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[Escena]

“El Viejo”
[En una peña, en un camino de Roca Bosque]

[Entra] El GRUPO DE PERSONAS y El GUÍA DEL BOSQUE, aparece EL VIEJO.


(Silencio)
Ana – ¡Lupe, Lupe! On tas, traje mi piedra (se oye un grito de hombre) Lupe apúrate ya no tengo
tiempo ¡Lupe!

Viejo – ¡ Ana, Ana ¿On tas chamaca?! ¡Ya te vi¡ ¡Ahí quédate¡ ¿Qué haces allá arriba?
Órale, pa’ la casa… (la jalonea de los cabellos y la regaña).
(Ana sale.) Chamaca está, me está saliendo más cara, que la deuda del huevón de su padre,
no sé porque piden prestado si no van a poder pagar,
Al peón le quité la escuincla pa’ que me sirviera en la casa, en lo que paga lo que me debe,
pero no sirve pa’ nada, no sabe barrer, ni cocinar, ni siquiera lavar ropa ¡Nada!
solo se la pasa chillando todo el tiempo, pero bien que pide de tragar,
si cree que no me he dado cuenta de que todos los días se pone a raspar los platos
pa’ comer gratis, la vida cuesta, y hay que trabajar, eso es lo que no entiende la gente,
por eso están jodidos,
simplemente el papá de ésta chamaca, apenas recibe su paga, luego luego se va a la cantina.
¿así cómo piensa pagarme?
Como el cajeto, le decían así por que era de Guanajuato, me pidió prestado por que no
completaba para bautizar a su hija, 15 días después, el zonzo se mata cayéndose
de 40 metros ¿y su deuda? pues le tuve que quitar la casa a su vieja, bueno,
si es que a un montón de palos y cartón se le podía llamar casa,
lo único que valía era el terreno, todo lo demás lo mandé a quemar,
la viuda se fue con su hija a vivir a una peña, no andaba mal la señora, de vez en cuando
le daba una visitada, se resistía un poco, pero pues al final uno siempre tiene lo que quiere,
ya con el tiempo se volvió loca, no se que haya pasado con su chamaca, yo creo la regaló.
La verdad es que su esposo si era chambeador, a veces se me quería subir a las barbas y yo
tenia que ponerlo en cinta, nunca responden a mis golpes, solo gritan y me suplican
que les deje de pegar, “los mineros son como las mulas, si los dejas sin supervisión, cuando
menos te das cuenta ya se fueron a comer o a echarse en algún lado”, por eso tengo que
estar ahí, cuidándolos pa’ que trabajen, mi hermano por eso me pidió que fuera el capataz,
para que su mina funcionara, aquí todos nos respetan, y así tiene que ser
por que nosotros les damos de tragar.
A las fiestas del pueblo nunca bajamos, y en la mina, a la hora de la comida,
no comemos con ellos ¿para que? no somos iguales, yo sí tengo ganas de crecer,
de tener más,
intento hacerme de tierras y negocitos
apenas hice un hotelito en Pachuca, pus pá que caigan mas pesitos a mi bolsa…
a veces la situación nos obliga a convivir con los del pueblo,
una de mis esposas, la más chamaca, es hija de un minero,
desde que le eché el ojo sabía que sería mía, le pedí a su papá que la mandara a trabajar
a mi casa, al principio se resistió, pero los mineros saben que nos tienen que obedecer
y pues me la mando, paso lo que tenia que pasar,
la chamaca salió embarazada y yo soy un hombre, así que me hice cargo de ella
y la criatura, le puse su casita pa que la gente no hablara,
a veces tengo que convivir con su familia, no me gusta ir, pero es su familia,
además aprovecho para ver a sus hermanas y a sus primas,
la verdad yo si las saco a bailar, las apretujo hacia mí, nunca me dicen nada.
Yo tengo tres esposas, porque me alcanza y me sobra,
todas se hacen cargo de mí,
pero la buena, la de la casa grande,
esa es la que me manda mi comida a la mina,
me la manda con el morrongo en turno,
el morrongo es un chamaquito que contratamos para que me lleve la comida,
mis tacos de carne y mi pulque, y en cuanto llega, yo reviso que no falte nada,
el ultimo morrongo me robaba tacos
el muerto de hambre,
mi mujer siempre me manda 9 tacos,
esa vez solo llegaron 7,
cuando le pregunté, el chamaco solo dijo “pus fue lo que mandaron”
le pregunté a mi mujer llegando a la casa
y resulta que el mendigo chamaco me robó 2 tacos,
al día siguiente lo cambiamos por otro. (saca media piedra con cristales adentro.)
Aquí hay que cuidarse de todos, de todos, la gente es mal agradecida
se les olvida lo que uno hace por ellos,
y, que si no fuera por uno, ellos se morirían de hambre,
por eso tenemos que tener mano dura, para que no nos madruguen…
uno tiene que hacer
lo que tiene que hacer.
(Hacía el Minero Guía.)
Orale tu, que haces parado ahí, llévate ya a los nuevos peones, que mañana los quiero a
primeros rayos del sol para trabajar, ya quítense de mi vista y váyanse a echar con los
puercos.
Sale.

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