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Alumno

Annel Arely Martin Escobedo

Matricula
ES1822030651

Actividad
Actividad 2. Cuestionamiento cultural para el desarrollo

Asignatura
Economía, cultura y democracia

Docente
Jose Luis Gayosso Ramirez

División
Ciencias Sociales

Grado
Séptimo semestre

Grupo
PPS-PECD-2202-B2-001
Introducción

¿La cultura importa para el desarrollo económico? Es la pregunta esencial de este apartado, en
parte los temas anteriores nos mostraron alternativas y críticas desde los grupos indígenas a la
economía y a la democracia, pero ahora es necesario repensar a los espacios locales su cultura
y los retos globales, es por ello que se ha seleccionado el texto de Amartya Sen (2004) en el cual
se cuestiona el papel de la cultura en la generación desarrollo. El texto pretende iniciar
cuestionamientos sobre cómo recuperar lo local y cómo dar mayor importación de la cultura
regional como factor de desarrollo.
Cuando se piensa en lograr desarrollo económico normalmente se considera cómo implementar
la política económica, poniendo atención en la política fiscal o monetaria, pero rara vez se
observa a las políticas culturales como generación de valor, por medio de la cohesión social, la
herencia histórica, el fortalecimiento de la solidaridad y la participación, sin embargo, estos
factores tienen un peso importante, tal es así que Amartya Sen, Premio Nobel de Economía, lo
considera pertinente. Además, en conjunto con la cultura el desarrollo local nos permite mirar
hacia las potencialidades de los espacios políticos y económicos regionales y municipales, lo
cual nos abre ventanas de oportunidad que nos llevan a la discusión sobre si fortalecer las
culturas locales.
El tema cultura es importante como factor de desarrollo, es amplio con una serie de
aristas que nos obliga a reflexionar de cómo la cultura influencia a la persona para que
adopte determinadas actitudes y costumbres en su vida diaria. Pero lo más importante
en este planteamiento es analizar cómo la cultura determina el comportamiento del ser
humano en la sociedad, su forma de desarrollarse y crecer. En el ámbito económico, la
cultura puede, de alguna manera, incidir para ser creativos, innovadores,
emprendedores y hasta influir en la forma de consumo que adoptemos.
¿Cuál es entonces el papel de la cultura en el desarrollo de una sociedad? Esa es la
pregunta que interesa. Y es que, si partimos del enfoque socio antropológico, podemos
asegurar que el comportamiento del ser humano ante la sociedad misma está
determinado por las diferencias o las similitudes de tipo sociocultural que existen entre
diversos grupos. No podemos tratar a todos los pueblos por igual. Sus creencias,
tradiciones, formas de actuar o interpretar los problemas sociales dependen en gran
medida de sus raíces culturales, de lo que la gente ha vivido; de lo que la gente vive en
esa mutua interrelación con los demás. El ser humano debe convivir con los otros para
poder subsistir; y es precisamente esa convivencia lo que lo hace crear cultura. La
cultura se hace, el ser humano no nace con cultura. La cultura se aprende. Y es
precisamente esa complejidad humana, determinada por la cultura y en ese hecho de
interrelacionarse, lo que muchas veces ocasiona tensiones entre grupos. ¿Por qué?
Porque el ser humano no es una especie social con una cultura única y pasiva. En un
territorio determinado puede haber grupos tan diversos caracterizados por la cultura que
los ha formado desde su nacimiento. Entonces, debemos tener claro que la evolución
del ser humano es permanente, por lo que la cultura humana será dinámica y
progresiva, marcada únicamente por los límites humanos. En otras palabras, el ser
humano es un ser cultural. Y es de recalcarlo: la cultura es un hábito que se aprende o
se asimila. Desde antes de nacer estamos ya influidos por una cultura, la que nuestros
procreadores traen inscrita, es decir, su historia de vida.
Los retos y oportunidades que marcan la globalización al desarrollo local, es un proceso
de globalización que se está dando con el cambio de siglo ha transformado de manera
profunda la concepción del desarrollo y las formas para acceder al mismo. Así mismo,
ha resultado en un fortalecimiento del papel de los gobiernos locales y regionales en la
promoción del desarrollo. Este trabajo propone un marco analítico que clarifica la
relación entre los dos procesos y ubica la gestión municipal en un contexto más amplio,
caracterizado por el impacto de la globalización en los procesos de desarrollo regional y
local.
La globalización como realidad observable no es un fenómeno nuevo, sino un proceso
que se ha venido gestando a lo largo de los últimos siglos, con olas de aceleración y
contracción. Sin embargo, algunas características de la etapa actual sí son bastante
novedosas. Dos aspectos fundamentales están en la base de las nuevas condiciones
en las que se desenvuelven las relaciones económicas contemporáneas que hacen de
esta etapa un fenómeno diferente: uno es la aceleración de los flujos de capitales y del
comercio internacional a partir de la segunda guerra mundial; el otro es la aceleración
del progreso científico y tecnológico, en especial, en las áreas de la informática y las
telecomunicaciones, con la consecuente "revolución de la información". La acción
combinada y acumulativa de las dos tendencias ha producido una transformación
cualitativa del panorama mundial contemporáneo a partir de la segunda mitad del siglo
que termina.
El uso del término «globalización» se empieza a difundir en los años sesenta del siglo
pasado como un prisma que refleja la complejidad e interdependencia del sistema
capitalista mundial. Aunque estamos de acuerdo con el sociólogo alemán Ulrich Beck en
que «la globalización es a buen seguro la palabra (a la vez eslogan y consigna) peor
empleada, menos definida, probablemente la menos comprendida, la más nebulosa y
políticamente la más eficaz de los últimos años» hay que reconocer que existe un
consenso en que su consolidación en todo tipo de ámbitos se produce en la última
década del siglo XX. A nuestro juicio, a ello han colaboradotres factores fundamentales:
La ampliación de los procesos de democratización de la tercera ola tras la caída del
Muro de Berlín en 1989.
La revolución de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.
La universalización de la aplicación de políticas económicas neoliberales, que
comprenden programas de liberalización interna y externa de las economías
nacionales.
Según Hutton y Giddens a estos tres factores o tendencias se les une una cuarta: la
transformación en la vida del ciudadano, los cambios familiares, los cambios en los
roles hombre-mujer y en general en los estilos de vida. Por tanto, la globalización refleja la
«escala ampliada, la magnitud creciente, la aceleración y la profundización del impacto
de los flujos y patrones transcontinentales de interacción social».
Estos factores son los que han permitido analizar la globalización como la ampliación e
intensificación de relaciones sociales, económicas y políticas a través de regiones y
continentes o como «un aumento del ámbito geográfico de las interacciones sociales
localmente consecuentes». De esta forma, la globalización ha modificado los conceptos
fundamentales sobre los que se cimentó la construcción de los tradicionales estados-
nación –conceptos como «poder»,
«soberanía», «territorio», «autodeterminación» y otros– que tendrán que ser redefinidos
en la época del capitalismo global.
También, aunque esta vez hacia el interior de los Estados-nación, la globalización ha
impulsado un proceso de descentralización, regionalización y revalorización de las
unidades políticas subnacionales. Así el nivel de gobierno local se convierte, por su
proximidad a los ciudadanos, en un escenario ideal para poner en práctica experiencias
que mejoren la eficiencia, la eficacia, la calidad, la transparencia y la legitimidad de las
políticas públicas locales.
El gobierno actua para la aceptación del multiculturalismo y el derecho a la diferencia
han constituido temas en los que un gran número de académicos han centrado su
interés. Parte del debate se ha enfocado al análisis de si son o no compatibles, dentro
de una sociedad liberal, los derechos individuales, los colectivos y los de grupo. Si los
derechos individuales fueron establecidos para proteger la integridad, promover la
igualdad y garantizar la libertad de todos los ciudadanos de un país, subyace esta
pregunta: ¿por qué es necesario otro tipo de derechos específicos para los pueblos
indígenas si éstos ya cuentan con la protección jurídica en tanto individuos?
El concepto de multiculturalismo requiere ciertas aclaraciones. Es un término que ha
sido utilizado como un paraguas para cubrir un sinnúmero de fenómenos socioculturales
y políticos relacionados con la diversidad cultural. Sin embargo, cada fenómeno
confronta sus propios desafíos, no todos tienen la misma forma ni los mismos objetivos:
feminismo, multiculturalismo, nacionalismo, luchas contra la herencia colonial, son
fenómenos relacionados que no deben confundirse entre sí. Por ejemplo, nos aclara la
autora, es distinto el problema sociocultural de la paridad entre los sexos al de la
aceptación de la identidad de una minoría étnica, y diferente de esos dos casos es el de
un pueblo con lengua y tradiciones comunes que aspira a convertirse en una nación
políticamente autónoma.
El multiculturalismo en la esfera pública en México y en toda América Latina ha hecho
énfasis en crear agencias para atender la problemática de los pueblos indígenas, con
un énfasis en la esfera estructural institucional. De tal suerte que el reconocimiento de
las identidades está acotado a su compatibilidad con el liberalismo. Otros analistas si
bien avalan las duras críticas a las políticas de reconocimiento, reconocen que éstas
han significado un avance frente a las posiciones monistas del Estado. Para autores
como Raquel Yrigoyen y De Souza Santos podemos hablar de un nuevo
constitucionalismo pluralista que tiene la posibilidad de reconstruir o redefinir las
concepciones monistas e individualistas de los Estados liberales y que por tanto es
posible construir desde la arena de los derechos colectivos una nueva juridicidad plural
que brinde espacios para construir
experiencias emancipatorias. Sin embargo, esto es hasta hoy en México una
posibilidad a largo plazo en el mejor de los casos.
Bibliografía
Bozzi, S. M. (2000). Globalización y desarrollo local: hacia una perspectiva
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https://journals.openedition.org/revestudsoc/28790
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http://sgpwe.izt.uam.mx/files/users/uami/lauv/Valladares_Laura_La_politica_de_la_multi
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Patiño, M. d. (2006). Multiculturalismo y reforma del Estado. Obtenido de scielo
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http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607-050X2006000100007
Rivas, R. D. (2015). Cultura: factor determinante del desarrollo humano. Obtenido de
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de%20un%20pa%C3%ADs,personas%20alcancen%20un%20nivel%20de

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