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• Evitar La Doble Imposición.

• Equidad y Justicia.
• Neutralidad Y Eficiencia.
• Promoción De Relaciones
Económicas, Comercio E
Inversión Mutuos.
• Prevención De La Evasión Fiscal.
• Reciprocidad.
Evitar La Doble Imposición.
Es el principio menos discutido y el que irradia todo el
Derecho Tributario Internacional, pues lo que se persigue
es que una misma persona no pague más de una vez por
un mismo ingreso en diferentes jurisdicciones (países);
esta doble imposición es la denominada doble imposición
jurídica, y con el fin de evitarla es que surgen los
Convenios de Doble Imposición.
Equidad y Justicia.
De la misma forma que en el Sistema Tributario
Guatemalteco local, en tributación internacional también se
incluiría una equidad en la distribución del impuesto,
procurándose que
pueda quedarse una mayor parte en el lugar donde se
genera la renta o el ingreso.
Neutralidad Y Eficiencia.
Si bien es cierto que en la mayoría de estados donde sea
realizada una inversión tiene la potestad de gravar las
actividades desarrolladas a interior de su territorio, con
este principio se busca que la tributación no sea un
criterio determinante para el inversionista al momento
de definir en dónde invertir. Esto aplica tanto desde la
perspectiva del país origen del capital como para el país
receptor del capital, de forma que no se promueva la
salida de capitales de un país, ni se dé un trato
diferencial a los inversionistas (ni más favorable, ni más
desfavorable que el dado a los inversionistas locales).
Promoción De Relaciones Económicas, Comercio E
Inversión Mutuos.
Algunos países en desarrollo, como lo es Colombia,
busca de cierta forma atraer la inversión extranjera
con el fin de crear empleos, infraestructura y
desarrollo, más que propender a un ánimo
recaudatorio;
diferente finalidad tienen las naciones desde las
cuales se invierte el capital, las cuales buscan
gravar la renta mundial de sus resientes.
Prevención De La Evasión Fiscal.
Este principio últimamente ha tomado mayor relevancia con
las medidas BEPS, que buscan evitar que sean erosionadas
bases y sean trasladadas las utilidades; sin embargo esto no
es nuevo pues en los Convenios de Doble Imposición es
normal

encontrar medidas tales como el intercambio de


información y la colaboración para el cobro de impuestos.
Esto sin mencionar las Reglas Especiales Anti Abuso.
Reciprocidad.
Al momento de imponer un tributo, cada país es
totalmente libre de imponerlo de la forma como
mejor considere. El principio de reciprocidad se basa
en la cesión de la potestad tributaria en pro de los
residentes de los Estados Contratantes, por
supuesto, buscando que esa soberanía sea cedida de
los dos Estados. Este principio en los últimos años ha
sido el más atacado, pues en el modelo del convenio
tipo OCDE, que es el que se suele suscribir entre
Estados, es el país donde se genera el ingreso, el que
suele ceder más su potestad tributaria.
LA RESIDENCIA PARA
EFECTOS TRIBUTARIOS
La Residencia:
es el lugar de la habitación real de una persona en forma
temporal (su morada). De manera que todo lugar en el que
se encuentre una persona de manera un poco prolongada
se convierte en residencia, pudiendo tener su domicilio en
otra parte.
Domicilio:
Se atiende a la circunscripción departamental.
El Código Civil Guatemalteco, requiere el transcurso de un
año, para que la residencia haga presumir el domicilio,
pero naturalmente también puede y es posible acreditarse
por otros medios, en estos casos la residencia entre
residencia y domicilio, depende de la intencionalidad de la
persona.
En nuestro medio existe otra diferencia, el domicilio es un
concepto jurídico reglamentado y la residencia es una
situación de hecho.

Art. 115 al 118 C.T.


El artículo 6 de la Ley Actualización Tributaria, establece el Concepto de
Residente, dividido en dos partes, la primera para personas individuales
y la segunda para personas jurídicas, entes o patrimonios. Acerca de
personas individuales, la Ley establece que una persona individual se
considera residente cuando:
a) Permanezca en territorio nacional más de 183 días durante el año
calendario, entendido éste como el período comprendido entre el 1
de enero al 31 de diciembre, aun cuando no sea de forma continua.

Como pueden observar, se establece que aunque esos 183 días no sean
continuos, ese es el número de días que haría a cualquier persona,
guatemalteca o extranjera, considerarse residente para efectos
tributarios en Guatemala.
b) Otro caso que establece la Ley, es que el centro de intereses
económicos de la persona individual se ubique en Guatemala, salvo
que el contribuyente acredite su residencia o domicilio fiscal en otro
país, mediante el correspondiente certificado expedido por las
autoridades tributarias de dicho país. En este caso, una debilidad de
la Ley, es que no establece qué debe entenderse por centro de
intereses económicos, por lo tanto, se puede prestar a mucha
subjetividad, sin embargo, con el documento que acredite su
residencia o domicilio fiscal en otro país, sería documento probatorio

para indicar que no es residente en Guatemala, al menos, conforme


este numeral.
c) También se consideran personas residentes, las personas
individuales de nacionalidad guatemalteca que tengan su
residencia habitual en el extranjero, en virtud de ser
miembros de misiones diplomáticas u oficinas consulares
guatemaltecas, titulares de cargo o empleo oficial del Estado
guatemalteco y funcionarios activos que ejerzan en el
extranjero cargo o empleo oficial que no tenga carácter
diplomático ni consular.
d) Asimismo, también se consideran residentes, las personas
individuales de nacionalidad guatemalteca que tengan su residencia
habitual en el extranjero, en virtud de ser funcionarios o empleados
de entidades privadas por menos de 183 días durante el año
calendario, entendido éste como el período comprendido entre el 1
de enero al 31 de diciembre. En este caso podríamos interpretar
entonces que si la persona permanece en el extranjero menos de 183
días, seguiría tributando el ISR de Asalariados vigente en Guatemala.
Sin embargo, cuando supere dicha cantidad de días, tributaría como
una persona No Residente.
Entonces al analizar lo que menciona la Ley sobre personas jurídicas,
entes o patrimonios
e) También se consideran residentes, las personas individuales de
nacionalidad extranjera que tengan su residencia en Guatemala, que
desempeñen su trabajo en relación de dependencia en misiones
diplomáticas, oficinas consulares o bien se trate de cargos oficiales de
gobiernos extranjeros, cuando no exista reciprocidad.

PERSONAS JURÍDICAS, ENTES O PATRIMONIOS:


La Ley establece que una persona jurídica, ente o patrimonio se
considera residente cuando cumplan con cualquiera de las situaciones
siguientes:
a) Que se haya constituido conforme a las leyes de Guatemala, es
decir, a través de cualquier vehículo, ya sea mercantil o también civil.
b) Que tengan su domicilio social o fiscal en territorio nacional.
c) Que tengan su sede de dirección efectiva en territorio nacional.

En este caso podríamos decir, que cualquier sociedad (por ejemplo:


sociedad anónima, colectiva, comandita simple, comandita por
acciones, responsabilidad limitada, civil, etc.), copropiedad,
sucursales, agencias o establecimientos permanentes o temporales de
empresas o personas extranjeras, etc. constituidas o bien que tengan
su domicilio en Guatemala, ya sea el social o el fiscal, y se
considerarían como residentes para efectos tributarios, por lo tanto
deberían tributar conforme lo que establece el Título II y IV del Libro I
del Decreto 10-2012 y sus reformas, y no conforme lo que establece el
Título V que se refiere a la tributación de personas no residentes en
Guatemala.
Por último, se debe considerar que aunque no hayan sido constituidas
en Guatemala ni tampoco tenga aquí su domicilio social o fiscal, pero
tiene su sede de dirección efectiva, es decir, que se tomen decisiones
y se dirija a dicha entidad, ente o patrimonio desde Guatemala,
también se consideraría residente en nuestro país para efectos
tributarios.
Para esta última parte, podría confirmarse o comprobarse con las
evidencias que podrían ser actas de accionistas o socios que
mostraran dicha situación; sin embargo, es algo complicado en la
práctica.
“Existe doble tributación internacional en sentido amplio o
económico, cuando el mismo impuesto es percibido por varios
Estados en virtud de un mismo hecho generador y para un mismo
período de tiempo.
Encontramos dentro de este concepto cuatro hechos que se
configuran para que exista la doble tributación, estos son;
que exista un mismo hecho gravado, el cual recaiga en la misma
persona ya sea natural o jurídica que sería el sujeto del impuesto,
dentro de un mismo período tributario y que exista similitud en
relación al impuesto aplicado.
Sin duda esta doble imposición, por ejemplo podría ser triple y hasta
cuádruple, no hace mas que desincentivar las relaciones
comerciales entre los contribuyentes de cada país, o inversionista, ya
que quienes efectúan operaciones comerciales internacionales
tendrán que soportar para una misma operación pagando más de un
mismo tributo.
Es por esta razón que los países buscan celebrar tratados para eliminar
o aminorar la doble tributación, y así buscan incentivar la inversión
extranjera en nuestro país.
Son importantes los procedimientos para eliminar o aminorar la doble
tributación ya que mediante estos se concede;
1) La potestad tributaria exclusiva a uno de los dos Estados
Contratantes, basándose en el criterio de la residencia de la empresa o
de la fuente de la renta, para el caso de determinadas rentas.
2) Se concede la potestad tributaria a ambos Estados Contratantes,
pero estableciendo una tasa límite con la cual el Estado de la fuente
puede gravar determinadas rentas (intereses, regalías)
3) Se contempla una norma en la cual los Estados Contratantes se
comprometen a evitar la doble tributación entre ellos, a través de la
concesión de créditos o exenciones por los impuestos pagados en el
otro Estado Contratante.
Los convenios internacionales para evitar la doble tributación se
celebran con el preciso objetivo de evitar la doble imposición
internacional.
Los métodos para evitar la doble imposición consisten esencialmente
en establecer de antemano que una determinada renta es imponible
solamente en uno de los dos Estados contratantes, o bien, que es
imponible en ambos, con la obligación, sin embargo, para uno de los
dos, de permitir que el impuesto pagado en el otro Estado se deduzca
del impuesto debido en base a la normativa interna.
Cuales son los fines que existen de carácter secundario al celebrar
convenios de doble tributación internacional:
a) Promover la inversión privada en los países en desarrollo,
asegurando que los beneficios tributarios otorgados por un país en
desarrollo no sean anulados por el sistema tributario del otro
Estado contratante.
b) Fomentar mediante estos convenios la transferencia de
tecnología y evitar el freno al desarrollo económico y en particular
a las inversiones extranjeras
c) Dar protección a los contribuyentes de ambos Estados contratantes
y dar estabilidad a las normas tributarias, evitando con esto una carga
excesiva e injusta para éstos.

d) Prevenir la discriminación y garantizar la igualdad de tratamiento


entre nacionales y extranjeros.

e) Facilitar la expansión de las empresas tanto en los países en


desarrollo como en los países desarrollados.

f) Combatir la evasión y elusión de impuestos, al contar con una mayor


información a nivel internacional.
Tal como los convenios para evitar la doble tributación internacional,
trae consigo una infinidad de ventajas, pueden surgir ciertos
inconvenientes o problemas, especialmente para los países en
desarrollo.
Se señala que la adopción de convenciones fiscales no es
recomendable cuando la dimensión del país no la justifica.
Ciertamente puede no ser conveniente para un Estado celebrar un
convenio, respecto a una contraparte que puede experimentar un
desarrollo económico más importante y éste último beneficiarse por
tener una mejor posición en relación al otro Estado.
El modelo OCDE concede a menudo el derecho exclusivo de
imposición al Estado de la residencia, lo que sin duda puede llevar a
resultados poco igualitarios, dado el grado de desarrollo de los
Estados contratantes.
Generalmente los países desarrollados prefieren el principio de la
residencia ya que los Estados que se interesan por la inversión,
tecnología y servicios será sin duda los países en vía de desarrollo, en
este sentido lógicamente los países desarrolladas preferirán el
principio de la residencia por sobre el principio de la fuente.
Así vemos que el principio de la residencia opera de mejor forma
entre países desarrollados, de un nivel económico similar, cuyo flujo
de inversiones y operaciones se dan a un mismo nivel.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos La
OCDE es un foro único en el que las Administraciones trabajan
conjuntamente con el fin de afrontar los retos económicos, sociales y
medioambientales de la globalización. La OCDE también constituye la
vanguardia de los esfuerzos realizados para comprender los avances y
ayudar a las Administraciones tributarias a responder ante las nuevas
áreas de interés como la regulación de las sociedades, la economía de
la información y los retos de una población que envejece. La
Organización proporciona un marco en el que las Administraciones
tributarias, pueden comparar sus experiencias políticas, buscar
respuestas a problemas comunes, identificar las prácticas correctas y
trabajar en la coordinación de las políticas tributarias nacionales e
internacionales.
Los Estados miembros de la OCDE son: Alemania, Australia, Austria,
Bélgica, Canadá, Chile, Corea, Dinamarca, Eslovenia, España, Estados
Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia,
Japón, Luxemburgo, México, Noruega, Nueva Zelandia, Países Bajos,
Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, República Eslovaca,
Suecia, Suiza y Turquía. La Comisión Europea participa en los trabajos
de la OCDE. Ediciones OCDE difunde los resultados de las
recopilaciones estadísticas de la Organización y las investigaciones en
materia económica, social y medioambiental, así como las
convenciones, pautas y normalizaciones acordadas por sus miembros.
Es el modelo de Convenio tributario sobre la Renta y sobre el
Patrimonio, que ofrece los medios para resolver, sobre una base
uniforme, los problemas que se plantean con mayor frecuencia en el
campo de la doble imposición jurídica. Conforme a las
recomendaciones del Consejo de la OCDE, cuando los países
miembros firmen nuevos Convenios bilaterales o revisen los
existentes, deberán ajustarse a este Convenio Modelo, tal como lo
interpretan los Comentarios al mismo y teniendo en cuenta las
reservas que comprende. Además, cuando sus autoridades fiscales
apliquen e interpreten las disposiciones de los respectivos convenios
tributarios bilaterales basados en el Convenio Modelo, deberían seguir
dichos Comentarios, tal como resulten de sus modificaciones
periódicas, y sujetos a sus respectivas observaciones. s.
GRACIAS POR SU ATENCIÓN..

Licda. Berta Zamora

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