Está en la página 1de 1

.

Evaluación de necesidades: Se realiza un análisis de las necesidades nutricionales de las personas


que forman parte de la institución. Esto puede incluir la edad, el género, las actividades físicas, los
requerimientos especiales (como alergias o enfermedades crónicas) y otros factores relevantes.

2. Menús balanceados: Se diseñan menús que incluyan una variedad de alimentos de todos los
grupos alimenticios, como frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y lácteos bajos en
grasa. Se busca lograr un equilibrio entre los nutrientes y evitar deficiencias o excesos.

3. Restricciones y preferencias: Se tienen en cuenta las restricciones dietéticas y las preferencias


alimentarias de las personas. Esto puede incluir opciones vegetarianas, sin gluten, sin lácteos,
entre otras.

4. Control de calidad: Se establecen estándares de calidad para los alimentos y se supervisa su


preparación y manipulación para garantizar la seguridad alimentaria.

5. Educación y promoción de la salud: Se brinda información y educación sobre nutrición y hábitos


alimentarios saludables. Esto puede incluir charlas, talleres y actividades relacionadas con la
alimentación saludable.

6. Evaluación y mejora continua: Se realiza un seguimiento de la efectividad del plan nutricional y


se realizan ajustes según sea necesario. Se pueden llevar a cabo encuestas de satisfacción, análisis
de datos y evaluaciones periódicas.

También podría gustarte