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objetos, la preocupación por los demás, las interacciones recu-

rrentes en la consensualidad, la aceptación mutua y el respeto


mutuo como el modo básico de coexistencia, y el lenguajear. En
otras palabras, hemos de continuar siendo humanos sólo en la
medida en que nuestra operación en el amor y la ética perma- 3
nezca como el fundamento operacional de nuestra coexistencia
como animales lenguajeantes. En efecto, vivir en la negación de L a construcción social:
la consensualidad, del amor y de la ética, como el fundamento
de nuestros distintos modos de coexistencia, constituye la
emergencia y potencial*
negación de la humanidad. De esto podemos darnos cuenta
ahora. Kenneth J . Gergen

Referencias bibliográficas

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Computer Laboratory, Universidad de Illinois, 1974. objetivas de la conducta humana y explicaciones de sus carac-
Maturana H . R., Biology of Language: The Epistemology of Reality. En terísticas. Estos intereses se extienden a las acciones de todas
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Maturana H . R., What is i t to see? Archivos de Biología y Medicina Experi- de por qué funcionan como lo hacen. Y, cuando alcanzan un
mentales 16 (1983): 255-269. nivel apropiado de confianza, los científicos sociales arriesgan,
Maturana H . R., Reflexions on Love. Cybernetic 2, N - 1 (1986): 58-60. con frecuencia, predicciones y sugieren cómo se desarrollarán
Maturana H . R., The Mind is Not in the Head. Journal of Social and Biological los niños, cómo se reducirán los prejuicios, cómo prosperará el
Structures 8, N 4 (octubre de 1985): 308-311.
aprendizaje, cómo se deteriorarán las intimidades, cómo au-
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Maturana H . R. y Várela, F. J., The Tree ofKnowledge. Traducido por Robert


Paolucci. Boston, Shambhala, 1987. mentará el producto bruto nacional, etc. Como sus colegas en
Maturana H . R., Ontology of Observing: The Biological Foundations of Self las ciencias naturales, los científicos sociales y de la conducta
Consciousness and of the Physical Domainof Existence. En las actas de la comunican estas concepciones unos a otros y a la sociedad
conferencia "Texts in Cybernetic Theory": An InJJepth Exploration of the fundamentalmente por intermedio del lenguaje. Al lenguaje las
Thought of Humberto Maturana R., William T. Powers, and Ernst von ciencias le confían la tarea de describir y reflejar los resultados
Glasersfeld, comp. por Rodney E. Donaldson, presidente de la conferencia.
de su indagación. Es el lenguaje, entonces, el que debe cargar
American Society for Cybernetics, 1988.
con la verdad objetiva, ahora y para las generaciones futuras.
Y si es el lenguaje el que porta la verdad a través.de las culturas
y hacia el futuro, se podría concluir, razonablemente, que la
sobrevivencia de la especie depende, de modo importante, del
funcionamiento del lenguaje.

* Traducido por José Angel Alvarez.

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Aunque esto parece confortablemente convencional, haga- sentarlo. No es un problema menor, en absoluto, porque, como
mos una pausa para reconsiderar los deberes asignados tradi- lo saben los filósofos de la ciencia desde hace mucho tiempo, la
cionalmente al lenguaje. ¿Puede nuestro lenguaje soportar la teoría adquiere valor en el mercado de la predicción científica,
pesada responsabilidad de "describir" o "reflejar" lo que fuere? principalmente, en la medida en que existe una corresponden-
¿Podemos estar seguros de que el lenguaje es la clase de cia entre el lenguaje teórico y los sucesos del mundo real. Si el
vehículo que puede "comunicar" la verdad a otros? Y cuando se lenguaje científico no tiene ninguna relación determinada con
trata de lenguaje impreso, ¿podemos anticipar apropiadamente los sucesos que son externos al propio lenguaje, no sólo se
que "almacene" la verdad para las generaciones futuras? ¿So- tornará problemática la contribución predictiva de una teoría,
bre qué base se asientan estas creencias? Las dudas comienzan tampoco podrá ser perfeccionada mediante la observación. La
cuando consideramos las descripciones cotidianas de personas. esperanza de que se pueda aumentar el conocimiento mediante
Describimos a las personas como "inteligentes", "cálidas" o una observación continua y sistemática resulta fútil. Más
"deprimidas", aunque sus cuerpos están en un estado de movi- generalmente, se podría cuestionar la objetividad fundamental
miento continuo. Sus acciones son proteicas, elásticas, siempre de las teorías científicas. Si estas teorías no están asentadas en
cambiantes y, sin embargo, las descripciones son estáticas y la observación, entonces, ¿qué las garantiza? La pregunta es
congeladas. ¿En qué sentido, entonces, describe el lenguaje las crítica, ya que esta exigencia de objetividad ha suministrado la
acciones de las personas? O, si usamos el término "hostil" para base principal de la amplia autoridad reclamada por las cien-
referir a la expresión facial de Sara, el tono de voz de Ted o la cias durante el siglo pasado.
relación entre los católicos y los protestantes irlandeses, ¿qué Es en estos muchos aspectos que los empiristas lógicos
retrata, precisamente, el término "hostil"? Fotografías de los establecían, vehementemente, una relación próxima entre len-
distintos sucesos no tendrían ninguna similitud entre sí; ¿qué guaje y observación j En el corazón del movimiento positivista7
imita, entonces, el término? por ejemplo, se encontraba el "principio de verificabilidad del
Disyunciones similares entre las palabras y el mundo significado" (llamado en forma revisada "realismo de significa-
pueden discernirse en el nivel profesional. En el psicoanálisis, do"), a saber, el significado de una proposición radica en su j
por ejemplo, sus practicantes muestran una misteriosa habili- capacidad de verificación por medio de la observación^ Soste-
dad para aplicar u n vocabulario descriptivo restringido a un nían que|no_valía la pena considerar las proposiciones no
conjunto inusual y siempre cambiante de acciones. A pesar de sujetas a corroboración o enmienda por medio de la observa-
las vicisitudes de las trayectorias de vida, todos los analizandos ción^ El problema era, sin embargo, dar cuenta de la conexión
son caracterizados como reprimidos, conflictuados o defensivos. entre las proposiciones y las observaciones. Schlick (1934)
En forma similar, en el laboratorio de investigación de conduc- propuso que el significado de las palabras integrantes de las
tas, encontramos investigadores capaces de mantener compro- proposiciones debía establecerse a través de medios ostensivos
misos teóricos determinados a pesar del espectro y variabilidad ("señalar"). En sus trabajos tempranos JCarnap (1928) propuso
de las observaciones. Desde las ratas hasta los estudiantes uni- que los predicados de cosas representaban "ideas primitivas",
versitarios, los teóricos sostienen que todos producen la misma reduciendo así las proposiciones científicas a informes acerca
respuesta (p. ej. evitación) ante patrones de castigo. Y descubri- de la experiencia privada. Para Neurath (1932), las proposicio-
mos que, a pesar de los métodos rigurosos de observación nes debían ser verificadas mediante "oraciones de protocolo",
empleados en esos laboratorios, difícilmente podamos encon- que debían referir a los procesos biológicos de la percepción.
trar una teoría de la conducta que haya sido abandonada debido Todas estas oraciones son, en esta perspectiva, reducibles al
a que las observaciones parecen claramente cuestionarla. lenguaje de la física. Existía, entonces, una unidad fundamen-
Nuestra preocupación inicial, entonces, será la relación tal de todas las ramas de la ciencia. Aun desde otra posición,
entre el mundo y el lenguaje descriptivo diseñado para repre- Russell (1924) propuso que el conocimiento objetivo podría

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reducirse a conjuntos de "proposiciones atómicas", cuya verdad ostensiva, esto es, en definir los términos científicos mediante
descansaría sobre hechos aislados y discriminables. designación pública de referentes materiales. ¿Pueden los
—v7" Sin embargo,(gstos intentos por establecer relaciones se- términos de una ontología científica derivar su significado de
guras y determinadas entre las palabras y los referentes del las características de los estímulos a los que refieren? En su
mundo real dejaban una variedad de problemas sin resolver. famoso ejemplogavagai (págs. 26-57), Quine mostró la imposi-
¿Las proposiciones que entran en el principio de verificabilidad bilidad de hacerlo. En un caso extremo, todos los miembros de
están, ellas mismas, sujetas a verificación? Si no, ¿en qué una cultura pueden usar precisamente los mismos términos
sentido son significativas? Si el objeto al que refiere una pro- para describir un suceso, "un incendio", "una batalla", "una
posición está en un estado de cambio continuo o deja de existir, neurona", etc. Sin embargo, no existe ningún medio para de-
¡_ ¿la proposición sólo es verdadera durante un momento? Una terminar en forma precisa qué aspectos de la configuración del
proposición tiene significado por encima de la capacidad refe- estímulo están descriptos por los términos (o por cierto, si es,
rencial de las palabras individuales que la conforman. ¿Cómo precisamente, esta configuración a la que se hace referencia).
debe entenderse este significado? ¿Las proposiciones están La definición ostensiva puede servir para muchos propósitos
sujetas a verificación o sólo lo están los términos individuales? prácticos, pero la descripción científica no puede basarse o
¿Es la verificación un estado de la mente, y si ello es así, en qué afirmarse en el significado del estímulo. Para Quine, las teo-
sentido las proposiciones acerca de estados de la mente son, a rías científicas están "notoriamente subdeterminadas" por
su vez, verificables? ¿Sobre qué base deben establecerse los aquello a lo que se refieren.
hechos básicos a los que los descriptores refieren? ¿Cómo En la actualidad se acepta, generalmente, que el modo en
pueden establecerse reglas para ligar los predicados con los que sélográ objetividad en cuestiones de descripción y explica-
objetos individuales cuando las propias reglas no tienen signi- ción sigue sin haber sido explicado de forma satisfactoria
ficado hasta que se las define mediante nuevas reglas de (Fuller, 1983; Barnes, 1982). Mientras tanto, fuera de las filas
i enlace? Estas y otras molestas preguntas han permanecido de la filosofía de la ciencia, han comenzado a sonar tambores a
_ recalcitrantes a una resolución ampliamente convincente. un ritmo diferente, cada vez con más intensidad. Estos movi-
Para muchos, los argumentos de Popper (1935) y Quine mientos intelectuales —a veces denominados posempirismo,
(1960), en particular, dieron motivos para reconsiderar la base posestructuralismo o posmodernismo— ya no buscan u n razo-
empíricajde las descripciones que se postulaban como científi- namiento que enlace la palabra y el mundo. Más bien, en cada
cas. El primero argumentó que ningún instrumento lógico caso los argumentos plantean significativas dudas acerca de la
podía inducir afirmaciones teóricas generales a partir de la capacidad del lenguaje para describir, reflejar, contener, comu-
observación, esto es, pasar, de una forma justificada por la nicar o almacenar conocimiento objetivo. Estas críticas invitan
lógica, de una descripción lingüística aplicada a particulares a a reconsiderar completamente la naturaleza del lenguaje y su
una versión general o universal en términos de clases. Esto lugar en la vida social. Aún más importante para nuestros
condujo a Popper a adoptar la distinción de Reichenbach entre propósitos actuales, estas críticas comienzan a formar la base
un "contexto de descubrimiento" y un "contexto de justifica- de una alternativa a la presunción del conocimiento individual.
ción". El contexto de descubrimiento —ese espacio en el cual el Los trabajos críticos en filosofía de la ciencia no produjeron
científico hace afirmaciones iniciales de correspondencia- ningún sucesor del fundacionalismo empirista; en psicología, la
era, para Popper, "irrelevante para el análisis lógico del cono- crítica produjo, simplemente, otra instancia en un debate bi-
cimiento científico" (p. 31). En efecto, los medios por los cuales nario de siglos de duración. Las formas actuales de crítica, sin
el científico establece las afirmaciones ontológicas a ser estu- embargo, surgen de inteligibilidades discursivas que caen fue-
diadas, no están, ellos mismos, justificados racionalmente. ra de los dominios científico-filosóficos. Cuando sus implicacio-
Quine (1960) se concentraba en la posibilidad de la definición nes se elaboran y sintetizan, colocan los cimientos de una
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transformación completa de la concepción del conocimiento, en razón y la moralidad como inmersas en las prácticas culturales;
los niveles de metateoría, teoría y método. Después de exami- y la demostración de MarxlteToj modos en los quejas formas
nar el surgimiento de este enfoque construccionista social, de la razón están'íntluidos'por .los intereses de.clase. Más
podremos reconsiderarla naturaleza y funciones de las ciencias precisamente, estas obras atribuían, efectivamente, un amplio
humanas. Tres líneas críticas merecen atención especial. espectro de problemas sociales a la perspectiva iluminista de
una racionalidad histórica y culturalmente trascendental y a
L a crítica ideológica suS'Cl^^neroFcóntemporáneos: la filosofía, de la.ciencia posi-
tivísfareTcápitalistno y el liberalismo burgués. Estos compro-
Durante buena parte del último siglo, científicos y filósofos^ misos compatibles entre sí, sé argumentaba, facilitaban perjui-
empínstas realizaron un fuerte intento por separar a las cien- cios como la erosión de la comunidad, el deterioro de los valores
cias del.dehate moral. La tarea de las ciencias, se decía común- morales, el establecí miento de relaciones de dominación, la
mente, era describir con fidelidad "lo que sucede"; las cuestiones renuncia al placer y la mutilación de la naturaleza. Esta forma
de "lo que debiera suceder" no son, en general, de interés de análisis, denominada "teoría crítica", apuntaba, típicamen-
científico. Cuando la descripción y la explicación teóricas están., te, alcueTpó'de creencias —o ideología— que da origen a ins-
impregnadas de valores, se dice, no son fiables o son perjudicia- tituciones corruptas. El propósito de este análisis era la eman-
les: distorsionan la verdad. La cuestión de si las tecnologías cipación de la ideología perniciosa. Así, por ejemplo, lajaJfirma-
científicas debieran ser usadas para diversos propósitos (p. ej. cionesde"verdad de la ciencia podían evaluarse apropiadamen-
emprender guerras, el control de la población, la predicción te en términos cíe los sesgos ideológicos que revelaban. E l
política) puede ser de importancia vital para los científicos, propósito de la evaluación crítica es la liberación de los efectos
pero, como se aclara frecuentemente, las decisiones en tales perniciosos de las verdades mistificantes. Aunque los escritos
cuestiones no pueden derivarse de la ciencia como tal. Para de la escuela crítica eran (y son) predominantemente de orien-
muchos científicos sociales, el ultraje moral de. la guerra de tación marxista —buscaban emancipar la cultura del cepo de la
Vietnam comenzó a socavar la confianza en esta perspectiva de,., ideología capitalista—, la forma del argumento ha roto, desde
larga data. De algún modo, la neutralidad gelatinosa de las. entonces, sus ataduras marxistas. Para cualquier grupo pre-
ciencias paréclamoralmente corrupta. No sólo no Rabia nada en ocupado por la injusticia o la opresión, la crítica ideológica es un
la perspectiva científica que justificase retirarse de la brutali- arma poderosa para socavar la confianza en las.realidades
dad opresiva de la guerra, sino que, también, el "establishment" aceptadas délas instituciones dominantes: la ciencia, el gobier-
científico prestaba sus esfuerzos, con frecuencia, a incrementar., no, la milicia, la educación, etc. En la actualidad y eclipsando en
las tecnologías de agresión. Había buenas razones para renovar extensión a la obra marxista se encuentra, por ejemplo, el
y revitalizar el lenguaje del "debiera". enorme cuerpo de la crítica feminista.
Para muchos estudiosos, esta búsqueda condujo a.,!a Con fines ilustrativos, considérese el análisis de Emily
resucitación de una forma languidecente de análisis filosófico: Martin acerca de los modos en los que la ciencia biológica
k crítica moralmente informada de la racionalidad iluminista. caracteriza el cuerpo de la mujer. El interés particular de
Los escritos de los años 30 de la llamada escuela de Francfort Martin se encuentra en el modo en que los textos de biología, en
HórRheimer, Adorno, Marcuse, Benjamín y otros— fueron
:= clase y en el laboratorio, representan o describen el cuerpo
particularmente útiles en este respecto. Primero, estos teóricos femenino. Ella encuentra que el cuerpo femenino es tratado,
abrevaban en uñsigñificátivo linaje intelectual, incluyendo el típicamente, como una fábrica, cuyo propósito principal es
énfasis de Kant sobre la primacía de la libertad indiyiduaJxla- reproducir la especie. Se deduce de esta metáfora que los
responsabilidad moral sobre el mundo científicamente concebi- procesos de la menstruación y la menopausia son derroches
do dé las contingencias materiales; la concepción de Hegel de la disfuncionales porque son períodos de "no producción". Consi-

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dérense los términos negativos con los que un texto biológico proveer descripciones j)bjetivns_ojrecisas del_mundo. Estas
típico describe la menstruación (bastardilla mía): "la caída de críticas socavan, en prime^Jhj.gar Ja a u t o n d a d ^
progesterona y estrógeno en sangre depriva al tejido altamente nes más^rígurosas y ostensiblemente neutrales. Sugieren que
desarrollado del endometrio de su soporte hormonal"; "la todas las dej^ripjúones de lo que "es el caso" podrían ser de otra
constricción de los vasos sanguíneos conduce a una provisión forma: "Aquí está la 3escnpcioñ aceptada sin rnjramientos; j u s
disminuida de oxígeno y nutrientes"; y cuando "la desintegra- efectos son moral o políticamente ofensivos. Entonces, conside-
ción comienza, todo el tejido empieza a degradarse y el flujo ren otra perspectiva' . En efecto, tales críticas abren el camino
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menstrual comienza". "La pérdida de estimulación hormonal a imjjluralismo descriptivo. Más aún, estas formas de crítica
causa la necrosis" (muerte de los tejidos). Como dice un texto, la operan para remover la afirmación de verdad de la discusión.
menstruación es "el útero que llora por falta de un bebé". Como Esto es, desplazan el foco de la afirmación misma a laJbase
Martin advierte, estas descripciones científicas están lejos de ideológica o motivacional de la que ésta se cteiñva. Señalan la
ser neutrales. De modos sutiles informan al lector que la íñTéñción suoyaceñtéTlTeTTéTáTóF de la verdad de suprimir,
menstruación y la menopausia son formas de colapso o fracaso. obtener poder, aculñlilar riqueza", sostener su cultura por enci-
Como tales, tienen implicaciones peyorativas de amplias conse- ma de las demás, etc., socavando así el poder persuasivo de la
cuencias. Si la mujer acepta esas descripciones, se aliena de su verdad tal como fue presentada. Reconstituyen el lenguaje de la
cuerpo. Las descripciones proveen la base de un autojuicio descripción y la explicación como lenguaje motivado; piden que
negativo, tanto con una frecuencia mensual, durante la mayor las afirmaciones de neutralidad sean consideracte^s^^mo
parte de su edad adulta, como permanentemente, después de ' misTTfic~aao7á?'.|qüe"elTiábla fáctica sea reconocida como^na_-
t

que pasaron los años de fertilidad. Además, estas caracteriza- iú^ulacjónj^jtc. A l hacerlo así.aelstruyen el estatuto del len-
ciones podrían ser diferentes. Esta predisposición negativa no guaje como portador de la verdad.
es inevitable por el "hecho de ser un cuerpo femenino", sino que
resulta del ejercicio de la metáfora masculina de la mujer como L a crítica literario-retórica
fábrica reproductiva.
Esta forma de análisis crítico —que apunta a revelar U n segundo cuestipnamiento de la capacidad de reflejar la
p ropósjtojrijteológicos, morales p pphtTcoi dentro dedescripcio- realidad de la descripción y la explicación se ha alimentado en
nes aparentemente.objetivas y^desapasionadas del inundo^, un suelo diferente, el de la teoría literaria. En lugar de destruir
está floreciendo actualmente en todas las ciencias y disciplinas la base semántica de la descripción y explicación, demostrando
humanísticas. Es_ usado por Tos negros^ ^f'^empTóTIpara s!is"origenes valorativos, el intento es demostrar que_esas
desacreditar el racismo implícito en miríadas de formas, por los concepciones están determinadas no por las característica^ de
homosexuales para revelar las actitudes homofóbicas dentro de IóTprqpios sucesos, sino por las convenciones de >su descripción
las representaciones comunes del mundo, por los antropólogos literaria. Panfapreciar esta posición es útil volver a lasjcríticas
y especialistas de área preocupados por el sutil imperialismo de de Kuhn (1962) y Hanson Q.958) a los fundamentos fácticos de
la etnografía occidental, por los historiadores perturbados por fas teorías científicas. Kuhn razonó que el paradigma científico,
el uso de los escritos históricos para valorizar la condición como conjunto de creencias a priori "funciona diciéndole al
presente (la "historia presentista"), y por los eruditos preocupa- científico cuales entidades contiene la naturaleza v cuáles no"
dos por lasconsecuencias morales y políticas .de una amplia (p. 109). No son los hechos los que producen el paradigma sino
variedad,de.teQrías sociales y psicológicas, ParaJos_pnipásj±QS
u
el paracijgnaajelaue dete^
actuales, la consecuencia más importante deteste coro En forma similar, para Iiansonjlj^jgeP..djJas descripciones
concatenante es el cuestipnamiento del supuesto de que_eL_ fócticas en las ciencias se encuentra en la perspectiva del
lenguaje puede ser portador de la verdad, que la ciencia puede observador. En efecto, tanto para~Kuhn como para Hanson, el

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marco a priori de la observación_es cognitivo. El científico ve, dido en relación con sus influencias. Para los propósitos actua-
literalmente, el mundo material a través déla lente de la teoría. lésTeñtñnces,jDodemos distinguir entre el discurso (como un
Para Kuhn, los cambios de paradigma, entonces, son similares exterior) yJU^jejitfíJ^^
a los cambios guestálticos en la percepción (p. 111). Para güracioñes. En este sentido, la mayor parte del pensamiento
Hanson, "El observador. „ sólo intenta hacer que suaohsfíryaciQt estructuralista se opone al enfoquejteHenguaje como determi-
nes sean coherentes con un trasfondo de conocimiento estable- nado por losjojb^e^j^ccncepdón para la cuaTuiímvñntario de un
cido. Esto es la nieta de la obserxación" (p. 20). Resulta claro que Ierigúaje objetivo sería un inventario del mundo tal_como es.
las críticas preservan los aspectos fundamentales de un enfoque Más Dien, para el estructuralista la atención principal se dirige
individualista del conocimiento. Es Nelson Goodman, en su hacia el modo en que las representaciones lingüísticas se
Ways ofWorldmaking, quien muestra el mp.do_de retenerja _ encuentraiiinfluidas por estructura¥yTuerzas diferentes de las
lógica de los argumentos de Hanson y Kuhn pero eliminando la del mundo representado. Para el lingüista estructuralista,
mente del conocedor como explicación ^aj>ur¿ere^ FeraTñlano!^eBaüssüreila dualidad se da entre la langue, "un
comprensión no es cognoscitiva sinojingüístíca. Como Goodman sistema gramatical que... existe en la mente de cada hablante"
dijo: "Si yo pregunto acerca del mundo, usted puede ofrecerse.a (1983, p. 14), y la parole, la externalización del sistema en
contarme cómo es bajo uno o más marcos de referencia; pero si. términos de la combinación de sonidos o marcas necesarias
yo insisto en que usted me diga cómo es, fuera de cualquier, para comunicar significado. En efecto, los actos irregulares,
marco, ¿qué puede decir? Estamos confinados a modos de descri- efímeros y variados de la comunicación explícita son expresio-
bir cualquier cosa que deseemos describir" (p. 3). En términoscfe nes de conjuntos más fundamentales y estructurados de dispo-
Goodman, es la descripción, no la cognición la qué construye el siciones internas. Es la tarea del lingüista, desde este punto de
mundo fáctico. Para los teóricos literarios la descripción es un vista, ir más allá de la superficie de la expresión lingüística para
subproducto del texto: es el texto y no la mente lo que determina descubrir el sistema generativo o estructura interna.
lo que puede decirse acerca del mundo. En la medida en que la Gran parte de la investigación en las ciencias humanas es
descripción y la explicación son exigidas por las reglas de la compatible conJajtarea gstructuralista^Ilustrativo de ello es el
exposición literaria, entonces, el mundo exterior falla en dejar intento de, Freud de usar la palabra hablada ("contenido mani-
su impronta sobre el lenguaje. En la medida en que los requeri- fiesto") para explorar la estructura del deseo inconsciente
mientos literarios absorben el proceso de descripción científica, QontenjjioJ^^ frecuencia, se considera a los escritos
los objetos de tales descripciones —en tanto independientes de maxxistas_como estructuralistas debido a su énfasis sobrejps.
las propias descripciones— pierden estatuto ontológico. modos materiales de producción que subyacen a los conceptos
Para los teóricos literarios estosintereses pueden rastrearse dejeconojrní^, valoree individuo. Más directamente ligados al
a variedades de la teoría estructuralista, que cautivó a las movimiento estructuralista están los trabajos de Lévi-Strauss
ciencias sociales y a las humanidades en décadas anteriores. (1963), en los que se hace el intento de interpretar formas
Aunque puede decirse mucho acerca del estructuralismo, puede culturales y artefactos muy extendidos, en base .auina..lágica.
verse el movimiento, en el presente contexto, como un desafío binaria fundamental. Similares son los intentos de Chomsky
temprano al presupuestftdfillejjgu^comp espejo, el comienzo (1968) por localizar una estructura gramatical "profunda".deia
de una discusión.de.lnxpielos,escritos„pose quetod^
recientes representan la conclusión extrema. El estructuralis- pueden derivarse. El concepto de episteme de Foucault (1973)
mo como orientacióngeneraL supone un doble foco: un exterior tenía mucho en común con el proyecto estructuralista en su
(lo aoarjmj^ojiado, lo observado) y un interior ^najisjructii^-. presupuesto de un conjunto de principios unificadores de los..
ra, fuerza o proceso). Se sostiene, generalmente, que el exterior QuetodasJaaJbrSasüffel conocimiento podrían derivarse,,.en...
recibe" su^ forma a través de] interior y sólo puede ser compren- una misma época histórica.

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Como se indicó, para aquellos quej30stienen_que ejjjmjjua- "real historia de vida" es un producto de artificios lingüísticos.
je puede servir comóliñ~^Hcub portador de la verdadLel De mayor significación filosófica, sin embargo, es el trabajo
pensamiento estructuralista comienza a planteajjan^clesafía posterior dTJacquesT3érrídá~^^ movimiento de desconstruc-
En la medida en que las llamadas "descripciones objetivas^ son_^ ción. Para Dérrula"ri^ern~pl-esa estructuralista (y, ciertamente,
controladas no por los sucesos siñó póTIyst^^ toaala epistemología occidental) está infectada con una des-
—sistemas internos de significado, fuerzas inconscientes,..mo- afortunada "metafísica de la presencia". ¿Por qué, se pregunta-
dos de producción, tendencias lingüísticas inherentes, etc.—, es ba, debemos suponer que el discurso es una expresión exterior
difícil, entonces, determinar en qué sentido estas descripciones de un ente interior (pensamiento, intención, estructura o simi-
son objetivas. La descripción, entonces, parece es^arcloñírgliSa larl?"¿Sobre qué base suponemos la presencia detrás de las
por la estructura más que por los objetos. Sin embargo, este palabras de una subjetividad no vista? Las implicaciones per-
rechazo de los conceptos de verdad y objetividad no fue muy turbadoras desemejantes preguntas se incrementan a través
desarrollado dentro de los círculos estructuralistas. La mayoría del análisis de Derrida de los medios por los que las palabras
de los estructuralistas deseaban formular una base racional u adquieren su significado. Para Derrida, el significado de las
objetiva de su conocimiento de la estructura. Lentamente^la - palabras no depende solamente de diferencias entre las carac-
marea teórica se volcó en contra de esta tradición. Sin embargo, terísticas auditivas o visuales de las palabras(p. ej. las palabras
quizás el punto pivotal en este giro hacia eíposestructuralismo inglesas bit, bet, bat y but tienen todas diferentes significados
provenga de la percepción autorreflexiva de que las concepcio- en virtud del cambio de la vocal). Además, el significado se
nes en términos de estructuras son discursivas. Si el discursono adquiere mediante el proceso de desplazamiento. Esto es, el
está determinado por los objetos en sí mismos sino porjas significado de cada palabra depende de definiciones provistas,
estructuras subyacentes, y las descripciones de estas estnictui, por otras palabras, por ejemplo, definiciones orales y escritas,
ras están, tambiénjjormuladas en el lenguaje, entonces,_¿en formales e informales, en diversas ocasiones, en el transcurso
qué sentido esas descripciones reflejan la realidad dejas^sjtruci-^ del tiempo. Así, u n término como bit, en inglés, puede usarse al
turas? Si son retratos de las estructuras, entonces los enfoques ensillar un caballo, aceptar una tarea difícil ("He took the bit in
empirista o realista del lenguaje serían correctos y los reclamos his mouth."), hablar de teatro ("She took a bit part."), referir a
de verdad de los estructuralistas estarían circunscriptos; si no pequeñas secciones o ítems ("This bit is the funniest of a l l " ) , etc.
son descripciones precisas, ¿entonces cuál es su estatuto? Esto, Sin embargo, el significado de cada una de estas palabras o
no invita a una regresión hacia un enfoque mimético del frases depende, además, de otros desplazamientos a nuevas
lenguaje, sino directamente hacia el abandono del dualismo deji iliciones y contextos. Un "bit párt" es una "parte pequeña",
estructuralista. Más específicamente, como no parece que ten- y~"pequeña" porta rastros, en términos de Derrida, de inconta-
ga sentido negar nuestra inmersión en el discursc^ej._pr£sj¿^,. bles usos en otros marcos.
puesto de una "estructura subyacente" —una fuerza oculta Al buscar el significado de una palabra encontramos,
detrás del lenguaje— pierde su atractivo. entonces, un dominio creciente de palabras. Determinar lo que
Fueron los semióticos los primeros en empezar a jugar cpn_ una emisión dada significa es ser arrojados a un conjunto
las implicaciones radicales de esta última conclusión. Por informe de usos del lenguaje o textos. Una emisión no nos
ejemplo, en su "autobiografía", traviesamente titulada Roland provee, entonces, tenues simulacros de las ideas en la cabeza de
Barthes, él procede a violar virtualmente todas las reglas de las personas. Más bien, en esta concepción, nos invita a un
representación de una historia de vida. Evita la cronología, "juego infinito de significantes". Derrida acuñó el término
habla de sí mismo en tercera persona, inserta al azar sus ideas (liffcrance para referir, simultáneamente,.a diferencia y des-
acerca de diversos tópicos, hace poca referencia al pasado, etc. plazamiento, asegurándose así que el significado del propio
De esa forma intenta demostrar que lo que consideramos una termino quede apropiadamente oscurecido. A través de este
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análisis la presencia del autor (intención o significado priyndq) por ejemplo— adquieren su poder. En efecto, los desarrollos en
es eliminada. El significado interior se reemplaza por una eT"estüdio retórico son paralelos a los de la crítica literaria:
inmersión externa en sistemas de significación ambos desplazan el foco de atención del objeto de la represen-
"Como puede verse, sólo hay.uii-.pequfmo_4iaso_dj3_la tación (los "hechos", éT "punto de la discusión") a la forma de Ja
desconstrucción de la intención del autor a la desaparición del representación. Y a medida que se dilucida en forma progresiva
objetó del lenguaje también. Esto es, no sólo deja de ser un locus la forma, el objeto es estrangulado lentamente. Cuando se ha
importante de significado la intención del autor, también deja removido todo lo que es forma, queda poco que pueda llamarse
de serlo el mundo fuera del discurso. Tal como Derrida intentó contenido. _
mostrar para el caso de diversas líneas filosóficas, tal escritura, Considérese la retóricatdelft«y>"i'inj(!aci6ncientífica. Como
es sólo eso, una forma de escritura. Recibe su significado no de muestran los analistas, dicha comunicación está regidaj).ox.....
aquello que supone qué existe o a lo que hipotéticamente se modo^Jprjaalesíe. informales) de representación, modos que
rejjefejp. ej., la Iógica^TásT^pTeleritácTóhés son responsables de la aparente racionalidad^^u objetividad J e
a priori y otros similares), sino por su referencia a otros textos las comTímcacioñes. Por ejemplo, las teorías de Landau (1986)
filosóficpjs. Para la filosofía, entonces, no hay nada fuera del a éTa^vouTcloñ"humana no están regidas por los sucesos del
r

mundo de lósTextos. La disciplina puede "continuar e^TsHerido pasado, sino por formas de la narrativa o la narración de
Tñaeiíñidamente como empresa autorreferente. Esta línea de historias. Las formas narrativas proveen la superestructura
razonamiento conduce, á su vez, al análisis de los textos filosó- para el desarrollo de la teoría evolutiva. Sin las formas de la
ficos entérminos^e las estrate^^Mérarias median t e j a s narración, la teoría evolutiva sería esencialmente ininteligible.
cüalliDPiff^ muestra que diyersasjme^dfi Los diversos fósiles y artefactos recolectados por los científicos
discusión filosófica dependen, por ejemplo, de la_adoj)ción_díi„ no servirían como evidencia, porque no habría ninguna forma
ciertas metáforas. Si se"extrae la metáfora de la discusión, de inteligibilidad de las que serían instancias. U n caso similar
queda poco para discutir. Es esta línea de razonamiento la que ocurre en la ciencia psicológica. Aquí los investigadores han
da fuerza al ataque de Rorty (1979) a la historia de la epistemo- estado interesaaosen las metáforas dominantes que guían la
logía occidental. Toda la historia, sugiere Rorty, resulta de l a . construcción teórica (Leary, 1991) y, especialmente, en los
desafortunada metáfora de la mente como espejo, una "esencia efectos del respaldo exclusivo en una metáfora mecanicista
vitrea" que reflejajossucesos del mundo externo. En efecto, el (Hollis,,1977;.ShQtter,.1975X Una vez que el teórico adopta la
debate sempiterno entreempTñslasyFácionalistesnoes acerca metáfora del ser humano como máquina, la concepción teóiica
de un dominio que existe fuera de los textos, sino más bien un estará constreñida de formas importantes. Sin importar el
ejercicio en diversas formas de figuración literaria. Remuévase carácter déla conducta de la persona, el teórico mecanicista
la metáfora y el debate, en su mayor parte, se desploma. está virtñaTin^ñte^bligado arecortarla del entorno, a conside-
En las ciencias humanas, no "fuella teoría literaria la que rar'"éste~eriTérnnños de elementos de estímulo o entrada, a
hizo la crítica más aguda, sino los estudios retóricos-Corno considerar a la persona como reactiva a y dependiente de estas
muchos sostienen, estamos experimentando en la actualidad entradas, a considerar el dominio de lo mental como estructurado
un renacimiento en esta tradición de 2.500 años. Al impartir un (constituido por elementos interactuantes), a segmentar la
énfasis duradero sobre las reglas de uso efectivo del lenguaje, conducta, en unidades que pueden ser coordinadas con los
los estudios retóricos se han movido en la dirección de la crítica. estímulos, etc. Existen otras metáforas como alternativas a la
Cada vez más, se concentranen los medios~por~los cuales mecanicista."Por ejemplo, la metáfora orgamsmica, la del mer-
diversas formas de hablar o escribir ganan fuerza persuasiva y, cado, la dramatúrgica y la de seguimiento de reglas, todas han
más importante, cómo formas de representación durante m i - teñido un papel significativo enj_a_inyesjigación psicológica de
cho tiempo sacrosantas —la filosofía, la ciencia y la estadística. las decaaasTécieñtes (Gergen, 1991). Cada una posee ciertas

152 153
yenteyasjrjderjtesj^ históricamente contingente. Sin embargo, debido al entusias-
ciertos yajcres y, más importante para nuestros propósitos mo^ex^ó^viTporel fundacióhalismo empirista y su invitación
actuales, cada una construye una ontología. optimista a una ciencia unificada, las implicaciones revolucio-
En una vena similar, la crítica feminista ha mostrado los narias de estos enfoques no fueron exploradas durante varias
muchos y variados modos en que las metáforas masculinas décadas. Cqnol movimiento anticienciade los años de la guerra
guían la construcción de teorías ("rendiciones de la realidad") de Vietnam y la declinación del fundacionalísino empirista, e!
en biología (Hubbard, 1983; Fausto-Sterling, 1986), biofísica mundo intelectual estaba, quizá, preparado p a r a . e l
(Keller, 1984) y antropología (Sanday, 1988). Los antropólogos resurgTirmento de la concepción social del conocimiento.
culturales han desarrollado un agudo interés por las prácticas Los principales resultados, de este resurgimiento habrían
literarias que guían la inscripción etnográfica, y han advertido de localizarse en dos campos: la historia de la.ciencia y la
-

que las convenciones occidentales sobre la escritura pueden so^Mp^íajielj^ocimíento. El texto principal en el primer do-
oscurecer y trivializar las propias culturas que se desea com- minio es, por supuesto, el trabajo de Kuhn, de 1962, [^estruc-
prender (Clifford y Marcus, 1986; Tyler, 1988). Se han lanzado tura de las revoluciones científicas. E\o de K u h n j i o sólo
investigaciones importantes para comprender la base retórica desafiaba la concepción tradicional de la ciencia como una
de la economía (McClosky, 1985), la historia (White, 1957), la empresa fundada en la razón, en la cual la acumulación de
psicología (Bazerman, 1987) y las ciencias humanas, en general conocimiento objetivo estaba asegurada. Tambiéncomenzó^a
(Nelson, Megill y McClosky, 1987; Simons, 1989, 1990). sugerirJnj)osibilidad <k u^^
deji3rluis^^ E l fuerte énfasis puesto sobre
L a crítica social las subdisciplinas científicas y su compromiso con paradigmas
inconmensurables invitaban a uiia^^iicacíóñ social de lo que
La fuerza de los asaltos ideológicos y literario-retóricos corvsTd^rarnos^selprogresó científico. El cáustico texto de Paul
sobre el enfoque de lacorre^spondeníóaiiellerAguaje es aumen-
tada por un tercer movimiento académico, uno de importancia d e k u h n . No sólo sornostraba que los estándares tradicionales
fundamental en el surgimiento del construccionismo social. Un de raciormjiclanera^ (si no oscurecedores )_paraJos
comienzo de esta historia puede rastrearse a. una línea de avances científicos, sino también que d i f e r e n r ^ g f u p ^ a j r a ^ s
pensamiento -que surge de los.trabajos. de..Max. Web.er ,Max
r
de la I n j t o j n a j i o s e ^ .
Scheler, Karl Mannheim y otros continentalistas interesados dad. A partir de estos trabajos, un amplio análisis de l a invesf
eñ la naturaleza y los límites del pensamiento científico. En tígaciónenJñstoria4e4a-ciencia.slJiministró la^
particular, todos jeüc^^sjbaban^reocupados por el contexto,, dimensión, sociohistórica de. }a, actividad científica. Esto Ka
cultural en eTcual toman Jornia diversas ideas y los modos en pérrmtido, que se convirtiesen en una fuerza central en la
que estas ideas, a su vez, dan forma a la práctica científica_y. relati^ización de.M^ conocimiento, y en cam- .
cultural. Quizá sea el texto de Mannheim, de 1929, traducido 6íar el ™>ntrnflel^iáln^ro. de lafilosofíade la ciencia a cuestiones
como Ideología y utopía, el que presenta el esbozo más claro de del proceso sogiaL,
los supuestos de significación resonante. Como Mannheim En forma intertextual respecto de esta aventura, existie-
propjisoj^ ron f^mhjn^HJmj)ares en la snciplogfa <to1 conocimiento. Hubo
a sus orígenes empíricos o racionales trascendentes) de los una amplia preparación para.Un.asaU..o.a las bases del conoci-
cornpromisos teóricos; 2) bs^jrupos socialesse_or^ámzañ7 miento científico. El pequeño e influyente texto dePereTWíHcfi¡
frecuenternente, en torno de ciertas teorías; 3) las discrepancias The Idea of a Social Science (1958), había mostrado los modos,
teóricas son, por ende, cuestiones de conflicto^grupal (ppiStlcoXT en los que las proposiciones teóricas,§pn.cflnaytuj i\^s,de-ílos
1

y 4) lo que consideramos conocimiento es, entonces, cultural e fenómenos* de las ciencias sociales. La construcción social de la
154 155
realidad, de Berger y Luckmann í 1966i, había reemplazado en do. La revocabilidad esencial (o c á r t e r indefinible) de los tér-
forma efectiva la objetividad científica por una concepción de minos Hftscriptivosj¡e_nuiestra en una .variejiad "de estudios
subjetividad socialmente informada. The Social Fmmeworks of a^rc^nrM^moJfls j^rannaa ^ t e r m i n a n qué es u n problema
Knowledge, de.Georges Gurvitch (originalmente publicado en psiquiátrico, u n suicidio, uncrimjauuyenil, el género, estados
1966), remite el conocimiento científicoja_niar£Qs particulares meñtólesTaTc'óFólísmo. enfermedad mental u otros constitu-
de comprensión que son, a su vez, el resultado de comunidades yentes hipotéticos del mundo aceptado sinmiramientos (véase
particulares. Ian Mitroff, en The SubjcdiveSide of Science Garhnkel, 1967; ¿JkBffioKTJJTTi Cicourel, 1968'; Kessler y
(1974), exploró el costado emocional de los supuestos científi- McKenna, 1978; Coulter, 1979; McAndrew, 1969;Scheff, 1966).
cos, y mostró los modos en los que diversos jujcjpg científico^ se En cada caso, se argumenta, se desarrollan reglas localizadas,
basan en la personalidad y el prestigio. Fue así que a mediados dentro de relaciones acerca de qué cuenta como instancia del
de la década de 1970, los sociólogos Barnes (1974) y Bloor (1976) suceso en cuestión.
pudieron esbozar las posibilidadesjie un "programa fu^rte^en
la^ociología^delranocm Ellos pjnponían que virtualmen- E l conocimiento como posesión comunitaria
te todos la&ibrmulaciones científicas son cansa/jas pnr inten-
ses sociales: políticos, ec<mójnicQSL profesionales, etc. En efecto, Cada una de las líneas precedentes de crítica rejDrese.iita_.
quitar lo social dejo científico sería nodejar nada que pueda ser un pode7oso~aesafíoal enfoquetra&ciqnaT"déTle^
cc^sidjeradp_cc^acmñento. portáSó^
Aunque el programa fuerte continua estimulando debates. las^firmacipnes empiristas y realistas de que la ciencíasiste-
la mayor parte de las investigaciones adopta ahora una postura máticajnede producir descripcione^culturajm^
más circunspecta. Particularmente significativo para el surgi- tualizadas de lo que "es eTcas£, verdaderas sin consideración.
mlento del construccionismo es el trabajo qué seconcentra en " hacíala presencla^umañaTSine^ a pesar de la similitud
los procesos microsociales, la interacción cara a cara a partir de eliTuTcoñcEjsToñ|s^ hallamos que los análisis
la cual se produce el significado científico. Es en esta vena que mlsrnos^guentrayectoriasbastante oferentes.Descomponen
los sociólogos han ejcploradoLlpsjprocesos sociales esenciales en dj3rnpdo^_di£ere^ vínculo .semántico
la^crgación de "hechos" dentro del laboratorio (Latour y Woolgar, pntrgla palabrayehrun^o^el significante y el significada Para
L

1979), lasprácticas discursivas de las comunidades científicas elcrítico ideológico, no es elmundo como es, sino el autointerés
(Mulkay y Gilbert, 1982), las proposiciones de conocimiento... lo que guía la descripdón_yja j ^ j c a c í a ñ . Los enunciados de
científico como fonnas_de capital simbólico (jfourmeuT 1977), veraaa^elmgTnlín en compromisos ideológicos. La crítica lite-
las prácticas sociales que dan cuenta de la inferencia inductiva raria también elimina ^eloj>|eto^mo mndamento^éllenguaje
(Coflins, 1985), Iasinfluencias grupales sobre el modo en quesea y lo r e e m p i a z j M ^ f l i j l ^ í e g í ? sino-por e l . k x t o ^ s i g n i f i c a l p
1

interpretan los datos (Cóllin¿x£incjbll982)y las característi- y ^"significación de los enunciados de verdad se "deriva de una
cas locales y coníihgeñfes de la Aescrípción científica" (Knórr- historia^djscursivaL LaTcrítica serial o f t ^ . . u n a concepción
Cétina, 1981). Estos trabajos han resultado, también, áltamela contrastante del lenguaje. No son los contornos del mundo, la
te compatibles con el campo de_jajetnometodologíarque se ha ideología subyacente o Ta historia textual los que dan forma a
desarrollado simultáneamente. PajaJHarold Garfinkel (1967) y nuestras concepciones dé la verdad y de JpJai¿iioJ>láa¿ien, es
sus. colegas, los términos descriptivos, tanto d e n t r o Ht> la« el proceso social,.... .,,
ciencias como en la vida cotidiana, son fiindampn*glmon+o Éstas concepciones no sólo difieren, sino que también
indicativos: esto_es, su signifijcad.p_yarí^ existen tensiones entre ellas en importantes aspectos. La ma-
tos de uso. Las descripciones indican los suceso^s^n^iinacÍ£uie^_„ yoría de los críticos ideológicos, advirtiendo el valor
particularizadas y~éstan despojadas de significado generaliza-... emancipatorio de su trabajo, no desean abandonar la posibili-

156 157
dad de j a verdad a través del lenguaje. Los enunciados de a la reconstrucción. Se desea, entonces, una síntesis que pueda
conocimiento saturados de inFe7eses!3eológicos son merecedores lograr una meta positiva.
de críticas, se aventura; mistifican a la inadvertida audiencia. En mi perspectiva es la tercera de estas formas de crítica,
La e m a n c i p a c i ó n ^ ^ la social, la que ofrece el camino más prometedor hacia una
naturaleza de.Jas .cosas, Sin embargo, tanto para el analista ciencia reconstruida. Esto se debe a ciertas deficiencias en las
literario comoj^-ajglsj^^^ hay poco lugar para~Jmá descrip- alternativas y, segundo, a las ventajas únicas que ofrece el
ción no sesgada". Todos losTelalos-están dominados jpor las enfoque social. Considérense, primero, los problemas de la
tradiciones textual-retóricas, en el primer caso, y por los proce- crítica ideológica. De partida, no existe ningún modo de justifi-
sos sociales en el sjíjgundo. No hay ninguna ^verdadera" descri p- car esta crítica. Si el blanco de la crítica (el industrialista, el
ción de la naturaleza~de la^íosas^Los críticos iaeoTój¡icps varón,*el blanco) afirma que sus concepciones no son autoser-
contraatacan con acusaciones de^gujJas'pÓslcTóries textual y vidoras, sino que están al servicio de todos, no existe modo
social son politicá^7o"'mo'raTrh^nte insoiventéTy.'enáslñismas", alguno por el cual el crítico pueda sostener su posición. ¿Debe
producto de intereses iHeoiógicoslp.eJ., del liberalismbTSürgues el crítico sostener que posee una comprensión más penetrante
disfrazado). EnTorma'similar, los analistas literarios están del actor que la que el propio actor posee, o es el crítico,
listos^ para desconstruir el enfoque^ocial; lo_consideran "el simplemente, víctima de una desconfianza alienante? ¿Y cómo
producto dé, éh términos de Ñietzsche, un "ejército^móvil de puede reclamar clarividencia, o poseer una comprensión, que
metáforas". Del mismo modo, el analista social puede, directa- no esté ella misma saturada de ideología? ¿Son las concepciones
mente^xoandir el focóle análisis para incluir las comunida^ del crítico precisas y objetivas? ¿Sobre qué base puede sostener-
des literarias. /.No es la propia teoría de la desconstrucción un se esto? ¿Y si lo son, no reinstala esto la posibilidad de que el
subproducto del proceso social?TEs asi' como cada orientación lenguaje pueda, verdaderamente, reflejar la realidad? Si la
puede despojar a la otra de su autoridad. conclusión fuese afirmativa, entonces la crítica de la ciencia
Enfren£amos,"entonces, un' üóbleHproblema. El primero empírica como generadora de conocimiento quedaría destruida.
resulta obvio a partir de lo precedente: ¿existe algún medio de Como discurso unificador, el punto de vista literario-
mitigar estas tensiones y moverse hacia un punto de vista retórico es también defectuoso. El problema principal es su
unificador? El segundo dilema es más sutil pero igualmente incapacidad de salir de la prisión que él mismo ha creado. Aquí,
sustancial: si existe algún modo de retener la fuerza de estos la respuesta al dilema cartesiano de la duda es un momento
esfuerzos combinados, ¿podemos evitar el problema de una singular de certeza: existe el texto. Sin embargo, este momento
incipiente desesperanza? Estos movimientos son un antídoto da paso, tapidamente, a la duda de que esta misma conclusión
enormemente poderoso en contra de la fuerza hegemónica del es una estrategia textual. Al final, no hay nada fuera del texto,
empirismo y su teoría asociada del conocimiento individual. A l y más convincentemente, ninguna promesa de nada que poda-
mismo tiempo, nos dejan embrollados en la duda, absorbidos mos llamar ciencia. U n investigador de las ciencias humanas
por la acritud y paralizados respecto de la acción futura. En difícilmente podría estar interesado por la pobreza, el conflicto,
tanto críticos dependen, esencialmente, de los enunciados pre- la economía, la historia, el gobierno, etc., ya que todos estos no
valecientes de verdad. Aunque toda la comunidad de académi- son sino productos de la historia textual-retórica. No existe
cos "portadores de la verdad" se cansase de hacerse la tonta y ninguna crítica social a realizar, nada que resistir, nada que
partiese hacia las tierras altas intelectuales, no quedaría nin- defender y, por cierto, ninguna acción a realizar, porque la
guna tierra alta: todo sería plano. Si queremos evitar abando- propia idea de "acción a realizar" es una extensión de la
nar por completo el esfuerzo realizado en las ciencias humanas, convención lingüística. Además de la monótona apatía propi-
debemos aventurarnos más allá de la crítica. Un estadio crítico ciada por tal conclusión, el análisis literario-retórico en su
debe dar paso a un estadio transformativo, la desconstrucción forma pura no puede ofrecer ninguna concepción de la comuni-

158 159
cación humana. No sólo se plantean dudas sobre la propia idea expresión de ideología, cada desconstrucción textual es, en sí
de la comunicación (simplemente un término en los textos), sino misma, un texto. Más bien, con cada reiteración reflexiva, nos
que, si sólo comprendemos a través de convenciones lingüísti- movemos al espacio de otras relaciones. La duda reflexiva no es,
cas, entonces no hay ningún medio para comprender a nadie entonces, un deslizamiento hacia una regresión infinita, sino un
que no participe de las mismas convenciones. En efecto, la medio de reconocer realidades alternas y así de dar voz a nuevas
comprensión auténtica sólo podría ocurrir con alguien que sea relaciones. Podemos considerar esta elaboración de la ontología
idéntico a uno mismo. de la crítica social como la base de un cambio del momento crítico
Considérese además: ¿Qué significa decir que el lenguaje al momento transformacional y, más en particular, como sen-
(texto, retórica) construye el mundo? Las palabras son, después tando las bases de un enfoque construccionista social del cono-
de todo, pasivas y vacías, simplemente sonidos o marcas sin cimiento. Este último enfoque se refleja, actualmente, en un
consecuencia. Sin embargo, las palabras son activas en la me- conjunto extenso de escritos —que atraviesan las ciencias y las
dida en que son empleadas por personas en relación, en la humanidades— y representa una conciencia común de los po-
medida en que se les dé poder en el intercambio humano. Se tenciales positivos que pueden derivarse de las críticas existen-
requiere una relación entre autor y lector para que podamos tes. ¿Cómo puede caracterizarse esta comprensión emergente?
hablar de construcción textual de la realidad. Hay buenas Si elaboramos los supuestos que se derivan de la crítica social,
razones para privilegiar la realidad de lo social. Si así lo hace- ¿cuáles son los componentes de un enfoque construccionista
mos, no sólo restituimos la inteligibilidad de la crítica textual- social del conocimiento y de la práctica científica?
retórica, también localizamos una salida de la mazmorra del
texto. Podemos retener el interés por la construcción textual- Supuestos para una ciencia construccionista
retórica de la realidad, y todas las cuestiones que pueden deri- social
varse de este análisis. El análisis del lenguaje es, en este sen-
tido, una exploración de las formas sociales, confirmadas en el Aunque no todos los que realizan trabajos desde una
sitio del lenguaje. Más aún, si le concedemos a la crítica social perspectiva construccionista estarán de acuerdo acerca de los
"espacio ontológico", podemos también recapturar la significa- supuestos que informan su trabajo, y aun otros evitarían
ción de la crítica ideológica. En lugar de considerar esta crítica completamente congelar dicho marco, existen ventajas en con-
como reveladora de los intereses tendenciosos que se ocultan gelar momentáneamente la perspectiva. En estos momentos
debajo del lenguaje, podemos, ahora, considerarla como desta- entrevemos la posibilidad de una afinidad colectiva, localiza-
cando las implicaciones pragmáticas del discurso en cuestión. mos nichos de colaboración y contienda, y creamos el topos de fu-
En este caso, las cuestiones problemáticas de los "verdaderos turos diálogos. Considérense, entonces, los siguientes supues-
intereses" y la veracidad del autor quedan fuera de considera- tos como centrales a la concepción construccionista social del
ción. Más bien, el foco se desplaza hacia lps modos enlos^ueol conocimiento:
discurso funciona en las relaciones. Dejando^jejadojcuestiones
de motivo y yerdad,¿cuáles son las repercusiones sociales de los - Los términos mediante los cuales describimos el mundo y
diversos modos de discurso? a nosotros mismos no están dictados por los objetos hipotéticos
La crítica social sufre, por cierto, de las mismas dudas re- de tales descripciones. No hay nada en lo que "es el caso" que
flexivas que la crítica ideológica y la textual, a saber, su propia exija ninguna forma particular de sonido, marcas o movimien-
verdad es socavada por su misma tesis. La propia crítica de la gé- tos del tipo usado por las personas en actos de representación
nesis social de cualquier concepción se produce socialmente. Sin o comunicación. Este supuesto orientador surge, en parte, de la
embargo, el resultado de este entendimiento no es una prisión incapacidad de los estudiosos de producir ya sea una teoría de
de ideología o de texto infinito, cada crítica ideológica es una correspondencia del lenguaje, ya sea una lógica de la inducción

160 161
mediante la cual las proposiciones generales puedan derivarse Schutz (1980), las comprensiones se tornan constituyentes
de la observación. Tiene una deuda especial con la argumenta- culturalmente sedimentados del orden dado por obvio. Sin
ción de Saussure acerca de la relación arbitraria entre signifi- embargo, cualquier énfasis sobre "la verdad a través de la
cante y significado. Se beneficia directamente de las diversas tradición" es incompleto si no se tienen en cuenta las formas de
formas de análisis semiótico y crítica textual que muestran interacción en las que el lenguaje está inmerso. No son, simple-
cómo las descripciones de mundos y personas dependen para su mente, la repetición y univocidad las que sirven para reificar el
inteligibilidad e impacto de la confluencia de tropos literarios discurso, sino todo el conjunto de relaciones de las que este
mediante los cuales son construidos. Está también informado discurso es parte. Es así posible sostener un interés profundo
por el análisis que se concentra en las condiciones y procesos por la "justicia" y la "moralidad" —términos con un alto grado
sociales que privilegian en la ciencia ciertas interpretaciones de de flexibilidad referencial— porque están inmersos dentro de
los hechos sobre otras. En su forma más radical, propone que no patrones más generales de relación. Llevamos a cabo elabora-
existen restricciones de principio sobre nuestra caracterización dos procedimientos sociales — t a l como "la culpa y el perdón", en
de las cosas. En un nivel fundamental, el científico enfrenta una el nivel informal, y procedimientos legales en el nivel institucio-
condición de "todo vale". Sin embargo, lo que es posible en nal— en los cuales términos como "justicia" y "moralidad"
principio está más allá de la posibilidad práctica. U n segundo tienen un papel clave. Eliminar los términos sería amenazar
supuesto nos da la razón de ello. toda la organización de procedimientos. Permanecer dentro del
- Los términos y formas mediante los cuales obtenemos la conjunto acostumbrado de procedimientos es saber que la
comprensión del mundo y de nosotros mismos son artefactos justicia y la moralidad son posibles.
sociales, productos de intercambios histórica y culturalmente Del mismo modo, los enclaves científicos alcanzan conclu-
situados entre las personas. Para los construccionistas, las siones que conllevan el sentido de una objetividad transparente.
descripciones y explicaciones no están controladas por el mun- Al seleccionar ciertas configuraciones para considerarlas como
do tal como es, ni son el resultado inexorable de propensiones "objetos", "procesos" o "sucesos", y al generar consenso acerca de
genéticas o estructurales dentro del individuo. Más bien, son el las ocasiones en las que el lenguaje descriptivo debe aplicarse,
resultado de relaciones cooperativas. Las palabras adquieren se forma un mundo social del que el sentido de "validez objetiva"
su significado sólo dentro del diálogo. Son, en términos de John es un subproducto. Así, como científicos, podemos llegar a estar
Shotter (1984), el resultado no de acción y reacción, sino de de acuerdo con que en ciertas ocasiones llamaremos a distintas
acción conjunta. O, en el sentido de Bajtín (1986), las palabras configuraciones "conducta agresiva", "prejuicio", "desempleo",
son inherentemente "interindividuales". Esto significa que etc., no porque simplemente haya agresión, prejuicio y desem-
lograr inteligibilidad es participar en un patrón reiterativo de pleo "en el mundo", sino porque estos términos nos permiten
relación o, si se extiende lo suficiente, una tradición. Es sólo en indicar diversas configuraciones de modos que hallamos social-
virtud de haber sostenido alguna forma de relación pasada que mente útiles. Es así, entonces, que las comunidades de científi-
podemos producir algún sentido. Y de este modo, las concepcio- cos pueden obtener consenso, por ejemplo, acerca de "la natura-
nes del mundo y de nosotros mismos están, en todos lados y en leza de la agresión" y sentirse justificados en llamar a tales
todo tiempo, restringidas. conclusiones "objetivas". Sin embargo, recortados de los proce-
En buena medida, es también la tradición cultural la que sos sociales responsables de establecer y negociar la referencia,
hace posible que con tanta frecuencia nuestras palabras parez- las conclusiones caen en meros formalismos.
can estar completamente basadas o derivarse de lo que "es el Esta conclusión se relaciona con otra que tiene cierta
caso". Si las formas de comprensión son lo suficiente duraderas importancia. Se dice comúnmente que las teorías científicas
y existe una razonable univocidad en su utilización, pueden obtienen su valor principalmente en el contexto de predicción.
adquirir un barniz de objetividad. O, en términos de Alfred Aun los filósofos instrumentalistas, que discrepan con los

162 163
empiristas acerca de la capacidad de la ciencia para revelar las enfoque tiene una deuda con la tesis de Quine-Duhem de que a
verdades de la naturaleza, ponen u n énfasis fuerte en la través de la elaboración progresiva de cláusulas auxiliares e
utilidad predictiva. Una teoría resulta ser superior en virtud de implicadas una teoría puede mantenerse a pesar de un mar de
su capacidad de predicción. E, incluso dentro de ramas de las observaciones que de otra forma funcionarían como refutacio-
ciencias sociales en las que no se ha alcanzado una predicción nes. Refleja, además, gran parte de la erudición científica
fuerte, las teorías reciben crédito por tener valor de aplicación, acerca de los procesos sociales en juego en los períodos de
esto es, por suministrar conocimiento que puede aplicarse en cambio de paradigma. Además, se beneficia del énfasis que la
diversos contextos prácticos. El dictado de Kurt Lewin: "No hay sociología del conocimiento pone en la negociación del significa-
nada más práctico que una buena teoría" es un truismo general. do en los laboratorios científicos. Se la formula en el presente
Sin embargo, como deja en claro la presente discusión, las esquema principalmente para subrayar las implicaciones del
teorías en sí mismas no hacen predicciones ni ofrecen la posibi- construccionismo social para los procedimientos científicos.
lidad de aplicación. Las proposiciones teóricas están vacías de Porque, como deja en claro esta posición, los procedimientos
significado en lo que llamamos el "mundo concreto". E n sí metodológicos, sin importar el rigor, no actúan como correctivos
mismas, fallan en portar las reglas culturalmente compartidas principistas de los lenguajes de descripción y explicación cien-
de instanciación necesarias para la predicción o aplicación. Las tíficos. La metodología no es un dispositivo justifica torio abru-
teorías pueden ser un agregado invaluable al proceso social que mador de la superioridad de teorías científicas. Políticamente
denominamos "hacer una predicción" o una "aplicación". En la hablando, esto es abrir la puerta a voces alternativas dentro de
medida en que las predicciones o las aplicaciones se formulan la cultura, voces durante mucho tiempo menospreciadas por su
en el lenguaje y son compartidas dentro de una comunidad, las falta de una ontología, epistemología y metodología acompa-
teorías pueden ser esenciales. Sin embargo, hacer predicciones ñante aceptables.
acerca de la agresión, el altruismo, el prejuicio, los desórdenes Al mismo tiempo, estos argumentos no conducen a las
alimentarios, el desempleo y otras cosas es, simplemente, u n peligrosas conclusiones de que la metodología tradicional es
ejercicio lingüístico, a menos que uno sea un participante irrelevante para la descripción científica, que puede ser abando-
dentro de las formas de relación en las que estos términos nada sin afectar el corpus de escritos científicos y que no tiene
recibieron capacidad de referencia. Así, la comunicación de ninguna relación con la credibilidad del científico o con el valor
teorías abstractas descontextualizadas en revistas, libros, dis- social del esfuerzo científico. Lo que se sostiene aquí es que la
cursos y otros medios, es de importancia práctica limitada, en metodología no provee una garantía para sostener que ciertas
términos de predicción o práctica. descripciones o explicaciones sean superiores a ("más objetivas",
- La medida en la cual una descripción dada del mundo o "más verdaderas") que otras. Sin embargo, dentro de las comu-
de nosotros mismos se mantiene a través del tiempo no depende nidades científicas los métodos empíricos pueden ser usados (y
de la validez empírica de la descripción, sino de las vicisitudes típicamente lo son) en modos que se relacionan con los enuncia-
del proceso social. Esto significa que las descripciones del dos de verdad, la confianza en las conclusiones, la veracidad del
mundo y de nosotros mismos pueden ser mantenidas, sin investigador y las implicaciones del esfuerzo científico para la
importar las perturbaciones en aquello que están diseñadas sociedad. Como se esbozó más arriba, las comunidades de
para describir o explicar. En forma similar, pueden ser abando- científicos pueden forjar ontologías locales de una duración
nadas sin importar las que consideramos son las características considerable. A través de una negociación continuada, de la
perdurables del mundo. En efecto, los lenguajes de descripción práctica ritual y de la socialización de los neófitos en estas
y explicación pueden cambiar, sin referencia a lo que denomi- prácticas, las comunidades pueden desarrollar consenso sobre
namos fenómenos, y estos últimos pueden cambiar sin tener "la naturaleza de las cosas". Dentro de estas comunidades las
consecuencias necesarias para las descripciones teóricas. Este proposiciones pueden verificarse o falsarse. Y como los objetos,

164 165
instrumentos y represe ntaciones estadísticas están incluidos en momento preciso y bebe de ella cierta cantidad de líquido. El
estas prácticas (formando "el dato", el medio de "reconocimien- significado de la copa está dado, entonces, por el modo en que
to" y los indicadores de fiabilidad), entran, entonces, en el funciona dentro del conjunto completo de prácticas que consti-
proceso de verificación y falsación. De este modo, los científicos tuye el juego. Esto es, el mismo objeto ("la copa") podría tener
pueden establecer la presencia o ausencia de feromonas, memo- significados completamente diferentes dentro de otros juegos
ria a corto plazo, rasgos de personalidad y otras facticidades culturalmente constituidos (como cuando, por ejemplo, uno
científicas. Las prácticas metodológicas pueden ser desarrolla- lava los platos o un coleccionista de antigüedades tasa el valor
das para determinar la existencia de los fenómenos, su de una copa). Oportuno, también, es el concepto de Wittgenstein
coocurrencia con otros fenómenos establecidos y la probabilidad de una forma de vida, esto es, un patrón más amplio de
de su existencia dentro de poblaciones mayores. Además, los actividad cultural en el que están inmersos juegos de lenguaje
miembros de la comunidad pueden construir una confianza especiales. El juego del brindis es, en sí mismo, un constituyen-
mutua en el informe de tales sucesos y castigar legítimamente te de patrones más amplios de intercambio cultural, que giran
o expulsar a aquellos que jueguen el juego incorrecta o engaño- en torno a distinciones entre trabajo y ocio, la ocasión especial
samente. Los textos de ciencia reflejarán, ampliamente, los en oposición a la normal, riqueza y pobreza, etc. E l significado
resultados de tales convenciones y, si se es parte de los rituales, dentro del juego depende del uso que se haga del juego en
pueden ciertamente producirse predicciones. patrones culturales más amplios.
- Como el lenguaje es un subproducto de la interacción, su Esta concepción del significado como derivado de juegos de
principal significado se deriva del modo en que está inmerso lenguaje microsociales, inmersos en patrones más amplios de
dentro de patrones de relación. En su crítica al enfoque de vida cultural, da al construccionista social una fuerte dimen-
correspondencia del lenguaje, las tres líneas de argumentación sión pragmática. Esto es, atrae una atención crítica hacia el
tratadas más arriba también desecharon cualquier visión sim- modo en que los lenguajes —incluyendo las teorías científicas—
ple de la base semántica del significado del lenguaje. Esto es, son usados dentro de la cultura. Es poco probable que el
hallamos que las palabras, y por ende las proposiciones, no construccionismo pregunte acerca de la verdad, validez u obje-
derivan su sentido de su relación con un mundo de referentes. tividad de una teoría dada, qué predicciones se deducen de ella,
Al mismo tiempo, hallamos que el enfoque del semántico puede cuan bien una afirmación refleja las verdaderas intenciones o
ser reconstituido dentro de un marco social. A través del emociones de un hablante, o cómo el procesamiento cognoscitivo
tratamiento de la referencia como ritual social, con prácticas hace posible un enunciado. Más bien, para el construccionista
referenciales situadas sociohistóricamente, cobran existencia las muestras del lenguaje son unidades dentro de patrones
las posibilidades semánticas del significado léxico. Sin embar- mayores de relación. No son representativos de otros dominios
go, debe subrayarse que la semántica se torna, entonces, un —referentes o impulsos interiores— sino resultados de modos
derivado de la pragmática social. Es la forma de la relación lo específicos de vida, de rituales de intercambio, de relaciones de
que posibilita que la semántica funcione. control y dominación, etc. Las preguntas principales que debe-
Cuando se lo formula en estos términos, el construccionismo mos hacernos acerca de los enunciados generalizados de verdad
social es un compañero compatible de la concepción de Witt- son, entonces, cómo funcionan, en qué rituales son esenciales,
genstein (1963) del significado como un derivado del uso social. qué actividades se facilitan y cuáles son impedidas, quién es
Para Wittgenstein las palabras adquieren su significado de un perjudicado y quién gana con estos enunciados.
modo similar, digamos, a como una copa adquiere significado en - Apreciar las formas existentes de discurso es evaluar
el juego del brindis. A travé^de la socialización en el juego, uno patrones de vida cultural; cada evaluación da voz a un enclave
pone en contacto la copa con las de los otros, en un cierto cultural dado, y compartir apreciaciones facilita la integración
momento y a cierta velocidad, la coloca sobre los labios en un del todo. Como se argumentó, dentro de una comunidad dada de

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166
comprensión —allí donde las palabras y las acciones están L a ciencia humana en la perspectiva
relacionadas en modos fiables— es posible evaluar lo que construccionista
denominamos la "validez empírica" de una aseveración. Sin
embargo, aunque esta forma de evaluación es esencial para la Los diversos supuestos aquí recogidos comienzan a formar
mayoría de nuestras acciones —sea en la ciencia o en la vida una alternativa a la perspectiva individualista del conocimien-
diaria— es, esencialmente, no reflexiva. Esto es, no ofrece to tan profundamente impregnada en la tradición occidental.
medio alguno por el cual evaluarse a sí misma: a sus propios La cuestión que finalmente debemos encarar concierne al
compromisos con la comprensión y la acción y a la relación de potencial positivo de estos enfoques. ¿Qué sugieren estos su-
éstos con las formas más amplias y extendidas de vida cultural. puestos para una práctica reconstruida de las ciencias huma-
Las comunidades científicas, las asociaciones psicoanalíticas, nas? ¿Qué debe rechazarse, qué es actualmente favorecido? A l
las órdenes religiosas, los aparatos militares —en la medida en empirista tradicional o al científico que busca seguridad, los
que son comunidades de comprensión— pueden evaluar argumentos construccionistas pueden parecer pesimistas, i n -
certeramente la credibilidad y aceptabilidad de aserciones cluso nihilistas. Sin embargo, lo son solamente si uno se queda
dentro de las relaciones por las cuales se constituyen. Sin pegado a concepciones exhaustas de la empresa científica.
embargo, el criterio de validez o deseabilidad que opera dentro Como sugiere lo que dijimos más arriba, las concepciones
de las comunidades no da la posibilidad de apreciar los propios empiristas tradicionales han estrechado su alcance, truncado
criterios y, aun más importante, los modos en los que estos sus métodos y amordazado sus posibilidades de expresión. En
compromisos impactan en las vidas de los integrantes de cambio, yo propongo que cuando se los extiende apropiadamen-
comunidades relacionadas o superpuestas. El científico, como te, los argumentos construccionistas contienen un potencial
tal, no puede preguntar por el valor espiritual de la ciencia; el enorme para las ciencias humanas. Surgen nuevos horizontes
psicoanalista per se no tiene ningún instrumento para debatir a cada paso, muchos, incluso, están siendo explorados actual-
las ventajas y desventajas culturales de creer en los procesos mente. En lo que resta, deseo plantear varias de las posibilida-
inconscientes; y los términos e interpretaciones del estratega des más sobresalientes. El tratamiento que haga estará guiado
militar no ofrecen ningún medio de evaluar la moralidad de la por el interés en la cuestión de en qué medida la teoría y la
guerra. práctica científicas adhieren a los patrones convencionales de
La evaluación crítica de las diversas inteligibilidades des- la sociedad. Esto es, ciertas formas de práctica científica apoya-
de posiciones exteriores tiene, entonces, la recompensa de rán las instituciones o modos de vida actuales, mientras que
cuestionar el impacto de ellas sobre las formas más amplias de otras harán cuestionamientos significativos y aun otras trans-
la vida cultural. ¿Qué gana o pierde la cultura si vemos el formarán la cultura. Este análisis sólo intenta ser sugerente,
mundo en términos del economista, el estratega militar, el por cuanto cualquier práctica puede hablar de diferentes for-
ecólogo, el psicólogo, el feminista, etc.? Esto no significa privi- mas a diferentes grupos culturales y tienen, frecuentemente,
legiar la evaluación sobre la inteligibilidad en cuestión. Sin efectos múltiples, contrarios y no intencionados. Sin embargo,
embargo, como las evaluaciones son esencialmente resultados organizando las prácticas de este modo, pueden acentuarse las
de otros patrones de relación, sirven para abrir la puerta a una diferentes funciones y efectos.
mezcla de relaciones. Esto es, si las evaluaciones pueden comu-
nicarse en modos que puedan ser aceptados por aquellos bajo L a contribución científica en una realidad
escrutinio, las fronteras relaciónales se ablandan. A medida estabilizada
que los significantes extraños se interpenetran, las comunida-
des extrañas comienzan a cooperar. Desde la perspectiva construccionista, las relaciones ten-
derán por sí mismas hacia la estabilidad. Esto es, a través de
168 169
procesos de ajuste mutuo y negociación, las personas llegarán ras sociales. Las teorías del primer tipo nos conducen a culpar,
a compartir patrones reiterativos de intercambio, medios con- castigar o tratar a los individuos sin hogar, a los que han
vencionales de interacción con los otros y con el mundo alrede- quebrantado la ley, a los psicóticos, etc., mientras que las ex-
dor. Estos patrones convencionales incluirán formas de lengua- plicaciones en términos de la estructura social favorecen la
je, ellas mismas inseparables de, o constitutivas de, los patro- reorganización de los sistemas responsables de estos resulta-
nes relaciónales en los que están enredados. Este lenguaje dos. Las teorías ambientalistas sugieren que la conducta abe-
contendrá, típicamente, una ontología implícita, un inventario rrante es pasible de reentrenamiento programático, mientras
de "lo que es" y u n código moral implícito (criterios de "lo que que las teorías nativistas enfatizan la contención de lo que es,
debieraserIU^Entonces,ya sea que hablemos de un biólogo que de otra forma, inevitable. Las teorías mecanicistas tienden a
estudia las moléculas de A D N o de la Corte Suprema que negar la responsabilidad individual, mientras que las teorías
delibera acerca de la Primera Enmienda, deben existir supues- dramatúrgicas conceden al individuo poderes de iniciativa y,
tos compartidos acerca de lo que existe y acuerdos acerca de las por ende, de autocontrol. En cada caso las preferencias teóricas
acciones apropiadas. Sin estas convenciones no habría ninguna operan para sostener o reforzar un punto de vista social domi-
comunidad de biólogos o ninguna Corte Suprema. Además, lo nante y un modo de vida asociado.
que puede decirse de los grupos en contacto personal también Las ciencias sociales también pueden facilitar la acción
es válido, en cierta medida, en el nivel nacional o continental; adaptativa dentro de los confines de lo convencional. Esto es,
de este modo, podemos hablar de una cultura japonesa o dados ciertos patrones relativamente fiables de acción, y las
alemana. posibilidades de acuerdo comunal en la rotulación, las ciencias
humanas pueden proveer clases de predicciones que permitan
Formulado en estos términos, las ciencias humanas tienen
a las personas funcionar más adecuadamente. Dentro de las
una contribución sustancial que hacer dentro del mundo de las
realidades comunes de la cultura, las ciencias humanas pueden
convenciones existentes. Existen dos funciones principales e
generar, por ejemplo, predicciones razonablemente fiables de
interdependientes que deben ser satisfechas. Primero, la inves-
éxito académico, derrumbe esquizofrénico, tasas de enferme-
tigación en las ciencias humanas puede funcionar para soste-
dad mental, patrones de voto, tasas de crímenes, tasas de
ner y/o fortalecer la forma existente de vida y, segundo, puede
divorcio, deserciones escolares, solicitudes de aborto, éxito de
permitir que las personas vivan más adecuadamente dentro de
productos, el PBI, etc. Permiten a los terapeutas relacionarse
sus límites. La primera de estas funciones se satisface más
con sus pacientes de forma de alcanzar "curas", y a los consul-
completamente a través de las inteligibilidades teóricas, el
tores de organización "resolver problemas" dentro del marco de
modo del científico de describir y explicar el mundo. Como
la organización. Es en este domino del pronóstico que las
elaboradores y proveedores articulados, respetados y visibles
tecnologías empiristas tradicionales pueden tener su papel más
del lenguaje —y, específicamente, de lenguajes acerca de la
significativo. Los procedimientos de muestreo, los dispositivos
condición humana— los científicos de las ciencias humanas
de registro, los cuestionarios de encuesta, los métodos experi-
pueden tener un impacto sustancial sobre las inteligibilidades
mentales, los análisis estadísticos, etc. —el legado de las cien-
dominantes de la sociedad y, así, sobre sus patrones e institu-
cias de la conducta— han sido efectivamente construidos para
ciones predominantes. Estas inteligibilidades ponen rótulos a
acrecentar la capacidad predictiva. En tanto se acepte vivir en
la acciones humanas, proveen causas para el éxito y fracaso de
las convenciones existentes y se acepten los códigos comunes de
las personas, dan justificaciones para la conducta hacia ellos.
referencia, la predicción actuarial puede ser altamente benefi-
Explicar las acciones humanas en términos de procesos psico-
ciosa.
lógicos individuales, por ejemplo, significa extraer implicacio-
nes muy diferentes de los procedimientos y políticas que las
explicaciones de las mismas acciones en términos de estructu-
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170
L a desestabilización y la expansión de los de las ciencias humanas pueden, provechosamente, expandir
horizontes sus formas de discurso para incluir estos instrumentos de
crítica. En lugar de dejar las cuestiones de "debería" para los
Para la vasta mayoría, las contribuciones al bien público políticos, sacerdotes, etc., deberíamos emplear nuestras habili-
— t a l como se las define actualmente— no son de menor impor- dades en el lenguaje para hacer inteligibles los problemas que
tancia. Los valores culturales parecen ser demasiado precarios, discernimos en la sociedad contemporánea. La crítica social no
patrones estimados demasiado fáciles de corroer, elementos es nueva para las ciencias humanas. Los estudiosos de la
indeseables en continuo ascenso. A l mismo tiempo, las realida- tradición psicoanalítica y de la escuela crítica mostraron tem-
des son rara vez unívocas en la sociedad. Nadamos en un mar prana y convincentemente las posibilidades de la crítica sofis-
de inteligibilidades en competencia, donde los fragmentos ticada y de gran alcance. Y, aunque este potencial fue relativa-
discursivos de un período de la historia —griego, romano, mente ignorado (o menospreciado) durante la era conductista (o
cristiano, judaico, etc.— surgen permanentemente en contra de empirista fuerte), ha comenzado a resurgir en formas múltiples
las contracorrientes de otro y la mezcla de pasados diferentes y altamente diferenciadas, desde los 60. El reciente surgimien-
genera permanentemente nuevas y atractivas (o consternantes) to de la disciplina de los estudios culturales atestigua el vigor
posibilidades. Así, sin importar las realidades culturales domi- de este movimiento.
nantes —y sus prácticas relacionadas— siempre existen grupos Sin embargo, la crítica social debe ser suplementada de un
cuyas realidades son menospreciadas, sufrimientos desatendi- modo importante. Esta crítica se dirige, esencialmente, hacia
dos y visiones de cambio positivo que son amordazadas por los afuera, esto es, desafía las características de la cultura en ge-
moderados y los santurrones. neral. A l hacerlo, deja a las propias ciencias humanas sin
Para el construccionista los lenguajes de la ciencia sirven cuestionamiento. Sin embargo, debido a que las ciencias huma-
de dispositivos pragmáticos —favorecen ciertas formas de acti- nas son proveedoras de lenguajes que alteran y sostienen los
vidad y desalientan otras— por lo que el científico es, inevita- patrones culturales, ellas también necesitan una evaluación
blemente, un defensor moral, voluntario o inadvertido. Y si el crítica. Además de la crítica social, una perspectiva construccio-
propio trabajo favorece, invariablemente, a ciertas formas de nista favorece fuertes inversiones en la crítica interna. Esta
vida sobre otras, entonces los científicos son invitados a usar crítica motivaría a los científicos a monitorear, criticar y arrojar
sus habilidades discursivas para producir las formas de la una duda necesaria sobre el uso de sus propios instrumentos de
sociedad que creen beneficiosas. Desde una perspectiva cons- construcción de la realidad. La crítica interna no es nueva para
truccionista, entonces, el científico de las ciencias humanas es las ciencias. La evaluación crítica del paradigma conductista
invitado a entrar en la actividad científica como un defensor fue esencial para la revolución cognitiva. Sin embargo, desde el
moral. Como para los feministas, la actividad profesional debie- punto de vista actual, un debate interno de este tipo es de
ra ser, también, personal y política. En este sentido, el mínima importancia en términos de su valor para la cultura en
construccionismo ofrece una razón para desafiar las realidades general. Esto se debe a que no logra colocarse fuera de la propia
dominantes y sus formas de vida asociadas. Consideremos tres ciencia. Los valores inherentes a las ciencias y sus correspon-
formas centrales de desafío: dientes implicaciones para la vida cultural nunca son puestos
Quizás, el medio más directo y ampliamente accesible de en duda. Una forma de crítica favorecida en el caso presente
perturbar el statu quo —desde un punto de vista discursivo— representa intereses y valores distintos de los que benefician a
sea la crítica social. Heredamos en este siglo una miríada de los que generan las realidades científicas.
dispositivos para la apreciación crítica de las personas: centra- Debe agregarse a las precedentes una tercera forma de
dos en sus motivos, moral, racionalidad, estilo, impacto, etc. erudición desestabilizadora. Las críticas social e interna se
Así, en lugar de informar acerca de cuál es el caso, los científicos basan, típicamente, en la aceptación de valores particulares:

172 173

i
igualdad, justicia, reducción del conflicto, etc. Sin embargo, el contra de la devastación de las palabras enloquecidas. Cuando
construccionismo invita también a una tercera forma de inda- los antropólogos exploran las realidades locales de otros grupos
gación, una menos comprometida con una posición valorativa culturales, al mostrar la validez de estas realidades extrañas
particular y más concentrada en cuestionar supuestos confor- dentro de sus circunstancias particulares, también contribuyen
tables. En la medida en que cualquier realidad se torna objetiva a mostrar las limitaciones de nuestros propios presupuestos.
o dada por obvia, las relaciones se congelan, las opciones se Cuando, por ejemplo, Winch (1946) defiende la causa de la
cierran y las voces se dejan de escuchar. Así, puede aventurarse, magia Szondi, al mismo tiempo borra la distinción entre la
el saber que afloje el cepo de lo convencional es deseable. ciencia occidental y la brujería tribal. El trabajo histórico puede
Podemos, entonces, colocar en alto valor una erudición deses- producir los mismos resultados. Cuando Morawski (1989) y sus
tabilizadora. En ciertos aspectos, la desconstrucción literaria colegas estudian las interpretaciones cambiantes del experi-
ofrece u n modelo para tal erudición. Cuando los desconstruc- mento en psicología, y cuando Danziger (1990) muestra cómo el
cionistas se plantean localizar la aporía perturbadora en el concepto de sujeto experimental depende de la circunstancia
corazón de un trabajo dado, el enfoque logocéntrico de la acción histórica, ellos se encuentran desafiando el enfoque contempo-
humana también se pone en duda. Sin embargo, aunque los ráneo de una metodología y un sujeto fijos y universales.
análisis desconstruccionistas están disponibles para las cien-
cias humanas como dispositivos desestabilizadores, los esfuer- Transformación cultural: nuevas realidades y
zos emergentes por mostrar el carácter construido de los discur- recursos
sos dominantes tienen un mayor poder retórico. Aquí, los
esfuerzos de los críticos retóricos y sociales son ejemplares. Tal Se ha llamado la atención acerca del potencial de las
como se describió, el analista retórico se concentra en los ciencias humanas para apoyar las instituciones existentes y
dispositivos mediante los cuales un discurso dado adquiere su también para cuestionarlas. Sin embargo, debemos considerar
poder persuasivo, su sentido de racionalidad, objetividad o finalmente un tercer conjunto de esfuerzos, aquellos que van
verdad. A l localizar las metáforas, las narrativas, la presencia más allá de la investigación crítica y perturbadora, hacia la
autoral, las prácticas de referencia, etc., la racionalidad, la transformación cultural. Estas posibilidades transformatorias
objetividad y otros aspectos similares se tornan más aparentes pueden crecer en el suelo de las ciencias sociales tradicionales,
que efectivos. Con la conciencia del artificio, el discurso pierde pero la sugerencia más profunda es la de expandir el dominio de
su poder de persuasión. En forma similar, cuando los analistas las formas actuales de práctica científica. Las prácticas de
sociales exploran los procesos relaciónales —las negociaciones, investigación existentes son —en tanto formas instituciona-
las persuasiones, la dinámica política, etc.— que dan origen a les— extensiones de y, así, sustentadoras de patrones cultura-
las diversas verdades, éstas pierden su generalidad. Lo que les que van mucho más allá del laboratorio y la biblioteca.
parecía ser el "único modo de formular las cosas" se torna un Realizar u n experimento de laboratorio con una audaz idea
modo limitado. nueva puede favorecer la transformación intelectual, pero toda-
Existen otras erudiciones desestabilizadoras. Particular- vía conduce a prácticas culturales en las que el conocimiento y
mente notables son las indagaciones cultural e histórica. Típica- la manipulación están íntimamente ligados. Aquí deseo men-
mente, los que comienzan como ontologías, supuestos y garan- cionar la posibilidad de transformación en tres dominios: la
tías locales se mueven en una dirección hegemónica. Se imagina teoría, la investigación y la práctica profesional. En cada caso
que el valor de una comunidad particular es un valor universal; podemos concentrarnos, primero, en la contribución a los signi-
la verdad de una ciencia particular se ofrece como una verdad ficados culturales (contenido transformativo) y luego conside-
universal. La investigación en la localización cultural e históri- rar alteraciones en los modos (o estilos) de realizar estas
ca de verdades y valores particulares es una batalla efectiva en contribuciones.

174 175
Hallamos que los conceptos de la conducta humana operan en las ciencias humanas. Los escritores feministas están en la
como herramientas para llevar a cabo relaciones. En este vanguardia. Por ejemplo, como sostienen las feministas france-
sentido, la posibilidad de cambio social puede derivarse de sas Julia Kristeva (1984) y Helene Cicoux (1976), la mayoría de
nuevas formas de inteligibilidad. Con el desarrollo de nuevos las convenciones de la escritura erudita son falocéntricas (li-
lenguajes de entendimiento, el rango de acciones posibles neal, binaria, desapasionada). Sus escritos experimentan con
aumenta. En otro contexto (Gergen, 1982), propuse el término formas alternativas de expresión, formas que creen son más
teoría generativa para referirme a los enfoques teóricos que compatibles con una conciencia femenina primordial. Los
están dispuestos en contra, o contradicen, los supuestos común- antropólogos culturales están cada vez más perturbados por las
mente aceptados de la cultura y abren nuevas vistas de convenciones occidentales en la escritura de la etnografía, y
inteligibilidad. Las teorías de Freud y Marx están entre las sostienen que las propias convenciones constituyen una forma
teorías más generativas del último siglo. En cada caso el trabajo de imperialismo. Así, se realizan experimentos, por ejemplo,
teórico planteó un desafío importante a los supuestos dominan- para hacer que los "sujetos del estudio" de la etnografía sean
tes y sirvió de ímpetu a nuevas formas de acción. Esto no quiere colaboradores, escribir etnografía como autobiografía, usar la
decir que estos trabajos retengan su potencial generativo; la etnografía como crítica de la propia cultura y convertir la
teoría neofreudiana, por ejemplo, con frecuencia sirve más para etnografía en poesía (revelando así su base en el artificio, en
objetivar que para transformar. Tampoco quiero desalentar el lugar de hacerlo en el hecho). En otros dominios, el sociólogo
trabajo teórico de menor alcance. Los trabajos de Jung, Mead, Michael Mulkay (1985) ha explorado las posibilidades de escri-
Skinner, Piaget y Goffman, por ejemplo, fueron altamente bir como diferentes personas dentro del mismo trabajo, y la
generativos en muchos aspectos y formulaciones con un foco psicóloga Mary Gergen (1992) ha escrito un drama posmoderno.
aun más estrecho, como la interpretación de Geertz (1973) de Volvámonos del trabajo intelectual hacia la investigación
una pelea de gallos balinesa o la teoría de Festinger (1957) de activa. En el modo transformativo, el punto de la investigación
la disonancia cognitiva, han tenido un potencial generativo no es documentar patrones existentes de vida social, sino dar
marcado. Cada una ha transformado la realidad en cierto grado vida a las posibilidades de nuevos modos de acción. La investi-
y ha contribuido, en forma importante, al espectro de los gación agrega imágenes significativas a las nuevas posibilida-
recursos culturales. des. Como sugerimos más arriba, incluso el experimento de
Sin embargo, de modos significativos, estos escritos teóri- laboratorio puede servir en este papel. Por ejemplo, el estudio
cos también sostienen las tradiciones culturales de construc- clásico de Deutsch y Krauss (1960) acerca de los efectos nega-
ción de la realidad. Esto es, escribir es una acción social sui tivos de la amenaza en la negociación hizo uso de un juego
generis y, como tal, favorece ciertas clases de relaciones sobre ficticio de laboratorio que enfrentaba a compañías del transpor-
otras. Por ejemplo, en cada uno de los casos de más arriba, el te ficticias. Siguiendo la línea anterior de razonamiento, vemos
escritor adopta la posición de una autoridad de conocimiento, que, como contribución a un "fondo de conocimiento empírico
sosteniendo así las jerarquías de privilegio; se hacen enuncia- acerca de las amenazas y la toma racional de decisiones", esta
dos de autoría, sosteniendo así el enfoque de los individuos como investigación es de poco valor. Sin embargo, como icono de una
fuentes originarias del pensamiento; se usan formas complejas realidad alternativa y más prometedora —donde la amenaza no
de argumentación, descartando así como irrelevantes o inferio- existe para los negociadores— la investigación es altamente
res a las expresiones idiomáticas persuasivas de los no educa- efectiva. Actualiza la posibilidad de una forma de vida alterna-
dos. La invitación a la transformación se extiende, entonces, tiva.
más allá del contenido a la forma de la expresión. Es en este A pesar del poder transformativo de estas investigaciones,
contexto que debe asignarse u n gran valor a las formas nuevas también son conservadoras en otros aspectos. Basar la metodo-
e iconoclásticas de escritura que, lentamente, se abren camino logía en un modelo mecanicista del funcionamiento humano, el
176 177
entonces, un mero sirviente de las instituciones existentes, sino
tratamiento objetificador el sujeto y el control total de la voz,
un agente potencial de un cambio de gran alcance.
son todos problemáticos desde otros puntos de vista. Procedi-
Hallamos, entonces, que para las ciencias humanas, en el
mientos de investigación alternativos, métodos que favorecen
enfoque construccionista, no sólo las modalidades de investiga-
otros valores y enfoques, estimulan transformaciones más
ción tradicionales tienen una valiosa contribución por hacer;
radicales. Intentos de este tipo surgen actualmente, con fre-
también existe un conjunto rico de alternativas potencialmente
cuencia creciente, en todas las ciencias humanas. La investiga-
poderosas. Mientras que las prácticas tradicionales, con fre-
ción cualitativa (Strauss, 1987; Kvale, 1986), la investigación
cuencia, funcionan al servicio de las tradiciones culturales, las
hermenéutica o interpretativa (Vanee y Edwards, 1989), la
alternativas conducen a la expansión y al enriquecimiento de
fenomenología social (Hawkins, 1988), la metodología dialógica
las realidades. A medida que los supuestos son evaluados
(Sommer, 1987; M . Gergen, 1989), la indagación cooperativa
críticamente, nuevas inteligibilidades son articuladas y se
(Reason, 1988; Heron, 1984), la historia biográfica o de vida
forjan nuevas prácticas profesionales, muchas voces reempla-
(Bertaux, 1984; Polkinghorn, 1988), están entre las más cons-
zan a una sola y se cultivan, entonces, nuevas opciones para la
picuas. Estas investigaciones se usan, frecuentemente, para
, vida cultural.
hacer que nuevas voces ganen en credibilidad: las voces de las
mujeres, de las minorías étnicas, de los desempleados, de los
pacientes médicos, de los trabajadores, de los intitucionalizados, Referencias bibliográficas
etc. También se usan para iniciar procesos de autorreflexión en
los que el investigador o las instituciones que él representa son > Atkinson, J. M. (1977y. Discovering suicide: Studies in the social organization
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Si bien nuestra sociedad ha llegado a depender fuertemen-
te de los profesionales, hasta tal punto que la conducción de los
negocios, la industria, el gobierno, la educación y la vida
cotidiana serían impensables sin ellos, hay signos de una
creciente crisis de confianza en las profesiones. En muchos
escándalos muy publicitados es posible advertir que los profe-
sionales se mostraron dispuestos a utilizar sus posiciones de
privilegio para obtener beneficios personales. Las soluciones
diseñadas por profesionales para problemas públicos han teni-
do consecuencias imprevistas, a veces peores que el problema
que pretendían resolver. El público ha mostrado una disposi-
ción cada vez mayor a exigir reglamentaciones autónomas de la
práctica profesional. Son ahora muy frecuentes los casos de
legos que acuden a la justicia para defenderse de la incompeten-
cia o la venalidad de los profesionales. E l público empezó a
dudar de la pericia y la ética de los profesionales y a cuestionar
su tradicional reivindicación del derecho a una situación social
privilegiada y a la autonomía de su práctica (Hughes, 1959). Y
en los últimos años, los profesionales mismos empezaron a dar
muestras de una pérdida de confianza en el conocimiento
profesional.
Hace algún tiempo, en 1963, los editores de Daedalus
* Traducido por Ofelia Castillo.
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