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Hoy quiero levantar tu fe, para que entiendas cuál es el motivo de por qué Dios te creó y
qué expectativas tiene Dios de ti.
Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las
aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la
expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la
expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo. Dijo también Dios:
Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y
fue así. Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio
Dios que era bueno. Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé
semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la
tierra. Y fue así. Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su
naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios
que era bueno.
Esto quiere decir que Dios, desde el primer día hasta el quinto, todo lo que hizo fue
bueno y grande, es decir que Dios preparó un hábitat, una atmósfera para dársela al
hombre, porque Él no hizo al hombre desde un principio sino que primero empezó hacer
las cosas que le iba a dar al hombre para que las administrara.
En Génesis 1:26
¿Un cristiano puede ser empresario? Claro que sí, ¿Un cristiano puede ser dirigente
político? Claro que sí, ¿un dirigente social? Claro que sí. ¿Puede ser un cristiano
presidente de un país? claro que sí ¿Puede ser un senador? sí. Jesús terminó lo que Dios
empezó y lo terminó con Pedro cuando le dijo en Mateo 16: 19: Pedro, te entrego las
llaves del reino de los cielos y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y
todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
Tenemos las llaves para atar y desatar. Una cosa es tener el control y otra cosa el
dominio, no es lo mismo; tú puedes controlar una situación pero dominar una situación
es diferente.
Tenemos que saber que donde nosotros estemos debemos ser cabeza y no cola, primeros
y no segundos, estar arriba y no debajo, pero el enemigo nos ha confundido, nos ha
metido en un conformismo, en una situación que nosotros creemos que debemos de
estar pasivos, conformistas, subyugados, pero a partir de ahora, y tienes que entrar con
un porte diferente, no de orgullo, ni de altivez sino de algo que te corresponde: control,
poder y dominio.
Hay algo que Dios dijo desde que hizo al ser humano: subyugad, multiplicaos y luego
vino Jesús y nos dio la llave de autoridad, dominio. Reino no es religión, Reino es
autoridad, poder sobre un territorio, y ese territorio es donde te desenvuelves: tu casa,
trabajo, universidad, donde quiera que te mueves es un reino, entonces tienes dominio
control y autoridad, pero hasta que no lo entiendas todas las circunstancias adversas y
todos los problemas van a estar por encima de todo esto, por eso tienes que cambiar y
tomar conciencia en tu interior que lo que te estoy diciendo es verdad.
Cada vez que hablo de este tema todo el mundo se pone feliz porque dice que tenemos
la llave, el control, el poder para toda situación, pero la primera llave que Dios dijo no
es para tener cosas sino para salir de cosas. Queremos la llave para abrir la caja fuerte de
Dios y decimos: Padre en el nombre de Jesús yo ato en la tierra como en el cielo el
espíritu de miseria, pobreza, toda maldición de pobreza la ato aquí en la tierra como en
el cielo; pero cuando el Pastor te predica de la fornicación, la llave no entra; no entra la
llave para la mentira, no entra la llave para el robo, no entra la llave para la ira, no entra
la llave para el adulterio, para el traguito, y ¿qué pasó con la llave? Me la cambiaron?
Padre la llave, Señor la llave, y de una vez llaman a que vengan a cambiarme esta
cerradura que la llave no me sirve, pero el problema no es la llave, el problema eres tú.
La llave del pecado, Santiago 4: 7: Someteos, pues a Dios; resistid al diablo y huirá de
vosotros.
Sabes por qué no tienes control de la llave del pecado, porque no estás sometido a Dios,
porque dice la palabra que si estás sometido a Dios, el diablo huye de ti, pero como
estás sometido a tu cuerpo, a tus hormonas, a tus deseos, entonces el diablo tiene tu
llave; pero el que está sometido a Dios son llaves maestras que entran en cualquier
cerradura.
Cuando tomamos el control de la llave del pecado, lo que te viene automáticamente son
bendiciones, por lo que Dios nos da las llaves para gobernar sobre las bendiciones.
A mucha gente Dios le da las llaves sobre las bendiciones y les trae tristeza, tormento,
problemas, a veces las bendiciones te apartan de Dios; por eso siempre le he dicho que
Dios no solo prueba en escasez, Dios también te prueba en la abundancia, a veces Dios
te suelta, para ver cómo tú caminas. Entonces hay una llave que Dios nos da para
nosotros administrar la abundancia; por eso usted va ver gente que son bendecidos aquí
o en cualquier lugar y como no tiene esa llave de autoridad para administrar la
abundancia se alocan, dejan de venir a la iglesia, porque para manejar la abundancia en
Dios, tienes que tener una autoridad, una llave, sino la abundancia se te va convertir en
una desgracia, no la saben manejar, entonces Dios te prueba y en ese probatorio se ha
quedado mucha gente.
2) La llave de la abundancia.
3) llave para gobernar sobre las circunstancias. Es la llave de autoridad y dominio que te
puede venir lo que sea y tienes control. La tercera llave es para gobernar las
circunstancias adversas, un problema, una enfermedad, una crisis, que tengas control,
aquí casi todos fallamos entrando esa llave para las aflicciones.
1 Corintios 10:13
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no
es dejara ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente
con la tentación la salida, para que podáis soportar.
4) La llave para gobernar la nación
Cuando los justos dominan el pueblo se alegran, más cuando lo dominan un impío el
pueblo gime.
Cuando te hablo de nación es que la cuarta llave es para tú gobernar donde quiera que
estés; para gobernar en un sitio tú no tienes que dar órdenes, lo que tienes es que ser es
sabio; el dar órdenes no significa que tienes el control, hay gente que no dan órdenes y
son los que gobiernan, entonces nosotros como hijos de Dios tenemos que tener esa
cuarte llave, de tener control de gobernar donde quiera que nosotros nos movemos.
Estas cuatro llaves fueron las que José estableció en su vida. José duró 13 años de
amargura y tenía una visión, un sueño.
Y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté
el espíritu de Dios? Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto,
no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se
gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú.
José era un Joven de 17 años y atravesó 13 años pasando problemas, donde fue vendido,
fue esclavo, perseguido y encarcelado; tal vez pasando lo que tú quizás estás pasando
ahora, pero José tenía un sueño, una visión; Dios le había hablado a José como a
muchos, pero José no dejó de persistir y seguía persistiendo porque sabía lo que quería;
cuando José estaba pasando trabajo ya Dios estaba trabajando con el Faraón, poniéndole
sueños, y José ni tenía idea de eso, es más cuando Faraón tuvo el primer sueño, José ya
tenía dos años preso, y quizás José estuviera desesperado, hubiera desistido
preguntándose: y de qué sueños fue que me habló Dios, si mira donde estoy, y lo que
menos José pensaba era que Dios estaba moviendo sus fichas poco a poco para que Dios
lo colocara en el justo momento que le necesitaba para usarlo. José lo que menos sabía
es que desde que el día que Dios le dio sueños y una visión, ya Dios estaba preparando
el alimento de Su pueblo.
José, 13 años de tortura, a los 30 años le da Dios ese sueño a Faraón, y José metido en la
cárcel, y él confió en el copero, y le dijo: dile a faraón que yo estoy aquí, y el copero se
olvidó de él. Pero José tenía algo que nos falta a nosotros, tenía pasión por Dios.
A los 30 años de José, le dijo Faraón a su siervo ¿Acaso hallaremos a otro hombre como
este, en quien está el espíritu de Dios? José era igual que los otros, pero algo le hacía
grande que tenía dentro; cuando faraón tuvo el sueño, vinieron todos los sátrapas, todos
los sabios y brujos; y José solo necesito abrir su boca para sacar sabiduría del espíritu; y
este Faraón dice: encontraremos alguien que tenga el espíritu de Dios? José tenía la
respuesta ahí, y sabes por qué? porque nunca se dejó contaminar, estaba en la desgracia
y no se contaminó; estaba en la abundancia y no se contaminó; y supo esperar el tiempo
de Dios, porque cuando tú estás esperando en Dios y no te contaminas, lo que te viene
es un palacio.
Tenemos que aprender de José. Él no se contaminó con nada, cuando tienes las llaves,
esas llaves siempre te van a sanar tú corazón; José sanó su corazón.
Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo
soy José vuestro hermano, el que vendiste para Egipto. Ahora pues, no os entristezcáis,
ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios
delante de vosotros.
¡Qué profundidad tiene esa expresión de José! Esa palabra, preservación, es la esencia
de todo hijo de Dios, cada uno de nosotros somos preservadores de vida; José se
encontró con sus hermanos y estaban muriéndose porque ellos creían que José se iba a
vengar de ellos.
La iglesia es una preservadora de vida, cuando por la puerta de la iglesia llega alguien,
llega una vida y debemos preservarla. Dice la palabra que José nunca maltrató a nadie,
porque él entendió que era un preservador de vida. Y esto tú no lo puedes adaptar a tu
cerebro y a tu pensamiento externo, sino que tienes que introducirlo a tu conciencia
interna, que si eres hijo de Dios, si eres cristiano y estás llevando una vida divina de
Dios, el reflejo de esa vida divina de Dios es que tú eres un preservador de vida.
El que está alineado con Dios, su proceso puede ser largo, pero Él te asegura que las
bendiciones serán mayores. Solo tienes que ser sabio e inteligente, y tener el espíritu de
Dios hablando por ti.
De hoy en adelante atrévete como José, a buscar lo que Dios tiene para Su pueblo.
Debemos de entrar primero en un Orden, segundo en un Compromiso y tercero en
Santidad para que haya una conversión genuina en nosotros. Una vez que la iglesia
entre en esto, entonces estará preparada para salir con voz de trompeta a proclamar la
unidad de su iglesia.