Está en la página 1de 18

VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS

PRIMERA PARTE

12
UN HECHO SOCIAL TOTAL
SUS EFECTOS SOBRE LA SALUD MENTAL DE LOS CHILENOS

Introducción
En lo que lleva recorrido la pandemia a nivel

respecto de las graves consecuencias que está


teniendo para la salud mental en la población
mundial y, en particular, en Chile. Esto ha obliga-
do a la OMS a elaborar programas y protocolos de
acción destinados a la prevención de sus efectos
traumáticos y a la atención oportuna de quienes
padecen sus efectos sobre el psiquismo, llamando
a los Estados miembros a hacerse cargo, desde
sus políticas públicas, del padecimiento mental de
sus ciudadanas y ciudadanos (ONU, 2020).
Estos efectos son multidimensionales y afectan
de manera compleja a la totalidad sociopsicobio-
lógica de los sujetos, en su dimensión individual.
Además, simultáneamente, se despliega una poli-
facética gama de efectos psicosociales disrupti-
vos en el ámbito de la subjetividad social, de los
colectivos humanos, las comunidades, los grupos
Carlos Madariaga Araya familiares y los espacios de pertenencia social de
Médico Psiquiatra las personas. Este efecto transversal se explica
Ana María Oyarce Pisani por las características centrales del fenómeno
Antropóloga pandémico: se trata de un pathos que trasciende
al campo de la biomedicina, incluso al de la salud
Escuela de Salud Pública, pública. Es lo que la antropología médica y el enfo-
“Dr. Salvador Allende G.” que histórico-social del proceso salud – enfer-
Facultad de Medicina, medad – atención llaman “un hecho social total”
Universidad de Chile. (Martínez-Hernáes, 1998; Ménendez, 1994; Marx,

13
VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS

1972; Ramonet, 2020),i un fenómeno biomédico nes de producción, de circulación y consumo)


y psicosocial pero sobre todo un acontecimien-
to sociopolítico, económico, medioambiental y
cultural. Hablamos de un proceso inmerso en la relaciones se incubaron en casi medio siglo
totalidad de la sociedad humana, lugar desde de neoliberalismo las inequidades de clase, de
donde despliega como causas originarias la género, étnicas, de generación y territoriales
concurrencia simultánea de determinaciones -
individuales (las características geno y fenotí- cas del modelo civilizatorio en curso. La sobre
picas de cada uno), determinaciones particu- explotación de la fuerza de trabajo junto a la
lares (condiciones y calidad de vida, factores depredación de la naturaleza y sus ecosistemas
de riesgo, nivel de vulnerabilidad social, carac- (Borón, 2020; Chul-Han, 2020; Zizek, 2020)
terísticas de los sistemas de salud, modelos está en la base de una pandemia que se ha
explicativos de la dolencia, el daño, la muerte) disparado como un boomerang en contra del
y determinaciones generales (el ámbito de las sistema de dominación, develando su carencia
relaciones sociales, la formación económica y de sustentabilidad, su incompatibilidad con
los modos de vida, el problema de las desigual- la vida humana y la carga de sufrimiento que
dades y la injusticia social, el “metabolismo” de produce y reproduce.
la naturaleza). (Breihl, 2010)
Vista la pandemia como totalidad social, como Neoliberalismo y Salud Mental
acontecimiento socio-histórico al mismo tiem- La sociedad contemporánea está afectada por
po que como problema de salud pública, la una serie de problemas de salud mental que
comprensión plena de este fenómeno va más
allá de la sola aplicación de las herramientas generado por esta fase de la modernización
analíticas provenientes de las ciencias biomédi- capitalista. Desde el punto de vista epidemio-
cas, requiere, además, la aplicación del arsenal lógico, la depresión, las adicciones y el alcoho-
teórico-metodológico proveniente de las cien- lismo, los trastornos angustiosos, el suicidio y
cias sociales y las humanidades. El concepto
“hecho social total” pone en relación dialógica del ámbito psicosocial como la violencia en la
esta perspectiva de totalidad de las ciencias y vida cotidiana, el maltrato a los niños y niñas, la
aporta, por tanto, sólidos fundamentos episte- delincuencia, la deserción escolar, la violencia
mológicos para entender la profunda relación contra la mujer, etc., todos los cuales, en gran
existente entre economía y pandemia, entre medida, dan cuenta del componente anómico
que impregna la vida en la comunidad (OMS,
conductas humanas (incluidas las de los gober- 2018). Casi un millón de personas se suicida
nantes que administran la pandemia). En última año a año en el mundo entero, imposible expli-
instancia son las relaciones sociales (relacio- car esta conducta por la sola preexistencia de

i En el mismo sentido, Merril Singer, desde la Antropología Médica Crítica, acuñó el concepto de “Sindemia” para

formulación “hecho social total” va más allá de este concepto, ya que realza la raíz profundamente social de
cualquier pandemia en la historia de la humanidad. (Singer, 2009)

14
trastornos mentales, se trata de una subjetivi- riqueza social, de vigencia plena de una consti-
dad dañada por un intolerable malestar en la tución ilegal dictada en tiempos de la dictadura
cultura y por condiciones de agobio insoporta- de Pinochet, que jibarizó el rol del Estado y la
bles (OMS, 2014). Vivimos la llamada “sociedad
del endeudamiento” (Moulian, 1998; Lazzarato, la hegemonía del Mercado. (Gómez, 2010)
2013), que hace a los ciudadanos prisioneros
eternos del servicio extenuante de sus propias Los efectos de la crisis social de octubre
deudas y que trae aparejada una subjetividad
del agotamiento y la enfermedad, particular-
La Salud Pública en crisis: Desde los inicios
mente la enfermedad mental y el padecimiento
de la democracia tutelada post dictadura, en
psíquico. Con el neoliberalismo se ha logrado
Chile se viene denunciando la agudización de
producir a escala planetaria una ciudadanía
la crisis de la salud pública a partir de las polí-
encarcelada en el modelo exitista del empren-
ticas que determinaron la mercantilización de
la enfermedad y el debilitamiento del Servicio
“emprendedor de sí mismo” fracasado en su
Público. Este fenómeno fue agravado con la
fantasía del escalamiento económico: un sujeto
reforma sanitaria culminada el año 2005, bajo
deprimido, multisintomático, desesperanzado,
la presidencia de R. Lagos. Este proceso de
anulado como ciudadano. (Chul-Han, 2016)
neoliberalización a fondo del sistema sanitario
Chile, primer laboratorio del neoliberalismo en
el mundo, es heredero de todos estos proble- de la salud mental que hemos descrito. El Plan
mas de salud mental que ha desencadenado Nacional de Salud Mental (MINSAL, 2017) cons-
desde los años setenta hasta hoy. En la actua- truido en el segundo gobierno de M. Bachelet
lidad el país presenta elevadas tasas de tras- constituyó un esfuerzo progresista, pues se
tornos afectivos y angustiosos, prevalencia funda en la perspectiva de derechos y propo-
creciente de alcoholismo (especialmente en ne metodologías de acción de carácter comu-
jóvenes y mujeres) y de adicciones a drogas nitario validando la participación de diversos
ilícitas; elevadas, aunque estacionarias tasas de actores sociales. No obstante, permanece
suicidio (adultos jóvenes en edad productiva y parcialmente anclado a un paradigma biomé-
desocupados, ancianos solitarios y empobre- dico, limitado en sus posibilidades de desarro-
cidos), etc. (Vicente, 2002; 2016). Hemos sido llo por el contexto general de las políticas de
también una sociedad marcada por el sistema salud imperantes, tributarias del mercado y del
contravalórico impuesto por el mercado: el carácter subsidiario del Estado. Por esta razón
individualismo, la competitividad, el arribismo, no hay aún en Chile una Ley de Salud Mental
la despolitización de los colectivos sociales, (como existe en muchos países de la región) y el
el consumismo y el endeudamiento ilimitado,
todo lo cual ha llevado a la enajenación ciuda- muy por debajo de la recomendación interna-
dana, a la pérdida de la función transformativa cional (OMS, 2009; MINSAL, 2017). Sus efectos
de los actores sociales, a la desmovilización más dramáticos sobre el proceso salud – enfer-
popular y la pérdida del protagonismo histórico medad (padecimiento) mental – atención son:
(Madariaga, 2018). Todo esto en un contexto hegemonía del modelo biomédico por sobre
de injusticia extrema en la distribución de la la perspectiva sociopsicobiológica en la red

15
VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS

pública de salud mental, que se agudiza, por las alteraciones conductuales, perturbación de
ejemplo, con la falta de pertinencia y relevan- los procesos de construcción de identidad de
cia para pueblos indígenas y migrantes, entre los adolescentes, conductas adictivas, deser-
otros colectivos (Sepúlveda, Oyarce, 2020); ción escolar, abandono de la familia, violencia
productivismo asistencialista en el quehacer; intrafamiliar, depresiones, etc. (CINTRAS, 2013;
procesos de institucionalización del sujeto CINTRAS, EATIP, GTNM, SERSOC, 2009). De
enfermo en los nuevos espacios comunitarios modo que este proceso traumático, visto desde
de la red de salud mental; sobremedicación la dimensión psicosocial, participa directa-
psiquiátrica; irrupción de nuevos trastornos mente en la producción de formas alteradas o
mentales, muchos de las cuales responden a la complejas de subjetividad individual y social.
medicalización de procesos naturales como el Este trauma social se nutre a diario de los
embarazo, la vejez, los duelos, etc. (Pérez, 2012). efectos dañinos que tiene la persistencia de
Todo ello redunda en un débil impacto del Plan la impunidad para los crímenes de la dictadu-
Nacional sobre la carga de enfermedad mental ra, con el peso de la falta de oportunidad para
y los procesos de sanación y recuperación de la hacer verdad y justicia para los hechos (Brink-
salud mental de los ciudadanos. mann, 2000). Cada nuevo acontecimiento polí-
El Trauma Social y la herencia traumática de
la dictadura militar: La sociedad chilena es impune de estos crímenes aporta un efecto
sobreviviente de 17 años de terrorismo de Esta- retraumatizante para este sector vulnerable de
do; el trauma social derivado de este período la ciudadanía y los hace sobrellevar un estrés
histórico ejerce un efecto sumatorio sobre la crónico, sufrimiento expresado en una condi-
condición precaria de la salud mental de las ción neuro/inmuno/endocrinológica que está
y los ciudadanos. Múltiples investigaciones, en la base de las fallas de sus sistemas defensi-
tanto nacionales como extranjeras, han docu- vos frente al riesgo de enfermar y morir (Elgue-
mentado el devastador efecto que la tortura, la ta, 2020; Bramsen, 2007). Por esta razón estas
ejecución y desaparición de personas, el exilio personas constituyen un grupo poblacional de
alta vulnerabilidad frente al proceso pandémi-
muy en particular, la salud mental de los afec- co en curso.
tados, daño que se ha proyectado con un efec- Violaciones a los DDHH en la crisis social: La
to radiactivo sobre la familia, la comunidad y la explosión social producida a partir de octubre
sociedad entera (CINTRAS, 2013; Madariaga, pasado, instalando la consigna “Chile desper-
2002; Castillo, 2013). El daño en primera gene-
ración ha implicado procesos como la disminu- sino también en tanto proceso de conciencia
ción de la esperanza de vida, aceleración del colectiva), inauguró una nueva etapa de la
envejecimiento, aumento de la prevalencia de violencia política. Se trata de un período de
cáncer, etc. (Jorquera, Madariaga, 2020). En cuatro meses marcado por la represión abier-
segunda generación (los familiares nacidos a ta, masiva y sistemática en contra de la ciuda-
- danía, especialmente las y los jóvenes de la
sión transgeneracional de la carga traumática, primera línea, con efectos desastrosos, que
que se expresa con manifestaciones psicoló- -
gicas y psiquiátricas muy heterogéneas, como mos nacionales e internacionales de derechos

16
humanos y por la comunidad mundial (INDH, nales para instalar las reivindicaciones sociales
2019; AMNESTY INT., 2019; AMERICAS WATCH, clave del momento, que es capaz de conectar
la aparentemente heterogénea cantidad de
tortura, allanamientos, represión violenta de las
movilizaciones sociales, militares en las calles, neoliberalismo (“No era depresión, era Capitalis-
etc., todo esto no es sino una puesta en escena mo”). Este homo políticus que reabrió las espe-
de lo ya vivido, lo que está en la memoria histó- ranzas en un nuevo pacto social es al mismo
rica y en el recuerdo ciudadano respecto de lo tiempo un nuevo sujeto, sumatorio y síntesis
que fue la dictadura militar. Efecto retraumati- de las multitudinarias experiencias acumula-
zante para los que fueron protagonistas de esa das desde la revolución pingüina en adelante
etapa de la historia y, para esta juventud hoy (universitarios, feministas, no más AFP, trabaja-
movilizada; son experiencias inéditas de daño dores, diversidad sexual y de género, etc.). Esta
y afectación de su salud física y mental que, al subjetividad nueva está en pleno desarrollo,
igual que las de sus antecesores, tendrán efec- inclusive en este período de excepcionalidad
tos a corto y largo plazo; una nueva generación pandémica. Su ojo crítico y su estado de alerta
de luchadores sociales que vivirá los costos de frente al manejo vacilante y economicista de la
crisis sanitaria anuncian el despliegue de capa-
cuerpos, muchos de ellos en forma irreparable. cidades para elaborar nuevas estrategias de
Respecto de la generación anterior, como muy acción y continuidad en la lucha por una nueva
bien lo están documentando los profesiona- sociedad. La crisis social se ha agravado abso-
les que trabajan en PRAIS a lo largo del país, lutamente con la pandemia y no únicamente
se registra una agudización en la severidad de debido a sus consecuencias biomédicas sino,
los daños, muchos de los cuales ya estaban en principalmente, a causa de la profundización
proceso de recuperación, el regreso de patolo- de la pobreza social, a la carencia de satisfacto-
gías psiquiátricas y padecimientos psicoemo- res mínimos para la supervivencia en los secto-
cionales como la depresión y el trastorno de res populares, al desigual acceso a la atención
estrés post traumático, el miedo, la angustia, la de salud y salud mental, a los elementos de
perplejidad, la desesperanza, la rabia y la indig- protección personal, a los ingresos familiares y
nación (Madariaga, 2019). Los efectos traumáti- la protección del empleo, etc., lo que claramen-
cos de la represión política sobre la crisis social te derriba uno de los mitos más perversos: “el
suman un nuevo componente de riesgo social, virus nos ataca a todos por igual”. Esta nueva
de afectación y sufrimiento generalizado en la subjetividad encontró su camino en la partici-
ciudadanía, que la tornan más vulnerable aún pación social concertada, en la producción de
para el enfrentamiento de la pandemia. miles de iniciativas de solidaridad y colabora-
Una subjetividad emergente: Por otra parte, ción para enfrentar todos estos desafíos; hay en
esta misma crisis social da cuenta de un proce- esta condición de actor social una estrategia de
so de germinación de una nueva subjetividad, fortalecimiento de la salud mental por la vía de
un colectivo social que se asume sujeto políti- su protagonismo como sujeto del cambio social.
co, agente de transformación social, con voca- Esta es una base muy valiosa para el desplie-
ción de poder y capacidad de convocatoria, gue de estrategias de recuperación de la afec-
con nuevas interesantes formas comunicacio- tividad y la emocionalidad de la ciudadanía,

17
VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS

que se funda en valores como la solidaridad, el tando el riesgo de depresión y cronicidad de


afecto, la organización colectivaii, el respeto y esas pérdidas por el aislamiento (Castillo, 1997).
la tolerancia hacia lo diverso; hablamos de una Dada la realidad ya descrita respecto de la
praxis social de cambio al mismo tiempo que de salud mental en nuestro país, es innegable el
protección de la salud y la salud mental. efecto traumatizante que aporta la pandemia
con su violencia biológica y también simbólica;
Los efectos de la pandemia en la salud vivimos en una sociedad que sigue procesando
mental
por causa de la impunidad para los crímenes
La pandemia como trauma: La pandemia no es
genocidas de ayer y de hoy. El componente
un factor más que contribuye a la crisis social,
tanático que convive con nuestra psicología
como han señalado los gobernantes, querien-
social se nutre y aviva con las amenazas que
do con ese argumento debilitar la concurrencia
implica la pandemia, potenciado además con
de las causas económicas como fundamento
las desigualdades e injusticias sociales con
central de la crisis. La pandemia es, en sí misma,
las que la clase trabajadora, las mujeres, los/
un componente estructural de esta crisis
as ancianos/as, los pueblos indígenas, los inmi-
social pues nace de los desequilibrios que el
grantes, las comunas pobres y rurales enfren-
modelo neoliberal ha producido en la relación
sociedad – naturaleza, economía – biología
modo como el gobierno dirime las desigualda-
(Badiou, 2020; Boaventura, 2020; Ramonet,
des e inequidades para enfrentar la pandemia;
ergo, y en coherencia con el modelo, morirán
de esta contradicción, es el producto de una
los que deban morir, es decir, los más dañados
mala metabolización del mundo natural (Breilh,
y los que menos daño hagan a la supervivencia
-
del modelo económico. Así sucedió en algunos
nacional y en desmedro de la humanidad toda.
países de Europa y hoy en USA y Brasil.
La pandemia es, por tanto, un trauma social, un
productor y reproductor de múltiples efectos Efectos clínicos: A partir de la experiencia de la
para la salud mental de la ciudadanía mundial pandemia en China se conocen algunas eviden-
y local. Como trauma opera enfrentando a las cias de la relación pandemia – salud mental:
personas con el riesgo de morir, con la posibili- a. los hospitales y servicios psiquiátricos son
dad de la pérdida de seres queridos, con múlti- más vulnerables al contagio; b. los pacientes
ples procesos de duelo derivados de todo tipo psiquiátricos portadores de trastornos menta-
de pérdidas materiales y espirituales asociadas les severos son más vulnerables al contagio;
a su efecto devastador, con la precarización de c. personas que utilizan psicofármacos, espe-
la vida cotidiana y la supervivencia. Además cialmente antipsicóticos, son más vulnerables
agudiza otros duelos y traumas que no han también; d. el estigma de la enfermedad mental
podido ser ritualizados ni compartidos, aumen- hace de este grupo de pacientes un sector

ii Un ejemplo de estos, fue la reacción colectiva de algunas comunidades mapuches de la Araucanía que ante
el brote epidémico en esa ciudad decidieron de manera autónoma cerrar las comunidades a la entrada de
cualquier persona foránea.

18
acceso oportuno al manejo del riesgo de conta- cual se batalla apenas con los escasos recursos
gio (Brown, 2020; Rogers, 2020; Xiang, 2020). familiares y de la solidaridad comunitaria; este
Desde la perspectiva de la afectación individual estado emocional se nutre también de la desin-
de la salud mental con el proceso pandémico, formación, la confusión y los errores con que las
se observa la prevalencia de patologías como el autoridades han actuado frente a la pandemia,
trastorno de estrés agudo, trastorno de estrés
post traumático, depresión mayor, trastornos testeo con PCR y decretar cuarentena total en
de angustia (especialmente ansiedad genera- las zonas con indicadores de riesgo, etc.; todo
lizada y trastorno de pánico). Algunas de estas -
- mación de la autoridad, y en la generación de un
se ante la ausencia de tratamiento oportuno, estado de ausencia de liderazgo en la conduc-
otras son de baja complejidad y susceptibles ción de las estrategias sanitarias e intersecto-
de un adecuado manejo en el nivel primario de
atención. Una fracción de estas personas vive los sectores más desprotegidos por el sistema
procesos de reactivación de patologías pre económico en ausencia de un soporte razona-
existentes, especialmente depresión, y requiere ble desde el Estado para sobrellevar el encierro,
de un manejo más interdisciplinario. El estrés muchas veces en condiciones de hacinamiento
postraumático, patología compleja, requiere forzado, agrega fenómenos como la violencia
especial preocupación dada la intensidad de contra la mujer, el consumo excesivo de alco-
su sintomatología y el peligro de persistencia hol, el maltrato a los niños, el debilitamiento de
sintomática a lo largo de los años. En el campo los lazos sociales con los espacios de pertenen-
de la salud mental, la clínica se ve muy afecta- cia y con la familia extensa, etc. Muy lejos de
da por la restricción del encuentro cara a cara un ideal de cuarentena familiar que se proyecta
y la exigencia inevitable de atenciones por vías sobre la ciudadanía desde el ámbito televisivo
alternativas, ya que priva los procesos tera- cuando se promueve la imagen de familias de
péuticos de uno de sus recursos más valiosos: estrato social medio-alto que hacen del encie-
el trabajo colectivo, la psicoterapia individual, rro un lugar placentero, casi deseado, que se
familiar y de grupos, las actividades de taller, centra en el disfrute compartido de un tiempo
los hospitales de día, etc. libre casi sin tensiones internas; una mise-en-
Efectos psicosociales: Un primer desafío es la scène de una condición idílica, aplicable solo
activación de procesos de duelo individuales y a un segmento menor de la población chilena.
familiares derivados de todo tipo de pérdidas: El fracaso de la aplicación de un modelo tele-
muerte y enfermedad propia y/o de los suyos, mático o informático para la continuidad de los
abrupta pérdida de la capacidad de manuten- estudios en casa de los estudiantes básicos y
ción y acceso a la alimentación, al servicio de la
deuda y la atención a necesidades primarias, el de las inequidades sociales sobre los padres y
deterioro de la calidad de vida, etc. Otro efecto los estudiantes del sector público, quienes no
devastador es la difusión colectiva del miedo y cuentan con los recursos para ello, situación
la angustia ante una amenaza real frente a la que ha afectado alrededor del 50% de esos
hogares.

19
VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS

La salud mental de los trabajadores y la Serias limitaciones de acceso a todos los recur-
pandemia sos de autoprotección personal y familiar que
son recomendados en el mundo entero para
En un escenario neoliberal que ha expuesto evitar el contagio, tanto en el ámbito laboral
a la fuerza de trabajo a duras condiciones de como en la vida cotidiana.
explotación económica y dominación social,
la clase trabajadora -incluyendo asalariados, -
subempleados, trabajadores por cuenta propia ciones económicas especiales por parte del
y a honorarios, cesantes, etc.- está sometida Estado y los empleadores, garantías de respeto
en su salud mental a los efectos tanto clínicos a las relaciones contractuales vigentes, pospo-
como psicosociales antes mencionados, con el ner pagos de servicios básicos (luz, agua, etc.) y
agregado de factores de riesgo que provienen
de las condiciones de vida a las que acceden período determinado, etc. Por el contrario, las
según el puesto que ocupan en las relaciones
sociales y que agregan más vulnerabilidad
a enfermar y al deterioro de la salud mental fondos de los propios trabajadores.
propia y de sus familias. La precariedad de sus El impedimento para la participación de las
- organizaciones sindicales en el diseño y desa-
ral, tan característicos de la relación Capital – rrollo de estrategias de acción en salud por
Trabajo en contexto neoliberal, se desestabiliza parte de las autoridades de gobierno opera
aún más con el efecto que a nivel individual y como un mecanismo adicional de discrimina-
como clase social les produce la aplicación de ción para la clase obrera; mismo hecho ocurre
una estrategia de intervención en salud sobre con la negación sistemática de espacios en la
la pandemia que no es precisamente salubrista televisión para los dirigentes de las principales
sino economicista (CUT, 2020; Orgs. Sociales, organizaciones de trabajadores. Se trata de un
2020; Coord. Sindical, 2020). Esto hace que ninguneo estratégico de estos actores sociales
todas las medidas de mitigación del impacto
de la pandemia sobre esta clase social sean sostener al sistema. Obviamente estas conduc-
tas autoritarias impactan en la subjetividad
el proteccionismo que el gobierno hace de los individual y colectiva de los trabajadores.
indicadores macroeconómicos que derivan de
los procesos productivos y la reproducción del Grupos vulnerables de la sociedad frente
a la pandemia
la salud mental como factores de daño psicoe-
mocional hechos como los siguientes: Trabajadores de la salud: Elevado nivel de
tensión laboral y carga de trabajo, en condicio-
Limitaciones al acceso oportuno a la atención nes de carencias importantes de medios para
médica ante la sospecha de contagio e ingreso el autocuidado personal; alto índice de ausen-
rápido al tratamiento de sus complicaciones. tismo derivado del contagio y la sospecha, con
Burocratización, cuando no directamente escasa capacidad del sistema para cubrir dicho
obstruccionismo, para el uso de licencias médi- ausentismo; instrucciones ministeriales orien-
cas, con garantía y oportunidad de pago. tadas a una gestión estricta y ahorrativa del

20
recurso humano: restricciones para reemplazos, radical cambio de vida; depositarias de las
suplencias, nombramiento de nuevos cargos, responsabilidades escolares, haciendo esfuer-
etc. (MINSAL, 2020; COLMED, SONEPSYN, zos por adaptar a sus realidades carencia-
2020); trabajo de sostenimiento diario de los das los protocolos educativos en curso, poco
sentimientos de dolor, rabia, desesperanza e realistas e inequitativos. La mujer dueña de
indignación de la población consultante en los casa, con trabajo no remunerado, sufre también
dispositivos de urgencia; tener que desplegar las mezquindades de los bonos económicos
tareas de primer apoyo psicoemocional frente ofrecidos por el gobierno, que no logran ser
a los duelos producidos por las muertes y esta- -
dos críticos de los pacientes en hospitales y facción de las necesidades básicas del hogar.
consultorios; sentimientos de angustia, temor En condiciones de cuarentena ya es eviden-
y culpa frente al peligro de llevar el contagio
a sus hogares; la decisión dolorosa de tener otros países de la región, que la mujer enfrenta
que tomar distancia de sus seres queridos por un aumento de las agresiones por parte de sus
tiempo prolongado, especialmente las mujeres, parejas, que llegan hasta la violencia sexual,
que constituyen alrededor del 70% de la fuer- las consecuencias conductuales del consumo
za de trabajo en este sector, etc. (CUT, 2020; -
COORD. SINDICAL, 2020). Todos estos facto- cultades en el manejo de conductas adictivas
de los hijos adolescentes, etc. Caso aparte las
de Burnout (ser quemado por el trabajo), que mujeres que laboran como asesoras de hogar,
impacta directamente la salud mental de las comerciantes callejeras y en otras activida-
y los trabajadores, aunque hasta el momento des informales, que han ido por vía directa a
han sido capaces de mantener una actitud de la cesantía por lo que están expuestas a los
compromiso con su función, en condiciones riesgos propios de intentar seguir laborando
que los enaltecen por el elevado nivel de resi- contraviniendo las cuarentenas; pagan además
liencia y compromiso mostrados con el servicio el costo de su estigmatización a nivel mediáti-
público (MINSAL, 2020; Alvarado, 2020; Vinue- co como personas irresponsables, contrabando
za, 2020). Esta capacidad adaptativa de hoy ideológico que intenta descargar buena parte
seguramente será foco de nuevos problemas del fracaso gubernamental en el manejo de
de salud física y mental en el futuro, por lo que la pandemia en sectores más precarizados de
será urgente preparar medidas de prevención la sociedad, los que salen como cuestión de
de estos potenciales daños para los trabajado- sobrevivencia a buscar el sustento diario en la
res de la salud, que han estado en la primera calle. No obstante toda la sobrecarga anterior,
línea de acción frente a la pandemia. son también las principales promotoras de ollas
Mujeres: Están siendo el frontón de conten- comunes y otras formas de la solidaridad en las
ción del grave deterioro de las condiciones de redes comunitarias.
subsistencia de la casa, especialmente por el Personas de Tercera Edad: Alrededor del 70%
menoscabo de los recursos económicos; sobre-
cargadas además con las tareas de contención son personas mayores de 70 años, la inmensa
emocional de los hijos, muchos de los cuales mayoría de los cuales pertenece a sectores
sociales pobres. Doble inequidad: de clase y

21
VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS

de generación. Sigue siendo escandaloso el esquemas psicofarmacológicos que agregan


retraso que ha tenido la autoridad sanitaria nuevas morbilidades provenientes de efectos
para hacer una búsqueda activa de conta- indeseables de sus medicamentos, afectados
gio en las miles de instituciones autorizadas y por el estigma social y la discriminación que
clandestinas que cobijan ancianos; lo mismo impiden su integración social plena y los deja
sucede con las condiciones en que sobrevi- prisioneros casi eternos de procesos terapéuti-
ven personas mayores en hogares pobres, en cos provenientes de las disciplinas del mundo
cités, abandonados y enfermos, con patologías “psi”, etc. La pandemia es para ellos un comple-
crónicas; algunas alcaldías hacen esfuerzos en jo desafío de adaptación toda vez que tanto la
esta dirección pero con recursos que son insu- propia sintomatología como los efectos de los
psicofármacos sobre los procesos cognitivos
la crisis sanitaria por la pandemia y las camas les limitan para visualizar los riesgos epidémicos
críticas ya no den abasto, serán los ancianos el y para llevar a cabo correctamente las medidas
de autocuidado; esto se agrava por el hecho
asociado a la llamada “última cama”; como ya que están suspendidas las atenciones clínicas
ha sucedido en los países del primer mundo, presenciales y todas las actividades terapéu-
siguiendo el camino de una bioética dudosa, ticas grupales y de taller que podrían contri-
esta última cama no será para ellos; detrás de buir a empoderarlos frente a la pandemia. Las
esta (i)rracionalidad está una vez más un cierto personas con padecimientos mentales quedan
economicismo, aquel que protege la estabili- parcialmente invisibilizados en esta urgencia
sanitaria, desplazados hacia un escenario en el
producción de plusvalía (Habermas, 2020). La que se subvalora el impacto del contagio y la
salud mental y la salud en general de la tercera enfermedad viral en cuanto experiencia perso-
edad tienen un solo camino futuro: la reorien- nal del sujeto sufriente. Un ejemplo dramático:
tación de las políticas públicas actuales hacia los discriminatorios requisitos de exclusión para
un enfoque integral, de tipo intersectorial, que el ingreso a residencias sanitarias de personas
proteja la dignidad y los derechos humanos de -
las personas mayores de nuestro país, con base cia de problemas de salud mental y psiquiátri-
en un modelo de salud solidario y fundado en cos (MINSAL, 2020). Se sigue la lógica histórica
los derechos sociales. utilizada por la sociedad moderna contra la
Personas con trastornos mentales y discapa- locura y la enfermedad mental: se trata de una
cidad: Las personas que padecen trastornos subcategoría errática de lo humano. El mode-
psiquiátricos mayores y discapacitantes cons- lo comunitario en salud mental aplicado hoy
tituyen otro sector marginalizado del sistema. por la red nacional sostiene una batalla contra
Con estudios incompletos, con familias disfun- estos efectos discriminatorios de la enferme-
cionales o precarizadas, cesantes crónicos, dad mental en contexto pandémico, con las
sin el respaldo de políticas de Estado que les -
garanticen oportunidades de trabajo, con tituir una perspectiva que está a contrapelo
pensiones de discapacidad que los ponen en de las políticas neoliberales en salud (Chacón,
línea de extrema pobreza, con carencias afec- 2020; Zavala, 2020).
tivas múltiples, muchas veces sometidos a

22
Personas privados de libertad: La cárcel chilena cia cultural a los servicios de salud, severas
encierra, junto con las personas, una realidad trabas burocráticas que les impide legalizar su
documentación y, por tanto, acceder de mejor
todas las agravantes psicosociales, culturales forma a puestos de trabajo, etc. (Servicio Jesui-
y de salubridad que hacen de ella un esce- ta a Migrantes, 2020). Muchos inmigrantes
nario crítico para la pandemia. El gobierno ha intentan colectivamente sumar esfuerzos para
sido rígido en limitar la aplicación de medidas subsistir, especialmente ocupando lugares
de excarcelamiento destinadas a proteger a la como cités y campamentos, en condiciones de
población penal de la enfermedad y la muerte mucha precariedad de higiene, hacinamiento,
- carencia de luz y agua, todo lo cual ha favoreci-
mendaciones internacionales (AMNESTY INT, do el contagio y la enfermedad viral. Un sector
2020; ACNUR, 2020; ONU, 2020; AEN, 2020). de ellos intenta desesperadamente retornar
Esto ha afectado no solo a los presos sino a su país de origen en busca de protección
también a sus familiares, lo que da cuenta de social. Cada vez que se ha realizado testeos
los incidentes violentos registrados en algunos del virus en estas comunidades la cifra de
penales y fuera de ellos. Miles de imputados contagiados ha sido muy elevada, en algunos
y de prisioneros políticos (jóvenes de primera casos comprometiendo a casi la totalidad de
línea del “estallido social”, sin antecedentes sus residentes, incluyendo niños. Los efec-
tos traumáticos para la salud mental de estos
de excarcelación con fundamento sanitario sectores sociales no ha sido aún evaluada pero
(Agrup. Guacoldas, 2020). La parcialidad de es esperable que nos encontremos con mucha
las medidas adoptadas se suma a los intentos patología: depresiones, trastornos de angustia,
por aprovechar esta coyuntura para poner en estrés agudo y post traumático, consumo ries-
libertad a genocidas de Pinochet; todo ello goso de alcohol y drogas, violencia intrafamiliar.
activa además efectos retraumatizantes sobre El fondo estructural de esta problemática de
los familiares de las víctimas de violaciones a salud mental de los migrantes orienta las solu-
los derechos humanos y una reacción gene- ciones en primer lugar a una reformulación de
ralizada de rechazo a esta intención por parte las políticas de migración vigentes, fundada en
de múltiples instituciones de derechos huma- los derechos humanos y en la solidaridad inter-
nos, justamente debido a que contraviene los nacional. Desde el punto de vista de la salud
compromisos internacionales del Estado de mental debe profundizarse un enfoque de
Chile con el tema de la justicia y los procesos interculturalidad que permita dialogar con las
de reparación social. (Cátedra dd.hh. U. de distintas concepciones del proceso salud-en-
Chile., 2020) fermedad-atención en cada cultura, conside-
Migrantes: La pandemia ha develado la preca- rando sus maneras de entender las dolencias,
riedad con la que la mayoría de los inmigrantes el contagio y sus propias prácticas de sanación
enfrenta su vida en el país: trabajos mal remu- y cuidado; al mismo tiempo, debe garantizar el
nerados e informales, viviendas sobrepobladas, acceso oportuno y de calidad a la red de salud
pobreza extrema y sufrimiento infantil asociado pública.
a ella, violencia en la vida cotidiana, estigma y Pueblos indígenas: Los pueblos indígenas
discriminación, acceso limitado y sin pertinen- han estado invisibilizados en esta pande-

23
VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS

mia, a pesar de que la pertenencia étnica se ejemplo, wingka kutran entre los mapuches
(Cuyul, 2020; Loncon, 2020). Desde la visión
(MINSAL, 2016; Cuyul, 2020; Caniguan, De La holística del bienestar indígena estas dolen-
Maza, 2020). Información analizada puntual- cias se vinculan directamente con “el mundo
mente muestra que en la comuna de Arica se de afuera” que ha traído pérdida de territorio,
encuentran tasas más altas de incidencia de devastación de los ecosistemas, deforestación
contagio en indígenas comparadas con no indí- y falta de agua vinculada a la industria extrac-
genas (180,3 x 100.000 versus 120,4 x 100.000) tiva agroforestal y minera (CEPAL, 2020). Por
(documento inédito de Malva Pedrero, 2020). lo anterior, el resguardo del territorio, el aisla-
La misma investigadora compara las comunas
de la Región Metropolitana con menos de 5% asentamiento disperso que todavía persisten
y más de 15% de población indígena, donde en en algunos pueblos son factores de protec-
las últimas se dobla la tasa de contagios). La ción reconocidos por ellos. En este sentido
Araucanía fue una de las primeras regiones en hay que distinguir claramente la situación de
sufrir la epidemia, si bien se centró en la ciudad las personas indígenas que viven en contextos
de Temuco, se desconoce el número de perso- urbanos de aquellos que lo hacen en comuni-
nas mapuche contagiadas o fallecidas por esta dades rurales; han sido personas mapuches y
causa. Actualmente se han reportado brotes no mapuches que han vuelto desde la Región
en las comunas de Lonquimay y existen casos Metropolitana debido a la pérdida de sus fuen-
en todas las comunas de la región. La situa- tes laborales, las que al regresar a las ciudades
ción de vulnerabilidad y empobrecimiento de sureñas y a las comunidades han provocado los
los pueblos indígenas en general y en Chile en brotes epidémicos. Habría que pensar también
particular (CEPAL, 2020) se expresa en tasas que los agentes del Estado son potencialmente
más altas de mortalidad por todas las causas fuentes de contagio; en este sentido, han sido
y en todos los grupos etarios respecto de los las autoridades tradicionales las que han cerra-
no indígenas (Oyarce, Pedrero, 2009, 2010a, do el ingreso a sus comunidades y han imple-
2010b, 2010c; CEPAL, 2010); esta realidad mentado cortes de camino para crear barre-
epidemiológica y social plantea un escenario ras sanitarias auto gestionadas (Cuyul, 2020;
de máxima desigualdad que revitaliza la rela- Canuguan, De La Maza, 2020)
ción colonial impuesta por el Estado chileno. Si las políticas estatales han sido confusas
(Cuyul, 2020) para la población en general, para los pueblos
Un segundo aspecto a considerar es que indígenas han sido irrelevantes lemas como
desde el primer contacto con el mundo euro- “quédate en casa” y “lávate las manos”, pues
peo los pueblos indígenas han sufrido la intro- en un contexto de economía de subsistencia y
ducción de epidemias que han diezmado su privatización del agua carecen de todo sentido.
poblacióniii Existen términos para denominar Diversas voces se han levantado para promover
estas enfermedades que vienen de afuera; por políticas de salud territoriales autónomas para

iii
disminuyendo a un tercio, precisamente por la introducción de enfermedades que trajeron los conquistadores
proceso conocido como “invasión mórbida”. (Montenegro, Stephens, 2006)

24
afrontar una anunciada “crisis civilizatoria que y desafíos, como parte constitutiva de la crisis
el mal vivir y la transgresión han desencade- social y no como un fenómeno separado meta-
nado” (Cuyul, 2020) y para prevenir la tragedia físicamente de esta. No hay una “pandemia
que se avecina sobre todo por las condiciones viral” y otra “pandemia social” como ha seña-
de las personas mayores, fuente de la sabiduría lado el presidente Piñera recientemente en
y memoria oral. forma repetitiva; este enunciado contiene una
Dado que desde las epistemologías indígenas intención de medicalización de la crisis social,
la salud mental es inseparable del bienestar que invisibiliza el peso de la cuestión econó-
colectivo e individual, la pandemia de COVID- mica como su fundamento último. La salud
19 es percibida como un hecho social total cuyo mental de la ciudadanía, especialmente de los
centro son los derechos territoriales. El tema de sectores sociales precarizados por el neolibe-
los efectos devastadores en la salud y bienes- ralismo, está condicionada por el cumplimiento
tar de los pueblos indígenas necesariamente de una agenda social inmediata que permita
plantea un cambio estructural de las relaciones la satisfacción de necesidades básicas de los
de subordinación con el Estado chileno. Un trabajadores y la comunidad para enfrentar la
- pandemia ahora. (CUT, 2020; Orgs. Sociales,
cas de salud públicas relevantes y basadas en 2020).
un modelo dialógico de saberes sobre la vida, el Las estrategias de acción en salud mental para
ser humano y la relación de este con la socie- este período pandémico deben apoyarse en el
dad y la naturaleza, respetando la autodeter- fortalecimiento del movimiento social y político,
minación como se propone desde los propios desde donde es posible seguir desarrollando
pueblos. una subjetividad social activa, crítica y propo-
sitiva, emancipatoria, produciendo nuevos
Perspectivas y líneas de acción para la actores sociales, centrados en la acción trans-
protección de la salud mental formativa de la sociedad y, al mismo tiempo,
promoviendo cambios profundos en las formas
Las soluciones para la salud mental de los
como se hace práctica de salud mental en los
chilenos y chilenas son estructurales: un pacto
tres niveles de atención. La salud mental de los
social para un nuevo sistema de salud, fundado
chilenos y chilenas requiere de un especial e
en los derechos económicos, sociales, cultu-
intensivo desarrollo de estrategias y metodolo-
rales y medioambientales; el proceso consti-
gías de acción a nivel de APS, pero de una APS
tuyente debiera ser el camino que dirima el
que se posicione en el vértice de la pirámide de
los niveles de atención; se trata de la inversión
la vía de la generación de una nueva Constitu-
de la pirámide, la superación estructural del
ción Política del Estado, en la cual se establez-
modelo biomédico y hospitalocéntrico, recu-
can políticas y estrategias de salud basados en
perando las directrices fundamentales de la
principios como la solidaridad, la justicia social
Declaración de Alma Ata. Es la APS, centrada
y las equidades en el abordaje del proceso
en la participación ciudadana, el componente
salud – enfermedad (mental) – atención.
de la estructura sanitaria más directamen-
En esta etapa crítica de la pandemia es necesa- te vinculado con la comunidad, la llamada a
rio considerar a esta última, sus consecuencias desplegar metodologías de apoyo psicoemo-

25
VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS

cional y acompañamiento psicosocial, co-cons-


truidos con las organizaciones locales, las redes proceso salud – enfermedad mental – atención:
sociales y los propios sujetos que requieren educación, vivienda, previsión social, trabajo,
atención. La reciente determinación ministerial economía, etc.
de traspasar (aunque bien tardíamente) buena Finalmente, postulamos la impostergable
parte del trabajo de pesquisa, tratamiento, deri- responsabilidad del Gobierno en la provisión
de los recursos necesarios para los tres pilares
decorativa si no trae asociada en forma peren- estratégicos de la lucha contra la pandemia:
- testeo masivo y trazabilidad, cuarentenas tota-
nos y de infraestructura que se requieren, a la les, medidas de autocuidado e higiene perso-
luz de los alarmantes datos epidemiológicos de nal. Todo ello en un contexto de trasparencia
contagio, enfermedad y muerte. informativa del MINSAL e incorporación demo-
La Salud Mental en el Servicio Público es la -
herramienta privilegiada para el incentivo a nizaciones de profesionales y trabajadores, del
la participación social plena, con prácticas movimiento social a las distintas comisiones y
democráticas de gestión, involucramiento de mesas que asesoran a las autoridades políticas.
la comunidad en el diseño, desarrollo, evalua-

acción. La propia pandemia debe ser objeto


A lo largo de este artículo se han presentado
de análisis y de estrategias de intervención en
varios temas que entregan elementos para
salud mental producidas en este ejercicio parti-
sustentar que la pandemia es una totalidad
cipativo, avanzando con estas prácticas desde
social, un proceso socio-histórico y sanitario
el nivel de APS a los estadios más complejos de
colectivo e individual, que requiere de un abor-
atención para los problemas de salud mental
daje integral, holístico y sistémico. Las diferen-
y de salud en general. La red pública de salud
mental debe ser capaz de proveer líneas espe-
social requieren de un cambio estructural, que
va desde una cultura de la vida y las vidas, la
grupos vulnerables/vulnerados, partiendo por
vivienda, la educación y la recreación colectiva
los trabajadores de la salud y sus grupos fami-
hasta un nuevo marco constitucional donde la
liares, y otros trabajadores de primera línea, sin
salud sea universal, solidaria y gratuita en un
contexto de diversidad étnica y cultural.
la demanda que está generando la pandemia.
En este sentido, se requiere una concepción
interdisciplinaria del equipo de salud mental y
con un enfoque sociopsicobiológico. -
punidad de los condenados por crímenes de lesa hu-
Por otra parte, es necesaria una perspectiva de manidad. Obtenido en abril de 2020, de https://www.
intersectorialidad para la atención a la multi- ohchr.org/SP/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?-
NewsID=25840&LangID=S. Ginebra, Suiza.
determinación del fenómeno pandémico, esto
- AEN. (2020). Medidas urgentes en los Centros Peniten-
ciarios durante esta pandemia de coronavirus…y para el
ciado de otros sectores del aparato del Esta- próximo período. Obtenido en mayo de 2020, de http://

26
www.osatzen.com/blog-osatzen/2020/medidas-urgen- pública (salud colectiva) (Epidemiología crítica latinoa-
tes-en-los-centros-penitenciarios-durante-esta-pande- mericana: raíces, desarrollos recientes y ruptura metodo-
mia-de-coronavirus-y-para-el-proximo-periodo.html. lógica). UASB-DIGITAL Repositorio Institucional del Orga-
nismo Académico de la comunidad andina CAN.
Agrupación de Familiares y Amigos de Prisioneros Políti-
cos Guacoldas. (2020). Obtenido en agosto de 2020, de Brinkmann, B. (2000). Itinerario de la impunidad. Chile
http://www.nuestratrinchera.cl/index.php/2020/08/10/
descarga-semanario-por-la-libertad-agrupacion-de-fa- Colecciónj CINTRAS.
miliares-y-amigos-de-prisioneros-politicos-guacoldas/
Alvarado, R. (2020). Evidencia sobre efectos en la salud psychosis: A rapid review. Schizophrenia Research.
mental de los trabajadores de la salud en la pandemia Co-
Canuguan, N.; De la Maza, F. (2020). Pueblos Indígenas,
los invisibilizados de la pandemia. Obtenido en junio de
Americas Watch (2019). Chile: Llamado urgente a una re- 2020, de https://ciperchile.cl/2020/06/23/pueblos-indi-
forma policial tras las protestas. Obtenido en marzo de genas-los-invisibilizados-de-la-pandemia/.
2020, de https://www.hrw.org/es/news/2019/11/26/chi-
Castillo, M. I. (2013). El (im)posible proceso de duelo. San-
le-llamado-urgente-una-reforma-policial-tras-las-protes-
tiago de Chile: Eds. U. Alberto Hurtado.
tas.
Castillo, R. (1997). Cultura y enfermedad mental: un enfo-
Amnesty International. (2019). Chile: política deliberada
para dañar a manifestantes apunta a responsabilidad de
Cole. 339 página.
mando. Obtenido en mayo de 2020, de https://amnistia.
cl/noticia/chile-politica-deliberada-para-danar-a-mani- Cátedra de DD. HH., U. de Chile. (2020). Declaración ante
festantes-apunta-a-responsabilidad-de-mando/. los esfuerzos del Gobierno por instalar una impunidad de
facto para criminales de lesa humanidad. Santiago, Chile.
Amnesty International. (2020). Carta de Amnistía. Inter-
nacional al Estado de Chile. Pandemia y situación de las CEPAL. (2010). Desigualdades territoriales y exclusión so-
personas privadas de libertad. Santiago, Chile. cial del Pueblo Mapuche de la comuna de Ercilla. Santia-
go: CEPAL - Alianza Territorial Mapuche.
Badiou, A. (2020). Sobre la situación epidémica. Obtenido
de https://laultimalinea.cl/alain-badiou-sobre-la-situa- CEPAL. (2020). Los pueblos indígenas de América Latina –
cion-epidemica/. Abya Yala y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Obtenido de mayo 2020, de https://repositorio.cepal.org/
Boaventura, D. S. (2020). La cruel pedagogía del virus.
bitstream/handle/11362/45664/51/S2000125_es.pdf.
Buenos Aires: CLACSO.
Chacón, S. (2020). La atención abierta de especialidad en
Borón, A. (2020). ¿Volver a la normalidad? Obtenido de
-
https://rebelion.org/autor/atilio-a-boron/.
tual Salud Mental en contexto COVID.
Bramsen I, D. D. (Bramsen I, Deeg DJH, van der Ploeg E,
Chul-Han, B. (2016). La sociedad del cansancio. barcelona:
Fransman S. (2007). Wartime stressors and mental health
Herder.
symptoms as predictors of late-life mortalit2007). Wartime
stressors and mental health symptoms as predictors of la- Chul-Han, B. (2020). La emergencia viral y el mundo de
te-life mortality in World War II survivors. . mañana. Obtenido de junio de 2020, de https://sociales.
uexternado.edu.co/filosofia/la-emergencia-viral-y-el-
Bramsen I, Deeg DJH, van der Ploeg E, Fransman S. War-
mundo-de-manana/.
time stressors and mental health symptoms as predictors
CINTRAS. (2013). Prevención del daño transgeneracional
doi:10.1016/j.jad.2007.01.014. en segunda generación. Trabajo psicosocial de grupo.
Santiago de Chile.
Breihl, J. (2010). Ciencia emancipadora, pensamiento crí-
tico e interculturalidad. UASB-DIGITAL, Repositorio ins- CINTRAS, EATIP, GTNM-RJ, SERSOC. (2009). Daño Trans-
titucional del Organismo Académico de la Comunidad generacional: Consecuencias de la represión en el Con
Andina, CAN . Universidad Andina Sim´n Bolívar, Ecuador. Sur. Santiago de Chile.
COLMED, SONEPSYN. (2020). Cuadernos para cuidar.
como herramienta de ruptura hacia una nueva salud Recomendaciones de autocuidado psicosocial para el

27
VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS

personal de salud en el contexto de la pandemia por CO- tal De La Ciudadanía: Una apreciación desde la experien-

149.
Coord. Sindical (2020). Declaración pública, documento
electrónico. Martínez-Hernáes, Á. (1998). ¿Has visto cómo llora un ce-
rezo? Pasos hacia una antropología de la Esquizofrenia.
CUT. (2020). Comunicado Público ante dictamen de la
Barcelona: Universitat de Barcelona.
Dirección del TrabajoT que infringe la legislación vigente.
Santiago, Chule. Marx, K. (1972). Tesis sobre Feurbach. En F. E. Karl Marx,
La Ideología Alemana. Montevideo: Ediciones Pueblos
Cuyul, A. (2020). Pueblo mapuche y pandemia. Obtenido
Unidos.
en julio de 2020, de https://sicnoticiaschile.wordpress.
com/2020/06/01/las-pandemias-y-el-pueblo-mapuche- Ménendez, E. (1994). La enfermedad y la curación. ¿Qué es
por-andres-cuyul-soto/.
Elgueta, V. (2020). Trauma Psicosocial, Estrés Crónico y MINSAL. (2016). Orientaciones Técnicas Pertinencia Cul-
Salud. Un enfoque psiconeuroinmuno endocrinológico. El tural En Los Sistemas De Información En Salud. Obte-
Trauma Social como problema de salud pública. Violacio- nido en abril 2020, de https://repositoriodeis.minsal.cl/
Publicaciones/2018/Noticias/2018.08.28_OT%20PERTI-
Santiago, Chile: PRAIS-MINSAL. NENCIA%20CULTURAL_web.pdf.
Gómez, J. (2010). Política, democracia y ciudadanía en
una sociedad neoliberal (Chile: 1920 - 2010). Santiago de 2025.
Chile: ARCIS - CLACSO.
Habermas, J. (2020). Habermas: los problemas éticos de la en el uso de los recursos públicos durante la emergencia
pandemia. (L. Monde, Entrevistador)
INDH. (2019). Informe anual sobre violaciones a los DD MINSAL. (2020). Residencia sanitaria de aislamiento tem-
HH en Chile en el contexto de la crisis Docial. Santiago
de Chile: INDH. para cumplir cuarentenas en sus hogares/domicilios. San-
tiago, Chile.
Jorquera, M. J.; Madariaga, C. et al (2020). Estudio des-
criptivo de mortalidad en sobrevivientes de tortura y pri- MINSAL. (2020a). Recomendaciones para el cuidado del
sión política en el periodo de la dictadura militar en Chile, -

Lazzarato, M. (2013). La fábrica del hombre endeudado. Montenegro, R.; Stephens, C. (2006). Indigenous health in
Ensayo sobre la condición neoliberal. Buenos Aires: Amo-
rrortu.
Moulian, T. (1998). El consumo me consume. Santiago de
mapuche. Obtenido en mayo d 2020 de http://educa- Chile: LOM.
-
OMS. (2009). Financiación de la Salud Mental. Ginebra:
tun-en-lengua-mapuche.
OMS.
Madariaga, C. (2002). Trauma Psicosocial, Trastorno De
OMS. (2014). Prevención del Suicidio. Un imperativo glo-
Estres Postraumatico Y Tortura. Serie Monografías. Edi-
bal. Washington, DC: OMS .
ciones CINTRAS.
OMS. (2018). La carga de los trastornos mentales en la re-
Madariaga, C. (2006). Retraumatización; Hacia una con-
gión de las Américas 2018. Washington, DC: OPS OMS.
-
TRAS. ONU. (2020). Directrices esenciales para incorporar la
perspectiva de derechos humanos en la atención a la
Madariaga, C. (2018). “Clínica psiquiátrica y ciudadanía:
de la crisis del paradigma biomédico a la Salud Mental
Colectiva”. Santiago de Chile. Organizaciones Sociales. (2020). Carta abierta exigiendo
al gobierno la implementación de una verdadera renta bá-
Madariaga, C. (2019 ). El “Estallido Social” Y La Salud Men-

28
sica de emergencia (RBA). Santiago, Chile. Samaja, J. (2014). Epistemología de la Salud. Reproduc-
ción social, subjetividad y transdisciplina. Buenos Aires:
Lugar editorial.
básico de la población indígena del Servicio de Salud .
Arauco. Santiago: MINSAL. Sepúlveda, R. O. (2020). New and old knowledge aimed at

Chile. International Review of Psychiatry, vol 33, United


básico de la población mapuche residente en el área de
Kingdom, IN PRESS.
cobertura del Servicio de Salud Araucanía Norte. Obte-
nido en mayo de 2020, de https://www.minsal.cl/sites/ Servicio Jesuita a Migrantes. (2020). Propuestas respecto
- de la población extranjera en Chile ante la crisis sanitaria.
CION%20DE%20SALUD%20N%C2%B0%208%20ARAU-
CANIA%20NORTE.pdf. 408d-b7dd-ceeee800e49c.filesusr.com/ugd/439982_
d5ba741756014547a5e20d99606c8bbe.pdf.
-
lógico básico. Pueblos kaweskar, yámana,. Obtenido en Singer, M. (2009). Introducción a Syndemics: un enfoque
- de sistemas críticos para la salud pública y comunitaria.
Jossey-Bass.
DE%20SALUD%20%20N%c2%b05%20MAGALLANES.pdf.
Vicente, B. e. (2002). Estudio chileno de prevalencia de
patología psiquiátrica (DSM-III-R/CIDI) (ECPP). Rev. méd.
básico de la Población Indígena de Los Ríos. Santiago: Chile v.130 n.5 Santiago mayo 2002.
MINSAL.
Vicente, B. e. (2016). Prevalencias y brechas hoy; salud
Pérez, C. (2012). Una nueva antipsiquiatría. Crítica y cono- mental mañana. Acta bioeth. vol.22 no.1 Santiago.
cimiento de las técnicas de control psiquiátrico. Santiago
Vinueza, A. e. (2020). Síndrome de Burnout en médicos/
de Chile: LOM Ediciones.
as y enfermeros/as ecuatorianos durante la pandemia
Coordinadora Sindical de la Oposición (Chile). (03 de Abril
de 2020). Declaración Pública Coordinadora Sindical de preprints.scielo.org/index.php/scielo/preprint/down-
Oposición. Santiago, Chile. load/708/958/988
PRAIS-MINSAL (Chile). (2020). Reparación integral de -
salud para los afectados por violaciones a los derechos tric hospitals in China: managing challenges through
humanos. Santiago , Chile. mental health service reform. International Journal of Bio-
Ramonet, I. (2020). Ante lo desconocido…la andemia y
el sistema mundo. Obtenido en mayo de 2020, de ht- Zavala, C. (2020). La atención cerrada de especialidad en
tps://www.jornada.com.mx/ultimas/mundo/2020/04/25/ -
ante-lo-desconocido-la-pandemia-y-el-sistema-mun- tual Salud Mental en contexto COVID. Santiago de Chile.
Zizek, S. (2020). El coronavirus es un golpe al capitalismo a
Rogers, J. e. (2020). Psychiatric and neuropsychiatric pre-
sentations associated with severe coronavirus infections: Aires: ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio).
a systematic review and meta-analysis with comparison

de https://www.thelancet.com/journals/lanpsy/article/

29

También podría gustarte