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EL NARRADOR

EL NARRADOR

Cumple la función
de organizar y
contar las historia
que se nos presenta
en una obra
narrativa.
EL NARRADOR

No debemos confundirlo ni con el autor ni con los


personajes -a menos que él/ella nos lo indique.
Primera persona
Desinencia
Verbal Segunda persona
Tercera persona

Situación en Externo
Narrador
la historia Interno

Objetivo
Omnisciente
Relación con
los personajes Equisciente
Protagonista
Testigo
NARRADOR SEGÚN EL VERBO

PRIMERA PERSONA: el narrador es un personaje


dentro de la historia: actúa, juzga y tiene opiniones
sobre los hechos y los personajes que aparecen.
NARRADOR SEGÚN EL VERBO
Apenas la embarcación había salido del
puerto, se levantó un fuerte vendaval y el mar
comenzó a agitarse con una violencia aterradora.
Como nunca antes había estado en el mar,
empecé a sentir un malestar en el cuerpo y un
terror en el alma muy difíciles de expresar.
Comencé entonces a pensar seriamente en lo que
había hecho y en que estaba siendo justamente
castigado por el Cielo por abandonar la casa de
mi padre y mis obligaciones. De repente recordé
todos los buenos consejos de mis padres, las
lágrimas de mi padre y las súplicas de mi madre.
Mi corazón, que aún no se había endurecido, me
reprochaba por haber desobedecido a sus
advertencias y haber olvidado mi deber hacia
Dios y hacia mi padre.

Daniel Defoe
Aventuras de Robinson Crusoe
PRIMERA PERSONA
NARRADOR SEGÚN EL VERBO

TERCERA PERSONA: El narrador es ajeno a la


historia. En este caso, no tiene apariencia física, ni
dentro ni fuera de la narración.
NARRADOR SEGÚN EL VERBO

Érase una vez un rey que vivía muy


feliz con su hija, que era su única
descendencia. De pronto, sin
embargo, la princesa trajo un niño
al mundo y nadie sabía quién era el
padre. El rey estuvo mucho tiempo
sin saber qué hacer. Al final
ordenó que la princesa fuera a la
iglesia con el niño y le pusiera en
la mano un limón, y aquel al que se
lo diera sería el padre del niño y el
esposo de la princesa.

Hermanos Grimm
Hans el tonto

TERCERA PERSONA
NARRADOR SEGÚN EL VERBO

SEGUNDA PERSONA: Es aquel que se dirige a


un Tú, Vosotros o Ustedes. Es muy poco habitual
NARRADOR SEGÚN EL VERBO
¿Cuándo lo había visto desnudo por última vez?
Casi no era una pregunta, usted estaba saliendo
de la cabina, ajustándose el sostén del bikini
mientras buscaba la silueta de su hijo que la
esperaba al borde del mar, y entonces eso en
plena distracción, la pregunta pero una pregunta
sin verdadera voluntad de respuesta, más bien
una carencia bruscamente asumida: el cuerpo
infantil de Roberto en la ducha, un masaje en la
rodilla lastimada, imágenes que no habían
vuelto desde vaya a saber cuándo, en todo caso
meses y meses desde la última vez que lo había
visto desnudo...

Julio Cortázar
Usted se tendió a tu lado

SEGUNDA PERSONA
NARRADOR SEGÚN EL VERBO

...Viendo la zorra que no podía subir allí, dijo al


gallo:
-Amigo, te traigo muy buenas noticias; ayer se
firmaron las paces entre todos los animales, de
suerte que entre nosotros no habrá más
disputas ni enemistades... Baja pues, con las
gallinas, nos reconciliaremos y te daré un
estrecho abrazo.

Esopo
La zorra, el gallo y los perros

ATENCIÓN: No confundáis la voz del


narrador con la de los personajes!
NARRADOR EN LA HISTORIA

-¡Que extraño! -dijo la muchacha avanzando


cautelosamente-. ¡Qué puerta más pesada!
La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un
golpe.
-¡Dios mío! -dijo el hombre-. Me parece que no
tiene picaporte del lado de adentro. ¡Cómo,
nos han encerrado a los dos!
-A los dos no. A uno solo -dijo la muchacha.

Pasó a través de la puerta y desapareció.

I. A. Ireland
Final para un cuento fantástico

EXTERNO: el narrador se sitúa fuera de la historia


y no encontramos marcas de su presencia.
NARRADOR EN LA HISTORIA
Y mamá también era buena gente. No hablábamos mucho de ella y yo. En
casa, o reinaba el silencio, o tenía la palabra mi padre. Pero el Viejo hablaba
casi exclusivamente cuando venía borracho, o sea casi todas las noches, y
entonces más bien gritaba. Los tres le teníamos miedo: mamá, mi hermanita
Mirta y yo. Ahora tengo trece años y medio, y aprendí muchas cosas, entre
otras que los tipos que gritan y castigan e insultan, son en el fondo unos
pobres diablos. Pero entonces yo era mucho más chico y no lo sabía. Mirta no
lo sabe ni siquiera ahora, pero ella es tres años menor que yo, y sé que a
veces en la noche se despierta llorando. Es el miedo. ¿Usted alguna vez tuvo
miedo? A Mirta siempre le parece que el Viejo va a aparecer borracho, y que
se va a quitar el cinturón para pegarle. Todavía no se ha acostumbrado a la
nueva situación. Yo, en cambio, he tratado de acostumbrarme.

Mario Benedetti
Réquiem con tostadas

INTERNO: es uno de los personajes de la acción.


NARRADOR Y PERSONAJES

OBJETIVO: relata sólo lo que ve y no sabe qué


piensan los personajes o cómo continuarán los
acontecimientos.
SITUACIÓN EN LA HISTORIA
Subí al coche y comencé a ajustar los prismáticos. Aún no había
terminado de hacerlo, cuando la puerta del chalet se abrió dejando
escapar una lonja de luz amarilla y dos personas salieron al exterior.
Una de ellas era una mujer.
Un giro más de la rueda de ajuste de los prismáticos, y su rostro
apareció claro ante mi vista. Era la señora Ringgo.
Se levantó el cuello del abrigo en torno al rostro, y avanzó
rápidamente por el caminillo de grava. Sherry se quedó en el porche
mirando cómo se alejaba.
Cuando llegó a la carretera comenzó a correr ladera arriba en
dirección a su casa.
Sherry entró en el chalet y cerró la puerta.
Dos horas y media después un hombre llegó por la carretera y entró
en el sendero de grava.
Dashiel Hammett
El agente de la Continental

OBJETIVO
NARRADOR Y PERSONAJES

OMNISCIENTE: Sabe todo de la historia, lo que


piensan los personajes, lo que pasó en el pasado,
lo que pasará en el futuro...
NARRADOR Y PERSONAJES
Para esa época, Melquíades había envejecido con una rapidez
asombrosa. En sus primeros viajes parecía tener la misma edad de José
Arcadio Buendía. Pero mientras éste conservaba su fuerza descomunal,
que le permitía derribar un caballo agarrándolo por las orejas, el gitano
parecía estragado por una dolencia tenaz. Era, en realidad, el resultado
de múltiples y raras enfermedades contraídas en sus incontables viajes
alrededor del mundo. Según él mismo le contó a José Arcadio Buendía
mientras lo ayudaba a montar el laboratorio, la muerte lo seguía a todas
partes, husmeándole los pantalones, pero sin decidirse a darle el
zarpazo final. Era un fugitivo de cuantas plagas y catástrofes habían
flagelado al género humano. Sobrevivió a la pelagra en Persia, al
escorbuto en el archipiélago de Malasia, a la lepra en Alejandría, al
beriberi en el Japón, a la peste bubónica en Madagascar, al terremoto de
Sicilia y a un naufragio multitudinario en el estrecho de Magallanes.

Gabriel García Márquez


Cien años de soledad

OMNISCIENTE
NARRADOR Y PERSONAJES

EQUISCIENTE: sabe lo mismo que el


protagonista de la historia.
NARRADOR Y PERSONAJES
Lepprince no podía esperar: su ambición era desmedida y el tiempo, su
enemigo; tenía que actuar rápidamente si no quería que por azar se
descubriera la superchería de su falsa personalidad y se truncara su
carrera. La guerra europea le proporcionó la oportunidad que buscaba. Se
puso en contacto con un espía alemán, llamado Víctor Pratz, y concertó
con los Imperios Centrales un envío regular de armas que aquéllos le
pagarían directamente a él, a Lepprince, a través de Pratz. Ni Savolta ni
ningún otro miembro de la empresa debían enterarse del negocio, las
armas saldrían clandestinamente de los almacenes y los envíos se harían a
través de una ruta fija y una cadena de contrabandistas previamente
apalabrados. La posición privilegiada de Lepprince dentro de la empresa le
permitía llevar a cabo las sustracciones con un mínimo de riesgo.
Seguramente Lepprince confiaba en amasar una pequeña fortuna para el
caso de que su verdadera personalidad y calaña se vieran descubiertas y
sus planes a más largo plazo dieran en tierra.
Eduardo Mendoza
La verdad sobre el caso Savolta

EQUISCIENTE
NARRADOR Y PERSONAJES
¡Es cierto! Siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente
nervioso. ¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco? La enfermedad
había agudizado mis sentidos, en vez de destruirlos o embotarlos. Y mi
oído era el más agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en la tierra y
en el cielo. Muchas cosas oí en el infierno. ¿Cómo puedo estar loco,
entonces? Escuchen... y observen con cuánta cordura, con cuánta
tranquilidad les cuento mi historia.

(.../...)Quería mucho al viejo. Jamás me había hecho nada malo. Jamás me


insultó. Su dinero no me interesaba. Me parece que fue su ojo. ¡Sí, eso fue!
Tenía un ojo semejante al de un buitre... Un ojo celeste, y velado por una
tela. Cada vez que lo clavaba en mí se me helaba la sangre. Y así, poco a
poco, muy gradualmente, me fui decidiendo a matar al viejo y librarme de
aquel ojo para siempre.
Edgar Allan Poe
El corazón delator

PROTAGONISTA
NARRADOR Y PERSONAJES
El señor Sherlock Holmes, que de ordinario se levantaba muy tarde,
excepto en las ocasiones nada infrecuentes en que no se acostaba en toda
la noche, estaba desayunando. Yo, que me hallaba de pie junto a la
chimenea, me agaché para recoger el bastón olvidado por nuestro visitante
de la noche anterior. Sólido, de madera de buena calidad y con un
abultamiento a modo de empuñadura, era del tipo que se conoce como
«abogado de Penang». Inmediatamente debajo de la protuberancia el
bastón llevaba una ancha tira de plata, de más de dos centímetros, en la
que estaba grabado «A James Mortimer, MRCS, de sus amigos de CCH», y
el año, « 1884». Era exactamente la clase de bastón que solían llevar los
médicos de cabecera a la antigua usanza: digno, sólido y que inspiraba
confianza.
-Veamos, Watson, ¿a qué conclusiones llega?
Arthur Conan Doyle
El sabueso de los Baskerville

TESTIGO
OTRAS VOCES
Un joven jardinero persa dice a su príncipe:

-¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de


amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahán.

El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe


encuentra a la Muerte y le pregunta:

-Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?

-No fue un gesto de amenaza -le responde- sino un gesto de sorpresa.


Pues lo veía lejos de Ispahán esta mañana y debo tomarlo esta noche en
Ispahán.
Jean Cocteau
El gesto de la muerte

El narrador puede ceder la voz a los personajes


OTRAS VOCES
Aclamar, aclarar, afirmar, alabar, alegar, apostillar, aprobar, arengar, argüir,
argumentar, articular, asegurar, asentir, atestiguar, balbucear, barbotar, bisbisear,
cantar, censurar, charlar, chillar, chismorrear, citar, comentar, comunicar,
confesar, confirmar, considerar, contar, contestar, conversar, corroborar, cotillear,
cotorrear, criticar, cuchichear, decir, declamar, declarar, definir, demostrar,
departir, desaprobar, describir, detallar, dialogar, discursear, discutir, disentir,
elogiar, entonar, enumerar, enunciar, esclarecer, especificar, espetar, exclamar,
explicar, exponer, expresar, extenderse, farfullar, formular, glosar, gritar, hablar,
impugnar, indicar, informar, insistir, insultar, jurar, juzgar, mandar, manifestar,
mantener, mascullar, mencionar, murmurar, narrar, negar, nombrar, notificar,
objetar, observar, opinar, oponer, ordenar, parafrasear, parlamentar, parlotear,
pedir, perorar, platicar, pormenorizar, precisar, preguntar, proclamar, proferir,
prohibir, prometer, pronunciar, prorrumpir, protestar, puntualizar, rebatir,
rechazar, recitar, reclamar, relatar, repetir, reprochar, reseñar, responder, revelar,
rezongar, salmodiar, señalar, sostener, sugerir, suplicar, suspirar, susurrar,
tararear, tartamudear, testimoniar, transmitir, vetar, vitorear, vocear...

Para ello utiliza los verbos dicendi


PUNTO DE VISTA
Y todo por esa mocosa de enfermera, yo La enfermera es bastante simpática,
me pregunto si verdaderamente tiene volvió a las seis y media con unos
órdenes de los médicos o si lo hace por papeles y me empezó a preguntar mi
pura maldad. Pero bien que se lo dije, nombre completo, la edad y esas
bien que le pregunté si estaba segura de cosas. Yo guardé la revista en
que tenía que irme. No hay más que seguida porque hubiera quedado
mirarla para darse cuenta de quién es, mejor estar leyendo un libro de veras
con esos aires de vampiresa y ese y no una fotonovela, y creo que ella
delantal ajustado, una chiquilina de se dio cuenta pero no dijo nada,
porquería que se cree la directora de la seguro que todavía estaba enojada
clínica. Pero eso sí, no se la llevó de por lo que le había dicho mamá y
arriba, le dije lo que pensaba y eso que pensaba que yo era igual que ella y
el nene no sabía donde meterse de que le iba a dar órdenes o algo así.
vergüenza y su padre se hacía el
desentendido y de paso seguro que le Julio Cortázar
miraba las piernas como de costumbre. La señorita Cora

El narrador puede narrar la historia desde la


perspectiva de un personaje.

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