REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA

VICEMINISTERIO DE EDUCACIÓN PARA LA DEFENSA
UNIVERSIDAD MILITAR BOLIVARIANA DE VENEZUELA
CENTRO DE ESTUDIOS DE POSTGRADOS TÁCTICOS, TÉCNICOS Y LOGÍSTICOS
ESCUELA DE ESTUDIOS DE ORDEN INTERNO
UNIDAD DE COMANDO DE CUERPO DE ESTUDIANTES

LEGISLACIÓN
INTERNACIONAL

INSTRUCTOR: INTEGRANTES:
CNEL. RODRÍGUEZ M. JOSÉ G. CAP. PIÑA O. DIXON J.
CÁTEDRA: C.I.V.- 17.194.131
GENERALIDADES DE LAS PTTE. HERNÁNDEZ A. JOSÉ G.
DROGAS C.I.V.- 21.048.260
PTTE. GUILLÉN G. JORGE D.
C.I.V.- 19.047.929
PTTE. CARDOZO L. WILLIAMS O.
C.I.V.- 24.846.725
PTTE. LOBATÓN B. JHONNY A.
C.I.V.- 17.946.799

PROGRAMA DE ACTUALIZACIÓN EN LOS

SERVICIOS INSTITUCIONALES DE LA GNB

OCTUBRE 2023
 INDICE
INTRODUCCIÓN.............................................................................................................................3
LEGISLACIÓN INTERNACIONAL...............................................................................................4
Convención Única de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes de 1961.............5
Convención sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971.....................................................5
Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por Tierra, Mar y Aire de 2000........6
Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y
Sustancias Psicotrópicas de 1988........................................................................................6
Convención de Palermo..........................................................................................................7
Convención de Viena...............................................................................................................8
Convención de los Derechos Humanos de la ONU..........................................................8
Grupo Egmont..........................................................................................................................10
Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFIC).......................................................11
CONCLUSIÓN...............................................................................................................................13

2
 INTRODUCCIÓN

Desde siempre, las sociedades tienen que controlar los comportamientos

individuales que se considera que generan efectos socialmente nocivos, entre
ellos aquellos derivados de las drogas que alteran la mente. El gran cambio del
Siglo XX es el surgimiento de una normatividad internacional orientada a regular y
combatir el uso de drogas consideradas ilegales, cuyo eje es la Convención Única
sobre Estupefacientes de la Organización de las Naciones Unidas de 1961. Esta
norma es un reflejo del paradigma prohibicionista, analiza las dificultades para
flexibilizarla y argumenta que impone serias restricciones a los países para
manejar sus políticas relacionadas con las drogas.

Ningún país quiere tener problemas con las sustancias “prohibidas”, es por
esto que legislar en materia de drogas se hace imprescindible para atacar dicha
problemática y librar en la mayor parte posible a sus ciudadanos.

Si bien es cierto que las drogas pueden ser usadas de manera medicinal,
su uso indebido e indiscriminado ha llevado a que se generen fuertes medidas de
restricción, porque a lo largo de los años ha hecho mas daño a la sociedad que
bien. Y esto es un cúmulo de situaciones que, si no se atacan desde un principio,
genera un efecto de “Bola de nieve”, llegando a un punto tal que la sociedad se
perdería por completo.

La confluencia de las naciones en pro de mejorar esta problemática

mundial, ha incidido en una mejora en la disminución de drogas a nivel mundial;
estamos lejos de poder decir drogas cero (0) pero con la unión de los países
vamos en vía a conseguir los objetivos planteados en todos los convenios,
tratados, organizaciones, entre otros. Porque una sociedad sin leyes seria la
perdición de la humanidad.

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4
 LEGISLACIÓN INTERNACIONAL

La legislación internacional en materia de drogas es un conjunto de normas

y acuerdos internacionales que buscan regular la producción, distribución y
consumo de sustancias psicoactivas. Estas leyes tienen como objetivo principal
proteger la salud y el bienestar de las personas, así como prevenir y controlar el
tráfico ilícito de drogas.

El principal instrumento legal en este ámbito es la Convención Única de las

Naciones Unidas sobre Estupefacientes de 1961, que establece un marco jurídico
internacional para la regulación de las drogas. Esta convención clasifica las
sustancias en cuatro categorías diferentes (estupefacientes, sustancias
psicotrópicas, precursores químicos y plantas de coca), y establece medidas para
su control y regulación.

Además de esta convención, existen otros tratados y acuerdos

internacionales que complementan y fortalecen la legislación en materia de
drogas. Entre ellos se encuentran la Convención sobre Sustancias Psicotrópicas
de 1971, el Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por Tierra, Mar y Aire de
2000 y la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de
Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988. También destacan las
Convenciones de Palermo, de Viena y la Convención de los Derechos Humanos
de la ONU.

Estos tratados internacionales establecen medidas para prevenir y

sancionar el tráfico ilícito de drogas, así como para promover la cooperación entre
los países en la lucha contra este problema. También contemplan la adopción de
políticas de prevención del consumo de drogas, así como programas de
tratamiento y rehabilitación para los consumidores.

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 Sin embargo, la legislación internacional en materia de drogas ha sido
objeto de críticas y debates. Algunos argumentan que estas leyes son demasiado
restrictivas y no tienen en cuenta el contexto social y de salud pública en el que se
consumen las drogas. Otros sostienen que la guerra contra las drogas ha tenido
consecuencias negativas, como el aumento de la violencia y la criminalidad.

Convención Única de las Naciones Unidas sobre

Estupefacientes de 1961

La Convención Única de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes de

1961, tuvo como objetivo combatir el consumo de drogas mediante una
intervención internacional coordinada. Su intención era limitar la posesión, el
consumo, el comercio, la distribución, la importación, la exportación, la fabricación
y la producción de drogas únicamente con fines médicos y científicos. También
luchó contra el narcotráfico a través de la cooperación internacional destinada a
disuadir a los narcotraficantes. Fue enmendado por el Protocolo de 1972 de
modificación de la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes. La
Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes dio origen a la Junta
Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), que es responsable de
supervisar la aplicación de los tratados de fiscalización internacional de
estupefacientes por los Estados Partes.

Convención sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971

La Convención de las Naciones Unidas sobre Sustancias Psicotrópicas de

1971 fue aprobado en la Conferencia de las Naciones Unidas para la Adopción de
un Protocolo sobre Sustancias Sicotrópicas, celebrada en Viena del 11 de enero al
21 de febrero de 1971. El Convenio entró en vigor el 16 de agosto de 1976, 90
días después de que 40 Estados hubiesen pasado a ser parte en él. En enero de
2018 había 184 países que eran parte en ese instrumento. Se puede decir que es
un tratado internacional de la Organización de las Naciones Unidas firmado en

6
1971, cuyo objetivo principal es sumarse a la Convención Única sobre
estupefacientes de 1961 (que fiscaliza "estupefacientes") creando un mecanismo
similar para la fiscalización de "sustancias sicotrópicas".
Junto con la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 y la
Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y
Sustancias Sicotrópicas de 1988, la Convención de 1971 conforma el sistema
internacional de fiscalización de drogas vigente.

Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por Tierra,

Mar y Aire de 2000

El Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por Tierra, Mar y Aire es

un tratado internacional adoptado por la Asamblea General de las Naciones
Unidas en 2000. Este protocolo es un complemento a la Convención de las
Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y tiene
como objetivo prevenir y combatir el tráfico ilícito de migrantes.

El protocolo establece medidas para prevenir y reprimir el tráfico ilícito de

migrantes, así como también proteger los derechos de las víctimas de este delito.
Se enfoca en la cooperación internacional para investigar y enjuiciar a los
traficantes de personas, así como también en el fortalecimiento de las fronteras y
los controles migratorios.

Además, el protocolo promueve la cooperación entre los Estados parte en

la identificación y protección de las víctimas de tráfico ilícito de migrantes, así
como también en la asistencia y reintegración de estas personas.

Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico

Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de
1988

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 La Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de
Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988, tuvo como propósito
promover la cooperación entre las Partes de la Convención para que pudieran
abordar con mayor eficacia los diversos aspectos de las actividades ilícitas en el
tráfico de estupefacientes y sustancias sicotrópicas con dimensión internacional.
La Convención cubría, entre muchas áreas, delitos, sanciones, jurisdicción,
decomiso, extradición, asistencia judicial recíproca, cooperación y formación. La
Convención declaró que las Partes tomarían las medidas que consideraran
apropiadas para prevenir la desviación de sustancias utilizadas con el propósito de
la fabricación ilícita de estupefacientes o sustancias sicotrópicas, y cooperarían
entre sí con ese fin.

Convención de Palermo

La Convención de Palermo, también conocida como la Convención de las

Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias
Psicotrópicas, es un tratado internacional adoptado por la Asamblea General de
las Naciones Unidas en 1988.

El objetivo principal de la Convención de Palermo es promover la

cooperación internacional para prevenir y combatir el tráfico ilícito de drogas, así
como también para reducir la demanda y el consumo de estupefacientes y
sustancias psicotrópicas. El tratado establece una serie de medidas y obligaciones
para los Estados parte, con el fin de lograr estos objetivos.

Entre las medidas establecidas por la Convención de Palermo se

encuentran la creación de leyes y regulaciones nacionales para penalizar el tráfico
ilícito de drogas, así como también la cooperación internacional en la extradición y
enjuiciamiento de personas involucradas en este tipo de delitos. Además, se
promueve la cooperación en materia de prevención, tratamiento y rehabilitación de
los consumidores de drogas.

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 La Convención de Palermo también establece la creación de una Junta
Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), encargada de supervisar
el cumplimiento de las disposiciones del tratado por parte de los Estados parte.

Convención de Viena

La Convención de Viena es un tratado internacional adoptado en 1961 por

las Naciones Unidas con el objetivo de regular las relaciones diplomáticas entre
los Estados. Establece los derechos y deberes de los Estados y sus
representantes diplomáticos, así como las normas de conducta y protocolo en las
relaciones diplomáticas.

La Convención de Viena establece que los Estados tienen el deber de

respetar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y sus miembros, así como la
inmunidad de los diplomáticos. También establece que los diplomáticos tienen el
deber de respetar las leyes y regulaciones del país anfitrión, pero también gozan
de ciertos privilegios e inmunidades para llevar a cabo sus funciones diplomáticas.

Esta convención también establece los procedimientos para el

establecimiento y terminación de relaciones diplomáticas, la protección de los
intereses y bienes del Estado acreditante, y la solución de controversias
diplomáticas.

La Convención de Viena ha sido ratificada por la mayoría de los Estados

miembros de las Naciones Unidas y es considerada la principal norma
internacional en materia de relaciones diplomáticas. Su objetivo es promover la
paz, la estabilidad y la cooperación entre los Estados a través de la diplomacia.

Convención de los Derechos Humanos de la ONU

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 La Convención de los Derechos Humanos de la ONU, también conocida
como la Declaración Universal de Derechos Humanos, es un tratado internacional
adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948. Su objetivo
es establecer los derechos fundamentales que todas las personas deben disfrutar
sin discriminación alguna.

La Convención de los Derechos Humanos establece una serie de derechos

y libertades básicas, tales como el derecho a la vida, la libertad de expresión, la
igualdad ante la ley, la prohibición de la tortura y tratos inhumanos, entre otros.
Estos derechos son considerados inherentes a todos los seres humanos,
independientemente de su raza, sexo, religión, nacionalidad u orientación sexual.

Además, la Convención establece la obligación de los Estados miembros de

respetar, proteger y garantizar estos derechos a todas las personas dentro de su
jurisdicción. También establece mecanismos para su promoción y protección,
como la creación de comités de expertos y el establecimiento de procedimientos
de denuncia y supervisión.

La Convención de los Derechos Humanos ha sido ratificada por la mayoría

de los Estados miembros de las Naciones Unidas y se considera uno de los
principales instrumentos internacionales en materia de derechos humanos. Su
objetivo es promover y proteger los derechos y libertades fundamentales de todas
las personas en todo el mundo.

Esto ha llevado a la adopción de numerosas leyes y políticas nacionales e

internacionales que buscan garantizar el respeto y la promoción de los derechos
humanos.

Sin embargo, a pesar de los avances logrados, todavía existen numerosos

desafíos en la implementación efectiva de los derechos humanos en todo el
mundo. Muchas personas siguen enfrentando discriminación, violencia y

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violaciones de sus derechos fundamentales. Además, existen conflictos armados,
pobreza extrema y otras situaciones que dificultan el pleno disfrute de los
derechos humanos.

Por lo tanto, es necesario continuar trabajando para garantizar el respeto y

la protección de los derechos humanos en todo el mundo. Esto requiere la
participación activa de los Estados, las organizaciones internacionales, la sociedad
civil y los individuos para promover y defender los derechos humanos en todas las
áreas de la vida.

La importancia de la Convención de los Derechos Humanos de la ONU y su

implementación efectiva para garantizar la dignidad y el bienestar de todas las
personas en todo el mundo, es fundamental que los Estados y las organizaciones
internacionales trabajen juntos para promover y defender los derechos humanos
en todas las áreas de la vida. Además, es necesario abordar los desafíos
existentes, como la discriminación, la violencia y la pobreza extrema, para lograr
un pleno disfrute de los derechos humanos. Todos tenemos un papel que
desempeñar en este proceso, ya sea como ciudadanos conscientes o como
defensores activos de los derechos humanos.

Grupo Egmont

El Grupo Egmont es una red internacional de unidades de inteligencia

financiera (UIF) que se creó en 1995. Su objetivo principal es promover la
cooperación y el intercambio de información entre las UIF para combatir el lavado
de dinero, el financiamiento del terrorismo y otros delitos financieros a nivel global.
El Grupo Egmont cuenta con más de 160 UIF miembros en todo el mundo y se
dedica a fortalecer la capacidad de las UIF para detectar y prevenir actividades
ilícitas en el ámbito financiero.

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 El Grupo Egmont se estableció en respuesta a la creciente necesidad de
cooperación internacional en la lucha contra el lavado de dinero y otros delitos
financieros. Las UIF son agencias gubernamentales encargadas de recopilar,
analizar y compartir información sobre transacciones financieras sospechosas.

El Grupo Egmont actúa como una plataforma para facilitar la colaboración

entre las UIF, promoviendo el intercambio seguro y confidencial de información
financiera relevante. Esto incluye el intercambio de inteligencia financiera y el
apoyo en investigaciones transfronterizas.

Además de fomentar la cooperación entre las UIF, el Grupo Egmont

también se dedica a fortalecer la capacidad de estas unidades para combatir el
lavado de dinero y otros delitos financieros. Esto se logra a través de la
capacitación y el intercambio de mejores prácticas, así como el desarrollo de
estándares internacionales en la lucha contra el lavado de dinero.

El Grupo Egmont también juega un papel importante en la promoción de la

implementación de medidas internacionales contra el lavado de dinero y el
financiamiento del terrorismo, como las recomendaciones del Grupo de Acción
Financiera Internacional (GAFI).

Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFIC)

El GAFIC, o Grupo de Acción Financiera Internacional, es una organización

intergubernamental establecida en 1989 con el objetivo de combatir el lavado de
dinero, el financiamiento del terrorismo y otras amenazas relacionadas con la
integridad del sistema financiero internacional.

El GAFIC desarrolla y promueve estándares internacionales para prevenir y

combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. Estos estándares

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son conocidos como las Recomendaciones del GAFIC y son ampliamente
adoptados por los países miembros y observadores del grupo.

El GAFIC también lleva a cabo evaluaciones periódicas de la efectividad de

los sistemas nacionales de lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del
terrorismo de sus miembros. Estas evaluaciones ayudan a identificar las fortalezas
y debilidades de los sistemas nacionales y brindan recomendaciones para mejorar
la implementación de las medidas contra el lavado de dinero.

Además, el GAFIC trabaja en estrecha colaboración con otras

organizaciones internacionales y regionales para promover la cooperación y el
intercambio de información en la lucha contra el lavado de dinero y el
financiamiento del terrorismo.

El GAFIC está compuesto por 37 países miembros y dos organizaciones

regionales, y cuenta con una red global de más de 200 cuerpos asociados, que
incluyen agencias gubernamentales, autoridades financieras y organismos
internacionales. Entre los miembros del GAFIC se encuentran importantes
economías como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, China y Rusia.

La organización se rige por un plenario compuesto por todos los países

miembros, que se reúne tres veces al año para tomar decisiones y establecer
políticas. Además, cuenta con un grupo ejecutivo que se encarga de supervisar la
implementación de las políticas y recomendaciones del GAFIC.

El GAFIC también tiene un sistema de evaluación mutua, en el cual los

países miembros se someten a revisiones periódicas para evaluar el cumplimiento
de las Recomendaciones del GAFIC. Estas revisiones son llevadas a cabo por
equipos de expertos internacionales y se basan en un cuestionario detallado y en
visitas in situ.

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 Además de combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo,
el GAFIC también se ocupa de otros temas relacionados con la integridad del
sistema financiero internacional, como la proliferación de armas de destrucción
masiva y la corrupción.

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 CONCLUSIÓN
La legislación internacional en materia de drogas busca regular y controlar
la producción, distribución y consumo de sustancias psicoactivas. Estas leyes
tienen como objetivo principal proteger la salud y el bienestar de las personas, así
como prevenir y controlar el tráfico ilícito de drogas. Sin embargo, estas leyes
también han sido objeto de críticas y debates en cuanto a su efectividad y sus
consecuencias.

La sociedad, en la búsqueda de un mejor desenvolvimiento de sus

ciudadanos, legisla, entre muchos ámbitos, en materia de drogas, punto álgido
que ha cambiado de manera negativa, puesto que dichas sustancias han podido
ser útil medicamente, pero su abuso de forma indiscriminada le atribuye una
connotación reprochable.

La implementación efectiva de las leyes, es fundamental para garantizar la

dignidad y el bienestar de todas las personas en todo el mundo. Las actividades
alrededor de las drogas son muy lucrativa, por este motivo su combate no es fácil,
pero se han venido tomando las acciones correspondientes para lograr minimizar
los efectos causados por dicha actividad.

Con el avance de la tecnología y el cambiante mundo, en un futuro se

podrá ver más instrumentos que vayan en pro de la disminución del impacto de las
sustancias estupefacientes y psicotrópicas y afines.

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