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Carné: 1618215
Una política pública, en esencia se trata de abrir los asuntos públicos manejados
por los Estados al escrutinio de la ciudadanía, amparándose en el derecho a la
información y en la obligación legal de rendir cuentas acerca de la forma, fondo y
contenido de la administración de los recursos públicos.
1. El significado de la transparencia
Las instituciones que detentan el poder del gobierno, dan la idea de ser no sólo
inaccesibles para la gran mayoría de la población, sino de representar una especie
de “caja negra”, dentro de la cual no se sabe a ciencia cierta lo que acontece para
producir malos, buenos o regulares resultados. Los símbolos del poder son físicos
y subliminales. El poder se “siente”, pero difícilmente se “observa”; es subliminal
porque las más de las veces nos lo imaginamos, no nos consta su manejo.
No hay nada más chocante para el interlocutor ciudadano que le traten de timar, y
muchos gobernantes y políticos, con frecuencia, ignoran la importancia de la
comunicación social. A mi modo de ver, la comunicación política se fragua como
primer impulso de la verdadera transparencia, en el respeto al significado profundo
de las palabras. Los auténticos demagogos, en el afán de conquistar el poder o
permanecer en él, son capaces de convertirse en seductores de la opinión pública
y de la voluntad política.
El propósito explícito
El Programa-Presupuesto
Prácticas
• Evaluación Institucional
• La Evaluación Social
• Evaluación Política
La evaluación política cotidiana de la transparencia corresponde a los órganos de
opinión pública (escritos y electrónicos, incluyendo a los – cada vez más
numerosos – que se expresan en la Internet). En ellos se manifiestan todas las
corrientes políticas, los poderes fácticos – incluso muchos cuentan con sus
propios medios –, los grupos de presión, los de interés. También los partidos
políticos representan entidades importantísimas para evaluar la transparencia, al
estar naturalmente orientados a conseguir el poder o a mantenerse en el mismo.
Normalmente los gobernantes aspiran a ser reconocidos por sus hechos y méritos,
mientras que los medios y partidos aspiran a lo contrario, es decir, justamente a
poner en duda el reconocimiento, por lo menos público de los avances del
gobierno, particularmente al pertenecer a la oposición o por ejercer la función
crítica, en el caso de los medios. Si algo evalúan los medios, es la Política. Como
ello tiene efectos (positivos y negativos) sobre la estabilidad, comparten con el
poder político–gubernamental una responsabilidad en términos de transparencia,
al ser, al mismo tiempo, presuntamente aliados de la sociedad para evitar el
arrasamiento del Estado.
• Ser abiertos.
• Ser sencillos.
• Estar socializados.
• Ser honestos.
El buen gobierno se percibe como tal cuando las cosas salen bien, hay
estabilidad, trabajo, se respira un clima de libertad, la ciudadanía se asegura de
que hay un buen gobierno cuando éste rinde cuentas en los términos legales
establecidos y se evalúan los resultados constante y cotidianamente, tanto por los
medios de comunicación como por otras instancias sociales; en otros términos,
cuando la transparencia reina.