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El estudio del fenómeno causal no tiene como origen la disciplina jurídica; ha sido
tradicionalmente uno de los temas principales de la filosofía, concretamente de la metafísica u
ontología. Desde los presocráticos que buscaban el origen o arjé del cosmos en los elementos de
la naturaleza hasta la metafísica de la edad moderna y la contemporánea teoría de la relatividad.
Kant se ocupó del problema del fin y la causa en la crítica de la razón práctica aludiendo a la
experiencia empírica. Esta cuestión también fue abordada por Hegel en su fenomenología del
espíritu y sirvió de fundamento a la teoría de la imputación objetiva formulada por Karl Larenz casi
doscientos años después.
si se comprueba que con su conducta (activa u omisiva) se aumentó el grado de riesgo permitido,
siendo materializado el riesgo (peligro).
Para llegar a la responsabilidad extrapatrimonial del Estado, es suficiente la producción del riesgo -
grave y anormal- creado por la administración para que el daño pueda imputarse objetivamente a
ésta.
Escenarios:
• Cuando el Estado tiene una posición de garante, al haber creado el riesgo para los
derechos, bienes e intereses legítimos.
• Cuando el Estado, teniendo el deber jurídico y la capacidad para evitar el resultado pero se
abstiene de hacerlo.
• “Desde esa perspectiva, la posición de garante se erige como uno de los ejes basilares
sobre los cuales se edifica el concepto de imputación fáctica, puesto que a partir del
conjunto de principios establecidos en el artículo 1 º de la Constitución Política, se hace
responsable, desde diversas perspectivas jurídicas (penal, disciplinaria, patrimonial, etc.) a
la persona que con su omisión ha facilitado la producción del daño, lo que desvirtúa en el
plano jurídico el principio causal según el cual a partir de la omisión no se deriva nada. En
ese contexto, la posibilidad de atribuir resultados o daños, con base en un criterio
normativo-jurídico, no es otra cosa distinta que la reivindicación de la multiplicidad de
valores y principios jurídicos sobre los que se basamenta el Estado Colombiano, es decir,
como un Estado Social de Derecho, en el cual los asociados no solo se benefician de una
gama de derechos y garantías, sino que, de igual manera, se encuentran conminados al
cumplimiento de una serie de deberes (v.gr. principio de solidaridad, de dignidad humana,
de tolerancia, etc.) sin los cuales la sociedad no podría funcionar. . , .
• "Y, si los particulares se encuentran vinculados por esos imperativos categóricos -en
términos Kantianos-, con mayor razón los órganos y funcionarios estatales se
hallan ,sometidos al cumplimiento y salvaguarda de esos principios y valores
constitucionales. En consecuencia, tal y como lo ha sostenido el máximo tribunal
constitucional, la fuerza pública se encuentra en posición de garante frente a la
protección de los bienes y derechos de los ciudadanos, sin que ello suponga someter al
Estado a lo imposible -puesto que existe el principio de falla relativa del servicio-, pero sí
obliga a que se analice en cada caso concreto las posibilidades reales con las que contaban
los agentes estatales para impedir el resultado". (Consejo de Estado, Sección Tercera,
sentencia de octubre 4 de 2007; expediente 15567).
b) Objetivo: 1) Daño especial – Derivado del principio de igualdad ante las cargas públicas
RESPONSABILIDAD SUBJETIVA
Se basa en la falla del servicio público (no funcionó, funcionó mal o funcionó tardíamente) es decir,
se trata de fallas de la Administración por acción o por omisión, irregularidad, ineficacia o ausencia
del mismo Estado. Es el título de imputación más frecuente.
Esta falla en la prestación del servicio público puede o no ser obra exclusiva de la acción u omisión
de un agente determinado, porque también puede obedecer a fallas estructurales: deficiente
organización en la prestación del servicio, carencia o falta de control y vigilancia, etc., que
inequívocamente, también pueden encerrar acciones u omisiones. En la responsabilidad objetiva,
el Estado puede no ser declarado responsable si prueba que actuó de forma prudente y diligente.
Hechos u omisiones de las
fuerzas militares o de
policía, por falla en el
transporte aéreo; por
almacenaje en bodegas
oficiales; por retención de
mercancías; por
defectuoso
funcionamiento de la
administración
Irregularidad: Cuando se presta el servicio en forma diferente a como debe hacerse normalmente,
contrariando las normas o lo hace en forma defectuosa
Omisión o ausencia del Estado: Cuando la Administración, teniendo el deber legal de prestar el
servicio, no actúa, no lo presta, y queda desamparada la ciudadanía
1) Falla presunta: En este escenario, se presume que el Estado actuó cometiendo la falla que causó
el daño, es decir, que se parte de la presunción de culpa que implicaba que el administrado no
estaba en la obligación de demostrar el daño sino la relación de causalidad y la entidad , por su
parte, tenía la carga probatoria de demostrar que sí había obrado con diligencia y cuidado.
Actualmente ya no existe, fue descartada por el propio Consejo de Estado y solo se aplicó de
forma excepcional frente a algunas actividades peligrosas como daños causados por dotación de
armas, que actualmente se tramitan bajo la teoría del riesgo especial o excepcional; también con
relación a los daños causados por prestación de servicios médicos.
2) Falla anónima: cuando el Estado ha causado un daño pero no es necesario identificar el agente
que lo causó, ya que el carácter anónimo es un elemento natural de la falla del servicio, dado que
para estructurarla no se requiere identificar a las personas cuya conducta es constitutiva de la
misma. La víctima puede imputar responsabilidad a la Administración sin tener que designar al
funcionario que ha desarrollado la conducta, pues, la falta del servicio público puede resultar de
las actuaciones de agentes determinados pero no identificados.
Como ya se esbozó, la responsabilidad objetiva implica asumir la responsabilidad sin que medie si
hubo culpa, nacida de la circunstancia de haber realizado un acto dañoso, cuyos efectos deben
neutralizarse del modo más completo posible mediante el mecanismo de la indemnización o
reparación del perjuicio. En esta categoría encontramos la responsabilidad por el error judicial por
privación injusta de la libertad; expropiación de bienes; ocupación temporal de inmuebles para
trabajos públicos. De aquí se desprenden las teorías del daño especial y del riesgo excepcional.
Daño Especial
3. Que ese daño sea de tal magnitud que rompe el principio de igualdad ante las cargas
públicas
4. Dicho rompimiento debe causar un daño grave y especial sobre alguno de los
administrados
(iii) que el riesgo de naturaleza excepcional que se ha creado y posteriormente realizado haya
sido impuesto de modo perfectamente legal