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"Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia"

Ciclo: 2021-I

Sección: 17361

Curso: Problemas y desafíos en el Perú actual

Turno: Mañana

Docente: Omer Maritza Chávez Sánchez

Integrantes:

1. ARIAS TICONA, Bryam U18304715

2. CAIRAMPOMA SALAZAR, Camila Lucila U20230269

3. GARCÍA FARFÁN, Alessandra Daniela U19305008

4. MARAVI MARCOS, Gianella del Pilar U19300293

5. ORTEGA FERNÁNDEZ, Cristian Oscar U20203799

6. PADILLA JULCA, Alisson Nicol U20238774

2021-I
La polémica primera fase del Gobierno de Juan Velasco Alvarado

La primera fase del Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada (1968-1975) se dio


debido a un golpe de estado en el Gobierno de Belaunde. Teniendo como antecedente el
hecho de que la fidelidad de los militares hacia la clase dominante, la oligarquía, comenzaba
a deteriorarse con los constantes abusos que cometía hacia las clases inferiores, esta
dominación tenía como base la desigualdad y el individualismo, aprovechamiento de las
riquezas y privilegios solo para unos cuantos, todo esto cambia cuando grupos mestizos y
provincianos comienzan a ocupar cargos importantes en los temas profesionales del Estado.
Uno de los personajes más resaltantes es Juan Velasco, que logró ascender socialmente en el
ejército, en este contexto los militares sufrieron una metamorfosis en su ideología, ya que
observaron en los puntos aislados del territorio nacional una especie de bipolaridad en el país,
riqueza y pobreza. Por ello, su respaldo hacia la oligarquía pereció en 1968, decidiendo
formar un gobierno de carácter nacionalista. Nercessian menciona:

Cuando las Fuerzas Armadas ocuparon el Palacio de Gobierno la madrugada del


3 de octubre de 1968 y destituyeron al desprestigiado gobierno de Belaúnde Terry
(1963-1968) de la mano del militar nacionalista Juan Velasco Alvarado (1968-
1975) América Latina vivía momentos convulsionados. (Nercessian, 2017, p. 21)

El contexto en el que se da el golpe de estado, América Latina estaba en un clima de


revolución de coyuntura nacionalista, a ello le sumamos el escándalo de la “Página 11”,
donde las empresas extranjeras explotaban los yacimientos petrolíferos sin pagar impuestos
correspondientes a la nación, esto se acabaría con la expropiación, ya que pasaría a manos del
Estado. Otro de los motivos fue interrumpir la postulación de Víctor Raúl Haya de la Torre,
puesto que se presagiaba la victoria de los apristas, este desprecio surge por la revolución que
se dio en Trujillo (1932), donde hubo masacre de militares y partidarios apristas.

Esto trajo consigo una serie de reformas en la presidencia de Juan Velasco Alvarado que
significaron hechos históricos para el país. La reforma educativa se dio en Perú en un país en
el que se prohibía el voto a los analfabetos, puesto que la educación pública era una
herramienta para mantener ignorante a la mayoría de la población facilitando su explotación.
Esta tenía la misión de usar la educación como medio de un proyecto de transformación
social. Según Rolando Rojas licenciado de historia por la UNMSM, indica que:
La reforma educativa aparece como parte de un conjunto de políticas que tienden
a solidarizarse con la «justicia social» perseguida por las reformas emprendidas
por el régimen militar. Puede decirse que, si las «reformas estructurales» estaban
constituyendo un nuevo «modelo socioeconómico», la reforma educativa tenía el
propósito de levantar un aparato ideológico-cultural y de dotar a los peruanos de
una conciencia acorde con la sociedad emergente. (Rojas, 2019, p. 2)

Por lo mencionado, esta reforma creó en el Perú la educación inicial y especial, así como
también el bachillerato público y la enseñanza bilingüe para los quechua-hablantes,
promoviendo la construcción de escuelas en varias zonas del país. También, los
planteamientos de la reforma educativa fueron premiados en su oportunidad por la Unesco. El
debate sobre la situación de la educación en el país se expandió a la sociedad donde hubo una
toma de conciencia sobre la ineficacia de las instituciones educacionales.

El autodenominado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas promulgó la Ley de


Reforma Agraria el 24 de junio de 1969 para aliviar la desigualdad social que afectaba
principalmente a los indios y campesinos, quienes se sentían excluidos de la sociedad por la
explotación laboral. En ese sentido, Béjar (2020) sostiene que esta ley era la culminación de
la larga lucha de los campesinos por la tierra y de la prédica de los partidos políticos
radicales, entre los cuales estuvo el APRA. (p. 20)

En este contexto, lo que se puede rescatar de este abrupto proceso es que paulatinamente se
dio fin a la explotación indígena que sufrían desde el inicio de la República Aristocrática,
principalmente, en la zona sierra; sin embargo, el resentimiento de las víctimas iba a
permanecer por todo lo que habían vivido desde hace mucho tiempo.

La reforma agraria para cumplir su objetivo de erradicar la desigualdad consideró la


redistribución equitativa de las tierras. Con respecto a la reasignación, Eguren (2006) explica
que la reforma agraria se ejecutó en la costa y la sierra, las dos regiones con mayor población
rural y mayores áreas de uso agropecuario. Entre junio de 1969 y junio de 1979 se
expropiaron 15.826 fundos y más de 9 millones de hectáreas. Esta reforma benefició a 370
mil campesinos. (p. 12)

En efecto, hubieron beneficiados de esta reforma; pero, al repartir tierras dentro de un mismo
sector, quienes se encuentren dentro pueden encontrarse en una situación sin necesidad
(privilegiada) lo que ocasiona que otros campesinos les corresponda tierras de baja
productividad, lo cual no mejoraría su situación socioeconómica. En síntesis, la reforma
agraria significó un hecho histórico, porque significó un paso en la dirección correcta para
terminar la explotación indígena; sin embargo, no cumplió con su objetivo y se puede afirmar
que fue por la inadecuada gestión. Esta última resultó ser muy rigurosa al momento de la
división de tierras, pero no fue suficiente para poder lograr un buen desarrollo. El estado no
motivó a dar un mayor esfuerzo para la liberación de los mercados, ya que la política
neoliberal estaba basada en estimular e invertir en la agricultura y dirigir el rendimiento hacia
el mercado externo.

La reforma favoreció la circulación de la tenencia de la tierra y la formación


de un mercado de tierras, pero mantuvo la propiedad social con salvaguardas
especiales para evitar despojos y concentración. Se prohibió el latifundio, y las
tierras excedentes debían ser enajenadas por el propietario o la autoridad.
(Warman, s.f., p. 12)

De acuerdo a lo mencionado, se infiere que el Perú no estaba preparado económicamente ni


socialmente para tal reforma, debido a que ésta estancó nuestra economía. Es de
conocimiento que nuestro país no contaba con un presupuesto ideal y con los recursos
necesarios para que se lleve a cabo con éxito.

Durante este periodo la participación del Estado Peruano en el proceso de acumulación en


cuanto al sector económico fue incrementando, pero a su vez muchos de estos factores
trajeron muchas consecuencias graves. Una de ellas fue el retraso en la productividad agraria.
El pensamiento militar fue que se produjo por una monopolización y añadieron que no hubo
una correcta distribución de los recursos económicos. La reforma agraria pausó el
movimiento campesino y tuvo como objetivo realizar un mercado interno para lograr el fin de
la oligarquía. Los intereses de los campesinos eran variados, además; los precios eran
controlados ya que los ministerios tenían el poder de hacerlo. Velasco propuso que los
campesinos colaboren con la clase pobre de la ciudad, de esa manera los beneficiaba con
productos de bajo precio al pueblo, sin embargo; esa política de precios destrozó el campo.
Según Eguren (2006), indica que:

También se adjudicaron tierras a otras asociaciones: grupos y comunidades


campesinas y empresas de propiedad social. Solo una reducida minoría de tierras
fue entregada a individuos. La radicalidad de la reforma puede ser mejor
apreciada si se considera que 71 por ciento de las tierras de cultivo bajo riego, que
habían sido de propiedad privada, fueron expropiadas. (p. 12)

En este contexto podemos notar que se vio perjudicada la economía de los agricultores,
ampliando la pobreza rural. Finalmente, las personas no fueron beneficiadas, por el lado
contrario se generaron más problemas económicos, de manera que se produjo un desbalance
económico.

Otra consecuencia que nos perjudicó económicamente fue el incremento de nuestra deuda
externa. En razón a ello, Contreras y Zuloaga (2016), indican que:

Durante los primeros años del decenio de 1970 se había comprado abundante
armamento militar, a base de endeudamiento externo. Después de la crisis del
petróleo las tasas de interés sobre estos préstamos se elevaron, volviendo muy
difícil la situación de la balanza de pagos. (p. 257)

De acuerdo con lo mencionado, podemos concluir que, durante el gobierno de Velasco, el


Perú se convirtió en una potencia militar, pero dejó una gran deuda externa a nuestra nación
que nos arrastra hasta hoy en día.

Por último, también una consecuencia económica que sufrió nuestro país en el Gobierno de
Velasco fue el incremento de la inflación. Según la IPE (2009), indica que:

Se incrementó la base monetaria a una tasa de 32% anual y la inflación pasó


de un 6% a un 74%, esto produjo una obstaculización en la iniciativa
privada, llevando a la inversión pública a ser casi un 50% del total, por ende
el control del tipo de cambio generó un saldo negativo de reservas
internacionales, con la expropiación de las propiedades agrarias, esto creó un
alto porcentaje de informalidad y el abandono en lo que anteriormente era el
principal sector económico y el mayor contribuyente convirtiendo al Perú de
pasar a ser un exportador a ser dependiente de alimentos. (p. 11)

Por lo mencionado, el Estado impidió las importaciones perjudicando a los consumidores,


esto dio inicio al proceso de deterioro económico que llevó a más de la mitad de peruanos a
niveles de pobreza extrema y de donde aún no ha podido salir a pesar de los años y al
obstruirse la iniciativa privada, esto aumentó radicalmente el desempleo debido a la
reducción de actividades empresariales y conflictos sociales entre el dueño y el empleador, ya
que los salarios reales se desplomaron.

En síntesis, la primera fase del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas era de
caracter nacionalista, teniendo como base la redistribución de las riquezas, es por eso que se
dan las diversas reformas que tuvieron como prioridad la educación y la agricultura, en
principio se logró dar inicio a todas estas iniciativas, no obstante no se lograron concretar en
su totalidad, ya que el Perú no estaba preparado para afrontar y controlar las consecuencias de
los resultados de las reformas aplicadas, por ende esto acarreó graves consecuencias en la
economía nacional, como la inflación y el crecimiento de la deuda externa.

Referencias bibliográficas

Girón, M. R. (2020). La reforma educativa en el Perú 1972-1975. La Vida y la Historia, 7(2),


34-42.

Béjar, H. (2020). Reforma agraria y participación popular. El Perú de Velasco: de la


cancelación del estado oligárquico a la fundación del estado nacional. Realidad nacional.

Nercesian, I. (2017). La experiencia de Velasco Alvarado en Perú (1968–1975): intelectuales


y política: una aproximación. E-l@tina, 15(59). https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/72990

Eguren, F. (Ed.). (2006). Reforma agraria y desarrollo rural en la región andina. Lima:
CEPES.

Instituto Peruano de Economía. (2009). Reforma económica de Velasco. httpContreras, C. y


Zuloaga, M. (2016). Historia mínima del Perú. (2ed.). El colegio de México.

Contreras, C. y Zuloaga, M. (2016). Historia mínima del Perú. (2ed.). Lima: El colegio de
México.

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