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V. EL DERECHO CIVIL.

El CC en España abrió el proceso codificador y constituyó el último capítulo de éste. El mandato de la Constitución
de Cádiz tardó en ser cumplido 77 años.
El primero proyecto surge al iniciarse el Trienio Liberal, cuando las Cortes organizan una comisión de siete diputados
encargada de realizar el Código. Entre sus miembros destacaba María Garelly. En los casi 500 artículos que se
llegaron a redactar, correspondientes al título preliminar y a los dos primeros libros, reunieron junto a preceptos
civiles, otros preceptos procesales y administrativos. El proyecto de 1821 resulta un trabajo notable, curioso y
original de nuestros tiempos modernos, en juicio del profesor Federico de Castro.
En los años siguientes hay que destacar dos proyectos privados: el de Pablo Gorosabel y el de Fernández de la Hoz,
ambos escasos y limitados.

Con la creación de la comisión general del Codificación, se inicia una segunda etapa calificada por Juan Baró de
‘’oficialización de la Codificación’’. En mayo de 1851 se presenta un proyecto suscrito por cuatro juristas, García
Goyena, Bravo Murillo, Luzuriaga y Sánchez Puig, de los que el primero puede ser considerado como artífice
principal. Este proyecto constaba con casi 2.000 artículos agrupados en tres libros. Sus precedentes y concordancias
con el antiguo derecho nacional fueron explicados por Goyena en un importante libro ‘’Concordancias, motivos y
comentarios del CC español’’.
El proyecto de 1851 fue de corte centralizador y antiforal, y prohibía la regulación económica del matrimonio que los
esposas pacten un régimen de bienes conforme a fueros o costumbres. El último de sus artículos deroga el derecho
foral y consuetudinario. Semejante radicalismo impidió que el proyecto llegara a buen término, ya que fue incapaz
de aniquilar el foralismo de aquella Iglesia con la que en el mismo año el Estado firmaba un Concordato.

A mediados de los 50 no era nada fácil instaurar un CC de vigencia general y era necesario regular de modo uniforme
ciertas materias. Por ello se procedió a elaborar unas serie de ‘’Leyes especiales’’ en cuanto a la materia, pero de
aplicación general en todo el país.
La Ley Hipotecaria fue discutida por las Cortes y sancionada en 1861 por Isabel II. Ésta se completó a los cinco
meses y fue reformada en 1869.
El régimen hipotecario fue construido sobre los dos grandes principios de publicidad y especialidad, característicos
del sistema germánico. El germanismo de esta ley fue puesta por el profesor Díez-Picazo en entredicho reivindicando
la influencia francesa.
Ley del Notariado. El ministro Fernández Negrete presentó un proyecto de ley ‘’reformando las disposiciones
sobre el notariado’’. Tras la discusión en el Congreso y el Senado, una comisión mixta procedió a la redacción
definitiva del texto, siendo publicado en 1862.
Esta ley sancionó la separación de la fe pública judicial y extrajudicial, estableció la unidad notarial al hacer
desaparecer las diversas clases existentes de notarios y escribanos, y fijó finalmente el acceso mediante oposición
ante las Audiencias. También abrió las puertas a la creación de Colegios de Notarios.
 Leyes de Aguas. Se encomendó a una comisión ministerial redactar el proyecto de Ley de Aguas el cual se terminó
convirtiendo en la primera Ley de Aguas de 1866. Esta intentó regular toda la materia y formar así una especie de
Código General de las Aguas. Con todo, la Revolución de 1868 trajo consigo la publicación de nuevas disposiciones
sobre aguas y para normalizar la situación se procedió a redactar la Ley de Aguas de 1879, la cual es básicamente la
anterior, excepto en la supresión del título relativo al uso de las aguas del mar y de sus playas.
Ley de Matrimonio Civil. A fines de 1869 fue presentado en las Cortes un proyecto de ley de matrimonio civil,
atribuido a Montero Ríos y a Ruíz Zorrilla. El proyecto fue aprobado fue aprobado al año siguiente y publicada la ley
en 1870. Ésta establecía la obligatoriedad del matrimonio civil, al negar a cualquier otro esos efectos civiles y
someter a la jurisdicción ordinaria el conocimiento de los conflictos.
La ley de 1870 atravesó múltiples dificultades en el lustro escaso en que estuvo vigente siendo derogada en la época
de Cánovas por un decreto.
La Ley de Matrimonio Civil tuvo una importancia considerable porque significa el primer intento de establecer en
España el matrimonio civil obligatorio.
Ley de Registro Civil. Fue promulgada en 1870 y respetada por el CC en cuanto no entrara en contradicción con
los escasos preceptos que él destina al tema. Se mantuvo en vigor hasta el 1 de enero de 1959, fecha en que
comenzó a regir la nueva Ley de Registro Civil de 1957.

El CC DE 1889.
La etapa final de la codificación civil arranca a raíz del decreto de mayo de 1875.
El paso siguiente y más decisivo fue obra de Alonso Martínez, quien en 1881 presentó a las Cortes un proyecto de
Ley de Bases del CC. En él se autorizaba al Gobierno para publicar el proyecto de 1851 con las variaciones oportunas,
disponiéndose que una ley especial mantuviera las instituciones sobre propiedad y familia en los territorios forales.
Las Cortes no encontraron satisfactorio el sistema de Ley de Bases y solicitaron el texto íntegro del Código. Alonso
Martínez llegó a presentar ante el Senado los dos primeros libros, pero un cambio político le dejó en la calla antes de
poder concluir su obra.
Su sucesor, Francisco Silvela, presentó en 1885 un segundo proyecto de Ley de Bases, el cual fue aprobado por las
Cortes, convirtiéndose en la Ley de Bases de 1888, la cual atendía tanto a la forma de realización del Código como a
resolver el problema complementario de la heterogeneidad foral.
Tras la Ley de Bases de 1888 las cosas fueron deprisa y la Comisión de Codificación preparó el texto de forma
precipitada, publicándose en agosto de ese mismo año a través de la Gaceta de Madrid. Los desajustes consiguientes
al procedimiento utilizado llevaron a que la ley fuera corregida y completada, obteniéndose así el texto definitivo.

El CC consta de un título preliminar y cuatro libros con un total de1976 artículos, seguidos de una serie de
disposiciones transitorias y otras adicionales, destinadas éstas a arbitrar el procedimiento de revisión del cuerpo
legal. Dos terceras partes del articulado proceden directamente del Proyecto de 1851, y en ellas y en el resto de la
base fundamental de inspiración es el Código francés.
El CC de 1889 fue acogido con frialdad ya que no disminuía, sino que aumentaba la pluralidad legislativa.

El uniformismo borbónico: los Decretos de Nueva Planta.


Lo que Olivares no pudo realizar como plan político en el siglo XVII, se logró por la fuerza a raíz del enfrentamiento
entre la Corona de Aragón y Felipe V. Al vencer éste y convertirse en rey de esos territorios, suprimió su organización
política y la reemplazó por la castellana mediante una serie de disposiciones, los Decretos de Nueva Planta, llamados
así por dotar de planta nueva a las organismos y tribunales de esa Corona.
En plena Gª de Sucesión, Felipe V dicta un primer decreto el 29 de junio de 1707, que explica la abolición de los
fueros y la consiguiente introducción del derecho castellano.
La medida fue mal acogida en Valencia, pero todo quedó en una protesta inútil, y el derecho valenciano fue
finalmente derogado.
En Aragón las cosas no fueron tan radicales. El decreto de 3 de abril de 1711 rehabilitó en parte el ordenamiento
jurídico suprimido, al disponer que siguiera aplicándose el derecho civil aragonés, mientras se introducía la figura de
un comandante general con plenos poderes políticos y quedaba organizada la audiencia conforme al modelo
castellano. Aragón recuperó así su derecho privado.
En las nuevas circunstancias cobra especial significado el decreto de 15 de enero de 1716, destinado a Cataluña,
desde donde ciertos personajes partidarios de Felipe V habían huido a Castilla para volver después y sumarse a la
reforma. Esa disposición, la Nueva Planta de la Real Audiencia del Principado de Cataluña situó al capitán general
como representante del rey y dio paso al establecimiento de una Audiencia.
La lengua surge como tema conflictivo y el decreto de 1716 sólo sancionó que las causas ante la Audiencia se
sustanciaran exclusivamente en castellano.
Con el mismo criterio de mantener el derecho privado propio y abolir la organización política, administrativa y
judicial, el decreto de 28 de noviembre de 1715 introdujo nueva planta en Mallorca, y más tarde, otro decreto de 24
de noviembre de 1717 para Cerdeña, el cual reproduce el modelo catalán.

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