ocurrieron los hechos. Pueblo al norte de mi país. En su plaza de armas estábamos casi siempre cuatro amigos: Dagner, Cachito, Frank y yo. Tres vivíamos a una cuadra del Fernand. “Chau amigo Fernan, nos vemos mañana”. Todos menos Dagner que nos dijo: “No se vayan, no se vayan, se van a perder una de película de fantasmas, yo sé lo que les digo” … de hacer guardia, miraba disimuladamente a la susodicha. Al llegar cerca al portal del Banco la mujer se acercó a la puerta y esta se abrió como las puertas automáticas de una nave espacial e ingresó esfumándose en la oscuridad de sus Era ya muy tarde, casi medianoche, la plaza recinto que era el punto de encuentro de la lunas. El guardia que había seguido la secuencia estaba desierta, solo se veía por nuestra calle “la sociedad de los años ochenta, sólo Dagner vivía de la fémina, segundos antes había virado su Pérez” nuestro barrio querido, aparecer un en otro barrio. Todos teníamos unos 16 o 17 años. vigilia hacia la Isla de los Pájaros Muertos, todos hombre a quien reconocimos todos, llegó y se Últimamente se nos había agregado al grupo un sabíamos, que era “la costilla” del hombre que sentó en un amplio y largo macetero con tierra muchacho de un pueblo vecino. Él y su padre hacía guardia. Ambos “vigilantes” se perdieron el decrépita conocido como “La Isla de los Pájaros habían arrendado un cuartito en la misma detalle de la “abducción” y entraron en Muertos” Era conocido por ser músico y tener un manzana que compartía La Comisaría de la confusión. El policía llamó a su colega, se veían notorio estrabismo, su mirada de lado derecho Guardia Civil, su señor padre vendía en un que conversaban sorprendidos, señalando la estaba muerta, solo tenía un radio de visión para Kiosquito jugos y refrescos alrededor de la Plaza. coordenada de la rara desaparición. Nosotros en el lado izquierdo, cada vez que quería mirar para Nosotros nos habíamos percatado de eso, pero él un barullo de risas nos descojonábamos a el otro lado viraba su cabeza como un periscopio trataba de ignorarlo. Se acercó a nosotros y nos carcajadas. de submarino, para saber que ocurre por esa zona. ofreció su amistad: “Mi nombre es Fernand” – El tombo se nos acercó, a nuestra banca que Nos dijo, “¿Y tú apellido?” ...” Sólo Fernand” “La cosa se pone de candela” dijo Dagner, que estaba frente a la cómica de Guadalajara. insistió. “O sea tu nombre es Fernad y tu apellido durante el día era el conserje de limpieza del “Documentos” … Nos encerraron en el calabozo. Solofernad, qué bacán” agregó risueñamente “Interbank” a lado de la Comisaría. “El Gordo Llegó el guardia más antiguo y nos interrogó “De Dagner. “No será que te llamas Fernando” le Alex está en el Banco esperando a una fulana” qué carajos se ríen tanto” Dagner respondió recriminó Cachito y tu apellido es quechua o Sabíamos que Dagner se refería así a su jefe el “Perdone jefe es acabamos de ver como lo aymara y lo quieres esconder por esa vergüenza Administrador de esa entidad. Por los portales de cuernean al Chanta” … “¿Chanta?” … “El de los que sienten los acomplejaos” ... Solo se escuchó la Plaza aparecía una mujer que iba avanzando de Caribellos, pues jefe” … “Yo soy el Guardia una risita nerviosa de parte del interrogado. “En columna en columna como jugando a las Pacheco y no les aguanto ni un queco... De pie fin, ya no lo jodan, ahora es nuestro pata”- dije escondidas, Cada vez que el radar visual del vagos, Firmes CARAJO” … cortando la interpelación. Inmediatamente nos sujeto parapetado en la Isla de los pájaros… paramos de la banca para dejarlo plantado y enfocaba su posición ella se escondía. En la (CONTINUARÁ) empezamos a retirarnos aplicando el desaire al tal puerta de la Comisaría había un policía aburrido