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Studio MMASA

[muñiz mas alfaya s.l.p]

Luciano G. Alfaya y Patricia Muñiz. Ar-


quitectos por la Universidad de A Coruña.
Completaron su formación entre Madrid,
Porto, Barcelona y Edimburgo. Desde
su estudio coordinan tanto el desarrollo
de obras edificatorias como acciones de
investigación y difusión cultural. Integrantes
Durante años dirigieron los Encontros Patricia Muñiz + Luciano G. Alfaya
Internacionales de Arquitectura y en la
actualidad son directores del Foro Inter- Colaboradores Principales:
nacional Ciudad, Territorio y Urbanismo. Cesar Escudero, David de Miguel, Paula
Paralelamente han coordinado las inves- Monedero
tigaciones ‘Habitares, los lugares de los
ciudadanos’ y ‘Bordes de Mar en Galicia’, Colaboradores Esporádicos:
recogidas ambas en libros del mismo titu- Iago Carro, Francesca Tiri, Simon John-
lo. Asimismo, han realizado el diseño de son, Cipriano Chas, Stuart Mackellar, Mi-
diversas exposiciones y publicaciones. chael Cooke, Jorge Perez, Silvia Candia,
Han obtenido varios reconocimientos en Christopher French, Maria Lopez, Jorge
concursos de arquitectura, destacando los Lamas.
primeros premios para la construcción de
los Juzgados de Almagro (Ciudad Real), el Colaboradores Anteriores:
CEIP “A Valenza” (Ourense) y el Pala- Verónica Míguez, Roberto Álvarez, Ester
cio de Justicia del Barco de Valdeorras Suárez, Quique Gómez, Ana Salgado,
(Ourense). Marcos Álvarez, Eider Monelos, Xurxo
Además, actuan como asesores de diversas Araujo, Robert Oberbucher, Mónica Fer-
publicaciones y concursos. Han sido con- nández, Iria Rivas, Anita Arbones
ferenciantes en distintas ciudades españo-
las asi como en Buenos Aires, San Jose, Calculo Estructuras. Ezequiel Ferndandez
Porto y Rosario. Aparejadores. Carlos Barbeiro, Javier
Castro, Jose Luis Pardo
Instalaciones. Obradoiro Inxeñeiros,
Tecnoga
Fotografía. Hector F. Santos-Diez
Studio MMASA
C/ Fernandez Latorre nº1-3 1ºizq
15006 A Coruña Tel 981 66 44 63
www.mmasa.net

[Once lámparas]
Nuestro lugar de trabajo es un espacio de 100 m2 tan compartimentado como lo eran
las casas antiguas. Un primer piso orientado al sur con 3 balcones. Desde uno vemos el
mar, desde otro una calle curva y en el tercero, el atasco diario de entrada a la ciudad.
Cada mes, pagamos 650 euros al arzobispado de Santiago de Compostela. 11 lámparas,
suspendidas a distinta altura, cubren la mesa de reuniones. En general, trabajamos 4
personas y ocupamos solo 1 habitación. Cada 2 años hemos cambiado de estudio.
I CAMPUS ULTZAMA, 2009 Studio MMASA
NOTAS Adverbios de Lugar confiamos en descubrir matices durante el Al reflexionar sobre la decantación del
proceso edificatorio y para ello desarrolla- tiempo, hablamos de la percepción y
SITUACIÓN mos modelos flexibles que, sin renunciar capacidad de los individuos para modelar
Cada vez que intentamos explicar lo que al uso correcto, permitan sensaciones dife- su idea temporal como un componente
hacemos, no sabemos si el interés se debe renciadas. Del espacio pensado al espacio más del espacio que habitan. Un espacio
centrar en lo que construimos, en aquello habitado utilizamos la incertidumbre como que, recurriendo a Oteiza, tiene la misma
que pensamos o principalmente en las parte del proceso de poiésis en la arquitec- necesidad de ser moldeado que el envolto-
acciones que realizamos. Sin embargo tura porque la relación usuario-espacio se rio y es esa construcción del vacío la que
tenemos claro un matiz recurrente: nuestra ve ubicada entre lo heredado y la búsqueda define el hábitat reconocible del individuo.
posición geográfica. Actuar desde Gali- de las experiencias personales. Siendo conscientes de la emoción como
cia, desde una ambigüedad innata, donde valor individual y del espacio relativo en
‘lugar’ significa siempre algo. Constante- PROCESOS función de la dimensión del cuerpo, el
mente nos vemos obligados a definirnos Creemos que los procesos arquitectónicos, arquitecto moldea espacios y pieles mane-
por comparación. Contextualizarnos. Aquí, sean públicos o privados, tienden a partir jando de forma dual todos sus ejes.
allí, cerca, lejos,… adverbios que nos de lo excesivo, con la aspiración de poseer
resitúan y que parecen imprescindibles todos los objetivos posibles. Objetivos Sam Durant criticaba recientemente las
para explicar el porqué y el cómo de lo que que cada día aumentan por exigencias de láminas bellas, en blanco y negro, seduc-
hacemos. los clientes fácilmente convencidos ante toras pero falsas. Fotografías del espacio
A pesar de ello, nuestras primeras acciones la avalancha de imágenes idealizadas que perfecto que no soportan la aparición de
fueron respuesta a una situación local. Una infectan su vida cotidiana. La combina- un juguete infantil, una imperfección de
reacción espontanea ante ausencia. Hasta ción de estos intereses con el incremento la vida real... apenas queda nada y sin
entonces nos veíamos obligados a viajar permanente de exigencia técnica, está embargo ha comenzado la vida. Solo a
para observar. Cuando comenzamos a conllevando una uniformización de la los individuos, con sus imperfecciones
alterar esa dinámica, atrayendo arquitectos arquitectura en base a limitar las variables cotidianas, les debe corresponder el futuro
y pensadores a Galicia, comprendimos de diseño. de lo construido sin reglas impositivas de
que podíamos situar en un mismo plano En nuestro proceso dual de imaginar la mantenimiento y uso.
nuestro interés por observar y el hecho arquitectura, sístole y diástole espacial dan
de poder ser observados. A raíz de esa forma a la materia inicial hasta configurar
experiencia, algunas acciones, pretendida- la forma final del edificio. Esa metodolo-
mente globales, se alteraban para dar una gía, expansiva desde el interior y opresora
respuesta local sincera. desde el exterior, ese proceso de transfor-
mación a través de atractores, configura
NATURALEZA la forma inflexible de la arquitectura. Los
De ese modo comenzamos a definir un resultados, definidos con rotundidad, apa-
papel participativo. Un rol que desempe- rentes expresiones manieristas e informa-
ñamos como arquitectos del mismo modo les, son consecuencia habitual de procesos
que lo haríamos desde otras disciplinas. tensos y traumáticos de coexistencia de
La implicación en la reflexión urbana y las intereses proyectuales.
acciones participativas, son un sistema de
interacción social en el que no actuamos PENSAMIENTO
solo por pertenecer a un determinado co- Así nada de lo que parece es. Luis Barra-
lectivo. Sin embargo para nosotros ha sido gan pedía a los arquitectos que supiesen
un periodo de aprendizaje intenso, vital y ver para no tener “ojos racionales”. Y
profesional. Las mismas herramientas de es que muchas arquitecturas, al dejar de
reflexión, diseño, argumentación y poste- parecer, pueden ser. Y de esas pretendemos
rior coordinación de oficios, las traslada- formar parte. La búsqueda de lo esencial,
mos desde la arquitectura a la gestión de de lo diferencial, transita con apariencia
acciones culturales, manteniendo la misma caótica en la lógica más pura de la arqui-
visión de la globalidad que necesitamos en tectura. Evitar la compresión inmediata,
el proyecto arquitectónico. complejizar el entendimiento, producirá
Es posible incluso que estas acciones de el rechazo del comienzo pero avivará el
difusión estén más controladas, que co- éxtasis del recuerdo.
nozcamos mejor su final. En lo construido

I CAMPUS ULTZAMA, 2009 Studio MMASA


Definir nuestra actividad nos obliga a situar en planos temporales paralelos muchas de
las acciones y proyectos que realizamos. A través de esta imagen pretendemos simul-
tanear algunas de ellas, en una búsqueda continuada de enlaces entra las actividades
realizadas. Creemos que el desarrollo como arquitectos se basa en proyectos sincrónicos
que se ven constantemente influenciados por sucesos tangenciales. Como planteaba Van
der Keuken, los momentos sustanciales siempre se encuentran entre fotogramas.
I CAMPUS ULTZAMA, 2009 Studio MMASA
EXPOSICION HABITARES. JUZGADOS DE EL BARCO DE VALDEORRAS.
Desde nuestra colaboración habitual con el colectivo Ergosfera planteamos este estudio Nuestra propuesta para el concurso obviaba de inicio la rigidez programática del en-
sobre 10 ciudades del noroeste peninsular, estableciendo categorías a posteriori como cargo, para dar una respuesta urbana diferenciada en el interior de una nueva parcela.
intento de descripción de la ciudad contemporánea. Tras una primera exposición en San- Mientras las plegaduras exteriores establecían un diálogo amable con el entorno, en el
tiago de Compostela, Habitares se exhibió en la Estación Marítima de Vigo haciéndose interior los espacios variaban secuencialmente su dimensión para acoger las demandas
partícipe de las reflexiones del estudio, e integrando este espacio “indefinido” en la trama del programa inicial, asumiendo de este modo una actitud dinámica poco habitual en la
de espacios públicos de la ciudad. Justicia.
I CAMPUS ULTZAMA, 2009 Studio MMASA

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