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“Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por
parábolas? El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los
misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. Porque a
cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo
que tiene le será quitado. Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no
ven, y oyendo no oyen, ni entienden. De manera que se cumple en ellos la
profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y
no percibiréis. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los
oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con los
ojos, y oigan con los oídos, y con el corazón entiendan, y se conviertan, y yo
los sane. Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos,
porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon
ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron”
INTRODUCCIÓN
En estos versículos nuestro Señor Jesucristo nos explica de manera
más detallada la razón por la cual le hablaba en parábolas a la gente.
La parábola antes expuesta y las palabras de Jesús al final de la misma:
El que tiene oídos para oír, oiga, debieron llenar de duda a los discípulos en
cuanto el significado de la misma y por eso le preguntaron: ¿Por qué les hablas
por parábolas? Definitivamente los discípulos estaban interesados en aprender
de Jesús las verdades del reino de Dios, y hasta el momento sus explicaciones
habían sido claras y enriquecedoras. Ya anteriormente había usado algunas
metáforas y símiles para enseñarlas, como cuando hablo que ellos eran la sal de
la tierra, la luz del mundo etc., pero nunca lo había hecho de una forma tan
extensa como en forma de parábola y esto despertó la curiosidad de sus
discípulos. Veamos en palabras del mismo Jesús el propósito de las parábolas.
LAS PARÁBOLAS REVELAN A SUS DISCÍPULOS LOS MISTERIOS DE DIOS
“Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?
El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del
reino de los cielos; mas a ellos no les es dado”. Mateo 13:10-11
En primer lugar, las parábolas de Jesús tenían como propósito revelar a sus discípulos los misterios del reino de
Dios: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. En este
texto la palabra misterio proviene del griego mustérion (μυστήριον) la cual representa un verdad espiritual que
había estado oculta al entendimiento humano pero que ha sido revelada en los postreros días. Así son las
parábolas de Jesús, misterios que nos revelan la semejanza de algunos acontecimientos de la vida cotidiana con
el reino de Dios. Como vimos anteriormente, la parábola del sembrador nos muestra como la palabra de Dios
tiene diferentes resultados en los corazones de los hombres. La parábola del trigo y la cizaña nos muestra como
los hijos de Dios crecen en medio de gente hipócrita que se hace pasar por creyentes pero que sus frutos los
desenmascaran. La parábola de la red nos enseña cómo será el juicio de los incrédulos, y así sucesivamente,
cada parábola tiene una verdad espiritual escondida en un lenguaje figurado que el mismo Señor nos ayuda a
comprenderlo. No olvidemos que así como en este tiempo Jesús estaba con sus discípulos y les explicaba todo
lo que ellos no entendían, ahora nosotros tenemos al Espíritu Santo para instruirnos e iluminarnos en la
verdadera interpretación de las Escrituras: “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de
Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”, (1
Corintios 2:14). Por tanto, en las parábolas tenemos preciosas verdades espirituales que edificaran nuestras
vidas y son reservadas para los que creemos en Jesús, y no para los incrédulos, ya que para ellos los misterios
serán verdaderas que jamás comprenderán: más a ellos no les es dado.
Las Parábolas Esconden del Incrédulo el Significado del Misterio de Dios
“Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden”.Mateo 13:12-13
El segundo propósito de las parábolas, esconder de los incrédulos los misterios maravillosos de la palabra de Dios. Alguien podría pensar
que esto es algo muy cruel de parte de Dios ya que les oculta aquello que puede salvarlos de la condenación eterna, pero no es así. Si
recordamos la temática desarrollada en el capítulo anterior de este evangelio, recordaremos como aquellos hombres perversos blasfemaron
en contra del Espíritu Santo aun después que vieron las obras de justicia que el mismo Señor Jesús realizaba. En Jesús no había engaño, y sus
obras eran buenas, pero aquellos hombres era tan malos y soberbios que sus corazones se endurecieron para no creer. Por eso, Jesús les
había estado predicando con toda la sinceridad y claridad posible, pero al ver esta actitud de soberbia decidió ya no perder el tiempo con
ellos y narrar sus enseñanzas en forma de parábolas para que no entendieran y terminaran de condenarse aún más. Para explicar bien lo que
pasa con estas personas nuestro Señor nos dice algo que parece injusto, pero realmente no lo es: Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y
tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Parecería injusto decir que al que no tiene se le tiene que quitar lo que
tiene y dárselo a aquel que ya tiene para que tenga más, pero realmente no lo es, sino que es un proceso justo. Por ejemplo, alguien que se
esfuerce por estudiar es justo que por su dedicación gane una beca que le permita acceder a estudios más especializados y le habrá puertas
para aumentar aún más sus conocimientos. Por su dedicación se le dio más. Lo contrario ocurre con un perezoso que no se preocupe por
estudiar de tal forma que lo poco que había aprendido termina por olvidarse y es reprobado del curso y el futuro ya no logra graduarse de la
escuela. Una persona emprendedora y trabajadora, que sabe invertir y cuidar sus finanzas, es de esperarse que sus bienes crezcan y prospere
mucho de tal forma que a lo que ya tiene se le agregue más. No así una persona descuidada que no se esmera por salir de su pobreza y en
sus descuidos termina endeudándose en algo que es incapaz pagar, al final termina perdiendo por deudas todos sus bienes y se vuelve más
pobre de lo que ya era. Y en la vida espiritual este principio también se aplica. Una persona que sabe humillarse delante de Dios y pone
atención al mensaje del evangelio abriendo su corazón a la fe, es bendecida en gran manera y conforme sigue perseverando con sencillez su
condición espiritual sigue creciendo aún más. Pero aquellos que por su soberbia deciden no creer al mensaje del evangelio y en lugar de eso
deciden endurecer sus corazones, el poco discernimiento espiritual que poseen se les es arrebatado para que su condenación termine de
completarse. Por eso Jesús dijo: Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. Si se niegan a
entender lo obvio entonces el poco entendimiento espiritual que pudiesen tener se les es quitado para que verdaderamente no comprendan
los misterios de Dios y se pierdan.
LAS PARÁBOLAS SON EL CUMPLIMIENTO PROFÉTICO DE LA PALABRA DE DIOS
“De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; y
viendo veréis, y no percibiréis. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen
pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y con el
corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane”.
Mateo 13:14-15
Por otro lado el hecho de que Jesús comenzara a enseñar en forma de parábolas era parte del
cumplimiento profético de la palabra de Dios. Jesús nos dice que en estas personas que no entienden
los misterios de Dios se cumple la profecía de Isaías 6:9-10 donde vemos como el profeta Isaías fue
enviado a hablarle a un pueblo terco y duro de cerviz: “Y dijo: Anda, y dí a este pueblo: Oíd bien, y no
entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos,
y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se
convierta, y haya para él sanidad”, (Isaías 6:9-10). Como Isaías, Jesús estaba en frente de un pueblo
incrédulo que no estaba dispuesto a hacer a un lado todos sus prejuicios y tradiciones religiosas para
que el evangelio los transformara, sin saber se estaban comportando como sus antepasados.
Las Parábolas Traen una Bienaventuranza a la vida de los cristianos
“Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo,
que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron”.
Mateo 13:16-17
Finalmente, las parábolas del Señor Jesús traen a nuestras vidas una verdadera bienaventuranza. Jesús les
dijo a sus discípulos que eran dichosos de ver y oír estas parábolas, y no solo eso, sino eran dichosos de
entenderlas porque muchos profetas y justos de la antigüedad desearon hacerlo pero no pudieron, porque
estos misterios no habían sido reservados para ellos. Así hoy también nosotros somos bienaventurados de
tener el entendimiento para comprender los misterios de Dios, aquellas cosas que en el Antiguo
Testamento estaban ocultas al entendimiento normal, pero que ahora con la ayuda del Espíritu Santo se
nos revela a todos nosotros que creemos por la fe en Jesús. Grandes misterios de Dios han sido revelados
hoy a la iglesia, misterios como la resurrección de entre los muertos, el milenio, el rapto de la iglesia, la
segunda venida de Cristo, entre otros, pero sobre todos, la obra redentora de Cristo en nuestras vidas: “El
misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus
santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que
es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”, (Colosenses 1:26-27). Comprender este misterio y otros es
una verdadera bienaventuranza para aquellos a quien el Espíritu del Señor se los revela.
¿QUÉ SE PROPONE JESÚS
I. “El que CON
tiene ESTApara
oídos EXPRESIÓN
oír, que DE MARCOS 4:9?
oiga”
Marcos 4:10.
“Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola”
Este texto, les digo, me hizo pensar mucho, me dije:
¿Cómo es posible que Jesús dijera eso.
¿Por qué? ¿Qué quería decir?
La verdad que me sorprendió,
¿cómo era posible que Jesús quisiera que ciertas personas no fuesen salvas?
La amonestación, “El que tiene oídos para oír, que oiga”, no fue desatendida. V. 10.
Cuando estuvo solo, los que estaban alrededor de él junto con los Doce,
le preguntaban acerca de las parábolas. Jesús se hallaba ahora solo, en el sentido
de que había despedido a la multitud e ido a casa. Sin embargo, no se hallaba
totalmente solo. Con él estaban los Doce. Pero obsérvese: “los que estaban
alrededor de él junto con los Doce”.
El significado parece ser que, además de los doce discípulos ya conocidos, se hallaban
también presentes algunos que pertenecían al grupo más general de los seguidores constantes.
Marcos es único con su evangelio, a pesar de ser el más corto de los 4, es vívido, describe de tal
manera todo lo dicho por el Señor que nos sorprende, porque capta hasta los gestos del Señor.
A este grupo heterogéneo en el momento en que le preguntan a Jesús acerca de las parábolas.
Es significativo el uso del plural. Marcos, antes de decirnos que Jesús se quedó “solo”, relata
sólo una parábola, la del sembrador; sin embargo, si fijamos la atención en las palabras que
Marcos usa para referirse a las preguntas que los discípulos le hicieron a Jesús y la respuesta
que él les dio (4:10–12), debemos volver nuevamente a Mateo 13, pero esta vez a los vv. 10–17,
especialmente los vv. 10, 11, 13–15. El relato de Lucas (8:9, 10) parece ser un breve resumen.
II. ¿POR QUÉ JESÚS USABA LAS PARÁBOLAS?
V, 11 “Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios;
mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas”
Los que estaban con Jesús deseaban saber dos cosas:
Por qué hacía uso de parábolas para hablar a las multitudes (cf. Mt. 13:10),
y Cuál era el significado de una parábola en particular; por ejemplo, la de la
cizaña (Mt. 13:36), o (aquí en Mr. 4:13) la del sembrador.
La palabra “misterio” es muy interesante. Fuera del cristianismo, en el ámbito pagano, se refería a
una enseñanza o ceremonia secreta relativa a lo religioso, pero oculta para la gente común, y
conocida (o practicada) por un grupo de iniciados. En la traducción griega de Daniel 2 en la LXX,
donde la palabra aparece no menos de ocho veces (como singular en los vv. 18, 19, 27, 30 y 47b; y
como plural en los vv. 28, 29, y 47a), se refiere a un “secreto” que ha de ser revelado, a un enigma
que debe ser interpretado.
Aquí se puede definir como una persona o verdad que habría permanecido
desconocida si Dios no la hubiese revelado; un secreto revelado o abierto.
Así por ejemplo, si no se hubiese dado a conocer, no habríamos sabido que en
toda época hay un remanente de judíos (también de gentiles) que será salvo,
hasta que al fin, mediante la fe en Jesucristo “todo Israel” será recogido; y que
este proceso continuará hasta el regreso de Cristo, cuando el número completo
de gentiles destinados a la salvación haya sido recogido también (Ro. 11:25).
Este misterio había sido “dado”, es decir, “graciosamente revelado” a los que
estaban con Jesús en aquel momento; en realidad, era revelado a todos los que
le habían recibido con fe genuina. A los de afuera (literalmente: “a los que están
afuera”) “todo les viene en parábolas”; es decir, a ellos se les presentaba las
enseñanzas de Cristo por medio de parábolas. Por lo que sigue es claro que
cuando Jesús habla aquí acerca de “los de afuera” está pensando especialmente
en los endurecidos fariseos y sus seguidores, hombres de corazones
impenitentes (cf. Mt. 13:13, 15), porque prosigue:
EL PROPÓSITO DE LAS PARÁBOLAS.
Mateo 13:10-17.
10 Los discípulos se acercaron y le preguntaron: — ¿Por qué le hablas a la gente en parábolas?
11 A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos no.
12 Al que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia. Al que no tiene, hasta lo poco que
tiene se le quitará.
13 Por eso les hablo a ellos en parábolas: »Aunque miran, no ven, aunque oyen, no escuchan ni entienden.
14 En ellos se cumple la profecía de Isaías: »“Por mucho que oigan, no entenderán, por mucho que vean, no percibirán.
15 Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible; se les han embotado los oídos, y se les han cerrado los ojos.
De lo contrario, verían con los ojos, oirían con los oídos, entenderían con el corazón y se convertirían, y yo los sanaría.”
16 Pero dichosos los ojos de ustedes porque ven, y sus oídos porque oyen.
17 Porque les aseguro que muchos profetas y otros justos anhelaron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron;
y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron.
I. PARA REVELAR LOS MISTERIOS DEL REINO
Una parábola es una historia terrenal que expone un principio espiritual o
como Jesús lo define, un misterio del reino.
Las parábolas de Jesús son historias cortas que enseñan una lección espiritual o
moral por analogía y similitudes. Algún aspecto del reino de Dios, se
comparaba con algo cotidiano que podía entenderse fácilmente. La lección o el
principio es lo más importante no tanto la historia en sí. Así que, si te sabes la
parábola, pero no vives el principio que Jesús quiso impartir, la historia carece
de relevancia. La historia de una parábola pudiera ser cierta o no. Pero la
lección o el misterio revelado si era cierto.
Por eso la mayoría de las parábolas comienzan con el reino de los cielos es
como… o semejante a… Jesús mismo era el reino de Dios entre los hombres. A
través de las parábolas quería que las personas se relacionaran con él y
comprendieran cómo se podía establecer el reino de Dios en la tierra.
II. PARA DEMOSTRAR QUE ERA EL MESÍAS QUE HABÍA DE VENIR
Las parábolas son parte del cumplimiento profético de Cristo y su testimonio como Dios.
Mira lo que dicen las escrituras:
Mateo 10:34-35 - 34: Jesús le dijo a la multitud todas estas cosas en parábolas. Sin emplear parábolas no les decía
nada. 35 Así se cumplió lo dicho por el profeta: «Hablaré por medio de parábolas; revelaré cosas que han estado
ocultas desde la creación del mundo.»
Mateo, expone un salmo que anuncia la fidelidad de Dios y anticipa que Dios mismo iba a abrir su boca en
parábolas y lo hace hablando de Jesús.
Salmos 78:2 RV60: Abriré mi boca en proverbios; Hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos.
Salmos 78:1-2 (NVI): Pueblo mío, atiende a mi enseñanza; presta oído a las palabras de mi boca.
2 Mis labios pronunciarán parábolas y evocarán misterios de antaño.
Esta razón, nos ayuda conocer el interno de Cristo como Dios en las Escrituras y como enviado de Dios al mundo
como hombre. Dios iba a habitar entre los hombres y con sus propios labios hablaría en parábolas.
III. MÁS FÁCIL DE MEMORIZAR UNA PEQUEÑA HISTORIA QUE UN CUENTO LARGO.
Marcos 4:33: Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que
podían oír.
Jesús hablaba en parábolas no porque quería sonar muy letrado o elocuente. Hablaba en
parábolas porque los oyentes podían relacionarse con ellas y aprenderlas a través de la
memorización. La enseñanza de un rabino es diferente a la que tenemos hoy día. Este tipo
de enseñanza enfatizaba mucho en la repetición de verdades e historias una y otra vez para
que los discípulos del maestro pudieran trasmitir las verdades que aprendieron con mayor
facilidad. De esta manera, Cristo usa las parábolas porque eran más fáciles de memorizar y
una herramienta útil para propagar el mensaje del reino de los cielos.
El diseñaba las parábolas para atraer personas a nuevas maneras de pensar, nuevas actitudes y maneras de
actuar. Marcos 4:33- Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían
oír.
Cada parábola de Jesús pudiera tener unos pocos principios, quizás uno o dos. Sería un error estar
buscando una lección en cada línea, sino más bien en la historia completa.
Jesús usó las parábolas para enseñar acerca de la oración, de la salvación, la palabra de Dios, el costo del
discipulado, el juicio, la justificación, el corazón de Dios, el crecimiento del reino, la fe, la gracia, su
segunda venida, la fidelidad, el afán, entre otras cosas. Pudiéramos decir que es importante entonces,
estudiar las parábolas, no solo como historias sino como fuente de sabiduría para los principios del reino.
V. PARA ESCONDER LOS PRINCIPIOS DEL REINO DE AQUELLOS QUE TENÍAN UN CORAZÓN ENDURECIDO.
Marcos 4:34: Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo.
Mateo 13:10-17: 10 Los discípulos se acercaron y le preguntaron: — ¿Por qué le hablas a la gente en parábolas? 11 —A usted
se les ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos no.
Los discípulos eran privilegiados, pues gozaban de una parábola y una explicación. A sus discípulos les daba la parábola y la
explicación. No era tampoco que los fariseos o saduceos no eran capaces de entenderlas porque muchas veces se daban
cuenta de que hablaba de ellos y se enfurecían como en la parábola del labrador malvado o cuando habló de cuidarse de la
levadura de los fariseos.
Pero muchas veces vemos a Jesús como que escondía el mensaje, porque no las explicaba siempre a toda la audiencia. Vemo
que Jesús citó Isaías 6:9-10. El profeta Isaías había encontrado que las personas de Israel estaban tan perdidas en el pecado
que resentían escuchar la palabra de Dios y se iban intencionalmente, abandonando al profeta con la palabra de Dios. Jesús
experimentó la misma situación. El vio el orgullo, los prejuicios y la arrogancia, en el corazón de los hombres. La multitud, no
podían ver, oír ni entender la palabra de Dios. Pero los discípulos como tenían una relación podía recibir explicaciones y
principios. ¿No les impresiona esta declaración: A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos; pe
a ellos no? Jesús da la razón por la que las personas no podían recibir una palabra directa de parte de Dios. El corazón de ello
estaba endurecido. Por eso les hablaba en parábolas. En cambio a sus discípulos, se les ha concedido y a nosotros conocer lo
secretos del reino. ¡No es maravilloso! Dios pudiera reinar y gobernar el mundo sin explicarle los secretos del reino, pero Él n
ha escogido reinar de esa manera. A los que tienen se le dará más, quiérase decir que el que tiene es aquel a quien se le ha
concedido que tenga porque están en una relación más cercana y correcta con Cristo, con un corazón sensible a los misterios
del reino.
De esta manera, cuando estudiamos las parábolas tenemos el privilegio concedido por
Dios de conocer cómo opera el reino de los cielos. Esa es la voluntad de Dios, para que
podamos encontrar a Dios en ellas como él se manifiesta en nuestras vidas. Ya que, por la
gracia de Dios, somos parte de su reino. ¿Qué si te digo que el Espíritu Santo está para
sensibilizar tu corazón? Para que cuando escuches una parábola puedas recibir el principio
del reino que Dios quiere revelarte, iluminando tu corazón. Conociendo estas razones, la
próxima vez que leas o escuches una parábola disponte a ir en humildad a Dios y pide que
Él te conceda conocer los misterios del reino.
Introducción:
A. Parábolas en el Antiguo Testamento. Isa. 5:1-7, la par bola de la viña.
Un dicho común entre rabinos judíos era "¿A qué lo compararé?" (Mateo 11:16).
B. Jesús las usaba más que nadie. Ni antes ni después ha habido otro maestro que
tanto haya enseñado en par bolas. Marcos 4:33,34, "Con muchas parábolas
como
estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. Y sin parábolas no les
hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo"
I. ¿QUÉ ES UNA "PARÁBOLA"?
A. "'PARABOLA denota un poner al lado arrojar o depositar al lado, Significa la puesta de una cosa
al lado de otra con el propósito de comparar, siendo su objeto la enseñanza de una lección espiritual".
Las parábolas tratan de nuestras relaciones con Dios; tienen significado celestial y eterno.
C. Una ilustración. Una parábola es simplemente una ilustración basada en eventos comunes,
las actividades diarias de la gente. Jesús conoce al hombre, y conocía perfectamente a la gente
de Palestina, todo aspecto y detalle de su vida diaria.
1. Todo el panorama se presenta: el agricultor arando, el pescador con sus redes,
la alegría de los que se recibían en las bodas y la tristeza de los que no podían
entrar, el edificador construyendo una torre, la viuda ante el juez pidiendo justicia.
II. ¿POR QUÉ HABLÓ JESÚS EN PARÁBOLAS?
A. Para revelar la verdad. Las parábolas son "ventanas "que nos ayudan
mucho en nuestro entendimiento de las verdades celestiales.
Por ejemplo, en el capítulo (Mateo 13) Jesús dice varias veces,
"El reino de los cielos es semejante a" y luego sigue la comparación.
Parábola de la mala hierba. Mateo. 13:24-25.
24
Jesús les contó otra parábola: "El reino de los cielos es como
un hombre que sembró buena semilla en su campo.
Parábola del grano de mostaza. Mateo.13:31-32.
31
Les contó otra parábola: "El reino de los cielos es como un
grano de mostaza que un hombre sembró en su campo.
La Parábola de la Levadura. Mateo,13:33-35.
33
Les contó otra parábola más: "El reino de los cielos es como la levadura
que una mujer tomó y mezcló en una gran cantidad de harina, hasta que
fermentó toda la masa.34 Jesús le dijo a la multitud todas estas cosas en
parábolas. Sin emplear parábolas no les decía nada. 35 Así se cumplió lo
dicho por el profeta: "Hablaré por medio de parábolas; revelaré cosas que
han estado ocultas desde la creación del mundo."
Parábola del tesoro escondido. Mateo.13:44-46.
44
"El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo.
Parábola de la red. Mateo: 13:47-52.
47
"También se parece el reino de los cielos a una red echada al lago,
que recoge peces de toda clase.
B. Para conservar la verdad.
Las parábolas nos ayudan mucho para recordar la enseñanza.
¿Quién no se acuerda del "Hijo Pródigo"?
Es fácil recordar las parábolas. Cada una es una "obra maestra", sin igual en los escritos y
discursos de los más destacados autores, filósofos, estadistas, etc. del mundo entero. Los
nombres de Sócrates y Platón son muy reconocidos, pero ¿qué enseñaron?
III. "VIENDO NO VEN, Y OYENDO NO OYEN, NI ENTIENDEN".
A. Jesús explica por qué les habla por parábolas.
Uno de los propósitos principales era para esconder la verdad de los insinceros.
Juan. 1:11.
Jesús "a lo suyo (su universo, creado por El), y los suyos (los judíos) no le recibieron".
A pesar de haber recibido y escuchado estos privilegios confirmaron su desobediencia.
Muchos de los judíos no pusieron en practica los mandamientos y la verdad de Dios.
No tenían hambre y sed de justicia.
Tenían sus ojos, oídos y corazones cerrados.
Como Balaán. Números 22:15-18.
18
Pero Balán le respondió:
Aun si Balac me diera su palacio lleno de oro y de plata, yo no podría hacer nada grande
ni pequeño, sino ajustarme al mandamiento del Señor mi Dios.
Balac, rey de Moab, ofreció dinero a Balaán para que maldijera a Israel
vs. 12, Pero Dios le dijo a Balán: No irás con ellos, ni pronunciarás ninguna
maldición sobre los israelitas, porque son un pueblo bendito.
Pero Balaán dice a los siervos de Balac, 19 Ustedes pueden también alojarse aquí esta noche,
mientras yo averiguo si el Señor quiere decirme alguna otra cosa.
¿Que nos enseña la historia de Balaán?
Conocido por sus maldiciones y bendiciones su historia nos
enseña el peligro de mantener una apariencia exterior de
espiritualidad sobre una vida interior de corrupción Balaán
era un hombre dispuesto a obedecer las órdenes de nuestro
Creador mientras pudiera sacar algún provecho
2. Jesús habla de "Los misterios del reino de los cielos".
La palabra "misterio" se usa en el Nuevo Testamento en un sentido especial.
No significa algo misterioso, oscuro y difícil o imposible de entender, sino
simplemente cosas que no se podían saber sin revelación de Dios.
1 Cor. 2:9-13.
9
Sin embargo, como está escrito: "Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado,
ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman."
10
Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu
lo examina todo, hasta las profundidades de Dios.
11
En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu
que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios.
12
Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios,
para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido.
13
Esto es precisamente de lo que hablamos, no con las palabras que enseña la sabiduría
humana sino con las que enseña el Espíritu, de modo que expresamos verdades espirituales
en términos espirituales.
III. "VIENDO NO VEN, Y OYENDO NO OYEN, NI ENTIENDEN".
A. Jesús explica por qué les habla por parábolas.
Uno de los propósitos principales era para esconder la verdad de los insinceros.
Muchos de los judíos de aquel tiempo abusaron de su privilegio de aprender la verdad de Dios.
Juan. 1:11.
Jesús "a lo suyo vino (su universo, creado por El), y los suyos (los judíos) no le recibieron".
A pesar de haber recibido y escuchado estos privilegios confirmaron su desobediencia.
No tenían hambre y sed de justicia.
Tenían sus ojos, oídos y corazones cerrados.
Como Balaán. Números 22:15-18.
15
Balac envió entonces a otros gobernantes, más numerosos y distinguidos que los primeros,
16
quienes fueron y le dijeron a Balán: Esto es lo que dice Balac hijo de Zipor:
No permitas que nada te impida venir a verme, 17 porque yo te recompensaré con creces
y haré todo lo que tú me pidas. Te ruego que vengas y maldigas por mí a este pueblo.
18
Pero Balán le respondió:
Aun si Balac me diera su palacio lleno de oro y de plata, yo no podría hacer nada grande
ni pequeño, sino ajustarme al mandamiento del Señor mi Dios.
Balac, rey de Moab, ofreció dinero a Balaán para que maldijera a Israel.
vs. 12, Pero Dios le dijo a Balán: No irás con ellos, ni pronunciarás ninguna
maldición sobre los israelitas, porque son un pueblo bendito.
Pero Balaán dice a los siervos de Balac, 19 Ustedes pueden también alojarse aquí esta noche,
mientras yo averiguo si el Señor quiere decirme alguna otra cosa.
2. 2 Tes. 2:10-12, "no recibieron el amor de la verdad". Este
texto nos debe asustar. Pablo dice, "Por esto Dios les envía un
poder engañoso, para que crean la mentira"; es decir, si
nosotros no amamos la verdad sobre cualquier asunto, y si
queremos creer algo que no es la verdad, estamos en gran
peligro de creer una mentira y perder el alma.
D. Vieron los milagros, oyeron la enseñanza. Pero su
corazón era perverso. Debido a esto los milagros no
produjeron en ellos la fe (Jn. 20:30,31). No apreciaron la
enseñanza, porque Jesús enfatizó no lo material sino lo
espiritual. Jesús es la luz del mundo, pero éstos cerraron sus
ojos para no verla.
Conclusión:
A. Jesús habló en parábolas para que sus enseñanzas fueran más claras y efectivas. El quiere que todos
entiendan y se conviertan. Pero es imposible entender y recibir el beneficio de Su enseñanza si cerramos
los ojos.
B. Ojos, oídos ya cerrados. Es importante recordar que estos judíos ya tenían sus ojos y oídos cerrados
antes de oír a Jesús. Llegaron a escucharle con sus ojos y oídos cerrados. Por eso les habló en parábolas.
Ya hemos visto la hostilidad de ellos (9:11,34; 11:20-24; 12:2,14,24). El reaccionó a ellos de acuerdo a su
reacción a El. V. 58, "Y no hizo allí (Nazaret) muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos".
Cuando Faraón endureció su corazón, Dios endureció su corazón.
C. Los que predicamos y enseñamos la palabra comprendemos perfectamente lo que Jesús dice en este
texto. Por más que prediquemos con convicción y fervor, los oyentes a veces se ven helados en su
indiferencia hacia el mensaje. Como dice el comentarista Barclay, "Nuestras palabras se van con el viento;
nuestro mensaje choca con la barrera impenetrable de la indiferencia de los hombres".
D. Discípulos bendecidos, v. 16,17. Se enriquecieron cada vez más por su buena actitud hacia la verdad,
pero los otros se empobrecieron cada vez por su rebeldía.
EL PROPÓSITO DE LAS PARÁBOLAS
¿Qué nos enseña de la importancia de mantener puros los deseos de nuestro corazón?
¿Qué podemos hacer para guardar puros los deseos de nuestro corazón?
1. La obediencia al Señor
Del relato de Balaán aprendemos la importancia que tiene el obedecer al Señor.
Ese mismo principio podemos aprenderlo de los ejemplos que nos han
dejado muchos otros personajes, hombres y mujeres, de las Escrituras.
Ejemplos:
El Salvador, que sabía la agonía que le esperaba en Getsemaní y en la cruz,
“puesto de rodillas oró, diciendo:
Lucas 22:41–42.
Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”
Cuando a María se le dijo que sería la madre del Hijo de Dios, ella respondió:
Lucas 1:38.
“He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra”
Conclusión.
Testifique que si Balaán se hubiera sometido con humildad a la voluntad de
Dios, se hubieran evitado muchos pecados y sufrimientos tanto para él como
para Israel. Aliente a los miembros de la clase a ser firmes y constantes en
lugar de ser obstinados, o sea, a buscar y seguir la voluntad del Señor sin
tratar de cambiarla.