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Boszormenyi-Nagy, I., & en Pennsylvania, D. D. P. F. (1978).

Visión
Dialéctica de la Terapia Familiar Intergeneracional. Terapia Familiar, 2.

El capítulo titulado "Visión Dialéctica de la Terapia Familiar Intergeneracional" aborda


elementos cruciales en la comprensión de las dinámicas familiares. El autor introduce
conceptos innovadores como las "lealtades invisibles" y la "ética relacional", los cuales
exploran la intrincada red de influencias entre generaciones. En este contexto, se argumenta
que las acciones y decisiones de las generaciones anteriores influyen en las venideras,
generando un complejo equilibrio de deudas y créditos en las relaciones familiares. Se hace
hincapié en diferenciar las dinámicas intergeneracionales de las transgeneracionales,
destacando que la mera transferencia de conocimientos y rasgos no se equipara a un
intercambio activo y consciente entre las distintas generaciones. Además, se subraya que la
cohesión familiar no se sustenta solo en características psicológicas individuales, sino en la
lealtad ganada a través del mérito, lo que resalta la complejidad de las responsabilidades
familiares y la necesidad de abordar estas lealtades invisibles.

Dentro del contexto del genograma analizado, se observa un patrón recurrente de


competencia por el afecto y la aprobación que ha marcado las relaciones a lo largo de
generaciones. Este patrón ha afectado las relaciones tanto entre los hermanos Navarro Prats
como entre las hijas de Oscar, Gabriela y Loreto. La competencia tácita por el
reconocimiento y cariño de los padres ha generado lealtades invisibles que, a su vez, han
engendrado conflictos no verbalizados, resentimientos y una sensación de desigualdad, todo
lo cual ha incidido en la calidad y estabilidad de las relaciones familiares.

Profundizando en la relación padre-hija entre Gabriela y Oscar en conexión con la figura


materna, María Violeta, se revela una historia marcada por circunstancias difíciles desde la
infancia. María Violeta, desde una edad temprana, asumió responsabilidades que
generalmente no recaen en alguien de su edad, esto debido a la incapacidad de sus padres
para proveer un entorno de cuidado y apoyo adecuado. La situación la llevó a ser separada
de su familia y a encargarse del cuidado y la manutención de sus hermanos menores,
quedando al margen de una educación formal.

Estas experiencias tempranas influenciaron su estilo parental posterior, caracterizado por


una actitud más distante, estricta y con limitaciones educativas. Esto generó conflictos en
su vida familiar, especialmente con su esposo e hijos, donde Gabriela y Oscar parecen
haber desarrollado una dinámica de actitudes negativas hacia María. Este distanciamiento
emocional podría ser el resultado de una alianza inconsciente entre ellos, formando una
especie de triangulación perversa debido al desequilibrio emocional y las experiencias
difíciles vividas por María Violeta en su infancia.

Rodríguez Pezoa, C. (2009). SECRETO TRANSGENERACIONAL, TRAUMA Y


PARADOJA 1. De familias y terapias, 19(28), 51-61.

El análisis que presenta Rodríguez Pezoa trata la complejidad del secreto transgeneracional
y su profundo impacto en las dinámicas familiares a lo largo del tiempo. En este recorrido,
se destaca cómo el secreto va más allá de su contenido, influyendo en quienes lo guardan y
en la esencia misma de las relaciones intergeneracionales.

Se evidencia que estos secretos suelen surgir a raíz de eventos traumáticos que, por su
inabarcable dolor, se vuelven inenarrables y, por ende, indecibles. Este proceso de
ocultamiento trasciende generaciones, creando no solo sufrimiento sino también
disfunciones familiares. El texto ejemplifica esta dinámica en contextos diversos como
adopciones, abusos o experiencias políticas traumáticas, señalando cómo estos eventos se
transmiten de manera indirecta a través de las relaciones familiares.

Se aborda en profundidad la multiplicidad de funciones del secreto, desde su carácter


defensivo hasta su influencia en la percepción de la realidad familiar, generando desde
pérdida de confianza hasta trastornos mentales en generaciones posteriores. La interrelación
entre el secreto y el trauma se vislumbra como intrincada y bidireccional: el trauma origina
el secreto, y a su vez, este último perpetúa el sufrimiento al dificultar su elaboración interna
y su reconocimiento por parte de los demás.

El texto también resalta cómo el secreto transgeneracional no solo transmite el hecho


doloroso en sí mismo, sino también el esfuerzo consciente por mantenerlo oculto, lo que
afecta profundamente la estructura y la dinámica familiar. Es crucial reconocer y abordar
estos secretos para comprender a cabalidad los traumas familiares y sus efectos en la salud
mental y emocional de todas las personas involucradas.

En el caso de esta familia, existe una dinámica de comunicación que tiende a ser más
reservada y menos abierta en cuanto a la expresión emocional y la resolución de conflictos.
En ocasiones, los eventos dolorosos o experiencias traumáticas podrían no ser abordados o
compartidos completamente entre los miembros familiares, lo que llevaría a una falta de
comprensión, apoyo y elaboración de estos sucesos.

La comunicación, marcada por una falta de apertura para discutir temas delicados o
dolorosos, podría propiciar la ocultación de información relevante dentro del entorno
familiar. Por ejemplo, las peleas que han existido entre ellos siempre han sido silenciadas y
el evento significativo no sería tratado adecuadamente, produciendo una actitud de evasión
de parte de todos, formando un patrón de ocultamiento o reservas emocionales. Pasando
exactamente lo mismo entre Gabriela y Loreto, en donde los padres esperan que el conflicto
quede cerrado y resuelto sin previa reflexión, generando una tensión no resuelta.
Murray Bowen: Libro De la Familia al Individuo. Cap. Hacia La Diferenciación del Sí
Mismo de la Familia de Origen, A Roizblath Terapia Familiar y de Parejas Cap 18

Murray se enfoca en cómo los individuos desarrollan su identidad a partir de patrones


emocionales arraigados en la familia. Nos dice que el método más efectivo involucra al
terapeuta formando un triángulo con los cónyuges para promover su diferenciación. Un
cambio clave ocurrió al enfocarse en definir el sí-mismo en la familia de origen. Desde
entonces, se alterna entre trabajar en la relación matrimonial y la diferenciación en la
familia extendida durante la terapia.

La diferenciación del sí-mismo es el proceso en el que uno se aleja de la fusión emocional


inicial hacia su autonomía. Esto se relaciona con la separación física al nacer, pero es un
proceso lento. La Escala de Diferenciación del sí-mismo clasifica niveles de diferenciación
que impactan el manejo del estrés.

En el texto se destaca cómo la forma en que las personas manejan su apego emocional a los
padres puede variar, mostrando diferentes grados de apego emocional no resuelto. Algunos
se alejan emocionalmente, mientras que otros necesitan distancia física. La mayoría emplea
una combinación de mecanismos.

El corte emocional, la distancia emocional lograda, puede suceder con mecanismos internos
o distancia física y no indica la intensidad del apego emocional. Aquellos que se alejan
pueden enfrentar desafíos como enfermedades físicas o trastornos emocionales.

En relacion a la dinámica familiar, se muestra un patrón de alta cohesión, donde la premisa


de no tener secretos y la constante interacción son elementos fundamentales. Este enfoque,
si bien puede promover la apertura y la conexión entre los miembros, también puede llevar
a una fusión emocional, dificultando así la autonomía y el desarrollo individual de cada
miembro de la familia.
La sensación de culpa de los integrantes de la familia cuando no pueden cumplir con las
expectativas familiares o no están presentes en la vida del otro se vincula con una presión
emocional implícita que afecta a toda la familia nuclear. Los padres(Oscar y Violeta)
sienten esta obligatoriedad con sus padres y hermanos, asi como también la siente Gabriela
y Loreto. Esta presión podría estar arraigada en la preocupación por defraudar o causar
dolor. Esta constante necesidad de satisfacer las expectativas puede reflejar un apego
emocional no resuelto y una dificultad para establecer límites personales claros.

Además, la falta de claridad en las creencias del grupo familiar podría de haber contribuido
en el pasado y en el presente a la incertidumbre acerca de las expectativas. Esta
ambigüedad en los ideales y valores puede generarte la sensación de que se debe ser
"perfecto/a" para no causarles dolor. Esto indica posibles dificultades para diferenciarse
emocionalmente de las expectativas y creencias parentales, limitando asi la capacidad de
desarrollar una identidad individual separada.
Produciendo asi una sensación en los integrantes de que si no eres o crees igual al resto de
la familia es por falta de amor .

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