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FACULTAD DE PSICOLOGÍA

PSICOLOGÍA INSTITUCIONAL I (COD.144)


PRIMER CUATRIMESTRE 2023

Profesor titular: Mariana Funes Molineri


Ayudante Trabajos Prácticos: Marilin Pancani
Coayudante de Trabajos Prácticos: Tamara Dmytrow
Comisión: 5
Nombre y Apellido: Abril Martinez
Mail: martinezabril2001@gmail.com
DNI: 43245167
Celular: 1562296640
Fecha: 16 de mayo de 2023

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1. En el siguiente escrito, basándome en las teorías que brindan Castoriadis, Guattari,
Lourau y Bourdieu me propongo analizar y reflexionar acerca de la institución de salud
en sentido amplio y de las relaciones que se ponen en juego al interior de su estructura
tomando en cuenta el recorte periodístico. En primer lugar, considero pertinente
plantear que para Castoriadis (1988) la sociedad se construye por el conjunto de
instituciones que conforman un magma de significaciones imaginarias sociales los
cuales se ordenan de modo tal que construyen un todo coherente. Siguiendo esta
lógica en relación al recorte periodístico, sostengo que dentro de la institución de salud
se encuentran significaciones imaginarias sociales que determinan sentidos y normas
que construyen la identidad del profesional de salud, sus modos de interpretar a la
realidad y las prácticas que debería llevar a cabo. Estas significaciones establecen lo
que es valorado para una sociedad, por ejemplo la figura del médico con experiencia, y
lo que es devaluado, como lo son los residentes. A su vez dichos imaginarios sociales
establecen la supremacía de la salud en sentido fisiológico por sobre la salud mental, lo
que lleva a establecer relaciones asimétricas entre los médicos por sobre los
profesionales de salud mental. Me animo a hipotetizar que los Hospitales del Gobierno
de la Ciudad interiorizan estas significaciones sociales que se imponen como sentido
común y establecen una división de trabajo particular entre los profesionales de salud.
En dichas organizaciones los concurrentes no reciben remuneración alguna. No
considero casual que dicho puesto laboral sea poblado en su mayoría por agentes de
salud mental. De esta manera, conceptualizo que en los hospitales porteños se encarna
el imaginario de que la figura del profesional de salud mental es menos prestigiosa que
la médica. Mientras que el residente termina siendo el “comodín hospitalario para
tareas no estrictamente médicas” con salarios indignos. Conjeturo que este mismo
fenómeno puede ser entendido desde la teoría de los campos de Bourdieu (1996). El
campo es una esfera de la actividad social en donde se distribuyen distintas posiciones
de agentes las cuales están determinadas en base a la acumulación de un capital
específico. Dentro de un campo pueden estar presentes las distintas formas del capital
(cultural, económico, social y simbólico) pero uno de ellos es el que predomina. Con
respecto al recorte periodístico, insinúo que los hospitales porteños pueden ser vistos
como un campo que se conforma en torno al capital cultural el cual remite al conjunto
de saberes, habilidades y acreditaciones de títulos y certificaciones, cuya acumulación

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posibilita a los agentes ingresar, moverse y avanzar en el campo. De esta manera, como
se plantea en el recorte, para poder acceder a un trabajo de planta en los hospitales
del Gobierno de la Ciudad, los agentes deben rendir el examen de residencia y obtener
una puntuación alta. De este modo, se acumula capital cultural y sobre ello se adquiere
mejor posición dentro del campo. Sin embargo, la cantidad de cupos para el examen de
residencia es verdaderamente limitada, mientras que en los exámenes para la
concurrencia son mayores, pero generan puntuaciones menores. Por consiguiente,
habrá una acumulación menor de capital cultural y por ende una posición más baja en
el campo en comparación con los residentes. Basándome en la teoría de Lourau (1991),
comprendo a dicho examen de ingreso como un analizador, dado que produce efectos
de análisis dejando en descubierto la forma de funcionamiento de los hospitales
porteños que produce relaciones de poder entre los profesionales de salud. Infiero que
se trata de un analizador natural ya que dicho examen probablemente haya sido
creado con la finalidad de filtrar el acceso al trabajo de planta, sin embargo, termina
inesperadamente develando los juegos de poder sobre residentes y concurrentes
(Zappino, 2001). Retomado la mirada de Bourdieu (2000) advierto que, en el campo,
los médicos de planta son los agentes que portan mayor capital cultural dado que
poseen más experiencia laboral por ende superior acumulacion de saberes y
habilidades. A su vez, considero que tienen mayor capital simbólico ya que son las
figuras con principal reconocimiento y prestigio, por lo tanto, están distribuidos en una
alta posición teniendo mayor alcance de influencia. En una posición inferior se
encuentran los residentes, y por último, están los concurrentes los cuales portan el
mínimo capital cultural, siendo en su mayoría profesionales de salud mental. Conjeturo
que se establecen relaciones de subordinación de las posiciones de residentes y
concurrentes y de dominación de la posición de los médicos de planta, quienes
imponen la legitimidad de representaciones que instituyen las lógicas del campo.
Como por ejemplo que los residentes son “los cubre-baches del sistema de salud” y
que “ese es el precio que deben pagar”. Esta lógica es interiorizada por los residentes,
conformando lo que Bourdieu denomina como “habitus”, definiéndolo como una
subjetividad socializada que determina la forma que tienen los agentes de pensar,
percibir y actuar sobre el campo. Como efecto de la incorporación de las categorías del
campo, los mismos residentes terminan llevando a cabo prácticas sanitarias que no les

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corresponden, cubriendo guardias que no son remuneradas, hisopando durante la
pandemia, etc. De esta forma me animo a decir que se construye violencia simbólica,
ya que los residentes, quienes son uno de los agentes dominados del campo, terminan
siendo cómplices de una violencia ejercida sobre sí mismos sin reconocerlo. Sin
embargo, considero que al interior del campo se configuran luchas de los residentes y
concurrentes para lograr una mejor posición, buscando producir rupturas de su
estructura. Esta lucha queda manifestada en las marchas llevadas a cabo por dichos
agentes donde intentan legitimar otras representaciones de verdad acerca de su lugar
y de sus prácticas. Por otro lado, basándome en los aportes de Guattari (1976) y Lourau
(1991), conjeturo que el agrupamiento conformado entre residentes y concurrentes,
podría ser comprendido desde la lógica de la transversalidad. Dado que, por un lado,
dicho agrupamiento fue capaz de elucidar que su composición está dada por diferentes
grupos de pertenencia, de las cuales existen relaciones jerárquicas cuyas demandas y
necesidades son diferentes: los concurrentes demandan un salario y seguro laboral
mientras que lo residentes mejoras salariales. Sin embargo, considero que encontraron
un interés en común: tanto residentes como concurrentes se ven atravesados por el
maltrato e invisibilización de su rol dentro de la organización hospitalaria. Desde ese
punto, pudieron organizar las marchas para reclamar y promover la recomposición del
sistema de salud. De esta manera vieron posibles relaciones que no se limitaran
únicamente a la verticalidad, siendo capaces de transitar a su vez por el eje horizontal
(Guattari, 1976). A modo de síntesis, reflexiono que los reclamos de los concurrentes y
residentes pueden ser entendidos como el cuestionamiento de la propia institución y
de sus imaginarios sociales. En cierto sentido, considero que se trata de un proyecto de
autonomía pues esta actividad de orden instituyente que interroga el conjunto de
significaciones instituidas, habilita el surgimiento de nuevos saberes y se ve impulsada
por la formulación de la pregunta: “¿Es justa esta ley?” (Castoriadis, 1998, pp.11).
2. El concepto de implicación es de suma importancia para la Psicología Institucional. La
misma considera que los sujetos estamos atravesados por instituidos, es decir el
conjunto de significaciones sociales que construyen nuestra subjetividad determinando
nuestro modo de ver la realidad, de entenderla, de intervenir sobre ella. Desde esta
lógica, el concepto de implicación pone en discusión la supuesta neutralidad del
psicólogo, ya que la mirada y el lugar en el que este decide pararse está siempre

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condicionada por estos imaginarios sociales (Schejter, 2018). Siguiendo esta lógica,
introduzco el concepto de enfoque clínico, el cual se propone como “camino
alternativo” para las ciencias sociales, en donde se sostiene que el abordaje de
intervención e investigación no es sobre un objeto de la realidad fáctica de la cual se
puede construir conocimiento objetivamente, sino que se trata de un sujeto en
situación que está atravesado por significaciones sociales y porta un saber desconocido
para el profesional (Mancovsky, 2011). Por lo tanto, desde el enfoque clínico se aborda
la relación entre el investigador y el sujeto investigado, haciendo uso de la escucha
activa para poder conocer los instituidos de dicho sujeto, la cual implica mantener la
tensión entre el posicionamiento y la disponibilidad. Es decir que el profesional pueda
sostener un lugar en donde posicionarse desde un marco teórico, metodológico y ético,
pero a su vez esté lo suficientemente dispuesto al hallazgo, evitando encasillar según
Ios saberes instituidos de la propia profesión o prejuicios del sentido común para no
limitar lo que se puede llegar a descubrir (Pedrosian, 2003). El estar abierto a escuchar
los saberes que porta el sujeto investigado puede producir un efecto de interpelación
sobre los propios instituidos del profesional, de modo que su implicación pasa a ser un
obstáculo o un motor dependiendo del reconocimiento que se tenga de la misma. A
partir del análisis de implicación, la subjetividad del profesional puede ser tomada
como herramienta ya que al propiciar el “metanálisis” de las propias categorías de
pensamiento y los modos de acercamiento y construcción de la problemática de
trabajo, se puede descentralizar la posición del investigador en relación con el
conocimiento permitiendo el hallazgo de nuevos puntos de vista (Schejter, 2018). En
pocas palabras, el enfoque clínico entiende que la implicación del profesional está
siempre presente en toda investigación e intervención. Por este motivo, dicho enfoque
no considera posible la explicación objetiva de los sujetos que están siendo
investigados. Más bien, apunta al acercamiento entre investigado y investigador
mediante el uso de la escucha activa y el análisis de implicación del profesional, para
que se pueda dar una reflexión acerca de los modos instituidos que ambos tienen de
interpretar la realidad que determinan la manera de actuar sobre ella, de manera tal
que se puedan construir en conjunto nuevos modos de pensar. Ahora bien, para
ejemplificar mi implicación a nivel personal, puedo afirmar que durante mi formación
profesional en la Facultad de Psicología mantuve una postura devota por la corriente

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del Psicoanálisis sin cuestionamiento alguno. Sin embargo, con el inicio de la cursada
de la materia de Psicología Institucional me encontré con el obstáculo de mi propia
implicación: mi mirada sobre la lectura de los textos de la materia se vio sesgada por
los instituidos impuestos del discurso psicoanalítico, por ejemplo, al abordar los
escritos de Bourdieu intenté forzar el término “habitus” a la definición de “superyó”.
Mi posicionamiento fue tan fijo que cegó mi mirada y me limito del descubrimiento de
nuevos saberes diferentes a los ya conocidos. Pero, el acercamiento a la ajenidad me
movilizó a reflexionar sobre mi propia posición y subjetividad. Así pues, entiendo que
el Psicoanálisis puede ser visto como una Institución en tanto incluye un conjunto de
saberes y prácticas instituidas que determinan modos de percibir al mundo y al ser
estudiante de Psicología estoy atravesada por estos instituidos que fui incorporando en
mi trayectoria universitaria.
3. Según el enfoque teórico de Castoriadis (1988), la institución no se percibe como un
sinónimo de organización ya que ella misma es comprendida desde un sentido amplio
a partir de la relación indisociable entre individuo y sociedad. Para el autor, los seres
humanos tenemos una capacidad innata para la creación de sentidos que él denomina
“imaginario radical”. Dichos sentidos se van produciendo colectivamente en un
determinado momento histórico social, al punto tal que se convierte en un colectivo
anónimo que establece formas de percibir y actuar sobre la realidad, normas, valores,
lenguaje, etc. Estos sentidos configuran instituciones particulares que forman un todo
coherente y terminan construyendo un “magma de significaciones imaginarias
sociales” que determinan un estilo de sociedad particular. La sociedad adquiere un
orden en base a las instituciones que la conforman las cuales dan lugar a una
subjetividad histórica y socialmente determinada. Desde esta mirada, las
organizaciones son entendidas como aquellos establecimientos concretos en donde se
reproduce y se concretiza este conjunto de significaciones construido por las
instituciones. Toda práctica que se lleve a cabo dentro de las organizaciones está
atravesada por supuestos instituidos. A modo de ejemplo, a continuación utilizaré la
entrevista realizada a la fundadora de la organización Terra. Infiero que las instituciones
de nuestra sociedad determinan y construyen sujetos considerados “normales” y
“anormales”, en donde la discapacidad es vista como una anomalía y es concebida
como un déficit. Por lo tanto, a pesar de que la fundadora de la organización anuncia

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que para ella la discapacidad no implica una deficiencia, considero que de igual manera
dichas significaciones sociales se ven reflejadas en su mirada y discurso dado que
describe a los pacientes utilizando términos tales como “retraso” y “trastorno” (las
transcripciones completas de la entrevista se presentan en el anexo). Siguiendo esta
lógica, conjeturo que involuntariamente reproduce y perpetúa los instituidos acerca de
la discapacidad. Desde otra mirada teórica, Lourau (1991) propone concebir a la
institución en 3 momentos dialécticos. El primer tiempo es el universal en donde hay
una afirmación abstracta que es incuestionable y refleja lo instituidos que se
construyen en una sociedad, los cuales remiten a normas y objetivos. Por ejemplo,
“todo sujeto con discapacidad debe tener acceso a la salud en tanto estado de
bienestar físico, mental y social”. El segundo momento es el particular: aquí la
afirmación abstracta del primer momento se encarna en un determinado grupo inserto
en contexto histórico, geográfico y económico determinado que demuestra la negación
de la afirmación universal. Para el autor, lo particular conforma el momento de lo
instituyente, ya que cuestiona y pone en jaque la afirmación universal. Basándome en
la entrevista, selecciono el siguiente ejemplo: los niños pequeños con discapacidad
llegan a los tratamientos cansados por el viaje, lo cual obstaculiza el trabajo
terapéutico. Por lo tanto, la idea de el acceso a la salud del primer momento empieza a
encontrar contradicciones. En un tercer momento, el singular, una organización
específica niega la negación de la afirmación, es decir resuelve de manera singular el
problema intentando mantener la tensión entre lo que debe hacer según el mandato
universal y lo que puede hacer dadas las circunstancias en el contexto de la
particularidad que le toca transitar. A modo de ilustración, la organización Terra
proponen una modalidad de trabajo mixta en donde los profesionales se trasladan a
los domicilios de los niños pequeños con discapacidad para poder garantizar la norma
universal: el acceso a la salud. Según Lourau, este tercer tiempo instaura un periodo de
institucionalización ya que estas soluciones podrían terminar convirtiéndose en los
próximos instituidos. Recapitulando, considero que “las instituciones no son sólo
organizaciones”, ya que para Lourau la institución implica el interjuego de estos tres
momentos que se dan de manera simultánea, produciendo efectos unos sobre otros.
De este modo sostengo que la organización forma parte de uno de sus tiempos pero no
acaba su definición por completo.

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Bibliografía

● Bourdieu, P. y Wacquant, L. (1996). La lógica de los campos y Habitus, illusio y


racionalidad. En P. Bourdieu y L. Wacquant, Respuestas por una antropología reflexiva
(pp. 63-127). Grijalbo.\
● Bourdieu, P. (2000). Los usos sociales de la ciencia. Por una sociología clínica del
campo científico. En P. Bourdieu, Los usos sociales de la Ciencia (pp. 59-101).
Ediciones Nueva Visión.
● Castoriadis, C. (1988). Lo imaginario. La creación en el dominio histórico social. En C.
Castoriadis, Los dominios del hombre, las encrucijadas del laberinto (pp. 64- 75).
Gedisa.
● Guattari, F. (1976). La transversalidad. En F. Guattari, Psicoanálisis y Transversalidad.
Crıt́ ica psicoanalıt́ ica de las instituciones (pp. 92-107). Siglo XXI.
● Lourau, R. (1991). Introducción y Cap. 7: Hacia la intervención socioanalítica. En R.
Lourau, El análisis institucional(pp. 9-22 y 262-285). Amorrortu.
● Mancovsky, V. (2011). El enfoque clínico en Ciencias Sociales: la sutil diferencia entre
la búsqueda y el hallazgo [Presentación]. VIII Congreso Internacional de Psico-
Sociología y Sociología Clínica: Transformaciones Sociales y Desafíos del Sujeto.
Montevideo, Uruguay.
● Pedrosian, E. (2003). La escucha activa en la comprensión crítica. En J. Barceló
(Comp.), Sociología Clínica (pp. 81-86). Universidad de la República.
● Schejter, V. (2018). La construcción de un enfoque epistemológico de la psicología
institucional: su implementación en la formación de psicólogos. En V. Schejter, T.
Cocha, G. Furlan y F. Ugo (Comps.), La clínica institucional: Construcción compartida
de conocimientos (pp. 13-27). Eudeba.
● Zappino, A. (Comp.) (2001). Socioanálisis - Análisis institucional. Compilación de los
principales conceptos según sus referentes centrales. Secretaría de Publicaciones de la
Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos.

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ANEXO: Recorte de la transcripción de la entrevista realizada a la fundadora
de la organización Terra.

Entrevistado: Entonces , en los controles, si el pediatra detecta que hay algo, es el


primero que puede llegar. Entonces es fundamental la detección temprana y en eso te
va marcando la evolución también,o sea qué pasa si hay un diagnóstico o no, si hay un
retraso, eh y qué tipo de diagnóstico puede haber porque dentro de lo que son el
diagnóstico puede ser, digamos, desde un trastorno específico del lenguaje que ahí ya
tendrá más carga horaria una fonoaudióloga, ¿sí? Y quizás si hay impacto en lo
cognitivo, ponele un nene de 5 años que ya está en una sala de 5 y empieza con letras y
todo y tiene un retraso en el lenguaje, también se va a ver reflejado en los aspectos de
la lecto escritura.
Entrevistador 2: Claro.
Entrevistado: Entonces por ahí se le pone psicopedagogía y uno le pone mayor carga a
eso. Ahora, si hay otro diagnóstico tenes que armar otro equipo, otro dispositivo.
Entrevistador 1: ¿Y ustedes como equipo, como “Terra”, cómo definen a la
discapacidad?
Entrevistado: Eh a ver la discapacidad si, o sea, como lo dice bien la palabra es como
un marcador que marca que hay alguna dificultad en alguna de las áreas, ya sea desde
la observación, porque parte de ahí, desde la observación es lo primero que uno ve,
bueno a ver ¿donde está la dificultad?... ¿Sí? Eh y después nosotras, o sea es algo para
ir trabajando.
(...)
Entrevistado: Claro, y después hay nenes que hoy por hoy nosotros vemos que
necesitan a veces trabajar en casa. Cuando son muy chiquitos, se cansan de venir acá
en el traslado, en el viaje, o sea, se cansan, entonces muchas veces también
trabajamos en el domicilio. Después por ahí puede ir sumando alguna terapia acá ¿sí?
Pero, uno siempre es parte de la necesidad de los chicos.
Entrevistador 2: Claro y de sus tiempos también me parece
Entrevistado: De sus tiempos atencionales. Un nene de 2 años se te agota a los 10
minutos. Y si vos a eso le sumas un viaje, la espera… lo cansaste. Y vos necesitas que
esté con esos minutos que valen oro. Entonces por ahí vas a la casa, está descansado,

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ves cuál es el mejor momento; cuál es el mejor horario… todo eso se le pregunta a la
familia. Cuáles son sus rutinas, si duerme la siesta o no duerme la siesta, en qué hora
come. Y entonces, en función de sus armas el plan de trabajo.

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