Características del paradigma de la complejidad de Edgar Morin.
1. La complejidad es un tejido de constituyentes heterogéneos inseparablemente
asociados, presenta la paradoja de lo uno y lo múltiple. Morin nos explica que la finalidad del pensamiento complejo es descubrir la estructura entre los diferentes campos de la ciencia y como se relacionan entre sí en nuestra realidad encaminándonos a un conocimiento multidimensional, sin limitarlo a un área específica sino analizándolo como parte de un sistema lleno de variantes. 2. El conocimiento tiene la necesidad de poner orden en los fenómenos rechazando el desorden, descartando lo incierto, es decir, selecciona los elementos de orden y de certidumbre. La teoría de la complejidad critica la visión clásica del conocimiento científico que consiste en poner de manifiesto unas leyes simples detrás de la complejidad aparente de los fenómenos sociales, esta manera de pensar, mutila, reduce y simplifica la realidad, sin embargo, la complejidad no conduce a la desaparición de la simplicidad porque integra todo lo que pone orden, claridad, distinción y precisión en el conocimiento. 3. La vida es un fenómeno de auto-eco-organización complejo que produce la autonomía, los fenómenos antroposociales no podrían obedecer a principios de inteligilibilidad menos complejos que aquellos requeridos para los fenómenos naturales. Cualquier organización social es una auto-organización, la desorganización y la reorganización son consustanciales a la sociedad, la idea de auto-organización introduce un cambio en el estatus ontológico del objeto. En el mismo momento en que el sistema auto-organizativo se distingue del entorno a través de su autonomía y de su individualidad, se le asocia la apertura y el intercambio, es auto-eco-organizativo, necesita información, energía y orden, lo que implica que el entorno sea uno de sus componentes y juegue un papel de co- organización, la organización es inseparable del sistema y de la información. 4. La patología de la razón es la racionalización, que encierra a lo real en un sistema de ideas coherente pero parcial y unilateral que no sabe que una parte de lo real es irracionalizable, ni que la racionalidad tiene por misión dialogar con lo irracional. La necesidad del pensamiento complejo es una serie de elementos heterogéneos inseparablemente asociados, la complejidad se convierte en una serie de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones que constituyen la realidad. Morin considera que los científicos tienen que concienciarse de varios aspectos; de que el problema estriba en el modo de organizar el conocimiento y las ideas; de que existe una nueva ignorancia vinculada al desarrollo científico y de que los mayores peligros que corre la sociedad están vinculados al progreso ciego e incontrolado del conocimiento. 5. Morin nos plantea que habría que sustituir al paradigma de disyunción/reducción/unidimensionalización por un paradigma de distinción/conjunción que permita distinguir sin desarticular, asociar sin identificar o reducir. Ese paradigma comportaría un principio dialógico y translógico, que integraría la lógica clásica teniendo en cuenta sus límites de facto (problemas de contradicciones) y de jure (límites del formalismo). Llevaría en sí el principio de la Unitas multiplex, que escapa a la unidad abstracta por lo alto (holismo) y por lo bajo (reduccionismo).
Morin nos plantea que habría que sustituir al paradigma de
disyunción/reducción/unidimensionalización por un paradigma de distinción/conjunción que permita distinguir sin desarticular, asociar sin identificar o reducir. Ese paradigma comportaría un principio dialógico y translógico, que integraría la lógica clásica teniendo en cuenta sus límites de y de jure. La única manera de solucionar esta desunión fue la simplificación, es decir la reducción de lo complejo a lo simple. La especialización de la ciencia ha conducido a fragmentar la realidad compleja pensando que la representación de la realidad es la realidad misma. Se trata de encontrar detrás de la complejidad y del desorden aparente de la realidad, las leyes y el orden que rigen la sociedad. Este pensamiento acaba siendo incapaz de concebir la conjunción de la unidad y de lo múltiple. Esta manera de pensar, en lugar de favorecer el conocimiento de la realidad, destruye los conjuntos y las totalidades, y no permite concebir el vínculo inseparable existente entre el observador y lo observado. Según Morin, vivimos en un mundo donde dominan los principios de disyunción, reducción y abstracción que constituyen el paradigma de la simplificación, este paradigma, que es dominante desde el siglo XVII ha permitido la realización de grandes avances científicos hasta que paulatinamente ha disociado el conocimiento.
La única manera de solucionar esta desunión fue la simplificación, es decir la
reducción de lo complejo a lo simple. La especialización extrema de la ciencia ha conducido a fragmentar la realidad compleja, pensando que la representación de la realidad es la realidad misma.
Conviene elegir el planteamiento de la distinción-conjunción que permite distinguir sin
disociar y asociar sin reducir. Este pensamiento contiene un principio dialógico y translógico que integra la lógica clásica. habría que sustituir al paradigma de disyunción/reducción/unidimensionalización por un paradigma de distinción/conjunción que permita distinguir sin desarticular, asociar sin identificar o reducir. Ese paradigma comportaría un principio dialógico y translógico, que integraría la lógica clásica teniendo en cuenta sus límites de facto (problemas de contradicciones) y de jure (límites del formalismo). Llevaría en sí el principio de la Unitas multiplex, que escapa a la unidad abstracta por lo alto (holismo) y por lo bajo (reduccionismo).
La complejidad y la acción y la complejidad y la empresa
La acción es estrategia. La palabra estrategia no designa a un programa predeterminado
que baste aplicar ne variatur en el tiempo. La estrategia permite, a partir de una decisión inicial, imaginar un cierto número de escenarios para la acción, escenarios que podrán ser modificados según las informaciones que nos lleguen en el curso de la acción y según los elementos aleatorios que sobrevendrán y perturbarán la acción. La concienciación y la organización del saber. Morin considera que los científicos tienen que concienciarse de varios aspectos: 1) el problema estriba en el modo de organizar el conocimiento y las ideas 2) existe una nueva ignorancia vinculada al desarrollo científico 3) los mayores peligros que corre la sociedad están vinculados al progreso ciego e incontrolado del conocimiento.
Se trataba de encontrar detrás de la complejidad y del desorden aparente de la realidad,
las leyes y el orden que rigen la sociedad. Este pensamiento acaba siendo incapaz de concebir la conjunción de la unidad y de lo múltiple. Esta manera de pensar, en lugar de favorecer el conocimiento de la realidad, destruye los conjuntos y las totalidades, y no permite concebir el vínculo inseparable existente entre el observador y lo observado.
Conviene elegir el planteamiento de la distinción-conjunción que permite distinguir sin
disociar y asociar sin reducir. Este pensamiento contiene un principio dialógico y translógico que integra la lógica clásica.