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Universidad de Costa Rica

Escuela de Filosofía

Introducción a la Filosofía. RP 1204

Reporte de lectura:
El pragmatismo, 2014.
Por Sara Barrena

Estudiante:
Guillermo Sequeira Rojas

Profesor:
Iván Villalobos-Alpízar

2020
El Pragmatismo

La autora, Sara Barrena, resume los aspectos fundamentales del pragmatismo


abarcando su origen, sus más famosos expositores, sus ideas principales y el
contraste de estas entre sus autores, hasta su concepción más actual.

El pragmatismo tiene su origen a finales del siglo XIX propuesto por Charles S.
Peirce primeramente, aunque después fue evolucionando fuera de las bases de
Peirce. La idea principal la representa Barrena de la siguiente manera: “el
pragmatismo original propugna que la validez de cualquier concepto debe basarse
en los efectos experimentales del mismo, en sus consecuencias para la conducta”.
(Barrena, 2014, pág. 1). El pragmatismo no es una teoría científica, originalmente
se usa como un método filosófico que busca filtrar conceptos útiles basándose en
sus consecuencias. Aunque también ha tenido acercamientos más metafísicos.

William James, uno de los principales pragmatistas, llamó a la propuesta de Peirce


“un nombre nuevo para viejas maneras de pensar” (pág. 2), esto porque Peirce y
James creían que su tesis era una actualización de algunas ideas bíblicas y de
ideas filosóficas griegas. También Peirce se basó en el término alemán de Kant
praktisch para nombrar al pragmatismo; el término de Kant se refiere a “hacer de
la acción un fin en sí mismo” (pág. 2)

Alrededor de la década de los 70 del siglo XIX se fundó el Cambridge


Metaphysical Club gracias a Peirce, en donde participaba William James y otros
intelectuales. Esto sirvió para impulsar a Peirce a publicar los primeros textos
sobre las ideas pragmáticas, aunque todavía no era llamado pragmatismo como
tal. Teniendo una fuerte influencia de las corrientes empíricas británicas, de la
filosofía alemana, el contexto social con respecto a la aceptación del
evolucionismo, la normalización de la metodología científica y la propagación de
los ideales democráticos. El pragmatismo implicó una de las más grandes
participaciones de Estados Unidos en la filosofía moderna. (Barrena, 2014)

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Las nociones básicas del pensamiento pragmático no son del todo claras, los
pragmatistas tienden a recoger aspectos varios para formar un enfoque
pragmatista igualmente valido. La razón es que el “espíritu” pragmatista busca
principalmente el avance científico en conjunto, todo aporte que atribuye a un
cuerpo del conocimiento solido es bienvenido.

Para Peirce es necesario analizar todo concepto a través de sus conclusiones,


cosa que determina análisis completo: “nuestra idea de algo es nuestra idea de
sus efectos sensibles, y el significado de una concepción viene determinado por
las consecuencias prácticas de esa concepción” (pág. 4). La posición de Peirce
requiere una realidad con la que se pueda comprobar la veracidad de las ideas por
medio del análisis de sus consecuencias. Se busca justificar las acciones por sus
fines, mientras paralelamente se esclarecen los pensamientos filosóficos y
científicos.

Hasta 1905 Peirce establece unas nociones básicas como guía para la
construcción de los argumentos pragmáticos. Esta actualización incluye: prescindir
de problemas que no puedan someterse a observación; es necesario el uso de
nuestra facultad sensible; se acepta en cierta medida los sistemas metafísicos. La
excepción en la metafísica se encuentra en las posiciones racionales de
Descartes, cuyos planteamientos como la duda universal y el desprecio de los
sentidos y conocimientos no concuerdan con el pragmatismo. Al aceptar nuestro
conocimiento previo y el uso de nuestros sentidos, el pragmatismo, se ajusta a los
métodos del sujeto, es decir, no se busca una verdad indudable, sino cambiante
como el propio pensamiento humano. Lo que implica que se acepte también el
carácter falible en las investigaciones, ya que así se aproxima a una solución.
(Barrena, 2014, págs. 5, 6)

“Peirce proclamó su sinejismo, una tendencia a considerar todo como un continuo”


(pág. 6). Esta realidad continua significa que todo tiene un curso sin ser partícipe
de un conjunto. El concepto que tenemos de algo se debe a diferentes
acontecimientos continuos que proporcionan resultados complementarios a

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nuestra idea de ese algo, lo que contribuye a la anticipación de los hechos al tener
una idea previa gracias a las experiencias vividas. Las experiencias no solo se
cierran en el uso de la ciencia, sino también en otros investigativos. Esto sirve
para contribuir a una ciencia que se reconstruye constantemente hacia la verdad.

Principales expositores

Charles Peirce como primer propugnador tenía un enfoque más científico del
pragmatismo. Para él era necesario que fuera de utilidad su método, y creía
fervientemente que el significado de las cosas estaba condicionado por sus
circunstancias finales. Buscaba el avance científico como objetivo principal, el
claro entendimiento de la ciencia cambiante como lo es el sujeto. Peirce explica
que en el proceso de la metodología científica. La abducción: “Incluye todas esas
operaciones por las que los conceptos y las teorías son engendrados”. La
deducción: “Debe revisar las posibles consecuencias experienciales que se
seguirían de la verdad de la hipótesis”. La inducción: “Incluye las pruebas para
expresar un juicio final sobre el resultado total” (pág. 10)

William James; más reconocido que Peirce y el primero en usar el término


“Pragmatismo”. Su enfoque era principalmente las consecuencias en la psicología
del sujeto. Relacionaba los aspectos morales y religiosos con su beneficio al
sujeto, la búsqueda de lo verdadero no solo se justificaba con estudios científicos,
sino que también era verdadero lo que beneficiaba al sujeto. “Es verdadero lo que
tiene efectos positivos en nuestras vidas” (pág. 11) Daba más importancia a la
satisfacción de sujeto y su aporte como individuo, no en comunidad. Era también
un empirista que no rechazaba todo lo que no fuera captado por los sentidos.

John Dewey polarizó el pragmatismo de James y Peirce a las ciencias sociales.


Su tesis constaba de una visión humanista en la que el sujeto, sus patrones
psicológicos y accionar en consecuencia eran el foco principal. Lo valores que
impulsan al sujeto en sociedad a cambiar presente para repercutir en su futuro.

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Ferdinand C.S. Schiller introdujo el pragmatismo como una disciplina filosófica
universal y lo encamina una un relativismo revolucionario. George H. Mead
desarrolla su enfoque en un pragmatismo social, en donde el futuro depende del
accionar conjunto. Y así tenemos pragmatistas como Clarence Irving Lewis con
una teoría más bien conceptual derivada de la experiencia, Giovanni Papini con
una visión más imaginativa y no formal, etc.

Después del desuso de esta filosofía por décadas, hubo un reavivamiento


paulatino de esta filosofía con las visiones renovadoras de Karl-Otto Apel y Jürgen
Habermas. Más en la actualidad hay defensores de esta filosofía, aunque no tan
fieles a sus fundamentos, como Hilary Putnam que “sostiene un realismo
pragmático y moral, y pone el énfasis en la razón; en algún sentido podría situarse
dentro de una línea pragmatista religiosa”. (pág. 14). O Richard Rorty, que al igual
que Putnam rescatan valores clásicos como el rechazo a las verdades absolutas,
pero Rorty es un escéptico que, a diferencia de Putnam, cree q ue todo evento de
la realidad es aleatorio y no se puede inferir en la causalidad de las cosas. Se
enfoca en el uso cotidiano de esta filosofía. “Para Rorty, de modo similar a
Schiller, la filosofía no es una forma de investigación sino algo literario” (pág. 14)

El fin del pragmatismo termina siendo el construir el devenir, analizar los


fenómenos que nos rodean y establecer por medio del método de filtración
pragmático cuál es la mejor forma de enfrentarnos a dichos fenómenos.

En conclusión y como comentario personal, el pragmatismo está casi muerto en la


actualidad, porque si bien en su auge fue propuesta ingeniosa y de ayuda a la
investigación científica, ahora más bien es un proceso implícito en la metodología
científica, y no solo se extiende a ese campo, sino en cada decisión hay una
proceso pragmático. En este caso concuerdo con Richard Rorty al decir que el
pragmatismo tiene actualmente un valor estrictamente literario e histórico.

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Referencias
Barrena, S. (2014). El pragmatismo. Revista de Filosofía Factótum, 1-18.

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