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El Nuevo Paradigma de la Superdotación

y de las Altas Capacidades.

El proceso de diagnó
diagnóstico

Autores:

James T. Webb - Psicólogo.


Edward R. Amend - Psicólogo Clínico.
Nadia E. Webb - Neuropsicóloga.
Jean Goerss - Pediatra.
Paul Beljan - Neuropsicóloga.
F.Richard Olenchack - Profesor, Psicólogo.

Hay diversas razones que hacen que una persona busque ayuda. En primer
lugar, un niño o adulto superdotado puede ir a pedir la atención de un
profesional porque los profesores, los miembros de la familia o los
compañeros del colegio o del trabajo no se hallan confortables, mientras que
el niño o adulto superdotado o de alta capacidad no se siente extraño en
absoluto. Tales personas pueden demostrar comportamientos no
patológicos que son asociados con la superdotación pero que no son
entendidos como tales por los otros a su alrededor.

Un segundo escenario viene de los comportamientos problemáticos


que constituyen principalmente una reacción a un entorno inapropiado,
normalmente el colegio o el lugar de trabajo, pero a veces en casa. Los
comportamientos mostrados –que pueden llegar a ser dramáticos- son
reacciones normales nacidas de la falta de conciencia o comprensión
entre la persona superdotada y el entorno.

Por ejemplo, considerar al niño que se niega a hacer trabajos rutinarios e


insiste en leer sus libros preferidos en el colegio todo el día, o el niño que se
niega directamente a ir al colegio. El comportamiento de estos niños
puede ser visto como oposicional o indicativo de un desorden del
comportamiento y, lógicamente, pueden llevar al tercer escenario.

El tercer escenario es el resultante de los intentos sin éxito del niño o


adulto superdotado para cumplir con las expectativas, lógicamente
conduciendo tal situación a enfados, depresión, y otros desórdenes
psicológicos. Mientras, esta situación puede derivar en un diagnóstico
psiquiátrico, la raíz del verdadero problema puede derivarse del entorno –
tal como el colegio o lugar de trabajo inapropiado-, no de la persona.

El “tratamiento” más efectivo consistirá en dirigirse a los temas que existen


en relación al entorno, incluyendo una posible falta de conciencia de
expectativas respecto a lo que el adulto o el niño de alta capacidad, de forma
razonable, realmente puede o quiere hacer, y ayudando a al persona a
encontrar soluciones más productivas.

El cuarto escenario es el que se produce debido al desarrollo


desigual o disincronía. El niño, por ejemplo, puede tener insomnio debido a
la falta de sueño, cambios de humor, humor intenso que interfiere con el
funcionamiento diario, o incluso depresión existencial. Un niño dotado cuya
mente funcione más rápido que sus dedos puede estar frustrado porque su
escritura es mala. Un niño de alta capacidad puede estar frustrado porque
puede entender intelectualmente, pero no puede producir físicamente los
resultados deseados. Estos niños pueden beneficiarse de consejos,
ocupación u otra terapia, o posiblemente incluso de medicación, aunque
puede que no se garantice, sino mediante un auténtico diagnóstico
psiquiátrico de un verdadero especialista.

El quinto escenario es el de la persona superdotada con doble


diagnóstico. En este caso, las dificultades para el aprendizaje que supone el
Síndrome de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad, el desorden
sensorial de integración u otras excepcionalidades, pueden quedar
oscurecidas por la inusual habilidad del niño de alta capacidad para
compensar, consecuencia de la superdotación. O, el niño o adulto
superdotado puede tener una doble condición. Si se encuentran medios para
que el niño use sus capacidades para compensar sus debilidades, se
orientarán mejor las soluciones a estos problemas. Por ejemplo, un profesor
puede permitir al niño verbalmente dotado oportunidades de hacer
trabajos orales en vez de escritos para mostrar sus fortalezas y
minimizar el impacto de sus debilidades en la escritura.

En cada uno de los ejemplos anteriores, orientar a profesores, padres,


médicos y asesores escolares acerca de cómo debe realizarse la educación
específica de los niños superdotados y de altas capacidades, ayuda de
forma decisiva. Desmitificar la superdotación aclara muchos conceptos; el
sentido común conduce a controlar los comportamientos, y releva la
ansiedad tanto de los niños superdotados como de sus padres. Nuestra
experiencia de años nos indica que esta es la única y más efectiva de
las intervenciones disponibles. Por lo tanto, la educación específica de
los profesionales es de suma importancia. Encontrar un profesional
culto con amplia experiencia en altas capacidades es esencial para
lograr un diagnóstico y tratamiento óptimo para el niño superdotado.

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