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Capitalismo de Plataformas

(Srnicek)

Introduccion:
El capitalismo de plataformas es un fenómeno derivado de la reestructuración del
capitalismo en respuesta a las crisis. Desde la crisis de sobrecapacidad de los años
setenta hasta la reciente crisis de 2008, se ha observado un cambio en el enfoque
económico, con la tecnología y los datos emergiendo como elementos centrales. Se ha
producido un cambio en la valorización del conocimiento y los datos, lo que ha llevado
a la proliferación de términos como "economía del trabajo temporal", "economía
compartida", "economía de la vigilancia", entre otros.
La discusión sobre la economía cognitiva o informacional sugiere que el valor se deriva
cada vez más de la cooperación colectiva y el conocimiento. Además, se argumenta que
la desindustrialización ha llevado a la producción de bienes inmateriales como
contenido cultural, conocimientos, afectos y servicios. Los datos se han convertido en
una materia prima fundamental en esta era, y su extracción y uso se ha vuelto crucial
para las empresas. Esta dependencia de los datos ha transformado la forma en que se
desarrollan los procesos de producción, se coordina la fuerza laboral y se optimizan los
servicios.
Si bien los datos son fundamentales en este nuevo paradigma, es esencial comprender
que los datos en sí mismos no son inmateriales; requieren sensores y sistemas de
almacenamiento para ser capturados y mantenidos. A medida que las empresas
dependen cada vez más de la recolección y el análisis de datos, se ha creado una
infraestructura significativa para su adquisición y utilización. En resumen, el
capitalismo de plataformas se ha convertido en un entorno donde los datos son la
materia prima esencial para la acumulación de capital y el desarrollo económico.
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El problema que las empresas capitalistas enfrentaban era que sus modelos de negocio
tradicionales no estaban diseñados para extraer y utilizar datos de manera eficiente.
Anteriormente, la producción se llevaba a cabo en fábricas donde se perdía mucha
información, lo que limitaba el conocimiento sobre el cliente y el uso del producto.
Aunque la logística global de la producción austera mejoró esta situación, seguía siendo
un modelo con limitaciones. Por lo tanto, surgió un nuevo modelo de negocio: la
plataforma. Las plataformas se convirtieron en una forma eficiente de extraer, analizar y
utilizar grandes cantidades de datos que se estaban registrando.
Las plataformas digitales son infraestructuras que reúnen a diferentes grupos de
usuarios, como clientes, anunciantes, proveedores de servicios y productores,
facilitando interacciones entre ellos. Además, proporcionan herramientas para que los
usuarios construyan sus propios productos y servicios. Estas plataformas dependen de
los efectos de red, lo que significa que cuanto más usuarios tenga una plataforma, más
valiosa se vuelve para los demás, lo que a menudo conduce a su monopolización.
Para atraer a más usuarios, las plataformas suelen utilizar subvenciones cruzadas, donde
una rama de la empresa reduce los precios o proporciona servicios gratuitos, y otra rama
aumenta los precios para cubrir esas pérdidas. También tienen una arquitectura central
que controla las interacciones y las reglas del juego, lo que les brinda un acceso
privilegiado a los datos. Las plataformas se han convertido en un tipo de empresa
poderoso y diverso, que abarca áreas como publicidad digital, servicios en la nube,
plataformas industriales, productos digitales y plataformas de servicios de alquiler.
Compañías como Google, Facebook, Amazon, y Uber son ejemplos prominentes de
empresas que se han convertido en plataformas exitosas. A través de su capacidad para
recopilar y controlar datos de diversas fuentes, las plataformas se han convertido en
herramientas esenciales para la extracción de datos y el control del mercado.

Plataformas publicitarias
Las plataformas publicitarias han sido fundamentales en el desarrollo del modelo de
negocio digital y han desempeñado un papel clave en el surgimiento de tendencias
tecnológicas actuales. Surgieron tras la caída de las punto-com y el posterior cierre de
numerosas empresas del sector, lo que dejó a un pequeño número de empresas
dominando el mercado. La necesidad de generar ingresos llevó a estas empresas a
centrarse cada vez más en la publicidad.
Google, en particular, se destacó al iniciar su transformación hacia una empresa
generadora de ingresos a través de la publicidad. Inicialmente, Google se enfocó en
mejorar sus servicios utilizando los datos de búsqueda de los usuarios. Sin embargo, la
caída de las punto-com y la necesidad de generar ingresos llevaron a Google a utilizar
estos datos, junto con cookies y otra información, para vender espacios publicitarios a
través de un sistema de subasta automatizado.
A medida que la Web 2.0 se desarrollaba, se produjo un cambio hacia un enfoque más
centrado en el contenido generado por los usuarios y en interfaces multimedia. Sin
embargo, la retórica de democratización de la comunicación ocultó la explotación
potencial del "trabajo gratis". Aunque se argumenta que los usuarios generan datos y
contenido que luego son vendidos a anunciantes y otras partes interesadas, este
planteamiento plantea ciertas dificultades. La cuestión principal radica en definir si la
interacción social en línea constituye trabajo en el sentido capitalista del término.
La discusión sobre si estas interacciones son una forma de trabajo gratuito o no es
crucial, ya que determina la presión competitiva sobre los usuarios y las empresas. Si
estas interacciones se consideran trabajo gratuito, las empresas se benefician al explotar
el nuevo panorama de explotación laboral. Por el contrario, si no se considera trabajo
gratuito, las empresas se convierten en parásitos de industrias productoras de valor.
Aunque la respuesta a este dilema no es clara, comprender la dinámica de las
plataformas publicitarias es esencial para comprender su papel en el modelo de negocio
digital actual.
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El enfoque adoptado aquí es que las plataformas publicitarias no explotan directamente
el trabajo gratuito de los usuarios, sino que más bien se apropian de los datos como
materia prima. Para generar ingresos, estas plataformas extraen datos de las actividades
en línea de los usuarios y los analizan para vender espacios publicitarios de manera
efectiva a los anunciantes. Se destaca la importancia de no solo recolectar datos, sino
también de procesarlos y convertirlos en información valiosa para los anunciantes. Este
proceso implica monitorear y registrar las actividades en línea de los usuarios y
rastrearlos mediante cookies y otros mecanismos para obtener datos más específicos y
valiosos.
Esta economía de datos ha migrado más allá del mundo en línea y ha encontrado
aplicación en el mundo físico. Se citan ejemplos como el de Tesco, que utiliza un
negocio de "conocimiento del consumidor" para seguir a los consumidores en línea y
fuera de línea y vender esta información a diversas empresas. La extracción de datos se
ha convertido en un método crucial para construir una plataforma monopólica y captar
ingresos de anunciantes.
A pesar de sus altos ingresos y ganancias, las plataformas publicitarias han adoptado
estrategias financieras específicas. Algunas han acumulado grandes cantidades de
efectivo, mientras que otras han optado por realizar fusiones y adquisiciones para
centralizar la capacidad existente en lugar de construir nueva capacidad. Otras aún han
canalizado su dinero hacia nuevas empresas de tecnología, estableciendo así las
condiciones para el auge tecnológico más reciente.
En resumen, las plataformas publicitarias se han convertido en expertas en la extracción
y utilización de datos como materia prima, lo que ha impulsado la economía digital y ha
sentado las bases para la expansión de su modelo de negocio a diversas industrias.

Plataformas de la nube
El surgimiento de las plataformas de la nube representa un paso fundamental en la
consolidación de la plataforma como un modelo de negocios poderoso. Amazon, en
particular, se ha destacado en este ámbito, inicialmente a través de su desarrollo de una
red logística masiva para su negocio de comercio electrónico. Esta expansión condujo al
desarrollo de Amazon Web Services (AWS) como una plataforma interna para manejar
las complejas logísticas de la empresa. Más tarde, AWS comenzó a alquilar servicios
informáticos de la nube, lo que incluía desde el mantenimiento de servidores hasta
herramientas de desarrollo de software y aplicaciones listas para usar.
Lo que resultó valioso para otras empresas fue que ya no tenían que invertir tiempo y
dinero en desarrollar su propia infraestructura de hardware o software. Podían adquirir
estos servicios temporalmente según fuera necesario. Este modelo de alquiler también
se ha extendido a áreas como el software, donde se están adoptando cada vez más
suscripciones en lugar de ventas únicas. Empresas como Adobe, Google y Microsoft
están comenzando a ofrecer sus productos de software de esta manera.
Otras empresas de renombre, como Google, Microsoft e IBM, también se han sumado a
la tendencia de la nube, ofreciendo una variedad de servicios que van desde aprendizaje
automático hasta inteligencia artificial y computación cuántica. En general, las
plataformas de la nube permiten la externalización de una parte significativa del
departamento de tecnología de la información de una empresa, lo que a menudo
conlleva la automatización de tareas y la reducción de la necesidad de personal
especializado.
En resumen, las plataformas de la nube han revolucionado la forma en que las empresas
manejan su infraestructura tecnológica y han allanado el camino para la externalización
de una amplia gama de tareas de tecnología de la información.
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La evolución de la lógica de las plataformas de la nube puede compararse con el
funcionamiento de las utilidades, según Jeff Bezos, CEO de Amazon. Al igual que la
centralización de la generación de energía eléctrica, la infraestructura de la nube se ha
consolidado y ahora se alquila según la demanda. En la actualidad, la integración
creciente del ámbito digital en todas las áreas de la economía ha otorgado un poder
inmenso y lucrativo a las empresas propietarias de dicha infraestructura.
La plataforma de la nube desempeña un papel fundamental en la extracción de datos, ya
que su modelo de alquiler le permite recopilar datos continuamente, a diferencia del
antiguo modelo de venta de datos como bienes separados de la empresa. Al trasladar las
actividades empresariales a las plataformas de la nube, compañías como Amazon
obtienen acceso directo a nuevos conjuntos de datos completos, lo que les brinda una
ventaja significativa en la recopilación de información.
Amazon Web Services (AWS) ha experimentado un rápido crecimiento y rentabilidad,
con márgenes de alrededor del 30% y ganancias cercanas a los 8.000 millones de
dólares en 2015. En el primer trimestre de 2016, AWS generó más ganancias para
Amazon que su actividad principal de venta minorista. Este éxito ha llevado a
competidores clave como Google y Microsoft a ingresar a este ámbito, junto con
competidores chinos como Alibaba.
En resumen, si bien Google y Facebook sentaron las bases para la extracción de datos,
Amazon fue pionera en la construcción de una plataforma de la nube de alquiler de
medios de producción, lo que ha demostrado ser enormemente lucrativo y
estratégicamente poderoso. Estas plataformas de la nube están redefiniendo la
infraestructura básica de la economía digital, lo que les permite recopilar datos para sus
propios fines de manera efectiva y rentable.

Plataformas industriales
La incursión de las plataformas en el campo de la fabricación tradicional ha dado lugar
a la llamada "Internet industrial" o "Industria 4.0". Este enfoque implica la integración
de sensores y chips informáticos en los procesos de producción y logística, permitiendo
una comunicación fluida y constante entre los distintos componentes. La idea es
optimizar la producción al reducir costos laborales, costos de energía y tiempos
muertos, así como mejorar la calidad y la personalización de los productos.
La implementación exitosa de la Internet industrial plantea desafíos en cuanto a la
necesidad de establecer estándares de comunicación y garantizar la interoperabilidad
entre los componentes, especialmente en el caso de maquinaria antigua. Es aquí donde
entran en juego las plataformas industriales, actuando como infraestructuras básicas
para conectar sensores, fábricas, proveedores, productores y consumidores, así como
software y hardware.
Las empresas líderes, tanto en fabricación tradicional como en tecnología, han lanzado
esfuerzos significativos para desarrollar plataformas de Internet industrial. Siemens y
GE han invertido grandes sumas en la adquisición de capacidades de fabricación
inteligente y el desarrollo de sus propias plataformas. Además, la competencia
económica entre países como Alemania y Estados Unidos ha impulsado la adopción de
la Internet industrial, con ambos países respaldando activamente el desarrollo de este
sector mediante consorcios y alianzas estratégicas.
La evolución hacia las plataformas industriales refleja el crecimiento continuo de la
industria manufacturera y la tecnología, con un énfasis en la innovación y la eficiencia.
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La carrera por construir plataformas monopólicas en el sector de la fabricación se ha
vuelto intensa, con empresas como GE y Siemens compitiendo por la supremacía. Sus
plataformas, Predix y MindSphere respectivamente, ya ofrecen una amplia gama de
servicios, incluida infraestructura informática en la nube, herramientas de desarrollo y
aplicaciones para gestionar la Internet industrial. Estas plataformas se presentan como
soluciones integrales para la gestión de datos masivos y análisis especializados.
Además de licencias de software, estas plataformas proporcionan hardware esencial,
como servidores y almacenamiento, necesarios para la operación de la Internet
industrial. Con un enfoque en el conocimiento interno de la fabricación y la seguridad,
estas plataformas se posicionan estratégicamente como intermediarias entre fábricas,
consumidores y desarrolladores de aplicaciones, lo que les permite monitorear y
recopilar datos cruciales sobre la fabricación global.
La estrategia de estas empresas se basa en una apertura relativa en términos de
conectividad, almacenamiento de datos y desarrollo de aplicaciones en la plataforma, lo
que les permite atraer una base de usuarios cada vez más amplia. Si bien estas
plataformas ya generan importantes ingresos, se espera que el sector alcance un valor de
225.000 millones de dólares para 2020, superando el valor de otras áreas relacionadas,
como la Internet de las cosas para consumidores y la informática en la nube para
empresas.
A pesar de sus propias iniciativas, empresas como GE siguen recurriendo a proveedores
externos como AWS para satisfacer algunas de sus necesidades internas. Esto demuestra
la complejidad y la interconexión de las redes de plataformas en la economía digital
actual.
Plataformas de productos
Las plataformas de productos y las plataformas austeras representan dos modelos de
negocio distintos pero relacionados. Mientras que las plataformas de productos como
Zipcar poseen los bienes que alquilan, las plataformas austeras como Uber tercerizan la
mayor parte de los costos posibles. Aunque existen similitudes entre ambos en términos
de alquiler de bienes, sus enfoques difieren significativamente.
Las plataformas de productos han cobrado una gran importancia para las empresas que
buscan contrarrestar la tendencia hacia costos marginales cercanos a cero en ciertos
bienes. Un ejemplo destacado es el sector de la música, que experimentó una fuerte
caída en los ingresos de los sellos discográficos a finales de los años noventa debido a la
facilidad de descargar música de forma gratuita. Sin embargo, el resurgimiento de la
industria de la música en años recientes se ha atribuido en gran medida a plataformas de
productos como Spotify y Pandora, que obtienen ingresos tanto de los oyentes como de
los sellos discográficos y anunciantes.
La expansión de estos modelos de suscripción a diversas áreas, como alojamiento,
vehículos, productos de cuidado personal e incluso servicios de aviación privada, ha
sido posible en parte debido al estancamiento de los salarios y la disminución del
ahorro. La dificultad para realizar compras importantes, como automóviles y viviendas,
ha llevado a un aumento en la preferencia por los pagos fraccionados y servicios de
suscripción más asequibles.
Este cambio en el comportamiento del consumidor ha impulsado el crecimiento de las
plataformas de productos, lo que ha transformado radicalmente la manera en que los
consumidores acceden y utilizan una amplia gama de bienes y servicios
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En el ámbito de la economía on-demand, se ha observado un impacto significativo en la
industria de bienes manufacturados duraderos, con un enfoque destacado en los motores
de reacción. Tres de los principales fabricantes de motores, Rolls Royce, GE y Pratt &
Whitney, han adoptado un modelo de negocio de alquiler de propulsión en lugar de
simplemente vender motores a aerolíneas. Este cambio representa una transición de un
modelo de márgenes bajos y competencia intensa a uno de servicios y mantenimiento
con márgenes de ganancia considerablemente más altos.
Si bien la competencia en el sector de los motores de reacción ha estado impulsada por
mejoras tecnológicas graduales y una intensa competencia entre los principales actores,
el énfasis se ha desplazado hacia el mantenimiento, donde los márgenes son más
amplios. Rolls Royce lideró este cambio al introducir el modelo de "bienes como
servicios", donde las aerolíneas pagan una tarifa por cada hora de uso del motor en lugar
de comprarlo directamente. Esto incluye el mantenimiento y los repuestos, lo que les
permite a las aerolíneas evitar costos iniciales y riesgos asociados con la adquisición de
motores de reacción.
Los datos juegan un papel fundamental en esta transición, ya que los motores están
equipados con sensores que recopilan información valiosa sobre su rendimiento,
desgaste y posibles problemas. Estos datos se envían a centros de monitoreo para su
análisis, lo que proporciona una ventaja competitiva a Rolls Royce al utilizarlos para
mejorar la eficiencia del combustible, aumentar la vida útil de los motores y desarrollar
nuevos modelos. Además, estos datos y su extracción estratégica han ayudado a Rolls
Royce a mantener su dominio en la industria, protegiéndola de la competencia externa y
asegurando su posición líder.

Plataformas austeras
Las plataformas austeras han revivido el modelo empresarial de "crecimiento primero,
ganancias después" que predominó en los primeros días de la era de Internet. Ejemplos
notables como Uber y Airbnb han impulsado esta tendencia, proporcionando
plataformas virtuales que conectan a usuarios, clientes y trabajadores sin poseer los
activos físicos involucrados. Estas compañías se benefician de un modelo
hipertercerizado, donde los trabajadores son considerados contratistas independientes,
permitiendo a las empresas reducir costos laborales y deslocalizar otras
responsabilidades, como el entrenamiento y el mantenimiento.
A pesar de su falta de activos físicos, estas plataformas austeras son propietarias de un
activo crucial: la plataforma de software y análisis de datos. Operan con un enfoque
extractivo mínimo, manteniendo un control monopolístico sobre la plataforma. Sin
embargo, esta estrategia ha generado críticas en relación con la subcontratación de
trabajadores. En los Estados Unidos, estas plataformas consideran a sus trabajadores
como contratistas independientes en lugar de empleados, lo que les permite evitar costos
laborales significativos y reducir gastos en beneficios y días de enfermedad. Este
enfoque de subcontratación también ha llevado a la implementación de sistemas de
reputación como una forma alternativa de control, lo que a menudo refleja las
tendencias discriminatorias de la sociedad.
Este movimiento hacia el trabajo precario y subcontratado no se limita únicamente a las
plataformas austeras. La tendencia más amplia de la deslocalización laboral se remonta
a la década de 1970, afectando tanto a trabajos comerciales como a servicios no
personales. La deslocalización de la producción se ha expandido a múltiples sectores,
incluidos la construcción, la seguridad y la restauración, presentando una
transformación en la naturaleza del empleo tradicional. Esto se ha acentuado con la
evolución de la tecnología y la creciente dependencia de las plataformas en línea para la
búsqueda de empleo en el mercado laboral informal. Estas tendencias se reflejan en las
estadísticas económicas, donde se observa un aumento significativo en la participación
de empleos alternativos en la fuerza laboral estadounidense.
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El panorama laboral contemporáneo muestra un aumento en la participación de
trabajadores autónomos y contratistas independientes, revelando una tendencia hacia
empleos más precarios, especialmente desde la crisis financiera de 2008. Aunque la
cantidad de personas que se identifican como autónomas ha disminuido, la cantidad de
individuos que presentan formularios de impuestos 1099 para trabajadores autónomos
ha aumentado en los Estados Unidos. Similarmente, en el Reino Unido, el trabajo
autónomo ha contribuido significativamente a la creación de empleo neto desde 2008,
desempeñando un papel crucial en la prevención de un aumento más significativo en los
niveles de desempleo.
En el ámbito de las plataformas austeras, la categoría de contratistas independientes y
freelancers ha experimentado un incremento, aunque la mayor parte de este aumento se
ha observado en trabajos fuera del ámbito online. Las estimaciones sugieren que solo
alrededor del 1% de la fuerza laboral estadounidense participa en la economía
compartida online a través de plataformas austeras, siendo los conductores de Uber el
grupo más prominente en este sector. En el Reino Unido, las estadísticas indican una
participación ligeramente más alta en la economía compartida, pero también muestran
una pequeña proporción de la fuerza laboral total.
Este aumento en el trabajo autónomo y en la participación en la economía compartida
refleja en gran medida las difíciles condiciones económicas que siguieron a la crisis de
2008. Muchos trabajadores se vieron obligados a buscar oportunidades laborales en
estas plataformas como resultado del aumento del desempleo y de la falta de empleo en
la recuperación económica posterior a la crisis. La demografía de los trabajadores de
estas plataformas también apunta a esta tendencia, ya que muchos de ellos poseen
títulos educativos más altos y estarían en condiciones de acceder a empleos más
formales en una economía más robusta.
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Las plataformas austeras no introducen necesariamente elementos novedosos en
comparación con otros tipos de plataformas. En su lugar, están ampliando tendencias
previas al tercerizar una variedad de trabajos, desde servicios de taxi hasta tareas de
oficina, a un nivel global. Esto ha provocado una presión a la baja en los salarios al
ofrecer trabajos en mercados laborales globales y explotar mano de obra barata en
países en desarrollo.
Estas plataformas también han externalizado otros costos significativos, lo que ha
permitido que empresas como Airbnb, Slack y Uber aprovechen las capacidades
ofrecidas por plataformas en la nube como AWS. Sin embargo, la externalización de
costos no ha asegurado la rentabilidad para muchas de estas empresas. Instacart, por
ejemplo, continúa luchando con la rentabilidad a pesar de descargar los costos de
entrega en los proveedores de alimentos y minoristas a cambio de publicidad.
Además, la competencia en la extracción de datos se ha convertido en un aspecto crucial
para las plataformas austeras. Por ejemplo, Uber utiliza datos de viajes y
comportamientos de los conductores para optimizar sus servicios y retener a los
usuarios, lo que subraya la importancia de los datos como recurso competitivo en este
entorno. En resumen, aunque las plataformas austeras han adoptado nuevas estrategias
de externalización y análisis de datos, en gran medida reflejan tendencias previas y no
han presentado innovaciones revolucionarias en el campo.
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Las plataformas austeras, aunque han atraído una cantidad significativa de atención y
financiación, todavía enfrentan desafíos en términos de rentabilidad. A pesar del auge
del capital excedente y la intensa búsqueda de retornos de inversión más altos después
de la crisis de 2008, estas plataformas todavía dependen en gran medida de la inversión
externa para respaldar sus operaciones. El contexto económico poscrisis, marcado por
una política monetaria flexible y tasas de interés bajas, ha fomentado un entorno
propicio para el crecimiento de estas plataformas.
Si bien las inversiones en estas plataformas han aumentado considerablemente,
especialmente en compañías como Uber, Airbnb y Didi Chuxing, su rentabilidad real
sigue siendo cuestionable. La dependencia de la financiación de fondos de cobertura y
fondos de inversión, junto con la falta de pruebas sustanciales de una rentabilidad
sostenible, plantea dudas sobre la viabilidad a largo plazo de este modelo de negocio.
Además, la rentabilidad de estas plataformas se ha basado más en las expectativas
futuras que en las ganancias reales, lo que refleja un patrón similar al del boom del
punto COM en el pasado. La esperanza de obtener beneficios significativos en el futuro
se ha centrado en estrategias como la reducción de costos y la reducción de salarios, en
lugar de generar un modelo de negocio sólido y sostenible.
En resumen, las plataformas austeras han surgido en un entorno económico específico,
pero su viabilidad a largo plazo y su capacidad para cambiar radicalmente el panorama
económico y laboral aún están en duda. Su dependencia de la inversión externa y la falta
de una demostración clara de rentabilidad sostenible plantean desafíos significativos
para su futuro.

Conclusión
En el presente capítulo, se ha destacado la importancia crucial de los datos en el
capitalismo del siglo XXI. Se argumenta que las plataformas han emergido como el
principal medio para la extracción y monetización de estos datos. A diferencia de los
modelos de negocios anteriores, las plataformas tienen la capacidad de extraer datos de
manera más efectiva y extensa, lo que les permite monopolizar, analizar y vender datos
de diversas formas.
Se resalta cómo las plataformas actúan como una base digital que simplifica el
almacenamiento y registro de datos, además de permitir la construcción de otros
servicios y tecnologías sobre esta infraestructura. Los datos se utilizan de diversas
maneras para generar ingresos, ya sea a través de la orientación de anunciantes y partes
interesadas, la mejora de productos y servicios, el control de trabajadores y la
optimización de algoritmos para mantener una ventaja competitiva.
Se observa que empresas como Google, Facebook, Rolls Royce, Uber, a w s y Predix
emplean datos como recurso central para impulsar sus negocios y obtener ventajas
competitivas. La recolección masiva de datos se ha convertido en una actividad central
en estos modelos de negocios, y las plataformas se han posicionado como herramientas
ideales para facilitar esta extracción y monetización de datos.
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Se destaca cómo el nuevo esquema empresarial de las plataformas austeras se ha
entrelazado con tendencias de largo plazo y movimientos cíclicos de corto plazo. Se
resalta que la tendencia hacia la tercerización y la construcción de modelos de negocios
austeros ha sido un proceso en desarrollo desde la década de 1970, y las plataformas
digitales lo han intensificado aún más en la actualidad.
Se señala que empresas como Google, Facebook y Amazon han recurrido a la
tercerización de diversos aspectos de sus operaciones, empleando trabajadores poco
calificados en ubicaciones de bajos salarios para llevar a cabo tareas como la
moderación de contenido y el trabajo de almacén. Además, se destaca cómo el
excedente de población en busca de empleo ha proporcionado un suministro
considerable de trabajadores mal pagados y no calificados, mientras que el entorno de
bajas tasas de interés ha permitido que una importante cantidad de capital busque
retornos a través de la financiación de nuevas empresas de tecnología.
Se hace hincapié en que las plataformas austeras, aunque parecen ser un fenómeno de
corta duración, reflejan un cambio importante en la operación de las compañías
capitalistas. Aunque se cree que marcan el fin de la era de la propiedad, en realidad
representan una concentración de la propiedad en manos de unas pocas empresas.
Además, se destaca que estas plataformas no son simplemente propietarias de
información, sino que están adquiriendo y controlando infraestructuras fundamentales
de la sociedad, lo que plantea preocupaciones sobre las tendencias monopólicas y sus
efectos en la economía en general.
“Posdata sobre las sociedades de control”
(Giles Deleuze)

Historia
En "Posdata sobre las sociedades de control", Gilles Deleuze reflexiona sobre la
evolución histórica de las estructuras sociales, contrastando las sociedades disciplinarias
del siglo XVIII y XIX con las emergentes sociedades de control. Las sociedades
disciplinarias, identificadas por Foucault, se basaban en espacios de encierro como la
familia, la escuela, la fábrica y la prisión, donde el individuo estaba sujeto a leyes y
normas específicas. Foucault reveló el proyecto de los lugares de encierro, destacando
su organización espacial y temporal para maximizar la productividad.
Sin embargo, Deleuze también destaca la transitoriedad de este modelo y su sucesión
por las sociedades de control, cuya emergencia se aceleró después de la Segunda Guerra
Mundial. Estas nuevas formas sociales se diferencian de las disciplinarias en sus
objetivos y funciones, priorizando la administración de la vida sobre la recaudación y la
decisión de la muerte. Señala que la transición de una forma de sociedad a otra fue
gradual, marcada por la crisis de las disciplinas y la introducción gradual de fuerzas
sociales emergentes.
Deleuze sugiere que las sociedades disciplinarias eran representativas de una forma de
vida que estaba en proceso de desaparición, lo que implica que la transición hacia las
sociedades de control se produjo como una respuesta a las limitaciones y crisis de las
formas anteriores de organización social.
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En este fragmento, se aborda una crisis generalizada en diversos espacios de encierro
como la prisión, el hospital, la fábrica, la escuela y la familia. Estas instituciones están
experimentando un declive que requiere reformas urgentes, según los ministros
pertinentes. Sin embargo, se reconoce ampliamente que estas estructuras están llegando
a su fin y que la tarea actual es gestionar su agonía hasta que las nuevas fuerzas sociales
tomen su lugar.
De acuerdo con Burroughs y Foucault, se está produciendo un cambio hacia las
sociedades de control, identificadas como el nuevo monstruo social. Paul Virilio destaca
la aparición de formas ultrarrápidas de control al aire libre que reemplazan a las
antiguas disciplinas operativas en sistemas cerrados. Aunque se mencionan avances
farmacéuticos, formaciones nucleares y manipulaciones genéticas, se enfatiza que estos
aspectos no son el foco principal de la discusión.
El texto señala que la crisis en las instituciones de encierro, como los hospitales, ha
dado lugar a enfoques más liberales, como la sectorización y la atención domiciliaria.
Sin embargo, también se destaca que estos nuevos enfoques conllevan mecanismos de
control que rivalizan con los encierros más estrictos. La conclusión enfatiza la
importancia de buscar nuevas estrategias y herramientas en lugar de temer o esperar
pasivamente.

Lógica
En esta sección, Deleuze destaca las diferencias entre las sociedades disciplinarias y las
sociedades de control. Mientras que los internados y espacios de encierro representan
moldes independientes en la sociedad disciplinaria, en las sociedades de control, el
enfoque cambia hacia la modulación continua. Se observa un cambio desde la fábrica a
la empresa, donde el principio del "salario al mérito" y la formación permanente
reemplazan a la fábrica y la escuela respectivamente.
En el contexto de las sociedades de control, Deleuze enfatiza la importancia de la cifra
en contraste con la firma y el número en las sociedades disciplinarias. Describe cómo el
lenguaje numérico del control utiliza cifras como contraseñas para el acceso a la
información, lo que refleja la transición de individuos a "dividuos" y de masas a
muestras, datos, mercados o bancos. El dinero también se destaca como un símbolo de
esta diferencia, ya que en las sociedades disciplinarias estaba representado por monedas
con un valor fijo, mientras que en las sociedades de control se refiere a intercambios
flotantes y modulaciones con varias monedas de muestra.
Deleuze continúa con la metáfora del topo y la serpiente para ilustrar la transición del
régimen de las sociedades disciplinarias al de las sociedades de control. Concluye al
observar cómo la naturaleza del hombre ha pasado de ser un productor discontinuo de
energía a ser ondulatorio, simbolizado por el cambio del interés en los viejos deportes al
auge del surf.
+
Deleuze discute la evolución del capitalismo desde el siglo XIX hasta la era
contemporánea y cómo se ha transformado en un sistema más orientado hacia la venta y
el mercado que hacia la producción. Menciona que el capitalismo anterior estaba basado
en la concentración y la propiedad, con una estructura centrada en la fábrica. Sin
embargo, en la actualidad, el enfoque se ha desplazado hacia la superproducción y la
venta de servicios, lo que ha llevado a la empresa a reemplazar a la fábrica como unidad
central de la actividad económica.
Deleuze también enfatiza la idea de que el control social se ha convertido en una
función esencial del marketing, lo que refleja el cambio hacia un enfoque más
dispersivo y continuo en contraste con la disciplina anterior, que era más rígida y
discontinua. En este contexto, subraya el concepto de endeudamiento como una forma
en que los individuos están atados al sistema capitalista actual. Este nuevo paradigma de
control opera a corto plazo y de manera rápida, pero también de manera continua e
ilimitada, en comparación con la disciplina, que era de larga duración y discontinua.
Además, Deleuze explica cómo este sistema ha perpetuado la extrema pobreza de gran
parte de la población mundial, lo que ha dado lugar a la aparición de barrios marginales
y guetos. En general, sugiere que el control en el capitalismo contemporáneo no solo se
enfrenta al desafío de la disolución de las fronteras, sino también a la creciente brecha
entre los sectores empobrecidos y los centros de poder económico.

Programa
Deleuze propone un programa de estudio socio-técnico para comprender y categorizar
los mecanismos de control que están surgiendo en lugar de los antiguos espacios
disciplinarios. Destaca la importancia de comprender los cambios en curso y observar
de cerca cómo los antiguos métodos, adaptados a las nuevas circunstancias, están
reapareciendo en diversas formas.
En el ámbito de las prisiones, se observa la tendencia hacia penas alternativas y el uso
de dispositivos como los collares electrónicos para controlar a los delincuentes y
restringir su movimiento. En el contexto educativo, señala la evolución hacia la
evaluación continua y la influencia de la formación permanente en la estructura escolar,
que va de la mano con un abandono progresivo de la investigación en las universidades
y una mayor introducción del modelo empresarial en todos los niveles educativos.
Además, Deleuze enfatiza la importancia de comprender el papel central de los
ordenadores y las tecnologías de seguimiento en el control social contemporáneo.
Imagina una sociedad en la que cada individuo puede ser rastreado en tiempo real
mediante dispositivos electrónicos, destacando la creciente preocupación por la
vigilancia y la modulación continua de la conducta en diversos entornos.
+
En esta sección, Deleuze amplía su análisis de las transformaciones en la sociedad
contemporánea, enfocándose en los cambios en el ámbito de la medicina y las empresas.
Describe la emergencia de una medicina que trata a los individuos como "enfermos
potenciales" o "personas de riesgo", reemplazando así el enfoque en el cuerpo
individual con una preocupación por la gestión de una entidad "dividual" que debe ser
controlada y monitoreada. Del mismo modo, destaca cómo las empresas ya no siguen el
modelo de la antigua fábrica, sino que adoptan nuevas estrategias para tratar con el
dinero, los productos y los empleados.
Deleuze plantea cuestiones cruciales sobre la viabilidad de los sindicatos en este
contexto cambiante, señalando la necesidad de adaptarse a las transformaciones en las
estructuras laborales y de resistir las nuevas formas de dominación que caracterizan a
las sociedades de control. También reflexiona sobre la demanda de más formación y
motivación por parte de los jóvenes, sugiriendo que es esencial comprender cómo estas
aspiraciones se integran en los sistemas de control y cómo pueden ser utilizadas en
beneficio de las estructuras de poder existentes.
En última instancia, Deleuze enfatiza la complejidad de los cambios sociales y la
necesidad de comprender las nuevas formas de resistencia y lucha contra las dinámicas
de control. Su reflexión apunta a una comprensión más profunda de los cambios en
curso en las instituciones y estructuras de poder, así como de las posibles estrategias de
oposición y emancipación.

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