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Edgar Morin, nacido en 1921 en Paris, Francia, es un filósofo y sociólogo mejor conocido por su

teoría del paradigma de la complejidad.

Para empezar a trabajar esta teoría vamos a comenzar por buscar la respuesta a un enigma o
acertijo:

“Mejor que Dios,


peor que el diablo,
los ricos no lo tienen,
los pobres si,
y si lo comes te mueres”

Mientras los dejamos ponderar la respuesta a este enigma vamos a pasar a contar cómo Edgar
Morin propone su teoría a partir de la idea de que se requiere una mejor forma para pensar la
realidad globalizada de hoy en día. Por lo que propone elaborar un nuevo paradigma capaz de
asumir la incertidumbre y la dificultad, el caos, el azar, lo indeterminado e indeterminable,
cuestiones que la ciencia moderna había dejado de lado.

La principal urgencia de nuestro tiempo, como nota Morin, es una reforma del pensamiento cuya
tarea no sea acumular saberes en términos de sistemas y totalidad, como se ha venido haciendo,
sino en términos de organización y articulación, que lleva no tanto a fijar la totalidad de
conocimientos en cada disciplina, sino en los conocimientos cruciales, los puntos estratégicos, los
nudos de comunicación, las articulaciones organizacionales entre órbitas disjuntas.

Este paradigma vendría a reemplazar al paradigma de la simplicidad, de carácter absolutista y


simplificante, que nos llevó a muchos aciertos científicos, pero al mismo tiempo impide integrar
todos los aportes de la ciencia y las técnicas actuales, en un esquema unitario sobre el mundo, la
vida y el hombre.

Efectos de esto que podemos ver en todos lados, desde la división de materias en las escuelas
hasta, y volviendo al enigma, la forma que tratamos de resolver un problema complejo.

Al tratar de resolver el enigma seguramente el primer instinto de muchos fue analizar el acertijo
oración por oración tratando de encontrar una respuesta que aplicara a todas.

Dividir para explicar y explicar para controlar es la forma simplista y lineal de resolver problemas
del paradigma de la simplicidad.

Según Morin los 4 pilares del pensamiento simplificante son:

 Orden: Ve el universo regido por leyes de carácter absoluto, hasta Newton eran leyes
divinas, luego el mundo como máquina reemplaza a Dios
 Separabilidad: Lleva a descomponer todo según la 2da regla de Descartes. Falta la
conciencia del conjunto como conjunto. De ahí la especialización que degenera en
hiperespecialización. Así el cerebro se estudia en el departamento de biología y la mente
en el de psicología. Se aíslan los objetos de su ambiente, se separa el sujeto de su objeto y
la ciencia de la filosofía.
 Reducción: El conocimiento de los elementos del mundo lleva a un pensamiento que
mide, formaliza, y es computable, pues desde Galileo se parte de la medición condenando
lo no medible: el ser, la existencia, el sujeto.
 Lógica deductiva inductiva identitaria: la Lógica Clásica, necesaria pero, que ha llevado a
descuidar lo que está fuera de la lógica y que es tan importante como ella: la invención.

Morin sin dejar lugar a dudas sobre su postura dice que, al eliminar estas cuestiones (la
multidimensionalidad, los conceptos generales, las finalidades, etc.) del ámbito del pensar, la
función del conocimiento queda reducida a manipulación.

Pero Morin es optimista, pues cree que en el siglo XX ha comenzado una verdadera revolución
paradigmática, del paradigma de la simplicidad al de la complejidad.

En la física el mundo maquinal perfecto se derrumbó ante la teoría de la relatividad y la física


cuántica. Así mismo a nivel cósmico, la física comenzó a teorizar sobre el origen del universo, el
origen del orden a partir del caos, todo en el cosmos como fruto de la dialógica entre el orden y el
desorden. Las ciencias físicas reintrodujeron al sujeto en la construcción del conocimiento, cuando
descubrieron que era imposible observar un fenómeno sin afectarlo irremediablemente.

Morin se propone asumir la complejidad del conocer y repensarla a partir de la caída de los
fundamentos tradicionales que sustentaban la verdad del mismo.

Morin, yendo un paso más allá de Maturana dirá que, no sólo el ser condiciona el conocer, sino
que a la vez el conocer condiciona al ser, la autopoiesis y el sujeto dependen a la vez de la
dimensión cognitiva, que depende a la vez de la autopoiesis del sujeto.

Tres principios fundamentales para comprender la hipercomplejidad y la bio-lógica:

 Principio Dialógico: asociación de instancias complementarias, concurrentes, antagonistas,


superación de la separación de polaridades tradicionales (ej. Mente/cerebro).
Toda organización hace surgir cualidades nuevas que no existían en las partes aisladas
(emergencias organizacionales).
 Principio Recursivo: que desde una lógica circular y paradójica propia de los fenómenos
organizacionales de lo viviente afirmará que los estados finales son necesarios para la
generación producción de los estados iniciales.
Los efectos retroactúan sobre las causas modificándolas, surgiendo así una causalidad en
bucle.
 Principio Hologramático: que afirma que así como la parte está en el todo, el todo está a
su vez en la parte, y cada parte podría ser más o menos apta para regenerar el todo.
(individuo, lenguaje/normas/cultura)

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