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de diagnóstico en
orientación
ESQUEMA/CONTENIDOS
BREVE INTRODUCCIÓN
1.1. LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA COMO REFERENTE
La orientación profesional, vocacional o para el desarrollo de la carrera
La orientación escolar o académica
La orientación personal
1.2 . PRIMER PERÍODO: ANTECEDENTES PSEUDOCIENTÍFICOS
Período l. Antecedentes pseudocientíficos: hasta el s. XVIII
1.3. SEGUNDO PERÍODO: EMERGENCIA CIENTÍFICA
Período 11. Emergencia científica: s. XIX
1.4. TERCER PERÍODO: EXPANSIÓN CIENTÍFICA
Período 111. Expansión c ientífica: s. XX
1 .5 . CUARTO PERÍODO: GLOBALIZACIÓN CIENTÍFICO-ECONÓMICA
Período IV. Globalización científico-económica: s. XXI
ACTIVIDADES RECOMENDADAS
DIAGNÓSTICO EN ORIENTACIÓN B>UCATIVA: EVOLUCIÓN H.ISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. Mlls de un t lglo de dlagMitlco en Orient.ac:16n
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«Cuando los tartessios llegaron a esta zona los iberos tenían una civilización antigua y
floreciente. los iberos habían pasado las Columnas de Hércules en la época neolítica y se hallaban
establecidos aquí desde el comienzo del segundo milenio la.C.J . Extraían oro, plata y cubre de las
minas anc.faluzas y portugues;is, q ue tr.msportaban por e l río Guac.fiana abajo•
(Ayamonte, geografía e historia. María l uisa Díaz Santos (1978)1
«H istoria vero teslis 1emporum, lux veritatis. vita memoriae, magistra vitae, nuntia vetustatis, qua
voce alia nisi oratoris immortaliti commendatur? •
(De Oratore. Marco Tulio Cicerón (55 a. C.)I
BREVE INTRODUCCIÓN
Como reza en la cita de arriba, dijo Cicerón que la historia es testigo del tiempo,
luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, mensajera del pasado, y con
la voz del orador alcanza la inmortal idad.
En su prólogo a la reedición del libro de Frank Parsons de 1909, Lenz (2005) es-
crib ió: «Al comprender de dónde venimos como profesión esta mos mejor in formados
para configurar nuesl ro fuluro» (p. iii). De modo que el deber de conocer nuestra
historia podría entenderse como un imperativo moral, y en este capítul o tenemos el
propós ito de aproximarnos a este cometido.
Tal y como destacó García Nieto (199ffi, «la orientación educativa y el diagnóstico
pedagógico aunque como disciplinas y materias de estudio curriculares son perfecta-
menle separables y cada una goza de su propia identidad y autonomía, sin embargo,
ambas son inseparables e interdepend ientes tanto en su finali dad como en sus objeti-
vos últimos y práctica profesional» (p. 73). Por el momento, vamos a retrasar el anál isis
de la defin ición y conceptua lización de nuestro objeto de estud io, e l Diagnóstico en
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Capitulo 1. MM de un ~ • dlagl,bsUeo en (Hientaei6n
Orientación Educativa, para que sea primero la lectora o el lector qui en elabore o
revise su propia aproximación a este asunto tras una reflexión sobre el origen y el de-
sarrol lo histórico de esta intersección entre las disciplinas Diagnóstico Pedagógico' y
Orientación Educativa.
' No debe confundirse el Diagnóstico Pedagógico con el Diagnóstico Psicológico, pues ambos se dife-
rencian en el objelo y en los fines (Anaya, 2002), como e>..plicarernos m ás adelante, en el Capítulo 2.
01AGNósnco EN oR,eNTACIÓN mucATIVA: EV01.uc1óN H.ISTÓRICA v coNcEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. Mlls de un t lglo de dlagMitlco en Orient.ac:16n
Is
' Parsons (1908) creía que la mayoría de la gente no tomaba el tiempo suficiente para realizar un proce5o
ele inst(opección que le permitie,a conocer sus propio carácte,, s1..1s capacidades y sus limitaciones. Por ello,
su primer paso consistía guiar a l.as personas en su proceso de auto-evaluación mediante dos formularios
o cuestionarios estándar. La primera parte incluía 146 preguntas acere.:, de los intereses, fortalezas, debili-
diidcs y dcm5s carc1cterístic¿¡s personales. La scgund:1 pMte incluía un profundo análisis de la apariencia,
la au10-presen1ación. la fisonomía racial y las características frenológicas. Además, Parsons (1909, p. 6)
;.inim;.iba a sus oricntandos .i la comparación social, es decir, ,1 compar,1rs,c con sus allegados y conocidos
para mejorar su propio auto-conocimiento. Les recomendaba, por ejemplo: .-Observa a la gente que admiras
f ... 1 fíjate en su conducta, su conversación y su apariencia, y en cómo difieren de la de personas que no ad-
miras». También animaba a sus orientandos a que picieran la colaboración de amigos y familiares para que
les dieran caracterizaciones sinceras sobre ellos, con objeto de contar con variadas perspectivas descriptivas
sobre la persona que solicitaba orientación.
1 «El movimiento psicotécnico de Münsterberg ,epresentaba una nueva y radical visión del psicólo-
go como experto en modernización responsable de identificar, rnt.•<fü y controlar el "factor humano" qut!
mediaba toda la actividad humana, (Blatter, 2014, p. iii). Sin embargo, este movimiento tuvo también sus
resistencias: por ejemplo, los defensores de los trabajadores denunciaban la psicotecnia como una sierva
de la industria, y la mayoría de los orientadores vocacionales/profesionales preierían sus métodos intuitivos
basados en el sentido común antes q1.1e el uso de lests que consideraban 1dm1:>ersonales• .
DIAG.NÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOWCIÓNHISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
6 Capitulo 1. MM de un ~ • dlagl,bsUeo en (Hientaei6n
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esto último en paralelo con otros profesionales del contexto de la psiquiatría (e.g.,
Gonzalo Rod ríguez Lafora, César Juarros) y por supuesto de la pedagogía (e.g., Rufino
Blanco, Anselmo Gonzá lez, Luis de H oyos, Alejandro GalO.
En nuestro contexto es tradicional la oistinción entre tres grandes áreas ele inter-
vención o vertientes de la orientación educativa o psicopedagógica (González y Vélaz
de Medrana, 1997; Repctto, 2002, 2003; Sánchcz, Guillamón, Ferrcr-Sama, Vi ll alba,
Martín, y Pérez-González, 2008):
a) la orientación profesional, vocacional o para el desarrollo profesional o de la
carrera,
b) la o rientación escolar o académica o pa ra el desarroll o académico, y
c) la o rientación personal o para el desarrol lo personal
No obstante, en los últimos años se ha extendido otra clasificación alternativa ba-
sada en 4 categorías (e.g., Bisquerra, 2005; Grañeras y Parras, 2008; Wlaz de Mcdra-
no, 1998), las cua les enumeramos a continuación según su orden de aparición en la
historia ele la orientación:
■ Orientación para el desarrollo de la carrera
antes que a tres «tipos» de orientación en sentido estricto, siendo, todas ellas, áreas
normalmente superpuestas que constituyen parte de un mismo proceso orientador.
«Cada una de el las persigue objetivos específicos, aunque a menudo muy interrela-
cionados, así como también se caracterizan por la uti li zac ión de estrategias y técnicas
distintas. No obstante, no se excl uyen entre sí ni son contradictorias» (Pérez Boullosa,
1986, p. 27).
García y González ('I 992) defienden que tiene más sentido hablar de dos grandes
vertientes de la orientación, y no de tres, <por considerar que 'lo personal' no puede
ser considerado como algo sepa rado del resto, ni siquiera func iona lmente» (García y
González, 1992, p. 3 1). Segú n este análisis, las dos grandes vertientes de la orienta-
ción educativa serían la orientación profesional y la orientación académ ica, lo que
impli ca asumir q ue la orientación personal es transversa l a las otras dos y, por tanto,
está siempre implícitamente presente.
Verdaderamente, nos pa rece justificado reconocer el importante solapamiento
entre la orientación personal y las otras cbs áreas de orientación (académica y pro-
fesional), dado que toda intervención orientadora, independientemente de que esté
preferentemente d irigida al desarrollo académico/escolar o al desarroll o vocacional/
profesional, siempre incluye (o al menos debería incluir) una atención permanente por
parte del orientador a las dimensiones y necesidades personales de la persona que re-
cibe e,a orientaci ón (lriarte, 2004; Kru mbultL, 1993; Lewis, 2001). En esta línea, PéreL
Juste (201 O) explicaba que «si en la orientación académ ica nos preocupa la formación
intelectual, con sus aportaciones a la autonomía moral, y en la profesional trabajamos
para que el orientado aborde con posibi lidades de éxito su vida de trabajo, en la perso-
nal nos ocupa el apoyo y la ayuda a la persona en cuanto tal, en sus dimensiones más
de raíz [ ... ) no cabe pensar en el éxito en las dimensiones académica y profesiona l
cuando la persona como ta l presenta carencias destacadas en las dimensiones que la
definen. U na persona emocionalmente inestable, insegura, sin la necesaria autoesti-
ma, con un baj o autoconcepto, carente de norte -el que le da una adecuada j erarquía
de va lores- difíc ilmente logrará enfrenta r adecuadamen te los problemas y desafíos
académicos y profesionales. Y, aunque tenga éxitos en esos campos específicos, difí-
ci lmente encontrará la satisfacción íntima que confiere al ser humano la paz interior,
la conformidad consigo mismo, la satisfacc ión por el bien hacer... » (p. 211).
Sin embargo, reconocer esta visión integral de la orientación educativa, no es óbice
para reconocer también qu e la orientación personal tiene entidad en sí misma en tanto
en cuanto su objetivo prioritario e inmediato es el desarrol lo integral de la persona-
li dad del orientando, m ientras que para la; otras dos vertien tes de la o rientación este
objetivo es secundario (Pérez-González, 201O). En pa labras de Pérez Juste (201O): «la
orientación personal tiene como fondo de su intervención la ayuda a los educandos en
un campo tan delicado como difícil, el de la personal idad» (p. 2 11).
La orientación personal puede conside·a rse equivalente a las denominadas orien-
tación para la prevención y el desarrollo (B isquerra, 1990; Herr y N i les, 2001; lriarte,
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• Para Claparc<le (1q22), la orientación profesional clchfo situarse «dentro de las discipl inas que tienen
por objeto de estudio científico del trabajo y de sus condiciones» (p . 5), en particular dentro de la Psicología
del trabajo (según él un término preferido al de Psicología • industri.11 », por ser menos restrictivo que este
úllimo).A su vez, situaba la Psicología del trabajo dentro de la Psicología económica, en íntima relación con
el cometido prioritario de la selección de los trabajadores.
' Claparede (1922) opinaba que la palabra (significante) no estaba b ien escogida, pues su significado
correspondía más a la apl icación del diagnóstico que a la aplicación de una técnica para iníluir sobre el
psiquismo <.:orno sí ocurre en el <.:aso de la psicoterni;ia. En su lugar, propuso que otros término~ más apro•
piados que psicotecnia serían «psicognóstico, (psychognosis), como propusieron William Stern (1911) en su
libro «Differenliaf Psycf>ology in its metl>odolosicaf principies, y Max Desso ir (1912) en su libro , Outlines
of 1he HislOry of Psychology•, o bien sencillamente , tecnopsicología•, como propuso Lipmann (1921 ), al
pretenderse una simple fusión entre las palabras psicología y tecnología.
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Capitulo 1. MM de un ~• dlagl,bsUeo en (Hientaei6n
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Lite i,ild Hia CIWrlractemttct. Aftff ni. • .,__.. 0-'tdofl wltlrl Prl;iif. PartoN ., .-,...._,
Figura 1.1.
Fotografía de Parsons en anuncio de su Despacho de Orientación Vocacional (1908).
Fina lmente, Claparede (1922), a modo de resumen cronológico, seña la los siguien-
tes hitos concretos como los más representativos de este origen y desarrollo hi stórico
temprano de la orientación profesional:
a) 1907, Congreso de Higiene y Demografía, de Berlín, donde el Dr. Roth analiza
los accidentes de obreros y reivindica que «se haga una selección gracias a la
cual cada obrero pueda desempeñar un trabajo en relación con sus cualidades
personales»;
b) 1908, fundación por A. Shaw de la ofici na de orientación vocaciona l de Boston,
bajo inspiración y dirección de Parsons6;
c) l 91'1, trabajos de F. W. Taylor (19·11 );
' En ll!<jl\, Frank Par,;ons impartió una conferencia sobre «La ciudad ideal• que, según Blaner (2014),
pcxlría considerarse la piedra de toque inte lectual del movimiento de la orientación profesional. Más tarde,
en 1906 fue invitado a impartir otra conferencia en ura escuela nocturna en el noroeste de Boston sobre «la
elección de una vocación», con tal éxito que una gran cantidad de chicos jóvenes le pidieron e ntrevistas
personales, todo lo que llevó a que Parsons planiíicara la creación de una oficina de orientación vocacional.
la Filántropa Pauline Agassiz Shaw hizo de mt!C'enas financiando esa iniciativa. De modo que la Oíicina de
Orientación Vocacional de la ciudad de Boston (The Vocation Bureau) abrió formalmente sus puertas el 13
de enero de 1908, bajo el lema de , Luz. Información, Inspiración, Cooperadón•. En menos de 6 mese)>_,
Parsons atendió sobre 80 consultas ind ividuales en esa oficina, más unas 40 por correo postal. Según Parsons
(1908), los solicitantes tenían entre 15 y 72 años e inc uían amplia variedad de individuos, desde estudiantes
y graduados ele la Universidad ele Harvard, hasta hombres de negocios, banqueros y vendedores que busca-
ban uo nuevo camino 1>roíesional.
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' Este término procede del término , persona», que alude a los roles que uno asume o rea liza, siendo
éstos susceptibles de cambiar según la situación o el contexto.
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a la vida en el campo, donde la gente sencil lamente rea lizaba múl tiples tareas
más que acud ían al trabajo, y su identi dad estaba marcada por el concepto
de carácter, no por los roles que asum ieran. Se caracteriza por una filosofía
empirista, y un modelo de d iferencias individuales. En este escenario, Par-
sons acuña en 1908 el térm ino orientación vocacional (vocational guidance)
y, consultando a expertos en psicotecnia como Münsterberg•, y basándose en
el modelo de la psicología de las di ferencias ind ividuales, defiende la nece-
sidad de que la ciencia se apl ique al problema del autoconocim iento y la
autoeva lu ación, incl uyendo el uso de tests de aptitudes como complemento a
las entrevistas y a largos cuestio narios de autoexploración. Así se convierte en
el referente mund ial del método moderno de la orientación vocacional y del
Diagnóstico en O rientación• .
c) Desarrollo de la ca rrera (career developmenl) en las sociedades corporativas
(1950-1999): se caracteriza por una fi losofía humanista y un modelo del ciclo
vital. Tras la Segunda Guerra Mundial llega el crecim iento económico y muchas
compañías se convierten en corporaciones con presencia en más de un territo-
rio o nación, se acentúa la estructura piramidal o jerárquica de éstas y cada vez
más personas experimentan una evoluc ión en su desarrollo profesional. Ahora,
más que una orientación vocacional para ayudar a conectar la mejor persona
con su profesión óptima considerando las diferencias ínter-individuales, lo que
se demanda más bien es una orientación que tenga en cuenta las diferencias
intra-individuales a lo largo del tiempo y ayude en el proceso del desarrollo de
la carrera profesiona l'º· Se anali zan distintos patrones o tipos de desarrollo de
la ca rrera, y Ginzberg et al. (1951) critican que los orientadores vocacionales
no dispongan aún de una teoría sólida ni de métodos estadísticos para conecta r
aptitudes e intereses con requerim ientos y ruti nas de las distintas ocupaciona-
• Al igual que Parsons, Münsterberg creía que el desajuste entre el hombre y la ocupación no sólo dio
lugar a la iníelicidad individual, sino a la ineficiencia social en una t>Scala nacional. Además, en teoría tam-
bién estaba de acuerdo con Parsons en que la orientación profesional podría ofrecer una solución práctica a
este problema. De hecho, en su libro Psychology anó lnduwial Efficiency (Münste,berg, 19 13), elogiaba el
desarrollo de la oficina voc.,cional (Voc.1tional Burau) de Parsons. Sin embargo, lo que MünslC<berg objetó
fue «los métodos crudos empleados por la creciente comunidad ele orientadores vocacionales» (lllatter,
2014, p. 92). Par,, Münsterbc,g, los datos personales mediante autoinfo,mcs en los que generalmente se
basaban los orientadores para gu iar su orientación. eran poco fiables, y requerían. por tanlo, del comple-
mento de pruebas psicométric.'.ls v.Jlid.idas: o:dcbemns hacer uso <le recursos disponihlcs del lahoratorio
psicológico» (Münsterberg, 1910). También demandaba un análisis más concienzudo y sistemático de los
requerimientos específicos de distintas profesiones y, en consecuenci.1, el desarrollo de medidas precisas de
las aptitudes requeridas para cada puesto de trabajo (Moscowitz, 1977).
9 Aunque, como señalan Savickas y Savickas (2019, p. 33), hoy en día el modelo de psicología diferen-
cial o de las diíerenc.::ias individualt."S ha evolucionad, hasta una psicología de la interacción persona-am-
biente, aún mantiene el mismo método de tres pasos de Parsons (1909) para empareja< a las personas a
las profe~iont"S. Primero, los individuos mejoran su aultx:onocirniento usando tests dentífk:o~ para ello;
segundo, obtienen información ocupacional, y, tercero, aplican «verdadero razonamiento• al comparar el
yo (seln con las ocupaciont>S y asi pueden hacer una elección vocacional ,ealista.
10 En las escuelas se empieza a hablar de «ecluc.,ción para la carrera» (caree, educaUon) y en el contexto
de la población adulta de «coaching de carreraio (ca,eet codchingj (Savick.as y S¿r..,icka.s, 2019).
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mética, geografía, historia y civismo, fisiología y ciencia, cal igrafía, música, dibujo o
trabajos artísticos). Esta ficha contenía un espacio para la fecha, seguido de dos colum•
nas para cada asignatura, en las que se podía anotar: a) c uál era el trabajo planificado
para el día (o para la semana) junto con indicación de qué clases lo lograban; y b) qué
alumnos necesitaban observaciones de ayuda individual.
En cuanto a Weaver, como director de una escuela de secundaria en Brooklyn,
Nueva York, estableció en l 904 servicios de orientación para ayudar a alumnos que
se veían necesitados de abandonar la escuela para encontrar un trabajo. Además, en
1906 Weaver publicó un foll eto práctico titulado Choosing a Career, con el que pre-
tendía ayudar a los alumnos en su elección vocacional, y poco después su iniciativa
de establecer un comité de ayuda al estudiante se extendió a varias escuelas de Nueva
York.
«El año de 1920 suele tomarse como el punto de desarrol lo de la orientación en
la escuela hasta su status actual, como campo profesional y con diversos programas
para los estudi antes. De este modo, aparentemente primero la figura del profesor-tu•
tor que dedica más horas al día o a la semana en función de orientador y que más
tarde es sustitui da por el orientador a tiempo completo dedicado a los servicios de
orientación» (Rcpctto, 1994, p . 32). Parece que Kelly utilizó en 1914 por primera vez
el ca l ificativo de «educativo• referido a la orientación con su tesis doctoral titulada
Eúu<.:aliunal GuiÚafl<.:e y µresentada en el Columbia Univer~ily Tea<.:her Cullege. En
esa tesis doctoral, Kelly defiende la orientación dentro del marco escolar, como un
proceso de ayuda al alumno en sus elecciones sobre las distintas alternativas de es-
tudio (Repetto 1994). Pero, según las palabras de Vélaz de Medrano (1998), «el obje-
tivo de que la intervenc ión en orientación fuera más allá del marco vocacional y se
considerase como algo íntimamente relacionado con el proceso educativo no cobrará
fuerza hasta los años 30 de la mano de John Brewer (que en 1932 publica Education
as Guidance)» (p. 28).
Los orientadores escolares durante los años 30 del s. XX, así como durante y des-
pués de la II Guerra M undial (1939-1945), se centraban, según Repetto (1994), en la
orientación escolar y profesional y en menor grado en ayudar a alumnos con proble-
mas especiales, si bien «el énfasis fundamental se pone en las técnicas exploratorias y
el diagnóstico• (Repetto, 1994, p. 32).
De acuerdo con Repetto (1994), Brewer va más all á que Kel ly, y l lega a enfatizar
tanto el papel de la orientación como factor esenc ial de la educación que incluso
identificar orientación y educación, influido por su identificación con el movimiento
de educación progresista desarroll ado por john Dewey, segú n el cual no se comprende
la orientación si no es dentro del contexto educativo. Precisamente tras aludir a Dewey
en este mismo sentido, Claparede (192 2) fue uno de los defensores clave a nivel eu-
ropeo de la inclusión de la orientación profesional dentro de las escuelas, y citaba al
director del Boston Vocation Bureau también como apoyo de esta idea: «El mismo
maestro debe aprender a descubrir las muestra de ta lentos en germen, a despertar en
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La orientación personal
Hemos visto que la orientación profesional despegó sobre los años 191Os con el
impulso de trabajos como los de Pa rsons y las demandas de selección profesional de
la I Guerra M undial, y que la orientación académica o escolar lo hi zo sobre los años
1930s gracias a la influencia de trabajos como los de Hul l (1928) y Brewer (1932) en
EE.UU., o de los de Claparede (1922, 1923) en Europa. En cuanto a la orientación
personal, ésta no despegó hasta la década de los 1950s, principalmente gracias al
impulso de trabajos como los de Rogers (1942) y la creación en 1951 de la División
de Consejo y Orientación (i.e., Counseling and Guidance) de la Sociedad Americana
de Psicología, conocida por su acrónimo APA (i.e, American Psychological Associa-
tion). Super (1955) destacó que de los tres libros publicados sobre métodos de consejo
(counseling methods) en los años 1930s, todos trataron sobre diagnóstico, que de los
tres publicados en los 1940s solamente uno trataba sobre consejo, mientras que de
entre los diez publ icados en los 1950s, al menos siete de ellos trataba ya con c ierta
profundidad sobre métodos de consejo.
De acuerdo con Aubrey (1982), hasta la publicación del l ibro Workbook in Voca-
tions de Proctor, Benefield y Warnn (193 1), solamente se había utilizado el término
«guidance» para referirse a la orientación. Pero en este libro se util iza por primera vez
el término «counseling» (consejo o asesoram iento) para aludir al «proceso psico-pe-
dagógico encam inado a ayu dar al sujeto en la comprensión adecuada de la informa-
ción vocacional en relación a sus propias aptitudes, intereses y expectativas» (Repetto,
1994, p. 37).
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En torno a los años 40 del s. XX, «se desarrolló la idea de que los orientadores
debían ocuparse de los problemas de disciplina y se percibe al orientador como un
agente de corrección de conductas y de castigo, más que como alguien interesado en
el desarrol lo positivo de los al umnos normales» (Repetto, 1994, p. 32). Sin embargo,
alrededor de 1950, aunque los orientadores aún pasan parte de su tiempo dedicados
a los problemas de conducta, se empieza a asignar a la orientación un sen tido cons-
truct ivo y positivo. Con el interés creciente en la psicoterapia y la influencia del libro
Counseling and Psychotherapy de Carl Rogers (1942), los orientadores son más cons-
cientes de la unidad de la personalidad, y del hecho de que orientan «a personas más
que a problemas» (Super, 1955), así como del hecho de que los problemas o dificu l-
tades en un área vital afectan generalmente a otras áreas vitales, y de que los aspectos
emocionales y motivacionales, como los sentimientos y la sensibilidad conveniente
en la entrevista orientadora, son variables fundamentales en la orientación. En este
cambio de tendencia en las tareas esperadas de los orientadores, cada vez éstos ponen
«mayor énfasis en que sus orientados adquieran la autocomprensión, autoaceptación
y responsabi lidad de su propia vida emocional como uno de los objetivos de la orien-
tación educativa y vocacional» (Repello, 1994, p. 33).
Antes de la publicación del I ibro de Rogers (1942), predominaba la idea de que
únicamente los psiquiatras podían practicar la orientación personal. Por el lo, este
libro supuso una ampl iación del campo de los orientadores hacia el consejo psico-
lógico o la ayuda psicológica no necesari¡¡mente psicoterapéutica, así como un reva-
lorización de la entrevista y de la relación empática y de confianza entre o rientador
y orientado como medios esencia les para ofrecer esa ayuda. De modo que a partir
de este movimiento del counseling a los orientadores se les deja de presentar como
técnicos en diagnóstico y se les empieza a presentar más como expertos en ayudar al
autoconocim iento y al crecim iento personal, principa lmente mediante la estrategia
de la entrevista (e,g,, Tyler, 1953). Posteriormente, Rogers pub li ca otros dos libros
clave en el desarrol lo de la o rientación persona l, como son Client centered therapy
(1951 ) y On becoming a person (1961 ), con los que aboga porque los orientadores
contribuyan al desarrollo personal. En esta nueva corriente de la orientación inspirada
en la terapia centrada en el d iente propuesta por Rogers (1942 ) desde planteamien-
tos fenomeno lógicos, todo diagnóstico se basa en la autoexploración del cliente con
ayuda de la entrevista, si bien ocasionalmente se pu ede recurrir al uso de los tests por
deseo expl íci to de éste (Rogers, 1946), pero pasan a un segundo plano, a un plano
secundario.
También sigui endo la estela de Carl Rogers, está Albert El lis, quien marca una rele-
vante impronta en favor del desarrollo de la orientación personal con su libro Reason
and emotion in psychotherapy (1962), su terapia Raciona l-Emotiva (más tarde rebau-
tizada como Raciona l-Emotiva-Conductual), y sus trabajos de educación emociona l
con maestros y jóvenes (e.g., Ellis, 1969, 1971 ). Ellis defendía la aplicabilidad de los
principios de la psicología clín ica a contextos no terapéuticos con el fin de ayudar a
las personas a conocerse mejor y a aprender a tener pensamientos y sentimientos más
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definitiva: de formar a la persona que cada uno es con el fin de que pueda ll egar a su
plenitud personal• (Pérez Juste, 201 O, p. 209).
Desde íinales del s. XX, la orientación personal se ha revita li zado a través de la
educación emocional (Bisquerra, 2000, 2006; Bisquerra, Pérez-González, y García,
2015), la cual constituye una prometedora innovación educativa dirigida a la mejora
de la competencia emocional (Pérez-González, Saklofske, y Mavroveli, 2020), si bien
su progreso como una intervención educativa basada en la evidencia c ientífica está
condicionado, en gran medida, por los avances en la eva luación y el diagnóstico del
aprendizaje social y emocional (i.e., social and emolional /earning) y de la inteligencia
emocional (para una revisión véase Pérez-González y Qualter, 2018).
Coincidimos con Jover et al. (2014) en que «a menudo, los discursos autorrefe-
renciales con los que pretende justificarse el sentido de las d isciplinas académicas
pasan por alto que éstas no son rea lidades compactas, cerradas sobre sí mismas, sino
elaboraciones históricas que surgen, se construyen y reconstruyen en el seno de comu-
nidades y tradiciones determinadas» (p. 339). El propósito de este capítulo es, precisa-
mente, hacer una breve revisión histórica del surgim iento, construcción y progresiva
reconstrucción del desarrollo del Diagnóstico en Orientación Educativa a lo largo de
más de un siglo de recorrido.
Todo profesional del D iagnóstico en Orientación o de la Evaluación Psicopeda-
gógica debería procurar una comprensión histórica del origen y del desarrollo de su
disciplina, imprescindible para tomar decisiones mejor informadas, así como para
apreciar críticamente el relevante papel pero también las l imi taciones que en su día
tuvo y hoy sigue teniendo el diagnóstico en la atención educativa a las diferencias
individuales, y en el establecimiento de los fundamentos c ientíficos del conocim iento
psicopedagógico y de la práctica de la intervención educativa, tanto a nivel interna-
ciona l como a nivel nacional.
En la actua lidad, la práctica del Diagnóstico Pedagógico tiene a su disposición una
enorme y variada panoplia de recursos diagnósticos, que centran su objeto de evalua-
ción desde la información reportada por el suj eto de interés oralmente o por escrito, has-
ta su comportamiento observable, o sus niveles de respuesta fisiológica y neurológica
(incluso registrados en tiempo rea l). ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? A continuación
se revisa, sin ánimo de ser exhaustivos, aunque sí con el ánimo de ser comprehensivos,
la evolución histórica del Diagnóstico Pedagógico, desde su antecedentes, cuando el
Diagnóstico Pedagógico ni era Diagnósti co ni era Pedagógico, hasta la actualidad.
Para nuestra revisión, sintetizada en lai tablas que mostramos al final de esta sec-
ción de revisión hi stórica, nos hemos basado en una variada combinación de fuentes,
20 1 DIAG.NÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOWCIÓNHISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. MM de un ~ • dlagl,bsUeo en (Hientaei6n
dológica y técnica del Diagnóstico Pedagógico. Esta acotación implica agrupar más
de 50 años en una misma etapa (1970-2020), lo que supone una enorme imprecisión
en la singu laridad y en el ritmo de acontecim ientos relevantes. Por su parte, Anaya
(1999) añade una distinción entre «la década de los setenta» y «de los principios de
los ochenta a la actualidad». M ientras que Moreno Rosset (2005), extendiendo la sis-
tematización de Pelechano (1988), después de los setenta distingue entre «años 80,
replanteam iento de la eva luación y ambivalencia» y «años 90 y el comienzo del nuevo
siglo», pero sin apenas detallar hitos significativos o expli citar criterios que justifiquen
esa distinción.
Con todo, si bien es relativamente habitual encontrar coincidencia en la mayoría de
los hitos clave en la evoluc ión histórica del Diagnóstico Pedagógico hasta la década
de 1970 del s. XX entre los múltiples autores que han revisado esta cuestión, sin em-
bargo, no existe una sistematización consensuada en detalle sobre cuá les son y cómo
conviene denominar las distintas etapas y fases históricas más all á de los tres grandes
períodos indicados previamente (i.e., pre-científico, c ientífico, desarrollo). De modo
que apreciamos cierta arbitrariedad en la sistematización de cada autor. De modo que
esta apreciación nos ha llevado a proponer nuestra propia sistematización del desa-
rroll o histórico del Diagnóstico Pedagógico, por supuesto no exenta de análisis crítico.
En dicha sistematización contemplamos un conjunto cuatro períodos evolutivos de la
disciplina, conformados por un tota l de diez fases o etapas históricas distinguibles por
sus hitos y tendencias profesionales (véase Tabla 1.1 ).
Nuestra sistematización de la evolución histórica del Diagnóstico Pedagógico pre-
senta dos particu laridades reseñables:
a) Los períodos o fases de desarrollo histórico están organizados en franjas tem-
porales regulares no solapadas, esto es: o bien en siglos, o bien en franjas
de dos décadas dentro de cada siglo, con la excepción del primer período
(antecedentes), por su propia naturaleza. Esta organización permite va lorar de
forma objetiva la intensidad y relevancia de cada período temporal, hacién-
dolos comparables entre sí dado que abarcan la misma can tidad de años. En
particular, para el caso de los siglos XX y XXI, se trata de períodos de 20 años,
que equiva len aproximadamente al espacio temporal equ ivalente a una gene-
ració n.
b) Abarca un análisis pormenorizado¡• actualizado, aunqu e no exhaustivo, de hi-
tos clave a lo largo de todo el siglo XX y de los primeros veinte años del siglo
XXI, lo que entendemos constituye una contribución actuali zada a la literatura
disponible hasta la fecha.
Asimismo, en el marco de esta sistematización hemos elaborado una enumeración
de hitos clave correspondientes a los Períodos 111 y IV, es decir, al s. XX y al s. XXI.
Dicha enumeración de hitos la hemos detallado en las tablas del Anexo l. En dichas
tablas:
221 DIAG.NÓSTICO EN ORIENTACI ÓN EDUCATIVA: EVOWCIÓNHI STÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. MM de un ~ • dlagl,bsUeo en (Hientaei6n
Entre los antecedentes pre-c ientíficos podemos d ist inguir entre los que se basa n en
la especulación «irracional» y los mitos, y los que se basan en la especulación «racio-
nal» o en «conjeturas», es decir, con cierto fundamento lógico.
De acuerdo con Sunderberg (19 77), en el pasaje bíblico del Ubro de los Jueces hay
un primer antecedente del diagnóstico, pues el personaje Gedeón se ocupa de selec-
cionar a los hombres que habrán de luchar contra los «madianitas» en función de la
forma en la q ue bebían agua.
Según Dubois (1966, 1970), en la dinastía china H an (XI I a. C.) los aspirantes a
cier1os puestos de responsabi lidad en la admini stración eran seleccionados mediante
procedim ientos de evaluación basados en prácticas de comportam iento que buscaban
valorar la pericia en las cinco artes consideradas básicas en esa época: música, arqui -
tectura, equitación, escritura y aritmética.
En el Tetrabiblos, atribuido a Ptolomeo (s. 11 a. C.), de la Antigua Grecia, nos en-
contramos la que podría constituir la obra mítica más importante de la antigüedad con
relación al diagnóstico (McReynolds, 1975). En ella, Ptolomeo hace un esfuerzo por
relacionar los signos del zodi aco con características humanas (Colom, 2006).
DIAGNÓSTICO EN ORIENTACIÓN B>UCATIVA: EVOLUCIÓN H.ISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. Mlls de un t lglo de dlagMitlco en Orient.ac:16n
123
Platón (s. V a. C.), en su obra La República, reconoce y hace uso de las diferencias
individuales de manera que trata de asignar distintos tipos de ciudadanos de la repú-
blica a d istintas tareas para las que se supone que están naturalmente dotados (Colom,
2006). Teofrasto (s. IV a. C.). en el libro Los Caracteres Morales, describe 30 tipos de
personas. entre los cuales se encuentra el adulador, el oficioso, el grosero o el charla-
tán (Colom, 2006).
De acuerdo con Sobrado (2002), «en el ámbito pedagógico el interés de los pro fe-
sores por el diagnóstico y orientación de los educa ndos es una constante de carácter
formativo, y ya desde la Antigüedad es muy habitual la utilización de pruebas, ejer-
cicios o exámenes pa ra la verificación del rendimiento escolar como acontenció en
China clásica, Grecia, Roma, etc.• (p. 22).
Antes del s. XVI II, Sobrado (2002) destaca tres autores antecedentes del D iagnósti-
co Pedagógico: Sánchez de Arévalo, Juan Luis Vives y Juan Huarte.
La obra de Sánchez de Arévalo (1468), titulada Speculum Vitae Humana, es clave,
principalmente como un precedente de la Orientación, por ir dirigida al análisis de
las profesiones para posteriormente servir como guía para la consecuente toma de
decisiones vocacionales.
El segundo autor destacado es Juan Luis Vives (153 1). uno de los padres de la psi-
cología y de la pedagogía" pre-científicas, q uien en su obra titul ada De Disciplinis
enfatiza «el hecho de que las prop iedades espirituales de la persona deben analizarse
por sus reacciones y creía que un buen recurso de estudio es la observación directa e
inmediata de la realidad del hombre• (Sobrado, 2002, p. 23). Asimismo, en el Capítu-
lo VII I (« El método pa ra aprender») de su obra De Anima et Vita (1538), Vives ana liza
cómo existen diversos tipos de personas (e.g., autodidactas, dotados de viva imagina-
ción, grandes ingenios) según sean sus princ ipales apti tudes (« ingeni os»), hecho que
condiciona su potencial de aprendizaje. En cierto modo, este trabajo anticipa ideas
más tarde desarrolladas en profundidad por Juan Huarte".
11 Bajo nuestra opinión, bien merecería Juan LUÍ!, Vives ser nombrado como el nuevo Patrón de las Fa~
cu hades de Educación de España, en lugar de Isidoro de Sevilla que es también Patrón de las Facultades de
Humanidades (Fi lología, Geografía e Historia, Filosofia). Probablemente, Vivt."S sea el humanista más prt."Sti-
gioso internacionalmente que ha dado lugar nuestro ~ís; sólo como apunte de su envergadura intelectual,
c.:abe d~tac.:ar que llegó a ser profesor en l..:1 Universidad <le Oxíord, fue c.:ompañero y amigo de Erasmo de
Rotterdam, y de Tomás Moro, e ins1ruc1or de la1ín de María Tudor, luego reina de lngla1erra. Recien1emen1e
ha sido defendido median1e un riguroso ensayo (de recomendable lec1ura) por Francisco Calero (2015)
como el verdadero au1or de El Quijote.
0
Patrón de las rac"1ltades de Psicología de Cspaña.
241 DIAG.NÓSTICO EN ORI ENTACIÓN EDUCATIVA: EVOWCIÓNHISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. MM de un ~ • dlagl,bsUeo en (Hientaei6n
Tabla 1.1
Síntesis del desarrollo histórico del Diagnóstico Pedagógico hasta el presente
-A ntigüedad-
s. VI a. C.
Fas.e
histórica
Félse l. Antecedentes
míticos
■ Gedeón
■
Ejemplos
representativos
Dinastía Han
■ Ptolomeo
Foco do atención
preferente
El sistema de castas
* Aprendizaje Social y Emocional o Social and emoUonal leaming (SEL) como término cada vez más extendido a
nivel Internacional para hacer referencia tanto a las competencias socioemoclonales como a su educación (edu-
cación emocional) (véase una introducción a este tema en Pérez.González, 2012).
01AGNósnco EN ORIENTACIÓN mucAr,vA: EVOLuc,oN H1sróR1cA v coNcEPruAuAc,oN 1
Capltulo L Mas de un siglo de dl.agMStlco en orientacl6n 25
" Esta obra será traducida al castellano por Lorenzo Luzuriaga y prologada por José Ortega y Gasset,
en '192).
DIAGNÓSTICO EN ORIENTACIÓN B>UCATIVA: EVOLUCIÓN H.ISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. Mlls de un t lglo de dlagMitlco en Orient.ac:16n
127
" En particular, c.ibc destacar que en su obra Elementos de Psicofísica ( 1860), el alemán GuSlavTheodor
Fechncr intentó dcmostri-lr y cuantificar m;;itcmáticamcntc la relación entre mi-lgnitudcs físic.-1s y sensoriales.
u Se considera que ésta nació en 1879, con la fundación por el alemán Wilhem \,Vundt del Primer la•
boratorio de Psicología Experimental, donde éste correnzó a medir los tiempos de reacción ante pruebas de
distinto cariz. Sus ideas dominaron el desarrollo de la psicología has.ta inicios del s. XX.
H, En sus «breves notas históricas•, que bien podrían ser tildadas de , brevísimas•, Anaya (2002) elige a
Ebbinghaus junto Binet. Claparede y Thorndike como los únicos cuatro nombres a des.tacar entre los orí-
genes del Diagnóstico Pedagógico. Ebbinghaus, se empeñó a fondo en estudiar mediante procedimientos
objetivos la memoria y la fatiga mental en escolares, y destaca tambi~n porque fue uno de los primeros en
elaoorar pruebas de «completamiento, (tests de lagunas), con espacios en blanco que el estudiante debía
completar demostrando susconocimientos e inteligericia, o simplemente su memoria (i.e., cuando las frases
se leían primero completas y luego incompletas solicitando al estudiante que las completara con las pala-
bras o grupos de 1>alabras omitidas).
281 DIAG.NÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOWCIÓNHISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. MM de un ~ • dlagl,bsUeo en (Hientaei6n
Lres autores destacados entre los antecedentes clave del Diagnóstico Pedagógico (por
orden cronológico) :
■ Francis Galton
■ James McKeen Cattell (doctorando de Wundt y discípulo de Galton)
■ Alfred Binet
En esta fase destacan, por una parte, el trabajo de Pinel (1745-1826), por ser el pri-
mero en apreciar el valor de las «historias clíni cas» y Esquirol (1772-1840) por su uti-
li zación de la «historia fam iliar». Ambos son antecedentes c lave en el establecimiento
de la anamnesis en Psiquiatría y posteriomente en Di agnóstico Pedagógico.
También destacan especialmente en eita fase los trabajos de Weber, quien en su
libro de 1834, titulado Der Tastsinn und das Cemeingefühl, estudia experimentalmente
las relaciones entre percepción e intensidad de los estímulos, y sienta las bases de la
Psicofísica.
°""r • o,
_{lt¡J_.,
lfCtKlt# /Ofll
°"
-•e Cllt
Figura 1.4.
Ejemplo de los laboriosos trabajos de representación gráfica de los cálculos de
probabilidad y de la curva normal que hizo Galton.
Tomado de Pearson (1920, p. 38).
Figura 1.5.
Galton, J . M. Cattell, y Spearman.
«Charles Darwin sostiene que las diferencias individuales son los elementos bási-
cos de su sistema teórico; las variaciones individuales han de ser el punto de pa rtida
de las ciencias biológicas y antropológicas, y la clave de la interpretación científica
de la naturaleza. l ... ) Darwin mantiene que para poder estudiar científicamente las
diferencias individuales son necesarios métodos originales, tarea de la que se encar-
gará su primo Sir Franc is Galton» (Colom, 2006, p . 61 ). Francis Galton, influido por la
teoría evolucioni sta de su primo, fue «un genio de la época v ictoriana que deberíamos
recordar mucho más de lo que se hace» (García Yagüe, 20 1O, p. 5). Inic ia el emp leo
del término «test» (prueba) con su obra Hereditary Cenius (1869), donde defiende
postul ados como el sigui ente: «El plan general de mi argumento es mostrar que la alta
reputación es una prueba basta nte segura de alta capacidad» . Su obra lnquiries into
Human Faculty and its Oevelopment (1883) ha sido considerada el primer tratado de
Psicología D iferencia l (García Yagüe, 201 O). Galton estudio la estadística de Q uetelet
y observó la distribución normal de medidas físicas como la estatura, a partir de lo cual
DIAGNÓSTICO EN ORIENTACIÓN B>UCATIVA: EVOLUCIÓN H.ISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. Mlls de un tlglo de dlagMitlco en Orient.ac:16n
131
ll ega a afirmar: «si esto ocurre con la estatura, lo m ismo tendrá que suceder con todas
las demás características físicas, tales como el perímetro craneal, el tamaño del cere-
bro, el peso de la sustancia gris o el n(1mero de fibras nerviosas; y, por tanto, dando un
paso que ningún fi lósofo d udará en dar, esto m ismo ocurrirá con la capacidad mental»
(Colom, 2006, pp. 71-72).
Galton rea li za las primeras investigaciones sistemáticas de medición y descripción
estadística de grandes muestras de escolares o asistentes a la Exposición Internaciona l
de la Sa lud de 1884 en Londres, donde insta la un Laboratorio Antropométrico. Galton
es, además, según Pearson (1920), que íue discípul o y colega suyo, el creador del
índice de correlación (co-relación, lo llamaba el mismo Ga lton). Galtón desarrol ló el
método práctico de cálcu lo de un índ ice de correlación, posteriormente Edgeworth
enriqueció la base teórica, y fi nalmente Pearson le dio el desarrol lo matemático defi -
nitivo" . Galton también apl icó la curva normal '" a la distribución de probabil idad de
características antropométricas e inventó los percenti les (ver Figura 20). Pero, sobre
todo, Ga lton se esforzó en idear mul titud de pruebas de medición de características
personales, si bien aunque con algunas de ellas procuraba aproxima rse a eva luar ras-
gos de la inteligencia de los sujetos, sus pruebas fueron principa lmente mediciones de
características sensoria les o perceptivas.
Aunque James McKeen Cattell ' 9 fue estudiante de doctorado de W undt en Alema-
nia, a su re¡;reso a EE.UU. se dedi có a investi¡;ar si¡;uiendo los trabajos de Galton, con
qui en mantu vo contacto en la distancia y a quien reconoció como una de las personas
más geniales que había conocido. Oc modo que el pri ncipal discípulo de Galton es J.
M. Cattell, q uien acuñó la expresión •test mental» (prueba mental) en 1890 para refe-
rirse a pruebas que trataban de medir capacidades mentales. Sin embargo, como Gal-
Lon, sus pru ebas eran fundamen talmente estudios de tiempos de reacción, de umbrales
sensoriales y de percepció n. Estas pruebas recibieron muchas críticas por su baj o po-
der predictivo sobre el rendimiento académico de universita rios, pero además también
porque pretendiendo ser pruebas de evaluación de capacidades mentales, pa ra mu -
chos apenas captaban parte de procesos psicológicos muy elementales, alejados de
lo que podría considerarse de interés práctico en la vida escolar o académica o en la
vida cotitiana. Por ejemplo, Jastrow (1895) las cal ificó de «pobres•. En esta m isma lí-
nea, Binet y Henri (1895) se expresaron decepcionados: «Nosotros consideramos que,
"M,1them,1tir,1/ Conrributinns to the Throry of E1-olution. 111. Reeression, Hcredity, and P,,nmixia (1896).
111
Por cierto, según Pearson {1920), Laplace formuló las bases de la curva normal unos 40 años antes que
G,1uss, por lo que defiende que sería justo denomin,x esta distribución de probabilid;1d como distribución
laplace-Gaussiana, no simplemente Gaussiana. Fuente: Pearson, K. (1920). Notes on the H istory of Corre•
lation. Biometnka, 73(1), 25-45.
"'' J. M . Cattell fue el primer americano en doctorarse en psicología experimental con \iVundt, en Ale•
mania. También íue el primer catedrático de psicol(>l!ía de los EE.UU., y un hombre de ciencia que trabajó
intensamente toda su carrera por la deíensa de la psic1Jlogía corno denda. De hec.:ho, íue editor de la revisla
Science casi durante 50 años (1894-1945). A mediados de los años 1880s, coincidió con Münsterberg en el
laboratorio de Wundt, con quien mantuvo buenas relaciones. Por ejemplo, en 1896, cuando el físico alemán
Wilhelm Rontgen descubrió los rayos x, coincidiendo que Münsterberg estaba en Alemania antes de su re-
g,eso a los CC.UU ., Cattell le pidió que escribie,a en la revista Science sobre el clescubfimiento de ROntgen .
3
21 DIAG.NÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOWCIÓNHISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. MM de un ~ • dlagl,bsUeo en (Hientaei6n
w En este artículo de 92 páginas titulado Generzl lntelligence. Objeclively delermined and measured,
Spearman hace unas aportaciones exquisitas, que resumimos: en su discusión de la literatura, analiza el
trnbajo de Binl:'t, d~ta<.:ando 5U ac.:il:'rto en resaltar la nE:.'Cesidad <ll:' estudiar las rek-1ciones entre los proc4:'SOS
psíquicos, introduce, con una base empírica y usando el método de correlación de Pearson, su teoría de la
existencia de un factor general de inteligencia (conocido despu<is como factor g), sientas las bases del análi-
sis factorial, y además introduce los conceptos de error muestra! y error de medida, y utiliza procedimientos
exquisitos co.-no el coeficiente de coffelación te vacórica.
DIAGNÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo L Mb de un siglo de dl.agMStlco en orientaclOn
133
Figura 1.6.
Simon (en medio, de pie tras un nii\o) y
Alfred Binet (a la derecha, sentado junto a un niño).
Figura 1 .7.
Simon (en el centro, sentado tras la mesa) y
Alfred Binet (a la derecha, de pie tras varios niños).
3
41 DIAG.NÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOWCIÓNHISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. MM de un ~ • dlagl,bsUeo en (Hientaei6n
11
La negrita et; nueslra.
DIAGNÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOlUCIÓN HISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capltulo L M6s de un siglo de dl.agMStlco en orientaclOn
135
Figura 1.8.
Comité de la APA encargado del examen psicológico de los reclutas americanos en
la I Guerra Mundial (1917). En la segunda fila, de izquierda a derecha: Fredric Wells,
Guy Whipple22 , Robert Yerkes (Director del Comité), Walter Bingham, y Lewis Terman.
n 'vVhipple fue 1.1n gfan crilico del mal t.•SO q1.1e muchos hicieron ele los tests de Oinet de '19 IJ.
361 OIAGHÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1.. MM de un s.lgk> de dla&J'l6Stleo ~ o rlentaci6n
Figura 1.9.
Decrloly, Bovet, Ensor, Claparede, Geheeb, y Ferriére.
n El libro de Thorndike {1904) litulado Una inlruúucción a /a teoría de fas medidas menta/e!> y soda/es,
en su edición de 1922, íue una de las referencias fundamentales en las que se basó Alejandro Galí (1928,
1929) para la elaboración de su libro la medida objeiiva del trabajo escolar.
1' Este trabajo sería más tarde una inspiración para otro gran estudio longitudinal que sigue vivo en la
actualidad, el iniciado por el Dr. Jul ian Stan ley (véase Lubinski, 20 '1 6).
DIAGNÓSTICO EN ORIENTACIÓN B>UCATIVA: EVOLUCIÓN H.ISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. Mlls de un t lglo de dlagMitlco en Orient.ac:16n
137
agrupación de sus protagon istas en presuntas escuelas científicas. Colom (2006) expo-
ne que «una escuela científica está compLesta por una serie de autores y pensadores
que comparten ideas sobre una determinada disciplina» (p. 65). Si bien en Diagnóstico
Pedagógico quizás sea impreciso hablar de escuelas científicas como tal por la inexis-
tente coherenc ia estable de grupos de autores a lo largo de los años, sí que desde co-
mienzos del siglo XX podemos identificar, al menos, cuatro contextos de trabajo intenso
que podríamos aquí denominar de forma laxa escuelas en el desarrollo del Diagnóstico
Pedagógico: la anglosajona, la francesa (franco-belga-suiza), y la española.
En la escuela anglosajona podemos decir que arranca con Galton, y a partir de él
son miembros significativos Spearman, James McKeen Cartel!, Raymond B. Cartel!, H.
J. Eysenck, Edward L. Thorndike (Thorndike padre), L. L. Thurstone, L. Terman, Robert
Yerkes, Robert L. Thornd ike (Thorndike hijo), L. J. Cro nbach, Tyler, Lindquist, Anastasi,
Bloom, Jensen, Ackerman, Petrides, Linn, Popham, Brookhart.
En la escuela francesa destacan, entre otros, Binet, Simon, o Vaney en Franc ia,
Decroly en Bélgica, y particularmente en la escuela suiza (o escuela de Ginebra) son
primeras figuras Claparede, Piaget, y Perrenoud.
En el contexto europeo, aparte de Binet en Francia, los principales protagonistas
de la construcción de una psicología y de una pedagogía científicas fueron Ovide De-
croly y Édouard Claparede, ambos con trabajos releva ntes en la primera década del s.
XX, aunque su mayor impacto l legarfa en la segunda década de ese siglo. Claparede
fue un referente de la Escuela Activa o Nueva (también denominada Escuela Funcional
por él, para superar la ambigüedad de los términos «activa» y «nueva») en Europa
por sus propias ideas. pero también contribuyó a la difusión de las ideas de Dewey2' ,
por ejemplo, prologando la edic ión francesa de uno de sus libros26 . Pero, sobre todo,
Claparede, en línea con Bine!, en cuyo laboratorio estuvo también durante un año,
quiere poner racional idad, sistematicidad y experimentaci ón en la base de cualqui er
actuación educativa (Gutiérrez, 2001).
u En el <.:a.so de España, hasta 19 15 no se introdujeron las ideas de John Dewey, siendo JX>Sible final•
mente gracias a que los institucionalistas Domingo Barnés y Lorenzo Luzuriaga se ocuparon de traducir al
español alguno,; de sus textos, y Eugenio D'Ors lo hizo al catalán (Nubiola y Sierra, 2001 ).
" Claparede, E. (1913). La Pédagogie de M . lohn Dewey. En J. Dewey. L'Ecole el l'enfJnt (pp. 1-32),
Neuch~tel·Paris. Delachaux & N iestlé.
DIAG.NÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOWCIÓNHISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
38 Capitulo 1. MM de un ~ • dlagl,bsUeo en (Hientaei6n
1
2006; García Hoz, 1980; Martínez Cerverón, 2007; Sa iz y Saiz, 1996), si bien aquí
no entraremos en esta distinción de detall e. No obstante, a diferencia de las escuelas
anglosajona, francesa y su iza, cabe advertir que la influencia de la escuela española
en el resto del mundo ha sido más bi en ínfima. Dentro España", han teni do un prota-
goni smo excepcional en la historia de configuración y desarrollo teórico-prá<.:t ico del
D iagnóstico Pedagógico autores ta les como Rufino Blanco, A . Anselmo González, G.
Rodríguez Lafora28, Juan Vicente Viqueira, Emi lio M ira i López, Ruiz Amado, Alejandro
Galí, Juan Zaragüeta, Víctor García Hoz, Vicente Pelechano, Rocío Fernández-Bal les-
teros, Juan García Yagüe, Ángel Lázaro, Carmen Buisán y Mª Ángeles Marín.
En España, el desarrollo tanto de la O rientación Profesio nal como del D iagnóstico
Pedagógico en la primera mitad del siglo XX, ha estado íntimamente ligado a dos fac-
tores primordiales: a) la influencia de Binety, sobre todo, de Claparede en los primeros
psicólogos y pedagogos españoles y, también como consecuencia de esta influenc ia,
... b) la instituciona lización en Madrid, en Barcelona, y luego a nivel nacional, de la
Psicotecnia, considerada durante mucho tiempo la expresión de la apl icación de la
Psicología científica, especialmente a través de la aplicación de tests en el contexto
industrial y profesional.
En particular, entre los nombres c lave de la maduración de la Pedagogía española,
cabe destacar, después de Giner de los Ríos y su discípulo Bartolomé Cossío (primer
í.atP.d r~tif'.n dP PP.d agngía dp F<paña), P.I papPI davP. d P. J11a n 7 aragiiP.ta, formad o Pn
la U ni versidad de Lova ina, interesado en la Filosofía, la Psicología y la Pedagogía,
conocido como «el Capellán de la Institución• por sus buenas relaciones con los
institucional istas (ILE), quien, después de la Guerra Civi l, en su pos ición privilegiada29
durante el Régimen, promovió el crecimiento e instituciona lización (en el CSIC y en
la Universidad) tanto de la Psicología como de la Pedagogía científicas en nuestro país
(e.g., Jover et al., 2014; Ru iz Berrio, 2005), respalda ndo las carreras de, entre otros,
Germain y Yela, en Psicología, y García Hoz, en Pedagogía.
En el contexto español del primer cuarto del s. XX, con respecto al Di agnóstico
Pedagógico destacan especialmente, Rufi no Blanco por su laboratorio antropométrico
n Para una revisión detallada sobre el origen y la evolución del Diagnóstico en Orientación Educativa
en España, recomendamos el excelente artículo de García Yagüe (2007).
"Por ejemplo. Rodrígue1. Lafora, discípulo de Ramón y Caja 1, se ocupa de promover no sólo la atención
médica sino también pedagógica de los niños con necesidades educativas especiales (i.e., denominados
entonces , niños anormales•}. defendiendo su educabilid~d y su ncccsirlacf y derecho de atención especial.
De este modo, Rodríguez lafora representa en España un defensor de estas mismas ideas promovidas por
Binet, Claparede, y Montesori, para quienes se debe procurar una escuela a la medida de cada niño, esto
es, una escuela que se adapte a cada niño/a, en la que se establezcan bases sólidas para la detección de
los problemas eduGJtivos de los alumnos especiales y para la fundamentación de su posterior tratamiento
educativo (Santiuste, 2005, p. 107).
"•En el curso 1940-41 se reanudó cierta actividad docente en el campo de la Pedagogía en la Uni-
versidad de Madrid con un profesorado completamente distinto a los titulart"S y encargados que impartían
las clases antes del 18 de julio de 1936, a excepción del catedrático y sacerdote D. Juan Zaragüeta y de la
profesora encargada D' carmen Gayares. pues los a,teriores habían pasado por diversos avatares, siendo
común denominador la marcha al exilio. No obstante, D. Juan Zaragüeta tuvo que so,neterse también a un
expediente de depuración, del que sali6 bienparadoN (Ruiz Oerrio, 2005, p. 1J5).
DIAGNÓSTICO EN ORIENTACIÓN B>UCATIVA: EVOLUCIÓN H.ISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. Mlls de un t lglo de dlagMitlco en Orient.ac:16n
139
w En lo que respecta a Mercedes Rodrigo, seguramente merece más visibilidad de la que ha recibido
(Ardila, 1988; Guil y Vera, 201 1; Herrero, 2003). En un contexto mayori tariamente liderado por hombres,
(ue una mujer dt-stac.:ada. Mercedes Rodrigo es considt!-rada la primera mujt!r española titulada en psicología
(Herrero, 2003), pero bien podríamos considerarla también la primera psicopedagoga española (Guil y Vera,
2011 ). pues ant.,; de sus 18 meses estudiando pedag,gía y psicología en la Escuela de Ciencias de la Edu•
cación del Instituto J. t. Rousseau de Ginebra, junto a Claparede, se había graduado en la Escuela Normal
Superior de Maestras, de Madrid. Gracias a una beca de la Junta para la Ampliación de Esludios e lrwesli•
gaciones Cientificas 0AEJ ele la ILE pudo estudiar después en Ginebra, titulándose en 1923. Además de ser
destaca.bles sus contribuciones clave como la prime'a aclaptaci6o esp.ai'iola del test de Stanford-Binet (en
40 1 OIAGHÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. MM de un s.lgk> de dla,n6stieo ~ orlentaei6n
Figura 1.11.
Mercedes Rodrigo.
Claparede (de quien fue discípula) y en 1930 el test Stanford-Binet, y Mira i López en
la amplia difusión que dio a los tests.
Sobre esta línea de trabajo, García Yagüe (1997) explica: «El uso de técnicas antro-
pométricas y psicométricas para el d iagnóstico de los escolares era frecuente en Espa-
ña a partir de la primera guerra mundial y persiste hasta la guerra civil. Pero cae en vía
muerta por la rutina con que mantiene los objetivos y modelos de diagnóstico que sos-
tenía la Escuela Superior del Magisterio en su primera etapa: la selección temprana de
los escolares con deficiencias sensoriales o mentales, la clasificación para las utópicas
"clases homogéneas", y la interpretación del aprovechamiento desde la inteligencia.
Poca cosa para una escuela que aspiraba a renovarse en profundidad. El movimiento
de las Escuelas Nuevas las rechaza, siguiendo las críticas de Montessori, por condicio-
nadoras de la actividad educativa; y el cansancio y las críticas de los educadores por
la escasa utilidad de lo que les está ofreciendo aumenta a medida que avanza la etapa
O. Podía haber encontrado mej ores vías desde las sugerencias de Barnés y Mira, o las
propuestas de Alejandro Galí, la figura más importante del movimiento de renovación
pedagógica de Cataluña, para que el diagnóstico formara parte de la propia acción
educativa, se acostumbraran los maestros a tratar cstadísticani cntc los datos que van
recogiendo, e hic ieran el los mismos controles periódicos de la situación, especia l-
mente de los niveles de aprendizaje básico, a partir de la técnica de los tests» (p. 185).
1930) o la dirección del Instituto Nacional de Psicotecnia en sustitución de Germain mientras éste estuvo en
el extranjero durante la Guerra Civil (1936-1939), cabe destacar su importantísima labor como traductora de
los textos de Claparede, La escuela a la medida (de 1920, traducido l' publicado en 1921 ), y La orientación
profesional, sus problernas y sus métodos (de 1922, trad..,cido y 1>vblicado en 1923).
DIAGNÓSTICO EN ORIENTACIÓN B>UCATIVA: EVOLUCIÓN H.ISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. Mlls de un t lglo de dlagMitlco en Orient.ac:16n
141
Strlt N1i m.
FICHA PSICOLO G I CA
(M~TOOO DE OBSERVACIÓN)
dt D. ...... .. dt
y ..... .... ..... muts .. ... Escut/a dt .....
,·/ase ...................................... .
............................. .... ..... dt ...... . ...... dt 19
El MaHlro,
Figura 1.12.
Ficha Psicológica del «Registro Paidológico» a cumplimentar por los maestros de la
escuelas de Madrid partic ipantes en el programa de Orientación psicopedagógica
del Inst ituto Psicotécnico. Reportada por Rodrigo (1933).
Tomado de Benavent Oltra (2000. p. 210).
421 DIAG.NÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOWCIÓNHISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. MM de un ~ • dlagl,bsUeo en (Hientaei6n
FICHA PEDAGÓGICA
O I s·c I P L IN AS
Figura 1.13.
Ficha Pedagógica del • Registro Paidológico• a cumplimentar por los maestros de la
escuelas de Madrid participantes en el programa de Orientación psicopedagógica
del Inst ituto Psicotécnico. Reportada por Rodrigo (1933).
Tomado de Benavent Oltra (2000, p. 211).
DIAGNÓSTICO EN ORIENTACIÓN B>UCATIVA: EVOLUCIÓN H.ISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. Mlls de un t lglo de dlagMitlco en Orient.ac:16n
143
PERFIL PEDAGÓGICO
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Vocabul.río.
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Labores.
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o
.. .> ~ o.
Costura.
Ejff<l<ios fhico,.
~ efí
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- --- -·-
- .. .. - ·-
Figura 1.14.
Perfil Pedagógico del «Registro Pa idológico, a cumplimentar por los maestros de la
escuelas de Madrid participantes en el programa de Orientación psicopedagógica
del Instituto Psicotécnico. Reportada por Rodrigo (1933).
Tomado de Benavent Oltra (2000, p. 212).
441 OIAG.HÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y CONCEPT\JAUACIÓN
Capitulo 1.. MM de un s.lgk> de dla,n6stieo ~ orlentaci6n
Figura 1.15.
Mira i López, Alexandre Galí.
11
De acuerdo con García Yagüe {1997), M ira inlervino bastantes vec.:~ en la polémica sobre el concepto
de inteligencia y para él «la inteligencia es, simplemente, una resultante de un conjunto de disposiciones
nt?uropsíqukas en virtud de las cuales se hace posible al individuo resolver los numerosos problemas que se
le plantean, utilizando para ello sus reacciones anteriores, pero ajustándolas y combinándolas con arreglo a
las particularidades de la actual situación, O dicho rnás claro la inteligencia se manifiesta por la capacida-
dde aprovechar la experiencia pe~onal en la solucién de nuevas situaciones, (Mira, 1931, ¡>. 49; Pruebas
pMa el reconocifniento ele la inleligencia abstracta. Revista de Pedagogía)
DIAGNÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOlUCIÓN HISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo L M6s de un siglo de dl.agMStlco en of'ientac:IOn
145
7
.,.
Lectura: rapidez .. 66p:1labras 93 66 palabras 93 80 palabras 100
j .,.
Lectura: compren-
slón ........ 6 fzuntos 90 11 ~intos 1cJ 16&untos 118.,8
Vocabulario ... . . Ofo 00 ~ 107.3
Ortoarafla natural
JJXJ~o
103 1,15 o/.• 1 o.oo o;. IZ-6
Dictado .•• •••••• . ' ZT •o ll6 15° o 1~ 11,5'/o 110,25
Composición ... .., 7•• 91~ 15,50¼ 10!5, 17~ ... 108
Aritmética: opera- 1
clones ......•.. 13 operac.
Arltm6tlca: rapl-
92 16 operac. ~ 20operac. 106
dez ...... .. ... .' 1,4 por mln. 85 3,75 por min. 4,75 por mln. 09
Aritmética: p ro -
blemas .•....•. 6 problemas 78 15 problemas 16 problemaa 98
Oramlitlca .•.•.. .' 8 e¡erclclos 82 15 ef erclclos 96 18 e¡erclclos 10'2
Oeometria ....•.. • 4 e erclcios 78 9 e erclclos ~ 11 e erclclos 99
Oeogralia ..••••. • 4 e erclclos 00 6 e erclclos 8 ejercicios 10'2
-1068,50 - -
Sumas .....
Bdad Pedagógica.
--
89
1195
oo.d
-
1276,35
106,4
meses m. • meses
Cociente ••. . ..••.• 1,05 l,tlll 1,14
- - _I
En el m odelo que ponernos a continuación se verá. el
cociente de eflcien ia. su ohtenc.ión es fácil: es el resul-
tado de dividfr el cociente (Jedagógico por el cociente in-
telectual, o sea, en nu tro ejemplo :
Figura 1.16.
Ejemplo de caso práctico de cuadro de medidas, con los años reducidos a meses.
Tomado de La medida objetiva del trabajo escolar, de Galí (1929, p. 287).
461 DIAGHÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y CONCEPT\JAUACIÓN
Capitulo 1.. MM de un s.lgk> de dla,n6stieo ~ orlentaei6n
EDADES C.OCIENTES
CURVAS
Crono- ! Peila- Pedn- De efl•
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MATERIAS ~ - • -
1
ITT ~ ~ -
Lectura; rapidez
ldem: compren•
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mas ........ .
Oramé.llca . . .. .
Ocometria .... .
Oeografla . . . . . .
,..
Figura 1.17.
•Resumen diagnóstico• para representar el perfil pedagógico y la valoración de su
progreso a lo largo de los meses del curso en cada materia.
Tomado de La medida objetiva del trabajo escolar. de Galí (1929. p. 288).
DIAGNÓSTICO EN ORIENTACIÓN B>UCATIVA: EVOLUCIÓN H.ISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. Mlls de un t lglo de dlagMitlco en Orient.ac:16n
147
Por ejemplo, sobre el trabajo de L. Terman, Mira i López (192032) afirmó: «En resu-
men: la obra de Terman, esencialmente práctica, es hoy en día la más recomendable
a todos los maestros, padres, etc., que sin anterior preparación q uieran aprovecharse
de los beneficios de las modernas conquistas de la psicología aplicada». Ese mismo
año, en su artícul o de 1920, Estado actual de las pruebas mentales, en la Revista de
Pedagogía, M ira i López explicó: «una selección de pruebas mentales que puedan ser
fáci lmente apl icadas en la escuela..., dejando pues, como lastre inútil las pruebas que
no tengan una inmediata uti lidad para el maestro y renunciando asimismo a la descrip-
ción de aquell as que por su complejidad o por exigir el empleo de un material ad hoc
no le sean asequibles, vamos a pasar una breve muestra de los princ ipales tests que
aquél puede util izar para explorar las funciones mnémicas, imaginativas, asociativas,
judicativas e intelectuales, afectivas y motrices de sus discípulos» (p. 299).
Pero, aparte de la gran labor de autores como Rufi no Blanco, Mercedes Rodrigo,
Galí, o también Mira i López, según Granados (1992) y Dueñas (2011 ), ta l vez, el
impulso más eficaz en la configuración del Diagnóstico Pedagógico se deba a la labor
de la Inspección de Enseñanza Primaria y de las Escuelas Normal es, las cua les intro-
dujero n el diagnóstico rea lmente en las escuelas de forma sistemática, entre los años
1925y 1935.
De modo que tanto fuera como den tro de España, en las primeras tres décadas del
s. XX se constituye el Diagnóstico Pedagógico como una disciplina emergente, coin -
cidiendo al m ismo tiempo con el establecimiento de la Pedagogía y de la Psicología
como discipl inas c ientíficas en la Universidad española. A continuación presentamos
una breve síntesis del recorrido de la Pedagogía en España.
En alemán se distingue entre el Padagogus y el Padagogiker, refiriéndose con el pri-
mer térm ino a qui en ejerce la actividad de educar, y con el segundo a quien reflex iona
sobre el propio hecho y quehacer educativos de una forma metódica y sistemática. Del
segundo término deriva el uso actual del término Pedagogía.
En España, en 1839, Pablo Montesino funda la Primera Escuela Normal, de Madrid,
pero sólo para varones, si bien se consideró «La Normal Central•, al tomarse como
referente nacional para posteriores Escuelas Normales. Su institución homóloga fue,
posteriormente, la Escuela Normal Central de Maestras, fundada en 1858.
En el siglo XIX, aún la Pedagogía, como ocu rre a la Psicología, es una extensión o
rama de la Fi losofía, de la que tardará en desligarse hasta la segunda mitad del siglo
XX. Como signo evidente de que la Pedagogía procedía, como también la Psicología,
de la disciplina madre Filosofía, baste citar que en 1900, el M aestro Normal Narciso
García Avellano publicó, con el pseudónimo Varón de Latoor, un libro en cuyo título
trata como sinóni mos dos expresiones hoy diferenciadas: Filosofía de la Educación o
Pedagogía fundamental (Bosquejo)(lbáñez-Martín, 1996, p. 88).
Figura 1.18.
Ricardo Rubio, M. Bartolomé Cossío, junto a nuera, nieto, e hijo (Alberto) de
Francisco Giner de los Ríos (éste sentado a la derecha).
" Llama la atención que omite nombres clave de la pedagogía de principios del s. XX como Ferre, i
Guardia o Oartolomé Cosslo; segufamente por alguna razón efe peso para el autor pero omitida al lector.
DIAGNÓSTICO EN ORIENTACIÓN B>UCATIVA: EVOLUCIÓN H.ISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. Mlls de un t lglo de dlagMitlco en Orient.ac:16n
149
" Fuente: Cossío, M. B. (1886). El Museo Pedagógico de Madrid, Documentos para su historia. legisla-
ción. Organización. Memoria de sus trabajos. Madrid: Imp. de Fortanel.
" Si bien la primera Cátedra de Psicología en España fue la de luis Simarro en 1902 como Catedrático
de Pskología Experimental (denlro de una Fac:ullad de Cienc.:ias), no íue hasta 191 t c:uando se c:rea la prime~
ra Citedra homóloga a la de Bartolomé Cossfo, es decir la Cátedra de Psicología Superior en la Universidad
de Barcelona.
" Su homóloga para los psicólogos, la Sección de Psicología, no se crea hasta 1968, en la Facultad de
rilosofía y letras de la Universidad Cenlral de Madrid.
0 1 DIAG.NÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOWCIÓNHISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
5 Capitulo 1. MM de un ~ • dlagl,bsUeo en (Hientaei6n
7
J Todos los principios e ideas pedagógicas de 11 ILE serán recogidos en escritos de Domingo Bamés
(Carda, 1996, p. 284).
J& En la guerra civil y durante el íranquismo, tanto la ILE como otras ideas modernas sobre educación
como las de Ferrer i Guardia o Dewey, sufrieron un eclipse por el rt1gimen político, aunque son temáticas
que se recuperan y suscitan un gran interés más tarde, en los años setenta (Viñao, 2002). También en el
períc.xlo franquista la Psicología se tiñe de filosofía escolástica, en especial de la de Santo Tomás de Aquino_,
por influencia primordial del sacerdote Barbado (Car,intero, 1996), si bien otro sacerdote, Juan Zaragüeta,
desde sus puestos en el Instituto de Filosofía Juan Luis Vives del CSIC y en la Universidad de Madrid, se
ocupó de recuperar la visión científica de la Psicología y de la Pedagogía en España (e.g., Jovert et al., 2014;
Martínez Cerver6n, 2007, Yela, '1996).
01AGNósnco EN oR,eNTACIÓN mucATIVA: EV01.uc1óN H.ISTÓRICA v coNcEPTUAUACIÓN 1
Capitulo 1. Mlls de un t lglo de dlagMitlco en Orient.ac:16n 51
En esta tercera fase la atención está muy centrada en rob ustecer la fundamentación
teórica y estadística del d iseño, la validación y el uso de los tests, sobresaliendo los
trabajos de Cronbach y Meehl, y Thorndike hij o, así como, los de Ralph W. Tyler y
Dona ld l. Kirkpatrick en lo tocante a la eva luación de programas, en educac ión el
primero, y en formación y recursos humanos el segundo.
Esta cuarta fase del s. XX se caracteriza por dos temas que captan la mayor parte de
la atención, y, por ende, eclipsan la literatura, como son la expansión del condu ctismo
y la atención sobre las necesidades educativas especiales en general, y las denomina-
das «discapacidades de aprendizaje», en particu lar.
Asimismo, se produce una crítica socia l generalizada de los tests, sobre todo de los
tests de inteligenc ia39, en gran medida por el movimiento anti tests iniciado a finales
de la década anterior, pero también por influencia tanto de la Psicología Conductual,
que los rechaza por estar fundamentalmente dirigidos a medir aspectos "men tales"
(i.e., caja negra), como por influencia de las críticias de Mischel sobre el enfoque de
las diferenc ias individuales en general, y sobre el enfoque de los rasgos personales en
particular.
No obstante, algunos avances importantes son debidos a las aportaciones de au-
tores como Anna Anastasi y de sociedades científicas y profesiona les como la AERA,
APA, y NCME'º de Estados Unidos, por su creación conjunta y reelaboración del refe-
rente a nivel internaciona l que ha supuesto el manual Standards for Educational and
Psychological Testing.
1" También en España se analiza esta cuestión. Por ejemplo, José Luis Pinillos explica entonces: «Si los
niños humildes aprenden a leer ~r que los ac.:omodddos y en c.:asi lodos los tests d~ int~ligem:ia el c.:ompo•
nente verbal es básico, ¡cómo ha de extrañarnos que luego unos resulten menos "inteligentes• que otros/,
(Pinillos, 1969, p. SO).
'° American Educational Research J\ssociation (1\ERA), American Psychological Association (1\PA), Na-
tional Co1-1ncil on Measvfement i n Cd1-1cation {NCMC).
5
21 DIAG.NÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOWCIÓNHISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. MM de un ~ • dlagl,bsUeo en (Hientaei6n
Esta fase se inicia con el cambio de siglo y de milenio, en una coyu ntura hi stórica
y social donde la globalización económica es una evidencia y una presión para todos
los países, la preocupación por el incremento y mantenimiento de la producción a
corto, medio y largo plazo es masiva en todo el planeta, donde además la sociedad
de la comuni cación y de la información es una realidad sobre todo por la progresiva y
rápida inundación de Internet en la vida cOlidiana, y donde los gobiernos de países del
primer mundo se empeñan progresivamente en procurar unificar sus criterios de orga-
nización de la vida pública, y en especial de la educación, y en basar sus decisiones
educativas en criterios c ientíficos.
" Diagnostic and Statistical Manual oí Mental D~orders (DSM), desarrollado por la American Psychia-
lfic Association <,'1,PN -no confundir con la APA «psicológica,-.
DIAGNÓSTICO EN ORIENTACIÓN B>UCATIVA: EVOLUCIÓN H.ISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. Mlls de un tlglo de dlagMitlco en Orient.ac:16n
15.3
certeza qué tipo de competencias serán demandadas en las próximas décadas a los
adultos que ahora son niños y jóvenes escolaridados. En esta búsqueda de delimita-
ción de competencias que han de guiar la innovación educativa se habla de «nuevos
alfabetismos» (e.g., alfabetización emocional, código-alfabetización), se reconoce
que el futuro, como ya lo es el presente, será cognitiva y emocionalmente exigente
(Pérez-González, 2013), y en la mayoría de los in formes destacan dos competencias
clave sobre las demás: la competencia emociona l (e.g. Q ualter et al., 2017)" y tam-
bién la competencia d igital (e.g., Román-González, Pérez-González, y Jiménez, 2017;
Román-González, Pérez-González, Moreno-León, y Robles, 2018; Rush koff, 20 1O;
Torres-Torres, Ro mán-González, y Pérez-González, 2020)43, ambas explícita y notoria-
mente presentes en la Ley O rgánica 3/2020, de 29 de diciembre (LOMLOE), por la que
se modifica la Ley O rgánica 2/2006, de 3 de mayo (LOE), de Educación.
Este nuevo escena rio abre el debate, que repercu te en el D iagnóstico Pedagógico,
sobre qué se debe enseñar y q ué es importante evaluar. En particular, se viene deman-
dando una mayor precisión en la evaluación de la competencia emocional, así como
de la competencia d igital o de sus componentes (e.g., pensamiento computacional)
para su inclusión en el conjunto de recursos de recogida de información en el Diag-
nóstico Pedagógico.
Otra particularidad de este nuevo siglo es que j unto con los avances tecno lógicos
se abren nuevas vías de eva luación más allá de la clásica batería de tests, pues se están
abaratando progresivamente los costes del instrumental trad ic ionalmente reservado a
los laboratorios de las grandes universidades o centros médicos, siendo ahora acce-
sibles para gabinetes psicopedagógicos privados y, en breve, previsibl emente, lo será
para los centros educativos (véase Figura 23, como ejempl o) por su potencial como
recurso de biofeedback, por ejemplo para casos de trastornos de atención o de difi-
cultades de regulación emocional. Paralelamente, se están creando vías de anál isis de
grandes datos (big data) y de segu imiento de huella digital que permiten crear perfil es
de personal idad con el rastro de la actividad en Internet y redes sociales", y se está
mejorando progresivamente la identificación y medición de variables biológicas (e.g.,
cortisol en cabello, variabi li dad de tasa cardiaca, integridad estructural de materia
blanca, longitud y actividad de telómeros, proteína c reactiva o PCR) asociadas con
características psicológicas y procesos mentales clave en el aprendi zaje (e.g., salud
mental, atención, ansiedad, motivación).
-'? El World Economic Forum (Foro Económico Mundial) h,1 emitido un informe {The future ofJobs) en el
que considera las diez competencias más demandadas por el mercado laboral en 2020 serán: solución de
problemas complejos, pensamiento crítico, creatividad, gestión de personas, coordinación con otros, inteli~
gencia emocional, juicio)' toma de decisiones, orientación al servido, negociación, y flexibilidad cognitiva.
Fuente: httµs://www.weforum.org/reports/the-future-of-jobs
0 También se demanda en la actualidad la Competencia D igital Docente. Véase Lázaro-Cantabrana et
al. (2018), y también el post al respecto del Dr. Javier Tourón: https://www.javiertouron.es/competencia-di-
gital-docente/
... Un buen libro reciente que revis.a esta cuestión y su innovación en la evaluación al servicio de la
selección ele recursos humanos es el de Chamorro-Premuzic (2017).
541 OIAGHÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y CONCEPT\JAUACIÓN
Capitulo 1.. MM de un s.lgk> de dla&nOstieo ~ o rlentaei6n
Figura 1.19.
Ejemplos de recursos tecnológicos de evaluación neuropsicológica y fisiológica
actuales crecientemente utilizados en estudios diagnósticos en orientación
educativa: Casco EEG clásico de laboratorio (arriba); nuevo casco EEG inhalámbrico
(Bluetooth), modelo Emotiv EPOC+ de 1L canales (en medio), y sistema Eye-link 11
Eye-Traker para el seguimiento de la mirada45 (abajo).
Todo ello plantea la difícil cuestión de cómo integrar tal variedad actual de medios
(e.g., papel y lápiz, audiovisuales, en línea) y de variables (e.g., pedagógicas' 6, psi coló-
" Utilizado en nuestro estudio: Lea, R. G., Qualter, P., Davis, S. K.. Pérez•González, J-C., & Bangee, M.
(2018). Tráil t'tnotional inlelligem:t' ancJ attentional bias for positive emotion: An eye trac.J;ng ~tudy. Per~una·
lity and Individual Differences, 128, 88-93.
" En particular la infonnación procedente de los resultados de cada estudiante en las evaluaciones
generales de diagnóstico (e.g.. LOCE. LOE, LOMCE), que ya en alguna Comunidad Autónoma se combinai,
con la iníonnación del expediente académico clel alumno para la elaboración del infon-ne final de etapa.
01AGNósnco EN oR,eNTACIÓN mucATIVA: EV01.uc1óN H.ISTÓRICA v coNcEPTUAUACIÓN
Capitulo 1. Mlls de un t lglo de dlagMitlco en Orient.ac:16n
lss
" Sobre este aspecto, ya Granados (2003), en el primer capítulo de su libro, señala la importancia de
que el profesional del Diagnóstico Pedagógico no sólo comprenda las bases neurológicas del aprendizaje
sino que además conozca los princi1)ales métodos de exploración neurológica, con especial mención a las
técnicas de neuroimageo.
DIAG.NÓSTICO EN ORIENTACI ÓN EDUCATIVA: EVOWCIÓN HI STÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
56 Capitulo 1. MM de un ~ • dlagl,bsUeo en (Hient aei6n
1
Tabla 1 .2
Leyes educativas en el período 1970-1990
Tabla 1.3
Leyes educativas españolas tras la LOGSE y hasta la LOMCE
Tabla 1.4
Sucinto anál isis de la LOMLOE
En esta última fase hi stórica en la que nos encontramos, aún sigue siendo una
preocupac ión constante la identificación de competencias clave para red iseñar la edu-
cación y la formación profesiona l en función de el lo, si bien se puede aprecia r c ierta
coincidencia en las sucesivas aproximaciones a esta labor.
Según el Foro Económico Mundial (en inglés, World Economic Forum) en su in -
forme de 2015, titul ado The Future of Jobs, se esperaba que las 1O habilidades top de
2020 más demandadas por el mercado laboral fueran: 1) solución de problemas com-
plejos; 2) pensam iento crítico; 3) creatividad; 4) gestión de personas; 5) coordinación
con otros; 6) inteligencia emocional; 7) juicio y toma de decisiones; 8) orientación al
servicio; 9) negociación; 1O) flexibi lidad cognitiva. Cabe destacar en este listado la ha-
bi li dad o competenc ia número 6. Más recientemente, en su sigu iente informe titulado
The Future of Jobs Reporl 2020, el Foro Económico M undial establece las siguientes
1O habil idades top para 2025: 1) pensamiento analítico e innovación; 2) aprendizaje
activo y estrategias de aprendizaje; 3) resolución de problemas complejos; 4) pensa-
m iento y aná li sis crítico; 5) creatividad, originalidad e ini ciativa; 6) liderazgo e influen-
cia social; 7) uso, supervisión y control del la tecnología; 8) diseño y programación
de la tecnología; 9) resil iencia, tolerancia al estrés y flexibilidad; 10) razonamiento,
resolución de p roblemas e ideación. En esta oc¡¡sión, la intcligenci¡¡ emocional no se
reconoce de forma explíc ita, pero la habil idad número 9 constituye parte de ella.
Pero quizás los dos elementos más sobresa lientes que va n a marcar los próximos
años sean dos competencias clave en concreto. El primer elemento puede ser la com-
petencia emocional, y el segundo elemento, la competencia digital.
El reconocimiento progresivo de la competencia emocional como competencia
transversal clave de nuestra sociedad es algo que se ha ido gestando desde hace más de
30 años, con soporte de la investigación científica que ha venido avalando su relevan -
cia en nuestras vidas para mul titud de tareas y situaciones (Pérez-González et al., 2020).
Desde hace más de dos décadas, distintos autores han sugerido que hemos generado
una cierta revolución de lo afectivo, en la que las emociones se han convertido en un
asunto de interés generalizado, que inunda la investigación en múltiples áreas cientí-
ficas, así como la agenda política y las reivind icaciones de la c iudadanía, para la que
los índices de bienestar personal y social son los nuevos y más apropiados indicadores
de desarrollo de las sociedades (Panksepp, 1998; Mayer, Salovey, y Caruso, 2000). De
hecho, cabe destacar que recientemente un panel de expertos prestigiosos sobre c ien-
cia afectiva ha sugerido que podríamos e~contrarnos ya plenamente inmersos en la
emergencia o quizás consolidación de una nueva corriente psicológica extendida por
el mundo, tras la hegemonía del conductismo, primero, y del cognitivismo, después, y
que podríamos denominar «Afectivismo», por existir un acento generalizado en la exal-
tación de las emociones frente a la razón y el cognitivismo, y un preponderante interés
por e l estudio de la vida afectiva sobre las demás áreas menta les (D u kes et al., 2021 ).
0 1 DIAG.NÓSTICO EN ORIENTACIÓN EDUCATIVA: EVOWCIÓNHISTÓRICA Y CONCEPTUAUACIÓN
6 Capitulo 1. MM de un ~ • dlagl,bsUeo en (Hientaei6n