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ÍNDICE

RESUMEN
ABSTRACT
I. INTRODUCCIÓN...................................................................................
II. MARCO TEÓRICO................................................................................
III. MÉTODO...............................................................................................
III.1. Tipo y diseño de investigación..............................................................
III.2. Categorías, subcategorías y matriz de categorización..........................
III.3. Escenario de estudio.............................................................................
III.4. Participantes..........................................................................................
III.5. Técnicas e instrumentos de recolección de datos.................................
III.6. Procedimiento.......................................................................................
III.7. Rigor científico.......................................................................................
III.8. Método de análisis de datos..................................................................
III.9. Aspectos éticos.....................................................................................
III.10. RESULTADOS Y DISCUSIÓN..............................................................
IV. CONCLUSIONES..................................................................................
V. RECOMENDACIONES.........................................................................
REFERENCIAS
ANEXOS
I. INTRODUCCIÓN

La pandemia generada por la Covid-19 y el aislamiento social, han generado un


mayor reto en la administración de justicia, permitiendo que hoy, se hable con más
fuerza, de una justicia digital caracterizada por el uso de las herramientas
tecnológicas que permitan que los procesos judiciales no se vean interrumpidos.

Hace algunos años, hablar de la ciberjusticia era inconcebible, sin embargo, hoy
es una realidad que escapa de nuestras manos; puesto que, como país no
estábamos aptos para recibirla. Sin perjuicio de ello, teníamos que buscar la
manera de adaptarnos a este nuevo panorama. Es así que, se dictan diferentes
disposiciones que hacen uso de las plataformas digitales, a fin de llevar a cabo los
diferentes tramites y diligencias que se ameritaban.

Como sabemos, no todo cambio genera satisfacción, ya que salir de nuestra zona
de confort puede incomodarnos hasta asustarnos. Cierto sector de la doctrina,
asegura que, llevar el proceso a un modelo digital supondría la vulneración de
algunos principios procesales- fundamentales; mientras, otros indican que, por el
contrario, este es un gran paso para modernizarnos en el ámbito judicial. Por tal
razón, la pregunta que ha guiado la investigación es, ¿resulta beneficiosa la
virtualidad en el proceso laboral?

De esto se desprende el siguiente objetivo general: Determinar si la virtualidad ha


generado beneficios en el proceso laboral; además presenta dos objetivos
específicos: (1) Analizar la virtualidad en el proceso laboral; (2) Analizar la realidad
entorno a la virtualidad en el proceso laboral.

El presente trabajo tiene como hipótesis que, si bien la virtualidad es beneficiosa,


su adaptación es deficiente; puesto que, las herramientas que se utilizan no son
las mejores y el personal a cargo, no se encuentra altamente capacitado.

Es importante analizar este tema para poder identificar los desniveles o


deficiencias presentes en el proceso laboral virtual. Por otro lado, la justificación
metodológica, se funda en que esta investigación resulta beneficiosa y provechosa
para futuros trabajos, puesto que existe una precariedad de los mismos, ya que el
tema tratado es nuevo y particular, asimismo los instrumentos, métodos y técnicas
utilizadas poseen confiabilidad y validez.

II. MARCO TEÓRICO


En la presente investigación hemos tomado en cuenta algunos trabajos previos
que nos servirán como antecedentes, tanto internacionales, como nacionales.
A nivel internacional, tenemos a Peláez (2015) con su tesis de “El uso de las TIC
‘videoconferencia’ en las audiencias”, presentó un diseño descriptivo simple, se
utilizó como instrumento de validación una encuesta, en la cual expone la
siguiente conclusión: “Las tecnologías de la información y comunicación sin duda
alguna contribuyen con el desarrollo de la sociedad, ya que facilitan, ahorran
trabajo y agilitan los tramites que anteriormente eran tan engorrosos; sin embargo,
esta tiene sus pro y sus contras, siendo una de ellas, la vulneración del principio
de inmediación. Por tal razón, en el caso del demandante y demandado deben
comparecer de manera presencial; mientras que, los testigos o peritos pueden
intervenir a través de una videoconferencia”.
Asimismo, Cacua, Pinilla y Triana (2021) con su tesis “La afectación de la
naturaleza del proceso por la implementación con urgencia y celeridad de la
justicia digital en Colombia, año 2020”, empleando un enfoque cualitativo,
concluye que: “Podría decirse que el Gobierno le dio el impulso final a la
Judicatura para la implementación de herramientas virtuales que, con el pasar del
tiempo y la corrección de las fallas encontradas, podrá permitir, por el bienestar de
todos, una administración de justicia que conecte al ciudadano con la
materialización de las garantías de sus derechos al acceso a la administración de
justicia”.
En el ámbito nacional, pese a existir escasas investigaciones, encontramos a
Sánchez (2021), en su tesis de diseño descriptiva no experimental, titulada “Las
audiencias virtuales en tiempos del COVID: Hacia una igualdad tecnológica”,
concluye que, “La implementación de la tecnología en el sistema judicial, genera
grandes desafíos los cuales están siendo superados de manera progresiva, y del
mismo modo, brindan mayores niveles de eficacia en el trámite del proceso
judicial, disminuyendo el tiempo necesario que toma el procedimiento y
permitiendo que el juez civil pueda emitir una decisión en el tiempo razonable,
pero que a la vez garantice los derechos fundamentales al debido proceso y al
acceso a la justicia, y sobre todo, sea consciente de la existencia de brechas
digitales y logre minimizar sus efectos”.
El siguiente antecedente es desarrollado por Arriola (2020) titulado “Análisis en la
eficiencia del trabajo remoto en el Poder Judicial”, el cual es de diseño descriptivo
no experimental, quien llega a la siguiente conclusión: “Las capacitaciones
brindadas han sido muy provechosas porque le ha permitido a los operadores
judiciales desarrollar ambas áreas de manera equitativa, logrando atenderlas sin
menoscabo entre ellas, debido a que la virtualidad ha brindado la información
requerida para la continuidad de las labores permitiendo mejorar los procesos y los
resultados en cuanto a los factores de producción y tiempo”.
Finalmente, contamos con la investigación titulada “El reto de los procesos
(laborales) orales ante las medidas sanitarias de distanciamiento social: Hacia una
justicia en línea” llevada a cabo por Paredes (2020), donde concluye: “Si bien es
cierto, actualmente, no podemos contar con un sistema como el de China; sin
embargo, este servirnos como orientación hacia la cual tiene que encaminarse la
justicia peruana en general”.
Para el presente trabajo de investigación se han recopilado diversas teorías
planteadas por distintos autores, todos especialistas en la materia.
El proceso judicial ha venido integrándose con las tecnologías de la información y
comunicación, por ello, desde hace algunos años, el Poder Judicial ha venido
implementando diversas herramientas al servicio de los abogados y de los
justiciables, por ejemplo, con la creación de las casillas electrónicas, los
notificaciones electrónicas, los expedientes judiciales virtuales, y ahora, la
habilitación de la mesa de partes electrónica y la mesa de partes virtual, así como
la creación de plataformas para la realización de las audiencias a través de la
videoconferencia. El uso de las TIC como instrumento de apoyo en las labores
judiciales, se viene aplicando de manera progresiva, debido fundamentalmente, a
que se trata de servicios complejos y de acceso simultáneo, ello con el fin de
poder establecer un sistema de mejoramiento continuo que permita ir adicionando
nuevos servicios y funcionalidades en beneficio de los actores del proceso.
Londoño (2010, p.28), refiere que existen fundamentalmente dos formas en que el
proceso judicial puede trabajar con las TIC, las cuales son: i) como un instrumento
de apoyo, ya que permite la interacción de los usuarios de la administración de
justicia a través del internet. ii) como herramienta de administración de todo el
proceso judicial, como un verdadero sistema de solución en línea de
controversias, una vez superado todos los desafíos que la tecnología le impone a
la concepción tradicional del proceso.
En tal sentido, el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, máximo órgano de
dirección y gestión del Poder Judicial, mediante Acuerdo N° 482-2020, aprobó el
uso de la Solución Empresarial Colaborativa denominada “Google Hangouts Meet”
en los órganos jurisdiccionales y administrativos del Poder Judicial, hasta que
permanezca la emergencia sanitaria declarada a nivel nacional. Esto con la
finalidad que las partes procesales inmiscuidas en un proceso judicial, puedan
estar conectadas de manera virtual a través del uso de esta plataforma
tecnológica.
Mediante Decreto Supremo N° 044-2020-PCM de fecha 15 de marzo de 2020, se
declaró el Estado de Emergencia Nacional por las graves circunstancias que
afectan la vida de la Nación a consecuencia del brote del COVID-19, y
consecuentemente, se fueron emitiendo una serie de disposiciones por parte del
Poder Judicial que ordenaban la suspensión de las actividades jurisdiccionales,
entre otras medidas de carácter excepcional.
Ante ello, los órganos jurisdiccionales se vieron en la necesidad de reforzar el
servicio de administración de justicia, y por ello, se emitió la Resolución
Administrativa N° 129- 2020-CE-PJ, que aprobó las “Medidas de reactivación de
los órganos jurisdiccionales del Poder Judicial, posterior al levantamiento del
aislamiento social obligatorio”. De tal forma que, ante la mayor incidencia de
contagios y fallecidos por el COVID-19, se priorizó la realización de audiencias y
diligencias de forma virtual, que incluyó ampliar el uso del expediente judicial
electrónico, la habilitación de correos electrónicos, la presentación de escritos a
través de la mesa de partes virtual, así como la inversión económica, por parte del
Poder Judicial, en plataformas virtuales que permitan la conectividad entre el
personal jurisdiccional, los abogados y los justiciables. En ese sentido, el Consejo
Ejecutivo del Poder Judicial, a través de la Resolución Administrativa N° 000173-
2020-CE-PJ de fecha 25 de junio de 2020, aprobó el “Protocolo temporal de
desarrollo de audiencias judiciales virtuales producto del estado de emergencia
sanitario”, el cual tiene como fin la continuación de los procesos judiciales a través
del uso de plataformas virtuales. Es necesario mencionar que este Protocolo
Temporal, es aplicable a todo tipo de audiencias, de cualquier materia y ante
cualquier instancia a nivel nacional, y, además, es aplicable a todos los sujetos
procesales: justiciables, abogados (defensores privados o de oficios, fiscales y
procuradores públicos), testigos, peritos y otras personas que por mandato judicial
participen en el proceso. Asimismo, se establecen requisitos técnicos mínimos
para la participación de las partes en una audiencia virtual:
a) Una PC, laptop o cualquier otro dispositivo similar con cámara y con
accesos a internet.
b) Una conexión de banda ancha a internet.
c) Una cámara que permita una definición nítida en la transmisión.
d) Un micrófono integrado o conectado que permita el reconocimiento de voz
preciso en la transmisión.
e) En caso de utilizar un dispositivo móvil, previamente se deberá descargar el
aplicativo Google Meet.
f) Tener un ambiente iluminado, sin tránsito de personas ajenas a la audiencia
y con el menor ruido posible.
Sin duda alguna, estas exigencias han sido pensadas para la población que tiene
la suficiente capacidad económica para acceder a dichos recursos tecnológicos,
dejando de lado a aquella población de escasos recursos económicos que se
encuentra en lugares geográficamente lejanos o con dificultades de comunicación.
Por otro lado, una novedad rescatable introducida en el Protocolo Temporal de
Audiencias Virtuales es el llamado “Actos de preparación de la audiencia virtual”,
el cual consiste en la citación de las partes a la realización de actos previos a la
audiencia. De tal manera que, en los procesos judiciales en trámite, el órgano
jurisdiccional convoca a las partes a la audiencia de actos de preparación, el cual
se desarrolla con fecha anterior a la audiencia de pruebas virtual, con el motivo de
verificar la factibilidad, compatibilidad y así evitar fallas antes del inicio de la
audiencia. Esta resulta ser una medida óptima a efecto de poder verificar si las
partes pueden estar en las condiciones de participar en una audiencia virtual y de
esta manera no recortar los derechos de las partes a participar en un juicio en
igualdad de condiciones.
Con la implementación del “mundo virtual del derecho”, se han suscitado diversas
preocupaciones, siendo una de estas, el mantenimiento y salvaguarda de los
principios que orientan el derecho laboral. Al respecto, es importante recalcar que
las audiencias deben realizarse en plena observancia de los lineamientos
establecidos, independientemente del medio utilizado (virtual o presencial).
En ese sentido, numerosa doctrina concuerda en que el desarrollo de las
audiencias virtuales debe observar ciertos parámetros, tales como:
a) Juez como director de la audiencia y proceso laboral: el juez es el titán
Atlas del proceso laboral, en sus hombros se encuentra el peso de
garantizar el irrestricto respeto de los derechos fundamentales de las
partes. Esta tarea, como ya se ha enunciado en otros trabajos, no se
circunscribe a la aplicación del derecho en la sentencia (conocimiento); sino
que, abarca otros aspectos, como el desarrollo de competencias sociales y
técnicas, que eviten, en la medida de lo posible, las dilaciones en el goce
del derecho.
Ahora bien, tenemos que precisar que no todos los operadores de justicia
tienen pleno conocimiento del manejo de plataformas virtuales, por ende, la
protección aludida podría estar en peligro. Tomando en cuenta dicha
deficiencia, el poder judicial, comenzó a publicitar e implementar canales de
atención que, no requieren la presencia de los justiciables, pero son igual
de efectivos. Pero, de nada sirve lo anterior, si el juez omite el uso de sus
facultades y no cumple con asegurar que todos estos mecanismos son
aplicados de forma correcta por el personal bajo su supervisión. El objetivo
es claro, no puede existir un rol protagónico y protector por parte del juez, si
el acto procesal carece de sinergia (comunicación activa entre los
participantes).
Así, Herrera (2012) arguye que, la norma es taxativa al precisar que la
asunción por parte del juez en la audiencia, tiene como principal móvil, la
adopción de medidas necesarias para la garantía del respeto de los
derechos fundamentales y la búsqueda de equilibrio entre las partes (p.
797).
b) Acceso a recursos informáticos: Primero, es menester delimitar que, al igual
que el derecho a la vida (no se agota en nacer, sino que, tenemos que vivir
de manera digna), no basta con poseer los equipos tecnológicos o WiFi, ya
que, lo verdaderamente relevante, es que estos funcionen de manera
óptima.
Entrando en materia, para ahondar en este punto, tenemos que tener una
vista panorámica acerca del acceso a internet en nuestro país. La
Defensoría del Pueblo, en su informe titulado “Acceso sostenible al internet
y a las tecnologías”, pone al descubierto un problema que aqueja a la
población, pues, de acuerdo con las cifras brindadas por el Ministerio de
Trabajo y Comunicaciones, más del 95% carece de servicio de internet fijo
y más del 55% no cuenta con internet móvil. Lamentablemente, se puede
afirmar que casi el 52% del país está privado de todo tipo de internet. En
esa línea, el acceso a una computadora, laptop o tablet se torna difícil.
Ahora bien, esta cuestión no puede ser ajena al sistema judicial; pues, los
demandantes o demandados pueden ser parte de este porcentaje que se
ve limitado en el acceso de recursos tecnológicos e informáticos.
La brecha digital tiene inferencia en lo que conocemos como la “igualdad
ante la ley”, la cual se configura como una previsión normativa, al tomar en
cuenta que la igualdad jurídica no abriga ni viste al hombre mismo, pero, en
cambio, impone al estado la obligación de suprimir o suavizar los efectos
nocivos de la falta de oportunidades.
Esta investigación no tiene como propósito indagar sobre la desigualdad
digital y/o tecnológica que enfrenta el Perú; sin embargo, es necesario
acotar que esta situación, obligatoriamente, coloca a la parte afectada en
un contexto de vulneración de sus derechos fundamentales. Como
sugerimos en los párrafos precedentes, las condiciones para llevar a cabo
una audiencia virtual han sido pensadas desde la perspectiva de una
persona que posee el dinero suficiente para contratar un servicio de internet
estable; incluso, algunos autores, tratando de soslayar este problema, han
enunciado que los juzgados están obligados a parar las audiencias cuantas
veces sean necesarias, pero, ¿acaso ello es la solución? ¿Cuánto tiempo
más estaremos cegados a la realidad? En la actualidad, es imposible, al
menos bajo nuestra perspectiva, aseverar que este principio tiene
incidencia en las audiencias virtuales, ya que, la anhelada “igualdad
tecnológica” está lejos de ser alcanzada. Bajo el mismo razonamiento,
Sánchez (2021), citando a Abanto, recomienda implementar los módulos de
atención al usuario, siguiendo el modelo de SUNAT, en todas las sedes, a
efectos de brindar a los justiciables privados del derecho a internet y
medios tecnológicos, las herramientas que correspondan (p. 11).
Efectivamente, para lograr cambios se requiere de presupuesto, pues no
podemos pretender, alude el juez Yangali Iparraguirre en una entrevista,
tener una justicia europea, pero con un presupuesto africano.
c) Inmediación: este principio, al igual que su antecesor, es el que más genera
preocupación, pues a palabras de Campos, la virtualidad no garantiza el
cumplimiento de los principios del proceso de igual manera como la
presencialidad. En vista de ello, conviene citar una definición de esta
directriz, para luego dirigirnos al meollo del asunto.
Bardales (2015), señala que, el principio de inmediación representa el
compromiso que asume el juez en el desarrollo de las diferentes etapas
procesales, que le permitirá conocer los pormenores de la controversia.
Ello, además de fortalecer el vínculo de confianza y certeza entre las partes
con el juez, permite que él, adquiera mayor convicción de los elementos
que perfilan la litis para arribar a una sentencia justa. El mismo autor,
citando a Acevedo, esboza que la oralidad e inmediación conforman el
binomio clave que permite al juez conocer las interioridades del proceso en
forma directa, sin dilaciones, sin intermediarios, lo cual resulta vital para la
apreciación, valoración e interpretación de la prueba (p. 2).
En esa tesitura, el uso de tecnologías posibilita que el juez, en audiencia,
pueda desplegar las actuaciones que considere relevantes a efectos de
dilucidar la controversia; así también, facilita la comunicación inmediata,
directa y efectiva con las partes, sus abogados, peritos o testigos, pudiendo
escuchar sus posiciones, declaraciones y explicaciones. No obstante, por
ejemplo, en la declaración de testigos, para el juez, es mucho más
complicado notar actitudes o indicios que pudieran indicar que la persona
está faltando a la verdad (a modo de remembranza, tenemos el extracto de
la película “el secreto de tus ojos” donde la abogada se percata de las
intenciones del acusado por su mirada morbosa) o está siendo influenciado
por el abogado.
En suma, la audiencia virtual deberá garantizar la preservación de la
interacción fluida entre el personal judicial, juez, abogados, justiciables,
testigos, entre otros, de tal manera que el proceso judicial se desenvuelva
de manera correcta y sin limitar los derechos de las partes.
III. MÉTODO
III.1. Tipo y diseño de la investigación
El presente trabajo de investigación, se desarrollará en base a un enfoque
cualitativo, el cual supone el empleo de técnicas de recolección y análisis
de datos, para dar respuesta a las interrogantes planteadas (Hernandez,
2014, p. 7). Además, por su propósito será de naturaleza básica, el cual
tiene como objetivo mejorar el conocimiento sobre los tópicos materia de
análisis y se caracteriza por originarse en un marco teórico y yacer en él
(Málaga, 2018, p. 147). A su vez, por su nivel de profundidad será
descriptiva, ya que la información que será recolectada, sin cambiar el
entorno, es decir, sin manipulación, solo observación (Relat, 2015, p. 221).
Asimismo, se aplicará un diseño de investigación de tipo no experimental –
transversal, pues se realiza sin trastocar deliberadamente las variables, se
basa fundamentalmente en el proceso cognitivo, es decir primero observar
para poder analizar, y la recolección de datos se realiza en un solo
momento (Escamilla, 2017, p. 5).
III.2. Categorías, subcategorías y matriz de categorización
Las categorías del presente trabajo son los siguientes:
 Variable 1: La virtualidad
La globalización ha traído consigo la era digital, la cual ha influenciado
cada espacio de nuestras vidas, incluyendo el trabajo. Como expresa
Vera (2021), hoy más que nunca, el uso de la web se ha convertido en
el sustento esencial de muchas personas y familias. Las computadoras
se han vuelto nuestra principal herramienta de trabajo y los dispositivos
móviles se han convertido en nuestro interlocutor de convivencia diaria
(párr.15).
Dado que no podemos “nadar contra la corriente” el mundo se ha ido
adaptando cada vez más a este novedoso estilo de vida, acentuando
en el devenir del tiempo, la idea que lo digital es sinónimo de futuro.
 Variable 2: El proceso laboral
A consecuencia de la covid-19, el sistema se ha alejado de la época de
la “carreta” y se empieza a poner en línea. Hemos iniciado con el
expediente y la firma digital, todavía en el terreno de lo tecnológico, el
Perú es un bebé que está aprendiendo a caminar. Claro está, que otros
países nos llevan la delantera y tal parece que hemos llegado al final
de la fiesta.
Sin perjuicio de ello, el proceso laboral viene reformulándose y se
espera que se consolide como el modelo de las demás ramas del
derecho.
 Variable 3: Realidad de afrontación de la virtualidad
Dentro de las subcategorías de la variable 1 (Virtualidad) tenemos las
siguientes:
 TIC’S
Las tecnologías de información y comunicaciones son aquellas
herramientas que facilitan el tratamiento, administración y traslado de
información mediante soportes tecnológicos. La informática, internet y
las telecomunicaciones son las TIC más utilizadas, aunque se espera
que otros modelos vayan naciendo.
 Ámbito jurídico
Últimamente es popular mencionar que el derecho y la tecnología son
como dos enamorados que poseen una relación con futuro. Tal como
expresa Núñez (2021, p.88) la intención de los nuevos legisladores
debe centrarse en diseñar un derecho para la sociedad automatizada y
digital, lo cual implica la dación de nuevas teorías que se aparten de lo
convencional (se propugna un cambio de mentalidad).
Dentro de las subcategorías de la variable 2 (proceso laboral) tenemos las
siguientes:
 Decretos
 Principios
Dentro de las subcategorías de la variable 3 (realidad de afrontación)
tenemos las siguientes:
 Nacional
 Internacional
III.3. Escenario de estudio
El trabajo de investigación se llevará a cabo de acuerdo a la problemática
planteada, con la finalidad de determinar si la virtualidad ha generado
beneficios en el proceso laboral, además de ahondar en las ventajas y
desventajas de esta en el ámbito nacional e internacional. Por ello, se
recurrió a determinados expertos de la rama procesal para que puedan
contribuir y opinar jurídicamente sobre el tema en debate.
III.4. Participantes
Atendiendo a la importancia de la difusión y conocimiento de este tópico
tratado, se recurrirá a especialistas en la materia; por ende, se consultó y
encuestó a
III.5. Técnicas e instrumentos de recolección de datos
La técnica de recolección de datos a emplear será la encuesta, siendo
esta una de las más recurrentes a emplear en este tipo de investigaciones,
puesto que, permite que los actores expresen libremente sus ideas,
aportes y perspectivas, permite el acceso a los aspectos cognitivos que
presenta una persona o a su percepción de factores sociales o personales
que condicionan una determinada realidad (Lincoln, 2015, p. 643).
Asimismo, el instrumento de recolección de datos que usaremos será el
cuestionario porque permite realizar cambios que respondan a las
necesidades, es decir, contiene los temas, preguntas sugeridas y aspectos
a analizar (p. 667).
III.6. Procedimientos
Se ejecutarán las técnicas y métodos señalados anteriormente (líneas
arriba); para la recolección de datos se formulará entrevistas individuales a
través de la plataforma Google Forms, la guía de entrevista constará de 8
preguntas con la finalidad de obtener información, los cuales responden a
nuestros objetivos, categorías y subcategorías.
III.7. Rigor científico
El proceso de la presente investigación cualitativa se realizará bajo el rigor
científico requerido por los lineamientos de nuestra casa de estudios
superiores, para cumplir con los criterios básicos de la misma y de esa
forma, los resultados sean confiables.
Por tal razón, como señala Huamaní este se desarrolla, en torno a la
credibilidad e implica la valoración de las situaciones en las cuales
una investigación pueda ser reconocida como creíble, para ello, es
esencial la construcción de argumentos fiables que pueden ser
demostrados en los resultados del estudio realizado, en concordancia con
el proceso seguido (2018, p. 27).
III.8. Método de análisis de información
Los métodos utilizados fueron, el método hermenéutico debido a existe
una exégesis profunda de las diversas opiniones de la doctrina y
normativa nacional e internacional; y el analítico, puesto que se identifica
la observación y examen de un fenómeno en particular, mediante la
descomposición de sus elementos básicos (Sampieri, 2017, p. 47).
III.9. Aspectos éticos
En este trabajo de investidura científica, se actuó con sujeción a los
principios de lealtad, veracidad, buena fe, dignidad y honor que debe
poseer todo profesional e investigador. Asimismo, se respetó el derecho
intelectual de los autores, ya que se citó y referenció conforme a los
parámetros de las normas APA, evitando así alteraciones en su forma de
pensar.

https://www.paulparedes.pe/papers/procesos-laborales-pandemia.pdf

https://www.comecso.com/comunidad-y-pandemia/virtualidad-nuevo-estilo-
de-vida

https://revistas.esan.edu.pe/index.php/giuristi/article/view/161/129

https://repositorio.uide.edu.ec/bitstream/37000/1672/1/T-UIDE-0632.pdf
III.10. Resultados y discusión.
Dentro de la encuesta se obtuve ciertas respuestas que
determinaran si nuestros objetivos alcanzaron la hipótesis ideal.

Figura 1.
Se puede observar en la figura 1, que el 100% de encuestados
considera beneficiosa la aplicación de la virtualidad en los
procesos laborales.
Figura 2.
Se puede observar en la figura 2, que el 87,5% de los
encuestados considera que NO se ha vulnerado el principio de
Inmediación en las audiencias virtuales; mientras que el 12,5%
del grupo de encuestados, considera que SÍ se ha vulnerado el
Principio de Inmediación en las audiencias virtuales.
Figura 3.
Se puede observar en la figura 3, que el 62,5% de los
encuestados consideran que las plataformas judiciales virtuales
SI son eficientes, mientras que un 37,5% de los encuestados,
consideran que éstas NO lo son.
Figura 4.
Se puede observar en la figura 4, que el 62,5% de los
encuestados considera que el personal administrativo del Poder
Judicial NO está capacitado para el empleo de las TIC’S;
mientras que el 37,5% consideran que los mismos SI están
capacitados para empleo de las TIC’S.
Figura 5.
Se puede observar en la figura 5, que el 62,5% de los
encuestados consideran que todos los tramites y diligencias
judiciales sin excepción NO deben ser virtuales; mientras que un
37,5 % de los encuestados consideran que SI, todos los tramites
y diligencias judiciales deberían ser virtuales.
Figura 6.
En la figura 6, podemos observar que el 62,5% de los
encuestados consideran que dentro de los procesos virtuales
(audiencias) SÍ se vulnera el principio de igualdad digital entre las
partes; mientras que un 37,5% consideran que NO se vulnera
dicho principio, en los procesos virtuales (audiencias).
Figura 7.
En la figura 7, podemos observar que el 87,5% de los
encuestados consideran que SÍ se debería de aplicar el
mecanismo Colombiano que establece que los municipios, las
personerías y otras entidades públicas deben facilitar una
estructura física y tecnológica para que así los usuarios puedan
asistir a las audiencias virtuales; mientras que el 12,5% de los
encuestados, consideran que NO se debería implementar dicho
mecanismo.
Figura 8.
En la figura 8, se puede observar que el 87,5% de los
encuestados consideran que la virtualidad SÍ ha llegado para
quedarse; mientras que el 12,5% de los encuestados, tienen una
postura NEGATIVA.

DISCUSION.
 Debido a la crisis sanitaria, muchas laborales fueron
virtualizadas, las mismas que involucran los procesos
judiciales, dentro del mismo tenemos al proceso laboral, por
lo que es preciso mencionar que en nuestro trabajo de
investigación tuvo como objetivo 1 (general): “Determinar si
la virtualidad ha generado beneficios en el proceso laboral”.
Para ello tenemos a Peláez (2015) con su tesis de “El uso
de las TIC ‘videoconferencia’ en las audiencias”, donde
concluye que “Las tecnologías de la información y
comunicación sin duda alguna contribuyen con el desarrollo
de la sociedad, ya que facilitan, ahorran trabajo y agilitan
los tramites que anteriormente eran tan engorrosos (…)”.
En contraste a nuestra investigación, según la figura n°1 de
nuestros resultados, se evidencia que el 100% considera
encuestados consideran que la virtualidad aplicada al
proceso laboral resulta beneficiosa.
 Como segundo objetivo nos planteamos “Analizar la
virtualidad en el proceso laboral” en comparativa a ello,
tenemos el estudio Sánchez (2021), en su tesis titulada
“Las audiencias virtuales en tiempos del COVID: Hacia una
igualdad tecnológica”, donde llega a la conclusión “La
implementación de la tecnología en el sistema judicial,
genera grandes desafíos los cuales están siendo superados
de manera progresiva, y del mismo modo, brindan mayores
niveles de eficacia en el trámite del proceso judicial (…).”
En comparación con nuestra investigación, podemos
observar que pese a que el proceso laboral virtual ha
obtenido ciertos beneficios, aún se observan ciertas
falencias, como son en las audiencias virtuales, es así que
en los resultados de nuestra figura n° 6 podemos observar
que el 62,5% de los encuestados consideran que dentro de
los procesos virtuales (audiencias) se vulnera el principio de
igualdad digital entre las partes; mostrándonos un
panorama un tanto desventajoso.
 Como tercer y ultimo objetivo, se planteó Analizar la
realidad entorno a la virtualidad en el proceso laboral en
referencia a ello, se plantea el estudio internacional de
Cacua, Pinilla y Triana (2021) con su tesis “La afectación de
la naturaleza del proceso por la implementación con
urgencia y celeridad de la justicia digital en Colombia, año
2020”, donde manifiesta que “(…) para la implementación
de herramientas virtuales que, con el pasar del tiempo y la
corrección de las fallas encontradas, podrá permitir, por el
bienestar de todos, una administración de justicia que
conecte al ciudadano con la materialización de las
garantías de sus derechos al acceso a la administración de
justicia”. Por nuestra parte, observando la realidad nacional
y optando por mecanismos que se puedan implementar
nuestra investigación arrojó un resultado del 87,5% de los
encuestados consideran que se debería de aplicar el
mecanismo Colombiano que establece que los municipios,
las personerías y otras entidades públicas deben facilitar
una estructura física y tecnológica para que así los usuarios
puedan asistir a las audiencias virtuales, según la figura n°
7, llevándonos a observar que pese a que ha sido un
avance en aplicar la virtualidad en los procesos laborales,
aún estos podrían contener ciertas mejorías que pueden
ser adoptadas de aplicaciones internacionales.

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