizan la eficacia de la sentencia a dictarse respecto al cobro de una obligación
cuyo título trae aparejada ejecución. Se diferencia del embargo preventivo en que no requiere de la constitución de una caución
o fianza previa por los daños que la medida puede causar.
El embargo es ejecutorio cuando se afectan bienes o derechos para la realización y liquidación de una sentencia de condena
firme a favor del acreedor (actor) que reconoce la existencia de la deuda. Constituye el primer paso hacia la venta forzada.
Cuando se ignoran los bienes del deudor, o éstos resultan insuficientes para cubrir el monto del crédito, puede pedirse la
inhibición general de bienes.
Se trata de una medida subsidiaria del embargo, que se anota en el registro de la propiedad por orden judicial.
La inhibición impide que el deudor pueda enajenar o gravar genéricamente los bienes registrables que tenga al momento de
notarse la medida o que adquiera con posterioridad. Esta medida no carga el acreedor preferencia alguna sobre otros
acreedores que ulteriormente embarguen bienes concretos del deudor. La inhibición sólo funciona en el ámbito territorial de
registro de la propiedad donde ha sido anotada, por lo que no impide al deudor disponer de cosas muebles o inmuebles
registrables ubicadas en otra jurisdicción.
Es una medida judicial que restringe o impide al deudor realizar ciertos actos de disposición o de enajenación sobre
determinados bienes, muebles o inmuebles, objeto de una pretensión litigiosa. Tiene por finalidad evitar el cambio de situación
jurídica, particularmente cuando ello pueda frustrar la eficacia de la pretensión judicial y de la sentencia que eventualmente se
dicte, acogiéndola.
Así, por ejemplo, si el actor y el demandado discuten la propiedad de un inmueble puede ordenarse la prohibición de contratar a
fin de evitar que quién tiene la posesión lo arriende a largo plazo.
4. Anotación de Litis.
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Se trata de una medida judicial que asegura la publicidad de litigio. Como consecuencia de ello permite que el acreedor pueda
oponer el derecho alegado en juicio a terceros adquirentes de derechos reales o personales sobre un bien inmueble o mueble
registrable, enervando de tal modo la buena fe, a no poder invocar la ignorancia del pleito. Es una vida muy frecuente, útiles y
eficaz en materia de acciones reales y de acciones personales de simulación, revocatoria, nulidad, escrituración, entre otras. Se
asienta en el registro correspondiente y no causa indisponibilidad del bien.
5. Prohibición de innovar.
Es la medida judicial conservativa que ordena mantener inalterable la situación de hecho o de derecho existente al momento en
que se decreta sobre la que versará la sentencia. Tenía por finalidad evitar que durante la tramitación del juicio las partes
realicen actos que pueden tornar imposible o ineficaz el cumplimiento de esta última.
Esta medida cautelar genérica dispone el cambio de situación fáctica jurídica existente al momento en que se dicta, en virtud de
la urgencia o necesidad que imponen las circunstancias. Se adopta a fin de evitar los perjuicios que la tramitación del juicio
pueda producir, tornando ilusoria la eficacia de la sentencia definitiva. Constituye una medida de carácter excepcional y requiere
de una evaluación del peligro en que se encuentra una de las partes, sin que ello implique pronunciarse sobre el derecho de
ésta.
7. Intervención judicial.
Facultar al acreedor a participar en el juicio en que su deudor es partes. Se trata de una medida excepcional,
ordinariamente que carece de facultades de inmiscuirse en la administración de los bienes de su deudor, lo cual abarca la
esfera judicial. Sin embargo, en casos particulares, de especial gravedad, puede justificarse el interés del acreedor de
intervenir en los juicios en que su deudor es parte, por ejemplo, el acreedor hipotecario puede tener interés en ser parte en
el juicio de reivindicación del inmueble hipotecado, si el dolor se defiende con displicencia o actúa en connivencia aparente
con el actor.
Designar a un tercero a fin de que cumpla funciones de recaudar las rentas y frutos de un bien, establecimiento o empresa
del deudor.
Designar a un tercero para que controles fiscal y se informa al juez sobre ciertos actos que realice una persona física o
jurídica, o sobre bienes objeto de juicio.
8. Secuestro de bienes.
Es un acto de desapoderamiento compulsivo de un bien mueble objeto una pretensión en pleito, cuando el embargo no asegura
la integridad o la existencia de aquel. Se aplica también a documentos que una de las partes tiene el deber de presentar o
restituir. También constituye una medida accesoria al embargo ejecutorio a los fines de la liquidación judicial.
El secuestro puede ser autónomo, complementario o sancionatorio. El primero tiende a preservar la integridad o evitar el uso de
la cosa que constituye el objeto del litigio. El segundo se aplica en caso de embargo de bienes muebles cuando se acredite que
los bienes embargados, el poder de presunto deudor, corren riesgo de desaparecer o desvalorizarse. Finalmente El secuestro
sancionatorio es el que corresponde al frente al incumplimiento de una orden judicial y justa causa, lo que sucede cuando una
de las partes son microestructura el expediente judicial pese a la intimación formulada por el tribunal para que lo devuelva.
Medidas precautorias.
Tienden a asegurar la existencia y certidumbre del derecho de crédito, sin efectuar la integración actual y futura del patrimonio
del deudor. Están dirigidas a brindar estabilidad y certidumbre a una relación jurídica obligatoria aún no exigible. Entre ellas
están:
Procuran asegurar la oportuna alegación y prueba del crédito, su protocolización en instrumento público, por lo que adquiere
fecha cierta y oponibilidad frente a terceros; la documentación de lo adeudado mediante títulos valores (pagaré, cheque, letra
de cambio).
2. Reconocimiento.
El reconocimiento consiste en una manifestación de voluntad, expresa o tácita, por la que el deudor admite estar obligado al
cumplimiento de una obligación. Constituye una prueba de gran importancia para acreditar la existencia de la obligación, al
tiempo que tiene efecto interruptivo del curso de la prescripción. Posee, de tal modo, un indudable valor de acto precautorio.
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Puede también asegurarse la existencia de un crédito a través de inventarios y balances, o por asientos en los libros de
contabilidad que imperativa voluntariamente lleva las partes; en el libro de sueldos y jornales por las deudas mantenidas con el
trabajador; o en el libro de actas sociales, etc.
Los libros y registros contables llevados en forma y con los requisitos prescritos por la ley, deben ser admitidos el juicio como
medio de prueba. Su registros prueban contra quién los lleva o sus sucesores, aunque no estuvieran en forma, sin admitirse la
prueba en contrario. El adversario no puede aceptar los asientos que le son favorables y desechar los que le perjudican, sino que
habían adoptado dicho medio de prueba, debe estarse a las resultas combinadas que presenten todos los registros relativos al
punto cuestionado. La contabilidad prueba favor de quien lo lleva, sea esta voluntaria u obligada, cuando en el litigio contra otro
sujeto que tiene contabilidad, obligada o voluntario, este no presenta sus registros contrarios incorporados en una contabilidad
regular.
Ambas tienen por objeto mantener viva la relación jurídica, impidiendo que ella prescriba. Revisten, por ello, indudable carácter
de acto precautorio.
Es efectuada por el acreedor, que provoca efecto suspensivo del curso de la prescripción durante 6 meses o el plazo menor que
corresponda a la prescripción de la acción.
Cláusula penal.
ARTÍCULO 790.- Concepto. La cláusula penal es aquella por la cual una persona, para asegurar el cumplimiento de una
obligación, se sujeta a una pena o multa en caso de retardar o de no ejecutar la obligación.
Por ejemplo, Juan se obliga a entregar a Pedro un inmueble determinado, pactando sé que en caso de mora deberá pagar la
suma de $2000 por cada día de retraso.
En el código civil anterior estaba expresado en el artículo 652. se trata de una convención de carácter accesorio, que tiene por
finalidad asegurar el cumplimiento de la relación principal, mediante la imposición de una pena privada convencional a la que se
somete a una persona en caso de operar el incumplimiento de aquella. Presenta una función compulsiva y también de garantía,
ante la amenaza que implica la procedencia de la penalidad en caso de inejecución absoluta o relativa de la prestación
adeudada. Importancia se proyecta además al plano resarcitorio, en cuanto importa también una determinación convencional y
anticipada de los daños y perjuicios que habría de pagarse en caso de incumplimiento. Con ellos alcanza una finalidad de orden
práctico relevante: despejar cualquier controversia o dudas futuras acerca de la existencia y cuantía de estos, que ya no sería
discutible. La cláusula penal está ligada de manera indisoluble a la existencia y eficacia de una obligación principal que le sirve de
antecedente necesario. Es el incumplimiento absoluto relativo de esta última la que provoca como efecto jurídico la exigibilidad
de la cláusula penal. El interés del acreedor en obtener el cumplimiento de la prestación principal es el que justifica la inserción
de la cláusula, dotándola de fundamento y causa final.
ARTICULO 791.- Objeto. La cláusula penal puede tener por objeto el pago de una suma de dinero, o cualquiera otra prestación
que pueda ser objeto de las obligaciones, bien sea en beneficio del acreedor o de un tercero.
Bolilla 12.
Acción subrogatoria.
La acción subrogatoria es una facultad conferida los acreedores, en virtud de la cual ellos pueden gestionar los derechos del
deudor que esté deja abandonados. Se la denomina subrogatoria, por cuanto quién acciona se subroga en los derechos de su
deudor, sustituyéndolo en su ejercicio. Subrogar significa sustituir a algo o a alguien, colocarse en lugar de otro.
Mientras el deudor sea solvente, a los acreedores les resulta indiferente que este ejercicio de sus derechos contra terceros. La
situación cambia en el caso que el deudor no tenga interés en percibir su crédito, pues cuando los bienes ingresen a su
patrimonio, serán motivo de embargo y ejecución por sus propios acreedores. Frente a este tipo de conductas, la ley reconoce a
los acreedores el derecho de subrogarse en los derechos del deudor, tomar su posición jurídica y ejecutar en nombre de este las
acciones que tenga contra el tercero.
Suele llamarse la acción oblicua o indirecta, atendiendo a sus efectos, pues la producida de la misma no ingresa al patrimonio de
quien la entabla (acreedor subrogante), sino del deudor (subrogado).
Existen tres protagonistas cuyas esferas jurídicas son alcanzadas por esta acción:
1. El acreedor subrogante (actor), es quién promueve la acción subrogatoria con la finalidad de ejercitar los derechos que
tiene su deudor inactivo contra un tercero.
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2. El deudor subrogado, es el deudor del acreedor subrogante y, a su vez, acreedor del tercero demandado. Sus derechos
son ejercitados por el acreedor subrogante raíz de su inacción.
3. El tercero (demandado), es el deudor del subrogado y resulta alcanzado por la acción oblicua promovida por el
acreedor subrogante.
De todos modos si "A" (acreedor subrogante) tiene un crédito contra "B" (deudor subrogado) por una suma de $100000; y, a su
vez, "B" tiene un crédito contra "C" (tercero demandado) por la suma de $200000, frente a la inacción de "B", "A" podrán
subrogarse en los derechos de "B" y demandar a "C" por la suma que este adeuda, o sea por $200000. Es importe, en caso de
resultar triunfante la acción, ingresa directamente al patrimonio de "B".
Condiciones de ejercicio.
a. Calidad de acreedor del subrogante. El titular de la acción debe revestir la calidad de acreedor del deudor subrogado. Se
admite unánimemente que el crédito de subrogante contra subrogada debe ser cierto. No se requiere, en cambio, que este sea
previamente reconocido por una sentencia judicial, ni menos aún que esté documentado en un título ejecutivo. El nuevo código
civil y comercial legítima a todo acreedor a ejercitar la acción oblicua, sea crédito exigible o no, por ejemplo, por estar sujeto a
una condición suspensiva pendiente de cumplimiento o a un plazo igualmente suspensivo.
b. Interés legítimo. El acreedor subrogante debe invocar y probar un interés serio y legítimo, aspecto que debe ser
ponderado prudencialmente por el magistrado, atendiendo las circunstancias particulares de cada caso. Donde no hay interés,
no hay acción. Dicho interés puede estar ligado a la inactividad del deudor, a la falta de recursos patrimoniales para atender al
pago de la deuda y en la posible utilidad que le reportará al accionante el ejercicio de la vía oblicua.
El acreedor que intenta la subrogación debe acreditar sucintamente ese interés pudiendo, según las circunstancias del caso, ser
el mismo presumido, debiendo en tal caso quién niega su existencia (si el deudor o el demandado), probar la ausencia del
interés serio y legítimo de parte del acreedor subrogante. La acción subrogatoria no procede cuando los bienes que se procura
hacer ingresar al patrimonio del deudor subrogado sean inembargables por sus acreedores. El deudor subrogado puede
acreditar su solvencia, en cuyo caso desvirtúa el requisito de interés legítimo en quién acciona por vía subrogatoria.
a. Inacción del deudor subrogado. La inacción del deudor subrogado es un presupuesto indispensable para la procedencia
de la vía oblicua, que sólo se justifica en caso de desidia, negligencia, pasividad o cuando sea de mala fe. Esta omisión tiene un
contenido específico y está referida al ejercicio de los derechos patrimoniales por parte del deudor subrogado, cuando se opere
un perjuicio patrimonial, sea porque no ingresan bienes que normalmente darían entrar al patrimonio, o porque opera el egreso
de bienes que no deberían producirse. Para algunos es preciso que la inactividad importe una situación de peligro o de riesgo
para el patrimonio del subrogado un perjuicio para el acreedor subrogante, otros en cambio piensan que no se requiere la
producción de resultado desvalioso alguno para admitir su procedencia, en tanto esté justificada la utilidad para el acreedor.
La inacción del deudor puede ser inicial (opera cuando nunca dio comienza el ejercicio efectivo de sus derechos) o sobreviniente
(cuando habiéndolo hecho valer, luego lo abandona o interrumpe su gestión). La inercia que justifican la subrogación puede 9ser
total, si el obrar omiso es absoluto, o parcial, tal lo que sucede cuando existe un ejercicio intermitente o aparente de los
derechos, o mediante gestiones respecto a ciertos bienes o valores, dejando abandonados otros.
La inacción puede resultar de la negligencia del deudor, o del ejercicio abusivo del derecho, o también de la imposibilidad de
ejercicio aún por causas no imputables. La imposibilidad de ser de hecho.
b. Citación del deudor. El código civil anterior no exigía expresamente la citación a juicio del deudor. El nuevo código civil y
comercial exige que el deudor deba ser citado para que tome intervención en el juicio respectivo. De tal modo, la situación a
juicio del deudor deja de ser un recaudo meramente útil para convertirse en una condición esencial de ejercicio de la acción
oblicua.
ARTICULO 739.- Acción subrogatoria. El acreedor de un crédito cierto, exigible o no, puede ejercer judicialmente los derechos
patrimoniales de su deudor, si éste es remiso en hacerlo y esa omisión afecta el cobro de su acreencia.
El acreedor no goza de preferencia alguna sobre los bienes obtenidos por ese medio.
ARTÍCULO 740.- Citación del deudor. El deudor debe ser citado para que tome intervención en el juicio respectivo.
a) los derechos y acciones que, por su naturaleza o por disposición de la ley, sólo pueden ser ejercidos por su titular;
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b) los derechos y acciones sustraídos de la garantía colectiva de los acreedores;
c) las meras facultades, excepto que de su ejercicio pueda resultar una mejora en la situación patrimonial del deudor.
ARTÍCULO 742.- Defensas oponibles. Pueden oponerse al acreedor todas las excepciones y causas de extinción de su crédito, aun
cuando provengan de hechos del deudor posteriores a la demanda, siempre que éstos no sean en fraude de los derechos del
acreedor.
Acción de simulación.
ARTÍCULO 333.- Caracterización. La simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de
otro, o cuando el acto contiene cláusulas que no son sinceras, o fechas que no son verdaderas, o cuando por él se constituyen o
transmiten derechos a personas interpuestas, que no son aquellas para quienes en realidad se constituyen o transmiten.
ARTÍCULO 334.- Simulación lícita e ilícita. La simulación ilícita o que perjudica a un tercero provoca la nulidad del acto ostensible.
Si el acto simulado encubre otro real, éste es plenamente eficaz si concurren los requisitos propios de su categoría y no es ilícito
ni perjudica a un tercero. Las mismas disposiciones rigen en el caso de cláusulas simuladas.
ARTÍCULO 335.- Acción entre las partes. Contradocumento. Los que otorgan un acto simulado ilícito o que perjudica a terceros
no pueden ejercer acción alguna el uno contra el otro sobre la simulación, excepto que las partes no puedan obtener beneficio
alguno de las resultas del ejercicio de la acción de simulación.
La simulación alegada por las partes debe probarse mediante el respectivo contradocumento.
Puede prescindirse de él, cuando la parte justifica las razones por las cuales no existe no puede ser presentado y median
circunstancias que hacen inequívoca la simulación.
ARTÍCULO 336.- Acción de terceros. Los terceros cuyos derechos o intereses legítimos son afectados por el acto simulado
pueden demandar su nulidad. Pueden acreditar la simulación por cualquier medio de prueba.
ARTÍCULO 337.- Efectos frente a terceros. Deber de indemnizar. La simulación no puede oponerse a los acreedores del
adquirente simulado que de buena fe hayan ejecutado los bienes comprendidos en el acto.
La acción del acreedor contra el subadquirente de los derechos obtenidos por el acto impugnado sólo procede si adquirió por
título gratuito, o si es cómplice en la simulación.
El subadquirente de mala fe y quien contrató de mala fe con el deudor responden solidariamente por los daños causados al
acreedor que ejerció la acción, si los derechos se transmitieron a un adquirente de buena fe y a título oneroso, o de otro modo
se perdieron para el acreedor. El que contrató de buena fe y a título gratuito con el deudor, responde en la medida de su
enriquecimiento.
La simulación es la operación por la cual se crea una situación jurídica aparente, con la finalidad de negocial distinta de la
manifestada, declarándose actos o relaciones jurídicas inexistentes, o en cubriéndose otros diferentes de los realmente
concluidos. Comprende el negocio simulado, que consiste en el acto no real o aparente, y el acuerdo simulatorio que encierra la
verdadera intención de las partes respecto de la realidad que se procura encubrir.
Clasificación.
a. Simulación lícita: cuando no es reprobado por el ordenamiento jurídico integralmente considerado, ni tiene por
finalidad perjudicar los derechos de terceros. Se trata de supuestos en los cuales la simulación sirve para favorecer la discreción,
el anonimato, una posible estrategia comercial, sin transgredir el ordenamiento jurídico ni perjudicar arbitrariamente a terceros.
b. Simulación ilícita: cuando a través del acto simulado se contraria a la ley o se perjudican los derechos de terceros. Por
ejemplo, cuando se encubre una donación bajo el ropaje de un contrato de compraventa, para burlar la legítima de los
herederos; o se simula un precio inferior al pactado, con el objeto de tributar menos impositivamente.
a. Simulación absoluta: cuando se celebra un acto jurídico que nada tiene de real. Las partes no tienen intención alguna de
celebrar el negocio, por lo que detrás de la apariencia creada por el acto simulado no existe operación jurídica alguna. Este no
tiene nada de real, representa una total ficción. Por ejemplo, aquel que enajena simuladamente un valioso inmueble a un amigo
íntimo, con el propósito de sustraer lo de la garantía común.
b. Simulación relativa: detrás del acto aparente se esconde otro real. En ella el acto simulado oculta el verdadero carácter
del acto celebrado por las partes. Actúa como una máscara que disfraza la realidad. La simulación relativa puede ser:
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i. Sobre la propia naturaleza del acto, por ejemplo, un hombre casado, qué tiene una amante, a quién desea donar un
inmueble y simula efectuar con ella un contrato de compraventa, a fin de no hacer ostensible el motivo que lo ha llevado a
transferir la propiedad.
ii. Sobre el objeto y contenido del acto, tal lo qué sucede cuando, por ejemplo, se simula un precio inferior al que se paga
para evitar cargas tributarias, o se indica uno superior al efectivamente abonado, para blanquear dinero cuyo origen no se
puede justificar impositivamente.
iii. Sobre la causa final del acto jurídico. La simulación recae sobre los móviles subjetivos causalizados que exterioriza el
acto. A través de ella se pretende evitar la nulidad del acto jurídico en razón de su ilicitud causal. El acto es válido aunque la
causa expresada sea falsa si se funda en otra verdadera.
iv. Sobre las personas de los contratantes. Es lo que ocurre cuando quieren aparecer como parte en el acto, recibiendo
simuladamente ciertos derechos o beneficios, no son quiénes, en verdad, los reciben. Por ejemplo, una persona presta su
nombre para integrar una sociedad de capital, pese a que el verdadero interesado el titular de estos derechos es un tercero.
a. Simulación total: cuando es emulado abarca todo negocio jurídico, por ejemplo, se aparenta una compraventa, que en
realidad es una donación.
b. Simulación parcial: cuando sólo una parte del acto es aparente, dada la presencia de cláusulas y manifestaciones
simuladas. La invalidez de ésta sólo provoca la nulidad del acto cuando afecta elementos esenciales del mismo.
La acción de simulación es aquella que tiene por objeto lograr la declaración de la ineficiencia del negocio simulado en sede
judicial.
Sus efectos varían según la simulación absoluta o relativa. Si es absoluta deja al descubierto la inexistencia de la simulación
jurídica ficticiamente creada. Cada parte quedará en la misma situación jurídica en que se hallaba antes de la simulación.
Cuando las simulaciones relativa, permite correr el velo que aquella representa, dejando al descubierto el negocio oculto,
realmente concluido, si concurren los requisitos propios de su categoría y no es ilícito ni perjudica a terceros. Si la simulación es
lícita, la acción triunfante permite traslucir la realidad y dar certidumbre plena a lo realmente querido por las partes. Si es ilícita
provoca el desmantelamiento del acto jurídico y de sus efectos, mediante la declaración de su nulidad.
Derecho de retención.
ARTICULO 2587.- Legitimación. Todo acreedor de una obligación cierta y exigible puede conservar en su poder la cosa que debe
restituir al deudor, hasta el pago de lo que éste le adeude en razón de la cosa.
Tiene esa facultad sólo quien obtiene la detentación de la cosa por medios que no sean ilícitos.
Carece de ella quien la recibe en virtud de una relación contractual a título gratuito, excepto que sea en el interés del otro
contratante.
ARTICULO 2588.- Cosa retenida. Toda cosa que esté en el comercio puede ser retenida, siempre que deba restituirse y sea
embargable según la legislación pertinente.
ARTICULO 2589.- Ejercicio. El ejercicio de la retención no requiere autorización judicial ni manifestación previa del retenedor. El
juez puede autorizar que se sustituya el derecho de retención por una garantía suficiente.
a) ejercer todas las acciones de que dispone para la conservación y percepción de su crédito, y las que protegen su posesión o
tenencia con la cosa retenida;
b) percibir un canon por el depósito, desde que intima al deudor a pagar y a recibir la cosa, con resultado negativo;
c) percibir los frutos naturales de la cosa retenida, pero no está obligado a hacerlo.
Si opta por percibirlos, debe dar aviso al deudor. En este caso, puede disponer de ellos, debiendo imputar su producido en
primer término a los intereses del crédito y el excedente al capital.
a) no usar la cosa retenida, excepto pacto en contrario, en el que se puede determinar los alcances de dicho uso, inclusive en lo
relativo a los frutos;
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b) conservar la cosa y efectuar las mejoras necesarias a costa del deudor;
c) restituir la cosa al concluir la retención y rendir cuentas al deudor de cuanto hubiera percibido en concepto de frutos.
a) se ejerce sobre toda la cosa cualquiera sea la proporción del crédito adeudada al retenedor;
c) no impide al deudor el ejercicio de las facultades de administración o disposición de la cosa que le corresponden, pero el
retenedor no está obligado a entregarla hasta ser satisfecho su crédito;
d) no impide el embargo y subasta judicial de la cosa retenida, por otros acreedores o por el propio retenedor. En estos casos, el
derecho del retenedor se traslada al precio obtenido en la subasta, con el privilegio correspondiente;
e) mientras subsiste, interrumpe el curso de la prescripción extintiva del crédito al que accede;
f) en caso de concurso o quiebra del acreedor de la restitución, la retención queda sujeta a la legislación pertinente.
c) renuncia;
e) confusión de las calidades de retenedor y propietario de la cosa, excepto disposición legal en contrario;
Concepto: todo acreedor de una obligación cierta y exigible puede conservar en su poder la cosa que deba restituir al deudor,
hasta el pago lo que esté la deuda en razón de la cosa.
Cumple una doble función: es un medio de garantía para el acreedor, qué puede retener la cosa, hasta tanto se ha pagado
aquello que le es debido en razón de ella; y actúa como un instrumento de convulsión para que el deudor cumpla, ya que hasta
tanto no lo haga, no dispondrá de la cosa.
Condiciones de ejercicio: tenencia posesión de una cosa ajena; existencia de un crédito cierto y exigible contra el acreedor a la
restitución, y conexión entre el crédito y la cosa retenida. No se necesita autorización judicial ni manifestación previa del
retenedor.
1. Tenencia posesión de una cosa ajena: hay posición cuando una persona, por sí o por otra, ejerce un poder de hecho
sobre una cosa, comportándose como un titular de derecho real, lo sea o no.
Hay tenencia cuando una persona, por sí o por medio de otro, ejerce un poder de hecho sobre una cosa y se comporta como
representante del poseedor. Generalmente la adquisición de la tenencia obedece a una causa jurídica antecedente, en virtud de
la cual el poseedor o el propietario ha consentido el traspaso de la cosa al tenedor. Para que pueda ejercerse el derecho de
retención la posesión o la tenencia de tener un origen lícito. Es preciso además que la posesión o la tenencia por parte del
retenedor no hayan sido recibidas en virtud de una relación contractual que no sea a título gratuito, excepto que sea en interés
de otro contratante.
La retención debe caer sobre cosas muebles o inmuebles, que estén en el comercio, susceptibles a ser restituidas y embargadas.
La cosa retenida debe ser ajena, es decir, de otro. La cosa retenida debe ser embargable según la legislación pertinente. El
código civil y comercial es claro en cuanto a que lo retenido debe ser una cosa, o sea un objeto material susceptible de tener un
valor. Sólo pueden retenerse cosas ya existentes, las cosas futuras sólo son bienes, o sea derechos y resultan insostenibles de
retención.
En lo que respecta a los frutos, nada impide que los mismos sean objeto de retención, cualquiera sea su naturaleza. Lo accesorio
sigue también aquí la suerte de lo principal.
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2. Existencia de un crédito cierto y exigible contra el acreedor a la restitución. El retenedor debe alegar y probar a primera
vista la verosimilitud de su crédito, que este se encuentra insatisfecho y que guarda conexión con la cosa.
El crédito debe ser cierto y exigible, aunque no sea líquido. No puede dar sustento al derecho de retención, una obligación a
plazo suspensivo pendiente, o sujeta a condición suspensiva pendiente.
3. Conexión entre el crédito y la cosa. Es preciso que el crédito se haya generado en razón de la cosa. Esta conexidad
objetiva comprende no sólo los trabajos o gastos efectuados de razón de las cosas, sino también en ocasión de la misma.
1. Quién ha recibido una cosa que pretende retener en virtud de una relación contractual a título gratuito, salvo que sea
en el interés del otro contratante. Tal lo que sucede con el comodatario, quien no puede retener la cosa por lo que le deba el
comodante en concepto de gastos extraordinarios de conservación.
2. La posesión de mala fe viciosa no legítima el derecho de retención por gastos necesarios hechos sobre la cosa.
3. el depositario judicial de los objetos embargados a la orden judicial no puede eludir el deber de presentarlos dentro del
día siguiente al de la intimación judicial, invocando el derecho de retención.
1. Tiene derecho a conservar, sin turbación alguna, la tenencia o posesión de la cosa retenida hasta que se ha abonado lo
que le es debido la razón de esa misma cosa. Puede, de tal modo, repeler cualquier pretensión de entrega de la cosa, provenga
ésta de lugar o de un tercero.
2. Cuando el auxilio de la justicia pueda llegar demasiado tarde, la ley permite al retenedor, como cualquier poseedor o
tenedor, la defensa extrajudicial de su posesión o tenencia, como una aplicación al campo posesoria del principio de la legítima
defensa.
3. Puede ejercer todas las acciones que el ordenamiento jurídico le confiere para proteger su posesión o tenencia de la
cosa retenida.
4. Tiene derecho a obtener la reparación del perjuicio material y moral que pueda generar de la arbitraria turbación o
privación de su derecho.
5. puede ejercitar las vías que el ordenamiento jurídico le confiere para satisfacer su interés. El derecho de retención nada
agrega o quita a dicha prerrogativa.
6. El retenedor tiene derecho (pero no obligación) percibir los frutos naturales de la cosa retenida. En caso de hacerlo,
debe dar aviso al deudor, pudiendo disponer de ellos aplicando su producido en primer término a los accesorios del crédito y el
excedente de capital.
7. Tiene derecho a percibir un canon por el depósito de la cosa retenida, el cual se computa desde que intima al deudor a
pagar y a recibir la cosa, con resultado negativo.
8. Mientras subsista el derecho de retención, el curso de la prescripción extintiva el crédito al que accede queda
interrumpido.
Unidad 13.
Privilegios.
Concepto: privilegia la calidad que corresponde a un crédito de ser pagado con preferencia a otro. Confirma una preferencia
para el cobro del crédito que se ejerce contra otros acreedores y surge directa y exclusivamente de la ley.
Los créditos que no tienen privilegios se denominan comunes o quirografarios. El privilegio supone la existencia de una
preferencia que la ley otorga ciertos créditos para cobrar antes que otros. El privilegio se confiere en consideración de la
naturaleza, cualidad o a la causa del crédito y no atendiendo a la persona o a las condiciones personales del acreedor.
Importancia.
Los privilegios constituyen una figura apropiada para reflejar el interés comunitario en proteger ciertos intereses, por encima de
otros, ya con miras a favorecer determinadas actividades, para tutelar ciertas situaciones que trasluce en un cuadro de especial
necesidad o desprotección, o para coadyuvar al logro de unas condiciones mínimas de existencia digna. Tiene un gran valor
como instrumento de política legislativa, y las situaciones de hecho tenidas en cuenta para su otorgamiento reflejan un carácter
esencialmente mutable. Las necesidades sociales, los objetivos macroeconómicos y las pautas valorativas de una comunidad en
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determinado tiempo y lugar potencia en el carácter dinámico y transformista que siempre ha tenido el reconocimiento de
privilegios. Ello se comprueba fácilmente cuando se considera que ciertos créditos privilegiados en otro tiempo han dejado de
merecer similar protección en la hora actual y a la inversa.
Puede suceder que existan varios embargos trabados sobre un mismo bien, supuesto de cualquier marca en primer lugar
obtiene una preferencia sobre los embargantes ulteriores, tiene derecho a ser pagado con preferencia a estos últimos, y
naturalmente sobre cualquier otro acreedor, que no tenga un privilegio especial sobre la cosa. Esto se conoce con el
denominado privilegio del primer embargante. El embargo crea una suerte de preferencia de pago frente a embargadores
posteriores, salvo que el deudor esté concursado.
ARTÍCULO 745.- Prioridad del primer embargante. El acreedor que obtuvo el embargo de bienes de su deudor tiene derecho a
cobrar su crédito, intereses y costas, con preferencia a otros acreedores.
Esta prioridad sólo es oponible a los acreedores quirografarios en los procesos individuales.
Si varios acreedores embargan el mismo bien del deudor, el rango entre ellos se determina por la fecha de la traba de la medida.
Los embargos posteriores deben afectar únicamente el sobrante que quede después de pagados los créditos que hayan
obtenido embargos anteriores.
Los privilegios se extinguen cuando desaparece la preferencia otorgada por la ley a favor de un acreedor. Los modos extintivos
pueden agruparse en dos categorías: los medios indirectos, en los cuales el privilegio concluye como consecuencia de la
extinción del crédito principal al que accede, y los directos, que sólo alcanzan al privilegio, dejando incólume el crédito principal,
aunque como quirografario.
1. Medios indirectos de extinción. La extinción del crédito principal, provoca la consecuente extinción del privilegio. Se
aplica la regla según la cual lo accesorio sigue la suerte de lo principal. La extinción del crédito debe ser total, pues el privilegio
es invisible y persiste en caso de subsistir una parte de aquel.
2. Medios directos. Sólo alcanzan al privilegio, dejando incólume el crédito principal, aunque como quirografario.
a. Renuncia del acreedor. El acreedor puede renunciar al privilegio de manera expresa o tácita. La renuncia al privilegio
tiene carácter unilateral y produce sus efectos con independencia de la eventual aceptación de aquel a cuyo favor se realiza.
Existe una excepción, la ley 20744 de contrato de trabajo expresa claramente que los privilegios laborales son irrenunciables.
b. Postergación del privilegio. Los acreedores pueden convenir mediante un acuerdo de subordinación la postergación de
los derechos del acreedor privilegiado respecto de deudas presentes o futuras. Los acuerdos de subordinación tienen por objeto
posibilitar que deudores altamente endeudados puedan conseguir créditos que les facilite salir de situaciones de cesación de
pagos, con el acuerdo de anteriores acreedores que prestan conformidad a la subordinación o posposición de sus acreencias. El
pacto de subordinación no afecta el carácter de legalidad de los privilegios, pues se trata de un mero acuerdo concentrada en el
orden de cobro o de las preferencias, que únicamente alcanza y es oponible a quienes hayan participado en el mismo.
c. Pérdida o destrucción total de la cosa afectada al privilegio. La pérdida destrucción total de la cosa, material o jurídica,
qué constituye el asiento del privilegio especial produce su lógica extinción, pues ya no es posible ejercer el derecho a cobrar
con su preferencia sobre su producido. Si la pérdida es parcial, el bien subsiste afectado el privilegio sobre lo que reste.
d. Salida del bien del patrimonio del deudor. Se extingue el privilegio cuando el bien sobre el que tiene su asiento el
privilegio especial sale el patrimonio del deudor, salvo aquellos que acuerdan derecho de persecución en manos del tercer
adquirente
e. Por confusión. También se extiende el privilegio cuando el acreedor, por cualquier título legítimo, adquirir el dominio
de la cosa que constituye su asiento. No se justifica un privilegio sobre un bien propio.
f. Insuficiencia del precio. Tratándose de privilegios especiales, en caso de que el producido de la cosa no alcance para
satisfacer el crédito privilegiado, El remanente impago subsiste como quirografario.
ARTICULO 2573.- Definición. Asiento. Privilegio es la calidad que corresponde a un crédito de ser pagado con preferencia a otro.
Puede ejercitarse mientras la cosa afectada al privilegio permanece en el patrimonio del deudor, excepto disposición legal en
contrario y el supuesto de subrogación real en los casos que la ley admite. El privilegio no puede ser ejercido sobre cosas
inembargables declaradas tales por la ley.
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ARTICULO 2574.- Origen legal. Los privilegios resultan exclusivamente de la ley. El deudor no puede crear a favor de un acreedor
un derecho para ser pagado con preferencia a otro, sino del modo como la ley lo establece.
ARTICULO 2575.- Renuncia y postergación. El acreedor puede renunciar a su privilegio. El acreedor y el deudor pueden convenir
la postergación de los derechos del acreedor respecto de otras deudas presentes o futuras; en tal caso, los créditos
subordinados se rigen por las cláusulas convenidas, siempre que no afecten derechos de terceros.
ARTICULO 2576.- Indivisibilidad. Transmisibilidad. Los privilegios son indivisibles en cuanto al asiento y en cuanto al crédito,
independientemente de la divisibilidad del asiento o del crédito. La transmisión del crédito incluye la de su privilegio.
ARTICULO 2577.- Extensión. El privilegio no se extiende a los intereses, ni a las costas, ni a otros accesorios del crédito, excepto
disposición legal expresa en contrario.
ARTICULO 2578.- Cómputo. Si se concede un privilegio en relación a un determinado lapso, éste se cuenta retroactivamente
desde el reclamo judicial, excepto disposición legal en contrario.
ARTICULO 2579.- Procesos universales. Régimen aplicable. En los procesos universales los privilegios se rigen por la ley aplicable
a los concursos, exista o no cesación de pagos.
ARTICULO 2580.- Privilegios generales. Los privilegios generales sólo pueden ser invocados en los procesos universales.
ARTICULO 2581.- Créditos quirografarios. Los acreedores sin privilegio concurren a prorrata entre sí, excepto disposición expresa
en contrario de este Código.
ARTICULO 2580.- Privilegios generales. Los privilegios generales sólo pueden ser invocados en los procesos universales.
ARTICULO 2581.- Créditos quirografarios. Los acreedores sin privilegio concurren a prorrata entre sí, excepto disposición expresa
en contrario de este Código.
Privilegios especiales
ARTICULO 2582.- Enumeración. Tienen privilegio especial sobre los bienes que en cada caso se indica:
a) los gastos hechos para la construcción, mejora o conservación de una cosa, sobre ésta. Se incluye el crédito por expensas
comunes en la propiedad horizontal;
b) los créditos por remuneraciones debidas al trabajador por seis meses y los provenientes de indemnizaciones por accidentes
de trabajo, antigüedad o despido, falta de preaviso y fondo de desempleo, sobre las mercaderías, materias primas y maquinarias
que, siendo de propiedad del deudor, se encuentren en el establecimiento donde presta sus servicios o que sirven para su
explotación.
Cuando se trata de dependientes ocupados por el propietario en la edificación, reconstrucción o reparación de inmuebles, el
privilegio recae sobre éstos;
c) los impuestos, tasas y contribuciones de mejoras que se aplican particularmente a determinados bienes, sobre éstos;
d) lo adeudado al retenedor por razón de la cosa retenida, sobre ésta o sobre las sumas depositadas o seguridades constituidas
para liberarla;
e) los créditos garantizados con hipoteca, anticresis, prenda con o sin desplazamiento, warrant y los correspondientes a
debentures y obligaciones negociables con garantía especial o flotante;
f) los privilegios establecidos en la Ley de Navegación, el Código Aeronáutico, la Ley de Entidades Financieras, la Ley de Seguros y
el Código de Minería.
ARTICULO 2583.- Extensión. Los privilegios especiales se extienden exclusivamente al capital del crédito, excepto en los
siguientes casos:
a) Los intereses por dos años contados a partir de la mora, de los créditos laborales mencionados en el inciso b) del artículo
2582;
b) los intereses correspondientes a los dos años anteriores a la ejecución y los que corran durante el juicio, correspondientes a
los créditos mencionados en el inciso e) del artículo 2582;
c) las costas correspondientes a los créditos enumerados en los incisos b) y e) del artículo 2582;
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d) los créditos mencionados en el inciso f) del artículo 2582, cuya extensión se rige por los respectivos ordenamientos.
ARTICULO 2584.- Subrogación real. El privilegio especial se traslada de pleno derecho sobre los importes que sustituyen los
bienes sobre los que recae, sea por indemnización, precio o cualquier otro concepto que permite la subrogación real.
ARTICULO 2585.- Reserva de gastos. Antes de pagar el crédito que goza de privilegio especial, del precio del bien sobre el que
recae, se debe reservar los importes correspondientes a su conservación, custodia, administración y realización.
En todos los casos, también debe calcularse una cantidad para atender los gastos y los honorarios generados por las diligencias y
tramitaciones llevadas a cabo sobre el bien y en interés del acreedor.
ARTICULO 2586.- Conflicto entre los acreedores con privilegio especial. Los privilegios especiales tienen la prelación que resulta
de los incisos del artículo 2582, excepto los siguientes supuestos:
a) los créditos mencionados en el inciso f) del artículo 2582 tienen el orden previsto en sus respectivos ordenamientos;
b) el crédito del retenedor prevalece sobre los créditos con privilegio especial si la retención comienza a ser ejercida antes de
nacer los créditos privilegiados;
c) el privilegio de los créditos con garantía real prevalece sobre los créditos fiscales y el de los gastos de construcción, mejora o
conservación, incluidos los créditos por expensas comunes en la propiedad horizontal, si los créditos se devengaron con
posterioridad a la constitución de la garantía;
d) los créditos fiscales y los derivados de la construcción, mejora o conservación, incluidos los créditos por expensas comunes en
la propiedad horizontal, prevalecen sobre los créditos laborales posteriores a su nacimiento;
e) los créditos con garantía real prevalecen sobre los créditos laborales devengados con posterioridad a la constitución de la
garantía;
f) si concurren créditos comprendidos en un mismo inciso y sobre idénticos bienes, se liquidan a prorrata.
En el nuevo código los privilegios son generales o especiales. Los privilegios generales recaen sobre la totalidad del patrimonio
del deudor y sólo pueden ser invocados en los procesos universales: sucesiones y procesos concursales. Los privilegios
especiales recaen sobre ciertos y determinados bienes muebles o inmuebles y pueden ser ejercitados en ejecuciones
individuales (se aplican los privilegios del código civil y comercial artículo 2582 y subsiguientes) o en proceso de ejecución
colectiva, concursales o no, ámbito en el cual rigen, en todos los casos, los privilegios especiales de la ley de concurso.
Unidad 14.
ARTÍCULO 955.- Definición. La imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y definitiva de la prestación, producida por caso
fortuito o fuerza mayor, extingue la obligación, sin responsabilidad. Si la imposibilidad sobreviene debido a causas imputables al
deudor, la obligación modifica su objeto y se convierte en la de pagar una indemnización de los daños causados.
ARTÍCULO 956.- Imposibilidad temporaria. La imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y temporaria de la prestación tiene
efecto extintivo cuando el plazo es esencial, o cuando su duración frustra el interés del acreedor de modo irreversible.
• En sentido amplio: cuando el deudor no cumple el comportamiento debido, sólo la realización de la prestación será
cumplimiento y la enajenación absoluta o relativa serán incumplimiento.
• En sentido estricto: importa una lesión al derecho de crédito: antijuricidad.
El objetivo de la obligación consiste en un plan o proyecto de conducta futura del deudor para satisfacer un interés del acreedor.
Ambos componentes, prestación más interés, integran el objeto obligacional. El deudor asume el deber de ejecutar la prestación
voluntariamente, de buena fe, en forma, tiempo y modo correspondiente, a la extinción del vínculo jurídico, y a su consecuente
propia liberación, este fenómeno se lo conoce como cumplimiento.
Hay incumplimiento, en sentido amplio, cuando el deudor no ajusta su conducta comportamiento debido. El incumplimiento es,
de tal modo, el comportamiento opuesto a aquel en que se concreta el cumplimiento, y en consecuencia, falta de ejecución, o
ejecución inexacta de la prestación. Es una lesión al derecho del acreedor, fruto de la contravención de la conducta debida.
Clases de incumplimiento.
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1. Incumplimiento absoluto o definitivo.
Se produce cuando, a raíz del incumplimiento obligaciones, la prestación ya no es susceptible de ser específicamente cumplida
ulteriormente, sea por resultar material y jurídicamente imposible, o bien por haber perdido el acreedor tu interés en su
cumplimiento específico tardío. Constituye una situación irreversible, a diferencia de las que se configuran y incumplimiento
relativo, que siempre admite la posibilidad de un cumplimiento específico tardío. Lo que caracteriza al incumplimiento absoluto
o definitivo es la frustración definitiva e irreversible de interés del acreedor derivada de la no ejecución en natura de la
obligación conforme a lo previsto en el plan prestacional. A esta situación se puede llegar por distintas vías:
● Imposibilidad sobrevenida, objetiva y absoluta de la prestación.
La imposibilidad de ser sobrevenida: se trata una prestación que era susceptible de ser cumplida al momento de
contraerse la obligación y que ulteriormente deviene imposible.
La imposibilidad también debe ser objetiva y absoluta: esto significa que ella tiene que representar un obstáculo
insalvable para cualquier persona, en función del tipo de prestación comprometida y no solamente para el deudor.
● Imposibilidad sobrevenida, objetivo y absoluta imputable y no imputable al deudor.
Sólo cuando la prestación deviene absolutamente imposible por una causa objetiva sobrevenida no imputable al
deudor, la obligación se extingue y se produce la disolución del vínculo jurídico. Si, en cambio, la imposibilidad de
imputable al deudor, el vínculo jurídico no se extingue y permanece, pese a tener por objeto una obligación de
cumplimiento imposible. El acreedor no podrá pretender la ejecución forzada específica, pues la imposibilidad lo
impide, no obstante, la obligación modificación su objeto y se convierte en la de pagar una indemnización de los daños
y perjuicios.
2. Incumplimiento relativo o no definitivo.
Los supuestos de incumplimiento relativo presentan una nota distintiva: pese a la infracción admiten la posibilidad de
cumplimiento específico tardío. La prestación no cumplida específicamente en tiempo propio, o deficientemente ejecutada, es
aún material y jurídicamente susceptible de ser realizada de manera específica e idónea para satisfacer el interés del acreedor.
• Incumplimiento absoluto: es definitivo, la prestación no es susceptible de ser cumplida. Es material, jurídica y
objetivamente imposible. Es una situación irreversible.
Art. 1084.- Configuración del incumplimiento. A los fines de la resolución, el incumplimiento debe ser esencial a la finalidad del
contrato.
Se considera que es esencial cuando:
a. El cumplimiento estricto de la prestación es fundamental dentro del contexto del contrato;
b. El cumplimiento tempestivo (oportuno) de la prestación es condición del mantenimiento del interés del
acreedor;
c. El incumplimiento priva a la parte perjudicada de lo que sustancialmente tiene derecho a esperar;
d. El incumplimiento es intencional;
e. El incumplimiento ha sido anunciado por una manifestación seria y definitiva del deudor al acreedor.
• Imposibilidad sobrevenida, objetiva y absoluta, no imputable al deudor:
Art. 955.- Definición. La posibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y definitiva de la prestación, producida por caso fortuito o
fuerza mayor, extingue la obligación, sin responsabilidad. Si la imposibilidad sobreviene debido a causas imputables al deudor, la
obligación modifica su objeto y se convierte en la de pagar una indemnización de los daños causados.
• Imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y excesivamente prolongada, en caso de plazo especial:
Art. 956.- Imposibilidad temporaria. La imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y temporaria de la prestación tiene efecto
extintivo cuando el plazo es especial, o cuando su duración frustra el interés del acreedor de modo irreversible.
• Voluntad manifiesta del deudor de no cumplir, en ese caso, si el acreedor mantiene interés, puede exigir el cumplimiento
forzoso.
• Incumplimiento relativo: no es definitivo, pese a la infracción del deudor, admite posibilidad de cumplimiento específico
tardío, idóneo para mantener el interés del acreedor.
Supuestos:
• Incumplimiento retrasado: el deudor se retrasa temporalmente. No hay imputación subjetiva a la conducta del deudor. Es una
cuestión subjetiva: no cumplió en el tiempo de pago (art. 871) simple retraso.
• Incumplimiento defectuoso: la prestación no reúne los requisitos de acuerdo con el sujeto, objeto, lugar.
El acreedor tiene derecho: a examinar y no recibirla si no cumple con los requisitos del pago.
Incumplimiento de la Ley de Defensa del Consumidor
Art. 10 bis.- Incumplimiento de la obligación. El incumplimiento de la oferta o del contrato por el proveedor, salvo caso fortuito
o fuerza mayor, faculta al consumidor, a su libre elección a:
a) Exigir el cumplimiento forzado de la obligación, siempre que ello fuera posible;
b) Aceptar otro producto o prestación de servicio equivalente;
c) Rescindir el contrato con derecho a la restitución de lo pagado, sin perjuicio de los efectos producidos, considerando la
integridad del contrato.
Todo ello sin perjuicio de las acciones de daños y perjuicios que correspondan.
Art. 17.- Reparación no Satisfactoria. En los supuestos en que la reparación efectuada no resulte satisfactoria por no reunir la
cosa reparada, las condiciones óptimas para cumplir con el uso al que está destinada, el consumidor puede:
a) Pedir la sustitución de la cosa adquirida por otra de idénticas características. En tal caso el plazo de la garantía legal se
computa a partir de la fecha de la entrega de la nueva cosa;
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b) Devolver la cosa en el estado en que se encuentre a cambio de recibir el importe equivalente a las sumas pagadas,
conforme el precio actual en plaza de la cosa, al momento de abonarse dicha suma o parte proporcional, si hubiere
efectuado pagos parciales;
c) Obtener una quita proporcional del precio.
En todos los casos, la opción por parte del consumidor no impide la reclamación de los eventuales daños y perjuicios que
pudieren corresponder.
ARTICULO 886.- Mora del deudor. Principio. Mora automática. Mora del acreedor. La mora del deudor se produce por el solo
transcurso del tiempo fijado para el cumplimiento de la obligación.
El acreedor incurre en mora si el deudor le efectúa una oferta de pago de conformidad con el artículo 867 y se rehúsa
injustificadamente a recibirlo.
ARTICULO 887.- Excepciones al principio de la mora automática. La regla de la mora automática no rige respecto de las
obligaciones:
a) sujetas a plazo tácito; si el plazo no está expresamente determinado, pero resulta tácitamente de la naturaleza y
circunstancias de la obligación, en la fecha que conforme a los usos y a la buena fe, debe cumplirse;
b) sujetas a plazo indeterminado propiamente dicho; si no hay plazo, el juez a pedido de parte, lo debe fijar mediante el
procedimiento más breve que prevea la ley local, a menos que el acreedor opte por acumular las acciones de fijación de plazo y
de cumplimiento, en cuyo caso el deudor queda constituido en mora en la fecha indicada por la sentencia para el cumplimiento
de la obligación.
En caso de duda respecto a si el plazo es tácito o indeterminado propiamente dicho, se considera que es tácito.
ARTÍCULO 888.- Eximición. Para eximirse de las consecuencias jurídicas derivadas de la mora, el deudor debe probar que no le es
imputable, cualquiera sea el lugar de pago de la obligación.
Presupuestos:
Elemento
• Retardo o retraso: ligado a la demora: dilación temporal que constituye objetivamente una conducta antijurídica.
o Presupone la situación de deuda exigible.
o Distinto a la mora: es imputable subjetivamente (dolo o culpa) u objetivamente (riesgo creado, deber de seguridad,
equidad, etc.) al deudor.
• Factor de atribución: es un requisito para la mora, para que califique el retardo material como moratorio y permita atribuir las
consecuencias dañosas que genera una persona determinada.
• Constitución en mora: (género) es la regla general (art. 886), ocurre por el mero trascurso del tiempo fijado para el
cumplimiento de la obligación, es automática o “ex re”.
• Interpelación (intimación): (especie) es excepcional, en los casos del art. 887, ocurre que por un acto del acreedor, ya que el
sólo transcurso del tiempo no produce efectos. Es necesaria en las obligaciones a plazo tácito o indeterminado propiamente
dicho.
Factor de atribución Deudor debe incurrir en culpa o dolo. Es Prescinde la culpa. Es por el riesgo creado,
atribuida a la conducta del Deudor. garantía, equidad, seguridad.
Eximente Probando que no incurrió en culpa: obró Probar causa ajena, la ruptura del nexo
diligentemente causal: culpa de la víctima, de un tercero por
quien no responde o CCFF o FFMM.
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Efectos y eximición
• Responsabilidad civil: el acreedor puede ejercer las facultades que le da el ordenamiento jurídico en los arts. 730, 1716, 1737 a
1740 y art. 10 bis LCQ.
Art. 1716.- Deber de reparar. La violación del deber de no dañas a otro, o el incumplimiento de una obligación, da lugar a la
reparación del daño causado, conforme con las disposiciones del CCC.
Art. 1737.- Concepto de daño. Hay daño cuando se lesiona un dcho. o un interés no reprobado por el ordenamiento jurídico, que
tenga por objeto la persona, el patrimonio o un
dcho. De incidencia colectiva.
Art. 1738.- Indemnización. La indemnización comprende la pérdida o disminución del patrimonio de la víctima, el lucro cesante
en el beneficio económico esperado de acuerdo a la probabilidad objetiva de su obtención y la pérdida de chances. Inclusive
especialmente las consecuencias de la violación de los derechos personalísimos de la víctima, de su integridad personal, su
salud psicofísica, sus afecciones espirituales legítimas y las que resultan de la interferencia en su proyecto de vida.
Art. 1739.- Requisitos. Para la procedencia de la indemnización debe existir un perjuicio directo o indirecto, actual o futuro,
cierto o subsistente. La pérdida de chance es indemnizable en la medida en que su contingencia sea razonable y guarde una
adecuada relación de causalidad con el hecho generador.
Art. 1740.- Indemnización de las consecuencias no patrimoniales. Está legitimado para reclamar la indemnización de las
consecuencias no patrimoniales el damnificado directo. Si del hecho resulta su muerte o sufre gran discapacidad también tienen
legitimación a título personal, según las circunstancias, los ascendientes, descendientes, el cónyuge y quienes convivan con
aquél recibiendo trato familiar ostensible.
La acción sólo se trasmite a los sucesores universales del legitimado si es interpuesta por éste.
El monto de la indemnización debe fijarse ponderando (aprobando) las satisfacciones sustitutivas y compensatorias que pueden
procurar las sumas reconocidas.
● Se trasladan los riegos fortuitos al deudor: que puede afectar la prestación (arts. 746, 755 y ss.). el deudor se exime de
responsabilidad por daños e intereses por falta de incumplimiento por caso fortuito, salvo que esté en mora (art. 1733
inc. C).
Art. 746.- Efectos. El deudor de una cosa cierta está obligado a conservarla en el mismo estado en que se encontraba cuando
contrajo la obligación, y entregarla con sus accesorios, aunque haya sido momentáneamente separo de ella.
Art. 755.- Riesgos de la cosa. El propietario soporta los riesgos de la cosa. Los casos de deterioro o pérdida, con o sin culpa, se
rigen por lo impuesto por la imputabilidad de cumplimiento.
Art. 1733.-Responsabilidad por caso fortuito o por imposibilidad de cumplimiento. Aunque ocurra el caso fortuito o
incumplimiento, el deudor es responsable en los siguientes casos:
a. Si ha asumido el cumplimiento aunque ocurra un caso fortuito o por imposibilidad de cumplimiento;
b. Si de una disposición legal resulta que no se ibera por caso fortuito o por imposibilidad de cumplimiento;
c. Si está en mora, a no ser que ésta sea indiferente para la producción del caso fortuito o imposibilidad de cumplimiento;
d. Si el caso fortuito o imposibilidad de cumplimiento sobrevienen por su culpa;
e. Si el caso fortuito y, en su caso, la imposibilidad de cumplimiento que de él resulta, constituye una contingencia propia del
riego de la cosa o la actividad;
f. Si está obligado a restituir como consecuencia de un hecho ilícito.
● Posibilita la resolución contractual: en caso de contratos bilaterales, el acreedor puede invocar la resolución (arts. 1083,
1086y 1087). Por el contrario, el deudor en mora no puede invocar la resolución (art. 1091).
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Art. 1083.- Resolución total o parcial. Una parte tiene la faculta de resolver total o parcialmente el contrato si la otra parte lo
incumple. Pero los derechos de declarar la resolución total o parcial son excluyentes, por lo cual, habiendo optado por uno de
ellos, no puede ejercer luego el otro. Si el deudor ha ejecutado una prestación parcial, el acreedor sólo puede resolver
íntegramente el contrato si no tiene ningún interés en la prestación parcial.
Art. 1086.- Cláusula resolutoria expresa. Las partes pueden pactar expresamente que la resolución se produzca en caso de
incumplimientos genéricos o específicos debidamente identificados. En este supuesto, la resolución surte efectos a partir que la
parte interesada comunica a la incumplidora en forma fehaciente su voluntad de resolver.
Art. 1087.- Cláusula resolutoria implícita. En los contratos bilaterales la cláusula resolutoria es implícita y queda sujeta a lo
dispuesto en los arts. 1088 y 1089.
Art.- 1091.- Imprevisión. Si en un contrato conmutativo de ejecución diferida o permanente, la prestación a cargo de una de las
partes se torna excesivamente onerosa, por una alteración extraordinaria de las circunstancias existentes al tiempo de su
celebración, sobrevenida por causas ajenas a las partes y al riego asumido por la que es afectada, ésta tiene un dcho. a plantear
extrajudicialmente, o pedir ante un juez, por acción o como excepción, la resolución total o parcial del contrato, o su
adecuación. Igual regla se aplica al tercero quien le ha sido conferido dchos., o asignadas obligaciones, resultantes del contrato;
y al contrato aleatorio si la prestación se torna excesivamente onerosa por causas extrañas a su alea propia.
● Procede la cláusula penal si estaba prevista convencionalmente (arts. 790 y ss.).
● Pierde la facultad de ejercer el arrepentimiento (arts. 1059 y 1060).
Art. 1059.- disposiciones generales. La entrega de señal o arras (garantía) se presenta como conformidad del acto, excepto que
las partes convengan la facultad de arrepentirse; en tal caso, quien entregó la señal la pierde en beneficio de la otra, y quien la
recibió, debe restituirla doblada.
Art. 1060.- Modalidad. Como señal o arras pueden entregarse dinero o cosas muebles. Si es de la misma especie que lo que
debe darse por el contrato, la señal se tiene como parte de la prestación si el contrato se cumple; pero no si ella es diferente
especie o si la obligación es de hacer o no hacer.
• Suspende el curso de la prescripción (art. 2541).
Art. 2541.- Suspensión por interpelación fehaciente. El curso de la prescripción se suspende, por una sola vez, por la
interpelación fehaciente hecha por el titular del dcho. contra el deudor o poseedor. Esta suspensión sólo tiene efecto durante 6
meses o el plazo menor que corresponda a la prescripción de la acción.
• Impide al deudor alegar la imprevisión.
• Constituye un hecho revelador de la cesación de pagos al deudor (art. 79 LCQ).
Art. 79.- Hechos reveladores. Pueden ser considerados hechos reveladores del estado de cesación de pagos, entro otros:
1. Reconocimiento judicial o extrajudicial del mismo, efectuado por el deudor.
2. Mora en el cumplimiento de una obligación.
3. Ocultación o ausencia del deudor o de los administradores de la sociedad, en su caso, sin dejar representante con facultades y
medios suficientes para cumplir sus obligaciones.
4. Clausura de la sede de la administración o del establecimiento donde el deudor desarrolle su actividad.
5. Venta a precio vil, ocultación o entrega de bienes en pago.
6. Revocación judicial de actos realizados en fraude de los acreedores.
7. Cualquier medio ruinoso o fraudulento empleado para obtener recursos.
• Determina la imposición de costas en caso de proceso judicial.
El deudor puede eximirse de los efectos negativos de la mora, de acuerdo con el art. 888 si prueba que no le es imputable,
cualquiera sea el lugar de pago de la obligación.
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Mora del acreedor
Pizarro y Vallespinos: es el retraso en el cumplimiento de la obligación, motivado por la injustificada falta de colaboración,
adecuada, oportuna y necesaria del acreedor.
▪ La obligación exigible.
▪ Actos de colaboración del acreedor requeridos: para que el deudor pueda cumplir y liberarse. Ej.: necesidad que reciba la cosa,
que esté en el lugar del cumplimiento, etc.
▪ Posibilidad y utilidad del cumplimiento tardío: la obligación debe subsistir y su cumplimiento en el tiempo debe ser posible y
útil para el acreedor.
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▪ Que el acreedor se rehúse injustificadamente. Puede estar referida a la persona misma del acreedor, por ejemplo el viajero
que no se presenta en lugar y hora indicada para el transporte, o la prestacion en si propia, por ejemplo, no recibir la cosa en la
obligación de dar. Puede consistir en suministrar los medios precisos para el cumplimiento, instantáneo o periódico, según los
casos, por ejemplo no entregar el dinero al mandatario para que pague, o los materiales para la realización de una obra.
▪ Autoriza al deudor a realizar el pago por consignación judicial (arts. 904 a 913).
▪ Cesación del curso de los intereses monetarios y punitorios en la obligación de dar dinero y de valor: requieren imputación a la
conducta del deudor, y en este supuesto no la hay.
▪ Traslación de los riegos del acreedor: por caso fortuito o fuerza mayor.
▪ Resarcimiento de los daños y perjuicios: sufridos por el deudor a cargo del acreedor. Ej.: depósito de la cosa a entregar, gastos
extras ocasionados por la no recepción, etc.
▪ La mora del acreedor hace cesar la mora del deudor si la hubiere.
▪ Si el acreedor está en mora, no puedo operarse la mora del deudor.
Opera cuando éste no cumple con el deber Supone la falta de cooperación qué es el principal cometido que recae
principal previsto en la obligación sobre éste interés del deudor y también en propio beneficio
evidentemente.
Consignación judicial
ARTÍCULO 904.- Casos en que procede. El pago por consignación procede cuando:
a) el acreedor fue constituido en mora;
b) existe incertidumbre sobre la persona del acreedor;
c) el deudor no puede realizar un pago seguro y válido por causa que no le es imputable.
ARTÍCULO 905.- Requisitos. El pago por consignación está sujeto a los mismos requisitos del pago.
ARTÍCULO 906.- Forma. El pago por consignación se rige por las siguientes reglas:
a) si la prestación consiste en una suma de dinero, se requiere su depósito a la orden del juez interviniente, en el banco que
dispongan las normas procesales;
b) si se debe una cosa indeterminada a elección del acreedor y éste es moroso en practicar la elección, una vez vencido el
término del emplazamiento judicial hecho al acreedor, el juez autoriza al deudor a realizarla;
c) si las cosas debidas no pueden ser conservadas o su custodia origina gastos excesivos, el juez puede autorizar la venta en
subasta, y ordenar el depósito del precio que se obtenga.
ARTÍCULO 907.- Efectos. La consignación judicial, no impugnada por el acreedor, o declarada válida por reunir los requisitos del
pago, extingue la deuda desde el día en que se notifica la demanda.
Si la consignación es defectuosa, y el deudor subsana ulteriormente sus defectos, la extinción de la deuda se produce desde la
fecha de notificación de la sentencia que la admite.
ARTÍCULO 908.- Deudor moroso. El deudor moroso puede consignar la prestación debida con los accesorios devengados hasta el
día de la consignación.
ARTÍCULO 909.- Desistimiento. El deudor tiene derecho a desistir de la consignación antes de que la acepte el acreedor o de que
haya sido declarada válida. Con posterioridad sólo puede desistir con la conformidad expresa del acreedor, quien en ese caso
pierde la acción contra los codeudores, los garantes y los fiadores.
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Representa una situación dinámica y transitoria pues El pagó por consignación constituye un modo
todavía existe posibilidad de cumplimiento útil de la extintivo de la obligación, mediante intervención
prestación, si el acreedor declina su actitud y acepta judicial o sin ella
realizar los actos de conversión pertinentes.
No provoca la extinción de la obligación, el vínculo El pago por consignación apunta lisa y llanamente a
entre acreedor y deudor se mantiene incólume, la extinción de la obligación y a la consecuente
aunque sobre bases sustancialmente distintas, en el liberación del deudor.
plano de la responsabilidad civil y los riesgos, a
dónde apuntan principalmente sus efectos.
La mora del acreedor requiere que la falta de Procede inclusive en casos en los que no hay
cooperación sea imputable (objetiva o imputabilidad alguna en la conducta del accipiens.
subjetivamente) ha dicho sujeto.
La constitución en mora del acreedor, cuando se El pago por consignación judicial importa siempre un
realiza a través de interpelación, puede ser judicial o procedimiento de esta última naturaleza. En cambio,
extrajudicial. en el pago por consignación extrajudicial, se realiza
por vía notarial extrajudicialmente.
Consignación extrajudicial.
ARTÍCULO 910.- Procedencia y trámite. Sin perjuicio de las disposiciones del Parágrafo 1°, el deudor de una suma de dinero
puede optar por el trámite de consignación extrajudicial. A tal fin, debe depositar la suma adeudada ante un escribano de
registro, a nombre y a disposición del acreedor, cumpliendo los siguientes recaudos:
a) notificar previamente al acreedor, en forma fehaciente, del día, la hora y el lugar en que será efectuado el depósito;
b) efectuar el depósito de la suma debida con más los intereses devengados hasta el día del depósito; este depósito debe ser
notificado fehacientemente al acreedor por el escribano dentro de las cuarenta y ocho horas hábiles de realizado; si es
imposible practicar la notificación, el deudor debe consignar judicialmente.
ARTICULO 911.- Derechos del acreedor. Una vez notificado del depósito, dentro del quinto día hábil de notificado, el acreedor
tiene derecho a:
a) aceptar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo del deudor el pago de los gastos y honorarios del escribano;
b) rechazar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo del acreedor el pago de los gastos y honorarios del escribano;
c) rechazar el procedimiento y el depósito, o no expedirse. En ambos casos el deudor puede disponer de la suma depositada
para consignarla judicialmente.
ARTICULO 912.- Derechos del acreedor que retira el depósito. Si el acreedor retira lo depositado y rechaza el pago, puede
reclamar judicialmente un importe mayor o considerarlo insuficiente o exigir la repetición de lo pagado por gastos y honorarios
por considerar que no se encontraba en mora, o ambas cosas. En el recibo debe hacer reserva de su derecho, caso contrario se
considera que el pago es liberatorio desde el día del depósito. Para demandar tiene un término de caducidad de treinta días
computados a partir del recibo con reserva.
ARTÍCULO 913.- Impedimentos. No se puede acudir al procedimiento previsto en este Párrafo si antes del depósito, el acreedor
optó por la resolución del contrato o demandó el cumplimiento de la obligación.
Art. 1730.- Caso fortuito. Fuerza mayor. Se considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho que no haya podido ser previsto o
que, habiendo sido previsto, no ha podido ser evitado. El caso fortuito o fuerza mayor exime de responsabilidad, excepto
disposición en contrario.
Este CCC emplea los términos <caso fortuito> y <fuerza mayor> como sinónimos.
El caso fortuito y la fuerza mayor se refieren a la imposibilidad, no imputable al deudor, de realizar la prestación debida y
produciendo el efecto, generalmente, de exonerar al deudor del cumplimiento de la misma, liberándolo de su obligación a pesar
de no haber satisfecho el derecho del acreedor.
Caracteres:
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▪ Imprevisibilidad: Art. 1726.- Relación causal. Son reparables las consecuencias dañosas que tienen nexo adecuado de
causalidad con el hecho productor del daño. Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias inmediatas
y mediatas previsibles.
Art. 1727.- Tipos de consecuencias. Las consecuencias de un hecho que acostumbran a suceder según el curso natural y
ordinario de las cosas, se llaman <consecuencias inmediatas>. Las consecuencias que resultan solamente de la conexión de un
hecho con un acontecimiento distinto, se llaman <consecuencias mediatas>. Las consecuencias mediatas que no pueden
preverse se llaman <consecuencias causales>.
El hecho debe ser objetivamente imprevisible para el agente, se trata de una cuestión de hecho, que debe ser valorada por los
jueces, caso por caso, atendiendo razonablemente a las circunstancias, con anplio para poder de apreciación. La normalidad y
frecuencia, la probabilidad de su realización y su carácter excepcional y a veces hasta sorpresivo, son parámetros computables a
tal fin.
▪ Inevitabilidad: es el carácter más importante. El hecho debe constituir un obstáculo invencible para el sujeto. Son hechos
previstos objetivamente pero inevitables.
▪ Ajenidad: que el daño no haya sido por culpa del responsable, ni constituir una consecuencia propia del riego de la cosa o
actividad.
▪ Sobrevenido. Es preciso que el hecho sea sobreviniente al nacimiento de la obligación.
Requisitos:
Efectos:
Art. 1732.- Imposibilidad de cumplimiento. El deudor de una obligación queda eximido del cumplimiento, y no es responsable, si
la obligación se ha extinguido por imposibilidad de cumplimiento objetiva y absoluta no imputable al obligado. La existencia de
esa imposibilidad debe apreciarse teniendo en cuenta las exigencias de la buena fe y la prohibición del ejercicio abusivo de los
derechos.
El caso fortuito provoca la destrucción total o parcial de nexo de causalidad. En el ámbito de incumplimiento obligacional o
contractual produce dos efectos fundamentales:
1) Extingue la obligación por imposibilidad sobrevenida o imposibilidad de cumplimiento.
2) Exime al deudor de responsabilidad por dicho incumplimiento.
En el ámbito de la responsabilidad extracontractual exime de responsabilidad al agente, en la medida de su incidencia causal,
excepto disposición en contrario.
Teoría de la imprevisión. Art. 1091. Imprevisión. Si en un contrato
conmutativo de ejecución diferida o permanente, la prestación a
cargo de una de las partes se torna excesivamente onerosa, por
una alteración extraordinaria de las circunstancias existentes al
tiempo de su celebración, sobrevenida por causas ajenas a las
partes y al riego asumido por la que es afectada, ésta tiene dcho.
a plantear extrajudicialmente, o pedir a un juez, por acción o
como excepción, la resolución total o parcial del contrato, o su
adecuación. Igual regla se aplica al tercero a quien le ha sido
conferido derecho, o asignadas obligaciones, resultantes del
contrato; y al contrato aleatorio si la prestación se torna
excesivamente onerosa por causas extrañas a su área propia.
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La teoría de la imprevisión, o doctrina de la excesiva onerosidad sobreviniente, protege el interés de quién resulta perjudicado,
sin desentenderse de la situación del beneficiado. Conforme a ello, rige el principio de la pacta sunt servanda, pero en tanto en
cuanto las cosas permanezcan de igual modo.
Nos encontramos con un hecho sobreviniente, imprevisible y extraordinario. Tiene por efecto no impedir el cumplimiento de lo
debido, pues la obligaciones material y jurídicamente susceptible de ejecución: sólo de droga la ecuación económica, tornando
excesivamente onerosa una de las prestaciones. En tales circunstancias, el ordenamiento jurídico legítima al perjudicado a
demandar la resolución (rescisión) contractual o, su reajuste equitativo.
Unidad 15.
Modificación de la obligación.
Hay modificación de la obligación cuando el lapso que transcurre desde el nacimiento hasta su extinción, por voluntad de las
partes por disposición legal, se alteran alguno de sus elementos estructurales o funcionales, sin que ello afecte la identidad de la
relación y la subsistencia del vínculo originario.
La modificación de la obligación no implica la extinción de la misma, sino que una obligación sufre una transformación o cambio
en alguno de sus elementos estructurales o funcionales. Se presenta durante la vida de la obligación, entre su nacimiento y
extinción.
Caracteres:
Art. 935.- Modificaciones que no importan novación. La entrega de documentos suscriptos por el deudor en pago de la deuda y,
en general, cualquier modificación accesoria de la obligación primitiva, no comporta novación.
Novación Modificación
Obligación Es siempre extintiva. Existencia previa y posterior de una misma
obligación.
Vinculo Nace uno nuevo, distinto. Es un mismo vínculo jurídico que subsiste.
Efectos Extinción de la obligación y sustitución La obligación se mantiene válida y eficaz con
por una nueva. idéntico régimen jurídico.
▪ Subjetiva: cuando opera un cambio de sujeto activo (cesión de crédito y pago con subrogación) o pasivo (asunción de deuda), o
ingresan nuevos sujetos (cofiador, codeudor) o egresa alguno (remisión parcial de la deuda a un codeudor).
▪ Objetiva: variación en el objeto por sustitución, reducción o aumento, determinación ulterior (posterior) de un objeto
inicialmente indeterminado. Ej.: art. 955, ante imposibilidad de cumplimiento imputable al deudor se modifica el objeto por el
de pagar daños y perjuicios.
▪ Causal: se cambia la función económica y social según e interés de ambas partes. Ej.: si al depositario se le permite usar la cosa
depositada, el contrato deja de ser depósito para ser comodato.
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▪ Circunstancial: alteración de las modalidades del negocio constitutivo y en la ejecución propiamente dicho: tiempo, lugar,
modo de cumplimiento, condiciones. Ej.: se pacta que en vez de la entrega del dinero en una sola vez, se realizará en dos cuotas,
o se modifica de pura y simple en condicional.
▪ Relativas al contenido de la relación: se agregan o suprimen dchos. y deberes de las partes titulares de la relación por medio de
un acuerdo. Ej.: se agrega una cláusula penal o determinados deberes secundarios de conducta en cabeza del acreedor.
Transmisión de derechos.
ARTÍCULO 398.- Transmisibilidad. Todos los derechos son transmisibles excepto estipulación válida de las partes o que ello
resulte de una prohibición legal o que importe trasgresión a la buena fe, a la moral o a las buenas costumbres.
ARTÍCULO 399.- Regla general. Nadie puede transmitir a otro un derecho mejor o más extenso que el que tiene, sin perjuicio de
las excepciones legalmente dispuestas.
ARTICULO 400.- Sucesores. Sucesor universal es el que recibe todo o una parte indivisa del patrimonio de otro; sucesor singular
el que recibe un derecho en particular.
Clases:
1. Atendiendo a su origen:
a. Legal. Deriva de la ley, y opera el ministerio legis por el sólo acaecimiento del supuesto fáctico contenido de la
norma. Tal lo que ocurre en la transmisión mortis causa favor de los herederos.
b. Voluntaria. Tiene su fuente en la voluntad del individuo en cuyos derechos se sucede, por ejemplo, la cesión de
créditos.
2. Según la causa de la transmisión:
a. Mortis causa. es la que sólo produce sus efectos desde la muerte real o presunta de una persona. Puede ser a
título universal (a favor de los herederos) o a título particular o singular (legatario) donde se transfiere un bien
particular o un conjunto de ellos.
b. Por acto entre vivos. Cuando la transmisión no depende del fallecimiento del transmitente y opera en virtud
de un contrato o de una disposición legal. Sólo puede ser a título particular, por ejemplo cesión de créditos.
3. según la extensión del título de la transmisión:
a. Universal. Sucesor universal es el que recibe toda una parte indivisa del patrimonio de otro.
b. Singular. Se refiere a un bien o un derecho en particular, o un conjunto de ellos y puede ser mortis causa o por
acto entre vivos.
El principio general es que todos los derechos y obligaciones son transmisibles, por pacto entre vivos (art. 1616) o mortis causa.
Pizarro y Vallespinos: la modificación subjetiva importa una alteración en la obligación por mutación del acreedor o del deudor,
o de ambos; supone una sucesión en la calidad de acreedor o deudor, permaneciendo intacta la relación.
El cambio de acreedor puede producirse por distintas vías:
▪ Por transmisión del crédito vía hereditaria a los herederos del acreedor, mediante título universal o legado al título singular.
▪ Por contrato de cesión de créditos.
▪ Por cesión de la posición contractual.
▪ Si en un título valor (pagaré, cheque o letra de cambio), por medio del endoso (firma atrás del documento con todos sus datos
así puede ser cobrado).
▪ Por subrogación.
▪ Por intervención judicial: si el dcho. del acreedor es embargado por sus acreedores y vendido en subasta.
▪ En los demás casos que la ley dispone.
Cesión de créditos.
Art. 1614.- Definición. Hay contrato de cesión cuando una de las partes transfiere a la otra un dcho. Se aplican a la cesión de
dchos. las reglas de la compraventa, de la permuta o la donación, según que se haya realizado con la prestación de un precio en
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dinero, la transmisión de la propiedad de un bien, o sin contraprestación, respectivamente, en tanto no estén modificadas por
las de este Capítulo.
Art. 1620.- Efectos respectos de terceros. La cesión tiene efectos contra terceros desde su notificación al cedido por instrumento
público o privado de fecha cierta, sin perjuicio de las reglas especiales relativa a los bienes registrables.
Se trata de un contrato consensual, por el cual el acreedor transmite voluntariamente su derecho a un tercero (cesionario) quién
asume tal calidad frente del deudor.
En nuestro derecho a la cesión de créditos tiene carácter constitucional. el sentido amplio que el código civil y comercial asigna
la nación normativa de contrato, comprensiva de todo acuerdo que tiene por finalidad "crear, regular, modificar, transferir o
extinguir relaciones jurídicas patrimoniales", no deja margen alguno para la duda. Lo expresado suma mayor rigor si se pondrá
que, además, la cesión de derechos es un contrato nominado.
1. Cesión de venta. Quedan comprendidos los casos en que el derecho se iba por un precio en dinero y cuando el crédito
es adjudicado en virtud de ejecución de sentencia.
2. Cesión de permuta. Hay cesión permuta cuando el crédito cedido a cambio de la transmisión de la propiedad de un
bien de naturaleza distinta al dinero, es decir, cuando el crédito es cedido por una cosa o a cambio de otro crédito.
3. Cesión de donación. Hay sesión donación cuando el crédito es transmitido gratuitamente a otro. El cedente realiza una
liberalidad a favor del cesionario, a quién le transmite su crédito gratuitamente.
Art. 914.- Pago por subrogación. Trasmite al tercero que paga todos los derechos y acciones del acreedor. Puede ser legal o
convencional.
Hay pago con subrogación cuando la prestación es satisfecha por un tercero, quién por esa vía desinteresa al acreedor, toma su
posición jurídica y lo sustituye en el ejercicio de sus derechos, acciones y garantías contra el deudor, hasta el límite de lo
efectivamente desembolsado.
El código civil y comercial regula la figura como una modalidad de pago.
Importancia práctica.
El pago con subrogación presenta gran importancia en la práctica, sus efectos favorables pueden ser advertidos tanto desde una
perspectiva individual cuánto social.
Desde la óptica del interés privado del acreedor, deudor, tercero y demás acreedores, la subrogación por pago facilita la
satisfacción de deudas. El acreedor lograr la plena satisfacción de su interés y necesidad de recurrir a la ejecución forzada; el
deudor, cuya situación no varía, a menudo encuentran ella una vía adecuada para quedar obligado ahora frente a un acreedor
más comprensivo o tolerante, o con mayor predisposición para esperarlo. Por su parte, el tercero o solvens ingresa en la
relación obligatoria la misma posición del acreedor originario; ellos no legítima para recuperarla erogaciones efectuadas
valiéndose de todos los derechos y garantías de este último frente al deudor.
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b. Deudor que paga una deuda a la que está obligado por otros: es el caso del fiador o simple que cumple con la
prestación ante el incumplimiento de la deuda por parte del deudor principal. Se le concede al fiador la subrogación
legal por pago, a fin de que pueda ejercitar los derechos que le corresponden contra el deudor afianzado.
b) De tercero, interesado o no, que paga con asentimiento del deudor o en su ignorancia;
c) Del tercero interesado que paga aun con la oposición del deudor;
d) Del heredero con responsabilidad limitada que paga con fondos propios una deuda del causante.
Opera directamente de la ley. El crédito resulta adquirido por el subrogante, sin necesidad de ninguna declaración expresa de
voluntad, una vez que aparecen los presupuestos de hecho cuando empleados por la norma.
Art. 916.- Subrogación convencional por el acreedor. El acreedor puede subrogar en sus derechos al tercero que paga.
La subrogación convencional es absolutamente voluntaria y facultativa para el acreedor, quién, si bien está obligado a recibir el
pago efectuado por un tercero, no está, en cambio, obligado a su regalo convencionalmente en sus derechos contra el deudor.
Art. 917.- Subrogación convencional por el deudor. El deudor que paga al acreedor con fondos de terceros puede subrogar al
prestamista. Para que tenga los efectos previstos en estas normas es necesario que:
a. a) Tanto el préstamo como el pago consten en instrumentos con fecha cierta anterior;
b. b) En el recibo conste que los fondos le pertenecen al subrogado;
c. c) En el instrumento del préstamo conste que con ese dinero se cumplirá la obligación del deudor.
La subrogación opera a instancias del deudor, que paga al acreedor con fondos que le ha prestado un tercero. Es el deudor
quien le transmite al tercero los derechos de su antiguo acreedor.
Art. 918.- Efectos. Transmite al tercero todos los dchos. y acciones del acreedor, y los accesorios del crédito. El tercero
subrogante mantiene las acciones contra los coobligados, fiadores, y garantes personales y reales, y los privilegios y el dcho. de
retención si lo hay.
El pago con subrogación, legal o convencional, provoca la transmisión de crédito, con todos sus accesorios y garantía a favor del
tercero subrogante. El nuevo acreedor expuesto en la misma situación en la que se hallaba el anterior, cuyo lugar pasa a ocupar.
El solvens encuentra revestido de garantías y privilegios que tenían el interior acreedor, ya que la obligación no ha variado y
sigues siendo la misma.
Quedan comprendidos:
I. Todos los derechos del antiguo acreedor, lo cual comprende la totalidad de las prerrogativas y facultades que son
propias del derecho de crédito, entre los que se mencionan, los privilegios, la garantía de evicción, el derecho de cobrar
intereses, etc.
II. Todas las acciones que aquél disponía, expresión que debe ser entendida en sentido amplio, comprensión de cualquier
pretensión que correspondía al acreedor originario, tales como la de resolver o rescindir un contrato, promover acción
revocatoria, etcétera.
III. Todos los accesorios del crédito, tales como hipotecas, prendas, fianzas, derecho de retención, etc.
Art. 919.- Límites. La trasmisión del crédito tiene las siguientes limitaciones:
a. a) El subrogado solo puede ejercer el dcho. transferido hasta el valor de lo pagado;
b. b) El codeudor de una obligación de sujeto plural solamente puede reclamar a los demás codeudores la parte que a cada uno
de ellos les corresponde cumplir;
c. c) La subrogación convencional puede quedar limitada a ciertos dchos. o acciones.
Art. 920.- Subrogación parcial. Si el pago es parcial, el tercero y el acreedor concurren frente al deudor de manera proporcional.
Reconocimiento
60
Art. 733.- Reconocimiento de la obligación. Consiste en una manifestación de voluntad, expresa o tácita, por la que el deudor
admite estar obligado al cumplimiento de una prestación.
Las vías para realizar el reconocimiento de una obligación pueden ser: acto entre vivos, disposición de última voluntad
(testamento o legado), instrumento público o privado.
Importancia
Es el mejor medio de prueba de la existencia de la obligación, y además, interrumpe el curso de la prescripción (art. 2545).
Tiene gran importancia en el plano probatorio, particularmente en aquellos casos en los cuales se extravía el título original, o
cuando el mismo no existe, pues permite mitigar esa perdida, y consecuentemente acreditar la existencia de la obligación.
Actúa, de tal modo, como un medio de fijación de la relación obligatoria para establecer su situación.
Naturaleza jurídica
Doctrina mayoritaria: es un acto unilateral por el que se emite una declaración de voluntad destinada a producir efectos
jurídicos, especialmente, admitir la existencia de una obligación (Pizarro y Vallespinos).
Requisitos
Caracteres
• Acto unilateral.
• Irrevocabilidad: una vez realizado no puede ser abdicado (cesado) por el deudor, ni privado de sus efectos.
• No formal: como regla, puede serlo si lo exige la naturaleza de la obligación que se reconoce.
• De interpretación restrictiva: en caso de duda habrá que estar por la inexistencia del reconocimiento.
• Carácter declarativo y no constitutivo o traslativo de derechos: declarativa, si se admite la existencia de una obligación
preexistente; constitutiva, en caso de promesa abstracta de deuda, pues crea una obligación.
• Interpretación estricta: en caso de duda ahora que estar por la inexistencia de tal reconocimiento.
Clases:
Reconocimiento expreso: es aquel que se practica con la intención de hacer constar la existencia de la obligación.
Reconocimiento tácito: es aquel que surge de los hechos de conducta obrados por el deudor, sí persuaden con certidumbre
acerca de su voluntad de admitir la existencia de la obligación.
Art. 734.- Reconocimiento y promesa autónoma. El reconocimiento puede referirse a un título o causa anterior; también puede
constituir una promesa autónoma d deuda.
Art. 735.- Reconocimiento causal. Si el acto del reconocimiento agrava la prestación original, o la modifica en perjuicio del
deudor, debe estarse al título originario, sino hay una nueva y lícita causa de deber.
Efectos:
El principal efecto que produce el reconocimiento es actuar como medio de prueba que acredite la existencia y entidad de la
obligación, con las consecuencias positivas que derivan de tal circunstancia para el acreedor.
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Además, el reconocimiento de la obligación importa algo más que confesar la existencia de la obligación, significa un
acatamiento sumisión al vínculo jurídico, qué denota plena voluntad de mantener viva la relación, provoca la interrupción del
curso de la prescripción liberatoria.
Unidad 16.
La extinción es un momento necesario que marca el fin de la vida de la obligación. La extinción de la obligación tiene
importancia desde un punto de vista:
a) Conforme la perspectiva del deudor, importa la recuperación plena de su libertad, que se hallaba legalmente
restringida por la existencia del vínculo.
b) Desde el punto de vista del acreedor, la extinción de la obligación significa la pérdida de un derecho, la cual puede
operar, con recepción de un valor que satisfaga su interés, como sucede con el pago, o sin ella, tal lo que sucede con la
renuncia o la remisión de la deuda.
1. Pago. Art. 865.- Definición. Pago es el cumplimiento de la prestación que constituye el objeto de la obligación.
2. Pago por consignación judicial o extrajudicial.
3. Compensación. Art. 921.- Definición. La compensación de las obligaciones tiene lugar cuando dos personas, por
derecho propio, reúnen la calidad de acreedor deudor recíprocamente, cualesquiera que sean las causas de una y otra
deuda. Extingue con fuerza de pago las dos deudas, hasta el monto de la menor, desde el tiempo en que ambas
obligaciones comenzaron a coexistir en condiciones de ser compensables.
4. Confusión. Art. 931.- Definición. La obligación se extingue por confusión cuando las calidades de acreedor y de deudor
se reúnen en una misma persona y en un mismo patrimonio.
5. Novación. Art. 933.- Definición. La novación es la extinción de una obligación por la creación de otra nueva, destinada a
reemplazarla.
6. Dación en pago. Art. 942.- Definición. La obligación se extingue cuando el acreedor voluntariamente acepta en pago
una prestación diversa de la adeudada.
7. Renuncia y remisión de deuda. Art. 944.- Caracteres. Toda persona puede renunciar a los derechos conferidos por la ley
cuando la renuncia no está prohibida y sólo afecta intereses privados. No se admite la renuncia anticipada de las
defensas que puedan hacerse valer en juicio.
8. Imposibilidad de cumplimiento. 955.- Definición. La imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y definitiva de la
prestación, producida por caso fortuito o fuerza mayor, extingue la obligación, sin responsabilidad. Si la imposibilidad
sobreviene debido a causas imputables al deudor, la obligación modifica su objeto y se convierte en la de pagar una
indemnización de los daños causados.
9. Condición resolutoria. Actúa como un verdadero factor extintivo, porque los hace cesar para el futuro, corroborando su
existencia hasta ese momento.
10. Plazo extintivo. El vencimiento del plazo extintivo provoca la conclusión del derecho del acreedor, aunque sin alterar los
efectos producidos hasta dicho momento.
11. La muerte. La muerte, en principio, no provoca efecto alguno en materia obligacional, pues los efectos de los contratos
y de las obligaciones se extienden activa y pasivamente a sus herederos. Sin embargo, en ciertos supuestos, la muerte
actúa como una causal de extinción.
a. En el contrato de obras y servicios, la muerte del contratista o prestador extingue el contrato, excepto que el
comitente acuerde continuando con los herederos de aquel. La muerte del comitente no extingue el contrato,
salvo cuando torne imposible o inútil su ejecución.
b. la muerte del mandante o del mandatario provoca la extinción del contrato de mandato.
c. la muerte del fiduciario determinan la cesación de su función como tal y su sustitución por otro.
d. En el contrato oneroso de renta vitalicia, el derecho a la renta se extingue por el fallecimiento de la persona
cuya vida se toma en consideración para la duración del contrato, por cualquier causa que sea.
12. Incapacidad sobreviniente. La incapacidad actúa como un modo de extinción de la relación jurídica contractual, ya que
tiene suma importancia cuando se trata de obligaciones que requieren de la habilidad legal del acreedor y deudor.
13. Resolución. Es una causa de extinción del contrato que opera para el futuro, y qué depende para ello de una causa
sobreviniente. Puede ser bilateral o unilateral. La primera es la que se produce mediante el distracto, que no es otra
cosa que un contrato que deja sin efecto uno anterior. La rescisión unilateral puede ser convencional o legal. En el
primer supuesto, las partes han previsto contractualmente una cláusula que autoriza a cualquiera de ellas a dejarlo sin
efecto, por ejemplo, la que permite al locatario rescindir anticipadamente el contrato de locación al cabo de cierto
tiempo. En el segundo, es la propia ley la que autoriza alguno o a todos los contratantes a rescindir el negocio jurídico,
bajo ciertas circunstancias. Por ejemplo, el material locación, bajo una impropia denominación se establece que el
locatario puede bajo ciertas condiciones rescindir unilateralmente y de manera anticipada el contrato.
14. Revocación. Es entendida como la exención total o parcial de un acto unilateral, por otro igualmente unilateral, cuando
la ley o el contrato atribuyen esa facultad. Por ejemplo, la revocación de un testamento o un mandato.
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15. Resolución. La resolución se produce cuando la extinción opera con efecto retroactivo si comprende distintos
supuestos:
a. Lo que se produce en caso de cumplimiento de una condición resolutoria, que surte efecto ministerio legis,
automáticamente.
b. La que opera en caso de incumplimiento contractual, cuyos efectos se producen sólo cuando la parte afectada
facultativamente la haga valer.
c. La resolución potestativa u opcional, que sólo compete alguna de las partes, tal lo qué ocurre en materia de
seña penitencial, de pacto de disciplina de cláusula penal compensatoria.
16. Abandono. El deudor no puede ordinariamente liberarse de una obligación haciendo abandono de la cosa por la cual ha
nacido la deuda. Sin embargo, en ciertos particulares, la ley permite que el abandono de la cosa tenga efecto liberatorio
para el deudor. Por ejemplo, en los supuestos previstos por los artículos 1956 (que faculta el dueño al liberarse frente al
hallador de todo otro reclamo, distinto de la recompensa, transmitiéndole el dominio de la cosa), 2015, 2027 a 2029
(obligación de los condominios por la indivision forzosa sobre muros, cercos y fosos de construir a pagar los gastos y
reconstrucciones de la pared, cerco o fosa, qué mejoras necesarias).
Pago.
ARTÍCULO 865.- Definición. Pago es el cumplimiento de la prestación que constituye el objeto de la obligación.
ARTÍCULO 866.- Reglas aplicables. Las reglas de los actos jurídicos se aplican al pago, con sujeción a las disposiciones de este
Capítulo.
1. Función Jurídica. El pago es un modo natural de realización de las expectativas de ambas partes: satisfacción del interés
del acreedor, extinción de la deuda y liberación del dolor. Su función primordial es consumir o liquidar el vínculo
jurídico mediante la realización de la finalidad para la cual se constituyó.
2. Función económica. El pago es un instrumento adecuado para la transformación del patrimonio, que en forma
permanente renueva su contenido a través de créditos y deudas. Cada deuda que se paga produce como efecto la
eliminación de un ingrediente del pasivo, permitiendo un equilibrio razonable y dinámico de la composición del
patrimonio. Desde el punto de vista del deudor, el pago importa un acto de conservación patrimonial, pues el
matrimonio no puede subsistir indefinidamente gravado con obligaciones exigibles; transformación, pues elimina un
rubro del pasivo mediante una correlativa reducción del acto y, en ciertos casos, disposición, tal lo que sucede cuando
la obligaciones es de dar cosa cierta para constituir derechos reales. Desde la perspectiva del acreedor, el pago supone
el ingreso de bienes de su patrimonio, lo cual permite renovar fluidamente el activo y atender el cumplimiento de otras
obligaciones asumidas, o canalizar fondos a la producción, al consumo o al ahorro.
Existencia de la obligación preexistente. Es importante que exista una obligación preexistente, qué sirve antecedente al pago y
cuya extinción se obtiene a través de este. Es un presupuesto del pago, ya que sólo puede hablarse técnicamente de pago,
cuando previamente exista algo que deba ser cumplido.
Sujetos. Los sujetos del pago son solvens y accipiens. Solvens es el activo del pago, quién se encuentra legitimado para ejecutar
el plan prestacional. Por lo general es el de deudor.
Accipiens es el sujeto pasivo del pago, es decir, quién lo recibe. Generalmente es el acreedor.
Objeto. El objeto del pago coincide con el de la prestación adeudada. El solvens debe satisfacer el interés del acreedor
realizando de manera exacta la conducta proyectada. Esa satisfacción se alcanza a través de la propia conducta del deudor.
Causa fin. Animus solvendi. Dado que el pago es un acto jurídico, es necesaria la presencia de la causa final.
ARTÍCULO 875.- Validez. El pago debe ser realizado por persona con capacidad para disponer.
Depende naturaleza jurídica del pago, la capacidad de ejercicio para efectuar pagos es un requisito de validez del mismo.
Quienes consideran que el pago es un acto jurídico, exigen dicha capacidad en toda obligación, sea de dar, de hacer o no hacer.
Los autores que siguen doctrina del hecho jurídico coherentemente la descartan en todos los casos, ya que consideran que el
pago realizado por el incapaz de ejercicio o por una persona con capacidad restringida cuando medie adecuación objetiva entre
lo adeudado y lo cumplido es válido y eficaz.
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Aquellos que siguen posturas eclesiásticas requieren la capacidad en los casos en los que el pago es un acto jurídico y prescinden
del mismo, cuando es un hecho jurídico.
El nuevo código civil y comercial dispone expresamente que el pago es un acto jurídico, con lo cual la exigencia de capacidad del
solvens deviene insoslayable.
Carecen de capacidad de ejercicio para efectuar pagos por si:
1. Persona por nacer.
2. Persona menor de edad no emancipada. el pago debe realizarse por su representante legal.
3. persona menor de edad emancipado únicamente con relación a pagos que importen acto de disposición de bienes
recibidos a título gratuito, se requiere autorización judicial, la cual debe transmitirse con intervención complementaria
el Ministerio Público.
4. Persona mayor de 13 años declarada incapaz por sentencia judicial, con la extensión dispuesta en esa decisión.
5. La persona con capacidad restringida para efectuar pagos, en virtud de una sentencia judicial. Por ejemplo, mayores de
13 años que padecen una adicción a una alteración mental grave o las personas inhabilitadas.
ARTÍCULO 879.- Legitimación activa. El deudor tiene el derecho de pagar. Si hay varios deudores, el derecho de pagar de cada
uno de ellos se rige por las disposiciones correspondientes a la categoría de su obligación.
ARTICULO 885.- Pago a persona incapaz o con capacidad restringida y a tercero no legitimado. No es válido el pago realizado a
una persona incapaz, ni con capacidad restringida no autorizada por el juez para recibir pagos, ni a un tercero no autorizado por
el acreedor para recibirlo, excepto que medie ratificación del acreedor.
No obstante, el pago produce efectos en la medida en que el acreedor se ha beneficiado.
Rige los mismos principios que en la cuestión de materia de capacidad para efectuar pagos. La exigencia de capacidad del
accipiens solo tiene interés en aquellas obligaciones de las cuales el pago requiere de cooperación del acreedor para que pueda
ser realizada, en los demás casos, ello no afecta la validez del acto solutorio. Cuando ella es requerida, el legitimado pasivo del
pago no puede ser una persona incapaz o con capacidad de ejercicio restringida no autorizada judicialmente para recibir pagos,
pues, quién recibe el pago de un crédito, dispone de él, sustituyéndolo en su patrimonio con los bienes que ingresa al mismo a
raíz del acto de cumplimiento.
ARTÍCULO 883.- Legitimación para recibir pagos. Tiene efecto extintivo del crédito el pago hecho:
a) al acreedor, o a su cesionario o subrogante; si hay varios acreedores, el derecho al cobro de cada uno de ellos se rige por las
disposiciones correspondientes a la categoría de su obligación;
b) a la orden del juez que dispuso el embargo del crédito;
c) al tercero indicado para recibir el pago, en todo o en parte;
d) a quien posee el título de crédito extendido al portador, o endosado en blanco, excepto sospecha fundada de no pertenecerle
el documento, o de no estar autorizado para el cobro;
e) al acreedor aparente, si quien realiza el pago actúa de buena fe y de las circunstancias resulta verosímil el derecho invocado;
el pago es válido, aunque después sea vencido en juicio sobre el derecho que invoca.
Objeto de pago.
El objeto del pago es el exacto cumplimiento del programa de prestación comprometida para el deudor. La fiel realización del
plan prestacional posibilita que el cumplimiento produzca sus tres efectos fundamentales: satisfacción del interés del acreedor,
extinción de la obligación y liberación del deudor. Se distinguen los requisitos sustanciales (principios de identidad e integridad)
de los circunstanciales (localización y temporalidad del pago). El principio de identidad responde a la pregunta ¿Qué se debe
pagar?; el de integridad de la pregunta ¿Cuánto se debe pagar?; el de localización a la pregunta ¿Dónde se debe pagar?; y el de
puntualidad a la pregunta ¿Cuándo se debe pagar?
ARTÍCULO 867.- Objeto del pago. El objeto del pago debe reunir los requisitos de identidad, integridad, puntualidad y
localización.
Principio de identidad.
Representa la adecuación cualitativa del cumplimiento prestacional con la conducta debitoris contemplada como objeto de la
obligación. Es la adecuación entre la prestación proyectada y la prestación realizada. Este principio rige para ambas partes y se
juega fundamentalmente al principio de buena fe.
El acreedor y el deudor no pueden modificar unilateralmente el objeto de la obligación.
El deudor debe ejecutar la misma prestación prevista en la obligación y no está legitimado para desobligarse cumpliendo con
otra distinta, aunque sea de mayor valor. De existir divergencias el acreedor puede rechazar justificadamente la oferta tentativa
de pago.
Tampoco el acreedor puede exigir una diferente de la que se le adeuda, aun cuando esta modificación se traduzca en un
beneficio para el deudor. Una excepción en la dación en pago.
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ARTÍCULO 868.- Identidad. El acreedor no está obligado a recibir y el deudor no tiene derecho a cumplir una prestación distinta a
la debida, cualquiera sea su valor.
Principio de integridad.
El principio de integridad traduce la idea de un pago completo y conduce a incluir todo aquello que cuantitativamente ha sido
programado en la obligación y aparece comprendido dentro de ella. El deudor no puede pretender pagar sólo parcialmente lo
adeudado, o ejecutar la prestación por partes. Representa una valoración cuantitativa entre lo debido y lo pagado. Es un
principio que alcanza ambas partes, aplicable tanto a las obligaciones emergentes de los contratos como de las nacidas de
fuente extracontractual, en el que juega un rol preponderante.
El deudor no puede fraccionar la prestación, ni el acreedor pretender cobrar sólo una parte de la deuda y negarse a percibir
otra, dejando subsistente la obligación y la responsabilidad del deudor por la parte no cobrada. Es un régimen de indivisión del
pago en las relaciones entre un deudor y un acreedor, qué se aplica aun siendo la obligación divisible.
ARTÍCULO 869.- Integridad. El acreedor no está obligado a recibir pagos parciales, excepto disposición legal o convencional en
contrario. Si la obligación es en parte líquida y en parte ilíquida, el deudor puede pagar la parte líquida.
El lugar de pago es el escenario en el que ha de actuarse el cumplimiento del vínculo y constituye junto con la identidad, la
integridad y la puntualidad los requisitos de exactitud del cumplimiento.
Permite determinar si el cumplimiento se ha realizado de manera adecuada y es idóneo para satisfacer el interés del acreedor.
También sirve para determinar la ley aplicable en el derecho internacional privado, cuando un contrato tiene elementos
extranjeros. Además tiene incidencia para determinar la competencia del juez en caso de controversia.
ARTÍCULO 873.- Lugar de pago designado. El lugar de pago puede ser establecido por acuerdo de las partes, de manera expresa
o tácita.
ARTÍCULO 874.- Lugar de pago no designado. Si nada se ha indicado, el lugar de pago es el domicilio del deudor al tiempo del
nacimiento de la obligación. Si el deudor se muda, el acreedor tiene derecho a exigir el pago en el domicilio actual o en el
anterior. Igual opción corresponde al deudor, cuando el lugar de pago sea el domicilio del acreedor.
Esta regla no se aplica a las obligaciones:
a) de dar cosa cierta; en este caso, el lugar de pago es donde la cosa se encuentra habitualmente;
b) de obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo; en este supuesto, lugar de pago es donde debe cumplirse la
prestación principal.
Cuando de la voluntad de las partes, de la ley, o de los usos y costumbres, no surge un lugar de pago diferente, la prestación
debe ejecutarse en el domicilio del deudor al tiempo del nacimiento de la obligación. En el código anterior, se establecía que el
lugar de pago era el domicilio del deudor al tiempo del cumplimiento de la obligación, en cambio, el nuevo código civil y
comercial establece que el lugar de pago es el domicilio del deudor al tiempo del nacimiento de la obligación. Este principio
tiene varias excepciones:
1. Designación convencional del lugar de pago. Las partes pueden libremente fijar el domicilio de pago, en ejercicio de la
autonomía privada. Dicha determinación puede ser inicial o darse durante el transcurso de la vida de la obligación, de
manera expresa o tácita. La designación expresa no requiere fórmulas sacramentales, basta que se hayan empleado
términos claros y categóricos. La designación tácita del lugar de pago surge de la naturaleza y circunstancias de la
obligación, cuando ella se induce con certidumbre la voluntad contractual de atenderse a un determinado lugar de
pago. También los usos y costumbres o las prácticas establecidas entre las partes, pueden ser relevantes para
determinar el lugar del pago. El lugar de pago puede ser establecido de manera alternativa (el lugar de pago pertenece
al deudor) o acumulativa (cuando se fracciona en partes iguales como sitios hubieran designado, siempre que la
obligación sea divisible).
2. Designación legal del lugar del pago.
a. Obligación de dar cosa cierta.
i. Cosas inmuebles. Si la obligación es de dar cosa inmueble la entrega debe realizarse en el lugar donde
se encuentra ubicado, pues es una cosa fija e inmovilizada.
ii. Cosas muebles ciertas. Si la obligación es de dar cosas muebles cierta, el lugar de pago es donde ella
se encuentra habitualmente.
1. Compraventa de cosas muebles. El lugar de la entrega es el que se convino, o el que
determinan los usos prácticos de la venta, o en su defecto debe hacerse en el lugar en el que
la cosa cierta se encontraba al momento de celebrarse el contrato.
2. Restitución de la cosa depositada. La cosa depositada debe ser restituido en el lugar donde
debía ser custodiada.
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b. Obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo. El lugar de pago es donde debe cumplirse la prestación
principal.
c. Contratos de consumo celebrados fuera de los establecimientos comerciales, a distancia y con utilización de
medios electrónicos o similares. Se considera lugar de cumplimiento aquel en el que el consumidor recibe
debe recibir la prestación. Dicho lugar lo fija la jurisdicción en caso de conflictos derivados del contrato
d. Domicilio constituido y lugar del pago. Las partes de un contrato pueden elegir un domicilio para el ejercicio de
los derechos y obligaciones que de él emanan. Tal elección impide extender la jurisdicción que, en principio,
corresponde a los jueces del domicilio real del contratante.
Tiempo de pago.
1. Obligaciones de exigibilidad inmediata o pura y simple. Son aquellas obligaciones cuya exigibilidad es inmediata a su
gestión y que, no están sujetas expresa o implícitamente a espacio-temporal algunos. La idea de plazo es incompatible con
la exigibilidad inmediata. Deben ser cumplidos en el momento mismo de su nacimiento.
2. Obligaciones a plazo determinado. El plazo determinado es aquel que ha sido fijado por las partes, por la ley o por el
juez. El plazo determinado puede ser cierto o incierto. Es cierto cuando al momento de realizarse el acto se conoce con
precisión la fecha en que operar a su vencimiento; es incierto cuando está fijado con relación a un hecho futuro necesario,
cuyo. Se conoce que el acontecimiento inexorable mente habrá de producirse, tendrá lugar, pero no se sabe cuándo tendrá
lugar. Tratándose de obligaciones de plazo determinado, el momento de cumplimiento de la obligación es el día de su
vencimiento.
3. Obligaciones a plazo indeterminado tácito. El plazo indeterminado se divide en plazo indeterminado tácito y plazo
indeterminado propiamente dicho. En el primer supuesto, fijado (por eso es indeterminado), pero surge tácitamente de la
naturaleza y circunstancias de la obligación. Tratándose de obligaciones sujetas a plazo tácito el pago debe ser realizado en
el tiempo en que, según la naturaleza y circunstancias de la obligación, debe cumplirse.
4. Obligaciones a plazo indeterminado propiamente dicho. En las obligaciones de plazo indeterminado propiamente dicho
el plazo tampoco está determinado pero no sé advierten elementos que permiten inferirlo de la naturaleza y circunstancia
de la obligación. Corresponde su fijación judicial. Se asimilan a este último supuesto los casos en donde se ha tomado en
cuenta un acontecimiento no forzoso, con la finalidad de diferir los efectos del acto, con la obligación de pagar cuando
mejore de Fortuna o cuando perciba el crédito de un tercero.
Una vez fijado el plazo por el juez, la obligación debe ser cumplida en la fecha indicada por la sentencia para el
cumplimiento de la obligación.
Pago anticipado.
ARTÍCULO 872.- Pago anticipado. El pago anterior al vencimiento del plazo no da derecho a exigir descuentos.
Requisitos.
ARTÍCULO 880.- Efectos del pago por el deudor. El pago realizado por el deudor que satisface el interés del acreedor, extingue el
crédito y lo libera.
ARTÍCULO 881.- Ejecución de la prestación por un tercero. La prestación también puede ser ejecutada por un tercero, excepto
que se hayan tenido en cuenta las condiciones especiales del deudor, o hubiere oposición conjunta del acreedor y del deudor.
Tercero interesado es la persona a quien el incumplimiento del deudor puede causar un menoscabo patrimonial, y puede pagar
contra la oposición individual o conjunta del acreedor y del deudor.
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ARTÍCULO 882.- Efectos que produce la ejecución de la prestación por un tercero. La ejecución de la prestación por un tercero
no extingue el crédito. El tercero tiene acción contra el deudor con los mismos alcances que:
a) el mandatario que ejecuta la prestación con asentimiento del deudor;
b) el gestor de negocios que obra con ignorancia de éste;
c) quien interpone la acción de enriquecimiento sin causa, si actúa contra la voluntad del deudor.
Puede también ejercitar la acción que nace de la subrogación por ejecución de la prestación por un tercero.
Gasto de pago es todo desembolso necesario para la adecuada preparación de la prestación y para su exacto cumplimiento. En
principio, excepto disposición legal en contrario, de pago están a cargo del deudor. Este criterio tiene su origen en el derecho
romano, se fundamenta en la idea de que el acreedor debe recibir la prestación de manera Integra, a fin de obtener una
completa satisfacción de su expectativa. De tener que soportar los gastos del pago, disminuiría el ingreso económico o beneficio
que el pago debe reportarle. Existen casos en los cuales los gastos de pago son a cargo del acreedor. Por ejemplo, en el ámbito
del derecho del consumidor, en caso de venta domiciliaria o por correspondencia, si se produce una revocación, los gastos de
devolución del bien recibido son a cargo del proveedor profesional.
Prueba de pago.
El acreedor debe probar la existencia del vínculo y su entidad cualitativa y cuantitativa. A partir de dicho extremo, corresponde
al deudor la demostración de los hechos que impiden o extinguen la obligación.
El pago no Se presume y en principio debe ser acreditado por quién invoca su existencia. En algunos casos es el acreedor quien
debe probar la falta de pago. Por ejemplo, en las obligaciones de no hacer, en donde, por tratarse de un hecho negativo, la carga
probatoria de no pago no pese sobre el acreedor que alega el incumplimiento. En tanto esta prueba no sea producida, el deudor
goza de presunción de haber cumplido.
Principio de libertad de medios probatorios y rigurosidad de la apreciación de la prueba de pago. Como regla el pago puede ser
acreditado por cualquier medio de prueba, la testimonial y presuncional.
La libertad de medios de pruebas cede cuando por voluntad de las partes o por disposición legal se exige una determinada
formalidad.
El recibo.
El recibo es la prueba por excelencia el cumplimiento. Se trata de una constancia escrita, que emana del accipiens, destinada a
documentar el pago efectuado.
Es una prueba preconstituida que tiene carácter de confesión o reconocimiento extrajudicial respecto de la verdad de la
recepción del pago efectuado. Por eso, algunos hablan de un reconocimiento extintivo.
Quién lo otorga debe tener capacidad para ello, el recibo emanado de una persona incapaz o con capacidad restringida para
recibir el pago es inválido.
ARTÍCULO 894.- Carga de la prueba. La carga de la prueba incumbe:
a) en las obligaciones de dar y de hacer, sobre quien invoca el pago;
b) en las obligaciones de no hacer, sobre el acreedor que invoca el incumplimiento.
ARTÍCULO 895.- Medios de prueba. El pago puede ser probado por cualquier medio excepto que de la estipulación o de la ley
resulte previsto el empleo de uno determinado, o revestido de ciertas formalidades.
ARTÍCULO 896.- Recibo. El recibo es un instrumento público o privado en el que el acreedor reconoce haber recibido la
prestación debida.
ARTICULO 897.- Derecho de exigir el recibo. El cumplimiento de la obligación confiere al deudor derecho de obtener la
constancia de la liberación correspondiente. El acreedor también puede exigir un recibo que pruebe la recepción.
ARTÍCULO 898.- Inclusión de reservas. El deudor puede incluir reservas de derechos en el recibo y el acreedor está obligado a
consignarlas. La inclusión de estas reservas no perjudica los derechos de quien extiende el recibo.
ARTÍCULO 899.- Presunciones relativas al pago. Se presume, excepto prueba en contrario que:
a) si se otorga un recibo por saldo, quedan canceladas todas las deudas correspondientes a la obligación por la cual fue
otorgado;
b) si se recibe el pago correspondiente a uno de los periodos, están cancelados los anteriores, sea que se deba una prestación
única de ejecución diferida cuyo cumplimiento se realiza mediante pagos parciales, o que se trate de prestaciones sucesivas que
nacen por el transcurso del tiempo;
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c) si se extiende recibo por el pago de la prestación principal, sin los accesorios del crédito, y no se hace reserva, éstos quedan
extinguidos;
d) si se debe daño moratorio, y al recibir el pago el acreedor no hace reserva a su respecto, la deuda por ese daño está
extinguida.
Es el conjunto de reglas y principios que dan solución a los problemas que se suscitan entre acreedor y deudor cuando existen
varias obligaciones de la misma naturaleza pendientes de cumplimiento y tiene lugar un pago que no alcanza a satisfacer a
todos. La teoría de la imputación del pago reconoce sus raíces en el derecho romano que la hizo descansar principalmente en
torno a la voluntad del deudor cómo especifica aplicación del favor debitoris.
Presupuestos.
1. Deben existir varias obligaciones pendientes de pago. Si no existiera pluralidad obligaciones, nada habría que exigir, nada que
imputar.
2. Esas obligaciones deben vincular a las mismas personas, en calidad de acreedor y deudor.
3. Las prestaciones deben ser todas de la misma naturaleza, o sea de la misma especie, homogéneas entre sí. La homogeneidad
de las prestaciones excluye de esta problemática a las obligaciones específicas en las que no hay posibilidad alguna de
confusión, ya que sólo puede ejecutarse la prestación singularmente determinada en su individualidad.
4. El pago debe ser insuficiente para satisfacer a todas las prestaciones pendientes de pago ya que si alcanzará cubrirlas a todas,
la imputación perdería sentido y utilidad.
ARTÍCULO 900.- Imputación por el deudor. Si las obligaciones para con un solo acreedor tienen por objeto prestaciones de la
misma naturaleza, el deudor tiene la facultad de declarar, al tiempo de hacer el pago, por cuál de ellas debe entenderse que lo
hace. La elección debe recaer sobre deuda líquida y de plazo vencido. Si adeuda capital e intereses, el pago no puede imputarse
a la deuda principal sin consentimiento del acreedor.
ARTÍCULO 901.- Imputación por el acreedor. Si el deudor no imputa el pago, el acreedor se encuentra facultado a hacerlo en el
momento de recibirlo, conforme a estas reglas:
a) debe imputarlo a alguna de las deudas líquidas y exigibles;
b) una vez canceladas totalmente una o varias deudas, puede aplicar el saldo a la cancelación parcial de cualquiera de las otras.
ARTÍCULO 902.- Imputación legal. Si el deudor o el acreedor no hacen imputación del pago, se lo imputa:
a) en primer término, a la obligación de plazo vencido más onerosa para el deudor;
b) cuando las deudas son igualmente onerosas, el pago se imputa a prorrata.
ARTICULO 903.- Pago a cuenta de capital e intereses. Si el pago se hace a cuenta de capital e intereses y no se precisa su orden,
se imputa en primer término a intereses, a no ser que el acreedor dé recibo por cuenta de capital.
Unidad 17.
Puede suceder que el deudor o el tercero han obstaculizado el ejercicio de su ius solvendi:
a. Cuando el acreedor no quiere recibir el pago.
b. Cuando el acreedor no puede recibir el pago, el razón de ser un incapaz sin representante o por hallarse ausente.
c. Cuando aun queriendo el acreedor recibir el pago, y pudiendo hacerlo, el solvens no puede efectuar un acto solutorio
seguro y válido por causas que le son ajenas.
En todos estos supuestos, cuando el deudor ha actuado de manera diligente su deber de presentación y no obstante ello, no ha
podido cumplir, resultado injusto que continúe indefinidamente vinculado. Por lo tanto se crea el pagó por consignación. Se
entiende como tal a la ejecución de la prestación que satisface el deudor o quien está legitimado para sustituirlo, con
intervención judicial.
ARTÍCULO 904.- Casos en que procede. El pago por consignación procede cuando:
a) el acreedor fue constituido en mora;
b) existe incertidumbre sobre la persona del acreedor;
c) el deudor no puede realizar un pago seguro y válido por causa que no le es imputable.
El pago por consignación en las obligaciones de hacer y de no hacer. El código civil y comercial sólo contempla en pago por
consignación de las obligaciones de dar, sin formular ninguna referencia a las obligaciones de hacer y de no hacer.
● Las obligaciones de no hacer son extrañas a este tema, pues el deudor paga absteniéndose.
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● Cuando se trata de una obligación de hacer una actividad, no se concibe la posibilidad de acudir al pagó por
consignación, pues éste requiere siempre la entrega de una cosa, la cual no puede ser hecha efectiva cuando lo
adeudado es una actividad.
● En las obligaciones de hacer dónde, además de la actividad prometida por el obligado, este debe entregar al acreedor la
obra terminada, se advierte, en forma paralela a la obligación de hacer, otra de entregar, emanada del mismo contrato,
por lo que la consignación procede plenamente.
Unidad 18.
Novación.
La novación es la extinción de una obligación por la creación de otra nueva, destinada a reemplazarla. Por ejemplo, Juan debe a
Pedro la suma de $50.000. Luego acuerdan en dar por extinguida dicha obligación y en hacer nacer en su reemplazo otra, que
tiene por objeto la entrega de un cuadro determinado. Se sustituye una obligación originaria, qué se extingue, por otra nueva,
que la reemplaza.
ARTÍCULO 933.- Definición. La novación es la extinción de una obligación por la creación de otra nueva, destinada a
reemplazarla.
ARTÍCULO 934.- Voluntad de novar. La voluntad de novar es requisito esencial de la novación. En caso de duda, se presume que
la nueva obligación contraída para cumplir la anterior no causa su extinción.
ARTÍCULO 935.- Modificaciones que no importan novación. La entrega de documentos suscriptos por el deudor en pago de la
deuda y, en general, cualquier modificación accesoria de la obligación primitiva, no comporta novación.
ARTÍCULO 936.- Novación por cambio de deudor. La novación por cambio de deudor requiere el consentimiento del acreedor.
ARTÍCULO 937.- Novación por cambio de acreedor. La novación por cambio de acreedor requiere el consentimiento del deudor.
Si este consentimiento no es prestado, hay cesión de crédito.
ARTÍCULO 939.- Circunstancias de la nueva obligación. No hay novación y subsiste la obligación anterior, si la nueva:
a) está afectada de nulidad absoluta, o de nulidad relativa y no se la confirma ulteriormente;
b) está sujeta a condición suspensiva, y el hecho condicionante fracasa; o a condición resolutoria retroactiva y el hecho
condicionante se cumple.
ARTÍCULO 940.- Efectos. La novación extingue la obligación originaria con sus accesorios. El acreedor puede impedir la extinción
de las garantías personales o reales del antiguo crédito mediante reserva; en tal caso, las garantías pasan a la nueva obligación
sólo si quien las constituyó participó en el acuerdo novatorio.
ARTÍCULO 941.- Novación legal. Las disposiciones de esta Sección se aplican supletoriamente cuando la novación se produce por
disposición de la ley.
1. Novación por cambio de objeto. Hay novación por cambio de objeto cuando en la segundo obligación se debe una
prestación distinta a la deuda en la primitiva extinguida. Por ejemplo, Juan debe a Pedro la suma de $100000; luego
deciden novarla, dándola por extinguida, y haciendo nacer en su lugar una nueva obligación, entre las mismas partes,
cuyo objeto es la entrega de un automóvil determinado.
2. Novación por cambio de causa. En este caso, el deudor se obliga respecto al acreedor a cumplir una prestación similar a
la que tenía la prestación primitiva extinguida, sólo que ahora en virtud de una causa fuente distinta. Por ejemplo, Juan
debe indemnizar a Pedro por los daños y perjuicios que le ha causado a raíz de un accidente de tránsito, pagándole la
suma de $100000. Las partes convienen luego que Juan habla de retener el importe que debía pagar, en calidad de
préstamo productivo de intereses, deviéndolo devolverlo al cabo de cierto tiempo. La obligación originaria ha quedado
extinguida y en su lugar surge una nueva, que la reemplaza, qué difiere del anterior en su causa fuente. Son supuestos
de novación por cambio de causa:
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a. La conversión de un préstamo en depósito o viceversa, siempre que se debe a una misma prestación en razón
una fuente jurídica distinta de la primitiva.
b. la conversión del precio de la locación de servicios adeudado en depósito por cuenta del acreedor.
c. La conversión en préstamo de una suma de dinero recibida por el mandatario sujeta a una rendición de
cuentas.
d. la conversión en préstamo de una suma de dinero debida a consecuencia de la indemnización de un hecho
ilícito.
e. La remesa de valores para ser acreditados en cuenta corriente mercantil, si no se hace reserva en contrario por
los interesados.
3. Novación por cambio de naturaleza o vínculo jurídico. Se produce cuando la obligación primitiva se extingue y en su
reemplazo surge otra, cuyo vínculo jurídico difiere del anterior. Se incluyen:
a. La obligación pura y simple que se extingue, y es reemplazada por una obligación sujeta a condición suspensiva
o resolutoria.
b. La obligación condicional que se convierte en pura y simple.
c. la obligación simplemente mancomunada que se extingue y en su reemplazo nace otra de carácter solidario o
viceversa.
d. La incorporación de un cargo resolutorio a una obligación pura y simple, en cuanto al derecho del acreedor se
transforma en resoluble o revocable.
4. Novación por cambio de sujetos. Hay novación por cambio de sujetos cuando la prestación, el vínculo y la causa de la
nueva legación permanecen idénticos a los que tenía la primitiva extinguida, cambiando solamente los sujetos.
a. Novación por cambio del acreedor. El acreedor originario es sustituido por otro, con consentimiento del
deudor; la obligación del primer se extingue y en su reemplazo surge una nueva, qué tiene un nuevo acreedor.
Opera la extinción de la obligación con sus accesorios y garantías, y el nacimiento de una nueva que tiene un
acreedor distinto. Es un acto triangular en el que intervienen el deudor, el acreedor originario y el acreedor
nuevo.
b. Novación por cambio de deudor. Opera cuando se extingue la obligación primitiva, y en su reemplazo nace una
nueva que sólo difiere del anterior en el sujeto pasivo, qué es ahora otra persona. Requiere en todos los casos
el consentimiento novatorio del acreedor. Puede darse por iniciativa del deudor primitivo (delegación), quién
da al acreedor un nuevo deudor, en lugar suyo; o por iniciativa del nuevo deudor, qué ofrece al acreedor
tomar a su cargo la prestación del primitivo obligado (ex promisión).
Dación en pago.
ARTÍCULO 942.- Definición. La obligación se extingue cuando el acreedor voluntariamente acepta en pago una prestación diversa
de la adeudada.
ARTÍCULO 943.- Reglas aplicables. La dación en pago se rige por las disposiciones aplicables al contrato con el que tenga mayor
afinidad.
El deudor responde por la evicción y los vicios redhibitorios de lo entregado; estos efectos no hacen renacer la obligación
primitiva, excepto pacto expreso y sin perjuicio de terceros.
Concepto: es todo acto de cumplimiento de una obligación que, con el consentimiento del acreedor, se lleva a cabo mediante la
realización de una prestación distinta a la que inicialmente se había establecido.
Efectos.
La dación en pago extingue la obligación principal con todos sus accesorios y garantías y libera el deudor. Son aplicables a ella las
consecuencias normales del pago, en cuanto importa extinción de la obligación, liberación del deudor y aniquilamiento del
crédito originario el acreedor.
Los efectos varían según cuál sea la naturaleza la prestación que es cumplida en sustitución de la originalmente debida.
a. Cuando lo dado en pago es un crédito constituido a favor del deudor, rigen las normas de la cesión de derecho.
b. Cuando la dación en pago consiste en la entrega de una cosa, se rige por las reglas de la compraventa.
Compensación.
ARTÍCULO 921.- Definición. La compensación de las obligaciones tiene lugar cuando dos personas, por derecho propio, reúnen la
calidad de acreedor y deudor recíprocamente, cualesquiera que sean las causas de una y otra deuda. Extingue con fuerza de
pago las dos deudas, hasta el monto de la menor, desde el tiempo en que ambas obligaciones comenzaron a coexistir en
condiciones de ser compensables.
ARTÍCULO 922.- Especies. La compensación puede ser legal, convencional, facultativa o judicial.
ARTÍCULO 923.- Requisitos de la compensación legal. Para que haya compensación legal:
a) ambas partes deben ser deudoras de prestaciones de dar;
b) los objetos comprendidos en las prestaciones deben ser homogéneos entre sí;
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c) los créditos deben ser exigibles y disponibles libremente, sin que resulte afectado el derecho de terceros.
ARTÍCULO 924.- Efectos. Una vez opuesta, la compensación legal produce sus efectos a partir del momento en que ambas
deudas reciprocas coexisten en condiciones de ser compensadas, aunque el crédito no sea líquido o sea impugnado por el
deudor.
ARTÍCULO 925.- Fianza. El fiador puede oponer la compensación de lo que el acreedor le deba a él o al deudor principal. Pero
éste no puede oponer al acreedor la compensación de su deuda con la deuda del acreedor al fiador.
ARTÍCULO 926.- Pluralidad de deudas del mismo deudor. Si el deudor tiene varias deudas compensables con el mismo acreedor,
se aplican las reglas de la imputación del pago.
ARTÍCULO 927.- Compensación facultativa. La compensación facultativa actúa por la voluntad de una sola de las partes cuando
ella renuncia a un requisito faltante para la compensación legal que juega a favor suyo. Produce sus efectos desde el momento
en que es comunicada a la otra parte.
ARTÍCULO 928.- Compensación judicial. Cualquiera de las partes tiene derecho a requerir a un juez la declaración de la
compensación que se ha producido. La pretensión puede ser deducida simultáneamente con las defensas relativas al crédito de
la otra parte o, subsidiariamente, para el caso de que esas defensas no prosperen.
Concepto. Compensación proviene del vocablo latino compensare, qué significa contrapesar, el cual a su vez deriva de pensare
cum: pesar juntas y balancear una duda con otra para tenerlas por extinguidas, hasta la concurrencia de la menor.
Específicamente, es un medio de liberarse de la deuda, que se produce por una mutua neutralización de dos obligaciones,
cuando quien tiene cumplir es, al mismo tiempo, acreedor de quien tiene que recibir satisfacción.
La compensación supone que dos personas son, por derecho propio, acreedoras y deudoras entre sí, por causas diferentes y
que, bajo ciertas condiciones, opera una neutralización entre ambas, hasta el límite de la menor, desde qué ambas comenzaron
a consistir en condiciones de ser compensadas. Por ejemplo, Juan debe a Pedro $25000 en virtud de un saldo de precio exigible
por mercaderías vendidas y, a su vez, Pedro es deudor de Juan por la suma de $13000 por honorarios profesionales impagos.
Ambas deudas electrolizan hasta el monto de la menor, dando luego de operada la compensación solamente un crédito de
Pedro contra Juan por $12000.
Compensación legal.
Es aquella que funciona ministerio leyes cuando se configuran todos los requisitos que la ley exige para ellos. Requiere de
alegación de parte interesada y no puede ser declarada de oficio. Esta expresamente reglada por nuestro código civil y comercial
en su artículo 923. Requiere de varios requisitos:
1. Reciprocidad de créditos. Ambas partes deben ser recíprocamente acreedores y deudores, lo cual supone que los
créditos y las deudas están ligadas a un mismo sujeto, en una misma condición o cualidad, de suerte que la
conversación recaiga sobre un mismo patrimonio. La palabra causa debe ser entendida como causa fuente o eficiente
de la obligación. Es indiferente el origen de una y otra obligación, pero es indispensable que los créditos existan y
provengan de causas fuentes diferentes.
2. Homogeneidad. Es preciso que las prestaciones sean fungibles entre sí y que pertenezcan al mismo género. Por
ejemplo, uno de los sujetos de 100 kilogramos de papas y otro adeuda 80 kilogramo de manzana, no hay compensación
legal posible pese a que individualmente consideradas ambas prestaciones son fungibles, sin embargo no lo son entre sí
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recíprocamente. La homogeneidad permite inferir que si uno de los deudores pagarse, el otro podría de inmediato
pagarle con lo mismo que recibe.
3. Ambas partes deben ser deudoras de obligación de dar. Las obligaciones de hacer y no hacer no son compensables
legalmente.
a. Obligaciones de dar sumas de dinero. En este caso la compensación procede sin dificultades. Las deudas en
moneda extranjera son deudas de dar dinero y procede la compensación siempre que ambas obligaciones
consistan en entregar una misma especie de moneda extranjera.
b. Obligaciones de género. Procede cuando ambas obligaciones son de género siempre que sean homogéneas
entre sí. No procede si las cosas fungibles adeudadas son de diferentes especie o calidad.
4. Exigibilidad. Ambas deudas deben ser susceptibles de inmediato reclamo por vía judicial y deben dar lugar a una acción
para obtener cumplimiento.
a. Son insusceptibles de ser compensadas legalmente:
i. La obligación sujeta a condición suspensiva, hasta tanto no se cumple la condición.
ii. Las obligaciones a plazo suspensivo, mientras no haya operador su vencimiento.
iii. Las obligaciones de nulidad absoluta.
b. Pueden ser compensas legalmente:
i. Las obligaciones sujetas a condición resolutoria con efecto retroactivo, pues ellas tienen exigencia
actual, sin que el acreedor está impedido de ejercitar su derecho. Pero el cumplimiento de la
condición aniquila retroactivamente el derecho, por lo que la compensación se tendría por no
sucedida, por ausencia de reciprocidad.
ii. Las obligaciones sujetas a condición resolutoria con efecto retroactivo.
iii. Las obligaciones sujetas a plazo extintivo, mientras se encuentra pendiente de plazo.
5. Libre disponibilidad. Para que se produzca la compensación legal es preciso que los créditos y las deudas que se
compensen se hallen expeditos, lo cual significa que ambas partes tienen su libre disponibilidad. Los créditos que no
pueden ser pagados eficazmente, tampoco pueden ser compensados legalmente.
6. Embargabilidad. Es preciso que el crédito que se pretenden neutralizar por vía de compensación legal sea embargable.
Los créditos inembargables tienen esa condición porque la ley ha procurado preservar su destino, con la finalidad
asegurar la protección de ciertos intereses impostergables; dicho objetivo devendría ilusorio si se permitirá la
compensación legal.
7. Liquidez. El código prescinde del requisito de la liquidez (liquidez significa que se encuentran definidas en su cuantía,
qué puede saberse cuánto se debe) para que se opere la compensación legal. Una vez opuesta, la compensación legal
produce sus efectos a partir del momento en que ambas deudas recíprocas coexisten en condiciones de ser
compensadas, aunque el crédito no sea líquido o sea impugnado por el deudor.
Efectos.
La compensación legal extingue de pleno derecho las obligaciones hasta el límite de la menor, es que ambas comienzan a
consistir en condiciones de ser compensadas. La extinción puede ser total o parcial, pues las deudas se extinguen
recíprocamente hasta la concurrencia de sus valores. El efecto extintivo opera de pleno derecho, ministerio legis, lo cual significa
que actúa con prescindencia de toda intervención del órgano judicial, provocado sus consecuencias instantáneamente.
Para que se produzca el efecto extintivo es preciso que la compensación se opuesta, alegada, hecha valer por la parte
interesada, judicial o extrajudicialmente.
Los efectos se producen a partir del momento en el cual ambas deudas comenzaron a existir en condiciones de ser
compensadas.
Compensación facultativa.
Este tipo de compensación tiene aplicación cuando falta uno de los requisitos que requiere la compensación legal, o cuando una
norma jurídica la impide para resguardar el interés del acreedor. Por ejemplo, la invocada por el acreedor de un crédito válido y
deudor de una obligación afectada de una nulidad relativa; o por quién tiene un crédito exigible y es deudor de una obligación
sujeta a plazo suspensión no cumplido establecida a favor suyo.
Efectos.
Tiene los mismos efectos que la compensación legal. Sólo hay diferencias en el momento a partir del cual ellos operan: en la
compensación legal se producen desde que ambas deudas comienzan a coexistir en condiciones de ser compensadas, en la
compensación facultativa se generan a partir del momento en que el beneficiario remueve el obstáculo legal que lo favorece y
que obsta a la compensación legal y la comunica la otra parte. Recién en ese momento desaparece el obstáculo que impedía la
compensación, dejando ambos créditos en condiciones de ser neutralizados.
Compensación judicial.
Es aquella que resulta de la sentencia que acoge parcial o totalmente la demanda y la demanda y la reconvención y las
compensa hasta la suma mayor reconocida. Por ejemplo, si Pedro demanda a Juan la suma de $50000 y Juan reconviene contra
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Pedro por la suma de $40000. Luego el juez acoge ambas pretensiones y declara compensados ambos créditos hasta el monto
del menor. Como consecuencia de ello, Juan deberá pagar a Pedro solamente $10000.
Efectos.
Los efectos de la compensación judicial son los mismos que los de la compensación legal. Difieren solamente en el momento a
partir del cual se producen.
Según algunos autores, el efecto extintivo de la compensación se generaba a partir de la fecha de la sentencia judicial que
declaraba la compensación.
Según otros autores, dado el afecto declarativo que tiene el decisorio judicial en estos supuestos, estimaban que los efectos de
la compensación judicial debían retrotraerse al momento que se traba la litis.
Para otros autores, la compensación produce sus efectos desde que ambos créditos y deudas coexisten en condiciones de ser
compensados.
Compensación convencional.
Es el contrato en virtud del cual acreedor y deudor extinguen dos obligaciones recíprocas, provenientes de distintas causas,
cuando media obstáculos para que opera la compensación legal. Producen un efecto extintivo que la compensación legal. Por
ejemplo, Juan debe a Pedro un automóvil determinado y éste, a su vez, adeuda una suma de dinero. Nada impide que las partes,
en ejercicio de la autonomía privada, den por canceladas ambas obligaciones. el código civil y comercial no reglamenta esta
especie de compensación, que se rige por las reglas ordinarias de los contratos.
Efectos.
Produce sus efectos en la forma, modo y tiempo previsto por las partes, que gozan de plena libertad negocial, con las lógicas
limitaciones que imponen las disposiciones de orden público.
Renuncia de derechos.
ARTÍCULO 944.- Caracteres. Toda persona puede renunciar a los derechos conferidos por la ley cuando la renuncia no está
prohibida y sólo afecta intereses privados. No se admite la renuncia anticipada de las defensas que puedan hacerse valer en
juicio.
ARTÍCULO 945.- Renuncia onerosa y gratuita. Si la renuncia se hace por un precio, o a cambio de una ventaja cualquiera, es
regida por los principios de los contratos onerosos. La renuncia gratuita de un derecho sólo puede ser hecha por quien tiene
capacidad para donar.
ARTÍCULO 946.- Aceptación. La aceptación de la renuncia por el beneficiario causa la extinción del derecho.
ARTÍCULO 947.- Retractación. La renuncia puede ser retractada mientras no haya sido aceptada, quedando a salvo los derechos
adquiridos por terceros.
ARTÍCULO 948.- Prueba. La voluntad de renunciar no se presume y la interpretación de los actos que permiten inducirla es
restrictiva.
ARTÍCULO 949.- Forma. La renuncia no está sujeta a formas especiales, aun cuando se refiera a derechos que constan en un
instrumento público.
ARTÍCULO 950.- Remisión. Se considera remitida la deuda, excepto prueba en contrario, cuando el acreedor entrega
voluntariamente al deudor el documento original en que consta la deuda. Si el documento es un instrumento protocolizado y su
testimonio o copia se halla en poder del deudor sin anotación del pago o remisión, y tampoco consta el pago o la remisión en el
documento original, el deudor debe probar que el acreedor le entregó el testimonio de la copia como remisión de la deuda.
ARTÍCULO 951.- Normas aplicables. Las disposiciones sobre la renuncia se aplican a la remisión de la deuda hecha por el
acreedor.
ARTÍCULO 952.- Efectos. La remisión de la deuda produce los efectos del pago. Sin embargo, la remisión en favor del fiador no
aprovecha al deudor. La hecha a favor de uno de varios fiadores no aprovecha a los demás.
ARTÍCULO 953.- Pago parcial del fiador. El fiador que pagó una parte de la deuda antes de la remisión hecha al deudor, no puede
repetir el pago contra el acreedor.
ARTÍCULO 954.- Entrega de la cosa dada en prenda. La restitución al deudor de la cosa dada en prenda causa sólo la remisión de
la prenda, pero no la remisión de la deuda.
Concepto.
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En sentido amplio, constituye el acto por el cual una persona, en forma libre y espontánea, abdica de un derecho disponible,
cualquiera sea su naturaleza.
En sentido restringido, la renuncia es el acto de abdicación voluntaria y espontánea del derecho de crédito. Esa figura se
denomina remisión de deuda.
La doctrina dominante dice que la renuncia constituye el género, que abarca los actos de abdicación de todo tipo de derechos
susceptibles de abandono. Una de esas especies es la remisión de la deuda, qué es la renuncia a un derecho de crédito.
Otro enfoque sostiene que renuncia y remisión de la deuda son dos modos distintos de extinción de obligaciones. Las diferencias
transitorias por su carácter unilateral, que si ya no te distintiva de la renuncia o bilateral, qué distinguiría a la remisión de la
deuda.
La renuncia, entendida en sentido amplio, es el acto de abdicación de cualquier derecho que sea disponible, personal, real o
intelectual. La remisión de la deuda es una especie dentro del género más amplio de la renuncia y opera cuando lo abdicado es
un derecho de crédito.
Clases.
1. Por acto entre vivos o por disposición de última voluntad.
2. Renuncia gratuita. Es gratuita cuando se realiza sin contraprestación alguna por parte del beneficiado por aquella. El
acreedor manifiesta su voluntad de extinguir en todo o en parte su derecho de crédito, sin recibir nada en pago, ni a
cambio.
3. Renuncia onerosa. Se configura cuando la renuncia se hace por un precio, a cambio de una ventaja cualquiera que
ofrece o da el otro contratante. Según sea el objeto de la contraprestación, se aplicarán en lo pertinente las reglas de la
compraventa o de la permuta; y si la renuncia onerosa se refiere a derechos litigiosos o dudosos, se aplica las normas y
principios de la transacción.
4. Total o parcial. La abdicación puede referirse a los derechos y obligaciones emergentes de una relación o situación
jurídica, integralmente considerada (renuncia total), o acostarse a determinadas potestades, facultades, acción o
calidades de los derechos abandonados (renuncia parcial).
Efectos.
1. Efecto extintivo. La renuncia provoca la extinción del derecho, con todos sus accesorios y garantías. sólo produce efectos
entre acreedor y deudor y no puede ser realizada en perjuicio de terceros.
2. Retractación. La renuncia gratuita puede ser retractada, lo cual significa que quien antes había abdicado de su crédito, lo
deja sin efecto, recobrando plenamente su derecho. Constituye un acto jurídico unilateral, no formal. Puede hacerlo
mientras no medie aceptación de la renuncia por el deudor. La denominada renuncia onerosa implica un contrato, qué es
ley para las partes y qué, salvo previsión en contrario, no puede ser dejado sin efecto unilateralmente por alguna de ellas.
La retractación puede ser expresa o tácita, es expresa cuando quién ha renunciado comunicar al deudor la revocación de la
misma. Esta tácita cuando a través de actos inequívocos, incompatibles con la intención de renunciar, surja su voluntad en
contrario.
Remisión de deuda.
Es un acto jurídico unilateral por el cual el acreedor abdica de su derecho de crédito, provocando la extinción de la obligación sin
satisfacción del interés del acreedor, y la consiguiente liberación del deudor. Las disposiciones sobre la renuncia se aplican en la
remisión de la deuda por el acreedor.
BOLILLA 19.
Transacción.
Concepto: Según el artículo 1641 “La transacción es un contrato por el cual las partes, para evitar un litigio, o ponerle fin,
haciéndose concesiones recíprocas, extinguen obligaciones dudosas o litigiosas.”
La transacción es un instrumento de composición de controversias jurídicas. A través de ellas las partes zanjan situaciones
conflictivas, mediante recíprocos actos de abolición de sus pretensiones originarias, en cuestiones que son dudosas o que están
sometidas a litigio (lo cual trasunta un claro efecto extintivo), al tiempo que otorgan certidumbre a sus derechos y deberes, con
indudable beneficio, tanto desde la perspectiva económica como jurídica.
En la transacción interesa no sólo el fin perseguido (alcanzar certidumbre en situaciones jurídicas litigiosas o dudosas), sino
también los medios por los que se concreta (concesiones recíprocas). Ambos aspectos deben estar presentes a la hora de
conformar la figura.
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La regulación efectuada de la figura merece estas observaciones:
a) El artículo 1641 dispone que la transacción extingue obligaciones dudosas o litigiosas, siguiendo la solución normativa
del artículo 832 del código civil anterior. En verdad, la transacción puede extinguir derechos patrimoniales de otra naturaleza
(derechos reales, intelectuales), dudosos o litigiosos, y no sólo obligaciones. Más aún: también ciertos derechos
extramatrimoniales pueden excepcionalmente ser objeto de transacción.
b) Subsiste el requisito de la res dubia como elemente configurativo de la transacción, lo cual nos parece
equivocado.
c) Mediante la exigencia contenida en el artículo 838 del código anterior para transacción que recae sobre derechos
litigiosas. Ellas sólo se considera eficaz a partir de la presentación del instrumento firmado por los interesados ante el juez que
tramita la causa y mientras eso no suceda, aquellos pueden desistir de la misma. Era –y es- una solución inconveniente, que
mereció múltiples objeciones, y que subsiste injustificadamente en el nuevo código (Art. 1643)
d) Guarda llamativo silencio con relación al efecto declarativo de la transacción, que era rasgo distintivo del sistema
elaborado por el código anterior. El nuevo código nada dice al respecto, lo cual puede dar lugar, veremos luego, a distintas
interpretaciones. El nuevo código nada dice al respecto, lo cual puede dar lugar, veremos luego, a distintas interpretaciones.
Pensamos que el legislador debería haberse pronunciado sobre este tema, incluso en el eventual supuesto de inclinarse por
atribuir a la transacción un efecto constitutivo (y no declarativo) siguiendo una calificada doctrina que goza de sólido
predicamento en el derecho comparado.
Elementos de la transacción.
Acuerdo de partes con finalidad extintiva;
Res dubia;
Concesiones recíprocas;
La capacidad;
El objeto,
Y la forma.
En principio, no es menester que ambas concesiones sean equivalentes. La solución se explica, dado que en esta materia suelen
gravitar consideraciones subjetivas, motivadas muchas veces en el propósito de evitar un pleito prolongado, que pueden
determinar un acto de abdicación más o menos amplio, según las circunstancias. Es preciso, eso sí, que las concesiones sean
reales, serias, no irrisorias. Si ellas se reducen tanto de se considere que el sacrificio termina realizado por una sola de las partes,
estaremos ante una transacción simulada, o ante un posible fraude de la ley hecho en desmedro del contratante débil.
De aquella premisa se ha extraído, que la transacción no puede ser impugnada por el vicio de lesión subjetiva. “Parece lógico –
dice Tamayo Hayo- que el reflejo de la no exigencia de equivalencia en la transacción sea la exclusión de la rescisión por lesión”.
Para que proceda la acción de nulidad o reajuste por lesión subjetiva no basta con la sola desproporción de prestaciones. Es
preciso, además, que medie aprovechamiento (explotación) por parte de lesionante de la situación de la necesidad, ligereza o
inexperiencia del lesionado.
En este sentido se pronunciaron las XXV Jornada de Derecho Civil, Tucumán, 2013, cuyo despacho de la comisión de
obligaciones sostuvo: “16) El instituto de la lesión subjetiva es plenamente aplicable a la transacción”.
Caracteres.
Bilateral. Oneroso. Consensual. Nominado. De interpretación restrictiva. Formal.
Supuestos específicos.
Dispone el artículo 1647: “nulidad. Sin perjuicio de lo dispuesto en el capítulo 9 del título IV del libro primero respecto
de los actos jurídicos, la transacción es nula:
a) Si alguna de las partes invoca títulos total o parcialmente inexistentes, o ineficaces;
b) Si, al celebrarla, una de las partes ignora que el derecho que transa tiene otro título mejor;
c) Si versa sobre pleito ya resuelto por sentencia firme, siempre que la parte que la impugna lo haya
ignorado”.
Confusión.
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La confusión tiene distintas acepciones jurídicas dentro de nuestro sistema. Se hace referencia a ella:
En el condominio por confusión de límites que estaba reglada en los artículos 2746 a 2755 del código civil y ahora se
encuentra contemplada en la acción de deslinde que reglan los artículos 2266 a 2268 del código civil y comercial;
Cuando se trata de la confusión de cosas mezcladas de manera inseparable (regulada en el nuevo código como
accesión de cosas muebles en el art. 1958 cód. civil y com.;
Cuando opera el hecho extintivo denominado consolidación, al reunirse en una misma persona dos calidades jurídicas
incompatibles.
En el plano obligacional la confusión tiene un sentido y alcance bien definidos pues constituye un medio de extinción de
obligaciones. Ella se produce cuando las calidades de acreedor y deudor de una única obligación se reúnen en una misma
persona y en un mismo y único patrimonio. Es obvio que en tales circunstancias la obligación no puede mantener su existencia
al desvanecerse una de las notas fundamentales que hacen, inclusive, a su propia estructura: la bipolaridad. Toda obligación
requiere, para ser tal, tanto al momento de su gestación cuanto a lo largo de toda su existencia, de la presencia de dos polos
activo y pasivo, crédito y deuda- en torno a los cuales se estructura su funcionamiento.
Ello presupone que en cada polo existen personas distintas y patrimonios distintos, pues, de otro, el ejercicio de los derechos y
deberes que emergen del crédito, y los correlativos emplazados en torno a la deuda, devendrían de imposible realización.
Nadie puede ser acreedor o deudor de sí mismo, ni puede exigirse la realización de la prestación debida, pues ello encierra una
contradicción de términos, amén de total inutilidad y falta de interés que trasunta para quien se encuentra en tal situación.
Hay, de tal modo, un hecho jurídico que impide la subsistencia de la obligación y que provoca su extinción.
Requisitos.
Para que opere la extinción obligacional por confusión es menester la presencia de tres requisitos:
a) Sucesión del deudor en la posición del acreedor o a la inversa.
b) Debe tratarse de una única obligación. Si se trata de dos obligaciones, el hecho de que una misma persona reúna las
calidades de acreedor y deudor en una de ellas, no provoca lógicamente la extinción por confusión.
c) Él crédito y la deuda deben corresponder a una misma persona, por derecho propio, y a un mismo patrimonio.
Imposibilidad de pago.
Imposibilidad de pago.
BOLILLA 20.
Concepto: La prescripción liberatoria es la extinción de un derecho en virtud de la inacción de los sujetos durante el término
fijado por la ley.
Para su configuración necesita de dos elementos: el transcurso del tiempo fijado por la ley para el ejercicio del derecho y
la inactividad o inacción de los sujetos.
Dos son las normas a tener en cuenta: los artículos 2532 y 2560.
El primero establece: “Ámbito de aplicación. En ausencia de disposiciones específicas, las normas de este capítulo son
aplicables a la prescripción adquisitiva y liberatoria. Las legislaciones locales podrán regular esta última en cuanto a plazo de
tributos.”
El segundo dispone: “Plazo genérico. El plazo de la prescripción es de cinco años, excepto que esté previsto uno diferente en
la legislación local.”
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subsiste como natural; también aquellos que niegan que exista tal obligación y acudiendo a distintos argumentos consideran
que el deudor se libera. Afirman otros que la prescripción liberatoria aniquila el derecho. El nuevo código gurda silencio en
torno a este punto y no permite que el debate de acalle.
• La acción prescribe, pero nace o subsiste una obligación natural: Para algunos, la prescripción liberatoria sólo
determina la pérdida de la acción, aunque sin destruir el derecho de crédito y la deuda correlativas, que subsistirían –
aunque modificados- integrando una obligación natural.
• La prescripción tiene por efecto la pérdida de la acción y como consecuencia de ello, la obligación se extingue:
Conforme a otro criterio, la prescripción extingue “la acción que confiere ciertos derechos o situaciones jurídicas a su titular
(no sólo las relaciones de obligación), por el transcurso del tiempo fijado por la ley sumado a la inacción de las partes”.
El efecto propio de la prescripción en la obligación operaria de manera muy singular. No produciría no produciría por sí sola
la extinción del crédito de manera directa, sino por vía de consecuencia. Esto último por cuanto, al privar a la acción de
exigibilidad, se aniquilaría el elemento coactivo, quedando la obligación desnaturalizada como tal atento al concepto
normativo del artículo 724, al no dar derecho a exigir su cumplimiento.
En otras palabras, la prescripción aniquila la acción y como consecuencia de la pérdida de la acción, la obligación se extingue
por defecto de uno de sus requisitos normativos: no da derecho, ante el incumplimiento del deudor, a obtener
forzadamente la satisfacción del interés del acreedor.
Curso de la prescripción
Momento inicial.
Como regla, el transcurso de la prescripción liberatoria comienza a correr cuando el derecho es exigible. O sea, cuando el
titular del derecho está en la posibilidad jurídica de ejercer su potestad. Aunque le derecho exista, la prescripción no correr
si aún no se encuentra abierta y expedita la facultad de demandarlo ante los organismos jurisdiccionales del Estado.
Actos interruptivos de la prescripción liberatoria. Momento a partir del cual opera la interrupción de la prescripción.
Suspensión de la prescripción.
El curso de la prescripción puede estar sujeto a diferentes vicisitudes, aptas para producir importantes efectos jurídicos. Ellas
son la suspensión y la interrupción de la prescripción.
Se trata de fenómenos que operan mientras se encuentra corriendo el plazo de la prescripción.
Suspensión de la prescripción: es la paralización del curso de la prescripción por la existencia de causas concomitantes o
sobrevinientes a su inicio, establecido por la ley. Provoca una detención del curso de la prescripción, a partir de la
configuración de la causal apta para generarla, mientras ella dure, sin borrar los efectos ya producidos hasta ese momento.
Una vez desaparecida la situación suspensiva, el curso de la prescripción se reanuda hasta completar el término faltante.
Interrupción de la prescripción.
El transcurso de la prescripción se interrumpe cuando en virtud de una causa legalmente apta para producir dicho efecto, se
borra o inutiliza el lapso transcurrido hasta ese momento, volviendo a correr un nuevo plazo de idéntica duración que el
anterior. Así lo determina el artículo 2544 “Efectos. El efecto de la interrupción de la prescripción es tener por no sucedido el
lapso que le precede e iniciar un nuevo plazo.”
Provoca efectos más radicales que la suspensión de la prescripción, pues en tanto ésta adormece el curso de la prescripción,
poniéndolo en una suerte de latencia, sin borrar el ya transcurrido, la interrupción de la prescripción aniquila
completamente el término transcurrido.
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Se contraviene cuál es el momento a partir del cual la interrupción de la prescripción por demanda produce sus efectos.
El código civil y com. Gurda silencio al respecto, ello provoca enfoques encontrados en nuestra doctrina:
• Según una calificada opinión es preciso que la petición judicial efectuada en los términos del artículo 2546 sea
notificada para que produzca efecto interruptivo. La jurisprudencia nacional se inclina de manera casi unánime por esta
doctrina, que juzgamos correcta.
Plazos de caducidad
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BOLILLA 21.
Una declaración unilateral de voluntad puede actuar sobre una relación jurídica obligatoria ya existente, o bien como situación
que engendra nuevas relaciones jurídicas.
Razones de buena fe y principios de interés social pueden justificar, en numerosos supuestos, que la ley asigne dicho
efecto generador de obligaciones a la mera declaración unilateral de voluntad.
La ley puede en casos excepcionales, por ella tipificados, prescindir de la necesidad de aceptación del acreedor, o bien,
presumirla. Se trata de situaciones específicas.
La declaración unilateral de voluntad no tipificada por la ley puede, sin embargo, tener otros efectos jurídicos de
importancia, entre los cuales se menciona la posible configuración, en caso de inobservancia, de responsabilidad
precontractual y su papel en pleno del reconocimiento obligacional o como instrumento de fijación o acertamiento,
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supuestos en los cuales nos hallaremos frente a un fenómeno de admisión de una relación jurídica creada en virtud de
un negocio anterior, aun cuando este sea incierto.
Si el destinatario de la declaración unilateral de voluntad que expresa la voluntad de obligarse la acepta, se configura la
existencia de una obligación en sentido estricto y ello da fundamento a la pretensión de cumplimiento de la misma.
La doctrina positiva amplia incurre en el error de asimilar la obligación a la fuerza vinculante de ciertas declaraciones
unilaterales de voluntad formuladas con intención de obligarse.
El código regula la voluntad unilateral en el título V, capítulo 5. Establece cuatro secciones: la primera destinada a disipaciones
generales (arts. 1800 a 1802), la segunda a la promesa publica de recompensa (arts. 1803 a 1806), la tercera al concurso público
(arts. 1807 a 1809)y la cuarta a las garantías unilaterales (arts. 1810 a 1814).
Otra de las formas que dan origen a una obligación es la declaración unilateral de la voluntad, respecto de la cual algunos
juristas opinan que la obligación, por tratarse de una relación jurídica, no puede darse si no existe un acuerdo de voluntades;
frente a tal opinión, otros autores aceptan que una obligación puede ser creada por la sola voluntad de una de la partes,
afirmando que alguien puede ser obligado por la simple declaración de su voluntad; y una tercera postura, nos indica que la
manifestación de voluntad no obliga a su autor hasta en tanto esa manifestación de voluntad es aceptada por aquel a quien va
dirigida, es decir, que la declaración unilateral de voluntad es o constituye una fuente de obligaciones, pero solamente en casos
excepcionales.
SECCION 1ª
Disposiciones generales
ARTICULO 1800.-Regla general. La declaración unilateral de voluntad causa una obligación jurídicamente exigible en los casos
previstos por la ley o por los usos y costumbres. Se le aplican subsidiariamente las normas relativas a los contratos.
ARTICULO 1801.- Reconocimiento y promesa de pago. La promesa de pago de una obligación realizada unilateralmente hace
presumir la existencia de una fuente válida, excepto prueba en contrario. Para el reconocimiento se aplica el artículo 733.
ARTICULO 1802.- Cartas de crédito. Las obligaciones que resultan para el emisor o confirmante de las cartas de crédito emitidas
por bancos u otras entidades autorizadas son declaraciones unilaterales de voluntad. En estos casos puede utilizarse cualquier
clase de instrumento particular.
SECCION 2ª
ARTICULO 1803.- Obligatoriedad. El que mediante anuncios públicos promete recompensar, con una prestación pecuniaria o una
distinción, a quien ejecute determinado acto, cumpla determinados requisitos o se encuentre en cierta situación, queda
obligado por esa promesa desde el momento en que llega a conocimiento del público.
ARTICULO 1804.- Plazo expreso o tácito. La promesa formulada sin plazo, expreso ni tácito, caduca dentro del plazo de seis
meses del último acto de publicidad, si nadie comunica al promitente el acaecimiento del hecho o de la situación prevista.
ARTICULO 1805.- Revocación. La promesa sin plazo puede ser retractada en todo tiempo por el promitente. Si tiene plazo, sólo
puede revocarse antes del vencimiento, con justa causa. En ambos casos, la revocación surte efecto desde que es hecha pública
por un medio de publicidad idéntico o equivalente al utilizado para la promesa. Es inoponible a quien ha efectuado el hecho o
verificado la situación prevista antes del primer acto de publicidad de la revocación.
ARTICULO 1806.- Atribución de la recompensa. Cooperación de varias personas. Si varias personas acreditan por separado el
cumplimiento del hecho, los requisitos o la situación previstos en la promesa, la recompensa corresponde a quien primero lo ha
comunicado al promitente en forma fehaciente.
Si la notificación es simultánea, el promitente debe distribuir la recompensa en partes iguales; si la prestación es indivisible, la
debe atribuir por sorteo.
Si varias personas contribuyen a un mismo resultado, se aplica lo que los contribuyentes han convenido y puesto en
conocimiento del promitente por medio fehaciente.
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A falta de notificación de convenio unánime, el promitente entrega lo prometido por partes iguales a todos y, si es indivisible, lo
atribuye por sorteo; sin perjuicio de las acciones entre los contribuyentes, las que en todos los casos se dirimen por amigables
componedores.
SECCION 3ª
Concurso público
ARTICULO 1807.- Concurso público. La promesa de recompensa al vencedor de un concurso, requiere para su validez que el
anuncio respectivo contenga el plazo de presentación de los interesados y de realización de los trabajos previstos.
El dictamen del jurado designado en los anuncios obliga a los interesados. A falta de designación, se entiende que la
adjudicación queda reservada al promitente.
El promitente no puede exigir la cesión de los derechos pecuniarios sobre la obra premiada si esa transmisión no fue prevista en
las bases del concurso.
ARTICULO 1808.- Destinatarios. La promesa referida en el artículo 1807 puede ser efectuada respecto de cualquier persona o
personas determinadas por ciertas calidades que deben ser claramente anunciadas. No pueden efectuarse llamados que
realicen diferencias arbitrarias por raza, sexo, religión, ideología, nacionalidad, opinión política o gremial, posición económica o
social, o basadas en otra discriminación ilegal.
ARTICULO 1809.- Decisión del jurado. El dictamen del jurado obliga a los interesados. Si el jurado decide que todos o varios de
los concursantes tienen el mismo mérito, el premio es distribuido en partes iguales entre los designados. Si el premio es
indivisible, se adjudica por sorteo. El jurado puede declarar desierto cualquiera de los premios llamados a concurso.
SECCION 4ª
Garantías unilaterales
ARTICULO 1810.- Garantías unilaterales. Constituyen una declaración unilateral de voluntad y están regidas por las disposiciones
de este Capítulo las llamadas “garantías de cumplimiento a primera demanda”, “a primer requerimiento” y aquellas en que de
cualquier otra manera se establece que el emisor garantiza el cumplimiento de las obligaciones de otro y se obliga a pagarlas, o
a pagar una suma de dinero u otra prestación determinada, independientemente de las excepciones o defensas que el
ordenante pueda tener, aunque mantenga el derecho de repetición contra el beneficiario, el ordenante o ambos.
El pago faculta a la promoción de las acciones recursorias correspondientes.
En caso de fraude o abuso manifiestos del beneficiario que surjan de prueba instrumental u otra de fácil y rápido examen, el
garante o el ordenante puede requerir que el juez fije una caución adecuada que el beneficiario debe satisfacer antes del cobro.
ARTICULO 1812.- Forma. Las garantías previstas en esta Sección deben constar en instrumento público o privado.
Si son otorgadas por entidades financieras o compañías de seguros, pueden asumirse también en cualquier clase de instrumento
particular.
ARTICULO 1813.- Cesión de garantía. Los derechos del beneficiario emergentes de la garantía no pueden transmitirse
separadamente del contrato o relación con la que la garantía está funcionalmente vinculada, antes de acaecer el incumplimiento
o el plazo que habilita el reclamo contra el emisor, excepto pacto en contrario.
Una vez ocurrido el hecho o vencido el plazo que habilita ese reclamo, los derechos del beneficiario pueden ser cedidos
independientemente de cualquier otra relación. Sin perjuicio de ello, el cesionario queda vinculado a las eventuales acciones de
repetición que puedan corresponder contra el beneficiario según la garantía.
ARTICULO 1814.- Irrevocabilidad. La garantía unilateral es irrevocable a menos que se disponga en el acto de su creación que es
revocable.
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Enriquecimiento sin causa
Se refiere s la ausencia de una causa legítima que justifique el desplazamiento, es decir, que los bienes de una persona es
sometida a cambios de titularidad.
Es la pretensión que el ordenamiento jurídico reconoce a cualquier persona que ha experimentado una disminución patrimonial,
a raíz del desplazamiento de un bien que ha salido de su patrimonio, contra quien se ha beneficiado injustamente por ello y que
tiene por finalidad compensar el desplazamiento patrimonial no justificado.
Subsidiariedad.
Se ha controvertido desde antaño si la acción de enriquecimiento sin causa que nos ocupa tiene o no carácter subsidiario. Dicho
de otro modo: si ella nace sólo a falta de todo otra acción contra el enriquecido o si, por el contrario, presenta carácter general,
principal y autónomo.
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Efectos de la acción in rem verso
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Pago indebido
El pago indebido, no autoriza al accipiens a retener lo percibido y, consecuentemente, hace nacer una obligación de restituir que
tiene por acreedor al solvens.
Distintos supuestos.
Dentro del llamado pago indebido se incluyen en el código civil y com. Estos supuestos:
a) Pago sin causa (art. 1796, inc. A, b y c.)
El pago sin causa se configura toda vez que se realice una traslación patrimonial que con aspecto de pago (que no es tal)9, luzca
orientada a extinguir una obligación que no existe válidamente como tal. Todo pago supone la preexistencia de una obligación.
Va de suyo que si no existe esta última, quien recibe el desplazamiento patrimonial en pretendió pago, carece de título a tal fin y
debe restituir lo percibido. Buena fe del acreedor: se subroga.
Mala fe: repetición.
b) El pago realizado en virtud de una obligación cuya causa es ilícita o inmoral (art. 1796, inc. D.) Es repetible el pago cuya
causa es ilícita o inmoral.
c) El pago obtenido por medios ilícitos (art. 1796, inc. E). Es repetible.
Pago por error.
Ha desaparecido la tipología del pago por error que reglaba el código civil anterior en sus artículos 784 a 791, que en gran
medida quedaba absorbida por el pago sin causa, concebido ahora con mayor amplitud y sobre bases objetivas. En muchos de
los supuestos en los que antes sólo procedía la repetición si se alegaba y probaba un error esencial ahora puede producirse el
mismo efecto, sin este requisito. El error en la conducta del solvens deviene irrelevante a los fines de la repetición del pago. Así
lo establece expresamente el artículo 1797.
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