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La baja ingesta de frutas y verduras, así como de carnes, huevos y lácteos ha

generado la carencia de algunos micronutrientes (minerales, vitaminas entre otros )

1. Calcio

Se trata de un mineral que tiene una función fundamental en nuestro organismo,. Sin
embargo, para fijar el calcio en el sistema óseo es necesaria además la vitamina D. Por
tanto calcio y vitamina D van de la mano. Junto al fósforo, es un mineral necesario para
el crecimiento y la conservación de huesos y dientes.

Se recomienda la ingesta de tres porciones de lácteos al día (leche, yogur, queso).

Tendemos a pensar que el calcio sólo está presente en la leche y sus derivados, sin
embargo, aunque son ricos en calcio, hay otros alimentos que también lo tienen, y en
ocasiones, en mayor cantidad:

 Verduras: espinacas, col rizada, cebolla, acelga, grelos o berros.


 Legumbres: judías blancas, garbanzos, lentejas o soja
 Frutos: nueces, avellanas, dátiles y pistachos.
 Pescados y mariscos: anchoas, berberechos, sardinas, lenguado, salmón,
gambas y langostinos

Una dieta falta en calcio puede provocar al niño raquitismo, deformidad ósea, mayor
fragilidad en los huesos y posibilidad de padecer osteoporosis.

2. Hierro

El hierro es esencial para producir la hemoglobina, las células sanguíneas que


transportan el oxígeno a todas las células del cuerpo, y participa en funciones del
sistema inmunológico y cognoscitivo. La deficiencia de este mineral a temprana edad
puede estar asociada a problemas de aprendizaje, déficit de atención y de memoria.
Este mineral se encuentra en las carnes rojas, huevos, hígado, arvejas, fríjoles y en
verduras como brócoli, espinaca, espárragos y coles

3. Vitamina A

Es esencial para la visión, el crecimiento, el desarrollo óseo, la formación y


conservación de tejidos y en los procesos inmunológicos, entre otros. Esta vitamina
contribuye con la buena visión ya que produce los pigmentos de la retina del ojo, por
eso también se le conoce como retinol. La deficiencia de vitamina A puede estar
asociada a la propensión a enfermedades infecciosas agudas. Es importante anotar
que puede ser tóxica en dosis muy altas. El alto consumo suele presentarse por el uso
inadecuado de suplementos.
4. Vitamina D

Es determinante en la absorción y fijación del calcio. Ambos, vitamina D y calcio,


contribuyen en la formación de huesos sanos. los requerimientos se cubren
consumiendo de uno a tres lácteos al día (leche, yogur, queso). El cuerpo es capaz de
formar vitamina D por acción de los rayos solares; lo recomendable es exponerse de 10
a 15 minutos por día. No hay muchos alimentos que contengan esta vitamina
(mantequilla, yema de huevo e hígado); la leche de vaca se debe fortificar con ella para
dar un adecuado aporte. Abusar de su consumo puede provocar exceso de calcio y la
formación de cálculos renales.

5. Zinc

se encuentra en todas las células del cuerpo y es necesario para un adecuado


funcionamiento del metabolismo, ya que se encuentra en las enzimas que participan en
la digestión y permiten aprovechar las grasas, proteínas y los carbohidratos. Es por
esto que se le asocia con la producción de energía. Es de gran importancia para
fortalecer el sistema inmunológico, ayudar a combatir infecciones y a la cicatrización de
heridas. El zinc participa en la regeneración de los tejidos, por eso es importante para
el crecimiento de los niños. La deficiencia de zinc puede provocar disminución de la
respuesta linfoproliferativa, facilitando la presencia de infecciones frecuentes,
crecimiento lento, problemas de cicatrización e inapetencia. El zinc se encuentra en la
leche y los productos lácteos, las carnes de res, cerdo y cordero y en el pescado,
aunque este último tiene menor cantidad

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