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CUENTO DE HORROR - Juan José Arreola que se piensa. Y ella piensa demasiado.

Ahora abre los ojos para


La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de ver el naufragio de su alma. Él la abraza como si quisiera desnudar
sus apariciones. su rabia. Ella le pide: Mátame.

LA ÚLTIMA CENA - Ángel García Galiano EL DRAMA DEL DESENCANTADO - Gabriel García Márquez
El conde me ha invitado a su castillo. Naturalmente yo llevaré la El drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo
bebida. piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la
intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los
E-MAIL- Cuca Canals amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no
http://www.AnayCarlosSeConocieronPorInternet.EstánAtrapadosEn habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el
El@mor.hothothotmail.Fin// instante de reventarse contra el pavimento de la calle había
cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado
CRUCE - Arturo Pérez Reverte a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre
Cruzaba la calle cuando comprendió que no le importaba llegar al por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.
otro lado.
MENSAJE - Thomas Bailey Aldrich
PALABRAS PARCAS - Luisa Valenzuela Una mujer está sentada sola en una casa. Sabe que no hay nadie
Abelardo, Arsaín, astuto abogado argentino, asesino agudo, más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la
apuesto, ágil aerobista acicalado. Atento. Amable. Amigo asiduo, puerta.
afectuoso, acechante. Ambicioso. Amante ardiente, arrecho.
Autoritario. Abrazos asfixiantes, ansiosos, asustados. Aluvión EL GESTO DE LA MUERTE - Jean Cocteau
apagado, artefacto ablandado, apocado. Agravado. Altamente Un joven jardinero persa dice a su príncipe:
agresivo, al acecho. Abelardo Arsaín. Arma al alcance, arremete -¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de
artero, ataca arrabiado, asesina. Atrapado. Absuelto: autodefensa. amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahán.
¡Ay! El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el
príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:
EL ESPEJO CHINO - Anónimo -Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de
Un campesino chino se fue a la ciudad para vender la cosecha de amenaza?
arroz y su mujer le pidió que no se olvidase de traerle un peine. -No fue un gesto de amenaza -le responde- sino un gesto de
Después de vender su arroz en la ciudad, el campesino se reunió sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahán esta mañana y debo
con unos compañeros, y bebieron y lo celebraron largamente. tomarlo esta noche en Ispahán.
Después, un poco confuso, en el momento de regresar, se acordó
de que su mujer le había pedido algo, pero ¿qué era? No lo podía FINAL PARA UN CUENTO FANTÁSTICO- I.A. Ireland
recordar. Entonces compró en una tienda para mujeres lo primero -¡Que extraño! -dijo la muchacha avanzando cautelosamente-.
que le llamó la atención: un espejo. Y regresó al pueblo. ¡Qué puerta más pesada!
Entregó el regalo a su mujer y se marchó a trabajar sus campos. La La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un golpe.
mujer se miró en el espejo y comenzó a llorar desconsoladamente. -¡Dios mío! -dijo el hombre-. Me parece que no tiene picaporte del
La madre le preguntó la razón de aquellas lágrimas. lado de adentro. ¡Cómo, nos han encerrado a los dos!
La mujer le dio el espejo y le dijo: -A los dos no. A uno solo -dijo la muchacha.
-Mi marido ha traído a otra mujer, joven y hermosa. Pasó a través de la puerta y desapareció.
La madre tomó el espejo, lo miró y le dijo a su hija:
-No tienes de qué preocuparte, es una vieja. LA SENTENCIA -Wu Ch’eng-en
Aquella noche, en la hora de la rata, el emperador soñó que había
LA EXTRANJERA - Nuria Amat salido de su palacio y que en la oscuridad caminaba por el jardín,
Se han apoyado en la baranda del faro. Han llegado hasta aquí sin bajo los árboles en flor. Algo se arrodilló a sus pies y le pidió
miedo. amparo. El emperador accedió; el suplicante dijo que era un dragón
Atraídos por el amor al vértigo. Guiados por una flecha insolente de y que los astros le habían revelado que al día siguiente, antes de la
la noche. Ella mira hacia abajo. El mar la deslumbra. Olas caída de la noche, Wei Cheng, ministro del emperador, le cortaría
hinchadas como venas patean su rabia contra la muralla de rocas. la cabeza. En el sueño, el emperador juró protegerlo.
Él le pide: Ámame. Al despertarse, el emperador preguntó por Wei Cheng. Le dijeron
Ella no responde. Es joven y cierra los ojos como si estuviera que no estaba en el palacio; el emperador lo mandó buscar y lo
viviendo muchas muertes. Ella teme saltar. Él le reclama: Bésame. tuvo atareado el día entero, para que no matara al dragón, y hacia
La luz del faro indaga por las cosas perdidas y los encuentra a el atardecer le propuso que jugaran al ajedrez. La partida era larga,
ellos. Amantes de las sombras son el blanco del silencio. Ella el ministro estaba cansado y se quedó dormido.
quiere saltar porque en su garganta tiene un nudo de reproches. Un estruendo conmovió la tierra. Poco después irrumpieron dos
Como él no pregunta, tampoco ella le responde. Su pasado es un capitanes, que traían una inmensa cabeza de dragón empapada en
mapa deshecho. Viene de un país hundido. No resulta fácil decir lo
sangre. La arrojaron a los pies del emperador y gritaron: En el restaurante de los cronopios pasan estas cosas, a saber que
-¡Cayó del cielo! un fama pide con gran concentración un bife con papas fritas, y se
Wei Cheng, que había despertado, la miró con perplejidad y queda deunapieza cuando el cronopio camarero le pregunta
observó: cuántas papas fritas quiere.
-Qué raro, yo soñé que mataba a un dragón así. —¿Cómo cuántas? —vocifera el fama—. ¡Usted me trae papas
fritas y se acabó, qué joder!
EL SUEÑO DEL REY - Lewis Carroll —Es que aquí las servimos de a siete, treinta y dos, o noventa y
-Ahora está soñando. ¿Con quién sueña? ¿Lo sabes? ocho —explica el cronopio.
-Nadie lo sabe. -Sueña contigo. Y si dejara de soñar, ¿qué sería de El fama medita un momento, y el resultado de su meditación
ti? consiste en decirle al cronopio:
-No lo sé. —Vea, mi amigo, váyase al carajo.
-Desaparecerías. Eres una figura de su sueño. Si se despertara Para inmensa sorpresa del fama, el cronopio obedece
ese Rey te apagarías como una vela. instantáneamente, es decir que desaparece como si se lo hubiera
bebido el viento. Por supuesto el fama no llegará a saber jamás
LA LEYENDA DEL VERDADERO DRAGÓN - Anónimo dónde queda el tal carajo, y el cronopio probablemente tampoco,
Yeh Kung-tzu was a man who loved dragons. He studied dragon pero en todo caso el almuerzo dista de ser un éxito.
lore and decorated his home with paintings and statues of dragons.
He would talk on and on about dragons to anyone who would listen. CONSERVACIÓN DE LOS RECUERDOS - Julio Cortázar
One day a dragon heard about Yeh Kung-tzu and thought, how
lovely that this man appreciates us. It would surely make him happy Los famas para conservar sus recuerdos proceden a
to meet a true dragon. embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo
The kindly dragon flew to Yeh Kung-tzu's house and went inside, to con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana
find Yeh Kung-tzu asleep. Then Yeh Kung-tzu woke up and saw the negra y lo colocan parado contra la pared de la sala con un cartelito
dragon coiled by his bed, its scales and teeth glittering in the que dice: Excursión a Quilmes, o: Frank Sinatra. Los cronopios, en
moonlight. And Yeh Kung-tzu screamed in terror. cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos
Before the dragon could introduce himself, Yeh Kung-tzu grabbed a sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio
sword and lunged at the dragon. The dragon flew away. y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y dicen: No
vayas a lastimarte, y también: Cuidado con los escalones. Es por
ODIN -Jorge Luis Borges eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas,
Se refiere que a la corte de Olaf Tryggvason, que se había mientras en las de los cronopios hay gran bulla y puertas que
convertido a la nueva fe, llegó una noche un hombre viejo, envuelto golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los
en una capa oscura y con el ala del sombrero sobre los ojos. El rey famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las
le preguntó si sabía hacer algo, el forastero contestó que sabía etiquetas están todas en su sitio.
tocar el arpa y contar cuentos. Tocó en el arpa aires antiguos,
habló de Gudrun y de Gunnar y, finalmente, refirió el nacimiento de NO SE HAN PODIDO LLEVAR LA MÚSICA – Eduardo Galeano
Odín. Dijo que tres parcas vinieron, que las dos primeras le Se dice que era un mago del arpa. En la llanura de Colombia no
prometieron grandes felicidades y que la tercera dijo, colérica: había ninguna fiesta sin él. Para que la fiesta fuese fiesta, Mesé
-El niño no vivirá más que la vela que está ardiendo a su lado. Figueredo tenía que estar allí con sus dedos bailadores que
Entonces los padres apagaron la vela para que Odín no muriera. alegraban los aires y alborotaban las piernas.
Olaf Tryggvason descreyó de la historia, el forastero repitió que era Una noche, en un sendero perdido, fue asaltado por unos ladrones.
cierto, sacó la vela y la encendió. Mientras la miraban arder, el Iba Mesé Figueredo de camino a unas bodas, él encima de una
hombre dijo que era tarde y que tenía que irse. Cuando la vela se mula, encima de la otra su arpa, cuando unos ladrones se le
hubo consumido, lo buscaron. A unos pasos de la casa del rey, echaron encima y lo molieron a palos.
Odín había muerto. A la mañana siguiente, alguien lo encontró. Estaba tendido en el
camino, un trapo sucio de barro y sangre, más muerto que vivo. Y
UN SUEÑO – Jorge Luis Borges entonces aquella piltrafa dijo con un hilo de voz:
En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de piedra, - “Se llevaron las mulas.”
sin puerta ni ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra Y dijo también:
y que tiene la forma del círculo) hay una mesa de madera y un - “Se llevaron el arpa.”
banco. En esa celda circular, un hombre que se parece a mí Y, tomando aliento, rió:
escribe en caracteres que no comprendo un largo poema sobre un - “¡Pero no se han podido llevar la música!”
hombre que en otra celda circular escribe un poema sobre un
hombre que en otra celda circular… El proceso no tiene fin y nadie
podrá leer lo que los prisioneros escriben.

ALMUERZOS-Julio Cortázar

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