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MARCO TEÓRICO

1 . Análisis volumétrico y gravimétrico

1.1 ANALISIS GRAVIMETRICO

El análisis gravimétrico se basa en la determinación del contenido de analito en


una muestra mediante operaciones de pesada. Los métodos gravimétricos
pueden clasificarse en dos categorías: Métodos de volatilización: El analito o
algún producto del analito se separan en forma gaseosa. El gas se recoge y
pesa, o se determina el peso del producto gaseoso a partir de la pérdida de
peso de la muestra. Las aplicaciones más importantes son la determinación de
agua en muestras sólidas y la de carbono en compuestos orgánicos por
formación de CO2. Métodos de precipitación: El analito se separa de los demás
constituyentes de la muestra por formación de un compuesto insoluble. El peso
del analito en la muestra se determina a partir del peso del compuesto obtenido
inicialmente, o de un compuesto producido posteriormente por calentamiento.
El resto del tema se referirá a este tipo de métodos.1
1.2 La balanza analítica mide la fuerza necesaria para contrarrestar la
masa que está siendo medida en lugar de utilizar masas reales. Por ello deben
tener los ajustes de
calibración
necesarios
realizados para
compensar las
diferencias
gravitacionales.
Utilizan un electroimán
para generar la
fuerza que contrarreste la muestra a medir y da el resultado midiendo la fuerza
necesaria para equilibrar la balanza. Tal dispositivo de medición se denomina
sensor de restauración de fuerza electromagnética. 2

1.3 balanzas electrónicas pueden llegar a tener una exactitud


notable y un precio razonable, hecho que las posiciona muy bien en el
mercado. Como contrapartida, pueden sufrir una mala calibración
momentánea, circunstancia que haría necesario un trabajo de mantenimiento.2
2 . Análisis volumétrico
El análisis volumétrico es un método analítico cuantitativo ampliamente
utilizado. Como su nombre lo indica, este método implica la medición del
volumen de una solución de concentración conocida que se utiliza para
determinar la concentración del analito.
En una titulación o valoración, tanto la sustancia patrón como el analito deben
estar en fase líquida (o en disolución). Si la muestra no es un líquido o una
disolución, debe ser disuelta. Si el analito está muy concentrado en la muestra
a analizar, suele diluirse. Aunque la amplia mayoría de las titulaciones se llevan
a cabo en disolución acuosa, pueden usarse otros disolventes como ácido
acético o etanol con igual finalidad, para determinados análisis. Una cantidad
medida de muestra se coloca en un frasco donde se disuelve y se diluye si es
necesario.3

2.1 menisco
es la curvatura de la superficie de un líquido que
se produce en respuesta a la superficie de su
recipiente.
Un menisco tal como se ve en una bureta de agua coloreada.

La tensión superficial actúa succionando el líquido cuando el menisco es


cóncavo, y rechazándolo cuando es convexo. Debido a esta característica se
da el fenómeno de capilaridad que, por ejemplo, se produce en las plantas para
transportar el agua.

En química es importante para realizar la lectura de un líquido en


cualquier material volumétrico. Para esto deben coincidir la curva (más bien la
tangente de esta) (la parte central) con el aforo o graduación. Siempre teniendo
la vista perpendicular a ambas.

El líquido restante del menisco que queda por encima del aforo (en caso de ser
cóncavo), generalmente queda en el recipiente una vez vertido el contenido.

Esta curvatura puede ser cóncava o convexa, según si las moléculas del
líquido y las del recipiente se atraen (agua y vidrio) o repelen (mercurio y
vidrio), respectivamente.

La concavidad del menisco se origina cuando las fuerzas de adhesión entre


las moléculas de un líquido y las paredes del recipiente que lo contiene son
mayores que las fuerzas de cohesión del líquido.

La convexidad del menisco surge cuando las fuerzas de cohesión son


mayores que las de adhesión. De hecho, la forma del menisco está relacionada
con la altura de un líquido en un capilar a través de la ley de Jurin.
BIBLIOGRAFIA

1. Louis Rosenfeld. Four Centurias de Clínica Chemistry. CRC Press, 1999, p.


72-75.
2. Christian, G. D. (2009). Química Analítica. Sexta Edición. México, D. F.,
McGraw-Hill/ Interamericana Editores, S. A. de C. V.
3. Harris, D. C. (2001). Análisis Químico Cuantitativo. Segunda
Edición. Barcelona, chihuahua, Reverté S.A.

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