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PRIMERA PARTE
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UN HECHO SOCIAL TOTAL
SUS EFECTOS SOBRE LA SALUD MENTAL DE LOS CHILENOS
Introducción
En lo que lleva recorrido la pandemia a nivel
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VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS
i En el mismo sentido, Merril Singer, desde la Antropología Médica Crítica, acuñó el concepto de “Sindemia” para
formulación “hecho social total” va más allá de este concepto, ya que realza la raíz profundamente social de
cualquier pandemia en la historia de la humanidad. (Singer, 2009)
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trastornos mentales, se trata de una subjetivi- riqueza social, de vigencia plena de una consti-
dad dañada por un intolerable malestar en la tución ilegal dictada en tiempos de la dictadura
cultura y por condiciones de agobio insoporta- de Pinochet, que jibarizó el rol del Estado y la
bles (OMS, 2014). Vivimos la llamada “sociedad
del endeudamiento” (Moulian, 1998; Lazzarato, la hegemonía del Mercado. (Gómez, 2010)
2013), que hace a los ciudadanos prisioneros
eternos del servicio extenuante de sus propias Los efectos de la crisis social de octubre
deudas y que trae aparejada una subjetividad
del agotamiento y la enfermedad, particular-
La Salud Pública en crisis: Desde los inicios
mente la enfermedad mental y el padecimiento
de la democracia tutelada post dictadura, en
psíquico. Con el neoliberalismo se ha logrado
Chile se viene denunciando la agudización de
producir a escala planetaria una ciudadanía
la crisis de la salud pública a partir de las polí-
encarcelada en el modelo exitista del empren-
ticas que determinaron la mercantilización de
la enfermedad y el debilitamiento del Servicio
“emprendedor de sí mismo” fracasado en su
Público. Este fenómeno fue agravado con la
fantasía del escalamiento económico: un sujeto
reforma sanitaria culminada el año 2005, bajo
deprimido, multisintomático, desesperanzado,
la presidencia de R. Lagos. Este proceso de
anulado como ciudadano. (Chul-Han, 2016)
neoliberalización a fondo del sistema sanitario
Chile, primer laboratorio del neoliberalismo en
el mundo, es heredero de todos estos proble- de la salud mental que hemos descrito. El Plan
mas de salud mental que ha desencadenado Nacional de Salud Mental (MINSAL, 2017) cons-
desde los años setenta hasta hoy. En la actua- truido en el segundo gobierno de M. Bachelet
lidad el país presenta elevadas tasas de tras- constituyó un esfuerzo progresista, pues se
tornos afectivos y angustiosos, prevalencia funda en la perspectiva de derechos y propo-
creciente de alcoholismo (especialmente en ne metodologías de acción de carácter comu-
jóvenes y mujeres) y de adicciones a drogas nitario validando la participación de diversos
ilícitas; elevadas, aunque estacionarias tasas de actores sociales. No obstante, permanece
suicidio (adultos jóvenes en edad productiva y parcialmente anclado a un paradigma biomé-
desocupados, ancianos solitarios y empobre- dico, limitado en sus posibilidades de desarro-
cidos), etc. (Vicente, 2002; 2016). Hemos sido llo por el contexto general de las políticas de
también una sociedad marcada por el sistema salud imperantes, tributarias del mercado y del
contravalórico impuesto por el mercado: el carácter subsidiario del Estado. Por esta razón
individualismo, la competitividad, el arribismo, no hay aún en Chile una Ley de Salud Mental
la despolitización de los colectivos sociales, (como existe en muchos países de la región) y el
el consumismo y el endeudamiento ilimitado,
todo lo cual ha llevado a la enajenación ciuda- muy por debajo de la recomendación interna-
dana, a la pérdida de la función transformativa cional (OMS, 2009; MINSAL, 2017). Sus efectos
de los actores sociales, a la desmovilización más dramáticos sobre el proceso salud – enfer-
popular y la pérdida del protagonismo histórico medad (padecimiento) mental – atención son:
(Madariaga, 2018). Todo esto en un contexto hegemonía del modelo biomédico por sobre
de injusticia extrema en la distribución de la la perspectiva sociopsicobiológica en la red
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VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS
pública de salud mental, que se agudiza, por las alteraciones conductuales, perturbación de
ejemplo, con la falta de pertinencia y relevan- los procesos de construcción de identidad de
cia para pueblos indígenas y migrantes, entre los adolescentes, conductas adictivas, deser-
otros colectivos (Sepúlveda, Oyarce, 2020); ción escolar, abandono de la familia, violencia
productivismo asistencialista en el quehacer; intrafamiliar, depresiones, etc. (CINTRAS, 2013;
procesos de institucionalización del sujeto CINTRAS, EATIP, GTNM, SERSOC, 2009). De
enfermo en los nuevos espacios comunitarios modo que este proceso traumático, visto desde
de la red de salud mental; sobremedicación la dimensión psicosocial, participa directa-
psiquiátrica; irrupción de nuevos trastornos mente en la producción de formas alteradas o
mentales, muchos de las cuales responden a la complejas de subjetividad individual y social.
medicalización de procesos naturales como el Este trauma social se nutre a diario de los
embarazo, la vejez, los duelos, etc. (Pérez, 2012). efectos dañinos que tiene la persistencia de
Todo ello redunda en un débil impacto del Plan la impunidad para los crímenes de la dictadu-
Nacional sobre la carga de enfermedad mental ra, con el peso de la falta de oportunidad para
y los procesos de sanación y recuperación de la hacer verdad y justicia para los hechos (Brink-
salud mental de los ciudadanos. mann, 2000). Cada nuevo acontecimiento polí-
El Trauma Social y la herencia traumática de
la dictadura militar: La sociedad chilena es impune de estos crímenes aporta un efecto
sobreviviente de 17 años de terrorismo de Esta- retraumatizante para este sector vulnerable de
do; el trauma social derivado de este período la ciudadanía y los hace sobrellevar un estrés
histórico ejerce un efecto sumatorio sobre la crónico, sufrimiento expresado en una condi-
condición precaria de la salud mental de las ción neuro/inmuno/endocrinológica que está
y los ciudadanos. Múltiples investigaciones, en la base de las fallas de sus sistemas defensi-
tanto nacionales como extranjeras, han docu- vos frente al riesgo de enfermar y morir (Elgue-
mentado el devastador efecto que la tortura, la ta, 2020; Bramsen, 2007). Por esta razón estas
ejecución y desaparición de personas, el exilio personas constituyen un grupo poblacional de
alta vulnerabilidad frente al proceso pandémi-
muy en particular, la salud mental de los afec- co en curso.
tados, daño que se ha proyectado con un efec- Violaciones a los DDHH en la crisis social: La
to radiactivo sobre la familia, la comunidad y la explosión social producida a partir de octubre
sociedad entera (CINTRAS, 2013; Madariaga, pasado, instalando la consigna “Chile desper-
2002; Castillo, 2013). El daño en primera gene-
ración ha implicado procesos como la disminu- sino también en tanto proceso de conciencia
ción de la esperanza de vida, aceleración del colectiva), inauguró una nueva etapa de la
envejecimiento, aumento de la prevalencia de violencia política. Se trata de un período de
cáncer, etc. (Jorquera, Madariaga, 2020). En cuatro meses marcado por la represión abier-
segunda generación (los familiares nacidos a ta, masiva y sistemática en contra de la ciuda-
- danía, especialmente las y los jóvenes de la
sión transgeneracional de la carga traumática, primera línea, con efectos desastrosos, que
que se expresa con manifestaciones psicoló- -
gicas y psiquiátricas muy heterogéneas, como mos nacionales e internacionales de derechos
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humanos y por la comunidad mundial (INDH, nales para instalar las reivindicaciones sociales
2019; AMNESTY INT., 2019; AMERICAS WATCH, clave del momento, que es capaz de conectar
la aparentemente heterogénea cantidad de
tortura, allanamientos, represión violenta de las
movilizaciones sociales, militares en las calles, neoliberalismo (“No era depresión, era Capitalis-
etc., todo esto no es sino una puesta en escena mo”). Este homo políticus que reabrió las espe-
de lo ya vivido, lo que está en la memoria histó- ranzas en un nuevo pacto social es al mismo
rica y en el recuerdo ciudadano respecto de lo tiempo un nuevo sujeto, sumatorio y síntesis
que fue la dictadura militar. Efecto retraumati- de las multitudinarias experiencias acumula-
zante para los que fueron protagonistas de esa das desde la revolución pingüina en adelante
etapa de la historia y, para esta juventud hoy (universitarios, feministas, no más AFP, trabaja-
movilizada; son experiencias inéditas de daño dores, diversidad sexual y de género, etc.). Esta
y afectación de su salud física y mental que, al subjetividad nueva está en pleno desarrollo,
igual que las de sus antecesores, tendrán efec- inclusive en este período de excepcionalidad
tos a corto y largo plazo; una nueva generación pandémica. Su ojo crítico y su estado de alerta
de luchadores sociales que vivirá los costos de frente al manejo vacilante y economicista de la
crisis sanitaria anuncian el despliegue de capa-
cuerpos, muchos de ellos en forma irreparable. cidades para elaborar nuevas estrategias de
Respecto de la generación anterior, como muy acción y continuidad en la lucha por una nueva
bien lo están documentando los profesiona- sociedad. La crisis social se ha agravado abso-
les que trabajan en PRAIS a lo largo del país, lutamente con la pandemia y no únicamente
se registra una agudización en la severidad de debido a sus consecuencias biomédicas sino,
los daños, muchos de los cuales ya estaban en principalmente, a causa de la profundización
proceso de recuperación, el regreso de patolo- de la pobreza social, a la carencia de satisfacto-
gías psiquiátricas y padecimientos psicoemo- res mínimos para la supervivencia en los secto-
cionales como la depresión y el trastorno de res populares, al desigual acceso a la atención
estrés post traumático, el miedo, la angustia, la de salud y salud mental, a los elementos de
perplejidad, la desesperanza, la rabia y la indig- protección personal, a los ingresos familiares y
nación (Madariaga, 2019). Los efectos traumáti- la protección del empleo, etc., lo que claramen-
cos de la represión política sobre la crisis social te derriba uno de los mitos más perversos: “el
suman un nuevo componente de riesgo social, virus nos ataca a todos por igual”. Esta nueva
de afectación y sufrimiento generalizado en la subjetividad encontró su camino en la partici-
ciudadanía, que la tornan más vulnerable aún pación social concertada, en la producción de
para el enfrentamiento de la pandemia. miles de iniciativas de solidaridad y colabora-
Una subjetividad emergente: Por otra parte, ción para enfrentar todos estos desafíos; hay en
esta misma crisis social da cuenta de un proce- esta condición de actor social una estrategia de
so de germinación de una nueva subjetividad, fortalecimiento de la salud mental por la vía de
un colectivo social que se asume sujeto políti- su protagonismo como sujeto del cambio social.
co, agente de transformación social, con voca- Esta es una base muy valiosa para el desplie-
ción de poder y capacidad de convocatoria, gue de estrategias de recuperación de la afec-
con nuevas interesantes formas comunicacio- tividad y la emocionalidad de la ciudadanía,
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VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS
ii Un ejemplo de estos, fue la reacción colectiva de algunas comunidades mapuches de la Araucanía que ante
el brote epidémico en esa ciudad decidieron de manera autónoma cerrar las comunidades a la entrada de
cualquier persona foránea.
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acceso oportuno al manejo del riesgo de conta- cual se batalla apenas con los escasos recursos
gio (Brown, 2020; Rogers, 2020; Xiang, 2020). familiares y de la solidaridad comunitaria; este
Desde la perspectiva de la afectación individual estado emocional se nutre también de la desin-
de la salud mental con el proceso pandémico, formación, la confusión y los errores con que las
se observa la prevalencia de patologías como el autoridades han actuado frente a la pandemia,
trastorno de estrés agudo, trastorno de estrés
post traumático, depresión mayor, trastornos testeo con PCR y decretar cuarentena total en
de angustia (especialmente ansiedad genera- las zonas con indicadores de riesgo, etc.; todo
lizada y trastorno de pánico). Algunas de estas -
- mación de la autoridad, y en la generación de un
se ante la ausencia de tratamiento oportuno, estado de ausencia de liderazgo en la conduc-
otras son de baja complejidad y susceptibles ción de las estrategias sanitarias e intersecto-
de un adecuado manejo en el nivel primario de
atención. Una fracción de estas personas vive los sectores más desprotegidos por el sistema
procesos de reactivación de patologías pre económico en ausencia de un soporte razona-
existentes, especialmente depresión, y requiere ble desde el Estado para sobrellevar el encierro,
de un manejo más interdisciplinario. El estrés muchas veces en condiciones de hacinamiento
postraumático, patología compleja, requiere forzado, agrega fenómenos como la violencia
especial preocupación dada la intensidad de contra la mujer, el consumo excesivo de alco-
su sintomatología y el peligro de persistencia hol, el maltrato a los niños, el debilitamiento de
sintomática a lo largo de los años. En el campo los lazos sociales con los espacios de pertenen-
de la salud mental, la clínica se ve muy afecta- cia y con la familia extensa, etc. Muy lejos de
da por la restricción del encuentro cara a cara un ideal de cuarentena familiar que se proyecta
y la exigencia inevitable de atenciones por vías sobre la ciudadanía desde el ámbito televisivo
alternativas, ya que priva los procesos tera- cuando se promueve la imagen de familias de
péuticos de uno de sus recursos más valiosos: estrato social medio-alto que hacen del encie-
el trabajo colectivo, la psicoterapia individual, rro un lugar placentero, casi deseado, que se
familiar y de grupos, las actividades de taller, centra en el disfrute compartido de un tiempo
los hospitales de día, etc. libre casi sin tensiones internas; una mise-en-
Efectos psicosociales: Un primer desafío es la scène de una condición idílica, aplicable solo
activación de procesos de duelo individuales y a un segmento menor de la población chilena.
familiares derivados de todo tipo de pérdidas: El fracaso de la aplicación de un modelo tele-
muerte y enfermedad propia y/o de los suyos, mático o informático para la continuidad de los
abrupta pérdida de la capacidad de manuten- estudios en casa de los estudiantes básicos y
ción y acceso a la alimentación, al servicio de la
deuda y la atención a necesidades primarias, el de las inequidades sociales sobre los padres y
deterioro de la calidad de vida, etc. Otro efecto los estudiantes del sector público, quienes no
devastador es la difusión colectiva del miedo y cuentan con los recursos para ello, situación
la angustia ante una amenaza real frente a la que ha afectado alrededor del 50% de esos
hogares.
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VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS
La salud mental de los trabajadores y la Serias limitaciones de acceso a todos los recur-
pandemia sos de autoprotección personal y familiar que
son recomendados en el mundo entero para
En un escenario neoliberal que ha expuesto evitar el contagio, tanto en el ámbito laboral
a la fuerza de trabajo a duras condiciones de como en la vida cotidiana.
explotación económica y dominación social,
la clase trabajadora -incluyendo asalariados, -
subempleados, trabajadores por cuenta propia ciones económicas especiales por parte del
y a honorarios, cesantes, etc.- está sometida Estado y los empleadores, garantías de respeto
en su salud mental a los efectos tanto clínicos a las relaciones contractuales vigentes, pospo-
como psicosociales antes mencionados, con el ner pagos de servicios básicos (luz, agua, etc.) y
agregado de factores de riesgo que provienen
de las condiciones de vida a las que acceden período determinado, etc. Por el contrario, las
según el puesto que ocupan en las relaciones
sociales y que agregan más vulnerabilidad
a enfermar y al deterioro de la salud mental fondos de los propios trabajadores.
propia y de sus familias. La precariedad de sus El impedimento para la participación de las
- organizaciones sindicales en el diseño y desa-
ral, tan característicos de la relación Capital – rrollo de estrategias de acción en salud por
Trabajo en contexto neoliberal, se desestabiliza parte de las autoridades de gobierno opera
aún más con el efecto que a nivel individual y como un mecanismo adicional de discrimina-
como clase social les produce la aplicación de ción para la clase obrera; mismo hecho ocurre
una estrategia de intervención en salud sobre con la negación sistemática de espacios en la
la pandemia que no es precisamente salubrista televisión para los dirigentes de las principales
sino economicista (CUT, 2020; Orgs. Sociales, organizaciones de trabajadores. Se trata de un
2020; Coord. Sindical, 2020). Esto hace que ninguneo estratégico de estos actores sociales
todas las medidas de mitigación del impacto
de la pandemia sobre esta clase social sean sostener al sistema. Obviamente estas conduc-
tas autoritarias impactan en la subjetividad
el proteccionismo que el gobierno hace de los individual y colectiva de los trabajadores.
indicadores macroeconómicos que derivan de
los procesos productivos y la reproducción del Grupos vulnerables de la sociedad frente
a la pandemia
la salud mental como factores de daño psicoe-
mocional hechos como los siguientes: Trabajadores de la salud: Elevado nivel de
tensión laboral y carga de trabajo, en condicio-
Limitaciones al acceso oportuno a la atención nes de carencias importantes de medios para
médica ante la sospecha de contagio e ingreso el autocuidado personal; alto índice de ausen-
rápido al tratamiento de sus complicaciones. tismo derivado del contagio y la sospecha, con
Burocratización, cuando no directamente escasa capacidad del sistema para cubrir dicho
obstruccionismo, para el uso de licencias médi- ausentismo; instrucciones ministeriales orien-
cas, con garantía y oportunidad de pago. tadas a una gestión estricta y ahorrativa del
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recurso humano: restricciones para reemplazos, radical cambio de vida; depositarias de las
suplencias, nombramiento de nuevos cargos, responsabilidades escolares, haciendo esfuer-
etc. (MINSAL, 2020; COLMED, SONEPSYN, zos por adaptar a sus realidades carencia-
2020); trabajo de sostenimiento diario de los das los protocolos educativos en curso, poco
sentimientos de dolor, rabia, desesperanza e realistas e inequitativos. La mujer dueña de
indignación de la población consultante en los casa, con trabajo no remunerado, sufre también
dispositivos de urgencia; tener que desplegar las mezquindades de los bonos económicos
tareas de primer apoyo psicoemocional frente ofrecidos por el gobierno, que no logran ser
a los duelos producidos por las muertes y esta- -
dos críticos de los pacientes en hospitales y facción de las necesidades básicas del hogar.
consultorios; sentimientos de angustia, temor En condiciones de cuarentena ya es eviden-
y culpa frente al peligro de llevar el contagio
a sus hogares; la decisión dolorosa de tener otros países de la región, que la mujer enfrenta
que tomar distancia de sus seres queridos por un aumento de las agresiones por parte de sus
tiempo prolongado, especialmente las mujeres, parejas, que llegan hasta la violencia sexual,
que constituyen alrededor del 70% de la fuer- las consecuencias conductuales del consumo
za de trabajo en este sector, etc. (CUT, 2020; -
COORD. SINDICAL, 2020). Todos estos facto- cultades en el manejo de conductas adictivas
de los hijos adolescentes, etc. Caso aparte las
de Burnout (ser quemado por el trabajo), que mujeres que laboran como asesoras de hogar,
impacta directamente la salud mental de las comerciantes callejeras y en otras activida-
y los trabajadores, aunque hasta el momento des informales, que han ido por vía directa a
han sido capaces de mantener una actitud de la cesantía por lo que están expuestas a los
compromiso con su función, en condiciones riesgos propios de intentar seguir laborando
que los enaltecen por el elevado nivel de resi- contraviniendo las cuarentenas; pagan además
liencia y compromiso mostrados con el servicio el costo de su estigmatización a nivel mediáti-
público (MINSAL, 2020; Alvarado, 2020; Vinue- co como personas irresponsables, contrabando
za, 2020). Esta capacidad adaptativa de hoy ideológico que intenta descargar buena parte
seguramente será foco de nuevos problemas del fracaso gubernamental en el manejo de
de salud física y mental en el futuro, por lo que la pandemia en sectores más precarizados de
será urgente preparar medidas de prevención la sociedad, los que salen como cuestión de
de estos potenciales daños para los trabajado- sobrevivencia a buscar el sustento diario en la
res de la salud, que han estado en la primera calle. No obstante toda la sobrecarga anterior,
línea de acción frente a la pandemia. son también las principales promotoras de ollas
Mujeres: Están siendo el frontón de conten- comunes y otras formas de la solidaridad en las
ción del grave deterioro de las condiciones de redes comunitarias.
subsistencia de la casa, especialmente por el Personas de Tercera Edad: Alrededor del 70%
menoscabo de los recursos económicos; sobre-
cargadas además con las tareas de contención son personas mayores de 70 años, la inmensa
emocional de los hijos, muchos de los cuales mayoría de los cuales pertenece a sectores
sociales pobres. Doble inequidad: de clase y
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Personas privados de libertad: La cárcel chilena cia cultural a los servicios de salud, severas
encierra, junto con las personas, una realidad trabas burocráticas que les impide legalizar su
documentación y, por tanto, acceder de mejor
todas las agravantes psicosociales, culturales forma a puestos de trabajo, etc. (Servicio Jesui-
y de salubridad que hacen de ella un esce- ta a Migrantes, 2020). Muchos inmigrantes
nario crítico para la pandemia. El gobierno ha intentan colectivamente sumar esfuerzos para
sido rígido en limitar la aplicación de medidas subsistir, especialmente ocupando lugares
de excarcelamiento destinadas a proteger a la como cités y campamentos, en condiciones de
población penal de la enfermedad y la muerte mucha precariedad de higiene, hacinamiento,
- carencia de luz y agua, todo lo cual ha favoreci-
mendaciones internacionales (AMNESTY INT, do el contagio y la enfermedad viral. Un sector
2020; ACNUR, 2020; ONU, 2020; AEN, 2020). de ellos intenta desesperadamente retornar
Esto ha afectado no solo a los presos sino a su país de origen en busca de protección
también a sus familiares, lo que da cuenta de social. Cada vez que se ha realizado testeos
los incidentes violentos registrados en algunos del virus en estas comunidades la cifra de
penales y fuera de ellos. Miles de imputados contagiados ha sido muy elevada, en algunos
y de prisioneros políticos (jóvenes de primera casos comprometiendo a casi la totalidad de
línea del “estallido social”, sin antecedentes sus residentes, incluyendo niños. Los efec-
tos traumáticos para la salud mental de estos
de excarcelación con fundamento sanitario sectores sociales no ha sido aún evaluada pero
(Agrup. Guacoldas, 2020). La parcialidad de es esperable que nos encontremos con mucha
las medidas adoptadas se suma a los intentos patología: depresiones, trastornos de angustia,
por aprovechar esta coyuntura para poner en estrés agudo y post traumático, consumo ries-
libertad a genocidas de Pinochet; todo ello goso de alcohol y drogas, violencia intrafamiliar.
activa además efectos retraumatizantes sobre El fondo estructural de esta problemática de
los familiares de las víctimas de violaciones a salud mental de los migrantes orienta las solu-
los derechos humanos y una reacción gene- ciones en primer lugar a una reformulación de
ralizada de rechazo a esta intención por parte las políticas de migración vigentes, fundada en
de múltiples instituciones de derechos huma- los derechos humanos y en la solidaridad inter-
nos, justamente debido a que contraviene los nacional. Desde el punto de vista de la salud
compromisos internacionales del Estado de mental debe profundizarse un enfoque de
Chile con el tema de la justicia y los procesos interculturalidad que permita dialogar con las
de reparación social. (Cátedra dd.hh. U. de distintas concepciones del proceso salud-en-
Chile., 2020) fermedad-atención en cada cultura, conside-
Migrantes: La pandemia ha develado la preca- rando sus maneras de entender las dolencias,
riedad con la que la mayoría de los inmigrantes el contagio y sus propias prácticas de sanación
enfrenta su vida en el país: trabajos mal remu- y cuidado; al mismo tiempo, debe garantizar el
nerados e informales, viviendas sobrepobladas, acceso oportuno y de calidad a la red de salud
pobreza extrema y sufrimiento infantil asociado pública.
a ella, violencia en la vida cotidiana, estigma y Pueblos indígenas: Los pueblos indígenas
discriminación, acceso limitado y sin pertinen- han estado invisibilizados en esta pande-
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VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS
mia, a pesar de que la pertenencia étnica se ejemplo, wingka kutran entre los mapuches
(Cuyul, 2020; Loncon, 2020). Desde la visión
(MINSAL, 2016; Cuyul, 2020; Caniguan, De La holística del bienestar indígena estas dolen-
Maza, 2020). Información analizada puntual- cias se vinculan directamente con “el mundo
mente muestra que en la comuna de Arica se de afuera” que ha traído pérdida de territorio,
encuentran tasas más altas de incidencia de devastación de los ecosistemas, deforestación
contagio en indígenas comparadas con no indí- y falta de agua vinculada a la industria extrac-
genas (180,3 x 100.000 versus 120,4 x 100.000) tiva agroforestal y minera (CEPAL, 2020). Por
(documento inédito de Malva Pedrero, 2020). lo anterior, el resguardo del territorio, el aisla-
La misma investigadora compara las comunas
de la Región Metropolitana con menos de 5% asentamiento disperso que todavía persisten
y más de 15% de población indígena, donde en en algunos pueblos son factores de protec-
las últimas se dobla la tasa de contagios). La ción reconocidos por ellos. En este sentido
Araucanía fue una de las primeras regiones en hay que distinguir claramente la situación de
sufrir la epidemia, si bien se centró en la ciudad las personas indígenas que viven en contextos
de Temuco, se desconoce el número de perso- urbanos de aquellos que lo hacen en comuni-
nas mapuche contagiadas o fallecidas por esta dades rurales; han sido personas mapuches y
causa. Actualmente se han reportado brotes no mapuches que han vuelto desde la Región
en las comunas de Lonquimay y existen casos Metropolitana debido a la pérdida de sus fuen-
en todas las comunas de la región. La situa- tes laborales, las que al regresar a las ciudades
ción de vulnerabilidad y empobrecimiento de sureñas y a las comunidades han provocado los
los pueblos indígenas en general y en Chile en brotes epidémicos. Habría que pensar también
particular (CEPAL, 2020) se expresa en tasas que los agentes del Estado son potencialmente
más altas de mortalidad por todas las causas fuentes de contagio; en este sentido, han sido
y en todos los grupos etarios respecto de los las autoridades tradicionales las que han cerra-
no indígenas (Oyarce, Pedrero, 2009, 2010a, do el ingreso a sus comunidades y han imple-
2010b, 2010c; CEPAL, 2010); esta realidad mentado cortes de camino para crear barre-
epidemiológica y social plantea un escenario ras sanitarias auto gestionadas (Cuyul, 2020;
de máxima desigualdad que revitaliza la rela- Canuguan, De La Maza, 2020)
ción colonial impuesta por el Estado chileno. Si las políticas estatales han sido confusas
(Cuyul, 2020) para la población en general, para los pueblos
Un segundo aspecto a considerar es que indígenas han sido irrelevantes lemas como
desde el primer contacto con el mundo euro- “quédate en casa” y “lávate las manos”, pues
peo los pueblos indígenas han sufrido la intro- en un contexto de economía de subsistencia y
ducción de epidemias que han diezmado su privatización del agua carecen de todo sentido.
poblacióniii Existen términos para denominar Diversas voces se han levantado para promover
estas enfermedades que vienen de afuera; por políticas de salud territoriales autónomas para
iii
disminuyendo a un tercio, precisamente por la introducción de enfermedades que trajeron los conquistadores
proceso conocido como “invasión mórbida”. (Montenegro, Stephens, 2006)
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afrontar una anunciada “crisis civilizatoria que y desafíos, como parte constitutiva de la crisis
el mal vivir y la transgresión han desencade- social y no como un fenómeno separado meta-
nado” (Cuyul, 2020) y para prevenir la tragedia físicamente de esta. No hay una “pandemia
que se avecina sobre todo por las condiciones viral” y otra “pandemia social” como ha seña-
de las personas mayores, fuente de la sabiduría lado el presidente Piñera recientemente en
y memoria oral. forma repetitiva; este enunciado contiene una
Dado que desde las epistemologías indígenas intención de medicalización de la crisis social,
la salud mental es inseparable del bienestar que invisibiliza el peso de la cuestión econó-
colectivo e individual, la pandemia de COVID- mica como su fundamento último. La salud
19 es percibida como un hecho social total cuyo mental de la ciudadanía, especialmente de los
centro son los derechos territoriales. El tema de sectores sociales precarizados por el neolibe-
los efectos devastadores en la salud y bienes- ralismo, está condicionada por el cumplimiento
tar de los pueblos indígenas necesariamente de una agenda social inmediata que permita
plantea un cambio estructural de las relaciones la satisfacción de necesidades básicas de los
de subordinación con el Estado chileno. Un trabajadores y la comunidad para enfrentar la
- pandemia ahora. (CUT, 2020; Orgs. Sociales,
cas de salud públicas relevantes y basadas en 2020).
un modelo dialógico de saberes sobre la vida, el Las estrategias de acción en salud mental para
ser humano y la relación de este con la socie- este período pandémico deben apoyarse en el
dad y la naturaleza, respetando la autodeter- fortalecimiento del movimiento social y político,
minación como se propone desde los propios desde donde es posible seguir desarrollando
pueblos. una subjetividad social activa, crítica y propo-
sitiva, emancipatoria, produciendo nuevos
Perspectivas y líneas de acción para la actores sociales, centrados en la acción trans-
protección de la salud mental formativa de la sociedad y, al mismo tiempo,
promoviendo cambios profundos en las formas
Las soluciones para la salud mental de los
como se hace práctica de salud mental en los
chilenos y chilenas son estructurales: un pacto
tres niveles de atención. La salud mental de los
social para un nuevo sistema de salud, fundado
chilenos y chilenas requiere de un especial e
en los derechos económicos, sociales, cultu-
intensivo desarrollo de estrategias y metodolo-
rales y medioambientales; el proceso consti-
gías de acción a nivel de APS, pero de una APS
tuyente debiera ser el camino que dirima el
que se posicione en el vértice de la pirámide de
los niveles de atención; se trata de la inversión
la vía de la generación de una nueva Constitu-
de la pirámide, la superación estructural del
ción Política del Estado, en la cual se establez-
modelo biomédico y hospitalocéntrico, recu-
can políticas y estrategias de salud basados en
perando las directrices fundamentales de la
principios como la solidaridad, la justicia social
Declaración de Alma Ata. Es la APS, centrada
y las equidades en el abordaje del proceso
en la participación ciudadana, el componente
salud – enfermedad (mental) – atención.
de la estructura sanitaria más directamen-
En esta etapa crítica de la pandemia es necesa- te vinculado con la comunidad, la llamada a
rio considerar a esta última, sus consecuencias desplegar metodologías de apoyo psicoemo-
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VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS
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