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Mientras a nivel internacional se desarrollaba la guerra fría, con el globo plenamente polarizado

entre dos bandos: Capitalistas y Comunistas. Todos los países se veían en la obligación de adherir
a uno de ellos. Quienes tomarán una posición neutral, serían presionados para hacerlo. Por otro
lado, a nivel nacional, luego de la dimisión de Juan D. Perón, con el inicio de la dictadura de la
Revolución Libertaria, “comenzó un periodo de alta conflictividad social, reiteradas crisis
económicas, gobiernos menos democráticos y cada vez más restrictivos y una creciente
participación de las fuerzas armadas en actividades represivas” (Taiana, 2014).

El 27 de junio de 1966, se separa a Arturo Illia del cargo de presidente, en su lugar, asume
Carlos Onganía. Este teniente adhería a la Doctrina de Seguridad Nacional, ideología que afirma
que el enemigo ahora es ideológico y está frontera adentro. ¿Su misión? Erradicar la ideología
marxista y las actividades comunistas que eran el germen que iba pervirtiendo las mentes de los
ingenuos ciudadanos, además de proteger las fronteras externas donde el enemigo siempre estaba
al acecho. El mismo día del golpe, el Consejo Superior Universitario realiza un comunicado
repudiando el golpe.

Posteriormente, Onganía disuelve el congreso, destituye a la Corte Suprema de Justicia de la


Nación, interviene las provincias y prohíbe toda forma de actividad política. Por otro lado, el
Ministerio de Educación se convierte en una secretaría dependiente del Ministerio del Interior.
Un mes después, la Universidad, como la única isla democrática del país, que aún poseía su
autonomía y gobierno tripartito, se ve intervenida por la ley 16912, que convierte a rectores y
decanos en interventores delegados de la secretaría de Educación. Se les envía un comunicado,
donde les advierten que tienen 48 horas de plazo para decidir si aceptan o no. Esto daría inicio el
29 de Julio de 1966 a lo que fue Noche de los Bastones Largos.

La "Noche de los Bastones Largos" fue un suceso trascendental en la historia de Argentina,


ocurriendo el 29 de julio de 1966 durante la dictadura de Onganía. Esa noche, tropas de la Policía
Federal fueron enviadas a intervenir y reprimir a las universidades nacionales, específicamente a
la UBA. El objetivo principal de este ataque era desarticular y controlar las instituciones
educativas, especialmente aquellas que eran consideradas como focos de resistencia estudiantil y
académica. Las fuerzas represivas irrumpieron en las facultades, golpeando y deteniendo a
profesores, autoridades y estudiantes. Los bastones largos se convirtieron en un símbolo del
autoritarismo y la violencia utilizados para imponer el control sobre la educación.
Las consecuencias de este acto fueron significativas. Muchos profesores y estudiantes fueron
expulsados o se vieron obligados a renunciar, lo que provocó una importante emigración de los
profesionales y una pérdida considerable de talento académico en el país. Además, se estableció
un clima de miedo y represión en las instituciones educativas, limitando la libertad de expresión
y el pensamiento crítico. Este evento marcó un quiebre en la historia universitaria argentina y
generó un profundo impacto en el sistema educativo del país. La autonomía universitaria se vio
gravemente afectada ya que limitaron la participación estudiantil en la toma de decisiones y la
elección de autoridades.

A pesar de las consecuencias negativas, también despertó un fuerte sentimiento de resistencia


y lucha por parte de la comunidad estudiantil y académica. Este acontecimiento se convirtió en
un símbolo de la lucha por la defensa de la educación pública, la autonomía universitaria y los
derechos estudiantiles. Hoy en día, la "Noche de los Bastones Largos" sigue siendo recordada
como un capítulo oscuro en la historia argentina y como un recordatorio de la importancia de
preservar y defender los valores fundamentales de la educación y el pensamiento crítico.

Relación con el texto de Schorr

En relación con las medidas económicas implementadas durante la dictadura, la "Noche de los
Bastones Largos" representa un ejemplo de la represión y el control de impuestos por el régimen
autoritario. Este evento ejemplifica la forma en que la dictadura buscaba imponer su autoridad y
control sobre diferentes aspectos de la sociedad, incluyendo la educación. La represión y el miedo
impuestos por la "Noche de los Bastones Largos" se suman a las políticas económicas y represivas
que afectarán negativamente a la industria y al trabajo en Argentina durante ese período

Relación con el texto de Basualdo

Se relaciona con el texto de Basualdo en el sentido de que representa un ejemplo de la


imposición de un nuevo patrón de acumulación del capital y la eliminación de las conquistas de
los trabajadores. Este acto de represión en las universidades nacionales, con el objetivo de
controlar las instituciones educativas y limitar la participación estudiantil en la toma de
decisiones, refleja la imposición de un modelo autoritario que buscaba restringir la libertad de
expresión y el pensamiento crítico, tal como Basualdo. describe en su análisis de la última
dictadura.
Este suceso también generó un fuerte sentimiento de resistencia y lucha por parte de la
comunidad estudiantil y académica, lo que se alinea con la idea de Basualdo sobre la importancia
de la resistencia popular frente a las imposiciones autoritarias

Medios de comunicación:

Investigando sobre los medios de comunicación durante la Presidencia de Onganía, se puede


ver claramente que fue un período en el que enfrentaron un fuerte control y censura por parte del
gobierno militar, se realizaron detenciones y amenazas a periodistas y se suprimieron noticias
críticas del régimen militar, la censura fue mayormente en periódicos, revistas y emisoras de radio
y televisión que se oponían al gobierno, Luego de la noche de los bastones largos se pueden ver
a mucha gente, uno de ellos fue Joaquín Salvador Lavado Tejón o más conocido como Quino un
historietista argentino muy conocido por su obra “Mafalda” donde denunció específicamente los
porrazos que daba la policía con una frase muy “famosa” en la época que era “el palito abollador
de ideologías” haciendo referencia a los incidentes en la noche de los bastones largos, además
tuvo problemas con la censura y que autocensurarse, en el 76, cuando se cometieron los crímenes
ultraderechistas más salvajes, en una masacre se cubrió a los cuerpos con un chiste de Mafalda.

Fuentes:

https://www.educ.ar/recursos/84874/el-golpe-de-ongania-y-la-noche-de-los-bastones-largos

https://impactocastex.com.ar/2022/07/noche-de-bastones-largos-se-cumplen-56-anos-de-
aquella-noche-en-la-que-ongania-detuvo-la-educacion-a-bastonazos/
El contexto económico de Argentina entre 1966 y 1973 estuvo marcado por una serie de
cambios políticos, sociales e internacionales que impactaron el desarrollo del país. Tras el golpe
de estado de 1966, que derrocó al presidente Arturo Illia e instauró la llamada “Revolución
Argentina”, se implementó un régimen militar que buscaba modernizar la economía y la sociedad
a través de un plan de tres tiempos: económico, social y político. La política económica del
ministro de Economía Krieger Vasena incluyó medidas liberales como la devaluación, la
reducción del déficit fiscal, la baja de aranceles y el fomento de las inversiones extranjeras. Estas
acciones generaron un crecimiento económico inicial, pero también provocaron una mayor
concentración de la riqueza, una caída del salario real, una desnacionalización de la industria y
un aumento del endeudamiento externo. Paralelamente, surgieron diversos movimientos sociales
y políticos que se opusieron al régimen militar y exigieron el retorno a la democracia, como el
Cordobazo, el Rosariazo, las organizaciones guerrilleras, los sindicatos, los partidos políticos y
las organizaciones de derechos humanos. A nivel internacional, la crisis del sistema monetario de
Bretton Woods, el shock petrolero de 1973, la guerra fría, la expansión de las corporaciones
multinacionales y la mundialización de la producción también influyeron en la economía
argentina.

El contexto social en Argentina a mediados de 1966 estuvo marcado por la influencia de la


moral cristiana y conservadora de la "Revolución Argentina", que se reflejó en las prácticas
represivas del régimen militar. La policía se dedicó a expulsar a las parejas de las plazas, perseguir
a los hombres con cabello largo, cerrar locales nocturnos y reprimir a las mujeres que vestían
minifalda. La universidad pública rechazó estas prácticas y se involucró activamente en la lucha
política, manifestándose a través de marchas, actos y asambleas. La resistencia estudiantil irritó
al gobierno, que demostró las manifestaciones como actos subversivos. En respuesta, se emitió
un decreto presidencial que ordenó la intervención de las universidades nacionales. Ante esta
medida, estudiantes y profesores de la ciudad de Buenos Aires se reunieron en asambleas masivas
y decidieron tomar los edificios de varias facultades para defender la autonomía universitaria. Sin
embargo, la represión no tardó en llegar, y la guardia de infantería rodeó la facultad de ciencias
exactas, ordenando el desalojo inmediato del edificio. Los estudiantes y docentes, desarmados,
fueron recibidos con golpes de palos y machetes, resultando en numerosas detenciones y
renuncias de docentes e investigadores. Esta situación llevó a muchos académicos a continuar sus
carreras en el extranjero.
El contexto político de Argentina entre 1966 y 1973 estuvo marcado por una serie de cambios
significativos. En 1966, un golpe de estado liderado por el general Juan Carlos Onganía derrocó
al presidente Arturo Illia, quien había sido elegido democráticamente en 1963. Onganía instauró
una dictadura que se llamó “Revolución Argentina” y que buscaba modernizar el país y eliminar
el comunismo. Para lograr estos objetivos, Onganía suspendió la Constitución, disolvió el
Congreso, prohibió los partidos políticos, intervino las universidades, reprimió a los sindicatos y
censuró a los medios de comunicación. Su política económica favoreció a los sectores más
poderosos, generando desigualdad y pobreza en el país.

La dictadura de Onganía enfrentó una fuerte oposición de diversos sectores de la sociedad,


como los estudiantes, los trabajadores, los intelectuales, los artistas y los movimientos populares.
Entre las manifestaciones más destacadas se encuentran el Cordobazo, una rebelión obrera y
estudiantil que sacudió a la ciudad de Córdoba en 1969, y el Rosariazo, una protesta similar que
ocurrió en Rosario ese mismo año. Estos hechos debilitaron al gobierno de Onganía, que fue
reemplazado por el general Roberto Marcelo Levingston en 1970.

fuentes:

politimia.com.ar

definicionesyconceptos.com

es.wikipedia.org

sedici.unlp.edu.ar

FiloDebate_Mollis.pdf (uba.ar)

(33) Ver la historia: 1966-1976. Tiempos violentos (capítulo 10) - Canal Encuentro HD -
YouTube

(33) La noche de los bastones largos - YouTube

https://www.argentina.gob.ar/noticias/55-anos-de-la-noche-de-los-bastones-largos

Vista de Disyuntivas económicas y políticas de la Guerra Fría en América Latina (um.edu.uy)

studocu.com6
dosflorines.com.ar

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