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ESTUDIANTE:
LIZ RICARDO MARTÍNEZ
CAROLINA QUINTERO ROMERO
JAVIER GALARCIO HORTA
DOCENTE:
WILSON ANTONIO PEREZ VILLALBA
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE ENFERMERÍA
MORFOFISIOLOGIA II
MONTERÍA -CÓRDOBA
04/09/2023
Introducción
Objetivos
VASCULARES CORONARIAS:
Las arteriolas de resistencia coronarias (diámetro < 250 μm) están
reguladas por mecanismos nerviosos, meta- bólicos y miógenos. El papel
de estos mecanismos varía según el diámetro vascular, de tal forma que los
mecanis- mos metabólicos predominan en las arteriolas cuyo diá- metro es
< 50 µm, los miógenos en las de 50-100 µm de diámetro y la vasodilatación
inducida por mecanismos nerviosos en las de> 100-150 um de diámetro.
Todos estos mecanismos de control permiten ajustar de forma muy precisa
el flujo coronario a las MVO, A continuación analizaremos los mecanismos
que regulan las resistencias vas- culares coronarias.
La reserva coronaria
Durante el ejercicio físico intenso, las MVO, aumen- tan y el FSC puede
incrementarse hasta 4-6 veces, desde su valor basal de 70-80 (250-300
mL/min) hasta 40 mL/100 g/min (1-1.6 L/min), observándose que este
aumento se asocia a una reducción de las resistencias periféricas de hasta
un 20% sobre el nivel basal. Por el contrario, la disminución del trabajo
cardíaco aumenta lasresistencias coronarias y disminuye el FSC.
La diferencia existente entre el FSC en reposo y el observado tras la
administración de sustancias vasodilata- doras (adenosina, dipiridamol), la
realización de un ejerci- cio físico intenso o la estimulación cardíaca rápida
con un marcapaso se denomina reserva coronaria. Es decir, la reserva
coronaria es la capacidad de los vasos coronarios para aumentar el aporte
de O, cuando aumentan las MVO.
Diagnósticos y Exámenes
Las enfermedades relacionadas con las arterias coronarias se pueden
comprender y detectar a través :
Cateterismo izquierdo del corazón
Angiografía por resonancia magnética
Prueba de esfuerzo nuclear
TAC cardíaca para la cuantificación del calcio coronario
Ultrasonido intravascular
Tratamiento
- Angioplastia
- Endoprotesis
CIRCULACIÓN CEREBRAL
El círculo arterial cerebral, más conocido como polígono de Willis, es un anillo
anastomótico de arterias que se ubica en la base del encéfalo. Este círculo
anastomótico conecta los dos principales sistemas arteriales del encéfalo, el
sistema de las arterias carótidas internas y el vertebrobasilar (arterias basilares y
vertebrales).
Ubicación topográfica
El polígono de Willis se ubica en la cara inferior del encéfalo dentro de la cisterna
interpeduncular del espacio subaracnoideo. Rodea varias estructuras dentro de la
fosa interpeduncular (depresión en la base del encéfalo) incluyendo al quiasma
óptico y al infundíbulo de la hipófisis.
el polígono de Willis está generalmente compuesto por tres arterias cerebrales y
dos comunicantes que unen a las arterias carótidas internas y al sistema
vertebrobasilar. Las arterias carótidas internas irrigan la mayor parte del
prosencéfalo. El sistema vertebrobasilar está compuesto por dos arterias
vertebrales y una arteria basilar e irrigan el lóbulo occipital, tronco encefálico y
cerebelo.
La arteria cerebral anterior (TA: arteria cerebri anterior) es una arteria que se
origina en la arteria carótida interna.
Las arterias cerebral anterior derecha e izquierda están conectadas por la arteria
comunicante anterior.
Ambas forman parte del círculo arterial cerebral o polígono de Willis.
Ramas
Presenta ramas corticales (orbitarias), frontales (parietales), centrales (incluida la
arteria interna del cuerpo estriado) y la arteria comunicante anterior del cerebro.
La arteria parietoccipital se origina en la porción postcomunical de la cerebral
anterior. No presenta ramas, y se distribuye hacia el lóbulo parietal y —a veces—
el lóbulo temporal del cerebro.
La arteria cerebral media tiene 10 ramas, las cuales se pueden clasificar como
centrales o corticales.
Las ramas corticales se ramifican a partir de la ACM una vez que la arteria emerge
en la superficie del encéfalo. La función principal de las ramas corticales es irrigar la
mayor parte de la cara lateral del encéfalo, como por ejemplo las porciones orbitaria,
frontal, parietal y temporal de la corteza cerebral.
SISTEMA VERTEBROBASILAR
Las arterias vertebrales son las dos arterias principales en este sistema que
surgen de las arterias subclavias y se unen para formar la arteria basilar. A medida
que las arterias vertebrales ascienden a través de los agujeros transversales de
las vértebras cervicales, proporcionan flujo sanguíneo a los músculos y tejidos del
cuello. Una vez que las arterias vertebrales entran al cráneo a través del foramen
magnum, se unen para formar la arteria basilar, que viaja hacia arriba a lo largo de
la superficie anterior del tronco encefálico, dando origen a varias ramas que
suministran sangre al tronco encefálico, al cerebelo y a partes del cerebro.
Las arterias cerebrales posteriores, que son las ramas finales de la arteria
basilar, suministran sangre a la porción posterior del cerebro, incluyendo los
lóbulos occipitales y temporales, y partes del tálamo. El sistema vertebrobasilar
también está conectado con el sistema carotídeo a través del círculo arterial del
cerebro, también conocido como círculo de Willis, proporcionando una importante
vía de circulación colateral en caso de oclusión de una de las arterias principales.
Arteria Basilar
. La arteria basilar es una arteria incluída dentro del sistema vertebrobasilar
formada por la unión de las dos arterias vertebrales a nivel del surco
bulbopontino.
Esta arteria asciende por el clivus, la superficie inclinada desde el dorso de la silla
hasta el foramen magno, a través de la cisterna pontocerebelosa hasta el borde
superior del puente.
Esta arteria da origen a múltiples ramas perforantes pontinas y dos
importantes ramas cerebelosas : 1) La arteria cerebelosa anteroinferior (AICA
por sus siglas en inglés) : nace de la arteria basilar proximal y es el origen más
frecuente de las arterias laberínticas (auditivas internas), además de irrigar la
porción anterolateral e inferior del cerebelo. y 2) las arterias cerebelosas
superiores. Nacen justo antes de la bifurcación de la Arteria Basilar. Cada arteria
cerebelosa superior tiene dos ramas terminales, las laterales irrigan la superficie
superolateral de los hemisferios cerebelosos , el pedúnculo cerebeloso superior, el
núcleo dentado y parte del brachium pontis. La rama medial irriga la porción
superomedial de los hemisferios cerebelosos y el vermis superior. Las ramas
terminales de la arteria basilar son las arterias cerebrales posteriores
PROPIEDADES DE
LA SANGRE
Características físicas:
La sangre es más densa y viscosa que el agua, y al tacto resulta levemente
pegajosa.
Su temperatura es de 38ºC, alrededor de 1ºC por encima de las
temperaturas oral o rectal.
Tiene un pH ligeramente alcalino cuyo valor se encuentra entre 7,35 y 7,45.
El color de la sangre varía con su contenido de oxígeno. Cuando está
saturada es rojo brillante, y cuando está insaturada es rojo oscuro. La
hemoglobina es la parte principal de los glóbulos rojos, compuesta por una
proteína denominada globina y un compuesto denominado hemo. El hemo
está compuesto por hierro y un pigmento denominado porfirina, que le da a
la sangre el color rojo.
Constituye aproximadamente el 20% del líquido extracelular, y alcanza el
8% de la masa corporal total.
El volumen sanguíneo es de entre 5 y 6 litros en un hombre adulto de talla
promedio, y de entre 4 y 5 litros en una mujer adulta de talla promedio. La
diferencia entre los dos sexos se debe a las diferencias entre las tallas
corporales promedio. Diversas hormonas, reguladas por mecanismos de
retroalimentación (feedback) negativa aseguran que tanto el volumen como
la presión osmótica de la sangre se mantengan relativamente constantes.
Características químicas
La sangre está constituida en un 45% aproximadamente por elementos
corpusculares, y en un 55% por plasma. Por lo general, más del 99% de los
elementos corpusculares son células glóbulos rojos o eritrocitos. Los pálidos e
incoloros glóbulos blancos o leucocitos y las plaquetas ocupan menos del 1%
del volumen sanguíneo total. Al ser menos densos que los glóbulos rojos y más
que el plasma, forman una fina capa leucoplaquetaria entre los glóbulos rojos y
el plasma en la sangre centrifugada.
Plasma sanguíneo: líquido citrino (amarillento), el cual está compuesto por
alrededor de un 91,5% de agua, y 8,5% de solutos, la mayoría de los cuales
(7% según el peso) son proteínas plasmáticas, entre ellas la albúmina (54% del
total), las globulinas (38%) y el fibrinógeno (7%); la mayoría de ellas fabricadas
por los hepatocitos. Aparte de las proteínas, otros solutos plasmáticos incluyen
electrolitos, nutrientes, sustancias reguladoras como enzimas y hormonas,
gases, y productos de desecho como urea, ácido úrico, creatinina, amoníaco y
bilirrubina
Componente corpuscular: Compuesto por los glóbulos blancos y los glóbulos
rojos, células completas y las plaquetas, que son fragmentos celulares.
- Glóbulos rojos: Los glóbulos rojos están muy especializados para su
función de transporte de oxígeno. Dado que los maduros no tienen núcleo,
todo su espacio interno está disponible para esta función. Como carecen de
mitocondrias y generan ATP en forma anaeróbica, no utilizan nada de lo
que transportan. Ciertos glucolípidos de la membrana plasmática de los
estos son los antígenos determinantes de los diversos grupos sanguíneos,
como el AB0 y el Rh. Al carecer de núcleo y otros orgánulos, y no pueden
reproducirse ni llevar a cabo actividades metabólicas complejas, su ciclo de
vida dura alrededor de 120 días.
El porcentaje del volumen total de sangre ocupado por glóbulos rojos se
denomina hematocrito. El rango normal de hematocrito para las mujeres
adultas es de 38-46% (promedio = 42); para hombres adultos, es de 40-
54% (promedio = 47). Valores más bajos en las mujeres durante su etapa
reproductiva pueden deberse a la excesiva pérdida de sangre durante la
menstruación. Una caída significativa del hematocrito indica anemia. En la
policitemia, el porcentaje es anormalmente alto, y el hematocrito puede ser
de 65% o incluso mayor. Esto incrementa la viscosidad de la sangre,
aumentando la resistencia al flujo y dificultando su bombeo por parte del
corazón, esto también contribuye a la hipertensión arterial y al riesgo
aumentado de accidentes vasculares.
Cada glóbulo rojo contiene alrededor de 280 millones de moléculas de
hemoglobina. Consiste en una proteína llamada globina, compuesta por
cuatro cadenas polipeptídicas, un pigmento no proteico de estructura anular
llamado hemo está unido a cada una de las cuatro cadenas. En el centro
del anillo hay un ion hierro (Fe2+) que puede combinarse reversiblemente
con una molécula de oxígeno, permitiéndole a cada molécula de
hemoglobina unirse con cuatro moléculas de oxígeno. Cada molécula de
oxígeno capturada en los pulmones está unida a un ion hierro. Mientras la
sangre fluye por los capilares tisulares, la reacción hierro-oxígeno se
revierte. La hemoglobina libera el oxígeno, el cual difunde primero al líquido
intersticial y luego hacia las células.
Glóbulos blancos: Los glóbulos blancos tienen un gran número de
funciones especializadas. Estos combaten las infecciones y son parte del
sistema inmunitario del cuerpo. A diferencia de los glóbulos rojos, los
glóbulos blancos o leucocitos tienen núcleo y otros orgánulos pero no
contienen hemoglobina, estos se clasifican como granulares (basófilos,
neutrófilos y eosinófilos) o agranulares (monocitos y linfocitos),
dependiendo de si tienen gránulos citoplasmáticos. En un cuerpo sano,
algunos glóbulos blancos especialmente los linfocitos, pueden vivir por
varios meses o años, aunque la mayoría vive tan sólo unos pocos días.
Durante un período de infección, los fagocíticos pueden llegar a vivir
apenas unas horas. Son mucho menos numerosos que los glóbulos rojos;
con solamente 5 000-10 000 células por μL de sangre, son superados por
los eritrocitos en una relación de 700:1.
- Plaquetas: Bajo la influencia de la hormona trombopoyetina, las células
madre mieloides se convierten en unidades formadoras de colonias
megacariocíticas que, a su vez, devienen en células precursoras llamadas
megacarioblastos. Los megacarioblastos se transforman en megacariocitos,
grandes células que se escinden en 2 000 a 3 000 fragmentos. Cada
fragmento, encerrado por una porción de membrana plasmática, es una
plaqueta. Las plaquetas (trombocitos), se liberan desde los megacariocitos
en la médula ósea roja, y después entran a la circulación sanguínea. Hay
entre 150 000 y 400 000 plaquetas en cada μL de sangre. Carecen de
núcleo. Sus gránulos también contienen sustancias que, una vez liberadas,
promueven la coagulación de la sangre. Las plaquetas contribuyen a frenar
la pérdida de sangre en los vasos sanguíneos dañados formando un tapón
plaquetario. Su promedio de vida es breve, por lo general de tan sólo 5 a 9
días. Las plaquetas muertas y envejecidas son eliminadas por los
macrófagos esplénicos y hepáticos.
LA HEMOSTASIA
La hemostasia es un sistema que mediante un proceso complejo que cumple dos
funciones principales:
mantener la sangre en un estado líquido, fluido que permita la circulación
en los vasos sanguíneos
suprimir la salida de sangre desde el espacio intravascular a través de un
vaso lesionado (con pérdida de la continuidad)
Esta última función es mediante la formación de una red de fibrina que además
proporcionará los elementos para reparar la pared del vaso y cuando la red de
fibrina ya no es necesaria este mismo sistema la eliminará mediante la fibrinólisis.
Por lo tanto, este proceso debe ser rápido, localizado y cuidadosamente regulado.
Las consecuencias de una «<falla» en este sistema son evidentes trombosis o
hemorragia.
Se divide en hemostasia primaria, hemostasia secundaria o fase plasmática de la
coagulación y fibrinólisis.
Hemostasia primaria: se inicia a los pocos segundos de producirse la lesión al
interaccionar las plaquetas y la pared vascular para detener la salida de sangre en
los capilares, arteriolas pequeñas y vénulas. Se produce una vasoconstricción
derivando la sangre fuera del área lesionada. Las plaquetas, que normalmente
circulan en forma inactiva, se adhieren a la pared del vaso dañado, segregando el
contenido de sus gránulos e interaccionando con otras plaquetas, formando la
base del tapón plaquetario inicial. Por otro lado, las plaquetas participan en la
activación del sistema de la coagulación proporcionando la superficie sobre la cual
se van a ensamblar los complejos enzimáticos que intervienen en esta fase.
La formación del tapón plaquetario se produce por una serie de mecanismos:
- Adhesión de la plaqueta al subendotelio vascular dañado (interviene el factor von
Willebrand).
-Agregación plaquetaria primaria al activarse el receptor glucoproteico IIb/IIIa y
permitir así la unión de las plaquetas.
-Liberación de compuestos intraplaquetarios que provocan agregación secundaria
de nuevas plaquetas al tapón plaquetario.
-Consolidación y retracción del coágulo. • Formación del tapón hemostático
definitivo con la formación del polímero de fibrina. • Cese de la hemorragia e inicio
de los mecanismos de reparación del vaso lesionado.
Hemostasia secundaria: es en esta fase donde se produce la interacción entre sí
de las proteínas plasmáticas o factores que se activan en una serie compleja de
reacciones (antes llamada en cascada) que culminarán con la formación del
coágulo de fibrina. Ésta formará una malla definitiva que reforzará al tapón
plaquetario inicial, formándose un coágulo definitivo. Intervienen en el proceso
varias proteínas procoa- gulantes (factores de coagulación) y proteínas
anticoagulantes (las más importantes son antitrombina, proteína C y proteína S)
que regulan y controlan el proceso de coagulación evitando una coagulación
generalizada(5).
Se pueden englobar en dos grandes grupos:
1) Factores dependientes de vitamina K. La síntesis de los factores de la
coagulación se realiza, principalmente, en el hígado y en el endotelio
vascular. Requieren vitamina K para su correcta funcionalidad, aquí se
incluyen los facto- res II, VII, IX y X, así como las dos principales proteínas
reguladoras de la coagulación proteína C y proteína S. Todos ellos
contienen de 10 a 12 residuos de glutamina, que son carboxilados a ácido
carboxiglutámico por una carboxilasa que precisa como cofactor a la
vitamina K. Este paso es importante para la unión del ion calcio y necesario
para la interacción de estas proteínas con las membranas plaquetarias
(fosfolípidos plaquetarios).
TIPOS DE SANGRE
Los antígenos son moléculas. Pueden ser proteínas o azúcares. Los tipos y
características de los antígenos pueden variar de persona a persona debido a
pequeñas diferencias genéticas.
Los científicos usan dos tipos de antígenos para clasificar los tipos de sangre:
Antígenos ABO
Según la Cruz Roja Estadounidense, si una persona recibe glóbulos rojos con
antígenos que aún no están presentes en su sistema, su cuerpo rechazará y
atacará los nuevos glóbulos rojos.
Se usa el sistema ABO junto con el estado del antígeno del sistema RhD para
determinar el tipo o tipos de sangre para una transfusión segura de glóbulos rojos.
Grupo AB: Los glóbulos rojos tienen antígenos A y B, pero el plasma no contiene
anticuerpos anti-A ni anti-B. Las personas con el tipo AB pueden recibir cualquier
tipo de sangre ABO.
Factor Rhesus
Algunos glóbulos rojos tienen factor Rh, también conocido como antígeno RhD. La
agrupación Rhesus agrega otra dimensión. Si los glóbulos rojos contienen el
antígeno RhD, son RhD positivos. Si no es así, son RhD negativos.
Conclusión
En este trabajo, se ha explorado detalladamente el complejo sistema circulatorio,
centrándonos en la circulación coronaria y cerebral. Hemos comprendido la vital
importancia de estas dos ramas en la provisión de oxígeno y nutrientes al corazón
y cerebro respectivamente, y cómo cualquier alteración en su funcionamiento
puede tener consecuencias graves para la salud.
En conjunto, este trabajo nos ha proporcionado una visión integral y detallada del
sistema circulatorio, la sangre y los procesos que garantizan su adecuado
funcionamiento. La comprensión de estos conceptos es esencial para una práctica
médica informada y para abordar eficazmente situaciones clínicas relacionadas
con la circulación sanguínea y la coagulación.
Preguntas complementarias
1-Pregunta: ¿Cuál es el propósito principal de la circulación coronaria y cerebral?
Respuesta: La circulación coronaria suministra sangre al corazón, mientras que la
circulación cerebral proporciona sangre al cerebro. Ambas son vitales para
garantizar el suministro de oxígeno y nutrientes a estos órganos críticos.
5-Pregunta: ¿Cuáles son los tipos de sangre más comunes y en qué se basa la
clasificación de los grupos sanguíneos?
Respuesta: Los tipos de sangre más comunes son A, B, AB y O, clasificados
según la presencia o ausencia de antígenos A y B en la superficie de los glóbulos
rojos. Además, se clasifican en Rh positivo (+) o Rh negativo (-) según la
presencia o ausencia del antígeno Rh en la superficie de los glóbulos rojos. Por lo
tanto, los grupos sanguíneos más comunes son A+, A-, B+, B-, AB+, AB-, O+, y O-.
BIBLIOGRAFÍA
Derrickson, B., & Tortora, G. (2011). Principios de Anatomía y Fisiología (13ra edición).
Editorial Panamericana.