Está en la página 1de 8

FACULTAD DE CIENCIAS CONTABLES,

FINANCIERAS Y ADMINISTRATIVAS
ESCUELA PROFESIONAL DE ADMINISTRACIÓN

medidas para combatir la corrupción en nuestro país

Actividad N° 06: Actividad de Trabajo colaborativo de la I unidad.

AUTOR(A)

VEGAS LLACSAHUACHE, ANDI JUNIOR

PROFESOR

Mg. Adm. VICTOR HELIO PATIÑO NIÑO

PIURA – PERÚ

2020
¿COMO COMBATIR LA CORRUPCIÓN?

INTRODUCCIÓN

La corrupción, es un fenómeno de características especiales y que muta dentro de las


diferentes realidades sociales que conforman las agrupaciones humanas, se ha transformado
y adaptado por lo largo de la historia parasitando los más complejos sistemas de gobiernos
sin discriminar los poderes económicos de las naciones.

¿Qué se entiende por Corrupción?

La corrupción es un tema que tiene gran relevancia y publicidad dentro de la historia de la


humanidad, pero sobre todo en la realidad de nuestro país y de nuestros países
latinoamericanos. El concepto de corrupción ya ha sido definido por medio de las diferentes
instituciones públicas y privadas, nacionales o internacionales. El término de corrupción
guarda íntima relación con “corromper”. Es así como lo define la María Beatriz Tárzano
Bouzón.

Es decir la corrupción se vincula dentro de muchos aspectos de estudio, es así que es objeto
de análisis dentro de los campos de la Política, el Derecho, la Economía, la Psicología,
entre otras ramas del conocimiento, en los cuales ha sido tópico de profundas
problemáticas. El maestro Mario Wainstein nos define a la corrupción como: “También
puede entenderse a la corrupción como un proceder, como un modo de hacer para la
obtención de beneficios.”

El fenómeno de la corrupción es de gran importancia, se debe entender lo que conlleva y


sus alcances que tiene dentro de la conducta humana, no de manera aislada desde el punto
de vista jurídico, sino, en conjunto con las ciencias entendidas como producto de la ratio
del ser humano. De este modo y en aplicación multidisciplinaria podremos encarar esta
cruda realidad de la manera más completa posible.
Es por esto que a nuestro criterio la corrupción es todo acto en el cual, una persona por
medios ilegítimos, logra un beneficio económico, fuera de la ética y la moral social,
quebrantando la legalidad en sus actos, para sí mismo o para un tercero.

Es evidente que la corrupción hace mucho daño: crea desconfianza, incentiva nuevas
conductas abusivas, detrae dinero de finalidades sociales, desanima el esfuerzo y rompe el
principio de legalidad. Es, pues, necesario luchar con energía contra la corrupción. Pero,
¿cómo? Pienso que en varios frentes, incidiendo en las causas de la corrupción,
tomando medidas disuasorias a actuaciones corruptas y persiguiendo enérgicamente la
corrupción. Se puede actuar:

Asumiendo y fomentando la sensibilidad hacia la defraudación y la corrupción,


tomado conciencia de los daños que ocasionan y de la importancia de eliminar estas
prácticas. Los partidos políticos suelen utilizar la corrupción como arma arrojadiza contra
sus adversarios, pero la reacción pública contra la corrupción es todavía demasiado débil
Fomentar la sensibilidad social pasa por afinar el sentido de responsabilidad por el dinero
público, tanto en su recaudación como en su distribución. Responsabilidad que se extiende
al deber moral de pagar impuestos y a la preocupación por el buen uso de los caudales
recaudados.

Promoviendo transparencia en las instituciones, sobre todo en los partidos políticos y las


instituciones públicas. Cuando las cuentas son claras y comprensibles y se dan a conocer, el
riesgo que hacer trapas o actuar con favoritismo disminuye, si más no, por el riesgo de que
se descubra.

Implementando medidas disuasorias de comportamientos corruptos. Junto a la


transparencia, pueden contribuir a disuadir actuaciones corruptas leyes exigentes, códigos
de conducta bien elaborados y que se hagan cumplir, y adecuados medios de vigilancia y
control, incluyendo grabaciones conocidas por todos. 
Consiguiendo una mayor eficiencia en la administración de justicia y en la actuación
de otros poderes públicos. No basta con tener leyes, sino que deben hacerse cumplir. La
lucha contra la corrupción exige inspecciones bien programadas y una actuación decidida
de inspecciones o de la fiscalía y aun creando potenciado fiscalías específicas, como ya se
ha hecho en diversos lugares. La justicia, además de responder a su nombre, que es lo
primero,  tiene que ser rápida y eficiente. No es de recibo que un proceso judicial por
corrupción tarde 14 años en ser resuelto.

Eliminando estructuras o políticas que incentiven la corrupción. Es lo que ocurre con


una mala regulación de la financiación de los partidos políticos, la cual puede incentivar
alternativas irregulares de financiación. También con subvenciones poco claras o faltas de
un control efectivo, que favorecen los sobornos.

Aumentando el control social sobre las instituciones. Pueden hacerlo instituciones de


con observatorios específicos, los medios de comunicación, o bien organismos específicos.
Este control exige evitar conflicto de intereses, y en concreto que el controlador tenga
intereses sobre quien lo controla.

Educando en la honradez. Lo más importante a largo plazo Según una encuesta reciente,


el 42% de los jóvenes de 16 a 24 años justifica la evasión de impuestos y el fraude, si bien
están en desacuerdo con los recortes sociales. La pregunta es, ¿se educa suficientemente en
la honradez? ¿Qué medidas tomas las escuelas ante las copias en los exámenes y los plagios
en los trabajos? ¿Cómo se presenta y ejemplifica el valor de la honradez?

La cooperación y la participación de los ciudadanos son dos pilares fundamentales, y en


que a ellos se suman otros elementos como un buen andamiaje legal, la transparencia y el
uso de herramientas digitales.
La corrupción y los costos que impone en la sociedad y en la economía son un fenómeno
mundial. La corrupción retrasa el crecimiento económico, impide que los ciudadanos
reciban la estructura que se merecen. La corrupción absorbe dinero de escuelas, hospitales
y otros fines, e incrementa la desigualdad

Las acciones de corrupción deberían ser catalogadas como delitos de lesa humanidad,
porque permiten que haya un enriquecimiento ilícito a través o a costa del dolor, de la
salud, de la muerte, de la educación y del desarrollo de un país

Más allá de las condenas, estas son las rutas que los especialistas señalan para avanzar en la
lucha contra los actos corruptos.

Cooperación interinstitucional Cuando se tiene un objetivo en común, la colaboración


entre las instituciones es una situación casi natural.

No hay un esfuerzo en el mundo que haya sido exitoso en donde no hayan concurrido el


gobierno, los empresarios y la sociedad civil. No he encontrado ninguno que no haya
involucrado a estos tres sectores.

Para lograr una cooperación más eficiente, se debe acortar la brecha tecnológica y reducir
las disparidades entre los países.

Participación ciudadana La colaboración entre las instituciones no es suficiente sin la


participación de las organizaciones civiles.

No podemos vivir en eterno golpeteo con instituciones públicas, hay que trabajar con
quienes están dispuestos a hacerlo. La sociedad civil no es el enemigo a vencer; las
organizaciones, al igual que la academia, podemos ser incómodas, nos podemos equivocar,
pero somos tan indispensables como útiles para sentar las bases para fortalecer las
instituciones. Tenemos que vigilarlos, tenemos que exigirles y para eso estamos, esto no
quiere decir que seamos antigobiernistas.
La participación social debe ser vista como un derecho humano que permite a los
ciudadanos intervenir en asuntos públicos.

 Transparencia y herramientas digitales La transparencia y la rendición de cuentas son


dos elementos necesarios para combatir la corrupción.
Cuanta más transparencia haya en la vida diaria, en el negocio, cuanto más difícil es que
haya corrupción.

Para enfrentar las redes de corrupción, se debe ampliar el uso de tecnologías de la


información, la interoperatividad entre los sistemas informáticos disponibles, y reforzar las
áreas de investigación y su comunicación permanente con las áreas auditoras.

Se debe desarrollar una estrategia eficaz de intercambio de información que permita contar
con un sistema electrónico eficiente para mejorar la planeación de las auditorías, y así
ampliar la cobertura y el impacto de la fiscalización.

CONCLUSIONES

1. Podemos determinar que el concepto de corrupción es un fenómeno que se caracteriza


por una diversidad de acciones y omisiones, que se dan en contubernio con las esferas del
sector público y privado, que permite que se den apropiaciones ilegitimas, ilegales o
indebidas que afectan al resto de ciudadanos que comparten un determinado Estado. Entre
estas encontramos las coimas, sobre precios, entre otras más.

2. Existen varios delitos relacionados con los actos de corrupción, por esta misma
naturaleza nociva que intoxica no solo a las personas, sino, a la institucionalidad del
Estado. Es por lo mismo que existen delitos sutiles que no generan violencia, y que por lo
general son cometidos por funcionarios o privados con un entrenamiento distinto en alguna
rama del conocimiento tales como abogados, ingenieros o arquitectos, y que cometen
infracciones como el cohecho, la concusión, el peculado, entre otros. Y por el otro lado,
tenemos delitos con una característica violenta que acompaña a la corrupción tales como la
intimidación, las lesiones, los asesinatos, etcétera.

Recomendaciones:

1. Vigilar la correcta asignación y ejecución de los recursos para el combate a la


corrupción.

Ofrecer y contar con información sobre quién, en qué y cómo se gastan los recursos
destinados a este rubro, así como de los resultados que este gasto genera.

2. Simplificar y modernizar los procesos burocráticos para el otorgamiento de servicios


gubernamentales.

Incorporar tecnología a un mayor número de trámites, para facilitar y agilizar el acceso a


servicios y mejorar la forma en que se distribuyen estos servicios.

3. Vigilar la implementación de los sistemas locales anticorrupción.

Los congresos locales deben avanzar en la legislación en la materia, con el fin de impulsar
el combate a la corrupción en el mismo sentido y garantizar la asignación apropiada de
recursos para el establecimiento y correcto funcionamiento de las instituciones
contempladas.

4. Fomentar la cultura de la legalidad como parte del combate a la corrupción.

Establecer programas de educación y prevención para niños, jóvenes y adultos para contar
con una sociedad que rechace las prácticas corruptas.

5. Promover la denuncia ciudadana en prácticas de corrupción.


Buscar la participación de la ciudadanía e incentivarla a denunciar actos de corrupción y
desarrollar un esquema de protección para los denunciantes.

Bibliografía:

 Araujo, Paulina. Derecho Penal Económico. Quito: Corporación de Estudios y


Publicaciones, 2010.
 Ayala, Enrique. Resumen de Historia del Ecuador. Quito: Corporación Editora
Nacional, 2008.
 Casa Editorial. Convenciones y Convenio: sobre terrorismo y corrupción. Quito:
Editorial Jurídica del Ecuador, 2012.
 Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques. Las Agencias Anticorrupción
en el Derecho Comparado. México: Senado de la República, 2013.
 Chahuán, Sabas. “Discurso Fiscal Nacional”. Cuenta pública 2014 (2014).
 http://www.negocioslimpios.org/buenas-practicas/88-caso-practico-siemens

También podría gustarte