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CASO DE FRANZ XAVER FORGO

I. Hechos del caso


En el año 1801, en Baviera, Estado Federal de Alemania nació Franz Xaver Forgo, fruto
de una unión libre de su madre, la señora Ana María Ditchl, quien a la edad de 5 años se
lo llevó a vivir a Francia, en específico a la localidad de Pau, ubicada en la Aquitania,
lugar donde nunca realizó los requerimientos necesarios para adquirir un domicilio,
conforme lo establecía la legislación francesa. Posteriormente, la señora Ana María
Ditchl contrajo matrimonio con un ciudadano francés adquiriendo ella la nacionalidad
francesa.

Franz Xaver Forgo hizo toda su vida en Pau y contrajo matrimonio con una adinerada
francesa. Este murió en 1869, a los 68 años de edad. Al morir no tenia esposa ni
descendientes, solo parientes colaterales del lado materno. Al momento de fallecer,
Forgo no dejó testamento, pero sí un sustancioso patrimonio compuesto por bienes
muebles.
II. Alegatos de las partes
El litigio se entabló entre algunos parientes colaterales de la madre de Xaver Forgo y el
Fisco Francés, en torno al patrimonio relicto mobiliario situado en Francia.
Los colaterales invocaban el derecho bávaro, ya que según este ellos eran los que
heredan. Su pretensión estaba basada en el Codex Maximilianus Bavaricus de 1756,
según el cual heredaban los parientes colaterales a falta de descendencia del causante.
El Fisco Francés, basó su argumentación en las leyes francesas, específicamente en el
artículo 768 del Código Civil, sustentando que la sucesión se regía por el derecho del
lugar del domicilio de derecho, según la norma de conflicto francesa y que como Forgo
no lo había constituido nunca en Francia, a pesar de que vivió toda su vida en este país,
le resultaba aplicable el derecho de Baviera, por ser en ese lugar donde tenía su
domicilio de derecho. Pero que era necesario consultar el derecho sucesorio bávaro,
para saber cuál era la legislación aplicable.
En ese mismo tenor sostuvo el Fisco Frances que el Código Maximiliano Bavárico
sometía la sucesión a la ley del domicilio de hecho del causante, o sea, la Ley de Francia.
Como el derecho civil francés disponía que ante la inexistencia de descendientes y de
cónyuge heredara el Fisco. No les correspondía derecho alguno a los colaterales de la
madre del causante.

III. Situación del caso


Se trataba de una acción relativa a la sucesión mobiliaria dejada por Franz Xaver Forgo
al momento de su muerte. La cuestión originaria de la controversia fue el hecho de que
el Código Civil Frances condicionada la adquisición de un domicilio en Francia, a la
obtención, por parte del interesado, de un decreto de admisión al domicilio, sin
embargo, Forgo nunca solicitó, y por tanto jamás obtuvo tal documento que le
estableciera domicilio en el Estado Frances.
Es por este hecho que muchos consideraban que Forgo sólo tenía un domicilio de hecho
en Francia, estimando que su domicilio de derecho era en Baviera, puesto que era su
lugar de nacimiento.
Los parientes colaterales de Forgo ejercitaron la acción de petición de la herencia,
basados en que su derecho estaba reconocido en el Código Bávaro, aplicable en virtud
de una norma de conflicto francesa, según la cual la sucesión mobiliaria debía regirse
por el último domicilio del causante. En primera instancia el Juzgado de Pau resolvió que
Forgo no tenía domicilio en Francia sino en Baviera y como la ley Bavara dispone que la
sucesión sobre los bienes muebles se rige por la ley de su situación, era aplicable la
legislación francesa, por el claro reenvío de esta última, y por consiguiente heredaba el
fisco Frances.

Rechazada la demanda por el tribunal de Pau, los parientes colaterales recurrieron la


misma decisión por ante la Corte de Apelación de Burdeos. Este tribunal dictó una
sentencia estimatoria de la pretensión de los parientes de Forgo, al decidir que la ley
aplicable a la sucesión era la del domicilio de derecho del difunto, o sea, la ley Bávara.
Por lo tanto, no había más que consultar al Código Bávaro y únicamente había que
proceder conforme a sus disposiciones sucesorias, a la entrega de los bienes.
Los abogados fiscales franceses comenzaron a estudiar la ley Bávara y descubrieron que
ella contenía, a su vez una regla de derecho internacional privado, por medio de la cual
el reenvío iba a hacer su entrada en la jurisprudencia. Sostuvieron que el Código Civil
Bávaro, era evidentemente aplicable al caso, ya que así lo declaraba la norma de
conflicto francesa, es decir, establecía una regla en cuya dirección las sucesiones
mobiliarias quedaban sometidas a la ley del lugar del domicilio efectivo del de cujus.
En segunda instancia se dispuso que la norma indirecta francesa aplique a la sucesión
sobre muebles, el derecho del domicilio del dueño (legislación Bavara) y por ello otorgó
la razón a los colaterales de la madre de Forgo. Esta tesis había sido rechazada por los
jueces del tribunal de Pau.
Sin embargo la astucia de los fiscales franceses fue mayor y dedujeron entonces,
someter un recurso de casación en contra de la sentencia de la Corte de Apelación de
Burdeos, sosteniendo que, al aplicar falsamente la ley Bávara, el tribunal había violado
indirectamente la ley Francesa.
Ante esta situación la Corte de Casación Francesa decidió que la norma de Francia
declarará aplicable a la sucesión de muebles, el derecho Bavaro, por ser el del domicilio
del dueño y que, por derecho Bavaro debe entenderse todo el conjunto del derecho
Bavaro y que como para los fines el derecho internacional privado bavaro declara
aplicables a todas las cosas muebles e inmuebles la ley de su situación, y a las sucesiones
la ley del domicilio efectivo del causante, es claro que por aplicación del derecho
internacional privado bavaro, este remite al derecho civil francés, en consecuencia,
heredaba el fisco francés. Dando Paso así a la entrada del reenvío en la jurisprudencia
internacional.
Como dijimos el reenvío fue admitido en un criterio jurisprudencial establecido el 24 de
Junio de 1878, por la Corte de Casación de Francia con relación al “affaire Forgo” y ha
sido compartido tanto por varios Estados como por muchos autores, aunque existen
posiciones opuestas a esta figura.
El reenvío se produce cuando la norma de conflicto del foro (país en el que se juzga el
asunto) se remite a un derecho extranjero (de otro país) y la norma de conflicto de ese
derecho extranjero a su vez se remite (“reenvía”) a otros. Es un mecanismo de solución
a los conflictos negativos de jurisdicción, es decir, a aquellos que nacen cuando en una
relación de derecho privado con un elemento extranjero relevante, surgen dos o más
legislaciones de distintos ordenamientos jurídicos nacionales y que ninguna de ellas se
atribuye competencia a sí misma para resolver el asunto, sino que cada una da
competencia a una legislación extranjera.

Se clasifican:
a) reenvíos de primer grado o de retorno, que es cuando la norma de conflicto del foro
se remite al derecho extranjero y la norma de conflicto de ese derecho extranjero se
vuelve a remitir al derecho del foro (es decir ida-vuelta).
b) reenvios de segundo grado que es cuando la norma de conflicto del foro se remite al
derecho extranjero y la norma de conflicto de ese derecho extranjero se remite a otra
de otro derecho extranjero diferente de los dos anteriores.
En el caso de Xaver Forgo se trató de un reenvío de primer grado admitido por el tribunal
francés, quien finalmente aplicó su propia ley.

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