De las artes plá sticas a la literatura y de la literatura a las artes plá sticas hubo

siempre un camino de doble vía que alimentó bibliotecas y pinacotecas desde el

mismo inicio de la historia.

Las esculturas daban tridimensionalidad a los mitos y los poemas épicos y las citas
bíblicas llenaban lienzos de palacios e iglesias en un sistema de fruició n y
educació n.

Italo Calvino es un producto literario singular del siglo XX y la estética del arte
contemporá neo que corresponde a su tiempo, una forma de definir una nueva y
extrañ a categoría estética de lo ininteligible. Calvino se esforzaba por hacer de los
relatos una experiencia casi científica de observació n y combinatoria matemá tica.
A ello sumaba la fantasía y el dominio y conocimiento de la estructura y la temá tica
del cuento tradicional de su país. El arte pictó rico y el ensamblaje trazan un
paralelismo en arte de su literatura y poseen algo que impide leer esos signos, ello
se debe a que los objetos artísticos dejaron de ser depositarios de su propio
significado para desplazarlo hacia un espacio anexo, e incluso hay que saber que
los objetos estéticos dependen por completo de su ambigü edad semá ntica y que,
con ello, preguntar por su significado es un mal comienzo.

Calvino intenta ser tan vital como reflexivo “¿Qué somos, qué es cada uno de
nosotros sino una combinatoria de experiencias, de informaciones, de lecturas, de
imaginaciones? Cada vida es una enciclopedia, una biblioteca, un muestrario de
estilos donde todo se puede mezclar continuamente y reordenar de todas las
formas posibles”. Entonces qué sentido debemos darle a la écfrasis que sustituye o
intenta traducir las palabras del escritor en pintura o escultura... Seguramente
porque la literatura y las artes visuales se relacionan de manera que los artistas
visuales suelen reflejar los conceptos de los escritores en sus obras.

Si hay algo que diferencia al escritor italiano de muchos otros contemporá neos
suyos es la cantidad de artistas plá sticos que se atrevieron con su obra para
producir imá genes y construcciones artísticas de diferentes disciplinas. Sobre todo
en torno a tres de sus obras, casi diría que ahí se concentra este fenó meno
compositivo: Las ciudades invisibles, La trilogía de nuestros antepasados (El
caballero inexistente, El baró n rampante y El vizconde demediado) y los Seis
términos para el final del milenio, su obra má s filosó fica y menos literaria.

“El arte de escribir historias está en saber sacar de lo poco que se ha comprendido
de la vida todo lo demá s; pero acabada la pá gina se reanuda la vida y uno se da
cuenta de que lo que sabía es muy poco”. Quizá sea en esta frase de Calvino donde
se encuentre el desafío que muchos artistas, de todos los sitios y diversas
disciplinas y técnicas, de países cercanos y lejanos y en todos los formatos, asuman
artísticamente para rendir tributo y sentirse involucrados en la obra literaria tan
diversa y creativa como la del genial italiano, que se fue a nacer en Cuba para
residir en muchas ciudades del mundo, ninguna de ellas invisibles y sí
enriquecedoras.

De todo esto da testimonio la Exposició n Virtual....