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R-O.

Realidad Ocupacional
 Objetivo:

Consiste en estimular en los consultantes un contacto activo con la información ocupacional


mediante el sondeo, trasmisión y elaboración de la información en términos de proyectos.
 Descripción:

Creado por la Licenciada Norma Sturm y adaptada por Rodolfo Bohoslavsky en la década de
1970. Se pensó en un primer momento que la misma despertaría resistencias en las personas
de mayor edad. Sin embargo, se observó que tanto para los consultantes más jóvenes como
para los de mayor edad esta técnica podía convertirse en un valioso recurso auxiliar. A poco
de emplear esta técnica sus creadores descubrieron ventajas no percibidas en sus comienzos,
que rebasaban el objetivo previamente definido.
En primer lugar la técnica motiva y facilita la tarea de información. Es una tarea agradable que
promueve necesariamente un papel activo; el consultante deja de ser un mero receptor de
información y se convierte en un transmisor y evaluador de las mismas. Además, el manipuleo
de las tarjetas constituye un instrumento que contribuye a disminuir las ansiedades, pues
como dice la autora, “le permite al adolescente objetivar el desarrollo de su pensamiento”.
La técnica contribuye a acelerar el proceso de corrección y autocorrección de la información
deficiente, pues permite al psicólogo visualizar directamente el cambio de las imágenes
ocupacionales que tienen los adolescentes.
Tal visualización ha permitido describir tres grandes momentos en el cambio de las imágenes
como consecuencia del suministro de información:
1) El primer momento es de confusión: las tarjetas son relacionadas entre sí sobre la base de
identificaciones que reflejan categorizaciones poco válidas y que asientan sobre la base de
relaciones analógicas, a las cuales nos referimos al comienzo de este trabajo.
2) El segundo momento es de disociación de los datos; el consultante, o los consultantes,
organizan las tarjetas siguiendo las líneas de las dicotomías tradicionales (en términos, por
ejemplo, de “carreras humanísticas”, agrupando
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bajo este rótulo las carreras que la comunidad suele designar como tales, en contraposición a
las “tareas científicas”)
3) El tercer momento es de integración, que pasa por tres etapas. La primera etapa se basa en
que algunas ocupaciones mencionadas en las tarjetas son desconocidas por el o los
consultantes. Las ocupaciones desconocidas “descolocan” al entrevistado, lo desubican de sus
clasificaciones dicotómicas y los llevan, si la flexibilidad de sus procesos cognitivos lo
permiten, a relativizar esta clasificación y hacer más permeables los límites de las primeras
categorías. Esto permite pasar a una segunda etapa en la que las ocupaciones son agrupadas
en subgrupos, cada uno de los cuales reúne las ocupaciones presuntamente más relacionadas
entre sí. Y de ahí a una tercera etapa en la que los distintos subgrupos son relacionados
teniendo en cuenta por lo general la finalidad de las distintas profesiones y la vinculación
existente entre ellas en términos de áreas de la realidad con las que tienen contacto. Esto
permite al adolescente internalizar una información con interrelaciones más dinámicas entre
las distintas ocupaciones.

 Administración:

Se presenta un mazo de tarjetas en las que figura el nombre de una ocupación. En cada tarjeta
consigno un único nombre. Se propone la siguiente consigna: “En cada una de las tarjetas,
está escrito el nombre de una ocupación. Haga de cuenta que cada tarjeta representa una
persona. Lo que usted debe hacer es establecer relaciones entre las distintas ocupaciones
‘como si’ se tratara de ‘personas’. Agrúpelas en familias”. Luego se pide que bautice cada
“familia” poniéndole un nombre y, después, que las presentes aclarando qué hacen, dónde
viven, a que aspiran. A continuación se le propone: “Suponga que usted realiza una fiesta en
su casa, a la cual no puede invitar a todas estas personas. “A cuáles invitaría con seguridad, a
cuales no invitaría, a cuáles dudaría entre invitar o no”.
Finalmente se propone al consultante que suponga que en un determinado momento de la
fiesta se va a sacar una foto y le pido que distribuya a los invitados con quienes quisiera
sacarse esa foto. Para “la foto” solo entregar una tarjeta en blanco diciéndole lo que
representa a él o a ella. 74
 Consigna
Primera consigna: “en cada una de las tarjetas, está escrito el nombre de una ocupación.
Haga de cuenta que cada tarjeta representa una persona. Lo que usted debe hacer es
establecer relaciones entre las distintas ocupaciones ‘como si’ se tratara de ‘personas’”.
Segunda consigna: “Agrúpelas en familia”
Tercera consigna: “Ahora usted debe bautizar cada familia poniéndole un nombre y luego
aclarar qué hacen, dónde viven, a qué aspiran.
Cuarta consigna: “Suponga que usted realiza una fiesta en su casa, a la cual no puede
invitar a todas estas personas. ¿A cuáles invitaría con seguridad, a cuáles no invitaría, a cuáles
dudaría entre invitar o no?”
Quinta consigna: “Suponga que en un determinado momento de la fiesta se va a sacar una
foto, a partir de esto deberá distribuir a los invitados con quienes quisiera sacarse una foto”

 Materiales:

Tarjetas R-O

Elementos que evalúa:


 1ª y 2ª consigna: obedece al deseo de permitirles entrar en contacto con las ocupaciones de
un modo más personificado, en lugar de tomarlas como cosas en sí, desvinculadas de las
personas que la ejecutan. Cuando la tarea se realiza de un modo silencioso, se sugiere que
verbalice los motivos que lo mueven a establecer grupos de dos, tres, cuatro o más tarjetas.
 3ª consigna: tiene por objetivo promover en el adolescente la realización de una descripción
activa de sus imágenes respecto de las distintas ocupaciones y sus relaciones. El carácter
lúdico que tiene la tarea hasta este momento le permite manifestar más directamente sus
fantasías y sus imágenes; previene, por lo tanto, respuestas habituales de los adolescentes
frente a las tareas de información del tipo “yo no sé qué es la que hacen”; o respuestas
convencionales de pobre contenido afectivo, en las que la verdadera imagen que tiene de la
profesión aparece escamoteada y reemplazada por algún clisé más o menos ajustado. Por el
contrario, esta etapa de la aplicación de la técnica R-O prueba realmente que los adolescentes
tienen imágenes de las ocupaciones y que si bien suelen estar distorsionadas no faltan nunca.
Se le pide que bautice cada familia poniéndole un nombre. De esta manera podemos conocer
más directamente cuáles son las categorizaciones que han tenido lugar. La forma en que
denomina a un grupo de tarjetas abre el camino a la comprensión de muchos de sus
prejuicios. Así, por ejemplo, rótulos como “éstos son aburridos” o “los de cuello duro” o “los
que trabajan en el campo” o “los de la madre tierra” revelan con más claridad que en un
interrogatorio exclusivamente racional cuáles son las connotaciones que tienen las carreras
para el adolescente. Lo mismo ocurre cuando el adolescente “bautiza” cada familia,
poniéndole nombres personales, como Pérez, González, Exactín, etc. En estos casos se
pregunta al adolescente por qué ha elegido tal nombre y en general esto sirve de suficiente
estímulo para que explicite fantasías respecto de los adultos que, desde la perspectiva
adolescente, se ocupan de tales tareas.
 4ª consigna: el hecho de plantearse la tarea en términos de “una fiesta en su casa” obedece
al deseo de colocar al adolescente en una situación personificada respecto de las distintas
carreras donde la propuesta lúdica envuelve a las tarjetas y a él mismo en el contexto de lo
dramatizado estimulando un compromiso personal de su parte, que desbarata de entrada las
conductas defensivas y el distanciamiento y manejo artificial, objetivo y mediato de sus
vínculos con el mundo ocupacional. Este momento lleva al adolescente a manifestar no lo que
“las ocupaciones son”, sino de un modo directo “lo que las ocupaciones son para mí”, es decir
cuál es el significado o sentido que las mismas tienen dentro de “mi perspectiva vital”.

El hecho de que se haga mención de una fiesta obedece a la intención de permitir el


desarrollo de la fantasía, que deberá ser incluida e integrada con el conocimiento realista y
objetivo de las ocupaciones. Por supuesto, trabajar no es lo mismo que una fiesta y los
adolescentes mismos señalan esta diferenciación. De todos modos, esto refleja el carácter
imperativo que tiene la tarea de elección para el adolescente y le permite dar acceso, dentro
de la situación de entrevista, a todos los contenidos emocionales respecto de su elección
futura.
 5ª consigna: a esta altura de la sesión el adolescente no tiene ninguna dificultad en tomar
las ocupaciones de un modo personificado y da rienda suelta a los afectos que experimenta
frente a ellas. Por otra parte, se le puede pedir que imagine una conversación entre los
distintos profesionales invitados, y de esta manera podremos ver cómo incluye sus propias
características personales, gustos, intereses inclinaciones, agrados y rechazos. El adolescente
toma conciencia de la vinculación real que tiene con las tareas y descubre por debajo de los
“slogans” y frases hechas, que emplea a menudo para definir su actitud
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frente a las distintas ocupaciones, cuál es el verdadero valor que ellas tienen para él. El
consultante puede llegar a comprender que ciertas carreras, que hasta ese momento le
parecían desprovistas de interés, se hallan vinculado con temas o aspectos de la realidad que
le interesan auténticamente.

 Fuente:

• BOHOSLAVSKY, Rodolfo. “Orientación vocacional”. La estrategia clínica


• LÓPEZ BONELLI, Ángela R. “La orientación vocacional como proceso”.

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