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EL ARTE GRIEGO
1.2. La organización política: la polis y la democracia. Al contrario que los grandes Estados
orientales, cuyas enormes dimensiones territoriales exigían un Estado centralizado basado en un
poder único (el del rey/faraón) y coactivo, que suponía la pérdida de libertades del individuo; los
griegos se organizarán en unidades más pequeñas, más manejables desde el punto de vista
político, que se llaman polis (el nombre se refiere a la parte alta de la ciudad, lugar elevado
fácilmente defendible, pero pronto se extiende a toda el área habitada alrededor de la polis,
pasando a denominarse a la parte alta, a la polis original, acrópolis, ciudad de arriba). Cada
polis tiene su propia organización, existiendo dos modelos:
- espartano (de Esparta): economía basada en la agricultura y en la ganadería y
organización política aristocrática (nobles al frente del gobierno);
- ateniense (de Atenas): economía abierta basada en el comercio y régimen político
democrático.
En Atenas se sientan las bases del sistema político que, con modificaciones, hemos heredado,
basado en la igualdad y en el gobierno del pueblo (res pública= República, la cosa pública). La
diferencia es que los atenienses se someten a un orden (una ley) no una persona, a una ley, que
es común para todos. Además con la obligación del ciudadano de participar, velar y
preocuparse por la res pública.
2.3. EL URBANISMO. Edificios proporcionados a la escala humana ideal (no como los egipcios),
lo que empieza con la elección del material: sillares de piedra perfectamente encuadrados
(de tamaño más asequible que los egipcios). A los griegos no les interesa tanto el espacio
interior como la concepción del edificio como parte de un conjunto. No son grandes creadores
de espacios interiores, pero sí del urbanismo, de las relaciones de unos edificios con otros
y de éstos con el conjunto en el que se integra. Los griegos más que edificar, hacen
Urbanismo, sobre todo les interesa el edificio por los valores plásticos externos. Es una
arquitectura escultórica. Interesa la relación entre el elemento arquitectónico y el espacio que
lo rodea. Es una arquitectura para ser percibida desde el exterior, como una escultura y desde la
ciudad.
La Acrópolis de Atenas y el Santuario de Apolo en Delfos son dos ejemplos paradigmáticos,
de la relación de la arquitectura griega con el medio natural. En la colocación de los edificios se
busca la multiplicidad de puntos de vista, se piensan para ser vistos, como esculturas. Hay un
estudio de la percepción del espectador, disponiendo los edificios en función del recorrido que
hacían los peregrinos para llegar al Oráculo (Delfos), llegando en la Acrópolis de Atenas a
modificar la orientación del Partenón. Incluso llegan a modificar los recorridos, dirigiendo el
camino de los peregrinos.
2.4. LA DEFINICIÓN DE LA ARQUITECTURA GRIEGA: LOS ÓRDENES CLÁSICOS.
Preocupación por el aspecto exterior de los edificios (olvidan el colosalismo egipcio y oriental,
los mazacotes cerrados y pétreos). Es una ARQUITECTURA ESCULTÓRICA, pasan el muro al
interior, dejando en el exterior una COLUMNATA (serie de columnas), que crea efectos de
claroscuro. Forma más estética que estructural o funcional: el edificio tiene cualidades
escultóricas más que arquitectónicas. Los primeros templos arcaicos griegos eran de madera y
cuando se construyen en piedra, continúan con muchas de las formas de la arquitectura en
madera (como ocurría en Egipto), ESQUEUOMORFO: las columnas son la petrificación de una
columna arcaica en madera (las estrías de las columnas son la representación abstracta de las
vetas de los árboles; pero ya no son convexas como en Egipto, sino cóncavas); en los
ENTABLAMENTOS (viga original en madera que se colocaba encima de los troncos que hacían
las veces de columnas);
TRIGLIFOS: sublimación artística en piedra de las cabezas de
viga de madera que en el periodo arcaico cargaban
directamente sobre el arquitrabe sosteniendo la estructura de
la cubierta. El triglifo se alterna con las METOPAS: placas de
piedra, a menudo labradas, que ocupan los espacios vacíos
entre los triglifos y de las mismas dimensiones que éstos.
Efebo de Kritios, 480 a.C. En el primer cuarto del siglo IV a.C. empezamos a ver ya
formas menos duras, más redondeas y sobre todo más naturalistas. La escultura
de la imagen ejemplifica perfectamente el paso desde la escultura arcaica con todos
sus convencionalismos a un arte mucho más naturalista y sobre todo con una
mayor definición del cuerpo humano. La superficie tiene ahora un acabado
tremendamente pulimentado, haciendo que la piel sea casi transparente, bajo la cual
casi se adivina una anatomía veraz; eso sí, todavía un tanto estilizada. Incluso en
algunos momentos, bajo esos músculos, se percibe la estructura ósea y eso a pesar de
que todavía es una escultura que participa del convencionalismo porque sigue siendo
una escultura con un punto de vista frontal. Sigue teniendo una expresión hierática,
con los labios cerrados, pero con todo, la formulación del rostro es real e incluso en
el pelo se han perdido los convencionalismos de la escultura egipcia. Estamos ya
en el camino del clasicismo.
3.2.2. LA ESCULTURA CLÁSICA. SIGLO V Y IV A. C. En el siglo V, la escultura va a alcanzar sus
mayores cotas de perfección y serenidad con tres escultores: Fidias, Mirón y Policleto.
Discóbolo. Mirón 480-440 a.C. Es su obra más señera y una de las
pocas que se le pueden atribuir con seguridad. Es arte religioso. Se
trata de exvotos que se depositaban en los santuarios. El logro más
importante es la captación del movimiento. Representa a un atleta,
en el momento de máxima tensión del cuerpo, justo en el momento
en que el movimiento va a cambiar; en el esfuerzo del lanzamiento:
postura de enorme audacia, comienza a moverse libremente en el
espacio, empezando a romper con el espacio límite; pero aún así
comulga muy bien con los presupuestos del clasicismo griego: el
equilibrio porque es un movimiento contenido y equilibrado. La
escultura está compuesta con curvas y la curva denota movimiento,
consiguiendo el equilibrio con dos curvas contrapuestas: una curva
principal del movimiento que va del círculo hasta la otra mano;
contrarrestada por la otra curva del cuerpo que nace en su mirada (en
sentido contrario al movimiento). Se empieza a mover en el espacio
con naturalidad, pero aún así tiene un cierto carácter reliviano (de relieve) porque no consigue
desprenderse de ese punto de vista frontal privilegiado. Está hecha para ser vista de frente,
funcionando bastante mal de lado y no funcionando en absoluto de espalda, a pesar de ser de
bulto redondo.
Fidias
también
llamado el
escultor de los
dioses. Le encargaron la escultura de Atenea Partenos para el
interior del templo. En ella utilizó la técnica crisoelefantina,
combinando oro y marfil. La estatua gigante se hizo con una
estructura de madera sobre la que se fueron aplicando las placas de
oro y el marfil. No se conserva. En la reconstrucción del Partenón en
Nashville, también recrearon la estatua.
DORÍFORO. Policleto, 440-430 a.C. Policleto era un teórico del cuerpo humano. Plasmó sus
teorías sobre la anatomía en diferentes
textos, que nos han llegado
fragmentados, a través de otros
autores. Define las proporciones que
tiene que tener el cuerpo humano
perfecto y para ello utiliza, como no
puede ser de otra manera en una
cultura antroprocéntrica, como canon,
una parte del cuerpo humano, la más
importante, la cabeza. Así, dice que un
cuerpo bien proporcionado tiene
siete cabezas: canon de Policleto. Sus
esculturas tienen un gran estudio
anatómico, pero se diferencian de las
de otros autores porque tienen los músculos y las articulaciones
muy marcados. Le va a dar una diferente función a cada una de las piernas, es el llamado
CONTRAPOSTO: una pierna tiene la función de sostener el cuerpo y la otra queda liberada de
ese peso. Puede moverse (el pie hacia atrás), con un movimiento natural (frente a las esculturas
egipcias). Pero sigue siendo un movimiento contenido, que se transmite a las extremidades
superiores, pero cambiado: el brazo que descansa está sobre la pierna que hace el esfuerzo y el
otro brazo, el que está mostrando movimiento, el que sostendría la lanza (foros: portador de la
lanza), está sobre la pierna libre. Se está empezando a conquistar el espacio muy tímidamente.
Ya no hay mirada frontal.
En medio de este éxtasis, siempre hay un momento para la calma y sí que hay un movimiento
neoático que busca recuperar la sofrosine, el equilibrio de esa escultura de la época clásica del
siglo V. Se busca recuperar los temas clásicos, pero se les da una vuelta, se reinventa. El ejemplo
más representativo es esta Venus de Milo, que se inspira en las de la época clásica, pero así no
deja de tener un movimiento retorcido, casi como helicoidal, propio del helenismo,
reinventándolo, inspirándose en un original de Lisipo, la Venus de Capua. Se mueve en el
espacio, mediante esta torsión helenística.