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Gravimetría: análisis gravimétrico, métodos, usos y ejemplos

La gravimetría es una de las principales ramas de la química analítica comprendida por una serie de técnicas cuya
piedra angular en común es la medición de masas. Las masas pueden medirse de innumerables maneras: directa o
indirectamente. Para lograr tales mediciones imprescindibles las balanzas; gravimetría es sinónimo de masa y
balanzas.

Sin importar la ruta o procedimiento seleccionado para obtener las masas, siempre las señales o resultados deben
arrojar luz en la concentración del analito o especie de interés; de lo contrario, la gravimetría carecería de valor
analítico. Lo anterior sería equivalente a afirmar que un equipo trabajara sin detector y aun así fuera confiable.

Tipos de gravimetría
En el análisis gravimétrico existen dos formas principales de determinar la concentración del analito: directa o
indirectamente. Esta clasificación es global, y de ellas derivan métodos y sinfines de técnicas específicas para cada
analito en determinadas muestras.

• Directo
El análisis gravimétrico directo es aquel en el que se cuantifica el analito por simple medición de una masa.
Por ejemplo, si se pesa un precipitado de un compuesto AB, y conociendo las masas atómicas de A y B, y la
masa molecular de AB, se puede calcular la masa de A o B por separado.
Todos los análisis que produzcan precipitados de cuyas masas se calcule la masa del analito, es gravimetría
directa. La separación de los componentes de la manzana en distintos precipitados es otro ejemplo de este
tipo de análisis.
• Indirecto
En los análisis gravimétricos indirectos se determinan las diferencias de masas. Aquí se realiza una
sustracción, la cual cuantifica el analito.
Por ejemplo, si la manzana en la balanza se pesa primero, y luego se calienta a resequedad (pero sin
quemarla), se vaporizará toda el agua; es decir, la manzana perderá todo su contenido de humedad. La
manzana seca vuelve a pesarse, y la diferencia de masas será igual a la masa de agua; por lo tanto, se ha
cuantificado el agua gravimétricamente.
Si el análisis fuera directo, tendría que diseñarse un método hipotético con el que pudiera sustraerse toda
el agua de la manzana y cristalizarla en una balanza aparte para pesarla. Evidentemente, el método
indirecto es el más fácil y práctico.
• -Precipitado
Quizás pueda parecer simple en principio obtener un precipitado, pero implica realmente ciertas
condiciones, procesos, uso de enmascarantes y agentes precipitantes, etc., para poder separarlo de la
muestra y que esté en perfectas condiciones para pesarlo.
Características esenciales
El precipitado debe cumplir con una serie de características. Algunas de estas son:

• Alta pureza
Si no fuera lo suficiente puro, se estaría asumiendo las masas de las impurezas como parte de las masas del
analito. Por lo tanto, los precipitados deben purificarse, ya sea por lavado, recristalización, o por cualquier
otra técnica.
• Composición conocida
Supóngase que el precipitado pueda sufrir la siguiente descomposición:
MCO3(s) => MO(s) + CO2(g)
Ocurre que no se sabe hasta qué tanto de MCO3 (carbonatos metálicos) se ha descompuesto en su óxido
respectivo. Por lo tanto, no se conoce la composición del precipitado, debido a que podría tratarse de una
mezcla MCO3·MO, o MCO3·3MO, etc. Para solucionar esto, hay que garantizar la completa descomposición
del MCO3 a MO, pesándose MO solamente.
• Estabilidad
Si el precipitado se descompone por la luz ultravioleta, el calor, o por el contacto con el aire, su
composición deja de ser conocida; y se está nuevamente ante la situación anterior.
• Masa molecular alta
Mientras mayor sea la masa molecular del precipitado, más fácil será su pesada, ya que se necesitará de
menores cantidades para anotar una lectura de la balanza.
• Baja solubilidad
El precipitado debe ser lo suficientemente insoluble para poder filtrarlo sin mayores complicaciones.
• Partículas grandes
Aunque no sea estrictamente necesario, el precipitado debe ser lo más cristalino posible; es decir, el
tamaño de sus partículas debe ser lo más grandes posibles. Cuanto más pequeñas sean sus partículas, más
gelatinoso y coloidal se vuelve, y requiere entonces de un mayor tratamiento: secado (eliminar solvente) y
calcinación (volver su masa constante).

Métodos de la gravimetría
Dentro de la gravimetría existen varios métodos generales, los cuales se mencionan a continuación.

• Precipitación
Ya mencionado a lo largo de los subapartados, consisten en precipitar cuantitativamente el analito para
poder determinarlo. La muestra se trata física y químicamente para que el precipitado sea lo más puro y
adecuado posible. Como hemos indicado previamente, la precipitación es el modo más corriente de
proceder en gravimetría. Se llevan a cabo sobre la muestra en disolución, de la que se separa la especie a
determinar por adición de un reactivo que provoca la formación de un precipitado insoluble que contendrá
nuestro analito. Después, el precipitado se debe separar de la disolución (por filtración), lavar y secar o
calcinar para pesar el residuo final.
• Electrogravimetría
En este método el precipitado se deposita sobre la superficie de un electrodo por el cual se hace pasar una
corriente eléctrica dentro de una celda electroquímica.
Este método es ampliamente utilizado en la determinación de metales, ya que se depositan los mismos, sus
sales u óxidos e, indirectamente, se calcula sus masas. Primero los electrodos se pesan antes de entrar en
contacto con la solución en la que se ha disuelto la muestra; luego, se vuelve a pesar una vez tengan
depositado en su superficie el metal.
• Volatilización
En los métodos gravimétricos de volatilización se determinan las masas de los gases. Estos gases se originan
producto de una descomposición o reacción química que sufre la muestra, los cuales se relacionan
directamente con el analito.
Al tratarse de gases, es necesario utilizar una trampa para recolectarlo. La trampa, al igual que los
electrodos, se pesa antes y después, calculándose así indirectamente la masa de gases recolectada.
En ocasiones, cuando la especie que deseamos determinar pasa fácilmente a fase gaseosa o puede formar
un compuesto volátil, en lugar de formar un sólido precipitado se volatiliza. Así, se podrá determinar la
cantidad de especie presente por diferencia de pesos, es decir, el peso final, una vez volatilizada la parte
deseada, menos el peso inicial de la muestra (método indirecto), o bien recogiendo la especie volatilizada y
pesándola posteriormente (método directo). Por ejemplo, cuando deseamos determinar la cantidad de
agua de una muestra de alimento, se pesa la muestra de alimento inicial y después de haberse desecado
por completo.
• Mecánica o simple
Este método gravimétrico es en esencia físico: se basa en técnicas de separación de mezclas.
A través del uso de filtros, tamices o cedazos, se recolectan los sólidos de una fase líquida, y se pesan
directamente para determinar su composición sólida; por ejemplo, el porcentaje de arcilla, residuos
fecales, plásticos, arena, insectos, etc., de una corriente de agua.
• Termogravimetría
Este método consiste, a diferencia de los demás, en caracterizar la estabilidad térmica de un sólido o
material a través de sus variaciones de masa en función de la temperatura. Prácticamente se puede pesar
una muestra caliente con una termobalanza, e ir registrando su pérdida de masa a medida que se aumenta
la temperatura.
• Métodos de extracción
Los métodos de extracción solo se pueden usar para determinaciones muy concretas, por ejemplo, la
determinación del porcentaje de un componente en una aleación. Consisten en separar por disolución los
componentes no deseados y pesar únicamente el residuo del componente de interés. Por tanto, se
necesita un disolvente que disuelva los componentes no deseados de la muestra, pero no el analito.

Pasos básicos en el laboratorio para llevar a cabo una gravimetría


Hemos visto hasta ahora qué es una gravimetría, qué tipos de gravimetrías encontramos y qué requisitos teóricos
tiene que tener un precipitado para poder llevarse a cabo el análisis. Ahora bien, cuando ya estamos en disposición
de realizar la prueba, ¿cómo debemos proceder? Debemos llevar a cabo una serie de pasos en orden, que son:

1. Precipitación.
Se introduce un volumen conocido de la disolución a valorar en un Erlenmeyer y se va adicionando lentamente
reactivo precipitante. Para que el proceso de precipitación sea adecuado, es importante trabajar con bajas
concentraciones, tanto de disolución problema como de reactivo, y añadir el reactivo lentamente. Además, durante
la adición se debe agitar la mezcla de reacción constantemente, para que la disolución sea homogénea y la
precipitación también lo sea (evitando así sobresaturaciones locales). Asimismo, muchas veces se trabaja también a
elevadas temperaturas (para que la precipitación sea más lenta y aumente la solubilidad) y con medios ligeramente
ácidos. Una vez que se ha producido la precipitación, la disolución se enfría para favorecer la formación de cristales
grandes y para evitar que se pierda analito por solubilidad.

2. Digestión y purificación del precipitado.


Si un precipitado es impuro significa que incluye más especies que las que nosotros deseamos determinar, o bien
que su estequiometría no es la esperada o no es constante. Lograr que el precipitado sea puro es esencial para
reducir el error del análisis.

Con objeto de tener precipitados más puros y fácilmente filtrables, generalmente se mantiene el precipitado en
contacto con la disolución madre a una temperatura más o menos elevada (80 – 90ºC), lo que facilita la
desaparición de los cristales pequeños y el crecimiento de los grandes, con la consiguiente purificación del
producto. Este procedimiento, conocido como digestión del precipitado, puede llegar a requerir de 12 a 24 horas.

La coprecipitación es el fenómeno por el cual sustancias normalmente solubles son arrastradas por un precipitado
insoluble. Se reconocen cuatro tipos de coprecipitación: adsorción, inclusión isomórfica, inclusión no isomórfica y
oclusión.

Para corregir la cantidad de impurezas coprecipitadas a menudo se recurre a una reprecipitación, pero también se
pueden minimizar disminuyendo la velocidad de crecimiento del cristal, evitando que queden contaminantes
atrapados (adición lenta del reactivo, manejar disoluciones diluidas y precipitar en caliente). Sin embargo, la
digestión suele ser más efectiva que tales medidas debido a las rápidas disoluciones y recristalización del retículo.

3. Filtración y lavado del precipitado


Normalmente, el precipitado formado se filtra mediante la técnica denominada “filtración a vacío” que utiliza un
embudo büchner y un matraz kitasato conectado a una trompa o bomba de vacío. La succión hace que la filtración
sea mucho más rápida que si se lleva a cabo por gravedad.

4. Desecación o calcinación
Después de la filtración, el precipitado gravimétrico se calienta en una estufa de laboratorio hasta que su masa se
vuelve constante. El calentamiento elimina el disolvente y cualquier especie volátil arrastrada con el precipitado.
Algunos precipitados, en cambio, deben ser calcinados para formar un compuesto de composición conocida (y
estequiometría definida) denominado forma pesable. La necesidad de la calcinación para eliminar totalmente la
humedad del precipitado se pone de manifiesto, por ejemplo, en el caso de la sílice. Cuando se precipita sílice lo
hace en forma hidratada como SiO2·nH2O, por lo que es necesario calcinarla alrededor de 1000ºC durante 15-20
minutos para que quede como SiO2. Esta operación se lleva a cabo en un horno mufla.

5. Pesada
Tanto en las gravimetrías de desecación como en las de calcinación el procedimiento es similar. En primer lugar, los
crisoles normales o filtrantes que van a contener la muestra deben ser sometidos al mismo tratamiento térmico
que deberán soportar cuando contengan la muestra en su estado final, tratamiento que debe prolongarse hasta
obtener pesada constante. En cualquier caso, se debe dejar enfriar el crisol en un desecador hasta que su
temperatura se equilibre con la ambiental del cuarto de balanzas para evitar errores de pesada. Una vez tarado el
crisol, éste ya está en condiciones de ser utilizado para la desecación o calcinación, tras lo cual será tratado de
nuevo hasta peso constante.

Con frecuencia los productos finales son higroscópicos, debiendo protegerlos de la humedad atmosférica. Por ello,
después de sacar el crisol de la estufa o de la mufla y una vez ya no está al rojo, se introduce en un desecador hasta
que se enfríe y se equilibre térmicamente con el ambiente del cuarto de balanzas.

Usos
En términos generales se presentan algunos usos de la gravimetría, independientemente del método y del análisis:

• Separa distintos componentes, solubles e insolubles, de una muestra.


• Realiza un análisis cuantitativo a un tiempo menor cuando no se requiera construir una curva de
calibración; se determina la masa y se conoce de una vez cuánto del analito hay en la muestra.
• No solo separa el analito, sino que además lo purifica.
• Determina el porcentaje de cenizas y humedad de sólidos. Asimismo, con un análisis gravimétrico puede
cuantificarse su grado de pureza (siempre y cuando la masa de las sustancias contaminantes no sea menor
a 1 mg).
• Permite caracterizar un sólido mediante un termograma.
• La manipulación de sólidos y precipitados suele ser más simple que la de los volúmenes, por lo que facilita
ciertos análisis cuantitativos.
• En laboratorios de docencia, sirve para evaluar el desempeño de los estudiantes en técnicas de calcinación,
de pesada, y en el uso de crisoles.

¿Cómo se realizan los cálculos estequiométricos en una gravimetría? El factor gravimétrico


Los resultados de un análisis gravimétrico suelen expresarse en porcentaje del analito en la muestra. Para ello, se
suelen utilizar los llamados factores gravimétricos, que frecuentemente se encuentran tabulados en libros de
análisis cuantitativo. El factor gravimétrico, F, es la relación entre el peso molecular de la forma en que se quiere
expresar el resultado del problema y el peso molecular de la especie que realmente se pesa en la determinación
final. Así, el calcio suele darse en los minerales en forma de CaO, mientras que puede haber sido pesado como
CaCO3.

El factor gravimétrico será F = M(CaO) / M(CaCO3)

Y el resultado: X*F* (100/Y) = % CaO

Donde X es la cantidad pesada de CaCO3 e Y representa el peso de muestra de partida. Cuanto menor sea el factor
gravimétrico, más favorable será la determinación, pues se minimiza el error.

Algunas aplicaciones de las gravimetrías


Aunque en algunas entradas posteriores profundizaremos en los métodos gravimétricos concretos para llevar a
cabo determinados análisis, en este último apartado indicaremos algunas aplicaciones de las gravimetrías
utilizando precipitantes inorgánicos. Se trata de precipitantes sencillos como, por ejemplo: amoníaco, ácido
clorhídrico, ácido nítrico, ácido oxálico, ácido sulfúrico… A continuación, vemos una tabla en la que se indica qué
analito se puede determinar de este modo, qué precipitante se utiliza, qué producto se forma y cuál es el producto
que finalmente se pesa, que no siempre coinciden. Generalmente, se precipitan bien como óxidos (Al2O3) o bien
como sales (AgCl).

Analito Precipitante Producto formado Producto pesado


Como óxidos
Al, Fe NH3, medio Al2O3·nH2O, Fe2O3·nH2OÓxidos Al2O3Fe2O3
ligeramente ácido hidratados muy voluminosos sin
composición estequiométrica definida
(gran cantidad de agua)
SiO2 HCl SiO2·nH2O SiO2
Ca H2C2O4 CaO o CaCO3
Sn HNO3 SnO2
SnO2·H2O
Como sales
Cl– Br– I– AgNO3 AgCl, AgBr, AgI AgCl, AgBr, AgI
Ag HCl AgCl AgCl
Cu NH4SCN Cu2(SCN)2 Cu2(SCN)2
PO43- MgCl2 Mg(NH4)PO4 Mg2P2O7
Mg, Zn, Cd Mg2P2O7,
(NH4)2HPO4 Mg(NH4)PO4, Zn(NH4)PO4 Cd(NH4)PO4
Zn2P2O7, Cd2P2O7
Ba, Pb, Sr H2SO4 BaSO4, PbSO4, SrSO4 BaSO4
SO42- BaCl2 BaSO4 BaSO4

Ejemplo de análisis
• Fosfitos
A una muestra disuelta en medio acuoso se le puede determinar sus fosfitos, PO33-, mediante la siguiente
reacción:
2HgCl2(ac) + PO33-(ac) + 3H2O(l) ⇌ Hg2Cl2(s) + 2H3O+(ac) + 2Cl−(ac) + 2PO43-(ac)
Nótese que el Hg2Cl2 precipita. Si se pesa el Hg2Cl2 y se calcula sus moles, se podrá calcular siguiendo la
estequiometría de la reacción cuánto PO33- había originalmente. A la disolución acuosa de la muestra se le
adiciona un exceso de HgCl2 para garantizar que todo el PO33- reaccione para formar el precipitado.
• Plomo
Si se digiere en medio ácido, por ejemplo, un mineral que contiene plomo, los iones Pb2+ pueden depositar
como PbO2 en un electrodo de platino mediante una técnica electrogravimétrica. La reacción es:
Pb2+(ac) + 4H2O(l) ⇌ PbO2(s) + H2(g) + 2H3O+(ac)
El electrodo de platino se pesa antes y después, y así se determina la masa de PbO2, de la cual, con un
factor gravimétrico, se calcula la masa de plomo.
• Calcio
El calcio de una muestra puede precipitarse adicionando a su disolución acuosa ácido oxálico y amoníaco.
De esta manera el anión oxalato se genera lentamente y produce un mejor precipitado. Las reacciones son:
2NH3(ac) + H2C2O4(ac) → 2NH4+(ac) + C2O42-(ac)
Ca2+(ac) + C2O42-(ac) → CaC2O4(s)
Pero el oxalato de calcio se calcina para producir el óxido de calcio, un precipitado de composición más
definida:
CaC2O4(s) → CaO(s) + CO(g) + CO2(g)
• Níquel
Y para finalizar, la concentración de níquel de una muestra puede determinarse gravimétricamente
mediante el uso de dimetilglioxima (DMG): un agente precipitante orgánico, con el cual forma un quelato
que precipita y tiene un color rojizo característico. La DMG se genera in situ:
CH3COCH2CH3(ac) + 2NH2OH(ac) → DMG(ac) + 2H2O(l)
2DMG(ac) + Ni2+(ac) → Ni(DMG)2(s) + 2H+
El Ni(DMG)2 se pesa y con un cálculo estequiométrico se determina cuánto níquel contenía la muestra.

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