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LA ÉTICA FRENTE A LA CORRUPCIÓN

ÉTICA Es la ciencia de la conducta humana, que estudia la forma de actuar que tenemos
todos los hombres frente a nuestros semejantes y la manera en la que nos desenvolvemos
en nuestras actividades diarias. Se dice que la Ética es una ciencia, porque es una
disciplina racional ya que parte de los actos humanos y los transporta hasta llegar a sus
principios. La Ética es un conjunto de conocimientos sistemáticos, metódicos y racionales
basados en la experiencia y fundados en principios. La ética puede definirse como la
ciencia normativa de la rectitud de los actos humanos según principios racionales. La
ética aplicada a la función pública es de vital importancia porque tiene como eje central
la idea de servicio, es decir, las tareas y actividades que realizan gobernantes y
funcionarios públicos están orientadas a la satisfacción de la pluralidad de intereses. La
ética de la función pública es la ciencia del buen comportamiento en el servicio a la
ciudadanía. Es además un importante mecanismo de control de la arbitrariedad en el uso
del poder público, un factor vital para la creación y el mantenimiento de la confianza en
la administración y sus instituciones. La ética es un factor clave para elevar la calidad de
la administración pública mediante la conducta honesta, eficiente, objetiva e íntegra de
los funcionarios en la gestión de los asuntos públicos.

CORRUPCIÓN La corrupción, se define, como el uso ilegitimo del poder público para
el beneficio privado, Todo uso ilegal o no ético de la actividad gubernamental como
consecuencia de consideraciones de beneficio personal o político, o simplemente como
el uso arbitrario del poder. Se define a la corrupción como un fenómeno social, a través
del cual un servidor público es impulsado a actuar en contra de las leyes, normatividad y
prácticas implementados, a fin de favorecer intereses particulares. La corrupción en el
interior de las administraciones públicas genera un derroche de recursos, ineficacia en el
cumplimiento de las metas, así como ineficiencia en la prestación de servicios. Quienes
han conocido la corrupción son tocados por la ambición la que les impulsa a engañar,
estafar de manera impropia, sin ningún tipo de escrúpulo.
Todo individuo que participa de la función pública debe tomar conciencia de que el
servicio público se define como la acción del gobierno para satisfacer las demandas y
necesidades de las personas que integran el Estado. El servidor público se debe a su
comunidad, su sueldo es pagado por la sociedad y por lo tanto tiene una responsabilidad
y un compromiso con ella. El político y el funcionario público no deben olvidar que están
para servir a la comunidad no para servirse de ella. Todo buen gobernante sirve a su país
y no se sirve de él .
Toda persona que participa de la función pública, debe tomar conciencia de que el servicio
público se define como la acción del gobierno para satisfacer las demandas y necesidades
de las personas que integran el Estado. El servidor público se debe a su comunidad, su
sueldo es pagado por la sociedad y por lo tanto tiene una responsabilidad y un
compromiso con ella. El político y el funcionario público no deben olvidar que están para
servir a la comunidad no para servirse de ella. Todo buen gobernante sirve a su país y no
se sirve de él. La causa inevitable e irreductible de la corrupción, es la conducta
deshonesta del actor público. La corrupción se da única y exclusivamente porque un
individuo, sea cual sea su entorno, toma la decisión de realizar una acción determinada,
la acción corrupta. Y esa es precisamente la razón por la que siempre existirá la
corrupción, no hay ningún sistema de control posible ni ningún antídoto tan eficaz para
impedir totalmente una opción individual de este tipo. En todo caso ese sistema o antídoto
tendrá mucha más fuerza si es interna al individuo (principios y valores) que si es externa
(códigos, leyes). La política y la vida pública están corrompidas. El desvío de fines y
recursos económicos dentro de los gobiernos y administraciones públicas del mundo es
una realidad cada vez más evidente. La corrupción es un vicio que se ha establecido y es
ya una característica en la mayoría de los países del mundo, tanto en el sector público
como en el privado, se concluye que ningún país en el mundo es inmune a la corrupción
política. El problema abarca una variedad de actos cometidos por líderes políticos antes,
durante o después de dejar el cargo. Incluye actos proscritos por las leyes nacionales e
internacionales así como actividades que son ilegales, pero que tienen una influencia
corruptora en el proceso político, El costo de la corrupción Sin duda es demasiado alto
para la vida pública de cualquier Estado. La falta de ética en el sector público no es una
cuestión de palabras, sino que se manifiesta mediante actos concretos con repercusiones
evidentes en la que políticos y funcionarios utilizan su autoridad y sus atribuciones para
beneficio propio, solos o en complicidad con grupos, desviando los recursos públicos y
afectando a una parte de la sociedad al generar desigualdad. La inmoralidad es un
componente de la sociedad, una realidad que produce sectores marginados o condenados
a la pobreza. En cualquier caso los efectos que conlleva la corrupción son negativos,
turbulencia, confusión, incertidumbre, anarquía, desconfianza de la población en el
gobierno, lentitud deliberada en los servicios, derroche de recursos, desaprovechamiento
y perdida del patrimonio, uso indebido de las funciones, negligencia en el personal
público, tráfico de influencias, malversación, inadecuado uso del patrimonio público, etc.

Es fundamental la difusión tanto del Plan Nacional, a través de los medios especializados,
sin embargo resulta más importante aún establecer un mecanismo comunicacional que
permita dar a conocer a la ciudadanía las iniciativas anticorrupción que resulten exitosas,
así como las acciones llevadas a cabo y los objetivos cumplidos. La difusión y el
conocimiento de estos resultados permitirán generar una opinión pública favorable,
mejorar la confianza en las instituciones y dar el mensaje a la ciudadanía de que es posible
construir un Estado más justo, en donde la lucha contra la corrupción sea una realidad
tangible y con resultados positivos.
Es conveniente, antes de iniciar la lectura de esta obra, señalar algunas cuestiones.
Primero, si bien existen servidores públicos irresponsables y corruptos también existen
servidores públicos honestos, personas con respeto a su trabajo y comprometidas con sus
tareas las cuales contribuyen a la marcha y desarrollo de las instituciones. Segundo, la
corrupción ha existido y existirá cualquiera que sea el sistema político y la época histórica.
La conducta del individuo hacía la corrupción nos hace pensar que es una actitud
inherente al ser humano la cual, debido a la alteración de valores sociales en las
sociedades contemporáneas se ha venido incrementando. Sin embargo, el hecho de
reconocer que siempre ha existido corrupción no nos exime de reflexionar y plantear un
conjunto de medidas a fin de mermar su alcance.

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