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JORGE MANRIQUE (1440-1479)

INTRODUCCIÓN

Perteneció a la alta nobleza castellana, además, de acuerdo con la cosmovisión de inicios del
Renacimiento español, su familia era muy culta, su tío Gómez Manrique fue poeta cortesano.
Sus parientes y él participaron en las luchas entre la nobleza y la monarquía que jalonan todo
el S. XV, el propio poeta murió en las últimas escaramuzas de la guerra por la sucesión entre
los RRCC y Juana, hija de Enrique IV.

OBRA POÉTICA

Manrique, además de poesía cortesana, escribió la que se considera la obra cumbre de la


poesía castellana del S. XV: Coplas a la muerte de su padre. Este poema está escrito con un
estilo sencillo (“sermo humilis”), según los gustos poéticos de la segunda mitad del S. XV.

Es, a la vez, un sermón o reflexión moralizante que expresa el sentimiento de desengaño por
la vida y además una elegía1 por la muerte de su padre, Rodrigo Manrique, donde reivindica
su figura.

Tuvo una amplia difusión en ediciones y glosas. El poeta y profesor Pedro Salinas2 definió esta
obra como la suma de “tradición y originalidad”, tiene elementos medievales que preceden de
la tradición (tradición del planto, tópicos, ideas…), aunque también es original en la
presentación de la muerte: solo una voz o en la introducción de la vida de la fama.

TÓPICOS

La Edad Media no se preocupaba por la originalidad, de ahí que los tópicos o lugares comunes
fueran una importante herramienta en el discurso. Legados por la tradición grecolatina “valían
por argumentos generales útiles en la discusión, vinieron a significar (…) puntos de vista
generales sobre los grandes temas de la realidad”3.

En la obra de J. Manrique aparecen los siguientes:

Contemptu mundi: desprecio del mundo (estrofas 1-3).

Memento mori: acuérdate de que vas a morir (estrofas 1-3, 12-13, etc.).

Ubi sunt? ¿Dónde están?: interrogación retórica que subraya el carácter transitorio del
hombre y todo lo relacionado con él (estrofas 16-26).

La vida como sueño, tópico de origen oriental (estofa 1 y 12).

La fortuna inestable (estrofa 11).

1
Composición lírica en que se lamenta la muerte de una persona o cualquier otro acontecimiento
desafortunado.
2
SALINAS, P., Jorge Manrique o tradición y originalidad, Seix-Barral, Barcelona, 1974.
3
Ob. cit., pág. 70.

1
Representación de la diosa Fortuna

MÉTRICA

Utiliza la doble sextilla de pie quebrado o copla de pie quebrado: forma métrica que alterna
octosílabos con tetrasílabos. La sextilla de pie quebrado tiene el siguiente esquema métrico:
8a8b4c8a8b4c.

La doble sextilla tiene unidad sintáctica y semántica, salvo en las estrofas 33 y 34, momento
dramático especial porque tiene lugar la llegada de la Muerte a casa del maestre D. Rodrigo.

CONSTRUCCIÓN

Las cuarenta coplas siguen una clara progresión de lo general a lo particular, del
planteamiento abstracto al caso concreto: D. Rodrigo Manrique. Siguen el siguiente esquema
constructivo tripartito:

1) Estrofas (doble sextilla de pie quebrado) 1 al 14: consideración general sobre la vida y
su brevedad.
2) Estrofas 15 a la 24: ejemplificación con personajes históricos castellanos, restringe el
ámbito a Castilla y a 30 o 40 años antes.
3) Estrofas 25 a 40: ejemplo concreto de caballero cristiano, D. Rodrigo Manrique. Esta
sería la parte elegiaca. En el elogio de su padre recurre a la materia clásica: compara
las cualidades de su padre con las de personajes famosos de la Antigüedad clásica. El
autor destaca que su padre concentró su esfuerzo no en bailes ni en torneos, sino en
arriesgar su vida en la batalla: Después que puso la vida/ tantas veces por su ley/al
tablero (33).

SENTIDO

Suma el estilo y función del sermón en sus disquisiciones sobre la vida, la muerte y el paso del
tiempo, con la elegía: lamento por la muerte y elogio del maestre D. Rodrigo.

Dentro del sermón es importante destacar el énfasis puesto en las tres vidas del hombre: vida
terrenal, vida de la fama y vida eterna que en la parte de la elegía se explica: estrofa 35 vida
terrena: “temporal, perecedera”; fama: “vida d’honor”; vida eterna: “eternal”.

En la estrofa 36 se expone la ideología nobiliaria-feudal a la hora de indicar cómo actuar: los


“buenos religiosos” con oraciones y los “caballeros famosos” “con trabajos e aflicciones contra
moros”.

2
D. Rodrigo, aunque va a ser famoso por sus hazañas, se ha concentrado en la vida eterna como
caballero cristiano. El ejemplo de R. Manrique sirve para volver a la idea fundamental del
sermón: ganar la vida eterna.

El actuar conforme los principios religiosos es expuesto por la Muerte, que lejos de ser descrita
como un personaje horripilante, al modo de las Danzas de la Muerte, es en las Coplas una voz
que dialoga plácidamente con D. Rodrigo.

INFLUENCIA POSTERIOR

El número de copias que se hicieron de la obra refleja su éxito inmediato. En el S. XVI muchos
autores las alaban como Juan de Valdés. Su éxito llega hasta el S. XX, en la poesía de A.
Machado o J. R. Jiménez aparecen los símbolos de la vida como río o el mar como muerte.
Federico García Lorca toma como modelo las Coplas para crear su elegía Llanto por Ignacio
Sánchez Mejías. A finales del siglo XX, el poeta M. Vázquez Montalbán parodia la obra en
Coplas a la muerte de mi tía Daniela.

Sepulcro de M. Vázquez de Arce, conocido como el Doncel de Sigüenza (finales del S. XV), se
encuentra en la catedral de esta localidad.

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