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DISCAPACIDAD INTELECTUAL

Presentado por:

Laura Roldán Russy


Camila Tukamoto
Ana Marcela Sánchez Conde

Presentado a:

Daniel Jaramillo

Especialización en Evaluación y Diagnóstico Neuropsicológico


Universidad san buenaventura
Bogotá D,C
2023
DISCAPACIDAD INTELECTUAL....................................................................................................... 1

RETRASO MENTAL....................................................................................................................... 3

 CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA 3
 CLASIFICACIÓN 13
 MANUAL DIAGNÓSTICO – V.............................................................................................................13
 CIE 10.........................................................................................................................................14
 CLASIFICACIÓN FUNCIONAL...............................................................................................................16
 CONDUCTA ADAPTATIVA...................................................................................................................17
 EJEMPLOS DE DISCAPACIDAD.............................................................................................................18
 ETIOLOGÍA.....................................................................................................................................22
Riesgos Prenatales............................................................................................................................24
Riesgos perinatales...........................................................................................................................25
Riesgos Postnatales..........................................................................................................................26
 NEUROANATOMÍA DE LA DISCAPACIDAD COGNITIVA 27
 LA NEUROPSICOLOGÍA Y LA DISCAPACIDAD COGNITIVA 29
REFERENCIAS 30
Retraso Mental

El retardo mental, reconocido actualmente como discapacidad intelectual, engloba un

amplio grupo de personas que se caracterizan por presentar dificultades en el desarrollo

cognitivo y en la adquisición de algunas habilidades adaptativas como las habilidades

sociales, las habilidades comunicativas, el cuidado personal, el aprendizaje escolar, la

resolución de problemas y el desempeño en un trabajo, entre otros, dichos factores, generan

cierta dependencia hacia la comunidad y generalmente no son detectados hasta que el niño

inicia la vida escolar, aun cuando se manifiesta desde los primeros meses de edad cuando se

adquieren habilidades motoras como por ejemplo; el sostén de la cabeza, dificultades en la

adquisición de la marcha, coordinación, lenguaje y conocimientos típicos para la edad

cronológica, que en la vida adulta reflejan dificultades para llevar una vida independiente

(Verdugo, & Jenaro, 2001), a lo largo de este documento se abordarán temas relevantes

sobre la discapacidad intelectual como, su historia, bases biológicas, su clasificación,

síndromes de retraso con causas prenatales, perinatales, conducta adaptativa y el rol de la

neuropsicología.

 Contextualización Histórica

Según García (1986), la primera clasificación científica que se conoce sobre el retraso

mental fue realizada por el médico francés Platter, quien al observar las enfermedades

mentales en las casas especializadas que se abrieron en el siglo XIV, hizo la siguiente

clasificación: trastornos intelectuales, del estado físico de las emociones. Algunos autores

consideran que Platter fue uno de los primeros en destacar de las enfermedades mentales,

una forma donde el síntoma fundamental era la perturbación estable del intelecto. Más
tarde, otros autores destacaron esta perturbación como una forma determinada de

enfermedad mental.

Hacia el siglo XVIII el término idiotismo engloba un conjunto de trastornos

deficitarios, hasta que el período que sucedió a la Revolución Francesa trajo como

consecuencia que se hiciera un deber estatal la ayuda a estos sujetos y esa actitud

coadyuvar a que diferentes autores se ocupan de estos problemas, uno de ellos fue J.

Esquirol (1772-1840), quien estableció la diferencia entre los estados deficitarios que

durante el siglo XIII habían sido unificados bajo el término Idiotismo, de este modo planteó

la diferencia entre demencia e idiotez, indicando que: “el demente esta privado de los

bienes que poseía, es un rico arruinado, mientras que el idiota siempre ha estado en el

infortunio de la miseria‖” (Ajuriaguerra, 1979).

El demente ha sufrido una alteración progresiva e irreversible, sus manifestaciones

clínicas dependen del factor etiológico, de la gravedad del proceso patológico y del

predominio en el cerebro de los cambios estructurales o funcionales, mientras que el idiota

posee un desarrollo intelectual deficiente de nacimiento y no es progresivo (Arce y García,

1997).

Según García, (1986) la importancia de Esquirol radica en que fue el primero que

estableció las diferencias entre la etiología congénita y la adquirida, e introdujo el concepto

de imbecilidad para denominar una forma más leve de idiocia. Además, introdujo el

término retraso mental, para designar las gradaciones de este estado y estableció la

clasificación en función de la etiología (congénita o adquirida), que se correspondían de

acuerdo con el grado de retraso. Así, según la etiología distinguía el grupo general, donde
estaba tanto el retraso mental congénito como el adquirido y al retraso mental congénito lo

hizo corresponder a la idiocia.

Según Tapia, (1999) un nuevo matiz se dio a estas clasificaciones cuando aparecieron

los trabajos de A. Binet y T. Simón, (1905), quienes crearon la llamada Escala Métrica de

la Inteligencia. Ellos, consideraron la inteligencia como una capacidad general de

adaptación que era necesaria evaluarla a través del método de los test, consideraban que los

niños retrasados mentales tenían una edad mental correspondiente a una edad cronológica

inferior de un niño normal, se concebía, por tanto, como un retraso de sus capacidades

intelectuales y desde entonces el uso del término retraso mental fue tomando más fuerza.

Más tarde, el psicólogo alemán W. Stern en 1912, introdujo el llamado cociente intelectual

como nueva forma de gradación de la inteligencia, aunque añadió “el niño con deficiencias

mentales representa un tipo peculiar, Factores de riesgo presentes en el retardo mental 6

cualitativamente distinto de desarrollo‖, por lo tanto es necesario observar desde un punto

de vista cualitativo” (Vygotsky, 1989).

Por otro lado están los aportes de la Escuela de Ginebra basados en la psicología

genética, cuyo precursor fue el maestro Jean Piaget (1.939) y seguida por sus discípulos

quienes consideran la inteligencia como una estructura que se construye desde lo más

básico a lo complejo, en la medida que se establecen estructuras, se hace posible otras

nuevas y más complejas, caracterizadas por estadíos: sensoriomotor, preoperatorio,

operaciones concretas y operaciones formales. Sin embargo, en el retraso mental esta

posibilidad de evolución definida no se produce en alguna fase de evolución (prenatal,

perinatal, postnatal) haciendo que el sujeto no pueda culminar su proceso de desarrollo y

por ello no tenga acceso al pensamiento formal (Inhelder, 1971, citado por Reboiras, 2002).
El conocimiento se produce basado en el desequilibrio entre los estados de asimilación

y acomodación, cuando el sujeto interactúa con el ambiente este genera un desequilibrio

que indica la necesidad de crear un nuevo aprendizaje, que una vez alcanzado retorna al

proceso de acomodación y genera equilibrio.

Según la anterior teoría, se ha planteado que si lo que predomina en el retardo

mental es la asimilación, el sujeto agrega propiedades a lo enseñado, si lo que predomina es

la acomodación, el aprendizaje será eminentemente repetitivo. En la persona con retardo no

solamente falta riqueza de asimilaciones recíprocas, sino que también cuando se realizan

las uniones, estas se llevan a cabo con mayor lentitud, debido a esto Inhelder (1971), citado

por Reboiras (2002) ha caracterizado la dinámica cognitiva en el retardo como padeciendo

de viscosidad genética‖.

Otra de las escuelas que realizó aportes a la investigación fue la Escuela Soviética

principalmente por Vygotsky, (1896-1934) y por Luria (1960-1974) quienes se opusieron a

los intentos de biologizar las concepciones que existían sobre el desarrollo de los niños

deficientes, es decir, que lo que para la escuela francesa sería un deficiente endógeno, no lo

sería para los soviéticos, ellos consideraron que este término es solo un producto del

clasicismo de las sociedades capitalistas y argumentaron que los niños deficientes mentales

son fundamentalmente diferentes de los niños normales en todos los aspectos de la vida

mental (Benedet, 1986).

Vygotsky, realizó una crítica a las escuelas de educación especial argumentando que

estas no se deberían diferenciar de la educación de los niños normales, ya que los niños

especiales pueden desarrollar conocimientos y habilidades de forma similar y tener acceso a


niveles de desarrollo más formales como sus coetáneos siendo imprescindible utilizar

métodos y técnicas específicas.

Para Vigotsky es necesario comenzar por establecer el nivel de desarrollo real, que

se refiere a las funciones que ya han madurado en el individuo, es decir los productos

finales del desarrollo y propone que la Zona de Desarrollo Próximo es la posibilidad que

tiene el niño, ayudado por el adulto para realizar aquello que él no puede hacer por sí

mismo y, de esta manera, escalar un peldaño más del desarrollo (Vigotski, 1989).

Lo anterior conduce a la importancia de las prácticas sociales en desarrollo de las

funciones psicológicas superiores que se realizan en interacción con los adultos y luego se

internalizan, es decir, que hay una construcción interna a partir de una construcción externa

(Carretero, 1997).

El concepto de retraso recibió otros aportes de diversas escuelas psicológicas, una

de ellas, el psicoanálisis y su principal autor, Freud, (1905, citado por Díaz, 2003)

considera que el progreso y el desarrollo psicológico se basan esencialmente en el

establecimiento de relaciones objétales y sociales.

Freud define el desarrollo como la emergencia de formas de funcionamiento de

conductas resultantes de la interacción del organismo tanto con su medio interno como con

su medio externo. Sus observaciones de personas neuróticas lo llevaron a concluir que la

conducta de estos sujetos era de carácter infantil. (CITA) Así, Freud infirió que los

acontecimientos que tenían lugar durante la niñez muy temprana poseían carácter etiológico

en la formación de la conducta neurótica, y que los niños eran particularmente susceptibles

al trauma psicológico.
Las impresiones que se han olvidado, no obstante dejan profundas huellas en la vida

psíquica y actuarán como determinantes en todo el desarrollo futuro. Otro de los aportes de

la escuela psicoanalítica realizado por Mannoni (1971) discípulo de Freud, quien describió

sobre las implicaciones que tiene para los padres tener un niño anormal, habló acerca de la

negación de los padres frente al diagnóstico, luego la resignación y la sensibilización en la

madre hasta el punto de sentir que ella y su hijo son una única persona; cualquier desprecio

hacia el niño es para la madre un ataque hacia su persona, al igual que todo desahucio del

niño es para ella su propia condena a muerte. Se destca el aporte del psicoanálisis en el

recorrido histórico del retraso mental debido al intentó de dar un abordaje desde la

subjetividad y las dinámicas familiares como una forma de abordar el esta discapacidad.

Por otro lado, es preciso destacar la clasificación internacional desde el DSM (Manual

Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales), se complementa con el CIE-10-

(Clasificación estadística Internacional de enfermedades y problemas relacionados con la

salud, que actualmente se encuentra en su décima Versión) (O.M.S, 1992). establece que

para diagnosticar el retraso mental se deben considerar los siguientes criterios:

 Capacidad intelectual significativamente inferior al promedio: un CI aproximadamente

de 70 o inferior en un test de CI administrado individualmente, en el de niños

pequeños, un juicio clínico de capacidad intelectual significativamente inferior al

promedio.

 Déficit o alteraciones concurrentes en la actividad adaptativa actual, la eficacia de la

persona para satisfacer las exigencias planteadas para su edad y su grupo cultural, en

por lo menos dos de las áreas siguientes: comunicación, cuidado personal, vida
doméstica, ocio y habilidades sociales-interpersonales, utilización de recursos

comunitarios, autocontrol, habilidades, trabajo, salud y seguridad.

 El inicio es anterior a los 18 años.

 F70.9 Retraso mental leve (317): CI entre 50-55 y aproximadamente 70.

 F71.9 Retraso mental moderado (318.0): CI entre 35-40 y 50-55.

 F72.9 Retraso mental grave (318.1): CI entre 20-25 y 35-40.

 F73.9 Retraso mental profundo (318.2): CI inferior a 20-25.

 F79.9 Retraso mental de gravedad no especificada (319): cuando existe clara

presunción de retraso mental, pero la inteligencia del sujeto no puede ser evaluada

mediante los test usuales.

Según Polaino (1993) otra de las posibilidades para establecer un diagnóstico de

retardo mental cuando existen dificultades o esta combinado con otros trastornos es hacer

un diagnóstico de perspectiva doble. El niño con RM, como cualquier otro niño, puede

padecer las más variadas enfermedades psiquiátricas y somáticas, independientemente de

cuál sea la naturaleza del RM que sufre. En unas ocasiones, esas alteraciones podrán estar

vinculadas en alguna forma al RM, pero otras veces cursarán como procesos

completamente independientes entre sí, al menos desde la perspectiva etiológica. La

variabilidad de estas alteraciones en su origen, manifestación y término introduce una nota

de complejidad en la clínica del RM, que no siempre es posible resolver. Como solución a

ella se añade el hecho de que algunas de esas nuevas manifestaciones sintomáticas tienen

una expresividad diferente en el niño con y sin RM, por este motivo apela que en los casos

que sea necesario deben establecerse dobles diagnósticos que permitan tener perspectivas

dobles, es decir, por las características del individuo diagnosticar además del retardo
mental, trastorno autista, esquizofrenia, psicosis maniaco depresiva, trastorno de déficit

atencional con hiperactividad, etc.

En cuanto a la etiología del retardo mental, no se ha logrado establecer un único factor

que la produzca, pero sí se ha logrado identificar que la interacción entre varios factores

incrementa el riesgo de padecerlo. Desde el punto de vista de la medicina, se dice que un

factor de riesgo puede producir daño al organismo, esto significa que la presencia de

factores de riesgo indica que existe mayor probabilidad de que se presente el daño pero no

necesariamente este ocurre el 100% de las veces, este concepto es muy importante, ya que

rige a la medicina y en general a la biología; este depende en gran parte de la interacción

junto con los demás factores. Cuando la relación es uno a uno entonces no se habla de un

factor de riesgo, sino de una causal (Harmony 2004).

MCLaren y Bryson, (1987) citados por AAMR, (2004) han evidenciado en su revisión

de estudios epidemiológicos sobre retraso mental que el 50% de la población con esta

discapacidad, presenta más de un factor de riesgo causal. Además Scott, (1998), citado por

AAMR (2004), observó desde una perspectiva de salud pública que los datos no apoyan la

división entre factores biológicos y psicosociales, para contrarrestar lo anterior, propuso

una serie de factores múltiples que incluía elementos de ambas categorías susceptibles de

interactuar para ocasionar el retraso mental.

Desde 1876 surge la asociación americana de retraso mental, quienes se han encargado

de la clasificación, comprensión y definición de estas alteraciones en el desarrollo,

actualmente se conoce como la Asociación Americana de Discapacidad Intelectual y del

Desarrollo (AAIDD), quienes siguen cumpliendo la misma función pero tomando el retraso

mental como una discapacidad intelectual.


 Pioneros de la Educación Especial

Entender estas diversidad de condiciones a llevado a la necesidad de construir una

educación especial, esta se destaca por ser una gama de servicios enfocados a la atención

de necesidades particulares presentadas por NNJ con diversas discapacidades, se destaca

que esta idea de la educación especial no es para generar exclusión, por el contrario, se

pretende que esta educación especial se brinde en un centro educativo estándar, que permita

una formación incluyente. (Morin, s.f.)

Este concepto de la educación especial se ha construido de varios siglos atrás cuando el

retraso mental o le idiocia, como se le conocía en su época, comenzó a ser fuente de interés

para algunos médicos, tal es el caso de Jean Itart y María Montessori.

Jean Itart: Médico francés del siglo XVIII y XIX pionero de la educación especial,

apasionado por la pedagogía, principalmente por los desafíos presentados por la pedagogía

de población sordomuda, lo que lo llevó a trabajar desde la pedagogía de los inadaptados,

destacando el caso de “el niño salvaje”, lo que lo llevó a promover la creación de centros

especializados para la atención de personas con diversas discapacidades, siendo así el

primero de emplear la educación especial en poblaciones marginadas por sus diversas

condiciones de discapacidad. (Martinez & Peralta, s.f.)

Itart más adelante se convertirá en el modelo de inspiración de diversos pedagogos, tal

es el caso de Maria Montessori, quien diseñó su propia metodología desde la educación

especial.
María Montessori: fue una filósofa, médica, científica, psiquiatra y educadora

feminista italiana del siglo XIX, quien por medio de su trabajo experiencial con niños con

dificultades cognitivas, desarrollo su propia filosofía pedagógica, permitiendo el

aprendizaje de todos los niños sin importar sus condiciones, llegando a manifestar que “los

niños se construyen a sí mismos” (Martinez, s.f.), esto se basa en su experiencia en la casa

de los niños, donde por medio de la observación identificó la capacidad de los niños de

aprender por su cuenta, solo requerían de diversidad de materiales que les permitiera la

exploración libre del mundo.

“Nadie puede ser libre a menos que sea independiente; por lo tanto, las primeras

manifestaciones activas de libertad individual del niño deben ser guiadas de tal

manera que a través de esa actividad el niño pueda estar en condiciones para llegar a

la independencia” (María Montessori, citada en Martinez, s.f.)

El método Montessori cuenta con 4 principios, la mente absorbente de los niños,

identificando la facilidad de aprendizaje que poseen los niños, de absorber diversos

conocimientos; el segundo principio son los períodos sensibles, se refiere a periodos

críticos en la adquisición de una habilidad específica, es decir, los niños cuentan con

periodos donde son más sensibles al desarrollo de ciertas habilidades, el tercero es el

ambiente preparado, siendo un espacio de facilitación para el aprendizaje del niño, cuenta

con un diseño adecuado que permita al niño aprender por su propia cuenta, fomentando la

independencia necesaria para crear un aprendizaje libre; finalmente destaca el rol del adulto

en este proceso, se trata de ser un observador consciente y dispuesto a facilitar el ambiente

para el adecuado aprendizaje del menor, estando dispuesto a aprender dentro de este rol de

facilitador. (Martinez, s.f.)


Actualmente, Mel Ainscow, profesor británico enfocada en la educación inclusiva,

postula que la inclusión es un proceso de transformación enfocado a una dirección

particular. (Reveduc, 2020)

Ainscow junto con su colega Booth plantean una estrategia que permita a los centros

educativos transformar su método de enseñanza empleando técnicas de inclusión, donde

destacan que el rol activo del estudiante es crucial para el desarrollo de esta inclusión,

otorgándole un papel activo a estos sujetos que han sido social e históricamente excluidos.

(Saura, 2017)

 Clasificación

La clasificación psicométrica se basa en los resultados estadísticos de los manuales

diagnósticos DSM-V y CIE 10, en ellos se establecen los criterios que deben cumplir las

personas para ser clasificados dentro de una patología u otra, en el caso de la discapacidad

intelectual o trastornos del desarrollo intelectual.

 Manual Diagnóstico – V

Según el DSM V para clasificar a una persona con una discapacidad intelectual debe

cumplir con los siguientes criterios:

A. Deficiencia de las funciones intelectuales: razonamiento, funciones ejecutivas,

aprendizaje académico y aprendizaje a partir de la experiencia, confirmados por

pruebas de inteligencia estandarizadas.

B. Deficiencias del comportamiento adaptativo, presentando fallas en los estándares

culturales de autonomía personal y responsabilidad social; limitando el

funcionamiento de la vida cotidiana en diversos entornos.


C. Las deficiencias intelectuales y adaptativas deben estar presentes durante el periodo

de desarrollo. (APA, 2014)

 CIE 10

El CIE 10 cuenta con una clasificación similar a la expuesta por el DSM - V, variando

en la utilización de dos criterios para su diagnóstico, en este caso se tiene en cuenta el nivel

de habilidades cognitivas y el nivel de competencia social que no son desarrolladas por el

sujeto en la etapa de desarrollo adecuada. (CIE - 10, 1994)

Tanto el DSM - V como el CIE 10 manejan la misma clasificación para el nivel de

profundidad de la discapacidad intelectual y lo clasifican en 4 grupos: leve, moderado,

grave y profundo. (CIE - 10, 1994)

 Leve: (317 - F70) Los niños que se encuentran en esta categoría presentan un CI

entre 50 y 70, son niños que hasta los 5 años presenta un desarrollo dentro de los

parámetros inferiores normales, con presencia de algunas deficiencias en el

desarrollo motor, sin embargo, al ingresar al entorno educativa comienzan a

presentar dificultades en la adquisición de la lectura, la escritura y las habilidades

matemáticas; por otro lado, cuentan con inmadurez emocional y dificultades para

manejar situaciones estresantes, identificando fallas en la conducta adaptativa.

(Ardila, Matute, & Roselli, 2010)

 Moderado: (318.0 - F71) El CI de los niños con un retraso moderado se encuentra

entre 35 y 55, esta condición se encuentra presente en el 10 % de los niños

diagnosticados con retraso, según la APA (2000) (citado en Ardila, Matute, &

Roselli, 2010)
Se destaca en este grupo la presencia de la dificultad en las habilidades del lenguaje,

manejan estructuras gramaticales simples y cuentan con poco vocabulario,

presentan poco logros académicos, en algunos casos lograrán leer y escribir algunas

palabras. En las actividades de la vida diaria, el autocuidado y actividades motoras

requieren de acompañamiento o supervisión permanente. Por último, es usual que

personas con retraso moderado presenten alteraciones neurológicas, siendo las más

comunes la epilepsia y los síndromes convulsivos. (Ardila, Matute, & Roselli, 2010)

 Grave: (318.1 - F72) Son niños que cuentan con un CI entre 20 - 35, esta categoría

permite un diagnóstico temprano, puesto que es evidente al presentar dificultades en

la adquisición del lenguaje y en el adecuado desarrollo motor.

Es posible que desarrollen algún lenguaje básico (uso de palabras cotidianas), así

como ciertas habilidades simples de autocuidado, siempre con supervisión, tanto en

la infancia como en la edad adulta. (Ardila, Matute, & Roselli, 2010)

 Profundo: (318.2 - F73) Son los niños que cuentan con un CI menor a 20, hay una

limitada adquisición del lenguaje, desarrollando la emisión de ciertos sonidos sin

sentido y la comprensión de órdenes básicas, en general hay presencia de

alteraciones motoras y sensoriales, se destaca la presencia de anormalidades

cerebrales y problemas neurológicos. (Ardila, Matute, & Roselli, 2010)

 No especificado: (319 - F79) Es una categoría empleada en casos excepcionales,

abarca a los niños mayores de 5 años que presentan obstáculos en la realización del

proceso diagnóstico, puede deberse a casos relacionados con otras discapacidades,

como ceguera o sordera prelingual, trastornos mentales o problemas graves de

comportamiento. (APA, 2014)


- Retraso global del desarrollo: (315.8 - F88) Se trata de niños menores de 5 años

que no cumplen con lo esperado en los hitos del desarrollo, sin embargo, no es

posible valorarlos de forma fiable, por lo que se debe realizar un proceso de

valoración posterior. (APA, 2014)

 Clasificación Funcional

Dimensiones de la función individual:

a. Capacidades intelectuales: Son las habilidades de razonamiento, planificación

y resolución de problemas, entre otras que permiten establecer el nivel de

inteligencia por medio de escalas. (Junta de Andalucia, 2014)

b. Conducta adaptativa: Desde la conducta adaptativa se busca identificar

factores que permiten medir el nivel de profundidad del retraso, esto por medio

de la medición del nivel de funcionamiento independiente del paciente, en la

medida que pueda o no dar respuesta a las demandas culturales del ambiente.

(Ardila, Matute, & Roselli, 2010) Esta conducta adaptativa se divide en tres

categorías, social, práctica y conceptual, en la categoría social se identifican la

capacidad de interacción interpersonal, vista desde el tiempo libre y las

dinámicas de juego; la categoría práctica corresponde a la identificación de

habilidades para realizar actividades personales de manera independiente, como

bañarse, vestirse, asearse, por su propia cuenta, finalmente las conductas

conceptuales hacen parte de las habilidades de comunicación, académicas y la

autorregulación del comportamiento. (Luckasson 2002 citado en Ardila,

Matute, & Roselli, 2010)


c. Participación, interacción y roles sociales: El ambiente tiene un rol

fundamental como eje facilitador o de barrera para el desarrollo de su

funcionalidad ante las exigencias de la cultura. (Junta de Andalucia, 2014)

d. Salud: Entendido como un componente biopsicosocial, destaca el rol de la

etiología en el adecuado abordaje y clasificación de las condiciones de

discapacidad intelectual de los menores. (Junta de Andalucia, 2014)

e. Contexto: Desde una postura sistémica permite comprender la discapacidad

desde la interacción de éste con sus diversos sistemas, microsistema,

mesosistema y macrosistema. (Junta de Andalucia, 2014)

 Conducta Adaptativa

La conducta adaptativa es el conjunto de habilidades conceptuales, sociales y prácticas

que las personas aprenden para el funcionamiento de su vida diaria. Las limitaciones en la

conducta adaptativa afectan tanto a la vida diaria como a la capacidad de responder a

cambios vitales y a demandas ambientales.

La evolución en torno al constructo de conducta adaptativa, comenzó a configurarse en

la segunda mitad del siglo XX. Así, en la década de los sesenta, específicamente en el año

1964, la AAMD, en conjunto con el Parsons State Hospital and Training Center y con el

apoyo de una beca concedida por el Nacional Institute of Mental Health, desarrolló una

investigación para demostrar la función de la conducta adaptativa en problemas

psiquiátricos, como medio para establecer un nuevo sistema de clasificación dentro de la

discapacidad intelectual. El producto de dicho trabajo fue la Adaptive Behavior Checklist

para niños y adultos (Nihira, Foster, Shellhaas & Leland, 1968) y desde entonces la
conducta adaptativa se orientó a fomentar una perspectiva educativa sobre los individuos,

más que solo como clasificación y etiquetado de carácter puramente clínico.

 Ejemplos de discapacidad

Los tipos de discapacidad intelectual están relacionados con los niveles de gravedad o

profundidad del trastorno del desarrollo, leve, moderado, grave, profundo; sin embargo,

existen enfermedades, síndromes o patologías que derivan en una discapacidad intelectual,

a continuación se mencionan y describirán brevemente algunos de los más comunes:

 Síndrome de Down: Es un trastorno genético de la anormalidad en la división

celular, cuenta con una copia adicional del cromosoma 21, lo que provoca cambios

en el desarrollo y en el aspecto físico, aunque la gravedad del trastorno varía de un

individuo a otro, presentan discapacidad intelectual y retraso en el

desarrollo. (Mayo Clinic, s.f.)

Este síndrome logra distinguirse por su fenotipo, aunque no es igual siempre, las

características más comunes son: Cabeza pequeña, cara aplanada, cuello corto,

lengua protuberante, párpados inclinados hacia arriba, orejas pequeñas, poco tono

muscular, pequeña estatura, manos anchas y cortas, manos y pies pequeños,

manchas de Brushfield (marcas blancas en los ojos), discapacidad intelectual leve o

moderada. (Mayo Clinic, s.f.)

Aunque el síndrome de Down no se considera un trastorno hereditario, si hay

algunos factores de riesgo que pueden conllevar a su desarrollo, entre los más

comunes edad avanzada de la madre, ser portadores de translocación genética para

el síndrome de Down, haber tenido un hijo con síndrome de Down. (Mayo Clinic,

s.f.)
La expectativa de vida de una persona con síndrome de Down se ha prolongado,

actualmente se considera que pueden vivir más de 60 años, no obstante,

generalmente presenta comorbilidades como: defectos cardíacos o

gastrointestinales, trastornos inmunitarios, apnea del sueño, obesidad, problemas en

la columna vertebral, leucemia, demencia, entre otros. (Mayo Clinic, s.f.)

 Parálisis cerebral: Es un trastorno producido por un daño en el cerebro inmaduro

en desarrollo, el cual suele presentarse mayormente antes del nacimiento, sin

embargo hay posibilidad de presentar el trastorno en otros momentos del

desarrollo. (Mayo Clinic, s.f.)

Se caracteriza principalmente por la afectación en el movimiento, el tono muscular

y la postura, por ello su efecto sobre las funciones es ampliamente variado, algunas

personas podrán caminar, presentar discapacidad intelectual, epilepsia, sordera,

ceguera; es un trastorno incurable, pero cuenta con tratamientos que ayudan al

mejoramiento de la calidad de vida. (Mayo Clinic, s.f.)

Generalmente la parálisis presenta alteraciones en el movimiento, la coordinación,

el habla, el desarrollo e incluso desarrollar otros problemas neurológicos

(convulsiones, sensaciones anormales al tacto, afecciones de salud mental) (Mayo

Clinic, s.f.)

Los principales síntomas motores son la rigidez muscular, variaciones en el tono

muscular, falta de equilibrio, temblores, dificultad para caminar o en la motricidad

fina, por otro lado, presentan retrasos en el habla, hay babeo excesivo y presentan

dificultades para comer o sorber. En su desarrollo presentan retrasos en los hitos de


desarrollo, en el gateo o la sedestación, dificultades de aprendizaje e incluso

discapacidad intelectual. (Mayo Clinic, s.f.)

Su origen se relaciona con causas genéticas, infecciones maternas, ACV fetal, lesión

traumática o falta de oxígeno, todas ellas causadas previo al nacimiento, sin

embargo, hay causas postnatales, como la meningitis, la encefalitis, sangrado

cerebral. (Mayo Clinic, s.f.)

Aunque no se reconoce como un trastorno genético si existen factores de riesgo

durante el embarazo como: citomegalovirus, rubéola, herpes, sífilis, infección por

virus Zika, exposición a toxinas. (Mayo Clinic, s.f.)

Síndrome X frágil: Es un trastorno genético, en donde el gen FMR1 presenta

cambios, este gen es el encargado de producir una proteína esencial para el

adecuado desarrollo cerebral, las personas con este trastorno cuentan con esta

proteína, pero en un menor nivel. (CDC, 2021)

El trastorno se caracteriza por presentar retrasos en los hitos del desarrollo,

discapacidad intelectual (dificultades de aprendizaje) y problemas sociales y

conductuales, es común que los hombres con este trastorno presentan discapacidad

intelectual de leve a moderado, aunque las mujeres cuentan con un nivel de

inteligencia promedio, a su vez, se destaca que los trastornos del espectro autista

son más frecuentes en personas con este síndrome. (CDC, 2021)

 Síndrome de Angelman: Se trata de un trastorno genético que causa problemas de

desarrollo, habla y equilibrio, suele presentar discapacidad intelectual y en algunos


casos convulsiones, una característica del trastorno es que suelen ser personas que

están constantemente sonrientes. (Mayo Clinic, s.f.)

Los síntomas característicos del trastorno son los retrasos en los hitos del desarrollo,

especialmente motor, discapacidad intelectual, poca habla, dificultad para caminar,

sonrisas frecuentes, personalidad alegre, dificultades para chupar, problemas para

dormirse o permanecer dormido, como características físicas cuentan con cabeza

pequeña y plana, pelo piel y ojos claros, problemas de sueño, escoliosis, entre

otros. (Mayo Clinic, s.f.)

Actualmente no son claras las causas del trastorno, pero se conoce que hay una

alteración o daños en el cromosoma 15. (Mayo Clinic, s.f.)

 Síndrome de Prader-Willi: Se trata de un trastorno genético de baja frecuencia en

donde se presentan alteraciones físicas, mentales y conductuales, sin embargo, este

trastorno se caracteriza por la presencia de hiperfagia, mantienen hambre constante

a partir de los 2 años de vida. Los síntomas son variados y se transforman con el

paso del tiempo, sin embargo se mencionan algunos característicos en los bebés y

en la niñez y los adultos jóvenes. (Mayo Clinic, s.f.)

Bebés: presentan un bajo tono muscular, ojos en forma de almendra, labios finos,

cabeza estrecha, reflejo de succión deficiente, genitales subdesarrollados, entre

otros. (Mayo Clinic, s.f.)

Niñez temprana y adultez: antojos de alimentos, aumento de peso, hipogonadismo,

desarrollo físico deficiente, deterioro cognitivo de leve a moderado, retraso en el

desarrollo motor, problemas de habla y de conducta, trastornos de sueño; también


presentan otros síntomas, pero estos se derivan del sobrepeso a causa de la

hierfagia, como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, apnea del sueño, colesterol

alto, enfermedades cardíacas, entre otras. (Mayo Clinic, s.f.)

Las causas de la enfermedad no son muy claras, aunque se asocia a fallas en el

cromosoma 15, como contar con la presencia de dos cromosomas del lado materno

y ninguno del paterno, o fallas o daños en el cromosoma 15 del padre, estas fallas

interrumpen el adecuado desarrollo del hipotálamo, causando fallas en la

producción hormonal. (Mayo Clinic, s.f.)

 Etiología

Los trastornos genéticos se presentan por anomalías cromosómicas y por causas de un

gen en concreto, denominadas monogénicas, las primeras se constituyen en la causa más

frecuente de origen genético incluyen los causados por genes específicos dominantes, como

en la trisomía 13,18,21, las aneusomias del cromosoma X, trisomías parciales, entre otras, y

las causas monogénicas por genes recesivos específicos heredados de ambos padres, por

anormalidades cromosómicas que están localizadas en el cromosomas X el cual constituye

un 30% del retardo mental en varones (Rodríguez, Delgado y Bellón, 2006). Otro tipo de

trastorno genético es también causado por trastornos multifactoriales o poligénicos.

Se trata de trastornos causados por la combinación de múltiples efectos, ya sean varios

genes o la interacción entre genes y ambiente. En este modelo se ubican, además de ciertas

malformaciones congénitas no sindrómicas, como el labio leporino y los defectos del tubo

neural, diversos trastornos psiquiátricos, como el autismo, la esquizofrenia y el trastorno

bipolar (Artigas, Gaban, y Guitart, 2006). A fin de evitar que nazcan niños con graves

déficits se recomienda un consejo genético de un médico especialista en genética, para que


después de examinar a la pareja haga recomendaciones respecto a la factibilidad de tener

hijos normales con diagnósticos tempranos y precisos (Harmony, 2004).

Un alto porcentaje de casos de retardo mental sintomático son el resultado de

anormalidades genéticas, se estima que los factores genéticos contribuyen entre un 25% y

50% de los casos, con este trastorno se han identificado más de 300 genes que pueden estar

relacionados con el RM y se espera que se identifiquen aún más en un futuro cercano,

Vaillend, Poirier, y Laroche, (2007, citados por Rosselli, et al., 2010). No obstante, las

cromosomopatías constituyen la minoría, mientras que la herencia poligénica resultante de

la combinación de genes defectuosos representa la mayoría de los casos de RM de tipo

cromosómico.

Con frecuencia, el primer caso de un trastorno que ocurre en una familia es el

resultado de una mutación genética, más que de herencia directa. Un ejemplo es la

fenilcetonuria (PKU) o enfermedad de Folling, que se produce por una alteración en el

metabolismo que imposibilita la transformación de Fenilalanina en Tirosina, dando como

resultado la acumulación de está llamada hiperfenilalaninemia. Sí se deja que esta

acumulación continúe, puede dar como resultado un retraso mental grave con un deterioro

lentamente progresivo hasta la pubertad (De Ajuriaguerra, 1979).

La única manera eficaz de reducir el exceso de fenilalanina en la sangre es por

medio de una dieta baja en proteínas. Tanto la madre desde la gestación y el niño que nace

con este trastorno pueden tener un tratamiento que implique una dieta estricta y si esta

comienza en forma oportuna, se puede prevenir la mayor parte de estos cambios. En la

actualidad, debido a la intervención alimentaria temprana, se ha reducido la probabilidad

de padecer retraso mental (Sarason y Sarason, 2006)


Una de las enfermedades heredables, aunque de forma autosómica recesiva es el Síndrome

de Smith Lemli Opitz, este se manifiesta con diversas malformaciones somáticas y cerebrales

leves, retraso mental asociado a bajos niveles plasmáticos de colesterol, que se detectan en análisis

rutinarios y, en algunos casos leves, es parecida a la Parálisis Cerebral, Opitz, Gilbert, Barness,

Ackerman y Lowichik, (2002, citados por Pascual & Koenigsberger, 2003).

El enfoque multifactorial refleja adecuadamente los factores de riesgo biomédicos

que pueden estar presentes en personas con retraso severo de origen biológico. Además

contempla los tipos de factores y el momento de ocurrencia de estos (Prenatal, Perinatal y

Postnatal) indica que el retardo mental está distribuido en cuatro equipamientos:

1. Biomédicos: Factores que se relacionan con procesos biológicos como lo son los

trastornos genéticos o de la nutrición. 2. Sociales: Factores que se relacionan con la

interacción social y familiar como lo es la estimulación o la receptividad del adulto. 3.

Conductuales: Factores que se relacionan con posibles comportamientos causales, como las

actividades de la vida diaria, las actividades peligrosas (lesivas) o el abuso de sustancias

por parte de la madre. 4. Educativos: son los factores que se relacionan con la

disponibilidad de apoyos educativos que promueven el desarrollo mental y de habilidades

adaptativas. (CITA)

Riesgos Prenatales

Considerado como aquellos factores hereditarios y alteraciones tempranas del

desarrollo embrionario (APA, 2000, citada por Verdugo y Jenaro, 2001). O así como la

situación química en el útero de la madre los cuales pueden tener un efecto importante en el

desarrollo del cerebro, el sistema nervioso y el funcionamiento intelectual posterior; estos


factores con frecuencia son más notables si ocurren al inicio del embarazo que en sus fases

posteriores (Sarason y Sarason, 2006).

1. Altura, peso y edad de la madre

2. Número de embarazos previos

3. Abortos anteriores

4. Hijos mayores con patología o retrasos

5. Historial de situaciones de riesgo en embarazos anteriores (mortalidad del feto,

cesárea, bajo peso al nacer)

6. Factores de riesgo presentes en el retardo mental

7. Historial gineco-obstétrico

8. Uso Métodos anticonceptivos

9. Edad en al quedar embarazada

10. Historial de enfermedades previas (enfermedades virales o contagiosas)

Riesgos perinatales

Conjunto de riesgos que pueden condicionar el normal desarrollo del embarazo,

abarcando todo el periodo gestacional (López, 2003).

1. Peso ganado durante el embarazo

2. Inicio de la asistencia médica al embarazo

3. Sangrados vaginales durante la gestación

4. Consumo de fármacos

5. Consumo de tabaco

6. Consumo de alcohol

7. Consumo de drogas
8. Vómitos frecuentes durante el embarazo

9. Edema durante el embarazo

10. Lesiones o accidentes durante el embarazo

11. Vivencia de estrés, ansiedad, nerviosismo y tristeza

12. Conocimiento del sexo del bebé

13. Desarrollo de actividad física y mental agotadora durante el embarazo

14. . Relación de pareja durante el embarazo

15. Vivencia del embarazo (deseado/planeado)

16. Historial de enfermedades maternas pregestacionales

17. Dentro de este se incluyeron los factores Intraparto: Variables vinculadas al trabajo

de parto y al proceso de alumbramiento (López, 2003) Teniendo en cuenta las

siguientes: Uso de anestesia durante el parto

18. Tiempo desde la ruptura de aguas hasta el parto

Riesgos Postnatales

Son aquellas enfermedades médicas adquiridas durante la infancia y la niñez

(Verdugo y Jenaro, 2001)

Factores neonatales. Grupo de condiciones neonatales adversas que pueden

interrumpir o alterar el desarrollo psíquico y/o físico del recién nacido (López,

2003).

1. Peso del hijo al nacer

2. Meses a término

3. Color del niño al nacer

4. Necesidad de cuidados neonatales


5. Puntuaciones del Apgar.

 Neuroanatomía de la Discapacidad Cognitiva

El problema central de los niños autistas o con retraso mental no es que sean más

egocéntricos o menos inteligentes que aquellos que no tienen tales síndromes. Lo que

ocurre es que sus funciones psicológicas se encuentran organizadas de manera

cualitativamente diferente.

Se sabe que la inteligencia es una capacidad cognitiva que involucra procesos mentales

como la atención, la memoria, el razonamiento y la resolución de problemas. Estos

procesos están mediados por estructuras cerebrales específicas y por la comunicación entre

ellas

La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse a nuevas

situaciones. Este fenómeno es fundamental para el desarrollo de la inteligencia, ya que

permite la formación de nuevas conexiones neuronales y la optimización de las existentes.

Se ha demostrado que la estimulación temprana y constante del cerebro favorece el

desarrollo de la inteligencia. Además, los ambientes enriquecidos y los estímulos variados

promueven la neuroplasticidad y, por ende, el desarrollo cognitivo.

La inteligencia no podría circunscribirse a un área delimitada de la corteza, en ese

sentido, recientemente se ha postulado que los lóbulos prefrontales podrían ser la sede

anatómica y fisiológica de la inteligencia. Está hipótesis surge debido a que las funciones

psicológicas que dependen de las estructuras prefrontales, y más específicamente las

funciones ejecutivas, abarcan procesos de autorregulación que permiten el control,


organización y coordinación de otras funciones cognitivas, respuestas emocionales y

comportamientos (García et al, 2010).

Es decir que las funciones ejecutivas serían los procesos cognitivos subyacentes al

comportamiento que denominamos inteligente. Sin embargo, como lo reporta Antonio

Damasio (1999), en algunos casos, a pesar de que las estructuras prefrontales han sido

dañadas, la inteligencia no se ve afectada, a su vez se puede confirmar en los estudios de

(Arias y Vilca, 2007) que la afectación de los lóbulos prefrontales no implica

necesariamente una alteración de la capacidad intelectual. Aunque sí se ven afectadas la

memoria de trabajo, las funciones ejecutivas, la atención y la conducta autorregulada

Cada tipo de inteligencia está asociado con áreas específicas del cerebro. Por

ejemplo, la inteligencia verbal está relacionada con el área de Broca y Wernicke, mientras

que la inteligencia espacial está vinculada al lóbulo parietal.

Los estudios han demostrado que la genética también juega un papel importante en

el desarrollo de la inteligencia. Los gemelos idénticos tienen una mayor similitud en su

coeficiente intelectual (CI) que los gemelos no idénticos, lo que sugiere que hay una base

genética para la inteligencia.

Sin embargo, también es importante tener en cuenta que la genética no es el único

factor que influye en la inteligencia. El ambiente y la educación también son importantes

para el desarrollo de esta capacidad.

La nutrición también puede influir en el desarrollo de la inteligencia. Los nutrientes

esenciales, como los ácidos grasos omega-3 y las vitaminas B, son importantes para el

desarrollo del cerebro y la función cognitiva; En este mismo orden de ideas la alimentación
de la madre durante el embarazo desempeña una importante papel en el desarrollo del bebé

y por supuesto de las funciones relacionadas con la inteligencia.

Por otro lado, la desnutrición y la falta de acceso a alimentos nutritivos pueden

afectar negativamente el desarrollo cognitivo y la inteligencia, el ambiente también puede

influir en el desarrollo de la inteligencia. Los niños que crecen en entornos estimulantes y

enriquecedores, con acceso a libros y juguetes educativos, tienden a tener un mayor

coeficiente intelectual que aquellos que no lo hacen, por otro lado, los niños que crecen en

entornos estresantes o peligrosos pueden experimentar un retraso en el desarrollo cognitivo

y la inteligencia.

 La Neuropsicología y la Discapacidad Cognitiva

Dentro de los criterios diagnósticos se establece que las personas con discapacidad

intelectual deben puntuar por debajo de 70, siendo puntuaciones por debajo del promedio e

incluso de resultados limítrofes. La obtención de esta puntuación hace parte del proceso

evaluativo por parte del campo de la neuropsicología.

En palabras cortas, la neuropsicología hace parte fundamental del proceso

diagnóstico de un retraso cognitivo o discapacidad intelectual, sin embargo, el rol del

neuropsicólogo va mucho más allá de la aplicación de escalas de inteligencia.

Se parte de comprender que la exploración neuropsicológica hace parte de un

proceso analítico de las particularidades de cada individuo, realizado por medio de la

obtención de puntuaciones estandarizadas cuantitativas de diversos test y de la valoración

cualitativa que realice el profesional teniendo en cuenta los motivos de consulta de cada

paciente; desde el quehacer neuropsicológico es posible identificar el perfil de desempeño,


establecer un diagnóstico, construir un plan de trabajo para su rehabilitación, reconociendo

fortalezas y debilidades a lo largo del proceso.

No obstante, dentro de la categoría de discapacidad intelectual el rol de la

neuropsicología se enfrenta a múltiples adversidades, principalmente al no contar con los

suficientes instrumentos diseñados para la valoración de la persona en condición de

discapacidad, aquí cobra principal importancia la valoración cualitativa, enfocada

principalmente en el nivel de conducta adaptativa presentada por la persona en condición

de discapacidad.

Más allá de brindar un diagnóstico, el papel del neuropsicólogo es identificar las

fortalezas del paciente, determinar el componente cognitivo afectado y las áreas donde se

requiere más acompañamiento, intervención y si es posible rehabilitación, esto solo es

posible manejando un enfoque híbrido, donde se profundice en los resultados obtenidos en

los test y tareas aplicadas, y desde una postura cualitativa, valorando el nivel de

funcionalidad con el que cuenta en su diario vivir. (Echeveria & Tirapu, 2021)

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