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Universidad de Santiago de Chile

Facultad de Humanidades
Departamento de Historia
Medioevo e inicios de Modernidad
Profesora: Paula Fuentes Santibañez

La celeridad expansiva del cristianismo

Nombre: Joaquín Garrido Rodríguez


Sección: N°2
Fecha: 25/Noviembre/2022
El dogma del cristianismo, es una de las religiones que resulta más compleja de discutir,
dialogar o cuestionar socialmente, debido a que, es una creencia que ha trascendido en el
tiempo y se ha consolidado, llegando a encabezarse mundialmente.

De manera que sus adeptos, siguen manteniendo la creencia, sin importar, las diferentes
polémicas que ha generado este dogma, ya sea por su institucionalización, por sus
entidades eclesiásticas, etc.

Lo cual, llegamos a presenciar en las diferentes épocas de la Historia, las distintas


particularidades que tiene el cristianismo, es decir, desde que se legaliza y formaliza en la
Edad Antigua, los diferentes hitos que protagoniza el cristianismo en la Edad Media, y
como perdura en el Edad Moderna, a pesar de situarse el antropocentrismo como
doctrina en la sociedad.

Por consiguiente, damos paso a la premisa del ensayo, la cual se denomina: La celeridad
expansiva del cristianismo, con este título, queremos dar a problematizar y cuestionar lo
que significó la aceleración expansiva del cristianismo por las distintas épocas. Dando
como resultado, las siguientes preguntas: ¿Por qué este dogma resultó tan impactante en
las sociedades, tomando una apresurada expansión?, ¿Por qué los paganos adoptaron el
cristianismo como creencia primordial?, ¿Qué hecho marcó, para que el cristianismo
prevaleciera en el tiempo?, ¿Es acaso que se extendió, por mandato de Dios? Estas son
unas de las tantas incógnitas que genera el tema, de modo que, analizaremos y
explicaremos cada acontecimiento que contribuya de mejor manera el desarrollo de esta.

Por ende, en el desarrollo, se hará hincapié en las distintas épocas que transcurre el
cristianismo, y como se va desenvolviendo en la sociedad misma, a medida que avanza el
tiempo. Por lo que, en primer lugar, se iniciará en la Edad Antigua, viéndose como de a
poco se van sumando adeptos a la religión, ocupando cada vez mayor fervor. Luego, nos
adentraremos en la Edad Media, donde el cristianismo se establece como tal, en las
comunidades, dándose así la extensión misma de la creencia por toda Europa (o la gran
mayoría). Por último, en la Edad Moderna, veremos como la creencia sigue aún, sin
importar el cambio de doctrina que tuvo la sociedad, pasando de que Dios era el centro de
todo, a que el hombre tornó siendo ese centro.

Además, evidenciaremos las distintas disputas que se generó en la religión, por las
diversas herejías que existían en ese momento, por no haber una costumbre establecida
por las entidades eclesiásticas, dando paso a los diferentes edictos que se realizaron para
establecer un solo margen de la creencia.

Y para terminar, en la conclusión se hará un breve resumen, de lo que fue el trabajo,


dando una instancia a la reflexión de lo que significó este mismo, tomando en cuenta de
que si se aprobó o refutó la tesis del ensayo.
Primeramente, daremos con el inicio del cristianismo, enfocándonos en el siglo IV, cabe
señalar que el cristianismo, como tal, tiene un trasfondo mucho más anterior al que se
menciona. No obstante, nos situaremos en este punto del tiempo, debido a que
Constantino I, legaliza el cristianismo en el año 313, de tal forma que, tanto la religión
como sus seguidores, no serían perseguidos, todo esto pactándose en el edicto de Milán,
que se da en el mismo año.
Con el dictamen de Constantino I, se dan muchas posibilidades para los cristianos de ese
tiempo, como por ejemplo, acceder a cargos políticos, se instauraron oficialmente a los
obispos de Roma, se crearon nuevas edificaciones (basílicas), y entre otros. Tiempo
después se da el concilio de Nicea, en el año 325, donde Constantino I, hace que se
reúnan todos los obispos, con el objetivo de discutir el dogma del cristianismo, para evitar
los cismas y la desviación de la creencia por las distintas herejías que había.
Si bien el veredicto de Constantino I, fue un gran avance para los cristianos, con la llegada
de Teodosio I fue aún más importante, puesto que en el año 380, oficializa la religión del
cristianismo en el imperio romano, por tanto, conllevó a condenar todo lo que fuera
pagano, en otras palabras, prohibió el culto hacia Júpiter y los demás dioses, también
prohibió todos sacrificios hacia animales, asimismo prohibió las olimpiadas, y entre otras
cosas.
De esta manera, sí que resultaron cruciales las figuras de Constantino I y Teodosio I,
puesto que fueron los principales personajes en dar paso a legalización y oficialización del
cristianismo, de modo que, procede una real significación que te haya formalizado este
imponente imperio, reflejando un importante respeto (obviamente entre los mismos
cristianos, ya que los paganos, les resultaba indiferente).
Prontamente, vendría la llegada de los pueblos bárbaros, con el objetivo de conquistar
terrenos, migrando desde Asía hasta lo que conocemos de Europa en el siglo IV, no
obstante, la particularidad que tiene un pueblo bárbaro (los Hunos) hará que desplace a la
gran mayoría de restos de los pueblos bárbaros (ostrogodos, francos, vandalos, suevos,
godos y entre otros más), haciendo que estos últimos acabaran con el imperio romano de
occidente, dando paso a la formación de reinos (lo cual, tuvieron una permanencia breve).
Una vez decaído el imperio romano de occidente, se da por finalizado la Edad Antigua,
dando paso a la Edad Medieval. Es en esta época principalmente, donde se empieza a
extender lo que es el cristianismo como tal.
Tenemos en una primera instancia que las creencias de estos pueblos bárbaros, eran
totalmente paganas, sin embargo, era cosa de tiempo que adoptaran el cristianismo, ya
sea por intercambio, es decir protección de algún lugar a cambio de unirse a la fe cristiana,
o se iba pasando de generación, etc.
Tenemos que los estados pontificios queda a la interperie sin un empereador que lo
proteja, hablando desde lo occidente, puesto que el imperio romano de oriente fue
rupturandose con el imperio romano de occidente, lo que significó que la relación entre
estas dos entidades fuera estrechandose aún mas.
Esto lo podemos reflejar, cuando se da el avance de los lombardos por todo el norte de
Italia, quedando Esteban II como el papa de ese entonces en el estado pontificio,
quedando al descubierto. Esteban II, pide ayuda al imperio Bizantino (con mandato de
Constantino V); sin embargo, no respondieron a la ayuda, por lo que fue ahí cuando Pipino
el breve, se presenta para prestar ayuda, y devolver nuevamente los estados pontificios.
Es aquí, también, que comienza una buena relación entre el imperio carolingio con el
estado pontificio, puesto que estos se apoyarían mutuamente, tomando con mayor fervor
el cristianismo en este punto.

“La religión cristiana, gobernada por el Papado, ocupó casi todos los espacios habidos en
la civilización del Occidente medieval” (Rojas, s.f., p. 29). La cita anterior hace alusión al
párrafo anterior, donde estado pontificio estrecha una buena relación con el imperio
carolingio, donde este será un punto de partida, para que el cristianismo sea, en cosa de
siglos, la expansión casi completa del cristianismo por Europa.

De modo que, la creencia del cristianismo, se mantuvo en pie todo este tiempo,
independiente que el imperio de occidente haya desaparecido, aun así hubo personas e
imperios que mantuvieron su fe intacta, tan así, que la fueron desplegando en todos los
rincones. “Y les dijo: Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la
creación. El que crea y se bautice, se salvará; el que se niegue a creer será condenado”
(Mc 16: 15-16). ¿Fue entonces la “palabra de la santa biblia”, que hizo, que se
encomendara el esparcimiento de la fe cristiana? Al parecer, si, lo cual, hay que tener en
cuenta, una vez dado el inicio del periodo de las cruzadas (entre los siglos XI – XIII), se
hace con el propósito de recuperar la Tierra Santa, que estaba en manos de los
musulmanes, dicha religión, iba en contra de todo parámetro cristiano.

También, hay que agregar, que esto del cristianismo si iba pasando de generación en
generación, dicho de otra manera, manteniendo un margen de fidelidad a la religión. Tal
como se refleja en la siguiente cita: “El hombre medieval no escogía si quería o no ser
cristiano; después de su nacimiento, toda su vida respiraba el aire del cristianismo con
todas sus formalidades y parte de sus creencias, pero su práctica religiosa permanecía
igualmente superficial” (Rojas, s.f., p. 31). Por lo que, de cierta manera, tu electividad
sobre tus creencias, estaba sumamente controlado por la opinión de la sociedad y la
iglesia, lo cual no había una elección libre, por tanto, si o si debías ser cristiano, o si no
serías ejecutado.

Ya por último, damos inicio a la época Moderna, la cual se caracteriza, por hacer ese
cambio de doctrina del teocentrismo al antropocentrismo, que, en sencillas palabras,
sería: Dios es centro de todo, ahora es, el humano es ese centro.

A pesar de esa variación de doctrina, la creencia y la religión cristiana siguió perdurando y


existiendo como tal, lo único que cambió fue la visión que se tenía de ver el mundo.
Incluso, con el descubrimiento de América, se da el acto de evangelización, con el objetivo
de difundir las enseñanzas del cristianismo. A esto se le suma, que al periodo de
colonización en América, se justifica con dicha razón anterior, es decir, los mismos
ibéricos, promulgaron llevar el acto de evangelización América, para que los “pueblos
bárbaros y primitivos” aceptaran y vieran con claridad el camino de Dios, salvándose del
camino pecaminoso que eran sus costumbres.

Para terminar, podemos dar cuenta que el cristianismo fue expandiéndose a medida que
avanzaba el tiempo, y a pesar de que la religión comenzó con un mínimo de porcentaje de
creyentes, fue ganándose cada vez más adeptos, incluso fuera del continente, llegando a
lo que conocemos como América.

No obstante, una vez formalizado y legalizado el cristianismo, nunca tuvo un fin, siempre
estuvo fijo, ya sea estando en lugar primero, después en otro, pero siempre se mantuvo
entre las mismas regiones, obviamente repartiéndose posteriormente entre otras.

Por lo tanto, como premisa, la creencia cristiana siempre estuvo en constante


movimiento, es decir, se fue repartiendo de voz en voz, ya sea por conveniencia, por
obligación, por tratado, pero estuvo en la faz de todos. Lo cual, la fe cristiana sí que se fue
dando por “mandato divino de Dios”, también por la adopción del algún pueblo o imperio,
tornándose toda casi Europa por la creencia cristiana latina o católica.

Sin duda, unos de los hechos que marcó el cristianismo fue: 1) La formalización por el
imperio Romano, 2) La ayuda que le proporcionó al estado pontificio el imperio carolingio.
Estos hechos marcaron a la religión, debido a que estas entidades representaban una gran
imponencia en el tiempo, por esta razón, el fervor del cristianismo fue aún más grande.

En definitiva, la expansión del cristianismo se fue dando de manera apresurada, debido a


los hechos que marcaron esta creencia fueron de gran magnitud, también se debe al
constante movimiento que se tenía de la fe cristiana por Europa, dando así una continua
religión. Incluso, podemos evidenciarlo actualmente, de que la religión cristiana aún ha
perdurado, sabiéndose las infinidades de atrocidades que ha cometido la iglesia católica y
algunos de sus entidades eclesiásticas, aún sigue firme la fe cristiana, y lo seguirá siendo
en los tiempos posteriores, puesto que el ser humano, siempre ha estado aferrado a una
idea o creencia, la cual le repliegue una cierta tranquilidad a su vida.
Bibliografía
La biblia. (2005). Editorial verbo divino. Marcos, Cap. 16, Versiculos 15 – 16.
Le Goff. J. (2002). La baja Edad Media. Historia universal siglo veintiuno. Primera parte: La
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Rojas, L. (2006). Origenes Históricos del Papado. Universidad del Bio – Bio. Capitulo II: El
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Rojas, L. (sin fecha). Poner las manos al fuego. Ordalias, duelos y venganzas en la Edad
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Sanchez, J. (2004). Desde el cristianismo sabio a la religiosidad popular en la Edad Media.
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