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REPORTE DEL ÁREA DE CAPACITACIÓN

I. DATOS GENERALES

Nombre del estudiante: Carlos Enrique Brioso Alvan

Nombre de la Capacitación: "Fortaleciendo la autonomía de nuestros hijos: estrategias para


fomentar el crecimiento personal en niños y adolescentes"

Fecha y Lugar: 15 y 21 de agosto de agosto del 2023 en la ciudad de Lima.

Nombre del Ponente: LUIS MÍO TORRES C.Ps.P. 34428.

N° de horas: 40

II. CONTENIDO TEMÁTICO: IDEAS PRINCIPALES/ RESUMEN/ESQUEMA, QUE EVIDENCIAN


LOS APRENDIZAJES OBTENIDOS ACOMPAÑADO DE LOS CERTIFICADOS.
Fortaleciendo la autonomía de nuestros hijos

¿Qué es la autonomía?

La autonomía se refiere a la capacidad de actuar de manera independiente y autodirigida,

incorporando la habilidad de razonar sobre principios éticos como guía fundamental. En este

contexto, implica la toma consciente de decisiones respecto al comportamiento y pensamientos,

fundamentadas en reglas y valores personales. Así mismo, la autonomía también trata sobre

asumir la responsabilidad sobre las decisiones tomadas y estar consciente de las posibles

consecuencias que puedan derivar de ellas.

Importancia de la autonomía en la niñez

Fomentar la autonomía desde la niñez es crucial para el desarrollo de los niños, ya que les

proporciona las herramientas necesarias para desenvolverse de manera independiente en la vida.

Este proceso les permite expresar libremente sus pensamientos, tomar decisiones por sí mismos

y construir la confianza en sus habilidades. Además, al cultivar la autonomía, los niños aprenden

a ser responsables de sus acciones. Por el contrario, la falta de desarrollo de la autonomía en la

infancia puede resultar en dependencia, generando ansiedad e inseguridad. Los niños pueden

volverse propensos a requerir ayuda continua, carecer de iniciativa y enfrentar problemas en el

aprendizaje. Por tanto, la promoción de la autonomía desde temprana edad es fundamental para

el crecimiento personal y el bienestar emocional de los niños.

¿Cómo fomentar la autonomía en la niñez?

Fomentar la autonomía en la niñez implica proporcionar un entorno que promueva el desarrollo

de habilidades y la toma de decisiones. Para ello será necesario fomentar la independencia

reduciendo la ayuda que puedan recibir. Esto significa que el niño deje de recibir ayuda de forma

gradual. Es importante que la reducción sea de manera gradual y acompañada de un apoyo

adecuado para asegurar una transición exitosa hacia la autonomía y prevenir impactos negativos.
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Por otro lado, es necesario que el niño tenga límites claros y lógicos; esto le dará seguridad para

actuar por sí mismo. Los motivos que justifiquen las normas deben estar claros. Estas normas

deben estar adecuadas a las capacidades de los niños. En caso de que alguna parte quiera

modificar la norma, esta modificación deberá conversarse junto al niño, así el niño sentirá que

está siendo escuchado y se sentirá como una parte activa de la familia.

Por último, se debe evitar utilizar calificativos en forma de etiquetas. Si el niño hace mal, no se le

debe decir “malo”. Sino, indicar que esa tarea no la ha hecho de forma correcta y que la puede

mejorar. Con este mensaje se le está diciendo que él no es el problema, sino la forma en la que

desarrolló la tarea y que puede mejorarla. Pero, si el niño, escucha constantemente que él es

“malo”, “torpe”, “irresponsable, etc, puede que crea que lo es y adopta la identidad de estas

etiquetas. Así como se evitan las etiquetas negativas; se debe reconocer su esfuerzo y felicitar

sus logros. Cuando el niño consiga un objetivo, lo ideal es celebrar junto a él.

¿Qué se debe evitar?

Para fomentar una autonomía saludable es importante no llegar a ningún extremo. Al igual que

se busca inculcar independencia, es importante no llegar a ser padres ausentes o autoritarios. Se

debe aspirar a la construcción de acuerdos mediante el diálogo. Así mismo, se debe evitar el

castigo físico. Las consecuencias de no cumplir con las normas deben estar establecidas desde

el momento en que se plantearon estas. De esta manera, el niño tendrá completamente claro

sus consecuencias.

Estrategias para fomentar la autonomía

En el caso de los niños, se puede promover la toma de decisiones proporcionando opciones

limitadas y asignando responsabilidades simples, como recoger sus juguetes o poner la mesa.

Establecer rutinas contribuye a que comprendan y anticipen su entorno, brindándoles un sentido

de estructura y control. Además, fomentar la resolución de problemas les enseña a encontrar

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soluciones por sí mismos, fortaleciendo su capacidad de enfrentar desafíos. Reconocer y elogiar

sus logros en la realización de tareas autónomas refuerza positivamente su esfuerzo.

En cambio, para los adolescentes, la participación en la toma de decisiones familiares y la

consulta de su opinión contribuyen al desarrollo de un sentido de responsabilidad y pertenencia.

La gestión del tiempo se convierte en una habilidad crucial, por lo que ayudarles a planificar y

organizar sus actividades promueve su autonomía y eficiencia. Permitirles asumir riesgos

controlados y aprender a manejar situaciones desafiantes es esencial para su crecimiento

personal. La expresión de opiniones de manera respetuosa y la promoción de la comunicación

abierta en la familia fomentan la autoafirmación.

Para terminar, la autorreflexión se vuelve crucial en la adolescencia, facilitándoles reflexionar

sobre sus decisiones y acciones para aprender de ellas. Apoyar la búsqueda de pasiones y metas

personales les brinda la oportunidad de explorar sus intereses y habilidades. Establecer límites y

responsabilidades claras proporciona un marco estructurado, ayudándoles a desarrollar un

sentido de responsabilidad y autodisciplina. En este proceso, es fundamental adaptar las

estrategias según la edad y las necesidades individuales, manteniendo una comunicación abierta

y ofreciendo apoyo constante en su camino hacia la autonomía.

Conclusiones

La autonomía implica la capacidad de actuar de manera independiente y autodirigida, tomando

decisiones basadas en principios éticos. Fomentarla desde la infancia es crucial, ya que

proporciona a los niños herramientas para desenvolverse en la vida y construir confianza en sus

habilidades. Las estrategias incluyen reducir gradualmente la ayuda, establecer límites claros,

evitar etiquetas negativas y elogiar logros. En la adolescencia, la participación en decisiones

familiares, la gestión del tiempo y la expresión de opiniones contribuyen al desarrollo de la

autonomía. Estrategias adicionales incluyen la autorreflexión, apoyo a metas personales y

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establecimiento de límites claros. Adaptar las estrategias a la edad y necesidades individuales,

mantener una comunicación abierta y evitar extremos son aspectos clave para fomentar una

autonomía saludable. En conjunto, el desarrollo de la autonomía es esencial para el crecimiento

personal y bienestar emocional de niños y adolescentes.

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