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Teorías Psicológicas II – 2019

Prof. Lic. Leandro M. Sánchez


APORTES DE DONALD W. WINNICOTT

DATOS BIOGRÁFICOS

Donald W. Winnicott, nace en 1896 en Plymouth, Inglaterra, siendo el hijo menor de tres. Sus hermanas son 7 y 5 años
mayores.
A los 18 años comenzó su carrera de medicina en la Universidad de Cambridge, pero debió interrumpirla por el comienzo
de la primera guerra mundial. Fue cirujano a bordo de un barco de la marina inglesa y pudo completar sus estudios en
1920 en Londres. En estos años comienza su contacto con la obra de Freud. Y unos años después empieza su primer
análisis con J. Strachey e ingresa a la Sociedad Psicoanalítica Británica.
Fue también especialista en pediatría, disciplina que dejó de practicar pocos años antes de su muerte. En 1923 ingresa al
Paddington Green Children's Hospital, Londres.
A partir del establecimiento de Melanie Klein en Londres, comienza a supervisar con ella y luego de finalizado el análisis
con Strachey lo prosigue con Joan Riviere.
Sus posturas equidistantes con Klein y con la también recién llegada Anna Freud, lo ubican como el líder más importante
del grupo Intermedio de la Sociedad Psicoanalítica Británica (que queda conformada por tres grupos: annafreudiano,
kleiniano y el numeroso middle group) Este último toma ideas de los otros dos, y aporta las propias e intenta una
integración entre las ideas de Anna Freud y de Melanie Klein. Pertenecían a él M. Balint, J. Bowlby, Masud Khan, C.
Rycroft, M. Milner, J. Klauber, P. King y otros pensadores.
Winnicott fue presidente de la Sociedad Psicoanalítica Británica por dos períodos: 1956-1959 y 1965-1968. Se casó en
segundas nupcias con la trabajadora social psiquiátrica Clare Brittonn, colaboradora de él, durante la segunda guerra y
falleció, sin dejar descendencia en 1971.

BASAMENTO TEÓRICO

Fue desarrollando distintas teorías a partir de su observación empírica en el análisis infantil de los modos de vinculación
de los bebés con sus madres.
Se vio influenciado por distintos autores, pero desarrollo sus propias teorías. Su pensamiento está influenciado por
Darwin, Freud y M. Klein.

• Charles Darwin - Le impacta su teoría de la selección natural vinculada con la supervivencia en un medio hostil, a
partir de la cual piensa que el bebé no puede adaptarse solo al entorno, necesitando de un “ambiente facilitador”
provisto por la madre.

• Sigmund Freud - Reconoce y admira sus ideas, pero no enfatiza la figura del padre, a quien propone como sostén
de la madre, protector de la díada madre-bebé y proveedor de un espacio para que la madre pueda desarrollar su
tarea. El complejo de Edipo, por otra parte, no le resulta suficiente para explicar las dificultades de desarrollo
emocional de la infancia.

• Melanie Klein - Desde un comienzo Klein estudio el mundo de fantasías inconscientes de los niños o sea el
mundo interno.
Winnicott reconocía sin duda el valor de dichas ideas, pero eligió estudiar cómo el mundo externo del ambiente
familiar facilitaba o inhibía el desarrollo madurativo de los niños.
La influencia que recibió de M. Klein es notoria, sobre todo en lo relativo a la importancia asignada a la edad
temprana del niño, su mundo interno y el poder de la fantasía.
Winnicott y Klein trataron en los aspectos preedípicos de la personalidad del niño, mientras Winnicott resaltó la
importancia de la relación real del niño y su madre.
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SU OBRA

• A lo largo de ella hace hincapié en la influencia del medio sobre el desarrollo psíquico del ser humano.

Desarrollo emocional primitivo


La teoría del desarrollo emocional primitivo de Winnicott ocupa el cuerpo central de su pensamiento. En ella
destaca la importancia del mundo externo o medio ambiente en la crianza del niño (“el bebé no existe”), y del
carácter evolutivo del individuo: de la dependencia absoluta, a la dependencia relativa y la tendencia a la
independencia, que nunca es completa. Como pone de manifiesto Kahn, ya en su artículo “Desarrollo emocional
primitivo” (1945) aparecen de forma rudimentaria todos los conceptos posteriores de Winnicott: el sostén, el
objeto transicional, la dependencia absoluta, etcétera.

• Para él, el bebé nace con potenciales heredados que podrán desplegarse según los encuentros que se vayan
desarrollando con los primeros objetos del medio ambiente.
• El ser humano lleva en si una tendencia innata a desarrollarse y unificarse.
• Esa tendencia se actualiza en la puesta en marcha de los procesos madurativos.
• En el plano psíquico se refiere a la formación y evolución del yo, del ello y del superyó, así como la
implementación de los mecanismos de defensa en un individuo sano.
• La salud psíquica se fundaría en el libre desenvolvimiento de estos procesos madurativos.

Es el entorno, sin embargo, representado al principio por la madre o un sustituto, el que permitirá o entorpecerá el libre
despliegue de estos procesos.

Ambiente facilitador
La inclusión del ambiente en el estudio del desarrollo emocional humano es la piedra angular del constructo
teórico de Winnicott, un aspecto que modula su pensamiento y su forma de concebir la clínica psicoanalítica y el
tratamiento. Este estudio del desarrollo emocional solo puede realizarse teniendo en cuenta el medio o mundo
externo, en tanto que “el bebé no existe, lo que existe es la pareja de crianza”. El ambiente o medio ambiente o
la madre, en su condición de ambiente facilitador o suficientemente bueno, es primordial en las primeras etapas
de la infancia. El medio es el que habilita el desarrollo y la maduración de las potencialidades biológicas del bebé,
sobre todo durante la etapa de la dependencia absoluta.

El medio será facilitador del desarrollo, propulsado desde el potencial hereditario del bebé, y es a partir de este encuentro
bebé/medio, en el que podrá emerger y crecer, si todo va bien, el gesto espontáneo del nacido, como expresión de su
creatividad.

Gesto espontáneo
Es la más genuina expresión de la continuidad existencial, del verdadero self. “Representa al verdadero self
en acción”, dice Winnicott. La acción del verdadero self determina el gesto espontáneo que permite al individuo
explorar, descubrir y habitar el mundo. La madre, al dejar hacer a su hijo, facilita su crecimiento espontáneo. El
gesto espontáneo tiene sus extensiones en el gesto creativo, que se expresa en el pensamiento original y
novedoso, y en el gesto lúdico, que se despliega en el juego.

En función de esta línea, definido por la interacción entre el entorno y el desarrollo psíquico del ser humano, considerara
dos periodos del llamado “desarrollo emocional primitivo”.
Medio y bebé constituyen una unidad inicial, de allí que Winnicott planteará “el bebé, (como entidad) no existe”
aludiendo a la inseparable ligazón con el objeto maternante, que permitirá el desarrollo de potenciales heredados, a
través de un lento tránsito hacia la independencia.
Si el objeto indispensable, falla, el bebé reaccionará, interrumpiendo su continuidad existencial. Esta continuidad es
central en la idea de salud psíquica del autor, definiéndose su interrupción como traumática.
El bebé necesita de sus objetos para integrarse, para vivir en su cuerpo (personificarse) y para tomar contacto con la
realidad (realizarse).
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Frente a las necesidades del bebé es el objeto maternante quien cumple las funciones de

• Sostén (holding)
• Manipuleo (handling) y
• Presentación del objeto (object presentation).

Sostén (holding)
El sostén humano (human holding) es el prototipo de todo el cuidado materno, esencial para el desarrollo
emocional temprano y la continuidad existencial del bebé. La función materna de sostén o sostenimiento es un
factor básico del cuidado infantil que corresponde al hecho de sostener (física y emocionalmente) de manera
apropiada al yo inmaduro del bebé. Alude tanto al hecho físico de coger en sus brazos al bebé como a la forma
de mirarlo. El sostén materno trata de prolongar sin solución de continuidad el devenir de la vida intrauterina y la
extrauterina del bebé. Esta función ambiental abarca la totalidad de los cuidados en la etapa de la dependencia
absoluta y posibilita la integración psicosomática del bebé, el logro del self unitario.

La madre protege al bebé de los peligros físicos, tiene en consideración su sensibilidad cutánea, auditiva, visual, su
sensibilidad a la caída, su ignorancia respecto de la realidad exterior.
Con los cuidados cotidianos, instala una rutina, en forma de secuencias repetitivas. A través de esta función de holding
Winnicott enfatiza la manera de llevar al bebé, en primer lugar, físicamente, pero también psíquicamente.
El mantenimiento psíquico consiste en sostener el yo del bebé en su desarrollo, es decir, ponerlo en contacto con una
realidad exterior simplificada, repetitiva, de modo tal que el yo naciente se haga capaz de hallar los puntos de referencia
simples y estables que se necesitan para llevar a buen término el trabajo de integración en el tiempo y en el espacio.

Manipulación (handling)
El manejo o manipulación es una función materna primordial, junto con el sostén (holding) y la presentación
del objeto (objet-presenting). El manejo corresponde a una función de asistencia corporal tendente al proceso de
integración de la psique en el cuerpo del niño. Por manejo se entiende el cuidado general de bañar, limpiar,
acunar, etcétera, al bebé. Esta función materna ayuda al paso de la era pregravitatoria (la ingravidez de la vida
intrauterina) a la gravitatoria, a la toma de contacto con su propio cuerpo. Progresivamente, la integración
psicosomática facilita el alojamiento o residencia de la psique en el cuerpo: la unidad psique-soma o
personalización.

Es decir, la manipulación del bebé en la prestación de cuidados. La madre cambia al bebé, lo baña, lo acuna, etc. El
ejercicio de esta función de la madre es necesario para el bienestar físico del niño, quien se experimenta poco a poco
viviendo en un cuerpo y realizando así una unión entre su vida psíquica y éste. Unión que Winnicott denomina
personalización.

Presentación del objeto (objet-presenting)


Función materna que habilita en el niño la capacidad para relacionarse con los objetos. Corresponde al
campo de los fenómenos transicionales, en los que la madre introduce al niño en los intercambios simbólicos con
su entorno. Junto con el sostén o sostenimiento (holding)y el manejo (handling), Winnicott describe esta tercera
función materna que consiste en mostrar gradualmente –” en pequeñas dosis”– los objetos de la realidad al
bebé para que pueda hacer real su impulso creativo. La madre suficientemente buena le alcanza el mundo para
que lo pueda explorar sin temor e inscribirlo en su experiencia.

El ejemplo más llamativo de la función materna de presentación del objeto, es la presentación del pecho o del biberón.
Este ofrecimiento se inicia con lo que Winnicott denomina primera comida teórica, que es también una primera comida
real. Con la salvedad de que esta primera comida teórica está representada en la vida real por la suma de las experiencias
precoces de muchas comidas.
La extrema inmadurez del recién nacido hace que la primera comida no pueda adquirir a priori el significado de una
experiencia emocional, sino que "en razón de un estado de vida en el niño y gracias al desarrollo de la tensión pulsional, el
niño se pone a esperar algo, y entonces algo se adelanta que pronto adquiere una forma, la mano o bien la boca
tendiéndose con naturalidad hacia el objeto"."
En esta primera comida, la madre presenta el pecho o el biberón en el momento en que el niño está pronto para
imaginarlo y, por lo tanto, para encontrarlo.
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Al ofrecer el pecho en el momento aproximadamente oportuno, procura al bebé la ilusión de que él mismo ha creado el
objeto cuya necesidad siente confusamente.
Al darle la ilusión de esta creación, la madre posibilita al bebé una experiencia de omnipotencia, o sea que el objeto, en el
momento de ser esperado, adquiere una existencia real.
Durante este período de dependencia absoluta, la madre, que se las arregla para estar disponible ante una excitación
potencial del niño, permitirá que con el transcurso de las mamadas éste adquiera la capacidad de asumir relaciones
excitantes con las cosas o las personas.
Dicho de otra manera, el ser humano será capaz de experimentar emociones, sentimientos de amor u odio sin que
representen una amenaza potencial ni sean fatalmente motivo de una angustia insoportable.

* * *
El niño realiza, durante el desarrollo emocional, toda una la travesía de la dependencia absoluta hacia dependencia
relativa, logrando, como dice Winnicott “si todo va bien”, la integración de sí mismo y de sus objetos, la personalización y
los inicios de la relación con el otro.
Estos logros se posibilitan por las funciones de sostén, de manipulación y de presentación adecuada de la realidad, que
haga la madre.
Esta madre “suficientemente buena” (que no requiere una inteligencia especial) es habitualmente sensible,
vulnerable, resistente, pero también sabe de su odio, al que no niega

Madre suficientemente buena


El concepto de madre suficientemente buena, elaborado en la década de los cincuenta, es uno de los puntos
fuertes de la teoría de Winnicott. Es una función materna asociada a la preocupación maternal primaria y la
madre devota corriente. Con esta expresión describe a la madre “común y corriente” capaz de acomodarse a las
necesidades del bebé: la madre que satisface las necesidades elementales del bebé en su estado de dependencia
absoluta. Una madre que tiene una capacidad de realizar una adaptación activa, viva y sensible a las necesidades
de su hijo; una madre dedicada a la crianza de su hijo. La madre que falla de un modo confiable; no de forma
caótica.

Preocupación Materna Primaria

Winnicott entiende por preocupación materna primaria a lo que le acontece a la madre en las postrimerías del
embarazo y primeras semanas después del parto, en el hecho que ésta se preocupa por el cuidado del niño o mejor dicho
se entrega a esta tarea y el niño parece formar parte de ella, la madre se halla muy identificada con el bebé y sabe muy
bien como éste se siente.
La madre está dedicada por entero a su bebé mientras dura este período. La madre lo hace tan bien que le
permite vivir al bebé una experiencia de omnipotencia.
El amor en esta fase solo puede demostrarse en término de cuidados corporales. El niño pequeño y el cuidado materno se
separan y disocian cuando el desarrollo sigue los causes de la normalidad.
Para Winnicott no existe nada que se puede llamar bebé; cuando nos encontramos con el cuidado materno sin el cual no
habría tal niño.

Preocupación maternal primaria


Estado psíquico especial de sensibilidad intensificada de la madre (que puede ser observado también en el
padre o en los padres adoptantes), que comienza antes del nacimiento y dura algunas semanas después del
parto, de carácter transitorio y reversible, en el que concentra todos sus intereses en adaptarse a las necesidades
de su hijo. Implica el cuidado corporal y la elaboración imaginativa de la relación con el bebé. A esta función
materna Winnicott la define como “la disposición y la capacidad de la madre para despojarse de todos sus
intereses personales y concentrarlos en el bebé”. En consecuencia, la madre se identifica temporalmente con la
vulnerabilidad de su bebé para adaptarse a sus necesidades primarias. De este modo la madre ejerce una función
yoica auxiliar por identificación con su hijo. El concepto lo acuña en 1956, en un artículo con el mismo título,
publicado en Escritos de Pediatría y Psicoanálisis. Lo califica como un estado de enfermedad normal, una suerte
de locura transitoria de la madre (a la que denomina la madre loca frente a la madre caótica o nociva) necesaria
para el cuidado del bebé.
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Función Materna

Dice Winnicott: “El bebé existe siempre con alguien más; una mamá que lo corporaliza, lo construye, lo invita
amorosamente a vivir, la que cumple la “función materna”, que debe ser lo suficientemente buena para garantizar su
salud física y psíquica”.
Ella será la responsable de iniciar las acciones de holding, handling y mostración o presentación de objetos.
Funciones que se ejercen simultáneamente.

Funciones maternas
Las funciones maternas ocupan un lugar principal en el pensamiento de Winnicott. Son funciones estructurantes
del psiquismo (de la subjetividad) del infans. Este autor asigna a la madre tres funciones maternas esenciales. Las
funciones maternas ejercen la representación del ambiente facilitador (suficientemente bueno) y establecen un
básico estado de confianza que determina el adecuado desarrollo emocional del bebé. Mediante estas funciones
la madre provee al bebé de la suficiente confianza, seguridad, tranquilidad y estabilidad para sus logros
madurativos. La constancia en el cuidado materno permite la continuidad existencial del bebé y su ingreso en el
mundo de forma gradual y bien temperado.

La madre suficientemente buena

La madre que durante los primeros meses de la vida de su hijo se identifica estrechamente con éste, adaptándose
a la perfección, en teoría, a sus necesidades, es calificada por Winnicott de madre suficientemente buena. Es decir, lo
bastante buena como para que el pequeño pueda acomodarse con ella sin daño para su salud psíquica.
Esta madre representa el entorno suficientemente bueno, cuya importancia es vital para la salud psíquica del ser humano
en devenir. Permite que el bebé desarrolle una vida psíquica y física apoyada en sus tendencias innatas. Este puede
experimentar entonces un sentimiento de continuidad de existir que es signo del surgimiento de un verdadero self, de un
verdadero sí mismo.
Con este término, verdadero sí mismo, arribamos a una de las nociones más abstractas de la teoría winnicottiana.
Aclaremos en este aspecto que Winnicott no fue el creador de la noción de self; la noción había sido introducida por
Hartmann, uno de los fundadores de la escuela de la Psicología del yo, en1950. Para este autor, el self designa la
representación de la persona entera o personalidad.

Self
En Winnicott el self está en el núcleo de su teoría del desarrollo emocional primitivo. El término self es
reflexivo en la lengua inglesa, y en castellano cabe traducirlo por sí mismo. Admite también otras traducciones,
como un concepto equivalente al de identidad (la personalidad en relación con un otro significativo) o mismidad;
y trasciende la noción de personalidad porque es relacional (si bien hoy día se tiende a respetar su grafía inglesa
para evitar que se desvirtúe su sentido original). El propio Winnicott comenta que este vocablo originariamente
no es un término psicológico sino una palabra que todos los ingleses usan a diario. El self es una expresión que
amalgama la mismidad con la otredad, lo personal con lo interpersonal o intersubjetivo.

Pero fue Winnicott quien propuso distinguir en el self dos aspectos: uno verdadero y uno falso. Estos dos aspectos del self
están presentes en todos los seres humanos, pero en proporciones extremadamente diversas de un individuo a otro.

El verdadero self

Según Winnicott, el verdadero self es la persona que es yo y solamente yo; dicho, en otros términos, la persona que se
construye fundamentalmente a partir del ejercicio de sus tendencias innatas.
Al comienzo de la vida, el verdadero self no es mucho más que la suma de la vida sensorio-motriz. Se manifiesta a través
de un gesto espontáneo, de una idea personal. "El gesto espontáneo es el verdadero self en acción.
Sólo el verdadero self puede ser creador y sólo el verdadero self puede ser sentido como real”.
La evolución psíquica del bebé, tal como acabo de presentarla, está estrechamente ligada, pues, a la presencia de una
madre suficientemente buena y supone, del lado del bebé, una ausencia de factores hereditarios o congénitos
patológicos.
Es únicamente a través de la posibilidad de vivir o no experiencias desde el propio self, que se va a posibilitar que se
desarrolle un verdadero self y no un falso self patológico, en la medida en que el medio ambiente y muy especialmente la
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madre, reconozca desde el comienzo de la vida al bebé como diferente al de sus expectativas, como un individuo con
posibilidades propias, permitiéndole de este modo la experiencia de ser.

Verdadero self - falso self


En toda conducta humana hay un equilibrio dinámico entre el verdadero y el falso self. Esta dupla de
conceptos es indisociable y ordena la estructura psíquica del individuo de forma dialéctica, con dos polos del self.
El verdadero self describe lo original e inédito de cada individuo, lo más íntimo y real de uno mismo, el núcleo del
ser humano. Responde al sentimiento de identidad y a la autoconciencia de la propia existencia. Su acción
determina el gesto espontáneo que permite al individuo explorar, descubrir y habitar el mundo. El falso self
protege al verdadero self y establece la formalidad en la convención social. Winnicott lo define como una
reacción defensiva frente a la intrusión ambiental –es decir, que surge de la falla de la función materna–, cuya
función consiste ocultar y proteger al verdadero self. El falso self abarca un arco que va desde la adaptación
funcional hasta la formación de estructuras defensivas patológicas. El falso self normal responde a una conducta
social adaptativa (a una sociabilidad), mientras que el falso self patológico produce una sensación de irrealidad y
un sentimiento de futilidad. El falso self adaptativo y el patológico responden a un arco de mayor o menor
gradación de salud.

La madre insuficientemente buena

Winnicott nos suministra varias descripciones de este tipo de madre insuficientemente buena. Puede
corresponder a una madre real o a una situación.
Cuando se trata de una madre real, Winnicott habla de una madre que globalmente no tiene capacidad para identificarse
con las necesidades de su hijo.
En lugar de responder a los gestos espontáneos y necesidades del bebé, los sustituirá por los suyos propios.
Sin embargo, la peor de las madres es aquella a la que "al principio de todo le es inevitable atormentar, es decir, ser
imprevisible"; pasar, por ejemplo, de una adaptación perfecta a una adaptación defectuosa, o bien pasar súbitamente de
la injerencia a la negligencia, en forma tal que el pequeño no puede confiar en ella ni prever ninguna de sus conductas.
En ciertos casos, la expresión madre insuficientemente buena no se refiere al comportamiento de una madre
real, sino a una situación en la que son varias las personas que prodigan los cuidados al niño.
Este se encuentra entonces con una madre fragmentada y, en vez de la simplicidad que hubiese sido de desear, vive los
cuidados que se le prestan como una experiencia de complejidad.
Según las circunstancias, la madre insuficientemente buena está representada por una persona o por una situación. A
propósito de este último caso, Winnicott escribirá que él llama madre insuficientemente buena "no a una persona, sino a
la ausencia de alguien cuya dedicación al niño es simplemente corriente”.

Falla ambiental
Fracaso en la provisión básica del cuidado infantil, que responde a una falla en el sostén materno o en su
capacidad de devoción. Winnicott usa indistintamente los términos de falla ambiental y falla materna y, por
extensión, el de falla del analista. La madre –como principal factor ambiental– debe fallar, pero de forma
gradual, para facilitar el proceso de desarrollo del bebé.

Falla materna
Winnicott denomina falla materna o, sensu lato, falla ambiental, a la adaptación gradual de la madre a fallar
a su bebé para que este pueda ir tolerando las frustraciones ambientales, sin que se pierda la confianza mutua.
La madre debe hacer la transición de madre devota a madre suficientemente buena para facilitar el buen
desarrollo del bebé, por lo que la falla materna debe ir unida a la adaptación activa a sus necesidades. Es una
madre que falla de modo confiable. La capacidad de maternaje implica presentar el mundo al bebé en pequeñas
dosis. A esta falla materna moderada y necesaria para el bebé, también la denomina cuidado negativo o
descuido vivo. Si la falla materna es severa se torna en traumática y se desarrollan angustias impensables que
producen una privación que impide la continuidad existencial del bebé.
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DESARROLLO EMOCIONAL PRIMITIVO

Respecto a la Relación con la madre Respecto al Yo del bebe


Dependencia absoluta Integración
Dependencia relativa Personalización
Tendiendo a la independencia Realización

RESPECTO A LA RELACIÓN CON LA MADRE

Dependencia

La teoría del desarrollo emocional primitivo de Winnicott se acoge a los criterios generales de todas las teorías de la
personalidad humana, cuyos tres pilares son: que la dependencia del bebé es real, que al principio es absoluta y que su
desarrollo se basa en la continuidad del crecimiento individual. Para Winnicott, el estudio del bebé es inseparable del
ambiente, por lo que parte de la unidad madre-bebé: <<La dependencia es real>>, dice en Los bebés y sus madres. Y
atiende los dos tipos básicos de dependencia humana: la dependencia absoluta y la dependencia relativa. La madurez
implica ese movimiento que va desde la dependencia a la independencia.

Dependencia absoluta

Primera etapa del comienzo de la vida. En la teoría del desarrollo emocional temprano de Winnicott corresponde a la
etapa que denomina de la dependencia absoluta y se extiende desde el nacimiento hasta los seis primeros meses de vida
del infans. Esta etapa es de dependencia absoluta (o casi absoluta), por cuanto que el bebé depende totalmente del
cuidado materno, esto es, del ambiente facilitador: de la provisión física y emocional de la madre. En esta etapa –de
estado de ser primario: de no integración del yo– predomina en el bebé la ilusión de omnipotencia, de que él crea el
mundo que le es presentado por la madre.

Dependencia relativa

Etapa del desarrollo emocional temprano que sigue a la de la dependencia absoluta y abarca aproximadamente desde los
seis meses hasta los dos años. En esta etapa, las fallas graduales de la adaptación activa de la madre al presentar el mundo
a su bebé, facilitan su adaptación a la realidad y al reconocimiento diferenciado de la realidad interna y la realidad
externa. El paso de la dependencia absoluta a la dependencia relativa se caracteriza por la integración (del yo), la
personalización y la realización (la relación con la realidad exterior). Al transformarse el objeto subjetivo en un objeto
objetivamente percibido, los objetos se perciben como exteriores al self y el bebé toma conciencia de su dependencia.

Tendiendo a la independencia

La naturaleza humana, en esencia, es dependiente. La independencia implica el logro de la madurez en el individuo, de un


grado de autonomía saludable pero relativa, puesto que es un estado que nunca se alcanza totalmente. La independencia
total no existe, y de existir no sería saludable. En el proceso del desarrollo emocional humano supone el paso de la etapa
de la dependencia absoluta a la de la dependencia relativa, y de esta a la independencia. Este <<viaje a la
independencia>>, como lo describe Winnicott, implica la asunción de un medio ambiente interiorizado: la capacidad del
niño de cuidar de sí mismo, y de su mantenimiento en la vida adulta. La independencia (relativa) se alcanza cuando se
adquiere la capacidad de integración adecuada o el proceso de maduración suficiente como para prescindir del cuidado
ajeno.
Una vez que estas cosas han quedado establecidas, como ocurre en la salud, el niño puede gradualmente enfrentar el
mundo y sus complejidades, pues en él ve cada vez más lo que ya está presente en su propio self. Se identifica con la
sociedad en círculos crecientes de la vida social, pues la sociedad local es una muestra del mundo personal del self tanto
como una muestra de los fenómenos verdaderamente externos.
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De este modo se desarrolla una verdadera independencia; el niño llega a una existencia personal satisfactoria mientras
participa en los asuntos de la sociedad. Naturalmente, existen grandes posibilidades de que se produzcan retrocesos en
este desarrollo de la socialización hasta las etapas finales ulteriores a la pubertad y la adolescencia. Incluso un individuo
sano puede tropezar con una tensión social que exceda lo que él soporta, antes de su ampliación personal de las bases de
la tolerancia.
En la práctica vemos a nuestros adolescentes pasar de un agrupamiento a otro, ampliando continuamente el círculo e
incluyendo los fenómenos nuevos y cada vez más extraños que la sociedad genera. Los padres son muy necesarios en el
manejo del hijo adolescente que explora un círculo social tras otro, porque ellos ven mejor que los jóvenes el momento en
que ese pasaje del círculo social limitado al círculo social ilimitado es demasiado rápido, quizá debido a elementos sociales
peligrosos presentes en el vecindario inmediato, o a los desafíos propios de la pubertad y de un rápido desarrollo de la
capacidad sexual. También se los necesita especialmente a causa de las tensiones y pautas instintivas que reaparecen
después de haber sido abandonadas en la edad del deambulador.
"Hacia la independencia" describe las luchas del niño deambulador y del niño púber. En el período de la latencia, por lo
general los niños están satisfechos con la dependencia que tienen la suerte de poder experimentar. La latencia es el
período en el que la escuela desempeña el papel de sustituto del hogar, lo cual no siempre ocurre, pero aquí no tenemos
espacio para desarrollar más este tema.
Debe esperarse que los adultos continúen el proceso de crecer y madurar, puesto que pocas veces llegan a una madurez
completa. No obstante, en cuanto han hallado un nicho en la sociedad gracias al trabajo, y tal vez se han casado o llegado
a una solución de transacción entre copiar a los progenitores y la identidad personal desafiante, una vez, entonces, que se
han producido estos desarrollos, puede decirse que se inició la vida adulta, y los individuos van emergiendo uno a uno del
ámbito abarcado por esta breve descripción del crecimiento en términos de "dependencia hacia la independencia".

*******

Capacidad para estar a solas (capacity to be alone)

Concepto clave en el pensamiento de Winnicott que se inscribe en su modelo paradójico de ausencia-presencia. Un


fenómeno psíquico, basado en la paradoja de estar solo (a diferencia de sentirse solo) estando acompañado, que se
remonta a la experiencia emocional infantil de haberlo estado en presencia de la madre. Se alcanza cuando el niño
conserva viva la imago materna en su interior. Es transicional en tanto que conecta lo interno con lo externo. La
constancia objetal determina que ella está presente aún estando ausente. La capacidad para estar a solas es uno de los
signos más importantes de madurez emocional y, en consecuencia, un indicador de salud.

Capacidad de preocuparse por el otro

Aunque la palabra concern no tiene un equivalente exacto en castellano, en la doxa winnicottiana se homologa con la
capacidad de preocuparse por el objeto externo y de tratarlo como un otro independiente fuera del control omnipotente,
lo que supone integrar un sentido de responsabilidad. Este proceso comienza durante el segundo semestre de vida y se
consolida alrededor de los dos años. El concern cabe definirlo como <<la capacidad de interesarse o de preocuparse por el
otro, al tiempo de ser capaz de sentir y aceptar la responsabilidad propia>>.

Capacidad para creer

Winnicott habla indistintamente de la capacidad para creer, de la creencia en algo y de la capacidad para creer en las
diversas relaciones humanas, cuyo fundamento básico es la confianza. Una capacidad que depende de la experiencia del
cuidado infantil y no de la educación. En cierto modo es una extensión de la capacidad para la fe inherente al científico,
formulada un año antes, en 1961.
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RESPECTO AL YO DEL INFANTE

Integración/no integración

Winnicott introduce el par integración/no integración para describir el proceso que determina un movimiento dialéctico
que estimula el desarrollo emocional, activa la creatividad y promueve el gesto espontáneo del individuo. El desarrollo
emocional temprano bascula de un estado de no integración a otro de integración del yo (ego-integration), de la
inmadurez a la madurez. Son dos estados interdependientes uno de otro, en modo alguno antagónicos, salvo en ciertas
situaciones y en función de un determinado contexto.Como un organizador, su papel es juntar los detalles de la
experiencia de estar vivo, amalgamando lo que proviene del cuerpo y del medio ambiente, a través de una experiencia
vivida como perteneciente al sí mismo, estableciendo los límites entre el yo y el no-yo. A través de repetidas experiencias
de omnipotencia, durante las cuales bajo la necesidad e ilusión de una máxima omnipotencia se crea el objeto subjetivo
(momento en el que el objeto debe estar al servicio de esta necesidad), con ayuda de la mente, algo de lo que pasó es
retenido como lo que fue, lo sido (Heidegger); y esto permite ir construyendo La noción de tiempo, categoría esta
fundamental para Winnicott.

Personalización

Proceso de integración psicosomática (unidad psique-soma) del niño en el que la psique habita en el soma. La
personalización, que sigue al de integración del yo, acontece en virtud de un adecuado manejo (handling) en el cuidado
infantil. A esta interrelación del soma y la psique, Winnicott la describe como <<el alojamiento o la residencia de la psique
en el soma>>. La piel ejerce de membrana limitante real del cuerpo y metafórica de la psique. La personalización es el
contrapunto de la despersonalización. El término lo introduce para desmarcarse del trastorno de despersonalización
descrito en la literatura psiquiátrica.En este momento está en condiciones de reconocer los objetos y las personas como
componentes de la realidad exterior. Percibe a su madre separada de él, y realiza una unidad entre su vida psíquica y su
cuerpo. Su capacidad para situarse en el tiempo y el espacio también se ha desarrollado, especialmente la de anticiparse
al acontecimiento.Así, los ruidos en la cocina, las palabras de la madre y sus desplazamientos le indican que la comida
estará lista pronto y que su madre va a ocuparse de él. También en la madre se ha producido una evolución psíquica. Se
separa poco a poco de un estado de identificación con su hijo, que era intenso durante el primer período. Reanuda su vida
personal y/o profesional e introduce moderados "defectos de adaptación" respecto del niño. Es decir que ahora los
"defectos de adaptación" de la madre se ajustan al desarrollo del niño, lo cual permite a éste no sólo vivirlos de un modo
no pernicioso, sino además aprovecharlos para su evolución.Con todo, el niño deberá resolver todavía numerosos
problemas para avanzar en el camino de la humanización, y aún tendrá necesidad de la ayuda de su madre. El desarrollo
de un individuo implica experiencias cada vez más complejas de ser, existir, sentirse real, realizar un gesto espontaneo,
una idea personal, que diferentes filósofos han definido como: modo de ser que no nos es simplemente dado, sino que el
hombre forja su propia esencia, lo cual implica un yo interpretando, buscando sentidos desde el primer despertar del
pensamiento en la primera aprehensión inteligible operada en la experiencia de los sentidos que trasciende los sentidos

Realización

Última etapa de los procesos de maduración tempranos: la realización o la capacidad para relacionarse con los objetos. En
la etapa de la dependencia absoluta, la realización tiene lugar cuando se produce la exterioridad, la relación con la
realidad exterior. Dentro de las funciones maternas la presentación objetal (objet-presenting) consiste en hacer real el
impulso creativo del niño, forjar su realización. Este proceso surge tras la la integración (del yo) y la personalización
(unidad psique-soma), y se establece en la presentación objetal, que es la que determina la relaciones interpersonales.
Teorías Psicológicas II – 2019
Prof. Lic. Leandro M. Sánchez
APORTES DE DONALD W. WINNICOTT

Objeto

La teoría de las relaciones objetales es inherente a la escuela inglesa de psicoanálisis. En los años cuarenta, en el seno de
la Sociedad Psicoanalítica Británica, su precursor, Ronald Fairbairn, establece que el bebé no está centrado en satisfacer
sus impulsos instintivos sino en buscar objetos, en establecer relaciones significativas con otros, inicialmente su madre.
Luego, Melanie Klein es quien con más resolución teoriza sobre las relaciones de objeto: el objeto bueno y el objeto malo.
Establece dos tipos de relación del bebé con el pecho: la relación parcial, propia de la posición esquizo-paranoide, y la
relación total, inherente a la posición depresiva. Su teoría es dominante en la Sociedad Piscoanalítica Británica desde su
llegada a Londres, en 1926, hasta la década de los setenta.

Objeto percibido objetivamente

Forma de nombrar Winnicott a la percepción del objeto externo, un objeto que pertenece al ambiente y no al self. El
objeto percibido objetivamente establece el mundo externo. A Winnicott no le interesa tanto el objeto real y concreto,
que tiene su propia vida autónoma y que es independiente de nuestra imaginación, sino la forma de percibirlo: que sea un
objeto percibido como externo, inherente a una realidad compartida, esto es, un objeto percibido objetivamente. Lo que
destaca Winnicott con esta noción es que el objeto se halla fuera de la zona de control omnipotente del bebé, por lo que
posee autonomía propia. Su exterioridad se crea en el paso de una relación de objeto al uso de un objeto: mediante el
interjuego de la destrucción simbólica y la supervivencia del objeto.

Objeto subjetivo

El objeto subjetivo es el primer objeto teórico, de cuando el bebé todavía no discrimina entre parte de mí/distinto de mí.
El objeto subjetivo funda el espacio de la realidad interna. Winnicott lo denomina objeto subjetivo porque pertenece a la
experiencia del bebé (diferente de la perspectiva del observador), pues simultáneamente forma parte de él y es creado
por él. Por consiguiente, en la etapa de la unidad dual el bebé es la madre y el pecho es el bebé. Otrosí: objeto percibido
subjetivamente.

Objeto transicional

La noción del objeto transicional junto con la de fenómeno transicional son las aportaciones más singulares y creativas del
pensamiento de Donald Winnicott. A partir de la observación directa de los primeros objetos que usa el bebé, edifica la
teoría del objeto y el espacio transicional. El objeto transicional designa la primera posesión: el objeto material (el pulgar,
el chupete, un trozo de tela, un juguete, etcétera) que el bebé destaca de entre otros muchos objetos y que le acompaña y
protege eficazmente ante la ausencia de su madre. Es el primer símbolo del bebé: el mediador simbólico de la presencia
materna durante su ausencia. El objeto transicional inaugura el espacio de la creatividad y de la experiencia cultural.

Fenómeno transicional

Una de las principales contribuciones de Winnicott al Psicoanálisis y, por ende, a la teoría general de la Psicología, es la de
los objetos transicionales y los fenómenos transicionales que presenta ante la Sociedad Psicoanalítica Británica el 30 de
mayo de 1951 y que replantea en el libro Realidad y juego (1971). Al comienzo de la vida, la pauta de los fenómenos
transicionales empieza a aparecer desde los cuatro a seis meses hasta los ocho a doce meses. En el desarrollo infantil,
algunos bebés introducen el pulgar en su boca mientras los otros dedos acarician la cara, o introducen un trozo de tela en
la boca, o hacen un ovillo que acaricia la cara, o realizan movimientos de masticación, canturreos u otros sonidos... A
todas estas experiencias funcionales que van acompañadas por fantasías y pensamientos, Winnicott las denomina
fenómenos transicionales. Son el motor de la creatividad, del jugar y del ingreso en la cultura.
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Prof. Lic. Leandro M. Sánchez
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Creatividad primaria

Capacidad básica inherente a todo individuo, cuya potencialidad creativa tiende a expresarse mediante un gesto
espontáneo. El despliegue de esta capacidad innata es facilitado por la madre suficientemente buena. Por creatividad
(psíquica) primaria o simplemente creatividad primaria, Winnicott entiende aquello donde <<el bebé tiene una
contribución personal que hacer>>; que el bebé tiene <<la capacidad de crear el mundo>>. La creatividad primaria está en
la base del vivir: en el gesto creativo, en el vivir creador.

Espacio potencial

Winnicott describe al espacio potencial a partir de la zona de ilusión creada entre la madre y el bebé, en la que se verifica
una paradoja: que el bebé crea un objeto que ya estaba en la realidad. Con esta denominación Winnicott enfatiza la
potencialidad del bebé, que no depende de las tendencias heredadas sino de sus experiencias vitales. El espacio potencial
es la matriz de donde surgen la ilusión, la creatividad, el jugar y la experiencia cultural.

Espacio transicional

El concepto de espacio transicional es la piedra de toque del pensamiento de Winnicott. Supone una aportación decisiva al
Psicoanálisis por la ruptura epistemológica que introduce en su modelo teórico: la tercera tópica, una nueva tópica que
determina la abolición del registro binario (interno-externo, subjetivo-objetivo, etcétera). Es la zona intermedia de
experiencia entre el individuo y el ambiente, en la que se entrelazan la realidad (psíquica) interna y la realidad externa. Un
espacio hipotético o virtual, que no es la realidad externa ni la realidad interna, sino que participa de ambos mundos, y
que corresponde al espacio del jugar, del soñar, de la experiencia cultural. Es la clave del sentido de la vida y de la salud
mental. Lo transicional es un modo de funcionamiento psíquico que no se rige por categorías lógicas sino por la paradoja.

Ilusión/desilusión

El par ilusión/desilusión es una parte constitutiva en la teoría del desarrollo emocional primitivo de Winnicott. El proceso
que va de la ilusión a la desilusión es un elemento vertebrador del psiquismo infantil precoz, cuyo arco de tensión va
desde sostener la omnipotencia de pensamiento hasta aceptar el principio de realidad. Para Winnicott, a través del paso
de la ilusión a la desilusión se abandona la fantasía omnipotente y se alcanza la realidad externa. En este proceso es
primordial la capacidad de la madre para posibilitar al bebé la ilusión de <<crear el mundo>> para luego favorecer su
desilusión como logro madurativo. De este modo facilita la transición de lo subjetivo al reconocimiento de la exterioridad.

Primera lactación teórica

Punto de partida teórico en el que Winnicott ubica la primera lactación del bebé: una lactación creativa (no nutricional)
que va desde la zona de ilusión hasta el espacio transicional. Corresponde al potencial creativo del bebé, a su capacidad de
crear, en tanto la contribución personal que tiene que hacer al mundo. Winnicott establece esta primera lactación teórica
para situar el punto de partida del objeto transicional en el pecho materno. El lugar de encuentro entre la madre y el
bebé, determinado por múltiples presencias-ausencias. El pecho es el primer objeto de intercambio simbólico.

Self unitario

El sentimiento de unidad, que Winnicott denomina self unitario o self total (whole self), obedece a un adecuado proceso
de integración en el paso de la etapa de la dependencia absoluta a la dependencia relativa, cuando se alcanza la
personalidad unitaria (unit personality) o la persona total (whole person). Al estado de unidad (unit status) Winnicott lo
considera <<un logro fundamental para la salud en el desarrollo emocional de todo ser humano>>. El sostén materno –
mediante el cuidado infantil– facilita la integración y la formación del self unitario.
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Prof. Lic. Leandro M. Sánchez
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Unidad dual

Estructura unitaria formada por la madre y el hijo en la etapa de la dependencia absoluta, al comienzo de la vida. Una
etapa en la que el bebé, al mirar el rostro de su madre, se ve a sí mismo; se siente fusionado con su madre formando la
unidad dual. Una etapa en la que impera el principio del placer y el sentimiento de completud; no reconoce los objetos
como externos, sino como partes del self.

Unidad individual

Estructura binaria formada por la madre y su hijo cuando se alcanza la etapa de la dependencia relativa, que abarca
aproximadamente desde los seis meses hasta los dos años. Una etapa, en la que el bebé, por el proceso de desilusión
gradual, se siente separado de su madre formando la unidad individual. Otra forma de nombrar esta etapa es la de unidad
humana integrada. Supone la culminación del proceso de integración psíquica del niño en el curso de un desarrollo
emocional adecuado; cuando el niño puede decir Yo soy. En el proceso de maduración se plantea sin solución de
continuidad con la unidad dual.

Unidad psique-soma

La unidad psique-soma (psyche-soma unit) o psique-soma es la forma como Winnicott designa a la estructura unitaria del
sujeto: el alojamiento o la residencia de la psique en el cuerpo. La piel ejerce de membrana limitante real del cuerpo y
metafórica de la psique. Al proceso de integración psicosomática lo denomina personalización. Y la tendencia heredada a
la personalización origina el self unitario. El sentimiento de unidad, que implica la afirmación del yo soy, refuerza la unidad
psicosomática.

Zona de ilusión

Otra forma de nombrar la zona intermedia constituida por los objetos y los fenómenos transicionales. Winnicott la
denomina zona de ilusión dentro de la dialéctica ilusión/desilusión de su teoría del desarrollo emocional primitivo, donde
la madre suficientemente buena posibilita al bebé tener la ilusión de que él ha concebido lo encontrado (lo creado de
nuevo) para luego facilitarle el proceso de objetivación.

Zona intermedia

La zona intermedia o zona intermedia de experiencia (intermediate area of experiencie) es la constituida por los objetos
transicionales y los fenómenos transicionales. Se trata de un espacio potencial que no corresponde plenamente a la
realidad interior ni la realidad exterior o realidad compartida, pero que participa de ambas: el espacio transicional. Un
espacio siempre móvil, que rige la paradoja. Una zona de ilusión donde el bebé tramita lo subjetivo y lo objetivo. Una
tercera zona que es el lugar donde vivimos el jugar y la experiencia cultural. Otrosí: zona intermedia de experiencia, zona
de ilusión, tercera zona, espacio intermedio, espacio potencial o espacio transicional son diversas formas de nombrar la
nueva tópica winnicottiana.

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