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DERECHO PENAL COMÚN


II SEMESTRE

PROFESOR ÁLVARO SERRANO ROMO

AÑO 2022

Resumen de apuntes de clases PhD. Mag. Pg. Diplm. Lic. Prof. Álvaro A. Serrano Romo.
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I.-RESPONSABILIDAD PENAL

1.1.-Concepto
1.1.-La culpabilidad es el resultado del juicio por el cual se reprocha a un
sujeto imputable haber realizado un comportamiento típico y antijurídico, cuando le
era exigible la realización de otro comportamiento diferente, adecuado a la norma.
Enfoques de Culpabilidad
En materia penal, la palabra culpabilidad tiene, al menos, tres significados:
1.-Como elemento dogmático del delito (conducta típica, antijurídica y
culpable). (teoría general del delito).
2.-Como elemento legitimador de la pena y del ius puniendi estatal (nulla
poena sine culpa) [principio de culpabilidad], y
3.-Como criterio regulador de la pena.

1.2.-El principio de culpabilidad, como garantía individual, se ubica dentro


del conjunto de postulados esenciales a todo Estado de Derecho que operan como
límites de la potestad punitiva del Estado y se traduce en las condiciones
necesarias tanto para la atribución penal, como para imposición de la pena (nulla
poena sine culpa) El reconocimiento del principio de culpabilidad por el hecho
cometido, importa el respeto a la dignidad humana y asegura a los habitantes de
un Estado que sólo serán sancionados por sus conductas (acciones u omisiones)
culpables y no en razón de sus ideas, creencias, personalidad o supuesta
peligrosidad, criterios que han sido — precisamente - los fundamentos de los
sistemas represivos impuestos por los regímenes autoritarios.

1.3.-La culpabilidad como garantía constitucional apunta, por ende, a


evitar la vulneración de la dignidad de la persona humana e instar por el libre
desarrollo de su personalidad. Lo anterior se logra garantizando la subjetivación y
la individualización de la responsabilidad penal, negando la responsabilidad
objetiva, es decir, aquella responsabilidad penal basada únicamente en la mera
producción de un determinado resultado típico (tipificado en la ley penal).
Como se mencionó previamente la culpabilidad es una institución del
Derecho Penal que tradicionalmente ha sido considerada como un límite al Ius
puniendi del Estado, fundamentalmente por ser un juicio imprescindible para que
se integre el delito y se produzca su principal consecuencia jurídica penal que es
la sanción; sin embargo, a pesar de haber sido históricamente analizada en esta
rama del Derecho como elemento del delito, han existido infinidad de criterios
sobre su concepto y presupuestos teóricos de la culpabilidad como elemento del
delito y su incidencia en la teoría del error eximente de la responsabilidad penal.
El principio de culpabilidad se asegura que sólo será legítima la pena que
tenga por presupuesto la culpabilidad del autor del delito y siempre que no exceda
su gravedad. Este principio importa una limitación a la facultad de castigar del
Estado porque sólo se puede sancionar a quienes son culpables de un delito y a
través de una pena que debe ser proporcionada a esa culpabilidad. No basta
acreditar que la lesión o puesta en peligro de un bien jurídico tuvo como causa la
conducta de una persona: es necesario además que esa conducta pueda serle
reprochada; lo que será factible de realizar cuando cumpla un mínimo de
condiciones que permitan responsabilizarla de su acto. Ej. Conductor de un
vehículo que da muerte al suicida que se lanza a las ruedas de éste.

1.4.-Fundamento de la culpabilidad
El delito es una conducta (por acción u omisión) que debe vincularse con
una persona individualmente considerada, a la que hay que examinar para
establecer si es o no posible reprocharle el comportamiento cuestionado. Está
integrado el principio de culpabilidad, en consecuencia, por dos sub principios:
a.-La exclusión de la imputación de un resultado típico por la mera
causación de éste.(versare in re ilícita o responsabilidad puramente objetiva)
b.-La prohibición del ejercicio del poder punitivo del Estado cuando la
conducta no pueda ser reprochada al autor de un hecho típico y antijurídico.
(imputación)

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Por el primer sub principio, se impide que se imponga un castigo a una


persona por el sólo hecho de causar un resultado injusto, aún por mero accidente.
Bajo esta premisa, la antigua fórmula del versare ín re ilícita, mediante la cual se
respondía por las consecuencias propias de los actos, incluidas las fortuitas, no
tiene cabida. No es admisible, bajo este prisma, la responsabilidad penal por el
mero resultado causado (responsabilidad objetiva), sino que es necesario que
haya mediado dolo o imprudencia en el autor.
Por el segundo sub principio, no hay pena sin reprochabilidad, es decir, no
existe delito ni pena cuando el autor no ha tenido en el momento de ejecutar la
conducta tipificada como delito, un cierto margen de decisión o, si se prefiere, la
libertad de decidir (libertad de voluntad, libre albedrío). Por ende, para merecer el
castigo señalado en la ley, el sujeto debe cumplir con ciertos requisitos o
condiciones mínimas para que pueda ser objeto de reproche jurídico penal por esa
conducta, para que le pueda ser atribuida, a saber:
a.-Cuando el sujeto tenga la madurez y la capacidad mental suficiente para
comprender la actividad que realiza y determinarse conforme a esa comprensión
(imputabilidad). Consagrada legalmente en el art. 10 N° 1 y 2 Código Penal 1, que
regula las causales de inimputabilidad.
b.-Cuando el sujeto tenga conciencia potencial o virtual de lo injusto de su
conducta (posibilidad de conocer el injusto de su actuar). Consagrada legalmente,
según algunos autores, en la expresión voluntaria del art. 1° del Código Penal
(CURY).
c.-Cuando el sujeto haya obrado con un mínimo de libertad (o sea, en un
contexto situacional normal), no presionado por circunstancias concomitantes,
tales como actuar aterrorizado o impulsado por el instinto de conservación (no
exigibilidad de otra conducta). Consagrado legalmente en el art. 10 N° 9 2 y art. 17
inciso final Código Penal3, que regulan algunas causales de inexigibilidad.
El Estado tiene, en consecuencia, restricciones para ejercer la facultad de
imponer penas: sólo puede hacerlo tratándose de personas culpables, o sea, que
tengan la capacidad de comprensión de la realidad y la conciencia de la
significación jurídica de sus actos, que cuenten con la posibilidad de conocer lo
injusto de su actuar y actúen dentro de un contexto situacional normal. Si la
persona que ha desarrollado una conducta típica y antijurídica carece de estos
atributos no puede imponérsele una pena, lo que no excluye la posibilidad de que
el Estado pueda imponerle una medida de seguridad, pero ahora ya no fundada en
una culpabilidad (inexistente), sino atendida su peligrosidad (Ej. Art. 455 Código
Procesal Penal4).
1.5.-Críticas al principio de culpabilidad
Una de las críticas más frecuentes que se han formulado al principio de
culpabilidad, es que se encuentra basado en la suposición de que la culpabilidad
presupone la libertad de voluntad, y ésta es indemostrable. Quienes se enrolan en
esta crítica, sostienen que ni el libre albedrío ni la posibilidad de actuar de otro
modo en una situación concreta son demostrables de modo exacto. Esta postura
ha sido sostenida, entre otros, por José Cerezo Mir, quien afirma que la crisis del
principio de culpabilidad radica en la imposibilidad o dificultad de probar si un
determinado delincuente podía, en el caso en concreto, obrar de otro modo, es
decir, conforme a las exigencias del ordenamiento jurídico5.

1.6.-OTRAS MANIFESTACIONES DEL PRINCIPIO DE CULPABILIDAD.

a-La presunción de inocencia


La presunción de inocencia la encontramos tanto en convenciones
internacional, como a nivel interno, constitucional y legal.
La Convención Americana de derechos humanos o pacto de San José de
Costa Rica6, en el párrafo primero del artículo 8°, consagra: “Toda persona
acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia en cuanto no se
comprueba legalmente su culpabilidad”.

1
Art. 10 Cp. Están exentos de responsabilidad criminal:
1º El loco o demente, a no ser que haya obrado en un intervalo lúcido, y el que, por cualquier causa
independiente de su voluntad, se halla privado totalmente de razón.

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La Corte Interamericana de derechos humanos, ha establecido la


presunción de inocencia como un derecho. “La presunción de inocencia constituye
un fundamento de las garantías, que no perturba la persecución penal, pero si la
racionaliza, y encausa”7.
El artículo 19 N° 7, letra e) inciso primero, de la Constitución Política de la
República de Chile, incorporado por la Ley 19.055, publica el día 1° de abril de
1991, establece bases del principio de inocencia, al efectuar referencia sobre la
detención y prisión preventiva, y requisitos para otorgarla. (ver artículo 140 8 del
Cpp.).
Art. 19 N° 7 letra e) inciso primero CPR: La libertad del imputado
procederá a menos que la detención o prisión preventiva sea considerada por el
juez como necesaria para las investigaciones o para la seguridad del ofendido o de
la sociedad. La ley establecerá los requisitos y modalidades para obtenerla.

Cpp. Art. 4º. Presunción de inocencia del imputado. Ninguna persona será
considerada culpable ni tratada como tal en tanto no fuere condenada por una sentencia
firme.
b.-La prohibición de presumir de derecho la responsabilidad penal (art. 19
N° 3 inciso 7° de la Constitución Política de la República).
Art. 19 N° 3°. La igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos.
Inciso séptimo La ley no podrá presumir de derecho la responsabilidad
penal.

2.- LOS ELEMENTOS DE LA RESPONSABILIDAD

2.1.-La inimputabilidad Será tratada en el punto 3.1.


2.2.-La conciencia del ilícito.
La doctrina dominante alemana y española coinciden en reconocer que la
imputabilidad (capacidad de culpabilidad) está integrada por una dimensión
intelectual-valorativa que permite al sujeto la “comprensión de lo injusto” y por una
dimensión volitiva o cognitivo que hace posible su autodeterminación conforme a
Derecho. Para dicha doctrina dominante el objeto sobre el que recae el elemento
intelectual-valorativo de la imputabilidad es el mismo objeto del que se ocupa otro
componente de la culpabilidad: la conciencia de lo ilícito.
La compresión se refiere a lo justo o injusto de su actuar, no a la compresión
de los efectos de lo que hace.
En efecto, ambos elementos de la culpabilidad dicen relación con la
comprensión de lo injusto o ilícito del hecho y, además, dicha comprensión no se
ha de constatar en abstracto, sino siempre sólo respecto de la concreta realización
2º El menor de dieciocho años. La responsabilidad de los menores de dieciocho años y mayores de catorce
se regulará por lo dispuesto en la ley de responsabilidad penal juvenil,
2
Art. 10 Cp. Están exentos de responsabilidad criminal: 9º El que obra violentado por una fuerza
irresistible o impulsado por un miedo insuperable.
3
Art. 17 incisos final Cp. (…)Están exentos de las penas impuestas a los encubridores los que lo sean de
su cónyuge o de sus parientes legítimos por consanguinidad o afinidad en toda la línea recta y en la colateral
hasta el segundo grado inclusive, de sus padres o hijos naturales o ilegítimos reconocidos, con sólo la
excepción de los que se hallaren comprendidos en el número 1º de este artículo.
4
Art. 455 Cpp. Procedencia de la aplicación de medidas de seguridad. En el proceso penal sólo podrá
aplicarse una medida de seguridad al enajenado mental que hubiere realizado un hecho típico y antijurídico y
siempre que existieren antecedentes calificados que permitieren presumir que atentará contra sí mismo o
contra otras personas.
5
CEREZO MIR José. CULPABILIDAD Y PENA. ADPCP, Tomo XXXIV, Fascículo II, 1980, p. 1; online;
http://www.cienciaspenales.net.
6
Convención Americana Sobre Derechos Humanos. (Pacto de San José) suscrita en la Conferencia
especializada interamericana sobre derechos humanos, San José, Costa Rica 7 al 22 de noviembre del año
1969.
7
NOGUEIRA ACALÁ, Humberto. Consideraciones sobre el derecho fundamental a la presunción de
inocencia. Ius et Praxis versión On-Line ISSN 0718-0012. Talca. Año 2005.
8
Art. 140 Cpp. Requisitos para ordenar la prisión preventiva. Una vez formalizada la investigación, el
tribunal, a petición del Ministerio Público o del querellante, podrá decretar la prisión preventiva del imputado
siempre que el solicitante acreditare que se cumplen los siguientes requisitos:
b.-Que existen antecedentes que permitieren presumir fundadamente que el imputado ha tenido
participación en el delito como autor, cómplice o encubridor, y (…)

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típica. A nuestro entender, dicha visión implica un problema: establecer un mismo


factor dos veces como integrante de la culpabilidad, con lo cual, se termina
formulando una exigencia tautológica o repetitiva. Si la imputabilidad, así como la
conciencia de lo ilícito o injusto, tiene como objeto de referencia obligada la
realización típica concreta cabe preguntarse: el error sobre la comprensión de lo
injusto o ilícito del hecho ¿excluye la imputabilidad o la conciencia de lo ilícito? 9
Paras el profesor Claus ROXIN10, estima que la conciencia de la ilicitud es:
“El legislador parte de la base de que el adulto que realiza un injusto acto jurídico-
penal normalmente es imputable. Por eso no lo regula, al contrario que en el caso
de los adolescentes la imputabilidad, es sino su falta excepcional: la incapacidad
de culpabilidad o inimputabilidad. La disposición del adolescente está estructurada
en dos peldaños o etapas. Menciona en un primer peldaño cuatro estados o
diagnósticos psicopatológicos: el trastorno psíquico patológico, el trastorno
profundo de la conciencia, la oligofrenia y la anomalía psíquica grave. Sólo una vez
que se ha constatado uno de estos estados o diagnósticos se ha de decidir en un
“segundo peldaño” de examen de la imputabilidad si el sujeto, debido a ello, “es
incapaz de comprender el injusto (ilicitud) del hecho o de actuar conforme a esa
comprensión”.
“La incapacidad de comprensión y de inhibición no se han de constatar en
abstracto, sino siempre sólo respecto de la concreta realización típica”11
Para el profesor JAKOBS: “La ley menciona determinados estados
(trastornos psico-patológicos, alteración profunda de la conciencia, oligofrenia y
otras anomalías psíquicas graves) a través de los cuales se puede llegar a la
exclusión de la capacidad de comprender lo ilícito del hecho o de actuar con
arreglo a esta comprensión”12
Para MIR PUIG: “Según la doctrina dominante en la actualidad, la
imputabilidad requiere de dos elementos: a) la capacidad de comprender lo injusto
del hecho, y b) la capacidad de dirigir la actuación conforme a dicho
entendimiento”13.
“Para que se halle ausente lo específico de la imputabilidad hoy se suele,
pues, exigir que el sujeto que ha realizado un comportamiento humano (con
consciencia y voluntad) antijurídico, sea incapaz de comprender este significado
antijurídico del mismo o de dirigir su actuación conforme a dicha comprensión
(inimputabilidad). Falta lo primero cuando el sujeto del injusto se halla en una
situación mental en que no puede percatarse suficientemente de que el hecho que
realiza se halla prohibido por el Derecho. Falta lo segundo cuando el sujeto es
incapaz de autodeterminarse, de autocontrolarse, con arreglo a la comprensión del
carácter ilícito del hecho (podrá estar bajo el alero de alguna causal de exclusión
penal). Si no concurre el primer elemento relativo a la comprensión del injusto,
tampoco concurrirá el segundo; pero puede concurrir la suficiente capacidad de
entendimiento y hallarse ausente el elemento de autocontrol según dicho
entendimiento”14.

3.- CAUSALES DE EXCLUSIÓN DE LA RESPONSABILIDAD

9
NÁQUIRA RIVEROS Jaime Catedrático de D. Penal, Pontificia Univ. Católica de Chile, Santiago. Socio de
la FICP. Imputabilidad y conciencia de lo ilícito: de su objeto y relación. ficp.es › uploads › 2017/06 ›
Ponencia-Náquira.
10
ROXIN, Claus. Derecho penal. PG., Traducción de Diego-Manuel Luzón Peña/ Miguel Díaz y García
Conlledo/ Javier de Vicente Remesal. Ed Civitas , Madrid, año 1997. Pp. 822-823..
11
ROXIN, Claus. Derecho penal. PG., Traducción de Diego-Manuel Luzón Peña/ Miguel Díaz y García
Conlledo/ Javier de Vicente Remesal. Ed Civitas , Madrid, 1997. pp. 822-823.
12
8 JAKOBS, Günther.: Derecho Penal. PG., Traducción de Joaquín Cuello Contreras/José Luis Serrano
González de Murillo. Ed. Marcial Pons, Madrid, 1995 p. 630.
13
MIR PUIG, Santiago. Derecho Penal. PG, 4ª. edición corregida y puesta al día con arreglo al Código penal
de 1995. Barcelona, 1996. PPU, S.A., p. 571.
14
MIR PUIG, Santiago.: Ob. cit., p. 572. En igual sentido, RODRÍGUEZ DEVESA,J.M./SERRANO
GÓMEZ, A.: Derecho penal español. Madrid: Dykinson, 1995.p.448; COBO DEL ROSAL, M./ VIVES
ANTÓN, T.S.: Derecho penal. P.G. Valencia Tirant lo Blanch 1991. p. 432; OCTAVIO DE TOLEDO,
E./HUERTA TOCILDO, S.: Derecho Penal. P.G., teoría jurídica del delito. Madrid, Rafael Castellanos 1986.
p. 335; MUÑOZ CONDE, F.: Derecho Penal. Parte General, p. 139 y pp. 147-148; DÍEZ RIPOLLES, J. L.:
Aspectos generales de la imputabilidad, en Actual doctrina de la imputabilidad penal. Estudios de Derecho
Judicial, N° 110, 2007, pp. 23 y 24.

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3.1.-Inimputabilidad.
a.-Enajenación mental permanente y transitoria
b.-Actio liberae in causa.
c.-Embriaguez, y consumo de droga.
d.-Medidas respecto del enajenado mental.
d.-Menor de edad (menor de 14 años).
e.-Alteración de la percepción. Eximente incompleta.

La imputabilidad es la posibilidad de conocer el injusto del actuar y de


autodeterminarse conforme a ese conocimiento” (capacidad para ser objeto de
reproche por la conducta ejecutada).
La doctrina señala, aunque es tema discutido, que la imputabilidad estaría
basada en la libertad del sujeto. Esta libertad sólo puede tenerla aquel individuo
cuyas características personales lo habiliten para ejercer esta opción. Únicamente
quien ha alcanzado una determinada edad y no sufra de graves perturbaciones
psíquicas, posee el mínimo de capacidad necesaria para conocer lo injusto de su
actuar y para autodeterminarse conforme a lo que el derecho exija.
Si el sujeto carece de esta capacidad pude actuar, pero no será culpable,
pues su conducta no obedece a una actitud interna contra el derecho digna de
reprobación (Jescheck).
Por otra parte, según Enrique Cury, la imputabilidad descansa sobre un
estado de normalidad y suficiencia de las facultades intelectuales y volitivas del
sujeto. Si uno u otro se encuentra alterado de modo relevante o no ha alcanzado
un determinado nivel de desarrollo, la imputabilidad se excluye.
El legislador parte de la base que la mayoría de las personas son
imputables, de manera que la regla general es la imputabilidad.
Excepcionalmente, en los casos expresamente señalados por el legislador,
tal elemento e la culpabilidad se excluye, en cuyo caso el sujeto será inimputable,
siendo tales excepciones de derecho estricto.

En el Código Penal se encuentran los artículos 10 n°1, 10 n° 2. Sobre


situaciones de inimputabilidad.
¿Cómo determinar las distintas situaciones de inimputabilidad?
Doctrinariamente hay tres formas:
- formas psicológicas
- formas psiquiátricas
- formas mixtas
a) Formas psicológicas: aquellas que describen en la ley las formas
sicológicas, la situación que fundamenta la inimputabilidad del sujeto.
b) Formas psiquiátricas: aquellas en que la ley le atribuye a ciertos estados
patológicos de alteración o de inmadurez taxativamente señaladas por la ley, el
efecto de excluir la culpabilidad.
c) Formas mixtas: aquellas que describen los estados que dan origen a la
imputabilidad, pero además exigen al juez o al fiscal una investigación anterior
acerca de la existencia efectiva de la incapacidad del sujeto.
Algunos autores dicen que el legislador en nuestro país sigue las formas
psicológicas. Otros, en su mayoría, señalan que es mixto.
3.2.-Cuatro efectos jurídicos de la inimputabilidad.
1° No hay castigo penal (no hay delito) ya que falta el elemento
culpabilidad del delito.
2° La ley contempla, sin embargo, en aquellos casos que señalaremos, la
posibilidad de otorgar medidas de seguridad o corrección, por ejemplo, enviar a un
demente interno a un hospital psiquiátrico.
3° En materia de responsabilidad civil surge la responsabilidad
extracontractual y la acción se dirigirá contra el representante legal, pues la
conducta es ilícita (típica y dolosa), contraria a derecho, debiendo repararse el
daño causado.
4° Si un inimputable, como por ejemplo, un demente, arremete a un
tercero, puede invocarse, la eximente de legítima defensa.

3.3.-Clasificación de situaciones de inimputabilidad.

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Son de 2 especies:
1.-Las que se fundan en un trastorno mental, que a su vez pueden ser:
a.-Patológicas (Enfermedad permanente). Art.10 n°1, primera parte.
b.-Transitoria. Art.10 n°1, segunda parte.
2.-Aquellas basadas en un desarrollo insuficiente de la personalidad,
inimputables absolutamente que son los menores de 14 años.

3.3.A.-Enajenaciones mentales permanentes. Art.10 N°1, primera parte.


Art. 10. Están exentos de responsabilidad criminal:
1º El loco o demente, a no ser que haya obrado en un intervalo lúcido, y el que, por cualquier causa
independiente de su voluntad, se halla privado totalmente de razón.
Se refiere a casos de privación total de la razón. Esto no hay que entenderlo
en el sentido estricto de la medicina, sino que en términos genéricos. Vamos a
incluir aquí a toda enfermedad o enajenación mental que impida al sujeto,
comprender lo injusto de su actuar y determinarse, en consecuencia.
Garrido Montt, dice que se comprenden aquí los que padecen una grave
enfermedad mental, de carácter permanente, por causas patológicas y que los
priva totalmente de juicio o razón.
Señala la doctrina que es un asunto a dilucidar, cuáles de las muchas
enfermedades mentales coinciden con estas expresiones a que se refiere el
Código, y más que hacer un catastro particularizado del tema, lo interesante,
Garrido Montt señala, el tribunal deberá aplicar esta causal de inimputabilidad cada
vez que el sujeto padezca de un estado patológico durable (no necesariamente
perpetuo), que le provoca una privación total de la razón.
En este punto no se exige que la enfermedad sea perpetua e incurable, lo
importante es que ella exista al momento de ejecutar la conducta. Se hace para
distinguirlo de la situación del Art. 10 n° 1, segunda parte.
Sin perjuicio, de lo anteriormente referido, de todos modos la doctrina
esboza algunos criterios de certeza más o menos relativo, en cuanto al efecto de
ciertas patologías o enfermedades mentales. Todo lo cual, sin embargo,
dependerá de la prueba que en cada caso concreto se agregue al proceso. Así,
por ejemplo, se dice que en el caso de los oligofrénicos más profundos, que
médicamente da lugar a los idiotas y a los imbéciles, que son las personas con un
desarrollo mental de un niño de entre 4 y 8 años, por lo cual son inimputables.
En el caso de los débiles mentales ellos no padecen una privación de
razón tan profunda y por tanto son imputables.
En el caso de las psicosis, la imputabilidad o su ausencia, dependerá del
grado de evolución alcanzado por la enfermedad.
En el caso de las sicopatías y las neurosis, la regla general es que son
imputables.

3.3.B.-Trastorno mental transitorio. Art. 10 n°1, segunda parte.


“El que por cualquier causa ajena a su voluntad se hallare privado
totalmente de razón”.
Se trata aquí de una situación de inimputabilidad en que el sujeto está
afectado por una incapacidad temporal y total para conocer lo injusto de su actuar
y autodeterminarse conforme a esa comprensión.
Requisitos:
Que le afecte una privación total de la razón, es decir, el sujeto debe tener
perturbadas sus facultades mentales o intelectuales, en términos tales que no
pueda distinguir entre lo justo o injusto de su actuar. Si la privación de razón no es
total, no concurre la eximente.
Debe ser temporal o transitoria, es decir, no existe un proceso duradero de
alteración metal del sujeto, esto debido a determinados factores que gatilla la
privación de razón.
Debe ser una causa independiente de la voluntad del sujeto, (se excluye por
tanto la actio liberae in causa). Además será imputable si se ha provocado la
privación de razón.
Esto nos lleva a analizar el problema de la ebriedad y la drogadicción.
¿pueden estas personas recurrir a esta eximente?

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La comisión redactora, no obstante no considerar exento nunca de


responsabilidad penal al ebrio, en doctrina y jurisprudencia se hacen ciertas
distinciones en torno al tema.

b.- Psicosis alcohólica por causa patológica.


Aquí la necesidad de beber se impone al sujeto por una perturbación
profunda de sus facultades metales. En estas situaciones, según la doctrina y
jurisprudencia, en realidad el sujeto padece una enfermedad que puede ser
asimilada a la locura o demencia (Art. 10 n°1, primera parte), no obstante que la
comisión redactora, señala en sesión 120, que aun cuando el sujeto actúe con
delirium tremens, debe ser sancionado.

c.-Actio Liberae In Causa: aquellos casos en que el sujeto, al tiempo de


ejercitar la conducta se encuentra en una situación de inimputabilidad que el
mismo, voluntaria o culpablemente se ha provocado.
En este caso existe un comportamiento que el actor pone en marcha de
modo responsable, pero sólo deriva en la ejecución de la conducta típica, cuando
el sujeto ha perdido su capacidad de autodeterminarse.
En este caso el sujeto es imputable. Ello, dice la doctrina, porque al
momento de la imputabilidad en este caso, no se refiere al tiempo en que el sujeto
ejecuta la acción, sino que más bien, en aquella en que el sujeto empieza a actuar
para provocar la situación de inimputabilidad. Ej. Se embriaga voluntariamente.

d.-Ebriedad o drogadicción no patológica.


Aquí es posible que la privación de razón sea preordenada o no:
Preordenada: aquel caso en que el sujeto voluntariamente se embriague
para delinquir (actio liberae in causa). El sujeto en este caso será responsabilidad
penalmente.
No preordenada: el sujeto se embriaga o droga con propósito distinto al de
delinquir. Aquí hay que distinguir:
Dolosa: sabe y quiere conscientemente embriagarse, pero no para
delinquir.
Culposa: no hay propósito de embriagarse, pero por las circunstancias,
pudo prever que iba a embriagarse
Fortuita: el sujeto desconocía las propiedades de la sustancia ingerida, y
no podía prever las consecuencias.
Forzada: lo ingiere obligada, por ejercerse sobre él fuerza moral o física.
La dolosa o culposa no se puede aplicar la eximente porque el sujeto no
ha sido privado de razón por una causa ajena a su voluntad.
En la fortuita o forzada sí se puede aplicar, porque la privación de razón
emana de una causa ajena a su voluntad.

e.-Situaciones de inimputabilidad fundado en la minoridad.


Se trata aquí de una falta de mente madura del sujeto. El sujeto por su
desarrollo todavía inacabado, está privado de comprender el significado antijurídico
de sus actos y autodeterminarse, en consecuencia.
La ley consagra la inimputabilidad del menor, porque debido a su corta
edad y a su educación aún incompleta y a los procesos psíquicos y perturbadores
que acompañan el crecimiento, no posee un dominio cabal de su voluntad. Dicha
voluntad se forma de modo defectuoso en el menor y por ello es que no es posible
dirigirle un juicio de reproche.
El código contempla:
- inimputabilidad absoluta (menor de 14 años) y sistema de “Sanción o
medidas de protección” de imputabilidad absoluta
- Sistema sancionatorio diferenciado, persona menor de 18 años y mayor
de 14 años plena capacidad (Ley 20.084 De responsabilidad Penal
Adolescente, será visto en ejecución de penas).

Inimputabilidad absoluta: existe una presunción de derecho conforme a la


cual el menor de 14 años no tiene la capacidad de comprender el significado
antijurídico de sus actos. Se supone que aquí concluye el periodo más arduo de la

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crisis de la adolescencia. Por tanto no existe sanción penal en esté rango etario,
sin perjuicio de acciones civiles en contra de los representantes del menor, y las
denominadas medidas de protección al menor.

3.4.-¿Quién resuelve el establecimiento de cuidado a personas padecen


de locura o demencia?

La decisión sobre la locura o demencia la resuelve el tribunal pertinente,


apoyado en peritajes médicos, normalmente a cargo de profesionales del Servicio
Médico Legal.
El Código, en el Art.10 n°1, dice que están exentos de responsabilidad
penal el loco o demente, a no ser que haya obrado en un intervalo lúcido.
Este punto es sumamente discutido por la ciencia médica y existen al
respecto opiniones encontradas:
A.-Para un sector, tales intervalos lúcidos no existen. Es posible que el
sujeto en apariencia haya recuperado la razón, no obstante que la enfermedad aún
permanece en él.
B.-Otro sector, que parece ser hoy en día mayoritario postula que si es
posible que un sujeto que padece alguna privación de razón presente episodios en
los cuales la capacidad de comprender lo injusto de su actuar sí existe, siendo, por
ende, imputable, como por ejemplo, los esquizofrénicos.

3.5.-Medidas de seguridad aplicables al enajenado mental (“loco o


demente”).
Lo primero que hay que tener claro, es que se aplicarán al sujeto, en este
caso, una medida de seguridad, la cual, conforme a lo dispuesto por el Art. 481 del
Código Procesal Penal, sólo podrán durar mientras subsisten las condiciones que
la hagan necesaria y, en ningún caso podrán durar más allá de la sanción que
hubiese podido imponérsele al sujeto de haber sido condenado.
La ley también permite en el Art. 458 del Código Procesal Penal se
determine su internación provisional en un establecimiento asistencial, previo
informe siquiátrico.
El Art. 465 del mismo cuerpo legal se refiere al imputado que cae en
enajenación durante el procedimiento, en tanto que, el Art. 482 se refiere al
condenado que cae en enajenación. En el primer caso, el juez de garantía
decretará, a petición del fiscal o de cualquiera de los intervinientes, el
sobreseimiento temporal del procedimiento, hasta que desaparezca la incapacidad
del imputado, o su sobreseimiento definitivo, si se trata de una enfermedad
incurable.
En tanto que, el Art. 482, regula una situación distinta, señalando, si
después de dictada sentencia, en ese caso el tribunal, oyendo al fiscal y al
defensor, imponiendo la medida de seguridad que corresponda.

3.6.-Imputabilidad disminuida.
Aquella situación en que el sujeto padece de una enfermedad mental en
que la capacidad de autodeterminarse conforme a derecho subsiste, pero se
encuentra obstaculizada precisamente a causa de la privación de razón.
Lo anterior se afirma porque es un hecho cierto para la ciencia médica que
las enfermedades mentales pueden determinar alteraciones cuantitativamente
variables en la capacidad de entender del sujeto. Son sujetos, ni locos ni
dementes, pero que sí sufren de laguna patología.
La doctrina señala que esto puede dar lugar a una atenuante de
responsabilidad penal en el Art. 11 n°1 del Cp. Eximente incompleta, que a su vez
se sanciona por el art. 73 del Cp, que establece que: Se aplicarán Asimismo la
pena inferior en uno, dos o tres grados al mínimo de los señalados por la ley,
cuando el hecho no fuere del todo excusable por falta de alguno de los
requisitos que se exigen para eximir de responsabilidad criminal en los
respectivos casos de que trata el artículo 10, siempre que concurra el mayor
número de ellos, imponiéndola en el grado que el tribunal estime

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correspondiente, atendido el número y entidad de los requisitos que falten o


concurran (…)

3.7.-Error de prohibición y de tipo (vencible e invencible)

Diferencia entre el error de prohibición y el error de tipo


(nomenclatura antigua error de hecho y de derecho)
Error se basa en el reproche de culpabilidad y la posibilidad de actuar en
forma disímil.
Nos encontramos ante el denominado error de tipo, cuando el sujeto activo
se ve enfrentado a la falta de conocimiento o falso conocimiento de los efectos y
consecuencias jurídico-penales de su acción, que en caso de reunir los elementos
para su configuración conlleva la atenuación o exclusión de responsabilidad penal,
por desconocimiento de la naturaleza fáctica al actuar. Ej. Estima que matar a una
persona dentro de su domicilio, por el sólo hecho de haber ingresado sin su
consentimiento no es delito.
Nos hallamos ante el error de prohibición15. Si el sujeto activo no
comprende el sentido jurídico de su actuar, su carácter ilícito del acto cometido.
Ejemplo estima que acceder carnalmente a su pariente consanguínea en primera
grado en la línea colateral, no es delito si tiene más de 18 años.

La distinción entre la invencibilidad o no de ambos es importante, en


atención a que a que en el primer caso se excluye el dolo, y en el caso de errores
vencibles subsiste la culpa (regla general).
Siguiendo de esta manera a la teoría de la culpabilidad, que atribuye al
error de prohibición un carácter excluyente de la culpa y no así del dolo, por su
parte como previamente se expresó, el error de tipo se refiere a que el autor es
quien desconoce o tiene un falso concepto de los elementos del tipo penal16.
El error vencible de tipo excluye el dolo y determina la responsabilidad a
título de culpa, pero requiere necesariamente que exista descripción normativa a
nivel de culpa, puesto que, en caso de no existir tipo culposo, será impune la
acción. Debiendo tener presente que los supuestos que el código penal sanciona
la culpa son excepcionales en la legislación penal17.
El error invencible de tipo exime de responsabilidad penal atendido a que
excluye la culpa. A esta exclusión de culpabilidad del error invencible, es necesario
tener presente que el error es referido a las disposiciones de aplicación general,
las leyes, tanto en exigencia de sometimiento por todos, de esta manera vemos
que el error requiere un tratamiento singular en el ámbito penal18.
El reconocimiento de la eficacia eximente del error de prohibición invencible
en la jurisprudencia chilena, si bien tardío, ya es inequívoco. Su fundamento está
constituido por el principio de culpabilidad. Dicho reconocimiento ha alcanzado
tanto el error de prohibición indirecto, esto es, aquel consistente en el
desconocimiento de la antijuridicidad del hecho en atención a alguna regla
permisiva que pudiese operar como causa de justificación, como el error de
prohibición directo, esto es, aquel consistente en el desconocimiento de la
antijuridicidad del hecho en atención a la norma (prohibitiva o imperativa) cuyo
quebrantamiento fundamenta la ilicitud del hecho.
Para dar apoyo a la solución, jurisprudencialmente ya impuesta, de la
eficacia eximente del error de prohibición, se conocen, en lo nuclear, dos
posibilidades de interpretación de los arts. 1º y 2º del Código Penal. Lo que
diferencia a cada una de estas propuestas de interpretación, que en lo fundamental
reproducen la disputa doctrinaria entre la así llamada “teoría del dolo” y la así
llamada “teoría de la culpabilidad”, es la definición más precisa de lo que ha de

15
POLITOFF, Sergio / MATUS, Jean Pierre / RAMÍREZ, María Cecilia, Lecciones de Derecho penal chileno, (2004)., op.
cit., pág. 323.
16
POLITOFF, Sergio / MATUS, Jean Pierre / RAMÍREZ, María Cecilia, Lecciones de Derecho penal chileno, (2004)., op.
cit., pág. 322 y sgts.
17
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal, Parte general, T. II, segunda edición corregida y
actualizada, Editorial Tecnos, año 2016. op. cit., pág. 200.
18
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal, Parte general, T. II, segunda edición corregida y
actualizada, op. cit., pág. 200.

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entenderse por “voluntariedad”, “malicia” y “dolo” en el contexto de dichas


disposiciones. Puesto que una y otra propuesta hacen posible reconocer, sin más,
la eficacia eximente del error de prohibición invencible, las consecuencias prácticas
de optar por una u otra conciernen más bien el estatus del error de prohibición
vencible: de conformidad con la teoría del dolo, en este caso sólo subsistiría la
posibilidad de un reproche de culpabilidad a título de culpa o imprudencia, siempre
que la ley prevea la punibilidad del correspondiente delito imprudente o cuasidelito;
de conformidad con la teoría de la culpabilidad, en cambio, un error de prohibición
vencible dejaría intacta la posibilidad de un reproche por un hecho doloso,
pudiendo o debiendo reconocerse, en su caso, una atenuación de responsabilidad
a su autor.
Tratándose de un error de prohibición vencible: en tal caso, el hecho ha de
quedar sometido al régimen de punibilidad y penalidad del correspondiente delito
imprudente, si es que el tipo penal admite la posibilidad de reencausar a una figura
culposa.
La revisión de los pronunciamientos judiciales más significativos a este
respecto hace posible detectar el riesgo de no que sean plenamente advertidas las
consecuencias que se siguen del reconocimiento de la eficacia eximente del error
de prohibición, que la jurisprudencia ya ha hecho suyo. Lo indispensable, desde
este punto de vista, está en determinar exactamente, en primer lugar, cuáles son
las circunstancias del hecho de las cuales el autor ha de tener conocimiento para
que el hecho le resulte imputable a título de dolo; así como establecer, en segundo
lugar, en qué medida cabe esperar que el autor advierta, en tal situación, la
significación jurídicamente delictiva de su comportamiento a partir de ese
conocimiento de las circunstancias del hecho. Y esto es especialmente sensible
cuando el hecho, objetivamente, satisface la descripción típica por ejemplo de un
delito contra la indemnidad sexual de una persona menor de 14 años. Pues si una
persona efectivamente desconoce que la sola edad de un menor basta para que un
determinado contacto sexual mantenido con ese menor resulte jurídicamente
prohibido, entonces esa persona actúa, en todo caso, bajo un error de prohibición.
Una tendencia de la evolución jurisprudencial más reciente, en el marco que
aquí interesa, consiste en reducir la pregunta acerca de la eventual falta de
conocimiento de la antijuridicidad del hecho a la pregunta por el carácter vencible o
invencible de esa falta de conocimiento. Una vez que se clarifica la necesidad de
mantener separadas esas dos preguntas, resulta imperativo, en todo caso,
establecer con precisión los criterios bajo los cuales ha de determinarse el
carácter vencible o invencible de un posible error de prohibición. Dentro del
catálogo de parámetros manejados por la jurisprudencia más reciente, destacan
algunos a los cuales ha de atribuirse inequívoca prioridad, por concernir
directamente la pregunta por la capacidad individual del (potencial) autor de
advertir el carácter antijurídico de su comportamiento.
Sigue siendo controversial la pregunta acerca de las consecuencias, para la
punibilidad y la penalidad del hecho, de un error de prohibición vencible. Pero se
encuentra fuera de discusión, con arreglo al estado actual de la jurisprudencia y de
la discusión doctrinaria, que el error de prohibición invencible siempre conduce a
una plena exclusión de responsabilidad por el hecho respectivo, también en el
ámbito delictivo que aquí interesa.

3.8.-Casos Especiales de Error.


La doctrina trata, entre otros, a:
a.- Error en el sujeto pasivo
b.-El error en el curso causal.
c.- El error en el golpe o aberratio ictus.

a.- El error en el sujeto pasivo.


Error in personam (error en la persona). En principio el error en el sujeto
pasivo no tiene trascendencia porque tal categoría no forma parte del tipo objetivo.
Sin embargo, como se señaló, las nociones de objeto material de la acción y de
sujeto pasivo se confunden, como sucede por ejemplo, en los delitos contra las
personas, caso en el cual la equivocación o el error en torno al sujeto pasivo o en

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torno a la persona, si constituye un caso de error de tipo. Se diferencia del


aberratio ictus en que aquí el error versa sobre el objeto mismo.
Ejemplo En el caso del párrafo anterior el individuo dirige su arma y hace
fuego contra quien es realmente su enemigo, pero hiere a otro (error en el golpe).
En la hipótesis que nos ocupa, el autor hace fuego sobre una persona distinta,
suponiendo que es aquella a la que se quiere herir. El actor dispara sobre Pedro
confundiéndolo con Juan (error sobre la persona).
De modo que el error surgiría aquí ya antes del comienzo de la ejecución o,
de aparecer durante la misma, no provocaría una desviación de esta en forma
incontrolada por el sujeto. El ejemplo, también clásico, es el siguiente: A,
queriendo eliminar a B, le espera apostado en un camino. Al aproximarse alguien,
cree reconocerle, de modo que apunta su arma contra él haciendo un blanco
perfecto. Pero resulta que ese (alguien) no era B, sino el paseante C (o, en otra
variante, el padre de A).(En este caso se puede alegar mismo fundamento que en
el aberratio ictus, cuando se dice que a la ley lo que le interesa en el delito de
homicidio es que una persona no mate a otra persona, independientemente de si
la persona que muere es B o es C, al fin y al cabo A quería matar a una persona y
a una persona mató, por lo tanto A responderá por un delito intencional de
Homicidio.)

b.- Error sobre el curso causal.


Solo tiene importancia en los delitos de resultado externo, por ejemplo
delito de lesiones, daños etc. Pero el problema que se plantea aquí es que no se
exige en torno al conocimiento del curso causal que el sujeto sepa detalladamente
el curso de los acontecimientos que él realiza. Es posible que existan
modificaciones en el curso causal que el sujeto se representó y el que
efectivamente ocurrió en la realidad.
Evidentemente que en torno a esto sería absurdo excluir al dolo cada vez
que exista un error en el curso causal.
El problema es cuándo un error en el curso causal puede excluir el dolo.
En este punto la doctrina señala que esto podrá suceder (Garrido Montt) cuando la
desviación en el curso causal sea esencial o relevante, lo que sucederá cuando
según la representación del sujeto el resultado quedaba afuera del ámbito de
posibilidades de su acción.
En torno a lo mismo don Enrique Cury señala que, si el sujeto se
representó la acción como causa y el resultado como efecto y ambas cuestiones
concurren en la realidad, sin la intervención de terceros, la desviación en el curso
causal es irrelevante.
En conclusión, si el error en el curso causal es esencial en los términos
dichos le damos el mismo tratamiento que el error de tipo.

c.-Aberratio ictus (error en el golpe)


Es una expresión que designan usualmente una serie de casos, en algunos
delitos de resultado, en los que el sujeto dirige efectivamente su conducta contra
un determinado objeto, pero no consigue lesionarlo, produciéndose el efecto lesivo
en otro objeto.
Ej.: A quiere matar a su enemigo B y contra él apunta su arma, pero, sea que
apunta mal, sea que el aparato de puntería del arma es defectuoso, etc., el caso es
que no es B quien resulta muerto sino C, que se hallaba en las proximidades. El
error se produce, pues, en la ejecución. Se habrá cometido un homicidio culposo
consumado (respecto de C) en concurso ideal con un delito de homicidio en grado
de tentativa (de B). Ambos delitos no pueden entrar en concurso real de delitos,
entran en concurso ideal de delitos, la diferencia entre ambos concursos es muy
trascendente debido a los diferentes efectos penológicos que se producen sobre el
reo. En el concurso ideal una acción provoca varios delitos. En el concurso real se
sancionan todos los delitos cometidos por lo que la sanción será mayor que en el
concurso ideal. En el caso del ejemplo el concurso ideal se da porque la única
acción de dispararle a B provocó dos delitos, intento de homicidio a B, y homicidio
por imprudencia, en relación con C que fue quien realmente murió por la desviación
del disparo dirigido a B, puesto que cuando se intenta un delito se hace consiente
del daño que se causará mientras que en los delitos por imprudencia no se quiere

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hacer el daño, éste ocurre por falta de prudencia, en este caso A no quería matar a
C, pero debió prever que dispararle a B estando este cerca de C podía causarle la
muerte a C si fallaba la puntería)
Otra manera de resolver este mismo caso es alegar que A cometió un solo
delito de homicidio intencional consumado, puesto que a la Ley lo que le interesa
en el delito de homicidio es que una persona no mate a otra persona,
independientemente de si la persona que muere es B o es C, al fin y al cabo A
quería matar a una persona y a una persona mató. En relación con estos temas
cobra importancia el Art. 1° Inc. 3° del C.P. ejemplo, parricidio. Se aplica al error en
el sujeto pasivo. Otros también señalan que se aplica a la aberratio ictus.

3.9.-La no exigibilidad de otra conducta: Estado de necesidad; Miedo


insuperable, y Fuerza irresistible.

3.9.A.-Estado de Necesidad Justificante. (Art.10 n°7, Art.145)


Se vincula en sus orígenes no sólo a un problema de antijuridicidad 19, sino
también, tiene incidencia en materia de culpabilidad20.
Existe estado de necesidad cuando una situación de peligro afecta a un
bien jurídico determinado que sólo puede ser preservado sacrificando a un bien
jurídico perteneciente a un tercero, es decir, estamos en presencia de una
situación de conflicto entre dos intereses diversos, y que para salvar uno de esos
intereses se sacrifica el otro, en que se vulnera un bien jurídico protegido
incurriendo en la comisión de un tipo penal propiedad, pero descartando la
antijuridicidad de la acción debido a precisamente a la presencia de la figura
justificante.
Cuando el conflicto surge entre bienes jurídicos de una misma jerarquía,
ello origina lo que en doctrina se conoce como estado de necesidad exculpante
(igual valor Art. 10 N° 1121 del Cp.), que es un problema de culpabilidad, por ejemplo, la
tabla con dos náufragos que asiste a sólo uno.
Si el conflicto se da entre bienes jurídicos de distinto valor o jerarquía y se
sacrifica el bien jurídico menos valioso para salvar al más importante, en ese caso
estamos en presencia de un estado de necesidad justificante (distinto valor), que con
limitaciones es lo que regula el Art. 10 N°722 y el Art. 14523.
Se puede decir entonces que “obra en estado de necesidad justificante,
aquél que ataca el bien jurídico de un tercero con el objeto de evitar la lesión de
uno más valioso, perteneciente a sí mismo o a otra persona” (E. Cury)24.
19
POLITOFF/ MATUS/ RAMÍREZ (2004) Ob. cit. pág. 211. Antijuridicidad material reside en la dañosidad
social de la conducta, esto es, la lesión o el peligro efectivo en cada norma en particular. Antijuridicidad
Formal representa la relación de contradicción de la conducta con los mandatos y prohibiciones del orden
jurídico, o más precisamente, en la falta de autorización legal expresa -causal de justificación- para realizar la
conducta típica o socialmente dañosa
20
POLITOFF/ MATUS/ RAMÍREZ (2004) Ob. cit. pág. 243. Reproche que se hace al que podía obrar
diversamente y optó por la conducta prohibida. Las necesidad de que al sujeto que realizó un hecho dañoso
pueda imputársele también subjetivamente el resultado de su acción – como condición para la existencia del
delito- es una noción proveniente ya desde Aristóteles.
21
Art. 10 del CP Están Exentos de responsabilidad criminal
11.° El que obra para evitar un mal grave para su persona o derecho o los de un tercero, siempre que concurran
las circunstancias siguientes:
1°.-Actualidad o inminencia del mal que se trata de evitar. 2°.- Que no exista otro medio practicable y menos
perjudicial para evitarlo. 3.- Que el mal causado no sea sustancialmente superior al que se evita.
4°.- Que el sacrificio del bien amenazado por el mal no pueda ser razonablemente exigido al que lo aparta de
sí o, en su caso, a aquel de quien se lo aparta siempre que ello estuviese o pudiese estar en conocimiento del
que actúa.
22
Art. 10 del CP Están Exentos de responsabilidad criminal
7º El que para evitar un mal ejecuta un hecho que produzca daño en la propiedad ajena, siempre que concurran las
circunstancias siguientes:n1ª Realidad o peligro inminente del mal que se trata de evitar. 2ª Que sea mayor que el causado
para evitarlo. 3ª Que no haya otro medio practicable y menos perjudicial para impedirlo.
23
Art. 145 del Cp. La disposición del artículo anterior no es aplicable al que entra en la morada ajena para evitar un mal
grave a sí mismo, a los moradores o a un tercero, ni al que lo hace para prestar algún auxilio a la humanidad o a la justicia.
Tampoco tiene aplicación respecto de los cafés, tabernas, posadas y demás casas públicas, mientras estuvieren abiertos y
no se usare de violencia inmotivada
24
CURY Enrique. El fundamento del estado de necesidad justificante en el derecho penal chileno. Al mismo tiempo,
introducción al problema de la dogmática del estado de necesidad en Chile. Revista de derecho
(Valdivia) vol.27 no.1 Valdivia jul. 2014, versión On-line ISSN 0718-0950, http://dx.doi.org/10.4067/S0718-
09502014000100010

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14

Requisitos del estado de necesidad.


Situación de necesidad
Sacrificio necesario
I.-situación de necesidad. Se refiere al requisito básico del estado de
necesidad justificante. Debe existir en una situación en que la salvación de un bien
jurídico sólo es posible realizando una conducta típica que sacrifica a otro bien
menos valioso.
Su origen puede ser de distintas causas, por ejemplo.
Del acaso, como un terremoto, un tsunami;
De la conducta de un tercero, persecución del asaltante a una persona que
se defiende y entra a una propiedad privada;
De un caso fortuito;
De la propia actuación del necesitado, como el excursionista imprudente o
el suicida que se arrepiente.
La situación de necesidad:
Debe ser real, que efectivamente exista peligro a un bien jurídico
protegido propio.
Debe ser actual o inminente, es decir, que efectivamente se está
lesionando el bien jurídico que se pretende salvar o que al menos exista una
proximidad de afectación del mismo.

II.-Sacrificio necesario. Existiendo situación de necesidad, el sujeto, para


superar el peligro, está facultado por la ley para sacrificar otro bien de menor valor,
sin embargo, se desprende que:
1°. Solo se puede sacrificar la propiedad o la inviolabilidad de la morada
2°. Solo si se trata de salvar un bien jurídico de mayor valor que el
sacrificado.
3°. Se exige que no exista otro medio practicable y menos perjudicial para
impedir el peligro del bien jurídico. En otras palabras, el estado de necesidad
justificante es subsidiario.
Veamos cada uno en particular:
1°. Solo se puede sacrificar la propiedad o la inviolabilidad de la morada.
Aquí el C.P en el Art. 10 N°7 exime de responsabilidad penal al que, para
evitar un mal ejecuta un hecho que causa daño en la propiedad ajena
La expresión “daño” no debe entenderse como referida al delito de daños
en la parte especial, sino en un sentido amplio, como todo tipo de atentado contra
la propiedad.
Si la conducta que realiza el sujeto, además de afectar la propiedad,
lesiona o pone en peligro otro bien jurídico, no puede aplicarse la causal de
Justificación. Además, el Art. 145 permite sacrificar la inviolabilidad de la
morada.
2°. El bien que se salva debe ser de mayor valor que el sacrificado:
¿Cómo se sabe cuándo es de mayor valor?
La doctrina dice que la comparación se hace desde el punto de vista
jurídico, objetivo y relativo. Jurídico, porque habrá que analizar únicamente,
considerando aspectos de derecho, el valor de cada bien, (se excluyen por tanto
consideraciones morales o religiosas. Objetivo, ponderando el valor de cada bien
con prescindencia de consideraciones subjetivas o afectivas. Relativo, por cuanto,
excepcionalmente, en determinados casos pueden concurrir circunstancias que
signifiquen una alteración en la determinación del valor de los bienes jurídicos en
conflicto, por ejemplo, el auto del magnate versus la humilde choza de un
campesino. Ej. Maquina de oxigeno frente a un bien de mayor valor pecuniario,
pero menor valor de utilidad.
3°. No debe existir otro medio practicable y menos perjudicial para impedir
el peligro. Por ello es subsidiario.
El derecho no permite sacrificar un bien jurídico inocente cuando es
posible superar la situación de necesidad por medios distintos al sacrificio de ese
interés. Siempre, eso sí, que existe una posibilidad real y adecuada al caso
concreto, no meramente teórica. Art. 10 n° 7 y Art. 145

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La mayoría de la doctrina dice que en este caso o hay responsabilidad


civil.

3.9.B.-Miedo insuperable Art. 10 n° 925 Cp, segunda parte.

Está exento de responsabilidad penal al que obra impulsado por un miedo


insuperable. El miedo es un estado emocional de mayor o menor intensidad,
producido por un temor fundado de un mal efectivo, grave e inminente que
sobrecoge el espíritu, nubla la inteligencia y domina la voluntad.
En cuanto al origen del miedo se señala que éste puede originar en
distintos causas.
Lo importante para que exculpe es que sea:
· Insuperable
· Que el sujeto no esté obligado a soportarlo.
Que sea insuperable significa que sea intenso, en términos tales que no
permita exigirle al sujeto un comportamiento distinto, es decir, debe presionar
psicológicamente al sujeto, de manera tal que una persona normal tampoco
hubiese podido vencerlo enfrentado a la misma situación.
En cuanto a que no está obligado a soportar el miedo, no puede invocar
esta causal aquel individuo que por su actividad debe afrontar un riesgo
determinado, por ejemplo, el soldado, el policía etc.
La obligación de soportar el miedo y de vencerlo debe formularse dentro
de ciertos límites razonables, dentro de los límites propios de la función o de la
actividad del sujeto, más allá dichos límites, la causal en concreto también puede
invocarla el sujeto porque la profesión de héroe, como tal, no existe.
Miedo es subjetivo pero no puede ser discrecional. Debe ser tal entidad,
para algunos autores, el miedo poder ser sólo de origen de un delito en contra
suya o de un tercero..

3.9.C.-Omisión por causa insuperable. Art. 10 n° 12 Cp.


Doctrinariamente se discute si es que no concurre el primer elemento del
delito, es atipicidad o de inexigibilidad de otra conducta.
En aquellos casos en que existe responsabilidad penal por omisión, será
posible no ser castigado penalmente en aquellos casos en que la omisión punible
en que ha incurrido el sujeto ha tenido su origen en una causa insuperable. Por
ejemplo, el caso de un enfermero con muchos pacientes graves que no alcanza a
atenderlos a todos otro ejemplo el bombero frente a dos incendios.

3.9.D.-Fuerza irresistible: Art. 10 n° 9 del Cp.


Para algunos autores el art. 10 n°9 se refiere a los casos de fuerza
irresistible, también llamado vis absoluta, se estudia en los casos de ausencia de
acción(Postura minoritaria). Tal criterio conduciría a soluciones injustas, toda vez
que no permitiría excluir de castigo aquellas situaciones en que el sujeto actúa a
causa de una fuerza moral, doctrinariamente denominada vis compulsiva.
Según otros autores este 10 n°9 se aplica únicamente a los casos de
fuerza moral irresistible, ello por cuanto, las situaciones constitutivas de vis
absoluta, no constituyen acción y el código señala aquí, claramente, que a quien
se exime de responsabilidad penal es al que obra violentado por una fuerza
irresistible, y con esta expresión el código pone de manifiesto que el sujeto ha
obrado.
Para otros, el 10 n° 9 se refiere a ambas situaciones.
Debemos destacar, que para estos efectos, la eximente debemos
entenderla concurrente cuando el sujeto al actuar se ve afectado por un estímulo,
de origen interno o externo, cuyo enjuiciamiento ético social es análogo al miedo,
al afecto parental o al sentido de obediencia, lo cual desencadena en el sujeto un
estado grave de conmoción, suficiente para alterar en el hombre medio la
capacidad de autodeterminarse. (Esta noción es de E. Cury).
¿Qué situaciones quedan comprendidas aquí?

25
Art. 10 del CP Están Exentos de responsabilidad criminal 9º El que obra violentado por una fuerza irresistible o
impulsado por un miedo insuperable.

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16

La doctrina señala que el mérito de esta causal de inexigibilidad es su


amplitud, lo cual permite incluir aquí diversas situaciones.
a.-Casos de coacción: situaciones en las cuales el sujeto actúa porque es
víctima de una vis compulsiva, es decir, el sujeto obra bajo amenaza de emplearse
violencia física en su contra o en contra de un tercero al cual está ligado
afectivamente, lo cual lo obliga a actuar.
b.-Ejercer sobre el sujeto fuerza física destinada a doblegar su voluntad
para determinarlo a actuar en cierto sentido. Por ejemplo, se le toma la mano al
notario y se le obliga a falsificar un instrumento.
c.-Estado de necesidad exculpante: es decir, aquella situación en la cual el
individuo, para salvar un bien jurídico perteneciente a sí mismo o a un tercero,
sacrifica otro bien jurídico de igual valor, o también de menor valor, siempre que se
trate de un bien distinto de la propiedad o de la inviolabilidad de la morada, porque
en este caso se está en un estado de necesidad justificante(Art.10 n°7, Art.145 ya
estudiado).
d.-Otros casos de fuerza irresistible originados en reacciones espontáneas
del sujeto que conmueve de modo significativo sus facultades de
autodeterminarse. Así se ha dicho, por ejemplo, en determinados casos muy
excepcionales, en que está incluida aquella mujer que mata al marido porque éste
permanentemente la maltrata.
Existen eso sí, ciertas limitaciones para la aplicación de esta eximente
para evitar un empleo abusivo de él.
1.-El estímulo que origina la eximente debe ser similar a las existentes en
las otras causales de inexigibilidad (miedo, afecto parental o sentido de
obediencia). Si dicho estímulo no es tan grave, probablemente podrá constituir una
atenuante personal del Art. 11 n° 3,4 y 5.
2.-El estímulo que afecta la capacidad de autodeterminación del sujeto,
debe existir al tiempo en que el sujeto ejecuta la conducta.
3.-Ese estímulo, como lo señala el código, debe ser irresistible, es decir,
debe ser tan profundo, que efectivamente reduzca la capacidad de
autodeterminarse del sujeto, hasta el límite en que, el hombre medio tampoco
podría sobrepasar.

OTROS CASOS DE LA NO EXIGIBILIDAD DE OTRA CONDUCTA


3.9.E.-Encubrimiento de parientes. Art. 1726 del Cp. hay eso sí, una
excepción en el inc. Final en que el legislador presume los efectos, que además
tiene un correlato procesal, como es el artículo 302 inciso primero del Cpp..
Art. 17 inciso final del Cp. Están exentos de las penas impuestas a los
encubridores los que lo sean de su cónyuge, de su conviviente civil, o de sus
parientes por consanguinidad o afinidad en toda la línea recta y en la colateral
hasta el segundo grado, de sus padres o hijos, con la sola excepción de los que se
hallaren comprendidos en el número 1° de este artículo.”
Art. 302 inciso primero Cpp. Facultad de no declarar por motivos personales. No
estarán obligados a declarar el cónyuge o el conviviente del imputado, sus ascendientes o
descendientes, sus parientes colaterales hasta el segundo grado de consanguinidad o
afinidad, su pupilo o su guardador, su adoptante o adoptado.

3.9.F.- Obediencia debida o cumplimiento de órdenes antijurídicas o


ilegales.
26
Art. 17. Son encubridores los que con conocimiento de la perpetración de un crimen o de un simple delito o de los
actos ejecutados para llevarlo a cabo, sin haber tenido participación en él como autores ni como cómplices, intervienen,
con posterioridad a su ejecución, de alguno de los modos siguientes:
1º Aprovechándose por sí mismos o facilitando a los delincuentes medios para que se aprovechen de los efectos del
crimen o simple delito.
2º Ocultando o inutilizando el cuerpo, los efectos o instrumentos del crimen o simple delito para impedir su
descubrimiento.
3º Albergando, ocultando o proporcionando la fuga del culpable.
4º Acogiendo, receptando o protegiendo habitualmente a los malhechores, sabiendo que lo son, aun sin conocimiento de
los crímenes o simples delitos determinados que hayan cometido, o facilitándoles los medios de reunirse u ocultar sus armas
o efectos, o suministrándoles auxilios o noticias para que se guarden, precavan salven.
Ley 20830 21/04/2015 Sustitúyase el inciso final del artículo 17, por el siguiente: “Están exentos de las penas impuestas a
los encubridores los que lo sean de su cónyuge, de su conviviente civil, o de sus parientes por consanguinidad o afinidad
en toda la línea recta y en la colateral hasta el segundo grado, de sus padres o hijos, con la sola excepción de los que se
hallaren comprendidos en el número 1° de este artículo.”

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17

Artículo en relación con el artículo 33527 del CJM y artículo 226 del Cp.
La instancia en que existe la obligación de obediencia para los
subordinados respecto de su superior. Esta obediencia puede ser relativa o
absoluta.
A.-Relativa: el subordinado sólo está obligado a obedecer los mandatos
lícitos, caso en el cual ningún problema se plantea porque la conducta será legal.
B.-Absoluta: el problema es que no sólo debe cumplir órdenes lícitas sino
también ilícitas. En este punto la doctrina hace una subdistinción
B.a.-Ciega: el subordinado está obligado a cumplir sin más las
órdenes del superior.
B.b.-Reflexiva: contemplada en nuestra legislación. El inferior si bien
debe ejecutar la orden antijurídica, estará exento de responsabilidad penal
cuando le representa al superior la ilicitud de la orden, no obstante lo cual el
superior insiste en que ella debe ser cumplida.
Así por ejemplo en materia de justicia militar se exculpa al militar que haya
cometido un delito con motivo de la ejecución de una orden de servicio, siempre
que si el mandato tendría notoriamente a la perpetración de un hecho punible, haya
cumplido con la formalidad de suspender su ejecución representándolo así al
superior, el cual de todos maneras insiste en imponer la ejecución de la conducta
típica. Art. 226 Cp.28: delito de omisión simple- cumplir la orden-en principio falta
culpa.

4.- CAUSALES DE EXTINCIÓN DE LA


RESPONSABILIDAD PENAL
Una vez nacida la responsabilidad penal, es posible que la pretensión
punitiva del Estado decaiga, conforme dispone el art. 93 CP y ciertas
disposiciones del CPP, porque se hace imposible de exigir (como en el caso de la
muerte del imputado); se ha exigido en forma (cumplimiento de la pena); la
comunidad estima que ya no debiera exigirse para esa clase de hechos o
respecto de una persona en particular (amnistía e indulto); se concede a la víctima
del delito, al Ministerio Público o al juez, la posibilidad de perdonar al autor
(perdón del ofendido, acuerdos preparatorios, principio de oportunidad, y
suspensión condicional del procedimiento o de la imposición de condena); o se
entiende que el lapso transcurrido entre el hecho realizado y la imposición de la
condena vuelve a ésta inútil (prescripción de la acción penal y de la pena). Estas
son las llamadas causales de extinción de la responsabilidad penal.'
Estas causales de extinción de la responsabilidad penal se encuentran
enumeradas en el art. 93 Cp y en los arts. 170, 240, 242 y 398 Cpp, y se
diferencian de las eximentes del delito y de las excusas legales absolutorias, en
que mientras éstas excluyen el nacimiento de la responsabilidad penal, por faltar
las condiciones para considerar punible un determinado hecho, las causales de
extinción de la responsabilidad penal operan siempre después que ha sido posible
exigir esa responsabilidad, y son, por tanto, no sólo posteriores a la realización de
un hecho que debe considerarse punible, "sino que dé, ordinario, al proceso o a la
condena".

4.1.-MUERTE DEL SUJETO


Según o dispone el artículo 93 N° 1 del CP, responsabilidad penal se
extingue por la muerte del responsable, y se refiere a la muerte natural, dejando de
lado la muerte presunta, y la muerte clínica.

27
Art. 335 CJM. No obstante lo prescrito en el artículo anterior, si el inferior que ha recibido la orden sabe
19
que el superior al dictarla, no ha podido apreciar suficientemente la situación, o cuando los acontecimientos se
hayan anticipado a la orden, o aparezca que ésta se ha obtenido por engaño, o se tema con razón que de su
ejecución resulten graves males que el superior no pudo prever, o la orden tienda notoriamente a la
perpetración de un delito, podrá el inferior suspender el cumplimiento de tal orden, y en casos urgentes
modificarla, dando inmediata cuenta al superior.
Si éste insistiere en su orden, deberá cumplirse en los términos del artículo anterior.

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18

Esta causal de extinción por su propia naturaleza sólo es aplicable a las


personas naturales, y no a las personas jurídicas.
Asimismo esta causal no alcanza a las sanciones pecuniarias que se
encuentren firmes, pudiendo hacerse efectivas en el patrimonio del causante.

4.2.- CUMPLIMIENTO DE LA CONDENA


Es la causal 2° del art. 93 del CP, y a pesar de su igualmente obvia
apariencia, se diferencia de la anterior en que sólo es aplicable una vez que el
responsable ha sido condenado judicialmente por sentencia firme, que pueda, por
tanto, cumplirse. Por cumplimiento de la condena debe entenderse no sólo el pago
completo y total de las penas pecuniarias y el servicio del tiempo decretado
respecto de las personales, sino también:
a.-El cumplimiento de la pena a través de la pena alternativa de la libertad
condicional (DL 521 ver ley 18.216);
b.-El cumplimiento íntegro y no revocado de la pena alternativa de reclusión
nocturna;
c.-El transcurso del lapso de tiempo fijado para el cumplimiento de las
condiciones impuestas en las pena alternativa de remisión condicional de la pena y
libertad vigilada, sin que éstas hayan sido revocadas.
Sin embargo, el sólo cumplimiento de la pena no es suficiente para una
reintegración plena del condenado a la sociedad, pues la existencia del certificado
de antecedentes personales, que da cuenta de dicha condena aunque cumplida, la
dificulta mucho. Con todo, el DL N° 409 sobre Regeneración y Reintegración del
Penado a la Sociedad, permite que, cumplidas ciertas condiciones, el penado
pueda ser considerado como si nunca lo fue para "todos los efectos legales y
administrativos", y especialmente en lo referente al otorgamiento del certificado de
antecedentes respectivo. Ver. Art. 38 de la ley 18.216

4.3.- AMNISTÍA
Conforme al N° 3 del art. 93 del Cp., la amnistía "extingue por completo la
pena y todos sus efectos".
La amnistía corresponde a la forma más amplia de ejercicio del derecho de
gracia, el que la comunidad se otorga a sí misma, a través de sus representantes
en el Congreso Nacional.
Se denomina propia cuando se dirige a hechos no enjuiciados todavía,
impidiendo la condena por los mismos 29, e impropia, cuando sólo afecta penas ya
impuestas. En este caso, se extiende a todas las impuestas, incluso las
accesorias, "Pero no a la responsabilidad civil derivada del delito y así declarada
por sentencia firme”. Como manifestación de la soberanía nacional, sólo puede
ser ejercida por ley, en la forma y con las limitaciones contempladas en la
Constitución.
Directamente se exige que toda ley de amnistía se apruebe con el requisito
de ley de quórum calificado, (mayoría absoluta de diputados y senadores en
ejercicio) el que se aumenta tratándose de amnistías. Referidas a delitos terroristas
(arts. 63 N° 16 inciso segundo30 CPR Dos terceras partes de senadores y
diputados en ejercicio); e indirectamente, por aplicación de lo dispuesto en el art.
59 inc. 2 CPR, que limita la soberanía de la nación en razón de los tratados de
derechos humanos vigentes, y que no hayan sido declarados no amnistiables.
Ejemplo Decreto Ley N° 2.19131 de 19/04/1978, para beneficiar a "todos las
personas que en calidad de autores, cómplices o encubridores, hayan incurrido en
hechos delictuosos, durante la vigencia de la situación de Estado de Sitio,
comprendida entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1978, siempre
que no se encuentren actualmente sometidos a proceso o condenados".
Una vez promulgada la ley de amnistía, ella se extiende a todos los hechos
punibles a que hace referencia, realizados con anterioridad a su promulgación,
28
Art. 226 Cp. En las mismas penas incurrirán cuando no cumplan las órdenes que legalmente se les
comuniquen por las autoridades superiores competentes, a menos de ser evidentemente contrarias a las leyes, o
que haya motivo fundado para dudar de su autenticidad, o que aparezca que se han obtenido por engaño o se
tema con razón que de su ejecución resulten graves males que el superior no pudo prever.
En estos casos el tribunal, suspendiendo el cumplimiento de la orden, representará inmediatamente a la
autoridad superior las razones de la suspensión, y si ésta insistiere, le dará cumplimiento, libertándose así de
responsabilidad, que recaerá sobre el que la mandó cumplir

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durante el tiempo que en ella se indica. Abarca, luego, tanto delitos consumados
como frustrados y tentados, y las diferentes formas de participación en ellos.
La dificultad surge respecto a los delitos cuya consumación se prolonga en
el tiempo, con posterioridad a la promulgación de la ley de amnistía, habrá que
concluir que todo hecho punible que traspasa el tiempo de lo perdonado no goza
de dicho perdón, y así sucede con los delitos permanentes, y la parte no
amnistiada de los continuados, habituales y de emprendimiento.

4.4.- INDULTO (particular)


El Indulto Particular es una causal de extinción de responsabilidad penal,
contemplada en la Constitución Política de la República y en el Código Penal, por
la que el Presidente de la República remite total o parcialmente un delito o
conmuta una pena, sin eliminar el carácter de condenado.
El indulto afecta a la pena y no el delito. La facultad de indulto particular
existe desde el primer ordenamiento constitucional chileno de 1811, pero se
trataba de una facultad no radicada en el Poder Ejecutivo sino en el Congreso.
Luego, se advierte que la facultad de indulto propiamente tal, existe en el
ordenamiento constitucional chileno desde el año 1818, en el Proyecto de
Constitución Provisoria para el Estado de Chile, que faculta al Presidente a
"suspender las ejecuciones capitales ordenadas, y conceder perdón o conmutación
de pena".
Así, esta facultad existe en el ordenamiento constitucional de los años 1811,
1818, 1822, 1823, 1833, 1925 y 1989 (no así en los de 1812 y 1814); siendo
privativa del Poder Ejecutivo sólo en los ordenamientos de 1925 y 1989. El Pacto
de San José de Costa Rica y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
contemplan el derecho a solicitar el indulto en el caso de personas condenadas a
muerte. Ambos instrumentos están suscritos por Chile.
El artículo 32 N° 1432 de la CPR, el indulto es una atribución exclusiva del
Presidente de la República, y sólo actúa cuándo existe sentencia firme y
ejecutoriada.
El Código de Justicia Militar aún contempla la pena de muerte, por lo que
mientras siga existiendo esta pena en nuestro ordenamiento jurídico, debería
mantenerse vigente la institución del indulto, en cumplimiento a las normas de
derecho internacional a las que está sujeto nuestro país. La relación entre el
indulto particular y la pena de muerte se da principalmente a raíz de la
29
Extingue la posibilidad de ejercer la acción penal.
30
Artículo 63. Sólo son materias de ley: N° 16 Las que concedan indultos generales y amnistías y las que
fijen las normas generales con arreglo a las cuales debe ejercerse la facultad del Presidente de la República
para conceder indultos particulares y pensiones de gracia.149
Las leyes que concedan indultos generales y amnistías requerirán siempre de quórum calificado. No obstante,
este quórum será de las dos terceras partes de los diputados y senadores en ejercicio cuando se trate de delitos
contemplados en el artículo 9º
31
Artículo 1°- Concédase amnistía a todas las personas que, en calidad de autores, cómplices o encubridores
hayan incurrido en hechos delictuosos, durante la vigencia de la situación de Estado de Sitio, comprendida
entre el 11 de Septiembre de 1973 y el 10 de Marzo de 1978, siempre que no se encuentren actualmente
sometidas a proceso o condenadas.
Artículo 2°- Amnistíese, asimismo, a las personas que a la fecha de vigencia del presente decreto ley se
encuentren condenadas por tribunales militares, con posterioridad al 11 de septiembre de 1973.
Artículo 3°- No quedarán comprendidas en la amnistía a que se refiere el artículo 1°, las personas respecto
de las cuales hubiere acción penal vigente en su contra por los delitos de parricidio, infanticidio, robo con
fuerza en las cosas, o con violencia o intimidación en las personas, elaboración o tráfico de estupefacientes,
sustracción de menores de edad, corrupción de menores, incendios y otros estragos; violación, estupro,
incesto, manejo en estado de ebriedad, malversación de caudales o efectos públicos, fraudes y exacciones
ilegales, estafas y otros engaños, abusos deshonestos, delitos contemplados en el decreto ley número 280, de
1974, y sus posteriores modificaciones; cohecho, fraude y contrabando aduanero y delitos previstos en el
Código Tributario.
Artículo 4°- Tampoco serán favorecidas con la aplicación del artículo 1°, las personas que aparecieren
responsables, sea en calidad de autores, cómplices o encubridores, de los hechos que se investigan en proceso
rol N° 192-78 del Juzgado Militar de Santiago, Fiscalía Ad Hoc.
Artículo 5°- Las personas favorecidas por el presente decreto ley, que se encuentren fuera del territorio de la
República, deberán someterse a lo dispuesto en el artículo 3° del decreto ley N° 81, de 1973, para reingresar al
país.
32
Artículo 32. CPR Son atribuciones especiales del Presidente de la República:
14º Otorgar indultos particulares en los casos y formas que determine la ley. El indulto será improcedente en
tanto no se haya dictado sentencia ejecutoriada en el respectivo proceso. Los funcionarios acusados por la
Cámara de Diputados y condenados por el Senado, sólo pueden ser indultados por el Congreso

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20

modificación en 1991 del Artículo 9°, inciso tercero, de la Constitución Política de


la República de 1980, que entre otras cosas permitió el indulto particular de
condenados por delitos terroristas cometidos antes del 11 de marzo de 1990.
En la discusión legislativa respectiva no existen posturas contrarias al
indulto de la pena de muerte, sino solo a la posibilidad de indulto particular por los
delitos señalados, pero aceptando en todo caso, el indulto de la pena de muerte.
El indulto no borra los efectos del delito, eso es, a modo ejemplar en caso
de cometer un nuevo ilícito se podrá perseguir como reincidente, como tampoco
impide perseguir las responsabilidades civiles que emanen del mismo.

4.5.- PERDÓN DEL OFENDIDO


En delitos de acción privada
El perdón del ofendido, en la forma que lo recoge el N° 5 del art. 93 del Cp,
sólo opera respecto de penas impuestas, por delitos de acción privada, restándole
aparentemente valor a una declaración previa al proceso en ese sentido o durante
el mismo. El art. 402 del CPP deja entregada a la voluntad del querellante la
decisión de abandonar la acción penal, abandono que produce exactamente el
mismo efecto que el desistimiento: sobreseimiento definitivo
Lo delitos y faltas de injurias, la calumnia, la provocación al duelo y la
denostación pública por no haberlo aceptado, y la celebración por menores de un
matrimonio sin el consentimiento de sus representantes legales.
Art. 19 Cp. El perdón de la parte ofendida no extingue la acción penal,
salvo respecto de los delitos que no pueden ser perseguidos sin previa denuncia o
consentimiento del agraviado.

4.6.-OTROS CASOS DE “PERDÓN DEL OFENDIDO” TANTO PERSONAL


COMO INSTITUCIONAL.
Si bien técnicamente no son propiamente perdón del ofendido,
efectivamente producen una efecto jurídico similar del término anticipado del
proceso sin que responda penalmente el sujeto activo, atendido a que el ofendido
entrega sus anuencia por medio, por ejemplo de un acuerdo reparatorio, en que
recibir por su dispensa algún tipo de recompensa, sea pecuniaria o no
extinguiendo la responsabilidad penal, o porque la ley así lo establece, como es el
caso de las suspensiones condicionales del procedimiento, es por ello que las he
tratado en este punto.
a.- Delito de acción pública (acuerdos reparatorios).
Conforme dispone el art. 241 Cpp. , tratándose de los delitos de acción
pública que allí se señalan (y habría que pensar también en los de acción pública
previa instancia particular si corresponde), el juez de Garantía debe aprobar
acuerdo reparatorio celebrado entre la víctima y el imputado, siempre que se
haya convenido libremente entre ellos y con pleno conocimiento de sus derechos.
Lo delitos a los cuales puede referirse un acuerdo reparatorio son aquellos
"que afectaren bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial, consistieren en
lesiones menos graves o constituyeren delitos culposos". Salvo los casos
mencionados en el art. 48933 del CP, en que la ley concede una excusa legal a los
parientes por hechos que no pudieron causarse mutuamente, y sin ir más allá de lo
estrictamente patrimonial, con las contracepciones establecidas en las misma
norma..
Excepcionalmente, la ley permite al Juez rechazar un acuerdo reparatorio
cuando exista un "interés público prevalente en la persecución penal", fórmula
amplia y carente de contenido, si se piensa que todo delito de acción pública,
precisamente se le da ese carácter por el interés público en su persecución, con
independencia de la voluntad del ofendido."

33
Art. 489 Cp. Están exentos de responsabilidad criminal y sujetos únicamente a la civil por los hurtos,
defraudaciones o daños que recíprocamente se causaren: 1º Los parientes consanguíneos en toda la línea
recta. 2º Los parientes consanguíneos hasta el segundo grado inclusive de la línea colateral. 3º Los
parientes afines en toda la línea recta. 4º derogado. 5º Los cónyuges. 6° Los convivientes civiles
La excepción de este artículo no es aplicable a los extraños que participaren del delito. ni tampoco entre
cónyuges cuando se trate de los delitos de daños indicados en el párrafo anterior".
Esta excepción no será aplicable cuando la víctima sea una persona mayor de 60 años. (contracepción
establecida por la ley 20.480).

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b. El principio de oportunidad
Conforme dispone el art. 170 CPP 34, Los fiscales del ministerio público
podrán no iniciar la persecución penal o abandonar la ya iniciada cuando se tratare
de un hecho que no comprometiere gravemente el interés público, a menos que la
pena mínima asignada al delito excediere la de presidio o reclusión menores en su
grado mínimo o que se tratare de un delito cometido por un funcionario público en
el ejercicio de sus funciones.
Transcurridos los plazos que allí se establecen y sin que el Juez de
Garantía o el Fiscal Regional, en su caso, revoquen la decisión del Fiscal del
Ministerio Público correspondiente, el ejercicio del principio de oportunidad
extingue la "acción penal" respecto del hecho de que se trate.
Las limitaciones que impone la ley para el ejercicio de esta especie de
perdón oficial son las siguientes:
a.-La pena del delito debe contemplar en su marco superior no puede
exceder presidio o reclusión menor en su grado mínimo;
b.-No puede tratarse de un delito cometido por un funcionario público en
ejercicio de sus funciones (§ 4 Tit. III y Tit. IV L. 11 Cp);
c.-No debe "comprometer gravemente el interés público". Nuevamente
ha dejado aquí el legislador abierta la puerta a una disputa doctrinal y a decisiones
jurisprudenciales contradictorias sobre qué ha de entenderse por comprometer
gravemente el interés público.

c.-La suspensión condicional del procedimiento


La suspensión condicional del procedimiento consiste en un acuerdo entre
el Fiscal del Ministerio Público y el imputado, aprobado por el juez de Garantía, en
los casos que la ley lo señala, y conforme a lo cual el juez debe imponer al
suspenso alguna de las condiciones que la propia ley le indica, por un plazo no
inferior a un año ni superior a tres. Según dispone el art. 237 Cpp, transcurrido el
plazo por el cual se suspendió condicionalmente el procedimiento, sin que éste
hubiere sido revocado, se extingue la responsabilidad penal, debiendo decretarse
el sobreseimiento definitivo.
Los casos en los cuales procede son aquellos en que la pena probable a
imponer por el delito investigado, considerando circunstancias atenuantes y
agravantes concurrentes, sea inferior a 3 años de presidio o reclusión, y siempre
que el suspenso no haya sido condenado con anterioridad por otro crimen o simple
delito (art. 237 Cpp).
En otras palabras los requisitos son
a.- No haber sido condenado anteriormente
b.- Pena máximo de presidio menor en su grado medio
34
Art. 170 CPP. Principio de oportunidad. Los fiscales del ministerio público podrán no iniciar la
persecución penal o abandonar la ya iniciada cuando se tratare de un hecho que no comprometiere gravemente
el interés público, a menos que la pena mínima asignada al delito excediere la de presidio o reclusión menores
en su grado mínimo o que se tratare de un delito cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus
funciones.
Para estos efectos, el fiscal deberá emitir una decisión motivada, la que comunicará al juez de
garantía. Éste, a su vez, la notificará a los intervinientes, si los hubiere.
Dentro de los diez días siguientes a la comunicación de la decisión del fiscal, el juez, de oficio o a
petición de cualquiera de los intervinientes, podrá dejarla sin efecto cuando considerare que aquél ha excedido
sus atribuciones en cuanto la pena mínima prevista para el hecho de que se tratare excediere la de presidio o
reclusión menores en su grado mínimo, o se tratare de un delito cometido por un funcionario público en el
ejercicio de sus funciones. También la dejará sin efecto cuando, dentro del mismo plazo, la víctima
manifestare de cualquier modo su interés en el inicio o en la continuación de la persecución penal.
La decisión que el juez emitiere en conformidad al inciso anterior obligará al fiscal a continuar con la
persecución penal.
Una vez vencido el plazo señalado en el inciso tercero o rechazada por el juez la reclamación
respectiva, los intervinientes contarán con un plazo de diez días para reclamar de la decisión del fiscal ante las
autoridades del ministerio público.
Conociendo de esta reclamación, las autoridades del ministerio público deberán verificar si la
decisión del fiscal se ajusta a las políticas generales del servicio y a las normas que hubieren sido dictadas al
respecto. Transcurrido el plazo previsto en el inciso precedente sin que se hubiere formulado reclamación o
rechazada ésta por parte de las autoridades del ministerio público, se entenderá extinguida la acción penal
respecto del hecho de que se tratare.
La extinción de la acción penal de acuerdo a lo previsto en este artículo no perjudicará en modo
alguno el derecho a perseguir por la vía civil las responsabilidades pecuniarias derivadas del mismo hecho.

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c.- No tener vigente otra suspensión condicional


d.- A lo que se agrega no ser condenado por otro delito en el tiempo
intermedio de cumplimiento de las condiciones.
Las condiciones están establecidas en el artículo 238 del Cpp 35 y en el caso
de ley de violencia intrafamiliar que debe imponerse del artículo 936 ley 20.066.

d.- La suspensión de la imposición de la pena


Este último mecanismo de “perdón institucional”, se encuentra entregado
exclusivamente al resorte del Juez de Garantía, en supuestos de condena por las
faltas penales y cuyo juzgamiento se hace conforme al procedimiento monitorio de
los arts. 39837 y sgts. Cpp. Consiste en dictar una sentencia condenatoria, pero
suspendiendo la imposición de la pena y todos sus efectos durante seis meses, si
"concurrieren antecedentes favorables que no hicieren aconsejable la imposición
de la pena al imputado". Transcurrido el plazo de seis meses sin que el condenado
hubiese sido requerido por otro delito, "el tribunal dejará sin efecto la sentencia, y
en su reemplazo, dictará el sobreseimiento definitivo de la causa".

4.7.- PRESCRIPCIÓN
Los números 6° y 7° del art. 93 del Cp. establecen la prescripción como
causal de extinción de acción penal y de la pena, que consiste en la cesación de la
pretensión punitiva del Estado por el transcurso del tiempo, sin que el delito haya
sido perseguido o sin que pudiese ejecutarse la condena, respectivamente,
siempre que durante ese lapso no se corneta por el responsable un nuevo crimen
35
Art. 238 Cpp. Condiciones por cumplir decretada la suspensión condicional del procedimiento. El juez
de garantía dispondrá, según correspondiere, que durante el período de suspensión, el imputado esté sujeto al
cumplimiento de una o más de las siguientes condiciones:
a) Residir o no residir en un lugar determinado;
b) Abstenerse de frecuentar determinados lugares o personas;
c) Someterse a un tratamiento médico, psicológico o de otra naturaleza;
d) Tener o ejercer un trabajo, oficio, profesión o empleo, o asistir a algún programa educacional o de
capacitación;
e) Pagar una determinada suma, a título de indemnización de perjuicios, a favor de la víctima o
garantizar debidamente su pago. Se podrá autorizar el pago en cuotas o dentro de un determinado plazo, el
que en ningún caso podrá exceder el período de suspensión del procedimiento;
f) Acudir periódicamente ante el ministerio público y, en su caso, acreditar el cumplimiento de las
demás condiciones impuestas;
g) Fijar domicilio e informar al ministerio público de cualquier cambio del mismo, y
h) Otra condición que resulte adecuada en consideración con las circunstancias del caso concreto de que
se tratare y fuere propuesta, fundadamente, por el Ministerio Público.
Durante el período de suspensión y oyendo en una audiencia a todos los intervinientes que
concurrieren a ella, el juez podrá modificar una o más de las condiciones impuestas.
36
Ley de violencia intrafamiliar Artículo 9. Medidas accesorias
Además de lo dispuesto en el artículo precedente, el juez deberá aplicar en la sentencia una o más de las
siguientes medidas accesorias: a) Obligación de abandonar el ofensor el hogar que comparte con la víctima. b)
Prohibición de acercarse a la víctima o a su domicilio, lugar de trabajo o estudio, así como a cualquier otro
lugar al que ésta concurra o visite habitualmente. Si ambos trabajan o estudian en el mismo lugar, se oficiará al
empleador o director del establecimiento para que adopte las medidas de resguardo necesarias. c) Prohibición
de porte y tenencia y, en su caso, el comiso, de armas de fuego. De ello se informará, según corresponda, a la
Dirección General de Movilización, a la Comandancia de Guarnición o al Director de Servicio respectivo, para
los fines legales y reglamentarios que correspondan. d) La asistencia obligatoria a programas terapéuticos o de
orientación familiar. Las instituciones que desarrollen dichos programas darán cuenta al respectivo tribunal del
tratamiento que deba seguir el agresor, de su inicio y término. e) Obligación de presentarse regularmente ante
la unidad policial que determine el juez. El juez fijará prudencialmente el plazo de estas medidas, que no podrá
ser inferior a seis meses ni superior a dos años, atendidas las circunstancias que las justifiquen. Ellas podrán
ser prorrogadas, a petición de la víctima, si se mantienen los hechos que las justificaron. En el caso de la letra
d), la duración de la medida será fijada, y podrá prorrogarse, tomando en consideración los antecedentes
proporcionados por la institución respectiva. Sin perjuicio de lo anterior, el juez, en la sentencia definitiva,
fijará los alimentos definitivos, el régimen de cuidado personal y de relación directa y regular de los hijos si
los hubiere y cualquier otra cuestión de familia sometida a su conocimiento por las partes.
37
Art. 398 CPP. Suspensión de la imposición de condena por falta. Cuando resulte mérito para condenar
por la falta imputada, pero concurrieren antecedentes favorables que no hicieren aconsejable la imposición de
la pena al imputado, el juez podrá dictar la sentencia y disponer en ella la suspensión de la pena y sus efectos
por un plazo de seis meses. En tal caso, no procederá acumular esta suspensión con alguno de los beneficios
contemplados en la Ley N° 18.216.
Transcurrido el plazo previsto en el inciso anterior sin que el imputado hubiere sido objeto de nuevo
requerimiento o de una formalización de la investigación, el tribunal dejará sin efecto la sentencia y, en su
reemplazo, decretará el sobreseimiento definitivo de la causa.
Esta suspensión no afecta la responsabilidad civil derivada del delito.

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23

o simple delito. Aunque la doctrina mayoritaria comparte la idea de que el


fundamento de esta institución radica en el principio de la seguridad jurídica 38,
similar acuerdo no existe en cuanto a su naturaleza y alcance.
En efecto, mientras al fuego de la discusión acerca de su carácter penal o
puramente procesal penal, que tendría efectos en su apreciación con o sin efecto
retroactivo, el Cpp. contiene una regulación acerca de la prescripción antes
desconocida en el ordenamiento procesal (arts. 233, letra a); 248, inc. Final y
25039, inc. Final), este mismo cuerpo normativo en lo que toca a sus efectos
prácticos, al establecer que, en todo caso, las leyes procesales tampoco tienen
efecto retroactivo, salvo que sean más favorables al procesado (art. 11 Cpp).

a.-Delitos Imprescriptibles
Por lo que respecta a su alcance, la doctrina que hacía prescriptibles toda
clase de delitos, debe reducirse hoy en día únicamente a los delitos comunes,
pues conforme dispone el art. 250 inc. Final Cp., no se puede sobreseer
definitivamente una causa cuando los delitos investigados "sean imprescriptibles",
"conforme a los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes". Estos delitos, que corresponden generalmente a los de lesa humanidad
(crímenes de guerra, genocidio, torturas, etc.), y actualmente el artículo 94 bis 40 del
Cp., que indica que no caducará la acción respecto del secuestro o sustracción de
un menor, así como la tortura, apremios ilegítimos o tratos crueles, inhumanos o
degradantes, todos ellos con ocasión de un acto de violación, acceso carnal a un
menor, estupro u otros delitos sexuales.

b.- La prescripción de la acción penal


Tiempo de la prescripción conforme al art. 94 Cp., la acción penal prescribe:
Respecto de los crímenes a que la ley impone pena de presidio, reclusión o
relegación perpetuos, en quince años.
Respecto de los demás crímenes, en diez años.
Respecto de los simples delitos, en cinco años.
Respecto de las faltas, en seis meses.
Computo del tiempo, según el citado art. 94, cuando la pena señalada al
delito sea compuesta, se estará a la privativa de libertad, para la aplicación de las
reglas comprendidas en los tres primeros acápites de este artículo; si no se
impusieren penas privativas de libertad, se estará a la mayor.
El tiempo se cuenta desde el momento de la comisión del delito, pero si el
delincuente se ausenta del territorio nacional, el tiempo de la prescripción se
duplica durante el lapso de su ausencia (se cuenta un solo día por cada dos de
ausencia, art. 100 Cp.41).

38
CURY URZUA, Enrique, Derecho Penal Parte General, 2° Edición, Santiago 1982. Págs. 35 y sgts.
39
Art. 250. Sobreseimiento definitivo. El juez de garantía decretará el sobreseimiento definitivo:
a.-Cuando el hecho investigado no fuere constitutivo de delito; b.-Cuando apareciere claramente establecida la
inocencia del imputado; c.-Cuando el imputado estuviere exento de responsabilidad criminal en conformidad
al artículo 10 del Código Penal o en virtud de otra disposición legal; d.-Cuando se hubiere extinguido la
responsabilidad penal del imputado por algunos de los motivos establecidos en la ley; e.- Cuando sobreviniere
un hecho que, con arreglo a la ley, pusiere fin a dicha responsabilidad, y f.- Cuando el hecho de que se tratare
hubiere sido materia de un procedimiento penal en el que hubiere recaído sentencia firme respecto del
imputado.
El juez no podrá dictar sobreseimiento definitivo respecto de los delitos que, conforme a los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, sean imprescriptibles o no puedan ser
amnistiados, salvo en los casos de los números 1° y 2° del artículo 93 del Código Penal.
40
LEY 21.160 de fecha 18 de julio de 2019 Modifica el Código Penal, en su Artículo 94 BIS. No
prescribirá la acción penal respecto de los crímenes y simples delitos descritos y sancionados en los artículos
141, inciso final, y 142, inciso final, ambos en relación con la violación; los artículos 150 B y 150 E, ambos
en relación con los artículos 361, 362 y 365 bis; los artículos 361, 362, 363, 365 bis, 366, 366 bis, 366
quáter, 366 quinquies, 367, 367 ter; el artículo 411 quáter en relación con la explotación sexual; y el artículo
433, N° 1, en relación con la violación, cuando al momento de la perpetración del hecho la víctima fuere
menor de edad.
41
Art. 100 Cp. Cuando el responsable se ausentare del territorio de la República sólo podrá prescribir la
acción penal o la pena contando por uno cada dos días de ausencia, para el cómputo de los años.
Para los efectos de aplicar la prescripción de la acción penal o de la pena, no se entenderán ausentes
del territorio nacional los que hubieren estado sujetos a prohibición o impedimento de ingreso al país por
decisión de la autoridad política o administrativa, por el tiempo que les hubiere afectado tal prohibición o
impedimento.

Resumen de apuntes de clases PhD. Mag. Pg. Diplm. Lic. Prof. Álvaro A. Serrano Romo.
24

Momento en que comienza a correr la prescripción desde de la ejecución del


delito, que normalmente coincide con el de su consumación. Cuando el acto queda
en grado de tentativa o frustración, la prescripción correrá desde el momento en
que cese la actividad del autor. Esta prescripción corre para todos los partícipes por
igual, incluyendo el autor mediato, salvo para el encubridor cuya actuación
posterior al delito fija parte solo el momento en que comienza a correr su
prescripción. Para los casos en que el delito sea permanente, la prescripción
empieza a correr solo desde el término del estado antijurídico, lo mismo que si se
trata del delito habitual, donde la prescripción corre desde el último acto
independientemente punible. Pero tratándose de delitos continuados 42 o de
emprendimiento, puesto que su reunión en sola figura delictiva resulta de una
ficción doctrinal o legal que beneficia al imputado, debe considerarse la
prescripción de cada delito que los constituyen por separado. En cambio, en los
delitos instantáneos de efectos permanentes, no ha considerase la duración del
efecto cuya modificación o alteración no depende del autor, sino solo ha de estarse
al momento en que se realizó el delito.

b.-Suspensión e interrupción de la prescripción


Conforme al art. 96 Cp., la prescripción de la acción penal se suspende
"desde que el procedimiento se dirige contra él; pero si se paraliza su prosecución
tres años o más o se termina sin condenarle, continua la prescripción como si no
se hubiere interrumpido.
El art. 233 letra a del Cpp, especifica esta idea, señalando que la
formalización de la investigación "suspenderá el curso de la prescripción.

b.1.- Interrupción de la prescripción

c.- Prescripción de la pena


Mientras la medida del tiempo de prescripción de la acción penal ha de
hacerse con relación a la pena señalada en abstracto por la ley al delito,
tratándose de la prescripción de la pena, se estará únicamente a las impuestas por
sentencia ejecutoria, y prescriben según el art. 97, al igual que la prescripción de la
acción penal.
El tiempo de la prescripción comenzará a correr desde que la sentencia de
terminó o desde el quebrantamiento de la condena, si hubiere esta principiado a
cumplirse, declara el art 98 Cp.
La interrupción de la prescripción de la pena Por la propia naturaleza, Ia
prescripción de la pena solo se interrumpe, por Ia misma razón que lo hace la de
Ia acción penal, esto es, cuando el condenado, durante ella, cometiere
nuevamente crimen o simple delito, sin perjuicio de que comience a correr otra
vez (art. 99 Cp.).
En cuanto a las inhabilidades legales provenientes de crimen o simple
delito, el art. 105 Cp. señala que ellas solo duran el tiempo requerido para
prescribir la pena, computado de la manera que se dispone en los artículos 98, 99
y 100, con excepción de las inhabilidades para el ejercicio de los derechos
políticos.

e.- Media prescripción


El artículo 10343 del Cp., media prescripción, cuando ha transcurrido más
de la mitad del tiempo de prescripción de la acción penal, el legislador le otorga un
beneficio que es hecho como revestido de dos o más circunstancias atenuantes o
muy calificadas y de ninguna agravante.

42
Delito continuado es una situación que se produce cuando un mismo sujeto realiza, en ejecución de un plan
preconcebido o aprovechando idéntica ocasión, una pluralidad de acciones u omisiones que ofenden a uno o
varios sujetos e infringen el mismo precepto penal o preceptos de igual o semejante naturaleza, y que
determina generalmente un régimen penológico específico para su castigo.
43
Art. 103 Cp. Si el responsable se presentare o fuere habido antes de completar el tiempo de la prescripción
de la acción penal o de la pena, pero habiendo ya transcurrido la mitad del que se exige, en sus respectivos
casos, para tales prescripciones, deberá el tribunal considerar el hecho como revestido de dos o más
circunstancias atenuantes muy calificadas y de ninguna agravante y aplicar las reglas de los artículos 65, 66,
67 y 68 sea en la imposición de la pena, sea para disminuir la ya impuesta.
Esta regla no se aplica a las prescripciones de las faltas y especiales de corto tiempo.

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25

f.-Prescripción de las agravantes


La regla general es que las agravantes no prescriban, sino que cuando el
delito prescribe, estas no pueden ser alegadas, por estar vinculadas directamente
el ilícito. No obstante las agravantes que dicen relación con la conducta pretérita
del condenado, tiene su regla especial
El artículo 12 N° 15 y 16 del Cp, que tratan la reincidencia genérica y
especifica. El Art. 10444 del Cp, la prescripción de la reincidencia, este problema no
tiene que ver con la extinción de la responsabilidad penal, sino con el efecto de
estas determinadas circunstancias agravantes.

Lo mismo ocurre con la Penas Alternativas de la Ley 18.216, que en su


artículo primero inciso quinto, establece, que para los efectos de esta ley, no se
considerarán las condenas por crimen o simple delito cumplidas, respectivamente,
diez o cinco años antes de la comisión del nuevo ilícito.

II.- CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE RESPONSABILIDAD


PENAL
Lo primero que debemos tener en consideración que, a diferencia de las
circunstancias que eximen de la responsabilidad penal, las modificatorias como su
nombre lo indican, no hacen desaparecer la responsabilidad que le puede caber a
una persona determinada, sino que, atenúan o agravan la responsabilidad
personas frente a un determinado hecho, y por consiguiente pueden llegar a
modificar el quantum sancionatorio final.

1.-Concepto
Las circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal se pueden
conceptualizar como “Un conjunto de situaciones concretas, descritas por el
legislador y que, al concurrir, producen el efecto de influir en la magnitud de la
pena aplicable, sea porque la conducta es considerada más o menos injusta, o
más o menos culpable”45.
Las circunstancias que modifican la responsabilidad penal, requieren,
por regla general, de la concurrencia de elementos objetivos y subjetivos, que al
estar especificados en la ley “complementando, cuando es el caso, la descripción
típica del hecho, sea incorporándose al tipo objetivo, sea describiendo una
particularidad subjetiva”46.
A diferencias de otros sistemas, el Cp. Chileno contempla un catálogo que
en un principio eran un listado taxativo de circunstancias atenuantes y agravantes,
y una mixta, en sus arts. 11 a 13. A veces, Ley también señala particulares
circunstancias aplicables a delitos determinados: Cuando ellas se rigen por las
reglas de los arts. 6247 y sgts. Se denominan especificas (Ej. Atenuante del Art.
456 bis devolución de cosa hurtada o robada antes de ser perseguido excepción
RCV RCI y PIRATERIA), y especiales, si la ley contempla para ellas un efecto
diferente (Ej.449 bis agravante cuando se forme parte de una agrupación u
organización de dos o más personas destinada a cometer Robos hurtos abigeatos
receptación Etc.).
El Código Penal contempla en su Art. 11 nueve circunstancias atenuantes,
que admiten alguna clasificación interna. En cambia, en el Art. 12 encontramos 19
circunstancias agravantes, en una enumeración objetada por "fatigosa, casuística,
inconexa y repetitiva... sin ningún orden ni clasificación” 48 ante lo cual la doctrina

44
Art. 104 Cp. Las circunstancias agravantes comprendidas en los números 15 y 16 del artículo 12, no se
tomarán en cuenta tratándose de crímenes, después de diez años, a contar desde la fecha en que tuvo lugar el
hecho, ni después de cinco, en los casos de simples delitos.
45
BULLEMORE, Vivian y MACKINNON, John. Curso de Derecho Penal. Tomo II. Santiago, Lexis Nexis,
2007 p. 215
46
BACIGALUPO, Enrique. Derecho penal Parte General. Buenos Aires, Hammurabi, 1999, p. 596.
47
Art. 62 Cp. Las circunstancias atenuantes o agravantes se tomarán en consideración para disminuir o
aumentar la pena en los casos y conforme a las reglas que se prescriben en los artículos siguientes.
48
KÜNSEMÜLLER LOEBENFELDER, Carlos “Comentario a los arts. 12 y 13 CP”, Gaceta Jurídica nro.
212, en comentarios pág. 187.

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26

usualmente solo las clasifica en objetivas o materiales, y subjetivas o personales,


para los rectos de aplicar el art. 64 Cp49.

1.1.-Clasificación
Tal como previamente se mencionó nuestro ordenamiento penal no
presente un sistema ordenado y clasificado de circunstancias modificatorias de
penalidad, sino que una siempre enumeración, por lo que debemos recurrir a la
doctrina para encontrar clasificaciones de esta institución jurídica.

1.1.A.-Atenuantes y Agravantes
La primera y más importante clasificación que consideraremos es la que
nuestro Código Penal recoge en sus artículos 11 y 12. Nos referimos a la
distinción entre circunstancias atenuantes de la responsabilidad penal y
circunstancias agravantes de la misma. Así, nuestro Código Penal chileno se
limita solamente a señalar, enumerando taxativamente en ambos casos, cuáles
circunstancias son las que atenúan la responsabilidad criminal y cuáles la
agravan, respectivamente, sin especificar criterios ni fundamentos e
interpretándose en el sentido común de las palabras atenuar y agravar, puesto
que el Código no lo define. En particular, las circunstancias atenuantes de la
responsabilidad penal son aquellas, que tienen la característica de “determinar la
imposición de una pena más benigna” 50. Por otro lado, las circunstancias
agravantes, determinarán la imposición de una pena más estricta.

1.1.B.-Circunstancias Mixtas
El Art. 1351 Cp. contempla, la denominada circunstancia mixta del
parentesco, que puede operar como agravante o atenuante, según la naturaleza y
accidentes del delito.
La norma al establecer que es circunstancia atenuante o agravante, según
la naturaleza y accidentes del delito y la relación existente entre víctima y
victimario, según un listado taxativo que fue modificado por la Ley 20.830 de
21/04/2015 Reemplazando el inciso segundo, por el que sigue: “Ser el agraviado
cónyuge o conviviente civil, pariente por consanguinidad o afinidad en toda la línea
recta y en la colateral hasta el segundo grado, padre o hijo del ofensor”.
Vemos que la norma contempla dos exigencias, por un lado la ambigua
descripción de accidentes o naturaleza del delito, dejando espacio para una amplia
interpretación y por otro lado la exigencia de encontrarse contemplado dentro de
las personas enumeradas en el inciso segundo de la norma.
Como se mencionó es discutida la determinación de en cuales casos esta
circunstancia atenúa y en cuales agrava, pero en términos generales puede
afirmarse que tratándose de delitos que afecten la vida, integridad o salud de las
personas, la circunstancia del parentesco ha de considerarse coma agravante; en
tanto en aquellos en que solo se afecten derechos patrimoniales o de otra clases, y
que no pongan en peligro la salud o la vida del pariente, la atenuación sería
procedente. (Ver art.489 Cp.).
Otras circunstancias que dicen relación con el parentesco
Ejemplo art. 400 inciso primero del Cp. (agravación por parentesco se
aumentara en un grado la pena52) por ejemplo de lesiones menos leves en

49
Art. 64 Cp. Las circunstancias atenuantes o agravantes que consistan en la disposición moral del
delincuente, en sus relaciones particulares con el ofendido o en otra causa personal, servirán para atenuar o
agravar la responsabilidad de sólo aquellos autores, cómplices o encubridores en quienes concurran.
Las que consistan en la ejecución material del hecho o en los medios empleados para realizarlo,
servirán para atenuar o agravar la responsabilidad únicamente de los que tuvieren conocimiento de ellas antes
o en el momento de la acción o de su cooperación para el delito.
50
BULLEMORE, Vivian y MACKINNON, John. Op. Cit., p. 215.
51
Art. 13 Cp. Es circunstancia atenuante o agravante, según la naturaleza y accidentes del delito:
Ser el agraviado cónyuge, pariente legítimo por consanguinidad o afinidad en toda la línea recta y en la
colateral hasta el segundo grado inclusive, padre o hijo natural o ilegítimo reconocido del ofensor.
52
Artículo 5º Ley 20.066 (VIF).- Violencia intrafamiliar. Será constitutivo de violencia intrafamiliar todo
maltrato que afecte la vida o la integridad física o psíquica de quien tenga o haya tenido la calidad de cónyuge
del ofensor o una relación de convivencia con él; o sea pariente por consanguinidad o por afinidad en toda la
línea recta o en la colateral hasta el tercer grado inclusive, del ofensor o de su cónyuge o de su actual
conviviente. También habrá violencia intrafamiliar cuando la conducta referida en el inciso precedente

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contexto de VIF se reputan menos graves Art. 494 N° 5 Cp.). Art. 344 inciso 2° Cp.
(atenúa la responsabilidad de la mujer cuando el aborto es para ocultar su
deshonra. A inicios de la norma se entendía era de un hijo no matrimonial, se habla
por Ej. de hijo producto de una violación.

1.1.C.-Circunstancias Genéricas y Específicas


Las circunstancias modificatorias pueden clasificarse también de acuerdo
a si operan para todos los delitos o sólo para algunos. Así, por un lado, tenemos
las genéricas, que serán aquellas que se aplican para todo el catálogo de delitos, o
la mayoría de ellos, y que corresponden a las ya señaladas atenuantes y
agravante en los artículos 11 y 12, respectivamente. Por otro lado, tenemos a las
circunstancias específicas, aquellas que operarán solo respecto de determinados
delitos expresamente previstos por la ley. Es el caso de las enumeradas en el
artículo 449 bis del CP, que establece circunstancias agravantes en los delitos de
robo y hurto. O el artículo 36853 del CP, establece agravante en los delitos de
Violación estupro abuso sexual exhibición de pornografía, promoción a la
prostitución, o el caso de leyes especiales como es el artículo 19 de la Ley 20.000,
formar parte de agrupación, utilizar violencia, suministro de drogas a menores de
edad, valerse de personas exentas, por funcionario público, o en lugares de
enseñanza, institución deportiva, espectáculos públicos, actividades recreativas o
sociales, en centro hospitalarios, lugares de detención prisión, reclusión, militar o
policial. Art. 20954 de la ley 18.290 de tránsito, el caso de delitos del 193 y 196 por
quien ni haya obtenido licencia. Se le aumenta en un grado a la pena. Art. 196 de
la ley 18.290 cuando existe reincidencia.

1.1.D.-Si opera antes o después de la consumación del delito.


Otra clasificación que podemos mencionar es si operan antes de la
consumación del hecho punible o posterior al mismo
Del primero podemos ejemplificar la atenuante del artículo 11 N° 6 de CP, la
irreprochable conducta anterior, posterior a la consumación o las agravantes de
reincidencia, y luego tenemos las demás.
Finalmente otras calificaciones serán vistas al analizar en particular las
circunstancias aminorantes y agravantes de penalidad.

1.2.-Fundamento de las circunstancias modificatorias de responsabilidad


penal.
Esencialmente están incorporados como institución penal por la menor o
mayor culpabilidad del autor”55. El autor, al concurrir en alguna de estas situaciones,
merece un menor o mayor reproche por su culpabilidad, por lo que podemos concluir
que las atenuantes y agravantes operan “como una consecuencia del principio de
culpabilidad”56 desde un punto de vista subjetivo se aprecian los obstáculos que
debían ser superados para la realización de la acción, por lo que habrá mayor
reprochabilidad cuando el deber imponga una obligación mayor a la cual atender y
aun así se realice la acción contraria a dicha imposición.

ocurra entre los padres de un hijo común, o recaiga sobre persona menor de edad, adulto mayor o
discapacitada que se encuentre bajo el cuidado o dependencia de cualquiera de los integrantes del grupo
familiar.
53
Art. 368 Cp. Si los delitos previstos en los dos párrafos anteriores hubieren sido cometidos por autoridad
pública, ministro de un culto religioso, guardador, maestro, empleado o encargado por cualquier título o causa
de la educación, guarda, curación o cuidado del ofendido, se impondrá al responsable la pena señalada al
delito con exclusión de su grado mínimo, si ella consta de dos o más grados, o de su mitad inferior, si la pena
es un grado de una divisible.
54
Artículo 209 Ley 18.290.- El conductor que hubiere sido condenado a las penas de suspensión o
inhabilitación perpetua para conducir vehículos de tracción mecánica o animal, y fuere sorprendido
conduciendo un vehículo durante la vigencia de la sanción impuesta, será castigado con presidio menor en su
grado mínimo y multa de hasta diez unidades tributarias mensuales.
Si los delitos a que se refieren los artículos 193 y 196 de la presente ley, fueren cometidos por quien no
haya obtenido licencia de conducir, o que, teniéndola, hubiese sido cancelada o suspendida, el tribunal deberá
aumentar la pena en un grado.
Lo previsto en el presente artículo no se aplicará a quienes fueren condenados por los delitos contemplados
en los incisos tercero y cuarto del artículo 196.
55
BACIGALUPO, Enrique. Op. Cit.,p.598
56
BACIGALUPO, Enrique. Ibídem.

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28

Este principio de la sanción diferencia que establece nuestro legislador, la


podemos encontrar en normas, como por ejemplo el artículo 69 del Código Penal
que dispone que dentro de los límites de cada grado el tribunal determinará la
cuantía de la pena en atención al número y entidad de las circunstancias
atenuantes y agravantes y a la mayor o menor extensión del mal producido por el
delito.

1.3.- Aplicación de modificatorias a las penas de falta.


A.-Aplicación de atenuantes a las faltas penales
Al efectuar las rebajas de pena, se llega al tope mínimo de la respectiva
escala y todavía es necesario seguir bajando, cualquiera sea la escala de que se
trate, se debe imponer exclusivamente la pena de multa (arts. 6157 regla 5a primera
parte del Cp.).
El inciso primero del artículo 60 inciso 1°58 del Código Penal señala que "la
multa se considera como la pena inmediatamente inferior a la última en todas las
escalas graduales". En estos casos, la cuantía de la multa ha de fijarse de acuerdo
con el artículo 25 del señalado Código, atendiendo a la naturaleza de la infracción:
no más de treinta unidades tributarias mensuales, tratándose de crímenes; no más
de veinte de dichas unidades, tratándose de simples delitos y no más de cuatro de
tales unidades, tratándose de faltas, observando los criterios del artículo 70 del
mismo cuerpo legal, es decir, las circunstancias modificatorias de responsabilidad
penal concurrentes y, principalmente, el caudal o facultades del condenado (art. 60
inc. 2° CP), lo expuesto sin perjuicio de las excepciones contenidas por ejemplo, la
evasión de detenidos (art. 30459 Cp.) y las lesiones en riña (art. 40360 inc. 2° CP),
figuras en las cuales la ley ordena que si se da este supuesto se aplique la
última pena que contenga la respectiva escala gradual.

B.-Aplicación de agravantes a las faltas penales.


Por el contrario con lo que ocurre con las atenuantes, las circunstancias que
agravan la responsabilidad, no se aplican a las penas de falta con sanción
exclusivamente pecuniaria, lo expuesto es sin perjuicio de la regla especial en la
reiteración del hurto falta61.
57
Art. 61 Cp. La designación de las penas que corresponde aplicar en los diversos casos a que se refiere el
artículo 59, se hará con sujeción a las siguientes reglas: 5ª Si al poner en práctica las reglas precedentes no
resultare pena que imponer por falta de grados inferiores o por no ser aplicables las de inhabilitación o
suspensión, se impondrá siempre la multa.
58
Art. 60 Cp. La multa se considera como la pena inmediatamente inferior a la última en todas las escalas
graduales.
59
Art. 304 Cp. Cuando empleando las reglas anteriores para aplicar la pena, no pudiere ésta determinarse por
falta de grados inferiores o por no ser aplicables las de inhabilitación y suspensión, se impondrá la última que
contenga la respectiva escala gradual.
60
Art. 403 del Cp. Cuando sólo hubieren resultado lesiones menos graves sin conocerse a los autores de ellas,
pero sí a los que hicieron uso de armas capaces de producirlas, se impondrá a todos éstos las penas
inmediatamente inferiores en grado a las que les hubieran correspondido por tales lesiones.
En los casos de este artículo y del anterior, se estará a lo dispuesto en el 304 para la aplicación de la
pena.
61
ART. 494 bis Cp. Los autores de hurto serán castigados con prisión en su grado mínimo a medio y multa de una
a cuatro unidades tributarias mensuales, si el valor de la cosa hurtada no pasa de media unidad tributaria
mensual.
La falta de que trata este artículo se castigará con multa de una a cuatro unidades tributarias mensuales,
si se encuentra en grado de frustrada. En estos casos, el tribunal podrá conmutar la multa por la realización de
trabajos determinados en beneficio de la comunidad, señalando expresamente el tipo de trabajo, el lugar donde
deba realizarse, su duración y la persona o institución encargada de controlar su cumplimiento. Los trabajos se
realizarán, de preferencia, sin afectar la jornada laboral o de estudio que tenga el infractor, con un máximo de
ocho horas semanales. La no realización cabal y oportuna de los trabajos determinados por el tribunal dejará sin
efecto la conmutación por el solo ministerio de la ley, y deberá cumplirse íntegramente la sanción primitivamente
aplicada.
En los casos en que participen en el hurto individuos mayores de dieciocho años y menores de esa edad,
se aplicará a los mayores la pena que les habría correspondido sin esa circunstancia, aumentada en un grado, si
éstos se han prevalido de los menores en la perpetración de la falta.
En caso de reincidencia en hurto falta frustrado, se duplicará la multa aplicada. Se entenderá que hay
reincidencia cuando el responsable haya sido condenado previamente por delito de la misma especie,
cualquiera haya sido la pena impuesta y su estado de cumplimiento. Si el responsable ha reincidido dos o más
veces se triplicará la multa aplicada.
La agravante regulada en el inciso precedente prescribirá de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 104. Tratándose de faltas, el término de la prescripción será de seis meses.

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La reiteración de hurtos que, producto de la modificación introducida por la


Ley N° 19.950, de 2004, también se hace extensiva al hurto-falta. En efecto,
de acuerdo con el artículo 451, inciso primero, CP "En los casos de reiteración de
hurtos, aunque se trate de faltas, a una misma persona, o a distintas personas en
una misma casa, establecimiento de comercio, centro comercial, feria, recinto o
lugar el tribunal calificará el ilícito y hará la regulación de la pena tomando por base
el importe total de los objetos sustraídos, y la impondrá al delincuente en su grado
superior". Pues bien, y dejando a un lado el sentido que la doctrina le atribuye al
aludido precepto, lo que aquí quiere destacarse es que gracias a dicha norma la
reiteración de hurtos-falta puede terminar conminada con una pena de simple
delito de hurto.
En el caso de las inhabilidades, cuando concurren como pena principal y no
como pena accesoria, se aplicara lo dispuesto en el artículo 77 inciso 3° del Cp. En
relación con artículo 61 regla 5° del Cp.
Sin perjuicio, en que si bien no es una agravación de pena, la regla de
determinación de pena del artículo 35162 del Código Procesal Penal.

C.- Detención en caso de comisión de faltas penales flagrantes


Relacionado con la faltas, es importante tener presente la facultad y
obligación de las policías, referido al restablecimiento del orden publico por parte
de las policía, y las faltas que puede ser controlada su detención por un tribunal de
garantía
El artículo 134 inciso 463 del Código Procesal Penal, establece los Ilícitos en
que procede la detención por flagrancia, y el artículo 129 en su inciso 1° 64
establece la facultad a todo ciudadano de detener en casos de comisión de delitos
flagrantes.
Es necesario hacer un pequeña reflexión, es importante no confundir que
las policías siempre están facultados para restablecer el orden público, esto incluye
cuando se esté cometiendo incluso una falta flagrante por un menor de edad, lo
que ocurre posterior hace la diferencia, toda vez que una vez reestablecido el
orden público en determinados delitos y faltas, sólo podrán quedar citados y no
podrán permanecer detenidos por la policía. Sin perjuicio de las medidas de
protección que pueda dictar el juez de familia respectivo dentro del ámbito de sus
competencias, que permita que el menor se mantenga por un lapso superior en
custodia de la policía.

62
Art. 351 del CPP. Reiteración de crímenes o simples delitos de una misma especie. En los casos de
reiteración de crímenes o simples delitos de una misma especie se impondrá la pena correspondiente a las
diversas infracciones, estimadas como un solo delito, aumentándola en uno o dos grados.
Si, por la naturaleza de las diversas infracciones, éstas no pudieren estimarse como un solo delito, el
tribunal aplicará la pena señalada a aquella que, considerada aisladamente, con las circunstancias del caso,
tuviere asignada una pena mayor, aumentándola en uno o dos grados, según fuere el número de los delitos.
Podrá, con todo, aplicarse las penas en la forma establecida en el artículo 74 del Código Penal si, de
seguirse este procedimiento, hubiere de corresponder al condenado una pena menor.
Para los efectos de este artículo, se considerará delitos de una misma especie aquellos que afectaren al
mismo bien jurídico.
63
Artículo 134 Cp.- Citación, registro y detención en casos de flagrancia. Quien fuere sorprendido por la policía in
fraganti cometiendo un hecho de los señalados en el artículo 124, será citado a la presencia del fiscal, previa
comprobación de su domicilio.
La policía podrá registrar las vestimentas, el equipaje o el vehículo de la persona que será citada.
Asimismo, podrá conducir al imputado al recinto policial, para efectuar allí la citación.
No obstante lo anterior, el imputado podrá ser detenido si hubiere cometido alguna de las faltas
contempladas en el Código Penal, en los artículos 494, N °s. 4 y 5, y 19, exceptuando en este último caso los
hechos descritos en los artículos 189 y 233; 494 bis, 495 N° 21, y 496, Nos. 3, 5 y 26.
En todos los casos señalados en el inciso anterior, el agente policial deberá
informar al fiscal, de inmediato, de la detención, para los efectos de lo dispuesto en el inciso segundo del
artículo 131. El fiscal comunicará su decisión al defensor en el momento que la adopte.
El procedimiento indicado en el inciso primero podrá ser utilizado asimismo cuando, tratándose de un
simple delito y no siendo posible conducir al imputado inmediatamente ante el juez, el funcionario a cargo del
recinto policial considerare que existen suficientes garantías de su oportuna comparecencia.
64
Artículo 129 Cpp.- Detención en caso de flagrancia. Cualquier persona podrá
detener a quien sorprendiere en delito flagrante, debiendo entregar inmediatamente al aprehendido a la policía,
al ministerio público o a la autoridad judicial más próxima. (…)

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30

La detención por flagrancia procede en todos los casos de crímenes y en los


simples delitos, salvo aquellos que la ley no sancionare con penas privativas ni
restrictivas de libertad. Ej. En la usurpación no violenta del artículo 458 del Código
Penal, que está sancionada únicamente con pena de multa, no procede la
detención del imputado por flagrancia, no obstante hay excepciones a este norma
como es el caso del simple delito de conducción en estado de ebriedad simple art.
196 de la Ley 18.290, en que en términos generales sólo se le dejará citado.
En el caso de las faltas penales, la detención es excepcional y procede sólo
en los siguientes casos, establecidos en los artículos del Código Penal que se
indican a continuación: - Amenazas con arma blanca (artículo 494 N° 4). - Lesiones
leves (artículo 494 N° 5). - Incendios, estafas, apropiaciones indebidas y hurtos de
hallazgo que no excedan de una unidad tributaria mensual (artículo 494 N° 19). -
Hurto falta, cuando el valor de la especie no exceda de ½ U.T.M. (artículo 494 bis).
- Daños falta que no excedan de 1 U.T.M. (artículo 495 N° 21). - Ocultación o
negación de entrega de identidad o entrega de domicilio falso (artículo 496 N° 5). -
Lanzamiento de piedras u otros objetos en lugares públicos (artículo 496 N° 26). -
Impedir el ejercicio de las funciones fiscalizadoras de los inspectores municipales.
(artículo 496 N°3) Cualquier otra falta distinta de las anteriores, tales como los
desórdenes del artículo 494 N° 1 del Código Penal o la falta de consumo de drogas
del artículo 50 de la Ley N° 20.000, no hace procedente la detención, pero
igualmente se debe dar cuenta del hecho al Fiscal. La persona que fuere
sorprendida por la policía cometiendo algún simple delito o falta flagrante que no
admita la detención, será citada a la presencia del Fiscal.
No obstante lo señalado previamente, en el caso de los adolescentes
imputados por faltas penales o delitos que la ley no sancionare con penas
privativas o restrictivas de libertad (artículo 124 Código Procesal Penal), se vuelve
a la regla general de que a su respecto no se admite la detención, oportunidad en
la cual el funcionario policial se limitará a citar al menor a la presencia del Fiscal y
lo dejará en libertad, previo señalamiento de domicilio, en la forma prevista por el
artículo 26 Código Procesal Penal, conforme lo dispone el artículo 31 de la Ley N°
20.084.

2.-CIRCUNSTANCIAS ATENUANTES

2.1. Eximente incompleta


Según el art. 11 N° 1°Cp., son circunstancias atenuantes, las eximentes
del art. 10 del Cp. "Cuando no concurran los requisitos necesarios para eximir de
responsabilidad en todos sus casos".
Para nuestra doctrina dominante, esta clase de atenuante parece
fundamentarse en la idea de la gradualidad del daño causado de Ia culpabilidad
del autor," y solo puede operar conforme a las reglas de los arts. 62 y sgts., en los
casos que no encuentra especial aplicación alguna de las disposiciones de los arts.
71, 72 y 73 Cp65.
El artículo 62 del Cp., dispone que las circunstancias atenuantes o
agravantes se tomarán en consideración para disminuir o aumentar la pena en los
casos y conforme a las reglas que se prescriben en el mismo cuerpo normativo.
Además, coincide nuestra doctrina en admitir que la eximente incompleta,
pose a su amplio tenor literal, no tiene en verdad aplicación en todos y cada uno de
los supuestos del art. 10. Por su propia naturaleza, se excluyen de la eximente
incompleta de este art. 11 N° 1, las del N° 2 del art. 10, ser menor de catorce años,
por no admitir graduación; caso fortuito, también por contar con especial regulación
en el art. 71; la del N° 9, si se admite en ella la "fuerza física", porque está es o no
es irresistible y por tanto se tratará a su respecto de otra situación no graduable; y

65
Art. 71. Cuando no concurran todos los requisitos que se exigen en el caso del número 8º del artículo 10
para eximir de responsabilidad, se observará lo dispuesto en el artículo 490.
Agravante prevalimiento de menor
Art. 72. En los casos en que aparezcan responsables en un mismo delito individuos mayores de dieciocho
años y menores de esa edad, se aplicará a los mayores la pena que les habría correspondido sin esta
circunstancia, aumentada en un grado, si éstos se hubieren prevalido de los menores en la perpetración del
delito, pudiendo esta circunstancia ser apreciada en conciencia por el juez.

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31

Ia del N° 13, pues el cuasidelito está o no contemplado en la ley, siendo también


imposible su graduación. Por otro lado, es mayoritaria la afirmación según la cual
no procede apreciar la eximente incompleta en los casos de privación parcial de la
razón causada por un estado de embriaguez.
Nuestra doctrina y jurisprudencia dominantes tiende a considerar que,
tratándose de divisibilidad moral, solo es aplicable la atenuante por eximente
incompleta del art. 11 N° 1.
Además de las exclusiones expuestas, existe unanimidad en la doctrina y
en la jurisprudencia en el sentido de que para gozar de esta atenuante no basta
reunir algunos requisitos de la eximente, si falta entre ellos el esencial o básico de
cada una de ellas.
Los efectos del quantum sancionatorio están previstos en el Art. 73
del Cp.
Se aplicará asimismo la pena inferior en uno, dos o tres grados al
mínimo de los señalados por la ley, cuando el hecho no fuere del todo excusable
por falta de alguno de los requisitos que se exigen para eximir de responsabilidad
criminal en los respectivos casos de que trata el artículo 10, siempre que concurra
el mayor número de ellos, imponiéndola en el grado que el tribunal estime
correspondiente, atendido el número y entidad de los requisitos que falten o
concurran.
Esta disposición se entiende sin perjuicio de la contenida en el artículo 71
del Cp.

2.2. Atenuantes pasionales


El Art. 11 contempla las siguientes circunstancias atenuantes basadas en
la alteración pasional:
Art. 11 N° 3° La de haber precedido inmediatamente de parte del ofendido
provocación o amenaza proporcional al delito.
Art. 11 N° 4° La de haberse ejecutado el hecho en vindicación próxima de
una ofensa grave causada al autor, a su cónyuge, a sus parientes por
consanguinidad o afinidad en toda la línea recta y en línea colateral hasta el
segundo grado inclusive, a sus padres o hijos reconocidos.
Art. 11 N° 5° La de obrar por estímulos tan poderosos que naturalmente
hayan producido arrebato y obcecación.
El fundamento de todas estas atenuantes radicaría en que no siendo
posible extinguir las pasiones naturales que impulsan a vengar las provocaciones,
ofensas amenazas injuriosas, la ley ha tenido que guardarles ciertas
consideraciones. Lo que fundamenta aquí Ia atenuación es el estado anímico del
sujeto al momento de delinquir, provocado por un estímulo externo.
Atendida esta común naturaleza, nuestra doctrina y parte de nuestra
jurisprudencia consideran que no son compatibles entre sí, debiendo elegirse la
más adecuada al caso, con el argumento de que un mismo hecho no puede dar
lugar a dos atenuantes diferentes.

2.3. Irreprochable conducta anterior


Aunque el fundamento de esta atenuante, prevista en el Art. 11 N° 6 del
CP. (irreprochable conducta anterior), es discutido en la doctrina, lo cierto es que
un somero análisis de nuestra jurisprudencia demuestra que se trata de una de
las causales de atenuación más socorridas en los Tribunales, en un esfuerzo
humanitario por mitigar las a veces excesivas penas en nuestro código, y en
algunas leyes especiales, permitiendo al mismo tiempo otorgar penas alternativas
otorgando la posibilidad de enmendar su rumbo, mediante la concesión de alguna
de las penas alternativas de la Ley N 18.216 66. En tanto tales condiciones se
mantengan, no parece del todo censurable una concesión de humanitarismo, si
con ello se posibilita una adecuada aplicación de las penas.
El principal problema que ha traído la aplicación de esta atenuante es
determinar su contenido; mientras para la jurisprudencia tradicional esta
circunstancia "supone un comportamiento exento de toda censura y de toda
transgresión a la ley", lidera en nuestros tribunales la idea de que bastaría con un

66
Ver Art. 38 de La Ley 18.216

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32

pasado exento de reproche penal (sin antecedentes prontuariales pretéritos) para


admitir la atenuación, como postula buena parte de nuestra doctrina.
La limitación temporal de las anotaciones prontuariales para evitar la
aplicación de esta atenuante están dadas en el propio Código Penal, al existir un
norma que establece la limitación para considerar una anotación prontuarial, en el
artículo 104 del Cp. (limitación la agravación de reincidencia genérica y específica
Art. 12 N° 15 y 16 en 5 y 10 años según corresponda), estableciéndose la idea
mayoritaria, que al no poder ser considerada como agravante la anotación
prontuarial, debe entenderse que el sujeto esta favorecido por la atenuante del art.
11 N° 6 del CP. Además debe tenerse en consideración el artículo 1° 67 inciso
penúltimo de la ley 18.216.

2.4. Procurar con celo reparar el mal causado


La 7° circunstancia del art. 11, fundada en consideraciones de política
criminal tendientes a evitar que el daño causado por el delito se expanda o a
repararlo si ello ya no es posible ("impedir sus ulteriores perniciosas
consecuencias"). Para que opere esta atenuante, el delito cometido en el grado de
desarrollo que haya llegado, debe encontrarse completo en su faz ejecutiva y, por
tanto, haberse ya causado un mal a reparar o cuyas ulteriores perniciosas
consecuencias sean evitables.
Como la ley exige la presencia de un mal producido, se han presentado
discusiones acerca de la clase de delitos en que puede operar, aunque la
jurisprudencia mayoritaria parece inclinarse a entender que esta atenuante no es
restrictiva y tiene un ámbito de aplicación general, "en cuanto no hace distinción
alguna acerca de la naturaleza del delito en que puede procurarse la reparación;
salvo los casos expresamente excluidos por la Ley.
Aunque la ley no explicita la forma de la reparación, es costumbre que esta
se realice por medio de consignaciones ante el Tribunal de la causa.
A pesar de que antes de la entrada en vigor del nuevo Proceso Penal
existieron fallos de la Corte Suprema que no acogieron la atenuante, aun ante
avenimientos entre las partes o declaraciones juradas de la víctima, hoy en día, en
ciertos delitos los de carácter puramente patrimonial, las lesiones menos graves y
en los cuasidelitos, la institución del acuerdo reparatorio del art. 241 CPP. Permite
no solo la atenuación, sino directamente la extinción de la responsabilidad penal
con el solo acuerdo de las partes y aún sin haber reparación pecuniaria de por
medio, lo que por analogía in bonam partem, debiera extenderse a la apreciación
de esa circunstancia.
Ejemplo de algunas limitaciones a la aplicación de la atenuante del art. 11
N° 7 del Cp.
Debe tenerse en consideración que, tratándose de los delitos de, robo con
violencia o intimidación, no será aplicable el artículo 11 N° 7 del CP., por expresa
disposición del artículo 450 bis del CP, y según lo dispuesto en el artículo 456 bis
inciso final, tampoco podrá entenderse reparación celosa por la sola entrega de la
especie hurtada o robada, en los casos de los delitos de robo o hurto.
Asimismo el Artículo 20 de la Ley 20.000, establece que en los delitos
contemplados en esta ley no procederá la atenuante de responsabilidad penal
contenida en el número 7 del artículo 11 del Código Penal.

2.5. Colaboración con Ia justicia (Colaboración sustancial)


Las circunstancias 8° y 9°68 del art. 11 contemplan, respectivamente, dos
formas diferentes de colaboración con la justicia:
La auto denuncia y confesión de quien puede eludir la acción de la justicia
por medio de la fuga u ocultándose", y Colaborar sustancialmente al
esclarecimiento de los hechos.
Ambas atenuantes se fundamentan en razones de política-criminal, que
favorecen aquí no a la víctima del delito, como en la circunstancia del N° 7, sino la
acción de la justicia, que de otro modo se vería frustrada o retardada.
67
Para los efectos de esta ley, no se considerarán las condenas por crimen o simple delito cumplidas,
respectivamente, diez o cinco años antes de la comisión del nuevo ilícito.
68
8ª Si pudiendo eludir la acción de la justicia por medio de la fuga u ocultándose, se ha denunciado y
confesado el delito.
9ª Si se ha colaborado sustancialmente al esclarecimiento de los hechos

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33

La amplitud con que está redactada la circunstancia 9° parece permitir


apreciación más laxa de las formas de colaboración con la justicia, muy necesarias
en el nuevo proceso penal, particularmente para recompensar a quien,
reconociendo su responsabilidad por los hechos imputados, acepta soluciones
diferentes al juicio oral (suspensión condicional del procedimiento, procedimiento
abreviado, etc.). Queda, de este modo, reducida a una cuestión menor la exigencia
detallada de requisitos que antes se hacían valer para aceptar la circunstancia 8°,
pues a falta de ellos, siempre que se haya colaborado sustancialmente en el
esclarecimiento de los hechos, corresponderá apreciar la circunstancia 9°.
Interesante es el caso del artículo 11 N° 9 del Cp., relacionarse con el
artículo 40769 del CPP, referido a la aceptación del procedimiento abreviado, en que
el Fiscal del Ministerio Público puede considerar como suficiente la aceptación del
procedimiento abreviado para reconocer dicha aminorante de responsabilidad..
Jurisprudencialmente se ha entendido abrumadoramente que para operar
la circunstancia del artículo 11 N° 8, no debe haberse iniciado la persecución penal
en su contra, esta persecución podrá ser de “hecho”, como es que la policía lo esté
buscando, o “jurídica”70 por medio de querellas o inicio de investigación penal de
parte del Ministerio Público.

2.5.a.-Diferencia de la Cooperación Eficaz o delación compensada, con la


cooperación sustancial 11 N° 9 Cp.
La exigencia de mayores requisitos solo quedaría reservada a los casos en
que la colaboración con la justicia constituye una circunstancia atenuante especial,
como es el caso de la cooperación eficaz, consagrado en la ley de drogas, y otras
normas como actualmente con la modificación establecida en la ley 21.495 de
fecha 04 de octubre de 2022 que modifica la ley 18.290 de tránsito creando el
artículo 197 quater que establece la rebaja e un grado la colaboración relevante
en el esclarecimiento de a participación responsable de quienes organice,
participen en la organización o conduzcan vehículo motorizados en carreras no
autorizadas..
En esta línea, los Estados en forma individual, y la comunidad
internacional en su conjunto, han desarrollado el llamado “Derecho Penal Premial”,
que es una técnica de política criminal consistente en valorar en forma favorable el
comportamiento procesal de un sujeto perseguido penalmente, quien respondiendo
a modelos predefinidos podría obtener como premio ciertos beneficios, como por
ejemplo, la reducción de la pena71 . Se basa entonces en un sistema de estímulos
en la cooperación con la autoridad encargada de la persecución penal para lograr
una mayor eficacia en la represión de ciertos delitos.
La cooperación eficaz, claramente se inserta dentro del llamado Derecho
Penal Premial, y ha sido reconocida en todas las latitudes, en este sentido,
“Pentito” (Italia), “Arrepentido” (Argentina, Alemania, Francia, Luxemburgo y
España) “Colaborador Eficaz” (Chile y Colombia) o simplemente “Colaborador”

69
Art. 407 Cpp. Oportunidad para solicitar el procedimiento abreviado. Una vez formalizada la
investigación, la tramitación de la causa conforme a las reglas del procedimiento abreviado podrá ser acordada
en cualquier etapa del procedimiento, hasta la audiencia de preparación del juicio oral.
Si no se hubiere deducido aún acusación, el fiscal y el querellante, en su caso, las formularán
verbalmente en la audiencia que el tribunal convocare para resolver la solicitud de procedimiento abreviado, a
la que deberá citar a todos los intervinientes. Deducidas verbalmente las acusaciones, se procederá en lo
demás en conformidad a las reglas de este Título.
Si se hubiere deducido acusación, el fiscal y el acusador particular podrán modificarla según las
reglas generales, así como la pena requerida, con el fin de permitir la tramitación del caso conforme a las
reglas de este Título. Para estos efectos, la aceptación de los hechos a que se refiere el inciso segundo del
artículo 406 podrá ser considerada por el fiscal como suficiente para estimar que concurre la circunstancia
atenuante del artículo 11, Nº 9, del Código Penal, sin perjuicio de las demás reglas que fueren aplicables para
la determinación de la pena.
Si el procedimiento abreviado no fuere admitido por el juez de garantía, se tendrán por no formuladas las
acusaciones verbales realizadas por el fiscal y el querellante, lo mismo que las modificaciones que, en su caso,
éstos hubieren realizado a sus respectivos libelos, y se continuará de acuerdo a las disposiciones del Libro
Segundo de este Código.
70
Se hace la distinción entre persecución de hecho o jurídica, para efectos didácticos, atendido a que toda
persecución efectuada por un órgano del estado mandatado para tal fin, ejemplo adunas, policías etc., es de
carácter jurídico.
71
MONTOYA, Mario Daniel. “Informantes y técnicas de Investigación encubiertas”. 2ª Edición actualizada.
Editorial Ad-hoc. Buenos Aires. 2001. Pág. 225

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34

(Bolivia). Tal y como señala el Magistrado español José Antonio Choclán Montalvo,
“el ofrecimiento de atenuación de la pena hecho al colaborador de justicia
constituye, de este modo, un importante instrumento político criminal para la lucha
contra la criminalidad organizada”72 .
En países de distinta tradición jurídica a la nuestra, el Derecho Penal
Premial ha adoptado otras formas. Así por ejemplo, podemos encontrar en Estados
Unidos el sistema de negociación de penas que cuenta con el aval de la Suprema
Corte de ese país73.
Fundamentalmente consiste, en que a cambio de información que permita
esclarecer la comisión y participación de terceros ya sea en su propio delito como
en otros, aes así a modo ejemplar que el artículo 22 de la Ley 20.000, establece
que la cooperación eficaz es la que conduzca al esclarecimiento de los hechos
investigados o permita la identificación de sus responsables; o sirva para prevenir
o impedir la perpetración o consumación de otros delitos de igual o mayor
gravedad contemplados en esta ley. En estos casos, el tribunal podrá reducir la
pena hasta en dos grados.
Sin embargo, tratándose del delito contemplado en el artículo 16(asociación
ilícito para cometer delitos de la presente ley), la reducción de la pena podrá
comprender hasta tres grados.
Se entiende por cooperación eficaz el suministro de datos o informaciones
precisas, verídicas y comprobables, que contribuyan necesariamente a los fines
señala-dos en el inciso primero.

2.6.- obrar por celo a la justicia


La circunstancia 10°, “El haber obrado por celo a la justicia”, es original de
nuestro código, siendo agregada en la sesión 122 de la comisión redactora de
26/03/1873, a instancias de Fabres, con el argumento de que “en muchos casos
puede actos puede un celo exagerado arrastrar a la ejecución de actos que
constituyen delito, proponiéndose el hechor el mejor servicio de un puesto público.
La doctrina mayoritaria que esta circunstancia aprovecha tanto al
funcionario público como al particular, pero efectivamente la acción de quien la
alega, tiene una exigencia subjetiva, que no debe obrar con un norte de beneficio
personal, sino que debe ser por un principio mayor, aunque puede estar equivoca
o no, es el accionar por pasión en que la justicia actué y no sea pasada a llevar.

3.- CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES


A diferencia de las circunstancias aminorantes de responsabilidad, la
agravantes lo que hacen es intensificar la respuesta punitivamente del estado en
contra del hechor, atendida a que la concurrencia de estas circunstancias agregan
un disvalor a la conducta básica descrita en el tipo penal, ya sea que guardan
relación directa con el hecho perseguido Ej. Alevosía, o con especiales
características del hechor o de su conducta anterior o posterior Ej. Reincidencia
genérica.
3.1. Alevosía
Hay alevosía "cuando se obra a traición o sobre seguro". En otras palabras
cuando el o los autores buscan asegurar, al momento de cometer un delito,
esencialmente contra las personas, de que no se corre o se minimizan los riesgos
que pudiera provenir de una reacción defensiva por parte de la persona atacada.

72
CHOCLÁN Montalvo, José Antonio. “La Organización Criminal. Tratamiento Penal y Procesal”. Editorial
Dyckinson. Año 2000.pág 66.
73
En 1969 la Corte Suprema de los Estados Unidos de América del Norte asentó su respaldo al sistema de
negociación de penas al pronunciarse sobre el caso Santobello v/s New York estableciendo que: ¡la
disposición de cargos criminales a través de un acuerdo entre el fiscal y el acusado, algunas veces llamado, en
forma laxa, con la expresión “negociación de penas” es un componente esencial de la administración de
justicia. Debidamente administrado, debe ser estimulado...” citado por Muñoz Neira, Orlando en “Sistema
Penal Acusatorio de Estados Unidos” Editorial Legis. Bogotá. 2006. Págs.. 232 y 233.

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35

Con todo, la circunstancia 1° del art. 12 limita su aplicación a los delitos


contra las personas, por lo que el art. 456 bis 74 Cp. la ha debido declarar también
aplicable a los de robo con violencia e intimidación en las personas75".
La circunstancia consiste, básicamente, en el aprovechamiento por parte
del autor de Ia indefensión de la víctima, lo que le da el carácter marcadamente
subjetivo. De allí que el ataque a niño o a un ciego no sea siempre necesariamente
alevoso.
Como elemento de conexión o similitud entre la alevosía y la agravante de
abuso de superioridad (12 N° 6 Cp. que algún sector doctrinal denomina
indebidamente alevosía de segundo grado76) sólo existe la disminución de las
posibilidades de defensa por parte de la víctima. En este sentido se pronuncian las
STS 23/01/200677, u otro interesante fallo que trata tangencialmente el tema es de
fecha 16 de enero de 201978, entre otras muchas sentencias.
Si es en el homicidio pasará a denominarse homicidio calificado por alevosía
art. 391 N° 1 del Cp.

3.2. Precio o promesa remuneratoria


La actuación prevista en el Art. 12 N° 2 Cp., esto es, actuar mediante
precio, recompensa o promesa, se ha entendido que agrava la responsabilidad
tanto del que realiza materialmente el hecho, como de su mandante79.
El precio, recompensa o promesa ha de ser remuneratorio, esto es,
avaluable en dinero, excluyéndose de tales los favores sexuales y las
recompensas meramente honorificas.
Cometer un delito es un comportamiento humano contrario a las
exigencias del Estado de Derecho. Pero si la realización del crimen está motivada
por fines abyectos, tales como, entre otros, la obtención de «precio, recompensa o
promesa», entonces esa conducta ha merecido, históricamente, mayor desvalor
ético y social. En efecto, ya en el Derecho Romano la Lex Cornelia de sicariis et
veneficis, dada por SILA, dirigida contra los asesinos sicarii y los bandidos
ladrones, castigaba el asesinato violento por cuenta ajena80.
El supuesto más importante de actuación por precio, el crimen sicarii o
asesinato por dinero, se encuentra especialmente regulado en el art. 391 N° 1 81 del

74
Art. 456 bis Cp. En los delitos de robo y hurto serán circunstancias agravantes las siguientes:
1º Ejecutar el delito en sitios faltos de vigilancia policial, obscuros, solitarios, sin tránsito habitual o que por
cualquiera otra condición favorezcan la impunidad; 2º Ser la víctima niño, anciano, inválido o persona en
manifiesto estado de inferioridad física; 3º suprimido; 4º Ejercer la violencia en las personas que intervengan
en defensa de la víctima, salvo que este hecho importe otro delito, y 5º Actuar con personas exentas de
responsabilidad criminal, según el número 1º del artículo 10. Las circunstancias agravantes de los número 1º y
5º del artículo 12 serán aplicables en los casos en que se ejerciere violencia sobre las personas. En estos delitos
no podrá estimarse que concurre la circunstancia atenuante del número 7 del artículo 11 por la mera restitución
a la víctima de las especies robadas o hurtadas y, en todo caso, el juez deberá considerar, especificada, la
justificación del celo con que el delincuente ha obrado.
75
POLITOFF, Sergio / MATUS, Jean Pierre / RAMÍREZ, María Cecilia, Lecciones de Derecho penal chileno,
(2004)., op. cit., pág. 509.
76
Crimina 3.4. El sistema español: Los Delitos Universidad de Navarra Facultad de Derecho.
http://www.unav.es/penal/crimina/topicos/alevosia.html
77
Agravante N° 6° del art. 12 del Cp, definida como "abusar el delincuente de Ia superioridad de su sexo, de
sus fuerzas o de las armas, en términos que el ofendido no pudiera defenderse con probabilidades de repeler la
ofensa.
78
STS Tribunal Supremo de España Sala de lo Penal Sentencia Rol núm. 716/2018 de fecha 16 de enero del
año 2019 CENDOJ Centro de documentación judicial Consejo General del Poder Judicial.
http://www.poderjudicial.es/search/AN/openCDocument/cac2ec927df2ac2484b8072b28c6b92aceb6f15323e9
3ff2.
79
POLITOFF, Sergio / MATUS, Jean Pierre / RAMÍREZ, María Cecilia, Lecciones de Derecho penal chileno,
(2004)., op. cit., pág. 510.
80
FERRINI, Contardo «Esposizione storica e dottrinale del diritto penale romano», en «Enciclopedia del
diritto penale italiano», a cura di E. PESSINA; Milano, 1905, vol. 1, págs. 379 y 382, y MOMMSEN, Theodor
«Derecho Penal romano», traducción del alemán por P. DORADO, Bogotá, Editorial Temis, 1976, págs. 398 y
sgts.
81
Proyecto presentado por diputados de diversas bancadas. Moción busca tipificar el sicariato. 17 de junio de
2020 La Moción busca fortalecer la respuesta penal de nuestro ordenamiento jurídico frente al homicidio por
premio o promesa remuneratoria, aumentando la penalidad en su tramo superior hasta el presidio perpetuo
calificado. Para ello, el proyecto crea un tipo penal que, manteniendo idéntico núcleo típico de la norma
actual, dota de autonomía a la conducta y permite asignarle un régimen punitivo diferenciado.
El sicariato se enmarca principalmente dentro de las estructuras del crimen organizado, con especial arraigo en
las organizaciones vinculadas al narcotráfico; es un homicidio con particularidades propias, tanto por el nivel

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CP, y por tanto, no corresponde en tales casos apreciar, además, esta agravación,
en otras palabras hablamos de un elemento calificante y no agravante propiamente
tal, toda vez que al concurrir el premio o promesa remuneratorio en conjunto con
un delito de homicidio, nos encontramos, no con un homicidio agravado sino que
con el tipo penal de homicidio calificado.
El personaje del sicario, o asesino a sueldo, es un homicida que asesina
por encargo a cambio de un pago determinado, generalmente retribuido en dinero
u otros bienes materiales, y en donde se establece una relación contractual que
ubica al sicario como el autor material del crimen ordenado y pagado por un autor
intelectual82.

3.3. Medios estragosos


Los medios estragosos empleados en la comisión de un delito, esto es,
inundación, incendio, veneno u otra medio que pueda ocasionar grandes estragos
o dañar a otras personas, se corresponde con la circunstancia agravante del art.
12 n° 3 del CP.
Si el autor no ha empleado tales medios, pero actúa con ocasión de la
ocurrencia de un estrago, no es aplicable esta circunstancia, sino la 10° 83.
Tampoco es aplicable Ia circunstancia cuando Ia utilización de alguno de los
medios señalados constituye por sí misma un delito, como sucede
paradigmáticamente con el incendio y la inundación, considerados hechos
especialmente punibles por los arts. 374 y sgts. Cp84.
Diferencia con la circunstancia agravante de la Ley 21.208
Con ocasión. De la naturaleza y antisaqueo Relevante resulta mencionar
las modificaciones introducidas por la ley n° 21.208 de fecha 30 de enero del año
2020, a los artículo art. 449 ter y art. 449 quáter, que agravan las penas cuando
los delitos de Robo con violencia o intimidación art. art. 436 Cp; Robo en lugar
habitado o destinado a la habitación art. 440 Cp; No habitado art. 442 Cp; Bienes
nacionales de uso público art. 443 Cp; de cajeros automáticos dispensadores o
contendores art. 443 Bis; El portar especies para cometer delitos de robo art. 445
Cp., como en los delitos de hurto simple art. 446 Cp., Agravado art. 447 Cp; Bienes
que forman parte de los servicios públicos art. 447 Bis, y de hallazgo art. 448, sean
cometidos con ocasión de calamidad pública o de alteración del orden público.
Aunque el empleo del veneno es también una circunstancia recogida de la
descripción del delito de homicidio calificado del art. 391 N° 1, en este caso parece
diferenciarse de la agravante expuesta, por faltar la naturaleza estragosa del
envenenamiento a un particular. Distinto es, en cambio, el tratamiento del veneno
en el delito de envenenamiento de aguas del art. 315 85 inciso 1° del Cp., donde
claramente corresponde al sentido de esta agravante, y que por lo mismo no
puede ser considerada en la determinación de la pena.
También resulta relevante como figuras independientes lo dispuesto en
artículo 316, art. 318, art. 318 bis, y art. 318 ter del Código Penal, estrés tres
últimos que fueran modificados por la ley 21.240 de fecha 20 de junio del año

de violencia y profesionalismo con que se ejecuta, como por su relación estrecha con el funcionamiento de
organizaciones criminales complejas. Chile enfrenta el surgimiento de nuevos patrones delictuales, de los
cuales se han tenido casos de homicidios por encargo. Con el fin de avanzar en la materia, la iniciativa busca
crear un tratamiento penal especial que persiga materializar el creciente reproche social para quienes perpetran
estas conductas. Asimismo, se establecen reglas especiales de determinación de la pena en el caso de
concurrir las circunstancias agravantes señaladas en los numerales 15 y 16 del artículo 12 del Código Penal.
Finalmente, se realizan las adecuaciones pertinentes para que esta figura siga excluida del régimen de penas
sustitutivas y se mantenga la regla de exigencia de 2/3 de la condena cumplida, para efectos de la libertad
condicional, siempre que no mediare condena de presidio perpetuo o perpetuo calificado por cierto. Ver texto
íntegro del Boletín Nº 13577-07.
82
RUIZ VA, Campos GT, Padrós BF. El sicariato: una perspectiva psicosocial del asesinato por encargo. Rev
Elec Psic Izt. 2016;19(3):994-1013. (citando Schlenker, 2012).
83
Art. 10 N° 10ª Cp. Cometer el delito con ocasión de incendio, naufragio, sedición, tumulto o conmoción
popular u otra calamidad o desgracia.
84
POLITOFF, Sergio / MATUS, Jean Pierre / RAMÍREZ, María Cecilia, Lecciones de Derecho penal chileno,
(2004)., op. cit., pág. 511.
85
Art. 315 Cp. El que envenenare o infectare comestibles, aguas u otras bebidas destinados al consumo
público, en términos de poder provocar la muerte o grave daño para la salud, y el que a sabiendas los vendiere
o distribuyere, serán penados con presidio mayor en su grado mínimo y multa de veintiuna a cincuenta
unidades tributarias mensuales.

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37

2020, que se encuentran insertos en el párrafo de los crímenes y simples delitos


contra la salud pública. No obstante interesante jurisprudencia que tanto el tribunal
constitucional como la corte Suprema, al establecer otros medios previos a la
acción penal, como lo sumarios sanitarios.

3.4. Ensañamiento
El ensañamiento, que se encuentra descrito en el art. 12 N° 4°, consiste en
aumentar deliberadamente el mal del delito causando otros males en exceso e
innecesarios para completar la ejecución.
Por lo tanto, cuando el autor conoce que sus acciones previas ya son
suficientes por ejemplo para causar la muerte, los actos añadidos, si objetivamente
son adecuados para ello y no puede aportarse otra razón probable y verosímil,
pueden atribuirse a su deseo de causar un mal mayor a la víctima86.
Se trata, como señala Pacheco87, de un "lujo de males", un ataque dirigido
intencionalmente a causar males innecesarios. También se encuentra recogida esta
circunstancia en el homicidio calificado del art. 391 N° 1, e implícitamente en la
figura de torturas del art. 150-A del Cp. Delito que comete el empleado público que
aplica a una persona privada de libertad tormentos o apremios ilegítimos, físicos o
mentales, u ordenare o consintiere su aplicación.
Requisitos:
a) Uno objetivo, constituido por la ejecución de males objetivamente
innecesarios para lograr el resultado típico, que aumentan el dolor o sufrimiento de
la víctima
b) Y otro subjetivo, consistente en que el autor debe ejecutar, de modo
consciente y deliberado, unos actos que ya no están dirigidos de modo directo a la
consumación del delito, sino al aumento del sufrimiento de la víctima.

3.5. Premeditación
Como señala la circunstancia 5° del art. 12, esta agravante opera
únicamente en "los delitos contra las personas", por lo que, al igual que con la
alevosía, el legislador ha ampliado su ámbito de aplicación a los delitos de robo
con violencia y otros (art. 449 bis Cp.). También, al igual que con la alevosía, esta
circunstancia se contempla como modalidad del homicidio calificado, donde no
opera coma agravante genérica.
Dos son los criterios que se han elaborado para estimar la existencia de
premeditación, que no se encuentra definida en la ley, el cronológico, esto es, la
"firme, persistente y reflexiva decisión dirigida a cometer el delito";" y el ánimo frio y
calculador con que debe ejecutarse el delito, todo lo cual supondría una mayor
indefensión de Ia victima (y de allí su similitud con la alevosía).
Aunque es cierto que son imaginables situaciones excepcionales en las
que esta circunstancia pueda apreciarse sin antes estimar la existencia de la
alevosía (el que decididamente y sin alteración anímica ataca de frente a su
víctima), no dejan de ser certeras las palabras con que PACHECO rechazaba esta
circunstancia, por superflua.

3.6. Astucia, fraude o disfraz


Estas modalidades de ejecución se encuentran descritas juntamente con la
premeditación en la circunstancia 5° del art. 12, y por lo mismo, vale a su respecto
lo dicho con relación al ámbito de aplicación de aquella.
La agravación parece también encontrar sentido con relación a la supuesta
mayor indefensión de la víctima, a lo que se añadiría, en el caso del disfraz, las
dificultades para el reconocimiento posterior del delincuente y la consecuente
correcta actuación de la justicia.
Sobre el punto hay una interesante sentencia del Tribunal Supremo
Español88, que establece que: "esta circunstancia está integrada por un ardid,
86
WOLTERS KLUWER Guías Jurídicas: https://guiasjuridicas.wolterskluwer.es/Content/Documento .aspx?
params=H4sIAAAAAAAEAMtMSbF1jTAAAUMjU3NTtbLUouLM_DxbIwMDCwNzAwuQQGZapUt -
ckhlQaptWmJOcSoAZnLDkDUAAAA=WKE
87
PACHECHO Joaquín Francisco, El código Penal concordado y comentado, 5° edición Madrid, 1881. Pág.
222
88
STS España. Sentencia del Tribunal Supremo 448/1978 de 10 de mayo de 1978.

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38

artificio o medio engañoso para conseguir algo, con la suficiente carga psicológica
de veracidad para producir efecto en los destinatarios y con la finalidad de lograr
una mayor facilidad en la realización del delito o en su impunidad, o ambas cosas a
la vez, ya que la llamada telefónica realizada por el procesado al domicilio, en el
que se llevaron a efecto los hechos, manifestando a sus moradores que un familiar
acababa de ingresar en un Hospital no siendo realidad, es medio engañoso o ardid
suficiente para producir el efecto en los receptadores de abandonar el domicilio,
que es lo que se propuso el procesado para realizar con mayor facilidad la
infracción penal, con lo que se dan los tres requisitos que integran la agravante
examinada y que fue apreciada por la Sala de Instancia con la debida técnica
jurídica".
Se relaciona tangencialmente con esta agravante la falta penal del artículo
496 N° 5 del Código Penal, que establece la falta de quien ocultaré su verdadero
nombre y apellido a la autoridad o a persona que tenga derecho para exigir que los
manifieste, o se negare a manifestarlos o diere domicilio falso. Que lo que
relaciona a ambas normas es la intención de no ser identificados a fin de no
responder por sus actos ante la autoridad competente. La ocultación se basta por
si isma para configurar la falta. A quién le oculto mi identidad, y debo relacionarlo
con el control de identidad, o relacionarlo con un tribunal.
También se puede relacionar con la norma que regula el CONTROL DE
IDENTIDAD, del artículo 85 del Código Procesal Penal, esto es, que la policía, sin
orden previa de los fiscales, puede solicitar la identificación de cualquier persona
en los casos fundados, en que, según las circunstancias, estimaren que existen
indicios de que ella hubiere cometido o intentado cometer un crimen, simple delito
o falta; de que se dispusiere a cometerlo; de que pudiere suministrar informaciones
útiles para la indagación de un crimen, simple delito o falta; o en el caso de la
persona que se encapuche o emboce para ocultar, dificultar o disimular su
identidad. La identificación se realizará en el lugar en que la persona se
encontrare, por medio de documentos de identificación expedidos por la autoridad
pública, como cédula de identidad, licencia de conducir o pasaporte. El funcionario
policial deberá otorgar a la persona facilidades para encontrar y exhibir estos
instrumentos.
El 12 de la Ley 20.931 reconoce una hipótesis de control de identidad que
resulta a la vez más amplia y más limitada que la prevista en el artículo 85 del
Código Procesal Penal. Por una parte, la hipótesis de la Ley 20.931 es más amplia,
ya que no exige la verificación de indicio alguno para dar lugar al control de
identidad. Sin embargo, dicha figura es también más limitada en tanto:
1) no permite a la policía registrar vestimentas, equipaje o vehículo de la
persona;
2) no permite que la persona sea conducida a la unidad policial en caso de
que la identificación no haya sido posible (el artículo dispone que en este caso, «el
funcionario policial deberá poner término de manera inmediata al procedimiento»);
3) el control de identidad se permite exclusivamente con respecto a
personas mayores de 18 años;
4) el tiempo máximo de la diligencia se reduce a una hora; y
5) el artículo otorga mayores facultades de identificación al sujeto
controlado, no solo ampliando los documentos que serán considerados aceptables
—incluyendo la tarjeta estudiantil—, sino también admitiendo el uso de dispositivos
tecnológicos.

3.7. Abuso de superioridad


Es la agravante 6° del art. 12, definida como "abusar el delincuente de Ia
superioridad de su sexo, de sus fuerzas o de las armas, en términos que el
ofendido no pudiera defenderse con probabilidades de repeler la ofensa"89.
Puesto que Ia actuación del que se propone hacer el mal al ir
acompañada, la mayor parte de las veces, de alguno de los factores que menciona
esta circunstancia, su aplicación se encuentra excluida en razón de lo dispuesto en

89
POLITOFF, Sergio / MATUS, Jean Pierre / RAMÍREZ, María Cecilia, (2004)., op. cit., pág. 512.

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el art. 63 Cp90., a menos que la superioridad respecto de Ia victima haya sido el


factor determinante en la decisión de delinquir.
Sobre el abuso de superioridad, la doctrina mayoritaria manifiesta que no
debiera ser parte de la enumeración de circunstancias agravantes, basado entre
otras razones, como establece ZAPATA “por la estrecha analogía que guarda con
la alevosía, siendo, en términos generales, otra modalidad de alevosía” 91. Por su
parte para ORTIZ QUIROGA Y ARÉVALO, esta causal presenta un aspecto
objetivo y otro subjetivo; el objetivo viene dado por el hecho de que el sujeto activo
efectivamente goce de una situación de superioridad, ya sea en virtud del sexo, de
las fuerzas o de las armas; el subjetivo, por su parte, viene dado por el hecho de
que el sujeto activo conozca la superioridad y ésta sea su motivación para
delinquir92. Al tener en consideración lo anterior, podemos advertir la cercanía de la
fundamentación de esta agravante con la alevosía en su modalidad de actuar
sobre seguro, razón por la cual se confunden, tornándose en incompatibles. El
profesor LABATUT, considera que la única diferencia que podría haber entre
ambas agravantes es que en la alevosía, lo que se busca es la completa anulación
de la defensa de la víctima, mientras que en el abuso, sólo la disminución de
aquella93. Así, CURY es partidario de la idea de que el abuso de superioridad “es
idéntico al de la alevosía, con la cual tiende a confundirse” 94. Por lo tanto, es
posible dejar sentada la siguiente conclusión: “no podría ponderarse en un mismo
hecho, la debilitación (proveniente del abuso) y la anulación de las fuerzas de la
víctima (propio de la alevosía).

3.8. Abuso de confianza


La 7° agravante del art. 12, "cometer el delito con abuso de confianza" (la
que podría existir entre personas que viven juntas, compañeros de trabajo, visitas
que se reciben, etc.), es también muchas veces parte de la descripción típica de
importantes delitos, y por lo mismo, su aplicación práctica resulta reducida por la
disposición del art. 63 Cp.
Así sucede en los fraudes (particularmente, en el delito de apropiación
indebida del art. 470 N° 1), y en el delito de hurto doméstico o formulato (art. 447 95
Cp.).
El abuso de confianza se relaciona con el actuar a traición o sobreseguro,
toda vez que para que exista traición debe existir un cierto grado de confianza la
que será traccionada, ya sea anterior o creada para tal efecto, es así que en
nuestra doctrina, CURY define la traición como “el aprovechamiento, para la
ejecución del delito, de la confianza que la víctima o un tercero han depositado en
el hechor, o que este se ha granjeado con ese objeto” 96. Por su parte, GARRIDO
MONTT, distingue dos formas de actuar a traición: la primera “comprende la
maquinación tendiente a engañar o a aparentar ante la víctima una situación
diversa a la verdadera” y la segunda, consiste en el “aprovechamiento de la
confianza o lealtad que la víctima ha depositado en él” 97 , quedando claro que lo
central de este aspecto es la confianza traicionada. Finalmente, nuestra
jurisprudencia hace eco de las ideas comentadas, al señalar que “para que exista
traición es necesario que el agente proceda con engaño, quebrantando la lealtad o
fidelidad que le debe a la persona de la víctima”98

90
Art. 63 Cp. No producen el efecto de aumentar la pena las circunstancias agravantes que por sí mismas
constituyen un delito especialmente penado por la ley, o que ésta haya expresado al describirlo y penarlo.
Tampoco lo producen aquellas circunstancias agravantes de tal manera inherentes al delito que sin la
concurrencia de ellas no puede cometerse.
91
ZAPATA MEDINA, Jorge, La Alevosía, obrar a traición o sobre seguro, (Rancagua, Impresiones Antártida,
2012), pág. 80.
92
ORTIZ QUIROGA, Luis, ARÉVALO CUNICH, Javier, Las consecuencias jurídicas del delito, (Santiago,
Editorial Jurídica de Chile, 2013), pag.424.
93
LABATUT, Gustavo, Derecho Penal (9ª edición, Santiago, Editorial Jurídica de Chile, 1990) Tomo I,
pág.225.
94
CURY, Enrique, Derecho penal, parte general (3ª edición, Santiago, Universidad Católica de Chile, 2011),
pág. 528.
95
POLITOFF, Sergio / MATUS, Jean Pierre / RAMÍREZ, María Cecilia, (2004)., op. cit., pág. 513.
96
CURY URZÚA, ob. cit. (2011), págs. 516 y 517.
97
GARRIDO MONTT, Mario, El homicidio y sus figuras penales, (Santiago, Ediciones Encina, 1976) págs.
156 a 157.

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40

3.9. Prevalerse del carácter público que tenga el culpable


Esta 8° circunstancia del art. 12 supone el uso del poder, prestigio,
oportunidades o medios que se pones a disposición del empleado público, en la
comisión por parte de éste de delitos comunes.
Pero, obviamente, tratándose de delitos funcionarlos (Libro II Tít. III; Tít. IV;
Tít V. Cp.), la agravante no es aplicable (art. 63 Cp.).
Ej. Autoridad policial que ordena a subordinados que lo dejen pasar
cuando comete un delito de Conducir en Estado de Ebriedad.

3.10. Anadir Ia ignominia


La 9° circunstancia del art. 12 se refiere al empleo de "medios" o al "hacer
que concurran circunstancias" que "añadan la ignominia a los efectos propios del
hecho", esto es, injurien, avergüencen o humillen a la víctima más allá de lo
requerido para la ejecución del delito.
El típico ejemplo de la violación en presencia de parientes, que
lamentablemente han debido conocer nuestros tribunales.

3.11. Aprovecharse de una calamidad


En in circunstancia 10° del art. 12 Cp., se contempla como agravante de
"cometer el delito con ocasión de incendio, naufragio, sedición, tumulto o
conmoción popular u otra calamidad o desgracia". (Ver ley antisaqueos).

3.12. Auxilio de terceros


Conforme la circunstancia 11° del art. 12, el auxilio de terceros puede ser
de "gente armada" o "de personas que aseguren o proporcionen la impunidad".
La agravante recae únicamente en el autor del delito, no en sus partícipes,
aunque sean también sancionados como autores, según algún numeral del art. 15
del Cp.
Sin embargo, Ia agravación no radica únicamente en el número de
partícipes, sino en el hecho de haber empleado a estos precisamente para
asegurar la impunidad del hechor.
Diferente es la situación del art. 449 bis, donde Ia ley se basta únicamente
con la coparticipación criminal (ser dos o más) para imponer la agravación a todos
los partícipes, siempre y cuando sea más que la simple coautoría y menos que la
asociación ilícita. Naturalmente, en tales casos, no se podrá aplicar, además, la
agravante genérica estudiada, lo mismo que sucede cuando la coparticipación
parece requerirla la propia ley (como en Ia rebelión del art. 121 Cp.).

3.13. Nocturnidad y despoblado


La circunstancia 12° del art. 12 contempla como agravación del delito el
"ejecutarlo de noche o en despoblado".
Sin embargo, y con sano criterio, la ley agrega que “el tribunal tomara o no
en consideración esta circunstancia, según la naturaleza y accidentes del delito",
facultad que permite mitigar las dudas acerca de que ha de entenderse por "noche"
o "en despoblado", pues lo principal aquí es que el autor se haya valido
efectivamente de la nocturnidad y lo solitario de un lugar para cometer un delito,
cuya comisión pueda beneficiarse de dichas circunstancias. Ej, en delito de
violación llevarse a la víctima a un cerro solitario.

3.14.- Desprecio a la autoridad


En artículo 12 en su circunstancia 13°, agrava al delito ejecutado "en
desprecio o con ofensa de la autoridad pública o en el lugar en que se halle
ejerciendo sus funciones".
Como muchas de las ya vistas agravantes, esta circunstancia no tienen
lugar en los delitos en que ella aparece ínsita por disposición del art. 63 Cp., como
los atentados y desacatos de los arts. 261 a 269 Cp.99.

98
SENTENCIA DE LA EXCMA. CORTE SUPREMA DE CHILE, de 06 de abril de 1976. En Revista de
Derecho y Jurisprudencia, (T. LXXIII, parte 2ª, sección 4ª p. 144).
99
POLITOFF, Sergio / MATUS, Jean Pierre / RAMÍREZ, María Cecilia, (2004)., op. cit., pág. 515.

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41

La aplicación de esta circunstancia depende, fundamentalmente, de que el


delito se haya cometido en forma deliberada para ofender a la autoridad o a la
persona que de la desprecia.
Es una agravante de muy difícil aplicación, toda vez que como ya se
mencionó si la acción descrita va inserta como elemento del tipo penal, esto es
accionar en contra de quien detenta la calidad de la autoridad, no puede aplicarse
como agravante por norma expresa que deriva del principio non bis in idem, y por
tanto sólo puede ser aplicada en los demás delitos, siempre y cuando el delito su
fin último sea dirigido a ofender a una autoridad determinada.

3.15. Ofensa a un lugar de culto


La circunstancia 17° del art.12, agrava la responsabilidad de quien comete
un delito "en lugar destinado al ejercicio de un culto permitido en la Republica". El
fundamento de esta circunstancia parece radicar en un intento por asegurar de un
modo eficaz la libertad de culto, constitucionalmente protegida100. Luego, podría ser
admisible sólo si el lugar se escoge con la intención de ofender el ejercicio del culto
de que se trate, y siempre que ello no constituya uno de los especiales delitos de
los arts. 138,139 y 140101 Cp.
Dentro de la agravante fundamental aparece la determinación de vocablo
LUGAR, que por lo general se conceptualiza con un espacio físico determinado.
Así, la Real Academia Española señala que “lugar” viene de “logar” y significa: 1)
Espacio ocupado o que puede ser ocupado por un cuerpo cualquiera. 2) Sitio o
paraje. 3) Ciudad, villa o aldea. 4) Población pequeña, menor que villa y mayor que
aldea, entre otras acepciones irrelevantes para esta memoria. De acuerdo a esto,
al ser “lugar” una palabra cuyo significado es amplio, en cuanto a que no se
entregan características concretas comunes a todo lugar, no obstante, siempre se
hace referencia a un espacio físico, se vuelve necesario acotar su significado con
el objetivo de comprender su alcance.
Nuestra doctrina ha entregado definiciones de esta palabra, sin embargo,
lo ha hecho únicamente dentro del análisis del delito de robo con fuerza,
específicamente para caracterizar “lugar habitado” y “lugar no habitado” o bien,
para diferenciar esta palabra de “sitio” que se utiliza en el artículo 443 del Código
Penal. Por su parte, Etcheberry señala: “en el artículo 443 inciso 1° 102 el empleo de
la expresión “sitio”, en vez de “lugar” y su equiparación a los bienes nacionales de
uso público (como las plazas, calles, caminos, puentes) indican que puede también
tratarse de puntos no cerrados o protegidos103”.
En ese contexto, Garrido Montt, señala: “Lugares son, en consecuencia,
aquellos recintos cerrados, con ciertas protecciones que impiden el libre acceso,
en tanto que sitios son espacios abiertos, sin protecciones especiales104”.

3.16. Desprecio al ofendido


El artículo 12 en la circunstancia 18°, se refiere al que ejecuta un delito
"con ofensa o desprecio del respeto porque por la dignidad, autoridad, edad o sexo
mereciere el ofendido, o en su morada, cuando el no haya provocado el suceso".
Es difícil conciliar esta agravación con la garantía constitucional de
igualdad ante la ley y la protección del honor que, constitucionalmente, se dispensa
a todas las personas; puesto que toda víctima de un delito se sentirá por igual,
ofendida con su comisión105.

100
POLITOFF, Sergio / MATUS, Jean Pierre / RAMÍREZ, María Cecilia, (2004)., op. cit., pág. 515.
101
El Art. 138 del Cp., contiene el tipo penal de quien por medio de violencia o amenaza impida el ejercicio de
culto permitido en la repúblico. Hay que recordar que en Chile hay libertad de culto y por tanto, cualquier
culto que no sea contrario a la leyes. Por su parte el artículo 140 del Cp., establece que el que por acciones o
amenazas ultrajaren a ministro de culto de forma violenta o que le ocasionare lesiones del menos graves o
simplemente graves.
102
Art. 443 inciso 1° Cp. Con la misma pena señalada en el artículo anterior se castigará el robo de cosas que
se encuentren en bienes nacionales de uso público o en sitio no destinado a la habitación si el autor hace uso
de llaves falsas o verdaderas que se hayan substraído, de ganzúas u otros instrumentos semejantes o si se
procede, mediante fractura de puertas, vidrios, cierros, candados u otros dispositivos de protección o si se
utilizan medios de tracción.
103
ETCHEBERRY. Alfredo. (1998) Tomo III, op, cit., pág. 321.
104
GARRIDO MONTT, Mario.(2003) Parte Especial Tomo IV, op. cit., pág. 233.
105
POLITOFF, Sergio / MATUS, Jean Pierre / RAMÍREZ, María Cecilia, (2004)., op. cit., pág. 515.

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42

Si bien hay tipos penales que regulan por separado la afectación de la hora
y del honor, como es el caso que vimos del artículo 140 del Cp., o precisamente la
norma de los Arts. 412 y sgts. que regula la calumnia en sus diferentes formas,
pero que en esencia es descrita como “La imputación de un delito determinado
pero falso y que pueda actualmente perseguirse de oficio”. También encontramos
el tipo penal de los artículos 416 y sgts. del Cp., que establece que la injuria es:
Toda expresión proferida o acción ejecutada en deshonra, descrédito o
menosprecio de otra persona. Se clasifican en Graves art. 417 del Cp., graves por
escrito y con publicidad art. 418 del Cp., las injurias leves del artículo 420 del
mismo cuerpo normativo, y finalmente la injuria falta del artículo 496 N° 11 del
Código Penal. Ofensas a la autoridad 495 N° 4°, lo que se ataca no es la persona
sino lo que representa.
En los delitos de injurias y calumnias el bien jurídico protegido es el honor,
pero debemos tener en cuenta, que se refiere al honor en cuanto aspecto de la
dignidad de la persona como ser social (no sólo la percepción social de la persona,
o fama, ni tampoco la percepción subjetiva o autoestima). Admite algunos
márgenes de disponibilidad. Existen también vías no penales de protección del
honor.
Finalmente tanto en la agravación de la penalidad como en los delitos de
injurias y calumnias, en el ordenamiento y doctrina nacional se entiende que sólo
afectan a las personas físicas y no así a las jurídicas, como lentamente por
ejemplo en España que se ha ido extendiendo el concepto a las personas jurídicas
(pero según la doctrina jurisprudencial española más amplia, que protege el honor
de la persona jurídica como medio para tutelar la dignidad de la persona física).

3.17. Fractura o escalamiento


El artículo 12 en su circunstancia 19° establece el escalamiento como
agravante, entendiendo por tal ejecutar el delito "por medio de fractura o
escalamiento de lugar cerrado". Se discute aquí si esta circunstancia comprende lo
mismo que el escalamiento del art. 440 N° 1, encontrándose dividida la doctrina, no
obstante siendo minoritaria de quienes consideran que, por ejemplo, mientras en
esta agravante común se podría considerar el hecho de fracturar una puerta al
salir, en el art. 440 N° 1 la fractura se limita a entrar al Lugar.
La importancia de la determinación del lugar, en que según la doctrina
debe ser debidamente delimitado y cerrado que brinde un mínimo de protección
para poder ser objeto de la comisión de un delito en que pueda invocarse la
presente agravación de penalidad, es así, que al analizar los presupuesto y
requisitos de esta agravante, debemos necesariamente relacionarla con otras
figuras de nuestro código punitivo, como el artículo 139 N°1 señala: Sufrirán la
pena de reclusión menor en su grado mínimo y multa de seis a diez unidades
tributarias mensuales: 1° Los que con tumulto o desorden hubieren impedido,
retardado o interrumpido el ejercicio de un culto que se practicaba en lugar
destinado a él o que sirve habitualmente para celebrarlo, o en las ceremonias
públicas de ese mismo culto.
Lo mismo ocurre en los artículos 346 y 349 del Código Penal que castigan
el abandono de menores de cierta edad en lugar no solitario y solitario
respectivamente, señalando: Art. 346. El que abandonare en un lugar no solitario a
un niño menor de siete años, será castigado con presidio menor en su grado
mínimo. Art. 349. El que abandonare en un lugar solitario a un niño menor de diez
años, será castigado con presidio menor en su grado medio. De la lectura de estos
artículos es posible apreciar la importancia del lugar indicado, puesto que la acción
de abandono de un menor de siete o de diez años respectivamente, será castigada
únicamente si se cumple con el lugar señalado, por lo que es preciso definir qué se
entiende por lugar solitario, para luego entender el mismo concepto en negativo.
De los ejemplos entregados, cabe destacar que la norma caracteriza el
espacio protegido, sin embargo, existe la posibilidad que la norma no contenga
explícitamente características del lugar y éstas se tengan que deducir de la
redacción del tipo penal o del análisis de las formas de comisión señaladas, por
ejemplo con el delito de robo con fuerza en las cosas en lugar habitado, destinado
a la habitación o en sus dependencias, tipificado en el artículo 440 del Código
Penal, que tras analizar las formas de comisión de dicho delito (escalamiento), se

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43

puede llegar a la conclusión que el lugar habitado, destinado a la habitación o sus


dependencias, y como mencionamos previamente se debe ser un lugar cerrado o
resguardado, puesto que el verbo rector es “entrar”, por tanto para entrar a un
lugar, se requiere que el mismo este delimitado y se quebranten los medios de
resguardo de dicho espacio. En esta norma, la ley no entrega características
concretas del lugar más que señalar que debe ser habitado o destinado a la
habitación o sus dependencias, pero es del análisis de los medios de comisión que
la doctrina y jurisprudencia han ido definiendo características de dicho lugar.

3.18. Reincidencia
Siguiendo el modelo español, nuestro Código impone en las circunstancias
14°, 15° y 16°, una agravación adicional a quien ha sido condenado por un nuevo
delito cometido con posterioridad a una condena anterior, basada en la idea clásica
de que el reincidente no ha aprovechado suficientemente el castigo anterior para
enmendar su rumbo.
En Chile, el profesor Enrique CURY señala que “existe reincidencia
cuando el sujeto que ha sido condenado por uno o más delitos incurre, después de
ello, en otra u otras conductas punibles106.
La reincidencia, que no se vincula con la naturaleza del delito en particular
o con los móviles o motivaciones del agente, es la circunstancia de mayor
aplicabilidad práctica, jugando un rol importante, además, para impedir la
concesión de ciertas penas alternativas, como las de la Ley 18.216. El delincuente
es refractario en el cumplimiento de normas legales y además es contumaz en
cometer delitos con penas iguales, o delito de la misma naturaleza.

3.18.1. Reincidencia impropia


Se trata de la situación de quien comete un delito "mientras cumple una
condena o después de haberla quebrantado y dentro del plazo en que puede ser
castigado por el quebrantamiento" (art. 12 N° 14°).
Aunque se ha discutido Ia aplicabilidad práctica de esta circunstancia, que
aparece en el art. 91 Cp. como fundamento para imponer las penas por el
quebrantamiento de condena, buena parte de la jurisprudencia parece entender la
idea que dichas penas, no son tales, sino sólo medidas administrativas, que no son
óbice para imponer la agravación referida.
La historia de la reincidencia en nuestro Derecho Positivo se inicia con la
Sesión Novena de la Comisión Redactora del Código Penal (21 de mayo, 1870),
en la que se aprobó, previo un breve de intercambio de opiniones entre los señores
Altamirano, Gandarillas y Rengifo, el número 17 del artículo 12, en los términos
siguientes: “Haber sido castigado el culpable anteriormente por delitos a que la ley
señale igual o mayor pena”. Sin discusión fue aprobado el numeral 18,”Ser
reincidente en delito de la misma especie”. La figura de reincidencia – denominada
“ficta”- que se contiene en el No 14 del artículo 12, no existía en el Código hispano
que sirvió de modelo principal al nuestro. Este factor de agravación es original del
texto nacional y su incorporación fue aprobada en la sesión 138, a indicación del
señor Fabres, con ocasión de estudiarse el texto definitivo del actual artículo 91 del
Código Penal107.
Tener presente que para que opere la agravación de penalidad, el nuevo
hecho ilícito se ha entendido que debe ser delito en términos generales de
aplicación del término delito(Crimines y simples delitos), dejando de lados las faltas
penales.

3.18.2. Reincidencia propia genérica


Art. 12 N° 15. Consiste en efectivamente, haber sido castigado el culpable
anteriormente por delitos que la ley señala igual o mayor pena.
El art. 92 Cp.; aclara que el culpable se le aplica esta circunstancia sólo si
el culpable ha cumplido condena por “dos o más delitos a que la ley señala igual o
mayor pena”.

106
CURY URZÚA Enrique, “Derecho Penal, Parte General”, 9ª Edición, Santiago, Editorial Pontificia
Universidad Católica de Chile, año 2008, pág 504.
107
ACTAS de las sesiones de la Comisión Redactora del Código Penal Chileno, p. 497.

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44

Así, no procederá la agravante si sólo ese ha condenado por una pena


muy severa, o por dos penas inferiores.
La pena siempre deber ser considerada en abstracto, pero existe
jurisprudencia que consideran la pena en concreto para determinar si cumple con
el requisito de igual o mayor gravedad.

3.18.3. Reincidencia propia especifica


En estos casos, la ley sólo exige el cumplimiento previo de una condena
por un delito "de la misma especie" (art. 12 N° 16). Como hemos visto a propósito
de las reglas de la reiteración, la determinación de que ha de entenderse por
delitos de la misma especie es sumamente discutida: son el homicidio simple y el
robo con homicidio delitos de la misma especie?, del secuestro agravado por
lesiones lo es con estas?, ¿la violación con homicidio es de la misma especie que
el favorecimiento de la prostitución?, etc. ¿Aplicaremos la misma regla del art. 351
Cpp.?
Lo único cierto aquí es que al menos será de la misma especie la
infracción al mismo tipo penal, y que en el resto de los casos la jurisprudencia
mayoritaria se inclina, que al concurrir delitos pluriofensivos, como previamente
mencionamos debe tener al menos un bien jurídico protegido de la misma
especie.
Se entenderá que hay reincidencia cuando el responsable haya sido
condenado previamente por delito de la misma especie, cualquiera que haya sido
la pena impuesta y su estado de cumplimiento
Que debe entenderse por delitos de la misma especie. El artículo 351 del Cpp. En
sus primeros incisos:
Art. 351. Reiteración de crímenes o simples delitos de una misma especie. En
los casos de reiteración de crímenes o simples delitos de una misma especie se impondrá
la pena correspondiente a las diversas infracciones, estimadas como un solo delito,
aumentándola en uno o dos grados.
Si, por la naturaleza de las diversas infracciones, éstas no pudieren estimarse
como un solo delito, el tribunal aplicará la pena señalada a aquella que, considerada
aisladamente, con las circunstancias del caso, tuviere asignada una pena mayor,
aumentándola en uno o dos grados, según fuere el número de los delitos.
Podrá, con todo, aplicarse las penas en la forma establecida en el artículo 74 del
Código Penal si, de seguirse este procedimiento, hubiere de corresponder al condenado
una pena menor.
Para los efectos de este artículo, se considerará delitos de una misma especie
aquellos que afectaren al mismo bien jurídico.
(inciso cuarto). Para los efectos de este artículo se considerarán delitos de
una misma especie aquellos que estén penados en un mismo título del Código
Penal o ley que los castiga.

3.18.4. Prescripción de la reincidencia propia


El art. 104 Cp. establece como regla especial que las circunstancias
agravantes comprendidas en los números 15 y 16 del artículo 12 no se tomaran en
cuenta tratándose de crímenes, después de diez años, a contar desde la fecha en
que tuvo lugar el hecho, ni después de cinco, en los casos de simples delitos108.

3.19.- Agravante la llamada Ley Zamudio, Ley N° 20.609 de 24/07/2012 en


su artículo 17 incorpora la agravante del 12 N° 21 Cp.
21ª. Cometer el delito o participar en él motivado por la ideología, opinión
política, religión o creencias de la víctima; la nación, raza, etnia o grupo social a
que pertenezca; su sexo, orientación sexual, identidad de género, edad, filiación,
apariencia personal o la enfermedad o discapacidad que padezca.

108
Ver Art. 1° de la Ley 18.216.

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3.20.-La ley 21.483 de 24/08/2022 Modifica el código penal para reforzar la


protección penal a la infancia y a otras personas que indica, en su artículo 1 inciso
primero agrega el artículo 12 del Código Penal un numeral 22.
Art. 12 N° 22.° Cometer el delito contra una víctima menor de 18 años, un
adulto mayor o una persona con discapacidad, en los términos de la ley N°
20.422109, que establece normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión
social de personas con discapacidad.

3.21.-Algunas normas que agravan las penas, y reglas de determinación


de pena establecidas en otros artículos del código penal y en legislaciones
especiales.

3.22.a.-Agravante art. 400 del Cp. Parentesco.


Art. 400. Si los hechos a que se refieren los artículos anteriores de este
párrafo se ejecutan en contra de alguna de las personas que menciona el artículo
5° de la Ley sobre Violencia intrafamiliar, o con cualquiera de las circunstancias
segunda, tercera o cuarta del número 1º del artículo 391 de este código, las penas
se aumentarán en un grado110.
Asimismo, si los hechos a que se refieren los artículos anteriores de este
párrafo se ejecutan en contra de un menor de dieciocho años de edad, adulto
mayor o persona en situación de discapacidad, por quienes tengan encomendado
su cuidado, la pena señalada para el delito se aumentará en un grado.
De la misma forma, si los hechos a que se refieren el numeral 2° del artículo
397 y el artículo 399 se ejecutaren en contra de miembros de los Cuerpos de
Bomberos en ejercicio de sus funciones, la pena señalada para el delito se
aumentará en un grado
Ley 20.066 de violencia intrafamiliar.
Artículo 5º Violencia intrafamiliar. Será constitutivo de violencia intrafamiliar
todo maltrato que afecte la vida o la integridad física o psíquica de quien tenga o
haya tenido la calidad de cónyuge del ofensor o una relación de convivencia con
él; o sea pariente por consanguinidad o por afinidad en toda la línea recta o en la
colateral hasta el tercer grado inclusive, del ofensor o de su cónyuge o de su
actual conviviente.
También habrá violencia intrafamiliar cuando la conducta referida en el inciso
precedente ocurra entre los padres de un hijo común, o recaiga sobre persona
menor de edad, adulto mayor o discapacitada que se encuentre bajo el cuidado o
dependencia de cualquiera de los integrantes del grupo familiar.
Ley 20.066 ley de Violencia intrafamiliar en su artículo 9, en caso que el
delito sea cometido contra alguna de las personas que establece el artículo 5 de la
misma ley, establece una carga adicional a los delitos comunes en general, que es
el establecimiento de condiciones que deben ser impuestas al momentos de dictar
sentencia, y/o al momento de suspender condicionalmente la pena.
Similar situación ocurre con el artículo 494 N° 5 111. Que establece que las
lesiones clínicamente leves, el tribunal no las podrá calificar como leves, si se han
cometido en contra de las personas mencionadas en el artículo 5° de la Ley sobre
Violencia intrafamiliar.
Se debe tener presente que por el principio non bis in ídem, si la figura
básica, cuando es cometida contra parientes que figuran en el artículo 5 de la Ley
de Violencia Intrafamiliar, ya se encuentra agravada, no puedo a la vez aplicar la
agravante del artículo 400 del Cp. No así si el pariente no se encuentra descrito en
el mencionado artículo Ej. Denominados coloquialmente primos en segundo grado.
109
Ley 20.422 que establece normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con
discapacidad. Artículo 5°.- Persona con discapacidad es aquella que teniendo una o más deficiencias físicas,
mentales, sea por causa psíquica o intelectual, o sensoriales, de carácter temporal o permanente, al interactuar
con diversas barreras presentes en el entorno, ve impedida o restringida su participación plena y efectiva en la
sociedad, en igualdad de condiciones con las demás.
110
Artículo modificado por la Ley N° 20.066, de 7 de octubre de 2005.
111
Art. 494 del Cp. Sufrirán la pena de multa de una a cinco unidades tributarias mensuales:
5º El que causare lesiones leves, entendiéndose por tales las que, en concepto del tribunal, no se
hallaren comprendidas en el artículo 399, atendidas la calidad de las personas y circunstancias del hecho. En
ningún caso el tribunal podrá calificar como leves las lesiones cometidas en contra de las personas
mencionadas en el artículo 5° de la Ley sobre Violencia intrafamiliar.

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3.22.b.-Agravación del tipo básico cuando el ataque es dirigido a un Fiscal o


defensor público por su calidad de tal: Art. 268 ter. (matar a un fiscal) Art. 268
quáter. (El que hiera, golpee o maltrate de obra a un fiscal) Art. 268 quinquies.
(Amenazar a un fiscal) .

3.22.c.-Figura agravada ataque a Funcionario de la salud (401 bis 112 del


Cp.)
3.22.d.-Agravantes y reglas de determinación de penas de la Ley de
tránsito 18.290.
En dicha norma y en especial atendido a sucesos de gran connotación
público, como fue la muerte de la menor de nombre Emilia, que de ahí emana la
norma que coloquialmente lleva su nombre, se han ido agravando las sanciones
penales, especialmente a conductores que lo ejecutan bajo los efectos de alcohol y
drogas, sin perjuicio de que la propia ley de tránsito contiene normas de
determinación de penas, de aplicación de medidas alternativas y de agravación de
la sanción en diversos artículo.
La Ley 20.770 publica el 16 de septiembre del año 2014, más conocida
como la Ley Emilia, aumentó considerablemente las penas por el delito de manejo
en estado de ebriedad, especialmente en aquellos casos en que el autor causa
lesiones o la muerte de un tercero, pudiendo llegar la pena hasta presidio mayor en
su gradó mínimo, esto sin perjuicio de sancionar conductas como un tipo penal
diferenciado, como es el caso del artículo 195 que sanciona el no dar cuenta a la
autoridad de accidente de tránsito y no detenerse y prestar ayuda, pudiendo
incluso llegar como sanción accesoria al decomiso del vehículo.
También encontramos el tipo penal que ha cobrado vida independiente del
artículo 195 bis113, referido a la negativa injustificada a someterse a pruebas
respiratorias u otros exámenes para establecer la presencia de alcohol y drogas.
El artículo 195 bis, se establece una regla de determinación de pena que
agrava la sanción, cuando el conductor que participa en un accidente, con
resultados de lesiones graves gravísima del artículo 397 N° 1 o la muerte, y
cuando se niegue a efectuarse la alcoholemia, además del delito de negativa
injustificada, se le impondrá el máximum o el grado máximo de la pena corporal allí
señalada, según el caso, conjuntamente con las penas de multa, inhabilidad
perpetua para conducir vehículos motorizados y comiso que se indican, si
concurriere la reincidencia, o cometido por conductor profesional, o condujera con

112
Artículo 401 Bis Cp. Las lesiones inferidas a los profesionales y funcionarios de los establecimiento de
la salud, públicos o privados, o contra los profesionales, funcionarios y manipuladores de alimentos de
establecimientos educacionales, públicos o privados, al interior de sus dependencias o mientras éstos se
encontraren en el ejercicio de sus funciones o en razón, con motivo u ocasión de ellas, serán sancionadas: 1.
Con presidio mayor en sus grados mínimo a medio en los casos del número 1° del artículo 397. 2. Con
presidio menor en su grado máximo en los casos del número 2° del artículo 397. 3. Con presidio menor en su
grado medio en los casos del artículo 399. 4. Con presidio menor en su grado mínimo si las lesiones que se
causaren fueren leves. En los casos en que se maltratare corporalmente de manera relevante a las personas
señaladas en el inciso anterior, la pena será de prisión en su grado máximo y multa de una a cuatro unidades
tributarias mensuales.
113
Artículo 195 bis.- La negativa injustificada de un conductor a someterse a las pruebas respiratorias u otros
exámenes científicos destinados a establecer la presencia de alcohol o de sustancias estupefacientes o
psicotrópicas en el cuerpo, previstos en el artículo 182, será sancionada con multa de tres a diez unidades
tributarias mensuales y con la suspensión de su licencia hasta por un mes.
En caso de accidentes que produzcan lesiones de las comprendidas en el número 1 º del artículo
397 del Código Penal o la muerte de alguna persona, la negativa injustificada del conductor que hubiese
intervenido en ellos a someterse a las pruebas respiratorias evidenciales o a los exámenes científicos
señalados en el artículo 183 de esta ley para determinar la dosificación de alcohol en la sangre o la presencia
de drogas estupefacientes o sicotrópicas, o la realización de cualquier maniobra que altere sus resultados, o la
dilación de su práctica con ese mismo efecto, serán castigadas con la pena de presidio menor en su grado
máximo, multa de once a veinte unidades tributarias mensuales, inhabilidad perpetua para conducir vehículos
de tracción mecánica y comiso del vehículo con que se ha cometido el delito, sin perjuicio de los derechos del
tercero propietario, que podrá hacer valer conforme a las reglas generales del Código Procesal Penal. Para los
efectos de determinar la pena prevista en este inciso, será aplicable lo dispuesto en los artículos 196 bis y 196
ter de esta ley.
La pena prevista en el inciso anterior se impondrá al conductor conjuntamente con la que le
corresponda por la responsabilidad que le pueda caber en el respectivo delito o cuasidelito, de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 74 del Código Penal.

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licencia cancelada o inhabilitado perpetuamente para conducir vehículos


motorizados
Otra regla especial de determinación de pena la encontramos en el artículo el
artículo 196 ter114, que establece una limitación a la aplicación de penas
alternativas de la ley 18.216 referidos a los delitos previstos en el inciso tercero del
artículo 196, será aplicable lo previsto en la ley Nº 18.216, conforme a las reglas
generales, y la ley Ley 18.216 en su artículo 15, referido a la libertad vigilada, en
su letra b, dispone que si se tratare de alguno de los delitos contemplados en los
incisos segundo y tercero del artículo 196 115 de la Ley de Tránsito, deberá tener
asignada una pena privativa o restrictiva de libertad que se impusiere fuere
superior a quinientos cuarenta días y no excediere de tres años, y el mismo
artículo 196 en su inciso tercero contiene un agravación de la pena.
Misma regla se replica con la Ley 20.000 que sanciona el tráfico ilícito de
estupefacientes y sustancias sicotrópicas.
Pero además el artículo 196 ter, establece que la ejecución de la respectiva
pena sustitutiva quedará en suspenso por un año, tiempo durante el cual el
condenado deberá cumplir en forma efectiva la pena privativa de libertad a la que
fuere condenado.
El Art. 197 Ley 18.290, establece mayores condiciones para otorgar una
suspensión condicional del procedimiento del artículo 237 del CPP.
Es así que a las condiciones del artículo 238 del Código Procesal Penal, el
artículo 197 ley 18.290, establece un imperativo que consiste que siempre debe
decretar la suspensión, cancelación o inhabilitación perpetua, conforme a lo
establecido en los artículos 193 y 196, según corresponda. En estos delitos no
procederá la atenuante de responsabilidad penal contenida en el artículo 11 N° 7ª
del Código Penal, y el mismo artículo en su inciso fina, dispone que las penas de
suspensión, cancelación o inhabilitación perpetua para conducir vehículos a
tracción mecánica o animal, no podrán ser suspendidas, ni aun cuando el juez
hiciere uso de la facultad contemplada en el artículo 398 del Código Procesal
Penal.
Beneficios intrapenitenciarios También fue modificado por la Ley Emilia
el artículo 3º del Decreto Ley Nº 321, de 1925, del Ministerio de Justicia, que
establece la libertad condicional para los penados, el siguiente inciso sexto, el
requisito que los condenados por los incisos tercero y cuarto del artículo 196 de la
ley de Tránsito podrán obtener el mismo beneficio una vez cumplidos dos tercios
de la condena.
114
Artículo 196 ter.- Respecto del delito previsto en el inciso tercero del artículo 196, será aplicable lo previsto
en la ley Nº 18.216, conforme a las reglas generales. Sin embargo, la ejecución de la respectiva pena sustitutiva
quedará en suspenso por un año, tiempo durante el cual el condenado deberá cumplir en forma efectiva la pena
privativa de libertad a la que fuere condenado.
Con todo, no se aplicará en estas situaciones lo dispuesto en el artículo 38 de dicha ley y en ningún caso la
sustitución de la pena privativa de libertad implicará la sustitución o suspensión del cumplimiento de las
multas, comiso e inhabilitaciones impuestas.
115
Art. 196 inciso 2° y 3°
Si, a consecuencia de esa conducción, operación o desempeño, se causaren lesiones graves o menos
graves, se impondrá la pena de presidio menor en su grado medio y multa de cuatro a doce unidades tributarias
mensuales, además de la suspensión de la licencia de conducir por el término de treinta y seis meses en el caso
de producirse lesiones menos graves, y de cinco años en el caso de lesiones graves. En caso de reincidencia, el
juez deberá decretar la cancelación de la licencia.
Si se causare alguna de las lesiones indicadas en el número 1º del artículo 397 del Código Penal o la
muerte de alguna persona, se impondrán las penas de presidio menor en su grado máximo, en el primer caso, y
de presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo, en el segundo. En ambos casos,
se aplicarán también las penas de multa de ocho a veinte unidades tributarias mensuales, de inhabilidad
perpetua para conducir vehículos de tracción mecánica y el comiso del vehículo con que se ha cometido el
delito, sin perjuicio de los derechos del tercero propietario, que podrá hacer valer conforme a las reglas
generales del Código Procesal Penal.
Al autor del delito previsto en el inciso precedente se le impondrá el máximum o el grado máximo de la
pena corporal allí señalada, según el caso, conjuntamente con las penas de multa, inhabilidad perpetua para
conducir vehículos motorizados y comiso que se indican, si concurriere alguna de las circunstancias siguientes:
1. Si el responsable hubiese sido condenado anteriormente por alguno de los delitos previstos en
este artículo, salvo que a la fecha de comisión del delito hubieren transcurrido los plazos establecidos en el
artículo 104 del Código Penal respecto del hecho que motiva la condena anterior.
2. Si el delito hubiese sido cometido por un conductor cuya profesión u oficio consista en el
transporte de
personas o bienes y hubiere actuado en el ejercicio de sus funciones.
Si el responsable condujere el vehículo con su licencia de conducir

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El Art. 209 de la Ley 18.290, delito que, si bien no fue incorporado por la Ley
Emilia, sufrió una importante modificación en relación al quantum de la pena. Ésta
norma establece: “El conductor que hubiere sido condenado a las penas de
suspensión o inhabilitación perpetua para conducir vehículos de tracción mecánica
o animal, y fuere sorprendido conduciendo un vehículo durante la vigencia de la
sanción impuesta, será castigado con presidio menor en su grado mínimo y multa
de hasta diez unidades tributarias mensuales”. Previo a la promulgación de la Ley
Emilia, éste delito se sancionaba como “falta” (no como delito) con la pena de
prisión en su grado máximo, esto es, con una pena privativa de libertad que iba
desde los 41 a 60 días. Esta modificación tiene importantes implicancias.

3.22.e.-Agravantes en los delitos de robos y Hurtos 456 bis116 y 449 bis117 del
Cp. Regla de determinación de pena del artículo 456 bis A
El inciso 4 del artículo 456 bis del Cp. Hace aplicables a este tipo de delitos
las agravantes del artículo 12 N° del Cp. Al establece que: Las circunstancias
agravantes de los número 1º y 5º del artículo 12 serán aplicables en los casos en que se ejerciere
violencia sobre las personas. Por lo que agravantes que son exclusivamente aplicables
a delitos contra las personas se pueden aplicar a este tipod e dleitos contra la
propiedad.
El inciso 4 del artículo 456 Bis A del Cp., establece una regla de
determinación de pena al decir : Se impondrá el grado máximo de la pena establecida en el
inciso primero, cuando el autor haya incurrido en reiteración de esos hechos o sea reincidente en
ellos. En los casos de reiteración o reincidencia en la receptación de los objetos señalados en el
inciso precedente, se aplicará la pena privativa de libertad allí establecida, aumentada en un grado.
Podemos observar que el legislador establece la regla de determinación de pena
cuando concurra las reiteración de estos delitos o la reincidencia de los mismos.

Otro ejemplo de agravantes son las contenidas en el artículo 19 118 de ley


20.000.
Finalmente
116
Art. 456 bis Cp. En los delitos de robo y hurto serán circunstancias agravantes las siguientes:
1º Ejecutar el delito en sitios faltos de vigilancia policial, obscuros, solitarios, sin tránsito habitual o que por
cualquiera otra condición favorezcan la impunidad;
2º Ser la víctima niño, anciano, inválido o persona en manifiesto estado de inferioridad física;
3º suprimido
4º Ejercer la violencia en las personas que intervengan en defensa de la víctima, salvo que este hecho
importe otro delito, y
5º Actuar con personas exentas de responsabilidad criminal, según el número 1º del artículo 10.
Las circunstancias agravantes de los número 1º y 5º del artículo 12 serán aplicables en los casos en
que se ejerciere violencia sobre las personas.
En estos delitos no podrá estimarse que concurre la circunstancia atenuante del número 7 del artículo
11 por la mera restitución a la víctima de las especies robadas o hurtadas y, en todo caso, el juez deberá
considerar, especificada, la justificación del celo con que el delincuente ha obrado.
117
ART. 449 bis Cp.- Será circunstancia agravante de los delitos contemplados en los Párrafos 1, 2, 3, 4 y 4
bis de este Título, y del descrito en el artículo 456 bis A, el hecho de que el imputado haya actuado formando
parte de una agrupación u organización de dos o más personas destinada a cometer dichos hechos punibles,
siempre que ésta o aquélla no constituyere una asociación ilícita de que trata el Párrafo 10 del Título VI del
Libro Segundo.
118
Artículo 19 Ley 20.000.- Tratándose de los delitos anteriormente descritos, la pena deberá ser aumentada
en un grado si concurre alguna de las circunstancias siguientes:
a) Si el imputado formó parte de una agrupación o reunión de delincuentes, sin incurrir en el delito de
organización del artículo 16.
b) Si se utilizó violencia, armas o engaño en su comisión.
c) Si se suministró, promovió, indujo o facilitó el uso o consumo de drogas o sustancias estupefacientes o
sicotrópicas a menores de dieciocho años de edad, o a personas con sus facultades mentales disminuidas o
perturbadas.
d) Si el delito se cometió por funcionarios públicos aprovechando o abusando de su calidad de tales.
e) Si el delito se cometió valiéndose de personas exentas de responsabilidad penal.
f) Si el delito se cometió en las inmediaciones o en el interior de un establecimiento de enseñanza o en
sitios a los que escolares y estudiantes acuden a realizar actividades educativas, deportivas o sociales.
g) Si el delito se perpetró en una institución deportiva, cultural o social, mientras ésta cumplía sus fines
propios; o en sitios donde se estaban realizando espectáculos públicos, actividades recreativas, culturales o
sociales.
h) Si el delito fue cometido en un centro hospitalario, asistencial, lugar de detención o reclusión, recinto
militar o policial.
Si concurren dos o más de las circunstancias señaladas precedentemente, la pena podrá ser aumentada en
dos grados.

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49

La cuestión de la concurrencia de las circunstancias modificativas de la


responsabilidad criminal dentro de nuestro catálogo de instituciones penales, es de
suyo relevante, atendido a que asisten a la determinación y diferenciación de la
pena que corresponderá al culpable de un hecho criminal. Es tremendamente
relevante el tema de la proporcionalidad de las penas, ya que en derecho penal,
uno de los principales principios es que el responsable del hecho criminal,
responda por lo ocurrido, y lo haga según las exigencias del derecho penal. Para
ello en los diversos artículos que lo forman, se establecen las penas
correspondientes a los delitos, pero lo que se determina no es la pena concreta,
sino un marco en el cual el Tribunal tendrá un margen de maniobra para el
establecimiento de la pena. Para la determinación correcta se tendrán en cuenta
todas las circunstancias que rodean al delito para concretar la responsabilidad.
Teniendo en cuenta las circunstancias agravantes o atenuantes, la
responsabilidad variará, un caso de ejemplo típico, es el de un adicto extremo a
sustancias tóxicas que lleva a cabo el delito bajo los efectos de éstas. En este caso
se tendrá en cuenta esa adicción del autor y esa circunstancia hará que la
responsabilidad disminuya, (teniendo en cuenta lo exigido por el código penal para
la aplicación de esa circunstancia).
Para que éstas circunstancias sean apreciadas, se debe tener presente el
principio de culpabilidad, ya que es necesario que medie el dolo del autor para
poder aplicarlas (Art. 14, y Art. 65 ,Código Penal).
Existe una gradación de las circunstancias agravantes o atenuantes, así si
no concurren todas las características para que la atenuante o agravante exista, se
considerará igualmente la atenuación o agravación aunque sea incompleta, lo que
supondrá una disminución o aumento de la responsabilidad pero sin llegar a
eliminarla, o sin llegar a agravarla completamente.
Esta cuestión sobre los hechos que agravan o atenúan la responsabilidad
del culpable de los hechos penales es muy compleja a la hora de su aplicación, ya
que habrá que tener en cuanta si existen o no circunstancias que son modificativas
de la responsabilidad, y en caso de que se considere que existen, en qué grado
están presentes. El grado determinará la responsabilidad de los autores.
En el Art. 66, Código Penal se establecen los efectos de la existencia de
circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal. En este artículo se
determinan las reglas para su aplicación y determinación de la pena. Si existen
estas circunstancias deben ser tenidas en cuenta por el juez a la hora de dictar una
sentencia.

III.- LA PENA

1.-TEORIA DE LA PENA Y CLASIFICACIÓN

Conceptualización
La pena entendida como acción del estado ante un ataque perpetrado a un
bien jurídico protegido, ya sea que lo lesioné o que simplemente lo ponga en
peligro, y que sirve de fundamente a una sanción índole penal, misma que no
puede ser caprichosa o arbitraria. La gravedad de la sanción penal debe guardar
estricta relación con el la entidad de la acción que ha vulnerado la norma penal
afectando el bien jurídico protegido.
También se entiende como una privación o restricción de bienes jurídicos
establecida por la Ley e impuesta por el órgano jurisdiccional del
estado competente, al sujeto que ha atentado contra un bien jurídicamente
relevante, y que se encuentras protegido por norma penal.

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