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NOMBRES

PATRICIA CHINARI
YUMACALES
JUANA EJURO CAMPOS
DOCENTE:
DEYSI OJEDA MEJIA

2023

EPIDEMIOLOGIA
VARICELA Y VIRUEAL
VARICELA

La varicela es una enfermedad contagiosa causada por el virus de la varicela zóster (VZV). Este
virus es uno de los 8 tipos de la familia Herpesviridae.

Tiene al humano como único reservorio y fuente de infección y se transmite de dos maneras: a
través del aire por secreciones respiratorias de una persona infectada (1-2 días previos a la
erupción cutánea hasta 5 días después de la aparición de vesículas); o por contacto directo con
la erupción de la varicela antes de formarse la costra ya que el líquido de las vesículas contiene
altas concentraciones del virus.

EPIDEMIOLOGIA

Se transmite fácilmente de personas infectadas a otras que nunca han tenido varicela o no se
han vacunado. La primoinfección corresponde clínicamente a varicela, pudiendo además
reactivarse, manifestándose como herpes zoster, generalmente en adultos, adultos mayores y
inmunocomprometidos. La infección por VZV es común en la población general.

En Estados Unidos, antes de que se introdujera la inmunización para VZV, la base de datos
nacional mostró una seroprevalencia del 95% en menores de 20 años, lo que generaba
aproximadamente 4 millones de casos al año, 11.000 hospitalizaciones y 100 muertes. El 66%
de los casos de varicela se produce en menores de 10 años, enfermándose con mayor
frecuencia los niños de cinco a nueve años de edad, representando el 50% del total

A pesar de que la población más afectada por la varicela son los niños, los que más presentan
complicaciones son los menores de un año y los adultos. Por ejemplo, los mayores de 20 años
representan menos del 5% de casos de varicela y sin embargo, el 55% de las muertes por esta
causa se da en este rango etario. Los tipos de complicaciones también varían con la edad,
siendo más frecuente las sobre infecciones bacterianas en los niños.

CLINICA

A diferencia de otras infecciones por virus herpes la primoinfección por VZV casi siempre es
clínicamente evidente. Las manifestaciones de la varicela en niños inmunocompetentes,
incluye un periodo de pródromo, el que se produce aproximadamente en la mitad de los casos,
más comúnmente en niños mayores y adultos. Este se caracteriza por fiebre, malestar general,
faringitis y disminución del apetito. Dentro de 24 a 48 horas, se produce un exantema vesicular
y fiebre de 37,8 a 39,4°C de tres a cinco días de duración Las lesiones iniciales de varicela se
ubican generalmente en cuero cabelludo, cara y tronco, y luego compromete extremidades.

El exantema, generalmente pruriginoso, evoluciona en el transcurso de la enfermedad.


Inicialmente se presenta como máculas, que rápidamente se transforman en pápulas y luego
vesículas (6). El paso de maculopápulas a vesículas se produce en cuestión de horas a días. Esas
lesiones pueden generar pústulas, que luego dan origen a lesiones costrosas. Es característico
de la varicela que se presenten lesiones en diferentes estadios de evolución. La mayoría de las
lesiones son pequeñas, tienen una base eritematosa y un diámetro de 5 a 10 mm. Aparecen
brotes sucesivos con intervalos de dos a cuatro días. Puede haber lesiones en las mucosas
orofaríngea, conjuntival y genitoanal. Su intensidad varía de un enfermo a otro (4), desde tan
pocas lesiones como 10 a más de 1.500 en niños sanos, considerándose el rango normal desde
100 a 300 lesiones. Los niños pequeños tienden a tener un menor número de vesículas que los
individuos de mayor edad. Los casos secundarios y terciarios dentro de una familia se vinculan
con un número relativamente alto de vesículas. Generalmente al sexto día desde la aparición
de las lesiones, la mayoría de estas se encuentran en etapa de costra en un individuo normal.
Las costras se caen generalmente en una o dos semanas dejando un área de hipopigmentación
temporal. Las lesiones de varicela dejan generalmente no dejan cicatriz, ya que el epitelio
infectado es relativamente superficial. Sin embargo es posible que ocurra daño de la capa
germinal del epitelio.

DIAGNOSTICO

El diagnóstico de la varicela generalmente no representa un desafío clínico. El exantema


característico y el antecedente epidemiológico de una exposición reciente permiten el
diagnóstico oportuno. Sin embargo, existen métodos de laboratorio que permiten realizar el
diagnóstico de certeza, los que podrían ser especialmente útiles en pacientes con clínica
atípica (como el caso de los pacientes vacunados o inmunocomprometidos), para realización
de estudios o para determinar la vulnerabilidad en pacientes de riesgo en que no se conocen
antecedentes para realizar vacunación.

CONCLUSION

A pesar del avance en la prevención y tratamiento de esta patología, sigue siendo de alta
incidencia.

VIRUELA

La viruela negra (en inglés, smallpox) es una dermatosis viral aterradora y letal. El caso último
de viruela endémica se registró en Somalia en 1977 y la Organización Mundial de la Salud
(OMS) declaró la erradicación mundial de esta enfermedad en 1980. Asimismo, la OMS realizó
un esfuerzo concertado para disminuir el número de laboratorios donde se retenía el virus de
la viruela (vivi). En 1978 se guardaba en 823 centros microbiológicos pero en 1984, por razones
de seguridad, el resguardo de las cepas virales quedó restringido a sólo dos institutos
especializados: los Centers for Disease Control and Prevention, en EE.UU., y el Instituto de
Preparados Virales de Moscú. En 1994 los gérmenes del instituto ruso fueron trasladados al
Centro Estatal de Investigaciones Virológicas y Biotecnología de Novosibirk

¿Es la viruela un riesgo para nuestra salud?

No hay modo de responder a esta pregunta con seguridad, aunque evidentemente si el virus
está en manos de los bioterroristas, debe ser motivo de preocupación grave para todos y, en
caso de que así lo fuera, se plantea la necesidad de proporcionar a los dermatólogos jóvenes y
al personal de salud los conocimientos necesarios para prevenir, diagnosticar y tratar la
enfermedad con rapidez y máxima efectividad. Este trabajo proporciona los conocimientos
científicos necesarios para diagnosticar, prevenir y diferenciar la viruela de la vaccinia; además,
se presentan los argumentos en pro y en contra de la vacunación, proceso no exento de
riesgos. Por otro lado, los expertos deberán sopesar de forma cuidadosa los peligros
potenciales de la viruela contra el beneficio posible de la vacunación antivariólica masiva.

ETIOLOGIA

El virus pertenece a la familia Poxviridae, subfamilia Chordopoxvirinae del género


Orthopoxvirus. En este grupo se incluye también el virus del monopox (en inglés, monkeypox),
que causa la viruela de los primate.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Se ha descrito que poco tiempo después del contacto con un caso de viruela se produce un
cuadro gripal, ante el que deben investigarse los antecedentes de vacunación antivariólica
previa y el tiempo transcurrido hasta que se han iniciado los síntomas, ya que se considera que
el período de incubación es de 7 a 17 días (media, 10-12 días). Antes de la instalación de la
viruela, se produce un período prodrómico de 3 días, caracterizado por fiebre brusca elevada,
cefalea intensa, dolor lumbar y vómitos. Se ha descrito también la aparición de un exantema
maculopapular o petequial distribuido en «traje de baño», considerado patognomónico;
además, en esta fase temprana la temperatura suele ascender a más de 40 °C, que desciende
después de 2 a 3 días . El exantema bucal precede al general en un día, y la erupción cutánea
se inicia como máculas eritematosas planas que preceden al brote de pápulas tensas y
profundas, que al cabo de 2 a 3 días alcanzan un diámetro de 2-3 mm. Dos días más tarde se
forman las vesículas, con un diámetro de 2 a 5 mm. Estas lesiones son firmes y tienen un
arraigo más profundo que las de la varicela: afloran primero sobre la cara, las extremidades y
se extienden a todo el cuerpo; más tarde se transforman en pústulas de 4 a 6 mm. Una
semana después del inicio del exantema, las pústulas son abacterianas y la turbidez representa
la acumulación de leucocitos, restos celulares y proteínas. Por lo general, permanecen de 5 a 8
días y sufren un proceso de umbilicación central característico que termina al formarse las
costras, que se desprenden durante la segunda semana del exantema.

De manera general, la erupción variolosa es centrífuga y las lesiones suelen ser monomorfas,
es decir, que se encuentran en el mismo estado de desarrollo. Por otro lado, en algunos
enfermos se ha descrito un segundo pico febril alrededor de los 5-8 días del período
exantemático, principalmente en aquellos con sobreinfección bacteriana agregada. En síntesis,
la viruela clásica es una dermatosis exantematosa aguda, cuyos rasgos clínicos significativos
son un período prodrómico de 3 días y una erupción centrífuga generalizada con desarrollo
secuencial y rápido de pápulas, vesículas, pústulas, umbilicación y formación de costras en el
curso de 14 días. Otro dato clínico sobresaliente es la presencia de lesiones en las palmas y las
plantas. La muerte es causada por la toxemia, asociada con la presencia de complejos
antígeno-anticuerpo circulantes y con el estado de shock con hipotensión.

deberá tener en mente las muchas enfermedades infecciosas exantemáticas, denominadas


morbiliformes: principalmente el sarampión, la rubéola, la primoinfección por virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH), la mononucleosis infecciosa tratada con ampicilina y las
erupciones medicamentosas

TRATAMIENTO

Cualquier paciente sospechoso de viruela deberá ser aislado en un cuarto con presión
negativa, y si la enfermedad es incipiente vale la pena vacunar al enfermo. Asimismo, es
imperativo el aislamiento respiratorio y el control estricto de los fomites, y cuando hay muchos
pacientes encamados es preferible mantenerlos en un hospital separadO. No hay ningún
medicamento eficaz contra la viruela, aunque cuando se considere que se está ante una
infección bacteriana agregada podrá utilizarse un antimicrobiano resistente a las penicilinasas.
Para el tratamiento de esta enfermedad se requiere lavar diariamente los ojos del enfermo
con solución de ácido bórico, así como vigilar la rehidratación y la nutrición adecuada del
paciente

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