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Corazon de Dragon
Corazon de Dragon
CORAZÓN DE DRAGON
2
STEPHANI HECHT
A veces tienes que enfrentarte a tu horrible pasado o de
lo contrario nunca tendrás un futuro brillante y feliz.
Lester siempre ha sido la mitad de bueno: mitad
hechicero, medio dragón, pero sobre todo un hijo bastardo,
rechazado y no deseado cuando era un niño. Así que lo
primero que hace cuando puede, es alejarse al mundo
humano y nunca más mirar atrás. Pero el mundo
sobrenatural está llegando hasta él. La guerra entre los
dragones y los hechiceros está en su clímax y ambos lados
quieren tener a Lester.
Mick, cambia formas dragón, creció viendo a su mejor
amigo Lester siendo maltratado y rechazado. Ahora que 3
está de regreso, Mick está, más que nunca, decidido a
protegerlo. Cuando los dos se dan cuenta que ambos están
enamorados, ¿serán capaces de superar todos los
obstáculos, o la guerra le ganará la batalla al amor?
Dedicación
A mamá — gracias por todo lo que has hecho. Te quiero.
4
Reconocimiento de marcas registradas
5
Capítulo 1
1
Usa la expresión; FauxHawk…
Eso había sido cuando era joven y estúpido, antes de
haber aprendido la cruel realidad de la vida: que los
dragones no se mezclaban con bastardos como Lester y que
con toda seguridad no se mezclarían con los mestizos. Así
que nunca le había admitido a Mick sus verdaderos
sentimientos y nunca lo haría. Era mejor así.
Lester cerró la puerta rápidamente y le preguntó: —¿Qué
demonios haces aquí?
—¿Tengo una tos desagradable? —Mick entonces fingió
toser, consiguiendo emular el sonido más falso que Lester
había escuchado en su vida.
—Buen intento, pero los dragones no se enferman. Así
qué, ¿cuál es la verdadera razón por la que estás aquí?
—Brian me envió… bueno, ambos, en realidad.
—En el nombre de Dios, ¿qué querría mi medio hermano
de mí ahora? —Antes no me necesitaba para nada.
7
Mick frunció el ceño, ese gesto lo hacía parecer más
joven. Siempre fue amable contigo. Fue su madre quién
tuvo un problema contigo. Ella odiaba verdaderamente tu
coraje.
—Probablemente será porque yo era el recordatorio vivo,
de que su marido la había engañado. —dijo Lester.
—Probablemente.
—Todavía no me has dicho por qué estás aquí—le recordó
Lester a Mick.
Por mucho que a Lester le hubiera gustado sentarse allí
todo el día y mirar a Mick, y, le hubiera gustado mucho
hacerlo, sobre todo desde que Mick se convirtió en un
sueño húmedo, Lester estaba ocupado. Necesitaba quitar de
su camino al joven dragón para poder volver a su trabajo.
—Ah claro, ahí voy… Tienes que venir conmigo, y con eso
quiero decir, en este momento, —anunció Mick de manera
natural.
Lester se quedó boquiabierto. Sabía que Mick era
impulsivo y temerario, pero esto era un nuevo punto para
él. —Simplemente no puedo colgar la bata e irme. Estoy en
medio de mi turno.
—Bueno, ya ves. Aquí es donde tienes que dejar de fingir
ser humano y regresar a nuestro mundo.
—¿Quién lo dice?
—Lo dice todo el mundo.
—¿Qué diablos está pasando?
—Duncan volvió a casa.
Esa noticia sorprendió a Lester. Lo último que había oído
sobre su medio hermano, fue que estaba desaparecido en
acción, y eso había sido hacía cinco años. Duncan ni si
quiera se había presentado para el funeral de su madre.
Se apoyó contra la pared, Lester preguntó: —¿Cuándo?
Hace un par de meses, pero se pone aún mejor. Tiene un 8
compañero que es un hechicero, el hijo del mismo que
había mantenido a Duncan cautivo durante todos estos
años. El mismo que capturó su Ojo de Dragón.
De repente, todo tenía sentido. Si el hechicero hubiera
capturado realmente el Ojo de Dragón, entonces, en
esencia, habría conseguido retener el libre albedrío de
Duncan. Habría estado a su merced e impotente para
marcharse. Habría sido el esclavo del hechicero. Era un
destino que todos los dragones vivían con miedo.
Entonces, el segundo dato que Mick le había dado, golpeó
a Lester como si le hubieran dado una bofetada en la cara.
—¿Has dicho que Duncan se ha emparejado con un
hechicero?
—Sí, a mí también me sorprendió, pero Trent es
realmente un tipo decente una vez que lo conoces.
—Me pregunto cómo se han tomado eso Nicholas y Brian,
—dijo Lester.
Mick se encogió de hombros como si no fuera un gran
problema, aunque Lester sabía que debía haberlo sido. —De
hecho, nos ha llevado un poco acostumbrarnos, pero todo
está volviendo a la normalidad. En cierto modo, ha sido un
cambio para todos nosotros. No es fácil bajar por la
mañana para llenarte un cuenco con tus cereales
FruityPebbles2 y encontrarte con un jodido hechicero
sentado allí. No, cuando hemos estado en guerra con ellos
durante tantos siglos. Ha habido un par de ocasiones que
casi me he meado en los pantalones, hasta que recuerdo
que está de nuestro lado.
—Aún no me has contado lo que tiene que ver conmigo—
apuntó Lester.
Se había olvidado de lo hablador que podía ser Mick a
veces. Si le pones al tipo una moneda, él podría seguir sin
parar hasta la eternidad. Por lo general, Lester encontraba
el rasgo atractivo, pero por el momento, quería conseguir
que Mick o cualquier dragón que hubiera traído con él, se 9
fueran de Dodge. Así Lester podría volver a llevar su
pacífica y aburrida vida.
—Bueno, ahora que Trent desertó, los hechiceros se
enfadarán. Tienen miedo de que otros se nos unan, y tú,
amigo, eres el número uno en su lista de éxitos.
—¿Yo?—Lester señaló su propio pecho. —No tengo
ninguna habilidad mágica. Además, no puedo cambiar a
dragón. Por todas las habilidades que tengo, bien podría
ser un humano.
—No puedes usar tu magia porque nadie te enseñó. O al
menos eso es lo que Trent piensa. Dice que una vez que
vuelvas con nosotros, trabajará contigo eso.
3 Montar en bicicleta. Es una expresión que se usa para decir que algo es fácil y que nunca se olvida. Si
lleváis mucho tiempo sin subiros a una bicicleta y lo hacéis, observaréis que no se os ha olvidado .
Solo deseaba haber llevado su grueso equipo de
equitación que solía usar. Sus prendas ligeras no lo
protegían del aire fresco. Aunque no tardaron mucho en
llegar volando a casa, para ese momento en el que llegaron,
Lester estaba temblando y presentaba las primeras etapas
de hipotermia.
Los dragones aterrizaron frente a lo que solía ser la casa
de su padre, pero ahora pertenecía al hermano mayor de
Lester, Brian. Lester se deslizó por la espalda de Mick y
casi cayó cuando sus piernas cedieron al entrar en contacto
con el suelo.
Mick y los demás volvieron a sus formas humanas,
volviendo a ponerse la ropa. Mick extendió la mano para
sujetar a Lester. —¿Estás bien?
—Sí, ha pasado un tiempo desde que he volado y hacía frío
ahí arriba—respondió Lester entre el castañeteo de sus
dientes. 14
—¡Mierda!—maldijo Mick. —Ni si quiera pensé en eso.
Estaba demasiado preocupado por alejarnos de esos
idiotas.
Lester levantó la vista hacia la casa. Mientras que para
muchos otros solo parecía una casa sencilla, a Lester le
parecía mucho más. Era un lugar que le traía muchos
recuerdos malos, dañinos y odiosos, y sin embargo, estaba
dispuesto a caminar de regreso a su interior. Querido Dios,
debía haber perdido sus canicas o algo así. O tal vez era tan
estúpido y simplista como siempre lo había acusado su
padre.
Brian salió y se detuvo en el porche delantero. Como
todos los hermanos, incluyendo Lester, tenía cabello oscuro
e incluso ojos más oscuros. Brian fue el único que mantuvo
su pelo un poco más largo, mientras Lester había preferido
mantener el cabello más corto. A parte de eso, también que
uno era mayor que el otro diez años y Lester era un hijo
bastardo, podrían haber sido gemelos.
—Lester, es bueno ver que lograste llegar a casa sano y
salvo. —dijo Brian.
Lester notó que no había ningún abrazo fraternal para
recibirlo. Soltó un suspiro. De todos modos, estaría
recibiendo suficientes muestras de cariño de Nicholas y
Duncan. Además, fue Brian quién lo había convocado aquí,
no al revés, por lo que a Lester no podía importarle menos
si presionaba al tipo.
—¿Está libre mi antigua habitación?—preguntó Lester
mientras subía las escaleras.
—Sí, Padre insistió en que nadie la tocara.
Esa información sentimental fue un golpe para Lester,
pero en ese momento estaba demasiado abrumado para
discutirlo. Asintió y se dirigió a su habitación de la
infancia. Después de entrar, se arrastró bajo las mantas y
estuvo dormido casi tan pronto como su cabeza golpeó la
almohada. 15
Capítulo 2
Mientras Mick miraba hacia la vieja casa de campo en la
que Lester había crecido, no podía dejar de preguntarse
cómo se sentía su amigo por volver. Aunque Lester nunca
había dicho una palabra y menos admitirlo, Mick sabía que
no había sido fácil vivir allí.
¿Y por qué? Por algo que Lester no tenía absolutamente
ningún control. Como si él hubiera elegido nacer, y mucho
menos, como si hubiera elegido a sus padres. Sin embargo,
había sido él quien fue castigado por sus pecados no
cometidos. Había sido el único que enfrentaba la
vergüenza. A veces la vida apestaba.
Mick se volvió para irse a su casa, una de las cabañas
situada en el perímetro de la finca, pero Brian lo hizo
volverse. —Mick, necesito hablar contigo un minuto.
Mick apenas contuvo un suspiro de irritación. Le
encantaba su líder, realmente, de verdad, pero para el tipo, 16
un minuto de charla se convertía a menudo en dos horas de
conversación. Las órdenes eran órdenes, así que subió los
escalones y entró.
Mientras lo hacía, no puedo evitar captar el olor de
Lester. Como si tuviera una mente propia, la polla de Mick
comenzó a hincharse. ¡Genial! Justo lo que Mick necesitaba:
su viejo enamoramiento de Lester literalmente surgía de
nuevo. Mick había pensado que había superado lo del tipo,
pero parecía que las cosas no podían estar más lejos de la
verdad. Todavía tenía un mega caso de Lester—itis y no
había cura a la vista.
¿Cómo no podría Mick estar atraído por el tipo? Incluso
en ese horrible uniforme de hospital, todavía estaba
caliente como el infierno. Con su pelo oscuro y corto y sus
profundos ojos marrones, su cuerpo delgado y apretado que
estaba hecho para joderlo y sus labios que suplicaban que
los besaran, era todo lo que Mick quería en un hombre.
Pero en el pasado, cada vez que Mick había intentado
hacer acercamientos a Lester, este siempre se había
alejado, lo cual era extraño porque Mick era bueno leyendo
a otras personas y podía decir que Lester se sentía atraído
por él. Entonces, ¿por qué demonios Lester lo rechazó? A
menos que pensara que no era lo suficientemente bueno
para Mick o algo así, una idea que parecía una locura.
Mick siguió a Brian a la biblioteca que también servía
como oficina de Brian. Brian tomó asiento detrás del
enorme escritorio en el centro de la habitación. Haciendo
un gesto hacia una de las sillas libres frente al escritorio,
Brian le dijo: —Siéntate, esto puede llevarnos un tiempo.
Así que iba a ser una maratón de charla, tal como Mick
había sospechado. Se sentó en el asiento y se acomodó.
—¿De qué quiere hablar señor?
—Creo que es bastante obvio, ya que él acababa de
montarse en tu espalda, —respondió Brian con una pequeña 17
sonrisa. —Como en los viejos tiempos, ¿eh?
—Sí, solo que esta vez no tenemos que preocuparnos de
que Lester sea golpeado por no hacer sus tareas
correctamente cuando regrese a casa —murmuró Mick con
rabia.
Se dio cuenta de que probablemente no debería haber
dicho eso, ya que estaba hablado de los padres de Brian,
que ya estaban muertos, pero años de cólera reprimida se
habían soltado y acababan de salir.
Para sorpresa de Mick, la irá brilló a través de los ojos de
Brian, pero no estaba dirigida a él.
—Decir que nuestros padres eran menos que amables con
mi hermano menor sería una enorme subestimación. Esa es
una de las razones por las que no puedo culparlo por irse.
Lo habría traído antes, pero sé que este lugar solo guarda
malos recuerdos para él. La única razón de traerlo ahora es
por culpa de los hechiceros asesinos que lo matarían a la
primera oportunidad.
—¿De verdad crees que puede aprovechar sus poderes? —
preguntó Mick. —En todo el tiempo desde que lo conozco,
no ha demostrado un indicio de tener habilidades mágicas.
—Trent parece pensar que con una formación adecuada
puede cambiar. Aparentemente no es el único, puesto que
los hechiceros repentinamente han ofrecido una
recompensa por la cabeza de Lester.
—¿Cuánto cuesta? —preguntó Mick.
Brian sonrió sardónicamente. —Digamos que habría hecho
que nuestro querido padre se sintiera tan orgulloso de
saber que uno de sus hijos valiera tanto.
—Tu madre, por otra parte, probablemente le habría
entregado por el dinero —dijo Mick.
—Más rápido de lo que podría decir Prada4.
—¿Trent va a trabajar realmente con Lester? —preguntó
Mick. 18
—Por supuesto ¿Por qué no lo haría?
—Sé cómo pueden comportarse algunas personas cuando
se trata sobre medio brujos. No quiero que Lester tenga
que trabajar con alguien que lo vaya a tratar como una
mierda.
Brian arqueó una ceja. —¿Desde cuándo tienes algo que
decir?
Desde la primera vez que lo sostuve en mis brazos
mientras lloraba, solo éramos niños. Desde ese momento me
di cuenta de que era más que un amigo para mí. Desde que lo
amo a pesar de que sé que nunca podré tenerlo como mío,
porque bastardo o no, él es la realeza y yo soy sólo un
soldado común.
—Nosotros estábamos muy unidos. Odiaría ver a alguien
lastimándolo. —fue todo lo que dijo Mick.
4 Prada es una firma italiana de moda. Fundada por Mario Prada en 1913 como Fratelli Prada (en
italiano: Hermanos Prada), la firma dio un giro radical con la llegada a la gerencia de Miuccia Prada,
nieta del fundador, en 1978.
—Trent sabe todo sobre la historia de Lester y él estaba
tan horrorizado como nosotros.
—¿Qué quieres decir con horrorizado? —dijo Mick. —Si
usted, Duncan y Nicholas hubieran estado tan afectados
entonces, ¿por qué no lo ayudasteis y protegisteis cuando
erais niños?
Mick sabía que era una locura hablar con su jefe de esta
manera, pero no pudo evitarlo. Todo lo que podía pensar
eran todas las palizas y abusos verbales que Lester había
sufrido. Si hubiera habido algo que los otros tres pudieran
haber hecho para detenerlo, y no lo habían hecho, entonces
eso los hizo tan culpables como a sus padres.
—Lo hicimos—dijo Brian. —Pero cada vez que
intercedíamos, ellos solo duplicarían el castigo de Lester.
Así que aprendimos rápidamente a mordernos nuestras
lenguas, sin importar cuánto nos doliera hacerlo. ¿Tienes
una idea de lo difícil que fue para nosotros ver a nuestro
hermano pequeño siendo golpeado y saber que no
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podíamos hacer nada por ayudarlo?
—Odio decir esto, señor, pero la mayoría de nosotros
pensamos que estabais en contra de él. —confesó Mick.
Una expresión de angustia cruzó por el rostro de Brian.
—¿Incluso Lester?
—Especialmente Lester.
Brian se cubrió la cara con sus manos. —Nuestra madre
nunca nos dejó acercarnos, así que no pudimos explicarle
la situación. ¿Nos odia?
—Creo que llamarlo odio, sería suavizarlo, —dijo Mick con
sinceridad. Podía echar todo fuera allí mismo, comenzando
por el principio. No tenía sentido andar de puntillas y
tratar de no hablar del tema.
—¿Qué debo hacer? ¿Debería hablar con él? —preguntó
Brian.
Por primera vez, Mick vio a su líder sin saber qué hacer.
Fue un poco inquietante y cómico al mismo tiempo. Brian
siempre era muy estoico y organizado. Era agradable ver
que a veces, incluso podría agrietarse un poco.
—No creo que ahora sea el mejor momento. Está un poco
molesto por haberlo arrancado del mundo que él mismo
creó.
—Pero incluso él, tiene que darse cuenta de que no era
seguro para él allí fuera. —protestó Brian.
—Es cierto, pero todavía está enfadado con nosotros.
Cualquier cosa paranormal nos iguala en su libro, así que a
pesar de que son los hechiceros los que lo están haciendo
esconderse, todavía culpa a los dragones por ello.
Brian rio amargamente. —Lester siempre era terco.
—Y eso no ha cambiado. Prácticamente tuve que
arrastrarlo fuera de esa Sala de Urgencias.
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—Eso suena a mi hermano. Brian dejó escapar un
profundo suspiro. Lo extrañaba tanto. Me pregunto si se
dará cuenta de eso.
—Probablemente no.
—Nuestros padres hicieron un trabajo de mierda en
nuestras cabezas, ¿verdad?
Mick se encogió de hombros. —Suena como que hicieron
un buen trabajo con todos ustedes.
—Sí, lo hicieron. Lo que me lleva a la razón por la que te
llamé aquí. ¡Finalmente estábamos llegando al punto de la
conversación!
—¿Y sobre que era señor? —preguntó Mick.
—Quiero que reavives tu amistad con Lester. Necesitamos
que él sea tan cooperativo y confíe en nosotros tanto como
sea posible. Creo que va a ser la única manera en que él va
a abrirse.
Mick tuvo que esconder sus manos debajo del escritorio
para que su líder no viera que sus puños se apretaron por
la furia. —Así que quieres que me acerque a mi viejo amigo
para que puedas usarlo para tu causa. ¿Qué tal si me acerco
a él para que pueda conocerlo? ¿O para que pueda
disculparse por todos estos años que sufrió de abusos?
¿Qué tal por ese gesto?
Brian se pasó las manos por el pelo. —Mick, por supuesto
que quiero todas esas cosas, pero también estoy intentando
encauzar una guerra aquí. Tenemos cientos, tal vez incluso
miles de dragones capturados por ahí, y tenemos que
averiguar quién tiene los Ojos de Dragón. Trent piensa que
puede trabajar un hechizo de escrutinio para localizar a
todos ellos, pero necesita la ayuda de otro hechicero. Ya
que no tenemos otra oportunidad, Lester es lo más cercano.
Si Trent puede ayudarlo a entrenar sus poderes, podremos
salvar innumerables vidas. Así que tendrás que
disculparme si no me posiciono ahora como hermano del 21
año. Por mucho que quisiera estar nada más que al lado de
Lester, tengo que preocuparme de todo mi pueblo.
Mick agachó la cabeza. Cuando Brian lo había expresado
así, tenía un punto. —Bueno, me acercaré a Lester de
nuevo. No debería ser demasiado difícil, ya que antes
habíamos estado muy unidos.
Pero ¿podría esta vez separar mis sentimientos de
atracción de mis sentimientos de amistad? Estaba empeñado
en esperar eso, ya que si no, estaría en mundo de dolor.
Brian le dirigió una pequeña sonrisa. —Gracias, lo
aprecio. De hecho, te nombro su Guardián personal.
¡Genial! Justo lo que Mick necesitaba. Más
responsabilidad con respecto a Lester. Mick se puso de pie.
Si ha terminado conmigo, me gustaría ir a verlo.
—Adelante.
Mick se fue y subió los escalones que conducían al
dormitorio de Lester. Estaba al final de un pasillo largo y
sin decoración, mucho más pequeño que el de sus
hermanos. Cuando llegó, encontró a Duncan y Trent fuera
de la puerta del dormitorio, manteniendo una conversación
agitada y en susurros.
—¿Qué está pasando? —preguntó Mick.
—Nada—respondió Duncan, aunque su expresión
preocupada en sus ojos gritaba que era una mentira grande
y gorda.
—¿Tiene algo que ver con Lester? —preguntó Mick.
—Realmente no es asunto tuyo—dijo Duncan.
—Si se trata de Lester, entonces lo es—argumentó Mick.
—Solo porque seas amigo no significa que tengas acceso a
cada área de su vida.
—Tal vez no, pero como su recién nombrado Guardián, lo 22
tengo.
Mick observó a Duncan con un gesto de derrota. Duncan
se volvió hacia su compañero Trent, quién se limitó a
encogerse de hombros y luego se volvió hacia Mick.
—Lo que voy a decirte, nunca podrá salir de este pasillo.
—dijo Duncan.
—De acuerdo—dijo Mick.
—Una de las razones por las que Trent piensa que Lester
está tan agotado ahora es que usó la magia sin querer para
crear un hechizo de protección alrededor de vosotros
cuando escapabais del hospital.
Mick sacudió la cabeza. Seguramente estaban jugando con
él. —Por lo que he oído, se necesitan grandes habilidades
mágicas para cubrir a una persona, y mucho más a un
grupo de dragones. ¿Cómo alguien como Lester haría algo
así y más sin ningún entrenamiento?
Trent lo miró con expresión sombría. —Es mucho más
poderoso de lo que cualquiera de nosotros se haya dado
cuenta. ¿Alguien tiene idea de quién era su madre?
Duncan se pellizcó el puente de la nariz. —No, papá
simplemente llegó un día a casa con Lester. Siempre se
negó a decirnos quién era su madre. Solo que era una
hechicera que no quería tener nada que ver con un hijo
bastardo.
El modo en que Duncan mordía esas palabras mostraba lo
que pensaba de la mujer sin nombre. Un sentimiento que
Mick repitió fuertemente.
—Lester lo ha tenido muy duro, ¿eh? —preguntó Trent.
—Ni si quiera eso se acerca a describirlo. —replicó Mick
con ferocidad—. Te has dado cuenta que este es el pasillo
para el cuarto de los criados, ¿no? ¿Sabes que cuando había
una recepción aquí, a Lester no se le permitía asistir, para
que no avergonzara a la Dama de los Dragones? 23
Trent miró a Duncan en estado de shock. Duncan
simplemente asintió con la cabeza para afirmar que era
cierto.
—¿Las cosas van a ser lo mismo ahora? —se atrevió Mick
a preguntar.
—No, claro que no. Sabes que Brian no es como nuestro
padre.
—Entonces, ¿por qué Lester está en esa habitación? —
exigió Mick, su voz temblaba un poco.
—Porque aquí es a donde se dirigió. Nadie tuvo la
oportunidad de detenerlo. Una vez que se despierte, lo
mudaremos a una habitación más cercana a donde tú
dormirás, ya que ahora eres su Guardián.
¡Mierda! Mick ni si quiera había pensado en eso. Ahora
que era guardián de Lester, estaría viviendo en la casa de
campo veinticuatro horas al día, siete días a la semana. Le
gustara o no, estaba a punto de vivir, respirar y comer a
Lester.
—Si me disculpas, necesito echarle un vistazo. —dijo
Mick.
Pasó por delante de la pareja y se metió en la habitación.
Encontró a Lester durmiendo de lado, con las mantas
cubriendo hasta sus hombros. Se veía tan tranquilo y joven,
que Mick se sintió atraído de vuelta a los tiempos cuando
eran niños, cuando la magia y los dragones no importaban.
Cuando todo lo que querían eran amistad y diversión. Antes
de que la vida real y todo ese tipo de basura hubiera
invadido y arruinado las cosas.
Mick alargó la mano para acariciar el cabello de Lester. —
Yo te protegeré. Lo prometo. Incluso si tengo que morir
mientras lo hago. Estarás a salvo, te lo juro.
24
Capítulo 3
34
CAPITULO 4
Lester no estaba seguro de cómo sería la formación en la
magia o en la historia de los dragones, pero estaba seguro
como el demonio, que no era lo que consiguió el día
siguiente.
Tren lo cogió por la mañana. Despertó a Lester temprano
y apenas le dio tiempo para desayunar antes de llevárselo a
la biblioteca y sentarlo frente a una gran montaña de
libros.
—¿Qué es esto? —preguntó Lester estornudando por culpa
del polvo.
Algunos de esos libros parecían tener más de cien años.
Otros parecían estar unidos solo por finos hilos, mientras
que otros pocos parecían ser completamente nuevos. Lester
contempló el lomo, percibiendo que algunos de ellos no
parecían estar siquiera escritos en inglés, sino en lenguaje
élfico y otros abstractos, que Lester ni siquiera se acercaba 35
a hablar.
—Estos son los pocos libros que pude reunir sobre el tema
de la magia. Ojalá pudiera recopilar más, pero como soy un
fugitivo, mis recursos son limitados. —Trent sonrió.
Lester pudo ver por qué Duncan se sentía atraído por el
hechicero. Con pelo castaño oscuro y profundos ojos azules,
era lo suficientemente seductor. Pero no era lindo y
travieso como Mick. Lester suspiró. No, nadie se igualaba a
su dragón y no pensaba que alguien lo consiguiera.
Lester pasó la mano por la enorme pila de libros. —Si esto
es acceso limitado, odiaría ver lo que conseguirías si lo
tuvieras completo.
Trent rió —Entonces estarías en problemas.
—Dime ¿Qué vamos a hacer el primer día?
—Nosotros no vamos a hacer nada. Tú estarás leyendo.
Lester estaba un poco confundido. Espera ir directamente
al centro del meollo, y empezar a aprender de inmediato
magia y más magia. Después de todo, fueron ellos los que
actuaron como si corriera mucha prisa.
—¿Voy a estar leyendo? —preguntó
—Si vas a usar la magia, primero tienes que entenderla.
Este es un buen lugar para empezar. —Trent palmeó la pila
de libros.
—Algunos de estos libros están escritos en una lengua que
ni siquiera puedo entender. —Señaló Lester.
Trent le ofreció una sonrisa indulgente —No te preocupes.
Una vez los tengas, los libros trabajarán contigo.
Con esas frustrantes palabras finales, él salió, dejando a
Lester solo con su confusión. Alzando las manos al aire,
deseó, no por primera vez, que nunca se hubiera
despertado ayer, y que todo lo que estaba sucediendo fuera
un gran y jodido sueño. 36
Pero por supuesto que no lo era. Era su vida. Por mucho
que se alejara de ella, regresaba y lo succionaba. Así que
ahora tenía que lidiar con ella, le gustara o no. Sin muchas
opciones, tomó el libro de la izquierda y empezó a leer.
No se sorprendió al encontrarlo aburrido y soso, pero
había pasado por lo mismo con los libros de medicina, por
lo que no era algo nuevo para él. Estudió toda la mañana,
levantándose solo un par de veces para tomar un café.
Antes de que se diera cuenta, Mick había entrado. —Es
hora de almorzar ¿Tienes hambre?
—En realidad estoy famélico. —admitió Lester.
Aunque, cuando él miró al pequeño dragón, se dio cuenta
de que tenía hambre de algo más que comida. Mick se veía
muy bien hoy. Iba vestido todo de cuero, incluso llevaba
una chaqueta heavy con varias cremalleras.
Le ayudaba a Lester a imaginar fantasías acerca de lo que
podía hacer con esas cremalleras. Lester cerró el libro con
el que estaba actualmente. Afortunadamente aún no había
llegado al de los elfos, así que aún no había descubierto el
misterio de cómo el libro “trabajaría” con él. Supongo que
eso tendría que esperar hasta el día siguiente. Después del
almuerzo, estaba programado que trabajara con Mick en
los estudios sobre los dragones. Con suerte, eso implicaría
mucha menos lectura.
—¿Qué hay para almorzar? —preguntó Lester mientras se
levantaba y relajaba la tensión del cuello.
—A quién le importa siempre y cuando sea carne. —Le dijo
Mick con esa sonrisa traviesa.
Maldición, si Mick supiera lo que esa sonrisa le hacía a su
cuerpo. Posiblemente estaría corriendo y gritando por la
habitación.
Lester retorció su cuerpo hacia un lado con la esperanza 37
de ocultar su erección, y dijo: —Suena bien para mí.
Ellos entraron en la cocina y se unieron al resto del
grupo. Además de sus hermanos, había un par más de
dragones que se habían unido a ellos, Maddox, uno rubio
que era poco mayor que Lester, y Ryker, un chico moreno
que nunca hablaba mucho.
—Así que ¿Has aprendido algún hechizo para hacer tu
pene más grande? —preguntó Maddox.
Sí, nada había cambiado con Maddox, aún era un listillo.
—No, parece que estás atrapado con uno pequeño—Lester
contestó. —Siento no poder ayudarte con eso.
Todos excepto Maddox y Trent estallaron en carcajadas.
Trent puso los ojos en blanco —La magia es algo serio y
Lester necesita tratarla como si lo fuera.
—Lo siento. —dijo Lester, poniéndose inmediatamente
serio.
—¿Has aprendido algo de los libros esta mañana?—
Preguntó Trent.
Lester se pasó el resto de la comida recitando lo que
había leído esta mañana. Algo que había aprendido en la
escuela de enfermería, era que él se destacaba por ser
bueno reteniendo información, habilidad que le estaba
mostrando a Trent ahora. Trent se sentó y asintió con la
cabeza, pero Lester podía decir que había impresionado al
hechicero.
—Así que ¿No has llegado a los libros élficos todavía?—
preguntó Trent con una sonrisa de comprensión.
—No, pero estoy trabajando para llegar allí. —respondió
Lester
—No puedo esperar a ver tu reacción cuando lo hagas.
Eso intrigó a Lester todavía más, y quiso preguntarle a
Trent qué es lo que quería decir, pero Mick le agarró del
brazo y le dijo: —Vamos, me toca el turno de entrenarte. 38
Se fueron de la cocina y salieron corriendo de la casa,
dirigiéndose a una extensión de tierra propiedad del clan
dragón.
Mick se volvió hacia Lester, con esa sonrisa en su rostro.
—He estado deseando mostrarte esto desde hace mucho,
pero no me lo permitían. Las cuevas de nuestros
antepasados. Espera hasta que las veas. ¡Son asombrosas!
Les.
Les. Mick no lo había llamado así desde que eran niños.
Lester tomó ese pequeño desliz y lo sostuvo cerca del
pecho. Aunque Mick no se hubiera dado cuenta de eso,
había dado a Lester algo que atesoraría toda la vida.
Entraron más profundamente en el bosque, donde las
ramas asomaban y las raíces hacían que tropezaras. Mick
se acercó y se agarró a la mano de Lester. —Ven,
permíteme ayudarte. Es fácil caer si no estás acostumbrado
a caminar por aquí.
Lester disfruto con el contacto. Las descargas eléctricas
iban desde los dedos, por su brazo y llegaban a su polla.
Querido señor, si solo el que le cogiera la mano tenía ese
efecto en él ¿Cómo hubiera reaccionado, si alguna vez Mick
le hubiera besado? La cabeza de Lester probablemente
explotaría o algo así.
Los bosques eran cada vez más oscuros. Incluso eran
tranquilos, como si la madre naturaleza estuviera
conteniendo el aliento y esperando a que algo importante
sucediera. El corazón de Lester comenzó a latir un poco
rápido y, ahora mismo, eso no era por culpa de Mick. No
podía dejar de sentir que algo que cambiaría su vida estaba
a punto de suceder y no habría vuelta atrás.
Mick dobló una esquina y se encontraron con la entrada
de la cueva. Parecía bastante simple. Solo una obertura
oscura. Sin embargo, al mismo tiempo, atraía a Lester
como nunca antes lo había hecho. Casi le gritaba que
entrara. 39
—¿Lo sientes? —preguntó Mick
—Sí, me está llamando. —respondió Lester.
Mick, saltó arriba y abajo unas cuantas veces —Sabía que
tenías un dragón en ti. Esa perra estaba equivocada todo el
tiempo.
—Tengo que entrar ¿Verdad? —preguntó Lester, más que
un poco asustado, aunque no sabía por qué.
—Sí, pero no te preocupes, estaré contigo en cada paso del
camino —Le aseguró Mick.
Lester se giró y le miró, todavía muy consciente de que
sus manos estaban entrelazadas entre sí. —Como en los
viejos tiempos.
Dando un paso más, Mick inclinó la cabeza, solo un poco,
hacia arriba.
—Exactamente.
Si se lo preguntaran más tarde, Lester no sabría decir que
es lo que le dio el coraje, pero él bajó la cabeza, y acarició
los labios de Mick. No fue un gran beso. No hubo lengua
implicada ni ninguna otra cosa, pero para ser de sus
primeros besos, no fue tan malo.
Mick dio un paso hacia atrás, pero sin soltar la mano de
Lester. —Si supieras cuanto tiempo he esperado a que lo
hicieras.
—No pensé que quisieras a un bastardo. —dijo Lester sin
rodeos.
Mick levantó la vista, con los ojos muy abiertos. —¡Nunca
pensé eso! Simplemente no creí que fuera suficientemente
bueno para ti, ya que tienes sangre real y yo soy solo un
tonto guerrero.
—Siempre fuiste, suficientemente bueno para mí.
Mick inclinó la cabeza hacia atrás y miró al cielo —No me
puedo creer lo idiotas que hemos sido. Si hubiéramos 40
tenido esta conversación hace diez años, me hubiera ido
contigo.
Lester se sintió sorprendido y humillado al mismo
tiempo.
—¿De verdad habrías hecho eso por mí? ¿Dejar el clan
dragón?
—Yo haría cualquier cosa por ti, Les—Sus ojos se
oscurecieron por el deseo.
—Y yo por ti, pero primero tenemos que entrar en la
cueva. Entonces podremos regresar a casa y revisar mi
nuevo dormitorio juntos. ¿Cómo te suena eso?
Mick le lanzó una sonrisa perversa —Me encanta. Ahora
vamos a entrar en la cueva para que podamos terminar la
lección.
Ellos se metieron en la cueva. Al principio parecía ser
solo eso… una cueva. Pero cuando se adentraron más,
entonces las cosas cambiaron.
Las paredes empezaron a brillar con tonos blancos, casi
como si estuvieran hechas de hielo. Diferentes joyas y
piedras, de diversos tipos y tamaños, estaban dispersas
por varios lugares.
—¿Qué son? —preguntó Lester pasando el dedo por lo que
parecía un rubí. Lo juraba, estaba zumbando bajo su toque,
casi como si le cantara.
—Son varios tributos, dejados por otros dragones, para la
familia real. Utilizaron fuego de dragón para colocarlos en
la pared. —explicó Mick
—Pero hay muchos. —Lester suspiró.
—Tu familia se remonta mucho tiempo atrás. No siempre
estuvo en una granja ubicada aquí. Solían estar en un
castillo. Han tenido que cambiar para acomodarse a los
nuevos tiempos y encajar. Los dragones han estado más
tiempo alrededor que los hombres. Hemos mantenido
nuestra existencia como un secreto bien guardado. 41
—Sí, bueno, odio romper tu burbuja de seguridad, pero
tienen cámaras en el garaje de mi hospital, donde
cambiaste el otro día. —señaló Lester.
—Maddox ya se encargó de eso. Sabemos cómo cubrir
nuestro rastro. Ya deberías haberte dado cuenta.
Cierto, Lester debería saberlo. Pero le habían empujado
por la espalda tan a menudo que no estaba al tanto de
muchos los secretos de los dragones o de sus operaciones
internas. A decir verdad, gracias a su madrastra y padre,
no sabía casi nada sobre ellos, a pesar de haber crecido a
su alrededor.
Eso también le avergonzaba —No sé nada de mí —dijo
Lester en voz alta. El admitirlo finalmente, le hacía
sentirse bien, no era tan embarazoso como se había
imaginado.
—Está bien, Les. Para eso estamos aquí. Para enseñarte.
Para mostrarte las cosas que deberías haber aprendido
durante todo este tiempo.
Mick se detuvo en una piedra. Era sencilla, solo un ónice,
pero para Lester se destacaba de entre todas las demás. Él
extendió la mano y la tocó. Tal vez fuera solo su
imaginación, pero el zumbido parecía ser más fuerte en
esta piedra. Hizo que todo su cuerpo temblara.
—Esa es la que yo puse—admitió Mick. —Se supone que
debemos hacerlo cuando nos transformamos en dragón.
Estuve pensando en ti, todo el tiempo mientras le exhalaba
fuego.
De acuerdo, eso lo consiguió. Incluso un hombre como
Lester, no podía tener tanto autocontrol. Cayendo de
rodillas frente a Mick, estiró la mano y empezó a
desabrochar la cremallera de sus pantalones de cuero.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Mick. —Este es un
lugar sagrado.
—Estamos a punto de hacerlo aún más especial—Dijo
Lester, bajando la cremallera de Mick 42
De alguna manera, no se sorprendió al descubrir que su
amigo iba de comando. Lester sacó la polla, con un tamaño
impresionante, de Mick y escupió en la puntas, antes de
girar la lengua por la cabeza. Mick soltó un gemido que
resonó por la caverna.
—Pensé que habías dicho que esperaríamos a volver a tu
habitación. —dijo Mick, a pesar de estar echando las
caderas hacia delante.
—Nosotros estamos… esto es solo un pequeño avance.
Lester separó los labios y tomó solo un par de pulgadas
para fastidiar un poco a Mick. Luego la dejó escapar. Antes
de que Mick pudiera recuperarse de eso, Lester lamió la
tierna parte inferior de la polla.
—Me estás matando. —Mick se quejó.
—Acabo de empezar nene. —Se jactó Lester.
Luego separó sus labios y tomó, muy lentamente, la
longitud de Mick, mientras que con sus manos rodaba sus
bolas. Mick se apoyó contra la pared, y separó las piernas
para darle a Lester un mayor acceso, movimiento que a
Lester le habría hecho sonreír. O al menos habría sonreído
si no hubiese tenido la boca llena.
Lester empezó a mover la cabeza de arriba hacia abajo
con un ritmo constante, y al mismo tiempo, seguía
masajeando las bolas de Mick. Mick se agachó y puso las
manos en el pelo de Lester y se mantuvo firme, sumando la
picadura a las sensaciones eróticas.
—Me corro Les. Si no quieres que lo haga en tu boca, es
mejor que retrocedas.
Lester siguió aspirando, más y más rápido. Quería saber,
como sabía Mick. De hecho, había estado despierto muchas
noches pensando en ello. Efectivamente, un par de minutos
después, Mick se puso rígido, después gritó el nombre de
Lester, antes de lanzar varias cuerdas de esperma caliente
43
hacia su boca.
Lester tragó rápidamente, sin querer perder ni una gota.
Mick sabía dulce, pero con un toque picante. Era mejor de
lo que se había imaginado y no podía obtener suficiente.
Incluso lamió la polla flácida de Mick antes de volver a
meterla en sus pantalones.
—Esto no debería estar en los planes de las lecciones. —
Mick jadeó.
Lester se inclinó hacia adelante y compartió un profundo
beso con él. —No me digas que no disfrutaste de cada
maldito segundo.
Mick esbozó una sonrisa pícara. —Oh, no, ahora eso sería
una mentira. Y nosotros hicimos el voto de no mentirnos
nunca. ¿Lo recuerdas? Con calidez en el corazón, Lester
asintió con la cabeza. —Por supuesto que sí.
Capítulo 5
Mick cogió la mano de Lester y casi lo arrastró de vuelta a
la casa. Mick tenía una risa silenciosa cada vez que la
llamaron una casa de campo. Mansión sería una mejor
palabra. Tenía más dormitorios que algunos hoteles. ¿Pero
si la familia real quería insistir en llamarla casa de campo,
quién era él para discutir?
Ellos tropezaron con los escalones y se encontraron con
Brian tan pronto como entraron. Brian les dio una sonrisa.
—¿Lo tomo como que la sesión de entrenamiento ha ido
bien?
—Sí, me enteré de mucho—dijo Lester. —A propósito, mi
nueva habitación esta lista para usarse, ¿verdad?
Mick rodo los ojos. Lester tenía mucho que aprender
cuando se trata del arte de la sutileza. No es que le
importara mucho. Al menos Lester estaba haciendo lo que
ellos tanto querían. 44
—Sí, si vas arriba, es el tercer dormitorio pasando la mía.
Mick está justo al lado.
Pero Brian ya estaba hablando al aire vacío porque Lester
había agarrado a Mick por la muñeca y lo tiraba por las
escaleras. O lo seguía o literalmente sería arrastrado por la
escalera.
—Gracias, Brian, hasta luego. —Mick dijo, tratando de
salvar una cierta apariencia de cortesía.
Por otra parte, a Lester le tenía sin cuidado. Él parecía
decidido tener a Mick en la habitación y al diablo con el
que se pusiera en su camino. Era un poco irritante, pero de
otra manera fue un gran paso para saber que él y sólo él
podría hacer a Lester perder el control de esa manera.
Por fin llegaron a la habitación. Lester ni siquiera se tomó
el tiempo para mirar alrededor de su nueva habitación, su
mirada nunca dejó la de Mick. Mick sintió un poco de
nervios, pero también le dio una emoción embriagadora.
—Desnúdate para mí—ordenó Lester. —Si no consigo estar
dentro de ti pronto, voy a explotar.
Incluso cuando empezó a quitarse la ropa, un irritado
Mick dijo —¿Quién dice que soy la parte inferior? Puedo ser
pequeño, pero eso no quiere decir que no me gusta arriba.
Los ojos de Lester destellaron con pasión. —Puedes
tenerme la próxima vez. Sólo tengo esta abrumadora
necesidad de reclamarte justo ahora. ¿Está bien?
Los labios de Mick se curvaron en una sonrisa.
—Por supuesto que lo está. Yo sólo estaba teniendo un
poco de diversión contigo. Me gustan las dos cosas.
Lester dejó escapar un suspiro de alivio justo antes de
que siguiera una maldición. —Por favor, dime que tienes
condones. No tengo ninguno.
Mick se echó a reír. A veces se olvidaba cuánto tiempo
había estado fuera Lester. 45
—Nene, no los necesitamos aquí. Recuerda, dragones y
hechiceros no transmiten enfermedades como lo hacen los
humanos. Todo lo que necesitamos es un poco de lubricante
y ya está. Y si conozco a Nicholas, se aseguró de que había
algunos en la mesa de noche cuando estableció la
habitación para ti.
Lester abrió el cajón y dejó escapar un grito de alegría.
—Tienes razón, lo hizo. Aunque, ahora que me pongo a
pensar en ello, eso es un poco raro.
Mick se echó a reír. Sólo alguien como Lester se le
ocurriría algo así en el medio de un encuentro sexual.
—Sólo desnúdate para que me puedas joder ya.
—¡Oh, cierto!
Lester comenzó a desprenderse de sus ropas y Mick se
encontró dejando de hacerlo para ver cómo Lester reveló
cada pulgada de su carne suculenta.
Por supuesto, se habían bañado desnudos de niños, pero
esta era la primera vez que Lester se desnudaba sólo para
Mick y había una gran diferencia.
Decir que Lester tenía un cuerpo hermoso hubiera sido
una gran subestimación. Mientras que él era musculoso
como muchos de los otros dragones, tenía una calidad
elegante en él que lo hacía atractivo y erótico al mismo
tiempo. Y maldito si Mick no quería probar todas y cada
pulgada de esa exquisitez.
Totalmente desnudo, Lester arqueó una ceja. —¿Sólo vas a
sentarte allí y bostezar todo el día o vas a terminar de
desvestirte? Porque no creo que pueda ir todo hombre de
las cavernas y arrancarte esa ropa de cuero de encima.
Mick miró hacia abajo y se dio cuenta de que, si bien se
las había arreglado para perder sus botas, calcetines y
camiseta, aún tenía puestos los pantalones.
—Vaya, sí. Creo que es mejor deshacerse de esto, si 46
quieres tener mi culo.
—Sería hacer las cosas un poco más fáciles.
Mick cogió la cremallera de los pantalones y la bajo antes
de lentamente quitárselos y tirarlos a un lado. A pesar de la
anterior mamada en la cueva Mick estaba duro, cogió su
pene y se acarició a sí mismo un par de veces mientras
seguía mirando a Lester.
—Esa cosa que estás luciendo entre las piernas es
bastante grande. ¿Estás seguro de que va a encajar? —Mick
bromeó con su mejor acento de estrella porno.
Lester simplemente rodo los ojos. —Metete en la cama,
así que pueda cogerte ya.
—¿De qué manera me quieres? —preguntó Mick.
—En tu espalda, de esa manera puedo mirarte a los ojos
cuando te reclame.
Mick se preguntó si como él, Lester esperaba que llegaran
a ser verdaderos compañeros. La única manera de
averiguarlo era follar. Una vez que el acto fuera hecho, si
pudieran hablar entre sí telepáticamente, eso demostraría
que eran compañeros.
Una parte secreta de Mick siempre había esperado que él
fuera el compañero de Lester y esperaba que Lester
sintiera lo mismo. Sobre todo después de lo que habían
compartido en la cueva. Mick no quería perder a Lester por
algún otro Dragón en el camino. Quería mantenerlo de por
vida.
Sus preocupaciones deben haberse mostrado en su cara,
porque Lester metió los dedos bajo la barbilla de Mick y lo
obligó a mirar hacia arriba. —Hey, nada de pensamientos
de ese tipo. Nosotros fuimos hechos el uno para el otro. No
me importa lo que diga el destino. Somos compañeros.
—Sólo quiero tan mal que seas mío para siempre—
finalmente Mick expresó su temor más grande.
47
—Yo pensé que ya estaba claro que me tienes—dijo Lester,
dándole un suave beso.
Con el máximo cuidado, Lester guio a Mick a la cama y lo
acostó en el colchón. Era tamaño King—Size, no individual
como antes, por lo que les dio un montón de espacio para
moverse.
Lester abrió la botella de lubricante y roció una buena
cantidad en sus dedos. A continuación, comenzó a trabajar
un dígito dentro y fuera del orificio de Mick. Al mismo
tiempo, Lester llovió suave, pero constantemente, besos
por el pecho de Mick, abriéndose camino a su torso y luego
a su ombligo. Justo cuando estaba a punto de alcanzar el
pene de Mick, Lester trabajó su camino de regreso de
nuevo.
Lo único que lo salvaba era que añadió un segundo dedo,
haciendo tijera hacia fuera para estirarlo.
Mick dejó escapar un grito de placer mientras apretaba la
colcha en un puño bajo el. Iba a volverlo loco antes de que
comenzara. Entonces, Lester comenzó la misma rutina, sólo
que esta vez agregó mordeduras de amor a ella, dejando
atrás, sin duda, todo tipo de marcas interesantes. Mick no
iría sin camisa en público, al menos no por un tiempo.
—Vas a matarme. —dijo Mick con un gemido.
—No te vas a venir hasta que esté dentro de ti. —
respondió Lester, dando al pezón de Mick un mordisco
particularmente duro.
—Entonces, apresúrate a tomarme ya. No sé cuánto más
de esto puedo resistir.
Lester metió un tercer dedo y los movió para que rozaran
la próstata de Mick. —Vas a tomar lo que te doy y algo más.
—¡Mierda! —gritó Mick. —Sólo recuerda que esto es juego
limpio y estaré arriba la próxima vez.
48
—Tomada debida nota. —dijo Lester con una sonrisa
salvaje. Y en ese momento, Mick casi pudo ver al Dragón al
acecho bajo el hombre y condenado si no lo encendió más
que nada en su vida. Tanto es así que Mick agarró la parte
posterior de sus rodillas y tiró de las piernas más atrás,
ofreciéndose a sí mismo aún más.
Algo brilló en los ojos de Lester y Mick podría haber
jurado que cambiaron brevemente a su forma de Dragón,
pero sucedió demasiado rápido para estar seguro. Lester
emitió un gruñido que era claramente de Dragón mientras
dejaba sus dedos libres y los rozaba hacia arriba en su
pene.
—Eres mío ahora. —dijo Lester, cuando alineó la punta de
su pene con el agujero de Mick.
—Sí. —jadeó Mick.
Lester empujo en él en un movimiento fluido. Después de
eso, toda la dulzura había desaparecido. No es que Mick
hubiera esperado algo diferente.
Él reclamo era un proceso a veces brutal. De hecho, si
hubiera sido de otra manera, habría defraudado a su propio
Dragón.
Les prácticamente dobló por la mitad a Mick mientras
golpeaba el infierno fuera de él y a Mick le encantó cada
momento de ello. La sensación de ser llenado por Les, el
conocimiento de que por fin le reclamaba, lo dejaba
abrumado y Mick sintió que su mente se quebró. Pero no
mal, voy a volverme loco, sino más bien en la manera de
esto es eufórico. Era como si las espirales de placer se
abrieran camino hasta su cuerpo y su mente, y podía
sentirse conectar con Lester como no había conectado con
ningún otro.
—¡Compañero! ¡Mío!
Él no sabía si era su propia voz la que lo había dicho en su
cabeza o la de Lester. Todo lo que Mick sabía era que
estaba a punto de llegar. Dejando escapar un grito
ahogado, disparó gruesas cuerdas de esperma, abarcando
49
ambos estómagos. Unos pocos golpes más tarde, Lester se
unió a él, llenando el culo de Mick.
Una vez que todo había terminado, Lester dejó las piernas
de Mick deslizarse libres, pero se quedó en la parte
superior de Mick. Ambos jadeaban en busca de aire y Mick
sabía que mañana iba a sentir dolor en más de una docena
de lugares.
—Si nos quedamos así, vamos a pegarnos juntos una vez
que se seque el semen. —dijo Mick.
—Podemos tomar una ducha en un segundo. Vi un baño
incorporado en nuestro camino. —respondió Les.
—¿Estoy siendo optimista justo ahora o hablamos en la
cabeza del otro?
—No estás siendo optimista. Lo hicimos. Somos
compañeros de por vida.
Lester le dio a Mick un beso suave en la punta de la nariz.
—¿Crees que tus hermanos se pondrán locos? —preguntó
Mick.
La última cosa que quería hacer era romper el frágil
vínculo que había sido puesto en su lugar. Sin embargo, al
mismo tiempo, él no estaba dispuesto a renunciar a Lester.
—Algo me dice que no van a estar demasiado
sorprendidos. No con lo cercanos que siempre hemos sido—
respondió Lester. Se levantó y tiró de Mick por el brazo.
—Vamos a tomar una ducha. Es hora de cenar. No hay
mejor momento para que todos puedan saberlo que ahora.
Mientras Mick estuvo de acuerdo, una pequeña parte de
él no podía dejar de estar nervioso. Siempre había sido
aceptado por los otros guerreros Dragón, pero no se perdió
que era el más pequeño, el más débil y el más joven. ¿Cómo
iba su líder a reaccionar al tener a uno de sus hermanos
acoplado al enano?
Rápidamente se bañaron. De acuerdo, folaron una vez 50
más y se ducharon, pero los dragones tenían sus
necesidades. Luego fueron abajo justo a tiempo para la
cena. Tan pronto como todo el mundo en la sala noto sus
manos entrelazadas, Mick sabía que el concierto había
terminado.
Ya se tratara de una buena sincronización o porque Brian
sabía dónde habían estado, los únicos en la mesa eran
miembros de la familia. Mick tragó saliva, una familia a la
que pertenecía ahora. O por lo menos que esperaba que así
fuera y lo aceptaran.
Lester se inclinó y pasó la mano por Mick. —Por supuesto
que van a aceptarte. Eres mi compañero.
—¿Qué pasa si piensan que no soy lo suficientemente
bueno para ti?
—¿Por qué crees eso? Si tú no fueras lo suficientemente
bueno, entonces nunca habrías sido uno de los guerreros de
mi hermano, para empezar.
—Oh, mis dioses, están hablando en sus mentes,
¿verdad?—interrumpió Nicholas bruscamente.
—Es hablar con tu compañero y se supone que debe ser un
regalo maravilloso. —Brian respondió con melancolía.
Eso hizo que Mick se preguntara si su líder era un poco
solitario. Era algo que nunca había pensado antes. Sobre
todo porque Brian parecía tan seguro de sí mismo y
responsable. Pero, como Mick considero, se dio cuenta de
que su líder debe sentirse solo a veces.
—¿Así que ustedes están de acuerdo con esto? —preguntó
Lester mientras que ponía a Mick en un abrazo protector.
Duncan resopló. —Por favor. Lo vimos venir hace años.
Estábamos sorprendidos cuando Mick no se fue contigo
cuando te fuiste.
—No estaba seguro de que me fuera a querer—admitió
Mick y enterró su rostro en el hueco del cuello de Lester
para ocultar su vergüenza. 51
—¿Estás bromeando? Lester estaba tan enamorado que
me sorprendió que no te pidiera que fueras—añadió
Nicholas su granito de arena.
—No pensé que fuera a venir conmigo—Lester dijo
mientras alisaba su mano por la espalda de Mick en un
gesto de amor.
—Oh demonios. Ellos van a ser como Duncan y Trent
ahora—se quejó Nicholas. —Todo manoseo y esas cosas.
—¿Qué hay de malo en eso? —preguntó Trent con una
sonrisa.
—No hay nada que no sea el hecho de que se pone molesto
después, oh, unos dos minutos.
Trent señaló a Nicholas. —Sólo tienes que esperar hasta el
día que encuentres a tu pareja. Entonces las cosas serán
diferentes.
Nicholas rodó los ojos. —Eso nunca va a suceder. No estoy
de humor para asentarme próximamente.
—Vamos a ver eso—dijo Trent ominosamente.
Nicholas entrecerró los ojos a su cuñado. —¿A qué hechizo
basura estás jugando conmigo?
Trent se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la mesa.
—Ahora, Nicholas, sabes que nunca te haría eso. Prometí
no volver a trabajar mi magia en tu pequeño cerebro.
—Malditamente cierto que lo hiciste—replicó Nicholas,
antes de pensar un momento. —Oye, ¿me llamaste
estúpido?
—Más o menos.
Las bromas continuaron así durante el resto de la comida.
Pronto Mick y Lester se unieron y fue simplemente como
una comida familiar debe ser. Mick no podía recordar un
momento en el que había estado más contento y feliz, a 52
pesar de que sabía que todavía tenían mucho trabajo duro
por delante de ellos, para conseguir a Lester listo para
enfrentarse a sus muchos enemigos.
Capítulo 6
El siguiente par de semanas parecieron volar. Por las
mañanas, Lester se quedaba atascado leyendo a través de
los libros viejos y secos. Que a veces eran un poco
interesantes, aunque aún había de llegar a los élficos.
Siguieron quedándose en la parte inferior, llamándolo,
como un tipo de desafío al que quería llegar, sin embargo,
al mismo tiempo lo temía por alguna extraña razón.
En las tardes, trabajaba con Mick. Mientras Lester había
sido incapaz de llamar a su Dragón hasta el momento,
podía sentirlo persistente debajo de la superficie, sólo
arañando por salir. En lugar de animarlo, sólo se frustraba
más. Se sentía como si estuviera muy cerca, y sin embargo
seguía fallando en el último momento.
Una tarde en particular, Lester perdió la calma y golpeó
un árbol cercano, obteniendo hematomas en sus nudillos en
el proceso. Mick se acercó, tomó su mano y la besó para
quitar el dolor.
53
—Enojarse no va a ayudar en nada. Tu Dragón sabrá
cuándo es el momento adecuado para salir.
—¿Qué pasa si eso nunca sucede? —pregunto Lester
finalmente con voz áspera, dando voz a su mayor temor.
Sin soltar la mano de Lester, Mick le dio otro beso.
— Sucederá. A veces, cuando estamos jodiendo, puedo ver
destellos de él en tus ojos. Acabará por hacerlo.
Lester dejó escapar una risa seca. —Bueno, esperemos
que cuando lo haga, estes en la parte superior. Si no, puede
ser un poco incómodo para ti.
Mick soltó una carcajada al tiempo que tocaba a Lester en
el pecho. —Ni siquiera bromees sobre eso. Me da
escalofríos de sólo pensar en ello.
Lester lo recogió y lo hizo girar. —Como si pudiera hacer
daño a mi compañero de esa manera. Atesoro tu culo
demasiado.
—Sólo el culo, ¿eh?
Mick lo dejo deslizarse por su cuerpo, Lester plantó un
acalorado beso en los labios de Mick. —No, yo atesoro cada
pulgada tuya, Mick. Tú lo sabes.
FIN
77
Sobre el Autor
78
Créditos
David
Rasv
Sakura
Reaper
Dragon Moon
Cyllan
Morgana Celtic
79