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Universidad Nacional de Salta

Escuela de Letras
Prácticas críticas
2023 - 2° cuatrimestre
Lic. Juan Manuel Díaz Pas (Aux. Doc. 1° Dedic.
Equipo de semiexclusiva)
cátedra

Estudiant Anthony Alexander Valdivia Valencia LU/DNI


e 70817643
Título del TRABAJO PRÁCTICO N° 3: Corpus Lecko Zamora Par lectora:
trabajo No asignadx
Fecha de lunes 02 de octubre presencial impresa o manuscrita
entrega en la clase

ACTIVIDADES:

1. Redactar un texto donde analicen aspectos más relevantes del corpus de


Lecko Zamora.

MEMORIA Y REIVINDICACIÓN EN LA POESÍA WICHÍ DE LECKO ZAMORA

Si realizamos una revisión general de los pueblos originarios en la América Latina


después del proceso de colonización, descubriremos una historia marcada por las
masacres, el genocidio, los abusos y una extensa lista de injusticias que aún hasta hoy no
han encontrado respuesta. El encuentro que se dio entre conquistadores e indígenas dio
inicio a un nuevo periodo histórico-cultural y sus consecuencias —a pesar de las largas y
exitosas campañas de independencia que brotaron durante el siglo XIX— continúan
resonando hasta nuestra actualidad. La exclusión deliberada de las comunidades
indígenas, su ocultamiento del programa nacional oficial y el desprestigio que existe hacia
sus costumbres y expresiones culturales solo confirman la permanencia de un
pensamiento colonial en las personas que fundaron y dirigieron la nación argentina
autónoma. Frente a esta situación, producciones literarias como la de Lecko Zamora
ocupan un lugar de resistencia y de antagonismo que sirven para reconstruir nuestro
pensamiento y remover las ideas preestablecidas que teníamos acerca de lo hegemónico.
Autores como Moyano (2017) sostienen que «las prácticas discursivas indígenas […] no
se reducen solo a las producciones históricas de los pueblos originarios previos a los
momentos de conquista y configuración del Estado-Nación»; es decir, que actualmente es
posible encontrar una actividad literaria indígena que es vigente y renovadora y que,
indudablemente, debe ser abordada de una manera distinta, atendiendo a otros tópicos o
núcleos temáticos que no son tan recurrentes en la literatura aceptada y consolidado por
el canon «oficial». Mignolo (2009, citado por Moyano, 2017) indica lo siguiente respecto a
la situación de las literaturas indígenas: «En Latinoamericana […] la formación del canon
se basó en la lengua de los valores de las culturas colonizadoras más importantes
(español y portuguesa) y ocupó un lugar del canon silenciado (pero no suprimido) de las
culturas amerindias» (p. 3).

La voz poética wichí de Lecko Zamora se ubica al interior de esa enorme masa de
discursos que durante mucho tiempo vivieron bajo la sombra de la marginación y el
silencio. Para Moyano (2017) es innegable que ahora, en pleno siglo XXI, sea evidente
«la necesidad de cuestionar la instauración de su efecto de legitimidad, de reformular el
corpus a partir de la incorporación de la producción cultural que se realiza desde los
márgenes», esto con el fin de construir una verdadera historia de la literatura
latinoamericana, sin límites, completa y abarcadora.

Lecko Zamora (El Agarrobal, Salta, 1948) es un artista wichí interesado en poetizar la
condición cultural de su pueblo. Es autor del libro Ecos de la resistencia (2009) y El árbol
de la vida wichí (2012), poemarios que proponen una mirada íntima a la cosmovisión
indígena y aspectos que componen su existencia cotidiana. En el prólogo de Ecos de la
resistencia, se resalta el hecho de que el autor del libro ha mostrado de qué manera se
habita una tierra donde una de sus principales riquezas es la diversidad cultural,
lingüística, étnica y de género. Francisco Tete, en el prólogo, indica que la lectura del libro
permitirá releer desde otros conocimientos, lenguajes y miradas el presente del Chaco
argentino, lugar donde los pueblos originarios no cometieron el error de escindir cultura y
naturaleza, lengua y tierra. De igual manera, hace hincapié en el título del texto y le
evocación que realiza hacia la necesidad del autor de reafirmar y proteger su identidad
frente a la amenaza externa del colonialismo, los poderes hegemónicos y las
explotaciones realizadas por el Estado. Además, se resalta la importancia que tiene
rememorar los orígenes y tener siempre presente la herencia cultural de los ancestros.

Ahora bien, en el presente texto vamos a analizar dos tópicos presentes en el corpus
poético de Lecko Zamora: la reivindicación del pueblo wichí en la sociedad
contemporánea y la memoria de la violencia ejercida contra ellos. Para Moyano (2017)
uno de los ejes centrales de la obra de Zamora es el de la «literatura y el manifiesto como
bandera de lucha y de resistencia de los pueblos aborígenes por el reconocimiento» (p.
23). En su poesía se puede apreciar una llamada constante hacia el pueblo wichí, con la
clara intención de mantener vigente el ánimo de rebeldía y resistencia que implica ser
parte de un sistema que constantemente busca invisibilizarlos. La reivindicación en la
obra de Zamora consiste en ese reclamo que realiza para que los indígenas wichís tengan
su propia voz, para que «dejen de ser informantes de lo que les pertenece, y pasen a
informar» (p. 23). En una de las estrofas de su poema titulado «Estamos en el centro»,
Zamora escribe:

Pueblo mío, no desesperes y rescata las antiguas canciones.


Une manos, voces y espíritus.
Canta con fuerza y valentía cada palabra, cada verso.
Despierta a la historia y danza alrededor de nuestro territorio
Sembrando las melodías en los surcos de los corazones de/
Nuestros semejantes.

En este fragmento es posible distinguir elementos propios de una actitud reivindicativa por
parte del autor. En primer lugar, realiza un llamado hacia su gente, evocándolos con la
intención de darles órdenes y ánimos en cuanto a las acciones que deben realizar para
mantener la vigencia de su identidad. Además, hace alusión a la unidad que debe existir
entre ellos. Los verbos utilizados son de acción —rescatar, unir, cantar, despertar, danzar,
sembrar— debido a que es necesario realizar diversos actos para que la reivindicación
sea posible. «Despierta a la historia» hace alusión a la necesidad del sujeto wichí de
incluirse en el proyecto oficial del cual la nación argentina lo ha excluido. El espíritu de
lucha en su poesía es innegable.
Del mismo modo, en el corpus poético de Zamora es posible ubicar un núcleo semántico
importante: el genocidio fundante. La existencia de la nación argentina actual —así como
de muchas otras en América Latina— se ha formado sobre el aniquilamiento masivo de la
población indígena que poblaba estas tierras antes de la llegada de los conquistadores.
Procesos como el blanqueamiento de la sociedad, el genocidio, la instalación de campos
de concentración o el intento de borrar la alteridad han convertido al indígena en un sujeto
subalterno. Zamora es consciente de eso y decide incluirlo en sus poemas.
Montañas, cerros y lomas
violados en sus entrañas para saquear
su espíritu y sus preciosas piedras.
cavernas pestilentes, testigos de injusticias humanas,
sepulcro generoso de esclavos negros e indios.
A través del uso de la personificación, Zamora nombra a la naturaleza como un testigo
vivo de los atroces eventos que marcaron la vida de los indígenas: la masacre y el
aniquilamiento. A pesar de que muchos de estos eventos ocurrieron hace siglos, Zamora
los recuerda y los actualiza, para que el pueblo wichí —y el hombre blanco también—
jamás olvide lo que pasó. Esto se hace evidente en otra estrofa:
Todo lo que las almas extraviadas nos dijeron, no es verdad.
Solamente nos quitaron lo nuestro
y masacraron a nuestros pueblos
y quieren que olvidemos lo que nos hicieron.
El hambre nos está matando.
En el primer verso, se cuestionan las mentiras que se han dicho al pueblo wichí, el falso
discurso que se ha sostenido a lo largo de la historia, para después enumerar los males
que se han cometido contra ellos: el despojamiento de tierras, la muerte, el olvido y el
hambre. Esas son las condiciones que los pueblos originarios han tenido que soportar en
una sociedad colonial. Y ante ello, Zamora invoca la pervivencia de la memoria, el no-
olvido, para después proceder con la reivindicación: uno es consecuencia de otro. En otro
poema de Zamora, titulado «Honat chas thayê o’ chos. El confín de la tierra y mi canto»,
encontramos una estrofa que hace alusión a esto:
Los Shel’nam, los Kaweskar, los Yamanas,
Estos pueblos fueron los primeros en vivir en el Sur.
Cuántas injusticias tuvieron que soportar. Persecución, muerte, masacre y
marginación.
Una libra esterlina por los testículos o el par de senos femeninos.

Porque el par de orejas dejaba muchas dudas.


Ballenas envenenadas, Winchester, caballos y ovejas.
Dejaron un sendero de cadáveres. Por mucho tiempo
Las osamentas indígenas interrogaban al sol, a los días y a las noches.

Podemos concluir señalando que la obra poética de Lecko Zamora realiza un llamado a la
acción del pueblo wichí partiendo del uso de la memoria que se tiene sobre las
condiciones lamentables que los indígenas han tenido que superar. La reivindicación de
su voz y su posición en el proyecto de la nación argentina es una deuda pendiente que el
sujeto wichí debe reclamar.
BIBLIOGRAFÍA
Moyano, M. (2018). La matriz del canon de la literatura nacional como razón colonial y su
cuestionamiento desde el corpus de las literaturas indígenas contemporáneas. Artes &
Humanidades, 6 (25).

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